Cada 27 de julio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, un conjunto de tumores cuya incidencia mundial va en aumento, en especial de aquellos asociados al contagio del VPH. El carcinoma de cabeza y cuello actualmente tiene la sexta incidencia más alta en todo el mundo, por eso resulta fundamental concientizar a la población sobre el diagnóstico, la prevención, y compartir información sobre nuevos tratamientos que traen esperanzas a quienes lo padecen.Los cánceres de cabeza y cuello son un grupo de tumores que generalmente comienzan en tejidos del interior de la cabeza y del cuello -principalmente dentro de la boca, nariz y garganta- y también pueden comenzar en las glándulas salivales, aunque son relativamente poco comunes. Este conjunto de cánceres se categoriza a su vez de acuerdo a la zona en la que se originan, como pueden ser en las cavidades oral y nasal, en la faringe y en los senos paranasales.El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un virus de ácido desoxirribonucleico (ADN) pequeño con más de 100 tipos, de los cuales 40 afectan la zona genital y anal. Los VPH se clasifican en 2 grandes grupos: los denominados “de bajo riesgo oncogénico”, que generalmente se asocian con lesiones benignas, como verrugas y lesiones de bajo grado; y los VPH denominados “de alto riesgo oncogénico”, que son alrededor de 15.Las verrugas genitales se presentan como bultos o grupos de bultos de diferentes tamaños. Pueden ser planas o abultadas o con forma de coliflor. Generalmente no producen síntomas. Pueden desaparecer, quedarse igual o aumentar en tamaño o cantidad. Dependiendo del cuadro clínico el especialista recomendará el tratamiento óptimo, aunque es posible que se requiera repetirlo en varias oportunidades. Estas recurrencias y sus tratamientos pueden ser muy incómodas, generando molestias, ardor y dolor.Se estima que más del 80% de las personas sexualmente activas contraerán VPH en algún momento de su vida y puede afectar tanto a mujeres como a varones. En los varones la infección suele ser transitoria y se cura de forma espontánea. No obstante, en algunos casos el virus puede quedar latente, sin dar signos ni síntomas, permitiendo que la infección se transmita a otros varones y/o mujeres a través del contacto sexual. Estas infecciones latentes, pueden favorecer el desarrollo de algunos tipos de cáncer y de verrugas en la zona anogenital, en ambos sexos.Según estimaciones de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) para Sudamérica, los casos de cáncer atribuidos a infecciones se deben principalmente al Virus del Papiloma Humano (48,5%).En relación al diagnóstico y posibles tratamientos son muchas las herramientas que se pueden utilizar e incluyen cirugía; radioterapia; quimioterapia; terapias dirigidas e incluso inmunoterapia. La inmunoterapia representa el avance más importante en la última década en el tratamiento de estos pacientes. Es una forma de tratamiento sistémico (endovenoso) que genera que las células tumorales sean “visibles” por el sistema inmune, volviéndose susceptibles a ser eliminadas, generando un beneficio muy importante para un grupo determinado de pacientes. De todos modos, el diálogo con un equipo multidisciplinario es fundamental en la toma de cualquier decisión terapéutica.A diferencia de las mujeres, en quienes mediante la realización de estudios periódicos ginecológicos se puede detectar precozmente la presencia de anormalidades en las células o lesiones en el cuello del útero que puedan alertar, en los varones no contamos con ese tipo de estudios estandarizados, por lo cual muchas veces se llega al diagnóstico en estadios más avanzados de la enfermedad.Si bien hay opciones de tratamiento para los problemas de salud que ocasiona el VPH, no existe un tratamiento específico para curar la infección, y por eso es sumamente importante la prevención a través de la educación sexual integral, el correcto uso del preservativo, los estudios de detección precoz en mujeres y la vacunación.Como parte del Calendario Nacional de Vacunación, se recomienda que los niños y niñas de 11 años de edad reciban dos dosis de la vacuna contra el VPH, para proteger contra ciertos cánceres causados por este virus. La vacuna contra el VPH se incorporó en 2011 para todas las niñas de 11 años nacidas a partir de 2000, y en 2017 se amplió para todos los varones de 11 años nacidos a partir de 2006. El Calendario de Vacunación Nacional también contempla la vacuna contra VPH para pacientes trasplantados y con VIH.Existen nuevas terapias (y muchas otras en desarrollo) que dan múltiples opciones para mejorar la tasa de sobrevida de los pacientes. El desafío es contar cada vez con más herramientas para lograrlo, generando combinaciones para que el beneficio sea para un número cada vez mayor de pacientes.Dr. Fernando Carabajal, Gerente Médico para Tumores de Cabeza y Cuello en MSD (MN 131152), y Dr. Agustín Falco, jefe de Tumores de Cabeza y Cuello del Instituto Alexander Fleming (MN 113572).
Fuente: La Nación