El Himno Nacional Argentino genera sentido de pertenencia, emoción y hasta motivación. En el deporte, es sinónimo de un momento único que causó momentos de gran emotividad y hasta polémica, con Los Pumas, Diego Maradona y Lionel Messi como protagonistas.Tal vez uno de los primeros momentos épicos que haya tenido el Himno Nacional Argentino en su relación con el deporte haya sido la final de Italia 90. Aquella tarde, en el Estadio olímpico de Roma, la canción patria, que este martes cumple 200 años, fue silbada como pocas veces.Es que el paso de Diego Maradona por el Nápoli que finalizaría un año más tarde, puso de rodillas a los grandes del norte y, tras haber eliminado al local en semifinales, no dejaron pasar la oportunidad de intentar herirlo. En la memoria de todos, incluso de quienes no habían nacido aún, está el insulto del 10 a quienes silbaban las estrofas del himno.La televisión deportiva aportó a esta historia al relator Marcelo Araujo, quien no se cansaba de manifestar que los himnos no deberían tener lugar en el fútbol, ya que se enfrentan los representantes del deporte de un país y no dos países.Poco más de 20 años después de aquella final del mundo en la que Andreas Brehme convirtió con su penal en lágrimas los insultos del ex entrenador nacional, Lionel Messi se convirtió en el máximo estandarte del fútbol y de la celeste y blanca.Cinco meses sin el 10. Para Andreas Brehme, Diego Maradona tenía “una relación única con los fanáticos”Máximo goleador, considerado el mejor del Planeta, pero sin copas en las vitrinas de la selección mayor, el 10 del Barcelona, por alguna razón, decidió no cantar el himno. Ni en amistoso, ni en torneos oficiales, lo que le valió feroces críticas, para alguno, de las más absurdas que se le han hecho. Es que muchos se quedaron con las ganas de seguir comparando a Messi y Maradona, incluso, en acciones que poco tienen que ver con sus logros y capacidades como atletas En la Copa América 2019 lo cantó y fue consultado al respecto: “Hoy tenía ganas”, dijo tras ganarle a Venezuela.Quienes hicieron de la entonación de la canción patria un verdadero ritual y hasta un sello propio, fueron Los Pumas, la selección nacional de rugby, quienes con lágrimas en los ojos y fuertes abrazos durante sus estrofas dieron muestras de lo que significa para ellos. El Mundial de Francia en 2007, donde alcanzó las semifinales por primera y única vez, fue otro momento icónico.Por otra parte, los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) también marcó al Himno Argentino en su relación con el deporte, ya que más de 50 después, sonaba mientras atletas celestes y blancos se colgaban del pecho una medalla dorada.Con la selección nacional recibiendo las medallas de oro en Atenas 2004 (INSTAGRAM/Cabboficial/) Fueron el básquet de Scola y Ginóbili y el fútbol de Tevez y Mascherano.El equipo campeón de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Javier Mascherano es el cuarto de arriba a la derecha. (DANIEL GARCIA / AFP/)“Oh juremos con gloria morir” y las estrofas cantadas a capela por los hinchas en más de un estadio en más de un país sellaron en los últimos años aquellas dos cuestiones, el himno y el deporte, que tanto marcan la vida de los argentinos.

Fuente: La Nación

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