Cuando desde el lunes las temperaturas rondan entre los 2 y 9 grados, cuando hay una pandemia que exige medidas de seguridad y limpieza para mantenerse a salvo del virus, unas 24 familias de un edificio de ocho pisos del barrio porteño de Flores están sin luz y sin agua desde hace tres días. Si bien realizaron los reclamos correspondientes a Edesur y al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) jamás obtuvieron una respuesta y aseguran que no quieren cortar la calle para llamar la atención.“La mayoría de las personas son adultos mayores que no pueden subir y bajar las escaleras para buscar agua todo el tiempo; hay familias con chicos discapacitados; y cuando hay que mantener todo más limpio que nunca, el no tener los servicios complica todo”, dijo Elizabeth a LA NACION, cuyo esposo es el encargado del edificio de Concordia 65 hace 37 años. Allí, desde el lunes a las 7 de la tarde no hay suministro de luz lo cual además impide que el tanque de agua funcione.“Cúpula de calor”: el fenómeno detrás de las altas temperaturas en Canadá, que ya dejó más de 130 muertosElizabeth explicó que su marido es muy activo, pero que ya con 75 años y sin el ascensor en funcionamiento por la falta de electricidad, le cuesta subir y bajar las escaleras del edificio, que queda a una cuadra de la Avenida Rivadavia, correspondiente a la Comuna 7.“Ayer martes fue con mi yerno a reclamar a la oficina de Edesur, pero ya habían cerrado. Una persona de seguridad les dijo que cortemos la calle para que atiendan nuestro reclamo, pero no queremos hacer eso, no queremos joderle la vida a la gente para que nos den bolilla, no es justo, más en esta situación, todos tenemos problemas”, dijo Elizabeth.Fueron varios los edificios de la zona que el lunes a las 7 de la tarde habían quedado sin luz. Pero hoy miércoles, el único que sigue sin suministro de electricidad es el de Concordia 65.“Cuando cortaron la luz el lunes, empezamos a tener dificultades con el agua y hoy ya no hay porque no sube al tanque”, explicó Claudia, que vive en uno de los departamentos junto a su marido y sus dos hijos, de 4 y 10 años.“Ayer a las 16 volvió la luz unos 20 minutos y después se cortó de nuevo. En ese interín mi hermano se quedó atrapado en el ascensor y lo tuvimos que sacar como pudimos. Los edificios de la cuadra volvieron a tener luz menos nosotros. Ya no tenemos agua, los departamentos solo tienen estufa en el comedor y dependen de calefacción eléctrica para el resto de los ambientes, nos morimos de frío”, se lamentó la mujer al tiempo que, como otros vecinos que usaron sus aguinaldos, había llenado el freezer con mercadería y ahora no lo quiere ni abrir para que no se arruine lo comprado.Quién era Gonzalo Diz, el argentino que murió al caer de un balcón en MiamiOtro de los problemas que enumera Claudia es el trastorno que causa la falta de luz para quienes trabajan desde la casa. “Yo ayer fui a la oficina, hoy tenía que trabajar desde casa y no voy a poder”, explicó.“Todos los vecinos hicimos más de 20 reclamos a Edesur y al ENRE pero no nos atienden. Cada vez que los llamamos te contesta una máquina. La única vez que nos atendió alguien fue porque tocamos la opción riesgo de vida en la vía pública, explicamos la situación y nos dijeron que nos mandaban una cuadrilla que jamás se presentó”, dijo.Margarita, quien vive con su hermano con discapacidad, dijo a LA NACION que su departamento es el único en el que a veces vuelve la luz desde el lunes. “¿Cómo le explico a él que no puede usar el agua y la electricidad porque no hay? Es complicado atenderlo y más si una no sabe cuándo se va a ir de nuevo la luz”, dijo sobre el peligro que eso implica al asistir a su hermano.“No queremos cortar la calle, no queremos llegar a eso, todo te empuja a hacerlo cuando nadie te atiende y no hay respuestas, pero no sé… no debería ser eso lo que tenemos que hacer, nos tienen que dar una solución y una explicación”, concluyó Claudia, a pesar de que hace ya más de 40 horas que no tiene luz.

Fuente: La Nación

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