MIAMI.- Por primera vez, pudieron ver el lugar donde quedaron sus seres queridos. Los familiares y amigos de las víctimas del colapso del complejo de condominios Champlain Towers South partieron, en grupos, en dos autobuses y bajo una fuerte custodia policial, desde el Gran Beach Hotel hasta otro hotel, al norte de los escombros, donde vieron lo que quedó del edificio de 12 pisos, y la imparable búsqueda de los rescatistas, a los que se sumó una unidad de elite israelí que aterrizó esta mañana en Miami.La angustia y la frustración se asentaron el domingo en Surfside con el dificultoso avance de las tareas de rescate para hallar a las personas desaparecidas por el colapso del edificio. Las autoridades elevaron el número de víctimas a 9, y aún quedan 156 personas desaparecidos. Los equipos siguieron trabajando sin descanso, las 24 horas, y solo se detenían cuando había riesgo de rayos por las tormentas tropicales. Las autoridades mantenían las esperanzas de hallar gente con vida, que enflaquecen con el correr de las horas.“Todos los que se necesitan están en el sitio, y están haciendo el trabajo, y continuamos nuestros esfuerzos para encontrar personas con vida”, dijo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava. Las autoridades, dijo, están teniendo conversaciones “muy francas” con los familiares de las víctimas.Por la mañana, las autoridades confirmaron que el número de muertes confirmadas subió a nueve, aunque se esperan más. Anoche se hallaron a cinco nuevas víctimas fatales, y las autoridades dieron a conocer los nombres de otras tres víctimas: Anthony Lozano, de 83 años, y Gladys Lozano, de 79, que vivían en el apartamento 903, y Manuel LaFont, de 54. En uno de los informes a los familiares, por la mañana, las autoridades indicaron que habían encontrado restos humanos, que serán sometidos a análisis de ADN para detectar su identidad.“Además de encontrar a las cuatro víctimas, encontramos restos humanos”, dijo el jefe Asistente de Operaciones de Bomberos de Miami-Dade, Raide Jadallah, a los familiares esta mañana, según un video subido a Instagram. Jadallah preparó a los familiares para la visita al sitio: “Pueden ver a una víctima. Pueden ver restos”, les advirtió.El clima continuaba entorpeciendo los esfuerzos de unos 300 rescatistas al inicio del cuarto de día de frenética búsqueda por sobrevivientes: las lluvias intermitentes, tradicionales de esta época del año en Miami, forzaban a los equipos que trabajan en la pila de escombros a frenar su trabajo, y luego a retomarlo donde lo habían dejado. A los equipos locales ya se había sumado una unidad de México, especialista en la búsqueda de víctimas de terremotos, y esta mañana llegó otro equipo de Israel. Los equipos siguen utilizando perros, drones y sonares. Las autoridades insistieron que seguían con una operación de “búsqueda y rescate” de sobrevivientes, y afirmaron que avanzaban sin descanso, aunque con mucho cuidado para evitar colapsos adicionales en los escombros. Pero no habían detectado indicios de vida, o algún sonido humano.En medio del operativo de rescate y la investigación para dilucidar las causas del colapso, las autoridades de la ciudad brindaron el viernes un primer indicio: revelaron un informe, de hace tres años, elaborado por un ingeniero, Frank Morabito, que encontró evidencias de que el edificio tenía “daños estructurales importantes” en la losa de concreto debajo de la plataforma de la piscina y “abundantes grietas” y desmoronamientos de las columnas de concreto, las vigas y paredes del estacionamiento debajo del edificio de 12 pisos.“Es importante que tengamos una explicación definitiva”, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis.Tras el colapso, los gobiernos locales preparan investigación a los edificios. El condado de Miami-Dade decidió que realizará una auditoría de todos los edificios que tengan más de 40 años. La mayoría de las torres residenciales en Miami-Dade, el 70.2% del total de 1,016,653 casas unifamiliares, condominios y edificios de apartamentos del condado, se construyeron antes de 1990, dos años antes del huracán Andrew, que provocó un endurecimiento del código de construcción del sur de Florida.
Fuente: La Nación