Por primera vez en la historia se unieron un macho silvestre y una hembra cautiva de yaguareté, con el objetivo de salvar a la especie de la extinción en el Gran Chaco argentino. Qaramta, un macho silvestre de unos 5 años y Tania, una hembra de cautiverio de 9, ingresaron a un corral de junta en donde pudieron encontrarse luego de casi un año de verse a través de una reja.
Con este proyecto, Fundación Rewilding Argentina, junto al Gobierno de Chaco y la Administración de Parques Nacionales buscan recuperar al yaguareté, el mayor felino del continente americano. Esta especie clave del monte chaqueño —cuando se encuentra en poblaciones saludables— cumple un rol ecológico vital para mantener el ecosistema sano.
Además, la presencia del yaguareté ayudará a crear un destino de turismo de naturaleza capaz de impulsar el desarrollo de las comunidades vecinas del área protegida. Al igual que sucede en Iberá, en Corrientes y en Pantanal, en el sur de Brasil, el Impenetrable chaqueño puede convertirse en un motor de economías locales al fomentar emprendimientos sostenibles e inclusivos, vinculados al turismo de naturaleza.
El yaguareté se encuentra virtualmente extinto en el Chaco Argentino, en donde investigadores especulan que sobreviven menos de 20 individuos en un muy extenso territorio. Los últimos registros de la especie han correspondido a machos solitarios, y muchos de ellos ya han sido cazados.
“Para un primer encuentro, fue muy positivo. Estuvieron cuatro días juntos y todo salió según lo planificado; se llevaron bien y no existieron agresiones. El proceso de recuperar al yaguareté en el Impenetrable chaqueño sigue su marcha, cada vez con más avances. Sabemos que aún falta mucho trabajo, pero está comenzando de la mejor manera”, se entusiasma Sebastián Di Martino, director de Conservación de Fundación Rewilding Argentina.
Para poder realizar esta delicada acción de manejo, un grupo de personas chaqueñas de las comunidades vecinas al Parque Nacional El Impenetrable construyeron un complejo de tres grandes corrales —el más grande, de una hectárea— que permitirá recuperar la especie en esta región de Argentina.
Cómo fue el encuentro de Qaramta y Tania
Por varios meses, Tania vivió en un pequeño corral en esta área protegida del Chaco, en donde Qaramta la visitaba muy seguido. En estas visitas —reja de por medio— pasaron largas horas juntos, comunicándose y haciéndose compañía.
El primer paso para concretar el encuentro consistió en trasladar a Tania a un pequeño espacio anexo al corral de junta de hectárea y media, y esperar que Qaramta la encuentre y se anime a atravesar el pequeño pasillo de ingreso al gran recinto. Lo hizo con toda tranquilidad en una visita nocturna, durante la cual visitó a Tania, aún separados, recorrió el corral y, horas después, salió.
Cuando Tania entró en celo, el equipo técnico de Rewilding Argentina abrió nuevamente el corral grande, esta vez activando la compuerta de cierre automático para que, al ingresar, Qaramta quede adentro. Así sucedió, y esa misma madrugada se le permitió a Tania ingresar al mismo corral, logrando que finalmente se encuentren.
Al constatar que Tania ya no mostraba síntomas de celo se procedió a separarlos, y Qaramta salió del gran corral para volver al monte. Gracias a los videos de las trampas-cámara colocadas en el corral, el equipo pudo observar que, si bien no hay registro de cópulas en las cámaras, la interacción entre ellos fue perfecta: estuvieron mucho tiempo juntos y muy tranquilos.
“En una de nuestras rondas diarias, Tania se acercó porque nos escuchó y pudimos comprobar que se encontraba en perfecto estado, sin rasguños; una muy buena señal. Ahí ya nos relajamos mucho más, porque las juntas a veces pueden ser agresivas, más si él estaba nervioso por el encierro”, comenta Sebastián.
El objetivo principal de esta ambiciosa empresa es que las crías que nazcan de este proyecto sean liberadas para formar parte del núcleo poblacional que busca salvar al yaguareté en la región chaqueña.
Fuente: InfoCampo