A las 4 de la madrugada, la mayoría de los pasajeros del interno 995 de la empresa Plusmar dormía. Solo unos pocos tenían problemas para conciliar el sueño porque sentían bruscos movimientos.La unidad había partido a las 23:35 de la ciudad de Miramar y estaba próximo a llegar a su destino, en la Ciudad de Buenos Aires. Fueron algunas de estas personas, que seguían despiertas a pesar de la hora y de los vaivenes del vehículo, las que declararon que vieron cómo se prendía la luz roja ubicada en el pasillo, que indicaba exceso de velocidad. No pasó mucho tiempo entre la señal de alarma y la tragedia, según pudo reconstruir LA NACION.Un ómnibus que viajaba a la Ciudad volcó en Chascomús: dos muertos y 42 heridosA la altura del kilómetro 132,5 de la Ruta 2, los pasajeros empezaron con gritos, llanto y desesperación. De un momento a otro, el micro en el que viajaban cambió súbitamente de trayectoria, atravesó la extensa zona de césped que divide los carriles de ida y de vuelta, volcó sobre uno de sus lados y se desplazó campo adentro hasta quedar inerte.Por cuestiones del azar, un patrullero de la Policía Federal que circulaba por la autovía se topó con la escena y alertó de inmediato a los servicios de emergencia, que no tardaron en llegar. Una vez allí, los rescatistas comenzaron a retirar a los pasajeros del vehículo y a asistir a quienes habían resultado lesionados.Para entonces, algunos de ellos habían destrozado el parabrisas delantero del ómnibus y utilizado la abertura para salir. Otros tenían las manos ensangrentadas y las piernas agotadas de tanto golpearlas contra las ventanas y el techo del vehículo, con la intención de generar otra vía de escape.El saldo fatal del incidente no tardó en ser noticia: un hombre y una mujer habían muerto producto del impacto. Además, 42 personas resultaron heridas y fueron trasladadas en su mayoría al Hospital Interzonal Chascomus (40), pero también a la Unidad de Pronta Atención de Lezama (2). De acuerdo con el director del primer centro de salud, Jorge Pablo Rodríguez, sufrieron en general lesiones leves, que en algunos casos incluyeron traumatismos de cráneo y tórax y fracturas.Consultado en horas de la tarde por LA NACION, Rodríguez informó que la mayor parte de los heridos ya habían sido dados de alta. “Quedan siete personas, de las cuales una va a ser trasladada a Mar del Plata, pero no por la gravedad del cuadro, sino porque está domiciliada allá. El resto corresponden a distintas fuerzas de seguridad, que serán reevaluadas para ver si en las próximas horas se pueden ir por sus propios medios”, detalló. También confirmó que las dos víctimas fatales “murieron en el lugar”.El micro, que iba de Miramar hacia Buenos Aires, terminó de la mano contraria de la autovía (Santiago Hafford/)Mientras tanto, las causas del vuelco representan por ahora el principal interrogante y la respuesta está en manos de la Justicia. No obstante, LA NACION trató de hacer una reconstrucción en diálogo con el personal que trabajó en la escena, con la fiscalía y con varios de los pasajeros que se encontraban despiertos al momento del accidente.Buenas condiciones de manejoCasi por instinto, uno de los primeros factores que se observan al llegar a un escenario como el descrito es el estado de la ruta. Por ese lado, el siniestro no se explica. La autovía se encuentra en buenas condiciones en el tramo donde se produjo el vuelco: sin pozos, baches u otro tipo de escollos que pudieran dificultar la circulación.Además, personal de la Policía Bonaerense reveló un detalle importante a este medio: no había niebla. “Nosotros estamos acá desde la madrugada y la visibilidad era buena”, aseguró un alto rango abocado al operativo.Alerta por exceso de velocidadFausto Da Luz, uno de los pasajeros que aseguran que el micro iba a exceso de velocidad (Santiago Hafford/)Pasado el mediodía, los heridos que habían sido dados de alta del Hospital de Chascomús comenzaron a abordar un nuevo interno de Plusmar en el que completarían el viaje rumbo a la ciudad de Buenos Aires. Mientras algunos, aún en shock, prefirieron no hacer declaraciones, otros decidieron hablar sobre lo ocurrido y denunciaron algo que, de probarse, complicaría la situación del chofer: “El ómnibus iba a exceso de velocidad”.Fausto Da Luz, un hombre que sufrió dislocación de hombro y fisuras en tres costillas, dijo a LA NACION: “Alrededor de las 4 de la mañana el colectivo se empezó a mover para todos lados y no me dejaba dormir. Vi que la luz del exceso de velocidad estaba prendida y el micro iba mordiendo la banquina. La alerta la vimos todos y hacía tiempo que venía encendida. Primero titilaba y después quedó constante, al punto que llamaba la atención en la oscuridad. El micro se movía tanto que la gente empezó a gritar ‘pónganse los cinturones’”.El relato fue convalidado por José Eduardo y por José Alberto Crespo -padre e hijo-, quienes advirtieron que “la luz titilaba primero y quedó prendida constantemente después, para luego producirse el vuelco”. “Cuando ocurre el accidente, se la veía encendida en la oscuridad”, aseguraron.Heridos suben a un segundo micro de la empresa rumbo a Buenos Aires este martes al mediodía (Santiago Hafford/)El avance de la investigaciónEn diálogo con este medio, fuentes de la UFID N°9 de Chascomús, que interviene en el caso, informaron que se realizaron todas las pericias de rigor en la escena del vuelco y que en este miércoles será indagado el chofer del ómnibus, identificado como Orozco Ruben Dario. Este último fue sometido a diferentes test cuyos resultados se conocerán en los próximos días, entre ellos exámenes toxicológicos de sangre y orina.Ante las fuerzas de seguridad que llegaron al lugar del siniestro, el conductor explicó que se le empañó el vidrio delantero del vehículo cuando manejaba a la altura del kilómetro 132,5 de la Ruta 2. Entonces, dijo que se agachó para buscar un trapo con la intención de limpiarlo y fue entonces cuando perdió el control y se produjo el vuelco.Al respecto, las fuentes dijeron que hasta que no estén los resultados de las diferentes pericias realizadas es difícil esbozar una hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido. No obstante, destacaron una prueba puntual entre la evidencia recabada: surge de las planillas de secuestradas del vehículo que Orozco había partido a las el lunes a las 14 en un un viaje de Buenos Aires a Miramar, por lo que podría no haber tenido demasiado tiempo para descansar antes de salir en sentido contrario desde la ciudad costera minutos antes de la medianoche.
Fuente: La Nación