A partir de la experiencia de nuestros profesionales investigando coronavirus en animales –bovinos, porcinos, aves domésticas y silvestres, y murciélagos–, desde hace mucho tiempo pudimos estimar su gran potencial pandémico.
Por ser parte del sistema de Ciencia y Tecnología Nacional, por la crisis sanitaria por el SARS-CoV-2, contribuimos inmediatamente a través de nuestro conocimiento, equipamiento y profesionales a aportar infraestructura y capacidades para enfrentar la pandemia.
El INTA puso a disposición ocho laboratorios de alta complejidad distribuidos en distintos puntos del país y profesionales calificados que fueron capacitados por el ANLIS-Malbrán y la Organización Panamericana de la Salud para realizar el diagnóstico de la enfermedad causada por coronavirus.
Se firmó un convenio con el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires para realizar análisis de COVID-19 en los laboratorios de INTA Castelar y a cargo de nuestros profesionales. Desde la cartera sanitaria, se proveerán kits de RT:PCR, reactivos para extraer ácidos nucleicos y elementos de protección personal a fin de garantizar el trabajo seguro del personal que intervengan en las distintas etapas del proceso de diagnóstico, entre otros materiales de laboratorio.
Nuestros laboratorios disponen de equipos de RT-PCR en tiempo real, cabinas de seguridad biológica tipo II certificadas y el equipamiento necesario para el diagnóstico, con una capacidad para analizar de 50 a 100 muestras diarias. Contamos, además, con personal capacitado en bioseguridad y en protocolos de diagnóstico y de trazabilidad, y entrenado en las normas y procedimientos de Vigilancia y Control de Enfermedades de Notificación Obligatoria.
Enfrentar a una pandemia provocada por una enfermedad tan compleja demanda no solo la disponibilidad de los laboratorios adecuados. Si no también la dedicación, el compromiso y el conocimiento de cada profesional y técnicos voluntarios en esta tarea, con su incondicionalidad, aún a costa de exponerse, nada conseguiríamos.
Nuestras capacidades también nos permiten participar activamente en el desarrollo de dos herramientas fundamentales en la lucha contra el COVID-19 para que estén disponibles en el corto plazo: una es la producción y el diseño de un kit de diagnóstico serológico, y la otra es el desarrollo de un inmunoterapéutico, basado en inmunidad pasiva.
En el primer caso, el objetivo es evaluar el impacto de esta enfermedad en la población mediante el análisis de los rastros que deja el virus en el sistema inmune de la persona que fue afectada.
En el caso de la herramienta terapéutica, en tanto, es un shock de un desarrollo para inmunidad pasiva, que nos dará un tratamiento específico para una persona en terapia intensiva que entre en crisis por la enfermedad.
En ambos estudios, el INTA aporta las plataformas de expresión en baculovirus, células de mamífero, nanoanticuerpos VHH, IgY de aves de corral y de suero policlonal en animales de laboratorio.
De esta crisis, aunque es grave, descuento que saldremos fortalecidos. En línea con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación estamos desde el primer momento mancomunados para contribuir, desde nuestras posibilidades y capacidades, a preservar la salud de los argentinos, a combatir y prevenir el COVID-19, mediante el diagnóstico de la enfermedad a través del invaluable aporte de nuestros profesionales de los institutos de Virología, Biotecnología y Patobiología del INTA, del laboratorio del Instituto de Investigación Animal del Chaco Semiárido en Salta y de las Estaciones Experimentales Agropecuarias de Balcarce, Rafaela, Bariloche y Marcos Juárez.
Por eso, es preciso agradecer a todo el personal profesional, técnico y de apoyo abocado a esta misión. Porque está claro que el conocimiento, la pasión y el esfuerzo de las mujeres y hombres de la institución son indiscutibles y estratégicos en este camino.
Fuente: InfoCampo