El plasma inmune, suero de pacientes recuperados, se utiliza desde hace 50 años para enfrentar al mal de los rastrojos, un virus rural especifico de este país. Ahora se convirtió en una esperanza global.
Fuente: Clarín Rural
El plasma inmune, suero de pacientes recuperados, se utiliza desde hace 50 años para enfrentar al mal de los rastrojos, un virus rural especifico de este país. Ahora se convirtió en una esperanza global.
Fuente: Clarín Rural