Después de un US Open de ensueño, el circo del tenis hace una pausa breve y se detiene en una añeja estación: la Copa Davis. La Argentina fue uno de los últimos equipos en disputar una serie por la Ensaladera. El 7 de marzo de 2020, con la pandemia a punto de cerrar puertas por doquier en todo el mundo, el equipo de nuestro país perdía por 3-1 con Colombia, en Bogotá, y así se despedía por un largo rato de la posibilidad de volver a la elite. El parate por el coronavirus alargó aún más la espera.Ahora, es tiempo de reencuentros. El equipo albiceleste volverá a pisar tras 16 años el polvo de ladrillo del Buenos Aires Lawn Tennis Club, un regreso a casa después de varios peregrinajes. El último partido como local fue hace tres años, en el estadio Aldo Cantoni de San Juan (4-0 a Colombia). En Buenos Aires no se jugaba desde febrero de 2017, en el Parque Sarmiento, en aquel fallido estreno como campeones de la Copa Davis (2-3 frente a Italia). Y en la Catedral de Palermo, la espera fue de 6040 días entre el primer pelotazo de este sábado y el cierre del 5-0 sobre la República Checa, el 6 de marzo de 2005, con un triunfo en singles de Agustín Calleri, que hoy es… presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT). Después, la Davis paseó por el Parque Roca, Mar del Plata y Tecnópolis antes de los otros escenarios mencionados.El bahiense Guido Pella, segundo singlista argentino en la serie de Copa Davis ante Belarús, en el BALTC. (Mauro Alfieri/)El regreso será ante Belarús, en una serie que debía jugarse hace exactamente un año. La Argentina es clara favorita; las distancias en ranking y experiencia son muy amplias. El capitán Gastón Gaudio cuenta con el 15º del ranking (Diego Schwartzman) y dos Top 100, Federico Coria (61°) y Guido Pella (82°; campeón de la competencia hace cinco años), más el aporte de dos jugadores top en dobles: Horacio Zeballos (7º) y Máximo González (25º).Del otro lado, el capitán Aleksandr Vasilevski anotó nombres casi desconocidos: Alexander Zgirovsky (20 años, 1233º en singles), Martin Borisiouk (21 años, 1408º individual y 949º en dobles) y dos juveniles sin ranking ATP: Erik Arutiunian (16 años, 42º entre los juniors) y Daniil Ostapenkov (18 años, 63º en la clasificación ITF). Al favoritismo numérico se suma la localía. En condiciones lógicas, sólo cabe esperar una victoria holgada, sin contratiempos.Habrá, además, apoyo desde las tribunas, ya que se permitió la venta de entradas de hasta el 70 por ciento del estadio, lo que permitirá que algo menos de 3000 espectadores sigan la serie. “Jugar con público en cualquier torneo cambia las sensaciones. Es feo jugar sin gente en el estadio. Que se haya autorizado la vuelta está muy bueno y es un condimento extra, se puede disfrutar aún más”, consideró el Peque Schwartzman. El mejor jugador de la serie regresa también a un lugar especial: hace apenas seis meses ganó allí el Argentina Open. “Es un lugar con mucha historia. Representar a la Argentina en este estadio, que me dio una gran alegría tiempo atrás, es muy lindo. Hay muy buenas condiciones, estamos disfrutando todos y nos estamos adaptando nuevamente al polvo de ladrillo”, amplió el ex número 8 del ranking.Una serie de #CopaDavis siempre es especial… ???Ahora, ¿una eliminatoria en el mítico Buenos Aires Lawn Tennis?? @dieschwartzman lo palpita:?”La Davis tiene un extra que se siente. Y la vamos a jugar en el lugar con más historia del tenis nacional” #ARGBLR I @AATenis pic.twitter.com/MKJEnaEuvw— Copa Davis (@CopaDavis) September 16, 2021El sorteo dispuso que la apertura de este sábado, desde las 11, será con Schwartzman frente a Ostapenkov, seguidos por Pella contra Arutiunian, en partidos al mejor de tres sets, todos con tie-break. Con la misma dinámica, el domingo se jugará el dobles y luego el tercer duelo de singles. El quinto punto sólo se disputará en caso de ser necesario; esto es, si la serie está 2-2. A nadie se le ocurre, pero en caso de perder, la Argentina debería disputar un repechaje el año próximo para mantenerse en este segundo nivel.Más allá de la pandemia, la Copa Davis no despierta la euforia de otros momentos. Su brillo se opacó por varias razones. Por un lado, el formato complejo, por el cual la Argentina está ahora lejos de luchar pronto por el trofeo que alzó en 2016; también pesan la ausencia de figuras del lado visitante y la escasa chance de jugar instancias vitales en casa (las Finales se disputan en Europa), a lo cual se suman los cambios en el almanaque. En otros tiempos, este torneo era la única posibilidad para los tenistas de representar a su país. Luego llegaron los Juegos Olímpicos; hace poco se sumó la ATP Cup, con puntos en juego. Un abanico de opciones que arrinconaron a la centenaria Ensaladera a un par de fechas puntuales y a las finales que se jugarán entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre en tres sedes: Madrid, Innsbruck y Turín.La serie entre la Argentina y Belarús, este fin de semana en el BALTC, sería la última de Gastón Gaudio como capitán del equipo albiceleste. (Mauro Alfieri/)Hoy, ese es un escenario distante para la Argentina, que primero debe superar a Belarús; de lograrlo, avanzará a los Qualifiers de marzo próximo, y recién en caso de ganar allí accederá a las Finales en el epílogo de 2022. En un circuito que todavía no tiene confirmado su calendario a partir de enero, es mucho tiempo por delante para aventurar pronósticos.Mientras tanto, ¿seguirá Gastón Gaudio al frente del equipo? Ese es alguno de los interrogantes que sobrevuelan el fin de semana copero. El capitán no acudió al último US Open a observar en acción y conversar con los jugadores y armar el equipo, una función que realizó el subcapitán Gustavo Marcaccio, que pudo estar como coach del español Jaume Munar. Si Gaudio deja la silla, asoma como reemplazante Guillermo Coria, que compartió en su momento una suerte de conducción tripartita con el Gato y con Guillermo Cañas, tras el despido de Daniel Orsanic. Por lo pronto, el primer paso es asegurar la victoria sobre el polvo de ladrillo de la Catedral.El equipo argentino de Copa Davis volverá a ser local en el BALTC después de 16 años. (Mauro Alfieri/)Frente a frenteEl de este fin de semana será el tercer cotejo entre la Argentina y Belarús. Se enfrentaron por primera vez en Córdoba, en 2001, con victoria local 5-0 (Franco Davin era el capitán y Gaudio uno de los singlistas), que valió el ascenso al Grupo Mundial después de casi una década en segunda división.El desquite llegó tres años después: en abril de 2004, por los cuartos de final del Grupo Mundial, el conjunto europeo devolvió el 5-0 sobre una carpeta ultrarrápida en Minsk. Aquel equipo nacional era capitaneado por Gustavo Luza y tuvo a Calleri como singlista principal.

Fuente: La Nación

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