Desde no hace mucho tiempo se sabe que la capacidad de las plantas de resistir al ataque de enfermedades disminuye a medida que se acortan las horas de luz de los días. Y es sabido que nuestros jardines tienen mayor advenimiento de enfermedades desde que comienza el otoño y a medida que avanza el invierno. En casos donde hay mucha humedad o varios días de lluvia pueden aparecer hongos que les causan enfermedades y les producen pudriciones, tanto en herbáceas como en plantas leñosas.Los cuidados que tus plantas necesitan en inviernoLos hongos que causan enfermedades en plantas son denominados fitopatógenos (phyton: “planta”; pathos: “dolencia, enfermedad”). Estos microorganismos constituyen un grupo de mucha incidencia en la jardinería debido a su gran número y su enorme capacidad de reproducción, lo que dificulta su control, ocasionando daños y muertes en plantas de jardín.Aplicar compost es una práctica jardinera que va a brindar beneficios a las plantas todo el año, pero especialmente en invierno para protegerlas de los hongos. (Inés Clusellas/)Los efectos que producen pueden ser de tipo local, cuando afectan una porción pequeña del tejido, o general, si causan un daño completo a toda la planta. El daño producido es, principalmente, una muerte del tejido (necrosis) que infectan. También pueden producir atrofia de la planta completa o de algunas de sus partes y, en otros casos, pueden causar un crecimiento excesivo (hipertrofia). Además, los hongos que afectan la raíz, o bien el sistema vascular de la planta, tienden a producir marchitez de las hojas.Acodo, la técnica sencilla de invierno para multiplicar tus arbustosLas manchas en las hojas, el tizón (una clase de hongos que se aloja como parásito en tallos y follajes) o la putrefacción de la raíz son algunos ejemplos de signos de muerte de la planta, mientras que los signos asociados con la hipertrofia pueden ser agallas de las raíces, verrugas o tumores. Todos los efectos mencionados pueden causar atrofia o disminución de la vitalidad de las plantas o de los órganos infectados, lo que puede llevar a la muerte o a que esta sea improductiva. Qué hacer para prevenir el ataque de hongos en las plantasEl desmalezamiento del jardín es una práctica que mantendrá a los hongos patógenos alejados de las plantas de tu jardín. (Archivo Revista Jardín/)Sacar o recortar plantas. Es conveniente sacar la parte aérea de los plantines florales y las hortalizas de ciclo primavero-estival, sin arrancarlos: cortarlos a ras del suelo para dejar que las raíces se descompongan en la tierra. Esto, por un lado, eliminará la presencia de follaje decrépito que es un excelente hospedante para los hongos patógenos y, por otro lado, el proceso de descomposición de las raíces aportará al suelo materia orgánica, lo que conlleva un mejor hábitat para los microorganismos benéficos que viven en el suelo. En el caso de las herbáceas perennes, también recortar hojas más viejas, tallos y frutos (a excepción de aquellos que aporten estética al jardín en el invierno).Aportar compost regularmente. El compost es el proceso de mineralización de la materia orgánica por parte de macro y microorganismos que habitan en el suelo. Además de sus cualidades físicas, el compost contiene microorganismos benéficos antagonistas de hongos patógenos del suelo.Desmalezar. Las malezas son perjudiciales para nuestro jardín por motivos estéticos y biológicos: quitan estética al jardín, compiten por agua y nutrientes con nuestras plantas, y son hospederas de plagas y enfermedades.Evitar dejar espacios con el suelo descubierto. El suelo descubierto provocará su planchado con las lluvias otoñales que lleva a la interrupción del intercambio gaseoso entre la atmósfera y el suelo. Para cubrirlo, pueden utilizarse cortezas (mulching), piedras decorativas o plantines florales (de ciclo otoño-invierno-primaveral).No realizar podas anticipadas, limitarlas al otoño (especies de hoja persistente) y fin de invierno (especies de hojas caducas).Por qué se enferma mi jazmín y cómo curarlo sin usar químicosQué dicen las últimas investigaciones Además de estas tareas que son tradicionales en la jardinería, hay nuevos conocimientos que están relacionados con los genes de las plantas y su resistencia al ataque de enfermedades. En la actualidad, los productos naturales gozan de amplia aceptación y reemplazan cada vez más a los productos sintéticos o materiales generados artificialmente. No dejar suelo al descubierto y cubrirlo con paja seca, piedras o chips es una medida preventiva para evitar enfermedades en invierno.Como respuesta a esta tendencia, se ha producido un creciente interés en la investigación sobre la resistencia natural de las plantas y cómo estimularla. La resistencia se basa en defensas físicas y bioquímicas en contra de los invasores. Para ello, las plantas poseen los genes necesarios para sintetizar compuestos que respondan a la agresión ocasionada por un patógeno; esta respuesta está asociada a una compleja red de señales hormonales que genera la planta frente al ataque de patógenos.Seis fertilizantes orgánicos para nutrir sin químicos a tus plantas de interiorSegún un estudio publicado por la revista científica Plant Physiology, las plantas modifican sus defensas frente al ataque de patógenos según la duración del día (fotoperíodo) y, por lo tanto, de acuerdo con la estación del año. Los investigadores hallaron diferentes grupos de genes relacionados con el sistema de defensa de la planta que disminuyen su expresión cuando están expuestos a días cortos. Las plantas se enferman más si el día es corto (que corresponde al otoño e invierno) que si es largo; y esto estaría relacionado con una disminución de la síntesis de una hormona vegetal llamada “ácido jasmónico”. Entonces, si aplicamos ácido jasmónico a las plantas de jardín durante la época otoño-invernal, estaríamos reforzando los tejidos vegetales ante la invasión fúngica.Cercos: cuál es la enfermedad que más los ataca y cómo curarlaReceta natural: solución con ácido jazmónicoEl ácido jasmónico se encuentra en las plantas. Es una sustancia aceitosa amarilla, soluble en alcohol y poco soluble en agua, y se encuentra en mayor proporción en plantas atacadas por patógenos; pero también en algunas especies puntuales, como en las hojas más viejas de las plantas de Aloe vera. Podemos hacer fácilmente un extracto alcohólico de “gel” de hojas de aloe vera; este extracto tiene, entre otros productos, varios tipos de jasmonatos.Cortar hojas de aloe y extraer el gel de su interior.Colocar en un recipiente y agregarle alcohol 96°.Agitar durante 15 minutos y colocar el preparado en la heladera por, al menos, 24 horas.Colar y al líquido (alcohol más metabolitos del gel de hoja de aloe) agregarle agua (en relación de 5 partes de agua por una de solución).Pulverizar el follaje con esta solución una vez por la semana, desde mayo hasta septiembre incluido. Los jasmonatos ingresarán por la cutícula de las hojas y reemplazarán a los que no son producidos por los genes vegetales a causa del acortamiento del fotoperíodo. De este modo, las plantas tendrán su sistema defensivo trabajando a pleno, aunque la duración de las horas del día sea corta.

Fuente: La Nación

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