La ciudad de Rafaela, en Santa Fe, no sale de la conmoción después de que conociera una denuncia de abuso. La víctima, según la presentación, es una niña de siete años y el ataque sexual habría ocurrido en el colegio católico en el que estudia la menor.“En su declaración en Cámara Gesell, mi hija ratificó que el abuso existió, fue en horario escolar y en un baño del colegio”, sostuvo a LA NACION Vanesa Carrasco, la madre de la niña.El ataque sexual, según la denuncia, ocurrió el 28 del mes pasado en el Colegio San José, en Rafaela, ciudad situada a 230 kilómetros al norte de Rosario. La familia no sabe quién fue el agresor. Sí, por lo que declaró la niña en Cámara Gesell, se trataría de un persona del sexo masculino.Desde que se conoció el caso, hubo multitudinarias marchas de repudio hasta la institución educativa, que depende del Obispado de Rafaela.“No puede ser que la escuela siga abierta y tengan a esa persona [el abusador] ahí adentro. Nosotros pagamos un cuota mensual porque se supone, entendemos, que tienen otro tipo de seguridad. Yo misma soy exalumna de la institución. Entonces, después de lo que pasó con mi hija fui a hablarles [a las autoridades] en son de paz para decirles que no iba en contra de ellos, sino a pedirles que me ayuden”, explicó Carrasco.Los cordobeses marchan por Blas Correas, asesinado hace un año por una bala policialDespués de la declaración en Cámara Gesell de su hija, la mujer fue con el Obispo de Rafaela, monseñor Luis Alberto Fernández Alara, la Diócesis de Rafaela, pero la respuesta que no fue la que esperaba.Los rafaelinos realizaron sentadas y marchas en la ciudad en apoyo a la familia de la niña y para exigir Justicia“Le pedimos [al obispo] que saque a la persona que abusó de mi hija de la institución, y él nos dijo que él iba a esperar a que se expida la Justicia. No es la primera vez que pasa, pero es el primer caso que se denuncia. Lo sabemos todos en Rafaela. La primera chica abusada ahí habló recién después de 20 años. El caso de mi hija va a ser el último que ocurra en el Colegio San José. Basta”, expresó Carrasco.En diálogo con LA NACION, monseñor Fernández Alara afirmó que la institución educativa “pudo realizar todos los pasos que dicta el protocolo”, en referencia a lo establecido en la Comisión de Abusos que el papa Franciso pide a cada diócesis.“Gracias a Dios se pudo poner al servicio de la Justicia. Desde que estoy en la diócesis de Rafaela hubo un solo hecho conocido y no hubo ningún tipo de denuncia. Había sido algo de muchos años atrás donde ya estaba muerta la persona [el supuesto abusador. Para eso está la Justicia y acataremos lo que ella diga”, precisó Fernández Alara.La investigación está a cargo de la fiscal Ángela Capitanio, de la Unidad Fiscal de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas) de Rafaela.Tras la grave denuncia por abuso radicada por los padres de una alumna, afirmaron que el colegio siguió funcionando y no se apartó a nadie del personalY subrayó: “Desde nuestra visión creyente, la Iglesia siempre ha respetado y quiere realmente que esto salga a la luz cuanto antes, porque es tambien la dignidad de una criatura y hay que estar todos juntos en esto”.Investigan a Dalma y a Gianinna Maradona tras una denuncia de Matías MorlaLos padres de la niña se constituyeron como querellantes en la causa que investiga el presunto abuso de su hija en las instalaciones del colegio.Uno de los dos abogados que representan la familia, Carlos Farías Demalde, se reunió ayer con autoridades del Ministerio de Educación de Santa Fe. En el encuentro se solicitó las autoridades provinciales tomen intervención. Y se cuestionó que, pese a la gravedad de lo denunciado y que aún nadie del personal fue apartado de sus funciones, la escuela sigue con las puertas abiertas, funcionando de manera presencial, y los niños y niñas siguen concurriendo a clase.“Desde el ministerio habían ordenado que se suspendan las clases hasta tanto la Justicia determine la identidad del autor, pero el colegio no hizo caso. Nos confirmaron que se inició un sumario administrativo para determinar las responsabilidades del personal, y que iban a conseguir el traslado a otro colegio privado en la ciudad de la niña”, sostuvo a LA NACION Farías Demalde.El abogado agregó que la medida adoptada por la cartera educativa santafesina con el colegio también obedece a otras falencias detectadas, como ser que las cámaras de seguridad instaladas no tenía un correcto funcionamiento por una presunta falla técnica ocurrida un mes atrás o que el control de acceso biométrico del personal dejó de andar una semana antes del presunto ataque.Además, Farías Demalde añadió que el relato en Cámara Gesell de una amiga de la víctima, compañera del colegio, “fue bastante coincidente con el relato de la víctima, altamente positivo”, y volvió a cuestionar la actitud adoptada por la institución educativa porque “al otro de tomar conocimiento de la denuncia siguió dando clase presencial como si nada”.Quejas“En el colegio están haciendo de cuenta como que no pasó nada, ocultan cosas, no apartaron a nadie. Me fallaron y le está fallando a todos sus alumnos y a todos los padres. Hace 27 años que la gente habla de abusos en el establecimiento. Les habían ordenado que no abran hasta ayer y me mandaron un mail para comunicarme que la abrían el miércoles igual: o sea, no les importó nada. Necesito que ningún padre ni chico pase por lo que pasó mi hija, porque es terrible”, concluyó Vanesa.LA NACION se comunicó, vía telefónica, con el Colegio San José para conocer la opinión de las autoridades sobre la denuncia de abuso sexual pero no quisieron responder.
Fuente: La Nación