El gobernador de Tucumán, Juan Manzur, confía en que su salida del poder provincial para asumir la Jefatura de Gabinete nacional no le hará perder la pulseada con su vicegobernador y actual enemigo político, Osvaldo Jaldo. Los llamados se multiplican en las últimas horas en busca de que Jaldo pida licencia en paralelo con Manzur y quien asuma la gobernación sea, finalmente, un hombre leal al designado ministro coordinador de Alberto Fernández.Fuentes cercanas a Manzur indicaron que Jaldo recibió llamados del Presidente y también de enviados de Cristina Kirchner, como Oscar Parrilli, para lograr la salida acordada que busca el actual gobernador.La salida al entuerto tucumano implicaría un pedido de licencia tanto de Manzur como de Jaldo (quien ya renunció a la candidatura a diputado nacional que había ganado al competir contra el gobernador en las PASO) y, según las fuentes del entorno del gobernador, que la gobernación quede a cargo del actual legislador Sergio Mansilla.Los leales a Manzur destacan que el movimiento en la cúpula del poder tucumano también implica otras negociaciones. “Lo que seguramente se está negociando es cómo va a quedar constituida la Legislatura, los diferentes bloques. No podés dejarle al jaldismo tanto la gobernación como la Legislatura, sería muy complejo que la dirigencia aceptara eso”, dijo este domingo a Radio 10 el diputado tucumano Pablo Yedlin, del riñón de Manzur. El diputado no veía probable que Jaldo se bajara de la gobernación, que le correspondería asumir según establece la Constitución provincial.Noticia en desarrollo
Fuente: La Nación