En algunos momentos del año, especialmente en invierno, las aves bonaerenses como las cotorras, palomas, tordos, entre otros pueden generar mucha presión sobre la huerta hasta llegar a ocasionar pérdidas de diferente magnitud. En ese sentido Francisco Pescio, técnico del programa Prohuerta del INTA AMBA, brindará una serie de técnicas, que van desde los clásicos espantapájaros hasta las trampas de colores, para prevenir los ataques.
Generalmente los problemas son mayores en las etapas iniciales del cultivo, cuando los plantines están emergiendo o son muy tiernos. Esto se debe a que, en épocas invernales, las fuentes de alimento se reducen mucho para los pájaros; mientras que “nuestra huerta puede ofrecer brotes tiernos de plantas muy preferidas como lechugas, acelgas o habas. Es ahí que los pajaritos pueden traer problemas”, enumera Francisco Pescio.
En algunas ocasiones, en las cuales el tamaño del lote también adquiere significancia, la incidencia del daño por aves puede llegar a valores de 70-80% de lo cultivado. No obstante, los pájaros también pueden ser de gran ayuda, ya que se alimentan de plántulas de posibles malezas y de diferente tipo de insectos.
Técnicas para cuidar los cultivos de las aves.
La técnica más efectiva es la utilización de redes con alambre finito, hilos finos o mallas anti pájaro: “Estas redes se ponen por encima del cantero y evitan que puedan acceder los pájaros cuando están los primeros brotes. Cuando las plantas ya tienen un tamaño aceptable dejan de ser atacadas por los pájaros con lo que podemos retirarlas hasta la próxima temporada”, recomienda Pescio.
Por otra parte, los espantapájaros tienen un efecto limitado que dura unos días, según el técnico: “El pájaro ve algo extraño y entonces no se acerca pero ni bien se da cuenta que es un palo de madera recubierto deja de tenerle miedo y de respetarlo”. Lo mismo ocurre cuando se cuelgan CD o plásticos de colores.
No obstante el especialista agrega que pueden ser muy útil como “una actividad muy divertida para realizar con los chicos y en familia en el momento de confeccionar a nuestro muñeco, incluso podemos pensar en diversos modelos”, y otro punto a favor es que “quedan muy bonitos como parte de una huerta: no hay espacio de siembra que se precie de tal sin tener un bello espantapájaros”.
Fuente: InfoCampo