Clamor Como señala el editorial del domingo pasado, la inclusión dolosa de la palabra “negligencia” en la ley de vacunas, por iniciativa de los legisladores del Frente de Todos, que siguiendo la conducta de nuestro presidente y todo su gabinete antepusieron y privilegiaron política e ideología (Rusia y China) en la compra, como lo acreditan los hechos, impidió la llegada a nuestro país de la vacuna más respetada y utilizada en el mundo occidental. Y, más grave aún, cuando en lo actuado se presumen “pedidos irregulares”. Las más de 85.000 muertes y 4 millones de infectados claman que, amparados en la Constitución, Dios, la patria y los ciudadanos se lo demanden, al menos en las urnas. Miguel F. A. Moavro DNI 12.076.659 La virtualidad La interrupción de las clases presenciales en las escuelas al principio nos pareció lógica; luego, con el tiempo, nos fue mostrando un panorama cada vez más desalentador. En la presencialidad, docentes y alumnos cumplimos una rutina, nos levantamos a horario, nos cambiamos, salimos de casa, comenzamos y finalizamos puntualmente las clases, además transmitimos y compartimos conocimientos y experiencias, conocemos a los demás, sociabilizamos. En la virtualidad todo se trastoca y es lamentable; los docentes pasamos a ejercer a tiempo completo respondiendo preguntas, corrigiendo trabajos y armando reuniones cualquier día de la semana y a cualquier hora; con tal de que los chicos participen, nos adaptamos a la situación de las familias del conurbano que muchas veces tienen un solo celular para compartir entre padres e hijos, ni hablar de computadoras. En las escuelas públicas esta situación se agrava, ampliando aún más las diferencias sociales y cerrando a los adolescentes la posibilidad de obtener trabajos de calidad en el futuro. Los docentes aprendimos el uso de nuevos programas y aplicaciones, armamos las clases virtuales, realizamos videos, nos comunicamos por WhatsApp y mail, el resultado es muy pobre. En las escuelas técnicas la situación también se agrava: ¿cómo enseñar a hacer un replanteo o a soldar una estructura sin verificar su correcta ejecución? Los alumnos se desaniman y dejan de participar; el resultado está a la vista: en el 2020, menos de un cuarto de mis alumnos aprobaron las materias que yo dicto, igualmente todos pasaron de año. Por eso, en 2021, el resto debe aprobar las anteriores y las nuevas, cosa prácticamente imposible. Actualmente el promedio de participación (no de aprobación) de mis alumnos varía entre el 25 y el 48%, el resto perdió el interés, se desanimó frente al fracaso o está trabajando para ayudar a su familia Alcira Savignano DNI 11.167.260 No tanta risaTenemos un primer mandatario que parece que ejerciera su cargo en forma amateur, improvisando alegremente y haciendo papelones a granel. Su última performance, en la Casa Rosada y frente al presidente del gobierno de España, roza los límites del ridículo, la falta de cultura y la desvergüenza. Ese tipo de brulote implica –lo dijo el ensayista Alejandro Katz en una brillante plática que se vio en LN+ el mismo miércoles a la tarde– el bajo nivel intelectual de la clase política argentina. Por eso, al ver las sonrisas y las bromas que se observan en las pantallas de la TV, siento vergüenza ajena. Se trata de un episodio que debiera avergonzarnos, porque ratifica la imagen del argentino canchero y sobrador, que por suerte no nos abarca a todos. La frase original, que nada tiene que ver con la que citó Fernández, alude a la valiosa estirpe de los que descienden de los aztecas, los incas (o los mayas) y es en cierto modo despectiva para los argentinos. Hasta en eso le erró el Presidente, especialista en pedir perdón siempre tarde. Luis J. Grossman luisjgrossman@gmail.comTuristas del exteriorSeñor Presidente, queremos solicitarle la apertura de las fronteras a visitantes extranjeros, los cuales constituyen la casi totalidad de los clientes de nuestros servicios como guías de observación de aves. Esta actividad, en franco crecimiento hasta la pandemia, está completamente inactiva desde marzo de 2020, tal como el grueso del turismo receptivo. A esto se suma la incertidumbre de los cruceros, fuente de una parte significativa de nuestros clientes. Por deficiencias operativas del puerto de Ushuaia hay operadores de cruceros a la Antártida que consideran mudar su operación a puertos chilenos, o ya se han mudado. Cruceros de tipo general han decidido no desembarcar por considerar insuficiente la bioseguridad de nuestros puertos. El mundo anticipa una explosión de turismo y se está preparando para recuperar el tiempo perdido. Podemos hacer lo mismo si trabajamos con creatividad y seriedad para diseñar los protocolos que permitan abrir las fronteras. Señor Presidente, no nos condene a un futuro sin trabajo. Diego Gallegos Presidente Asociación Guías de Observadores de Aves diegogallegos61@gmail.comLenguaje inclusivoLes escribo con relación al editorial “El desafío de la inclusión”. El lenguaje inclusivo se ha instalado en gran parte de la sociedad y, con fuerza, está llegando a los medios y a las diversas organizaciones. Me alegra que se conozca y que por su intermedio se apoye a personas que, por diferentes motivos, a lo largo de la historia han sido invisibilizadas o humilladas. Acuerdo con la propuesta de este editorial porque es respetuosa, equilibrada y no agrede con signos ajenos al idioma. Me parece que marca un camino con un trazo definido hacia la inclusión. Sin embargo, siento que es una visión demasiado esperanzada de la realidad, costará mucho evitar prejuicios muy arraigados y el lenguaje, solo, no lo conseguirá. Dora Candás DNI 4.614.290 En la Red FacebookMateo Salvatto: “Estamos definiendo los matices del mundo del futuro contra el mundo del pasado”“El estudio es lo último que se abandona. Qué maravilla este joven, cuánto talento. Felicito a sus padres”- Beatriz Veiga“Totalmente, el futuro es de ustedes…Necesitamos muchos Mateos”- Luisa Klepstein“¡Excelente! Lástima que no llegan jóvenes capaces a dirigir el país. Los políticos de viejas mañas atrasan”-Elsa BeatrizLos textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA)
Fuente: La Nación