Por Eric GaillardPÉGOMAS, Francia, 27 ago (Reuters) – Cautelosa ante la
desaparición de los cultivos de flores utilizados en sus
perfumes más vendidos, la firma de moda y belleza Chanel ha
comprado más tierras en el sur de Francia para asegurarse el
suministro de jazmín y otras variedades, cosechadas a mano en un
delicado ritual anual.El grupo de lujo informó la compra de 10 hectáreas
adicionales de terreno, que se suman a las 20 hectáreas que ya
explota en colaboración con una familia local cerca de la ciudad
de Grasse, conocida por sus campos de flores.En una soleada mañana de finales de agosto, antes de que el
calor alcanzara su punto álgido en la cercana Pégomas, decenas
de trabajadores estaban ocupados en la cosecha de jazmín de este
año, ingrediente clave del centenario perfume Nº 5 de Chanel,
creado por la difunta diseñadora Coco Chanel.Chanel llegó a un acuerdo con la familia Mul a finales de
los años 80 para anclar su producción de cinco tipos de flores
en la región. Algunos productores locales empezaron a vender sus
tierras por aquel entonces, atraídos en parte por las ofertas
inmobiliarias de la región, cercana a Niza y la Costa Azul.”Hubo un momento en el que hubo una amenaza porque la
producción de jazmín empezaba a trasladarse a otros países”,
explica Olivier Polge, que siguió los pasos de su padre para
convertirse en el perfumista jefe de Chanel en 2013.El jazmín que se cultiva en Grasse tiene un aroma
específico. La región se convirtió en un centro de flores y
fragancias en el siglo XVII, cuando los curtidores de cuero
locales empezaron a perfumar sus productos.Fabrice Bianchi, quien dirige la producción de la familia
Mul, dijo que las operaciones no se vieron demasiado afectadas
por la pandemia del COVID-19 y que los recolectores pudieron
trabajar al aire libre.El virus hace que algunos enfermos pierdan el sentido del
gusto y del olfato, un problema particular para los perfumistas,
conocidos como “narices” en el negocio.”Sin duda, fue un año bastante peculiar”, dijo Polge a
Reuters. “Pero en muchos aspectos fue lo mismo para mí que para
todos, aunque yo sea una nariz: todos intentamos no
contagiarnos”.
(Reporte de Eric Gaillard; escrito por Sarah White; editado en
español por Benjamín Mejías Valencia)
Fuente: La Nación