LA PALMA, Islas Canarias (AP) — Una enorme nube de ceniza mantenía sin vuelos al aeropuerto de la isla española de La Palma el domingo, donde un volcán seguía arrojando roca fundida hacia lo alto.Ningún vuelo llegaba ni salía a pesar de que los trabajadores de emergencia retiraban las cenizas de la pista en el aeropuerto.Algunos habitantes de La Palma pudieron regresar a sus hogares porque ya disminuyó la actividad sísmica, y las autoridades hacían un balance de los daños causados. Hasta el momento se contabilizan 430 construcciones destruidas en el campo.El volcán en la isla, que forma parte del archipiélago de las Islas Canarias en las que viven unas 85.000 personas al noroeste de África, hizo erupción el 19 de septiembre. La rápida evacuación de más de 6.000 personas ayudó a evitar que hubiese víctimas.La vida en el resto de La Palma, que tiene aproximadamente 35 kilómetros (22 millas) de largo y 20 kilómetros (12 millas) de ancho en su punto de mayor amplitud, no se ha visto afectada en gran medida.“No estamos en un momento de alarma total”, informó el jefe de servicio de Medio Ambiente y Emergencias del cabildo de La Palma, Miguel Ángel Morcuende, en conferencia de prensa. “La vida en la isla continúa, teniendo en cuenta los problemas que sufren los municipios cercanos al volcán”.La boca del volcán continuaba expulsando roca fundida y humo negro. Su rugido se podía escuchar a kilómetros de distancia. Los científicos dicen que la erupción podría durar hasta tres meses.El sonido de las explosiones volcánicas puede romper cristales en el área circundante, dijo Morcuende, instando a las personas que viven en un radio de 5 kilómetros (3 millas) a mantenerse alejadas de sus ventanas.Las autoridades dijeron que la ceniza volcánica que cae no es una amenaza para la salud pública, pero limpiarla puede ser peligrosa para los pulmones y los ojos. Instaron a las personas a usar una mascarilla, guantes y protección para los ojos, así como pantalones y camisas de manga larga, cuando retiren cenizas.Unas 25.000 toneladas métricas de dióxido sulfúrico están siendo emitidas desde el cráter todos los días, pero no representan una amenaza para la salud, dijeron las autoridades.A pesar de que la autoridad aeroportuaria española Aena tuiteó que el aeropuerto de La Palma reabrió el domingo, no estaba previsto ningún aterrizaje o despegue. Cinco aerolíneas habían cancelado sus vuelos diurnos a La Palma debido a la nube de ceniza volcánica, que es peligrosa para los motores de los aviones.Se formaron largas filas en el puerto de la isla para subir a los transbordadores que partían.Las autoridades permitieron que 160 residentes desalojados regresaran a sus casas y que otros recogieran pertenencias ante el lento avance de los flujos de lava.La lava está a 2 kilómetros de la costa, dijo Morcuende. Dos ríos de ésta se deslizan por las laderas: uno está más al norte, donde la roca fundida de una nueva fisura se está extendiendo sobre un área donde la lava se extendió y endureció la semana pasada, y otro al sur, que avanza a 30 metros (100 pies) por hora. La temperatura de la lava es de unos 1.250 grados Celsius (2.282 grados Fahrenheit).El papa Francisco dijo el domingo que está rezando por todos los afectados por el volcán y dedicó una oración para ellos al final de su bendición dominical desde la Plaza de San Pedro.“Pienso en especial en aquellos que se han visto obligados a dejar sus hogares”, indicó el pontífice.La erupción de este mes es la primera en La Palma desde 1971.
Fuente: La Nación