Su homicidio, a plena luz del día y ocurrido a pocos metros de la Municipalidad de Quilmes, fue un mensaje mafioso. Diego Xavier Guastini fue ejecutado de tres balazos por un sicario que se bajó de una moto. La víctima, de 45 años, era contador público y sabía demasiado del negocio del tráfico de drogas en la Argentina. Fue el cerebro financiero detrás de poderosas organizaciones narco que operaron en el país. La información que aportó como arrepentido ante la Justicia sirvió para descubrir millonarias operaciones de lavado de dinero. Era un blanco móvil. Tenía muchos enemigos. Un año y ocho meses después del asesinato aún no se sabe nada de los autores intelectuales y del tirador, pero los investigadores policiales y judiciales sí habrían identificado a un sospechoso que tuvo una participación el crimen: se trata de Marcelo Padovani, detenido en las últimas horas.Según informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales, Padovani, alias Pelado, fue arrestado en las últimas horas por detectives de la División Investigación de Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) en Quilmes.Padovani habría estado en la escena del crimen. Según un dictamen de las fiscales de Quilmes Karina Gallo y María Clarissa Antonini, del fiscal federal de Lomas de Zamora Sergio Mola y de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), conducida por Diego Iglesias, el Pelado fue el conductor de uno de los vehículos que hicieron de apoyo de la moto des la cual descendió el sicario que ejecutó a Guastini.El Audi de Diego Xavier Guastini, el financista asesinado en Quilmes, en octubre de 2019Según los representantes del Ministerio Público, el 28 de octubre de 2019, día del homicidio, Padovani conducía un Ford Fiesta Kinetic bordó que estuvo en la escena del crimen.Además del auto de Padovani y de la moto donde viajaba el sicario, en la secuencia del asesinato hubo una camioneta 4×4.“Se observó que el vehículo Ford Fiesta Kinetic bordó encabezó la fila, dando aviso, de esta manera, del inminente arribo de la víctima, haciéndolo segundos después la camioneta color blanco que se detuvo delante del auto en el cual circulaba Guastini, mientras que en Alberdi y General Paz aguardaba, a unos 50 metros, sobre la primera arteria mencionada, el autor material del suceso investigado. Luego de esta secuencia se observó que el Ford Fiesta Kinetic, una vez cometido el hecho y durante todo el recorrido de fuga de la motocicleta, circulaba por detrás brindando apoyo en la huida, hasta la intersección de Primera Junta y Mozart, dado que más allá de esas arterias, hasta el momento, no se han podido observar otras cámaras de seguridad. Seguidamente se observó el recorrido en sentido opuesto del vehículo, lo que haría suponer que durante esos minutos los ocupantes de ambos vehículos mantuvieron un encuentro fuera del alcance de las cámaras. Finalmente, el vehículo supuestamente conducido por Padovani se dirigió hacia la ciudad Autónoma de Buenos Aires”, se explicó en el dictamen donde se pidió la detención del sospechoso.Diego Xavier GuastiniPero el Pelado no habría viajado solo a la Capital. “Se logra advertir que el rodado [Ford Fiesta Kinetic] circula hasta la zona del Obelisco y que concretamente se detiene a las 10 sobre Carlos Pellegrini, metros antes de su intersección con Sarmiento, lugar donde del asiento del acompañante desciende un sujeto [sic] que viste prendas oscuras similares a las del autor de los disparos, en tanto el vehículo reanuda la marcha y se dirige nuevamente hacia la provincia de Buenos Aires”, sostuvieron Gallo, Antonini, Mola e Iglesias.ArrepentidoGuastini se había convertido en imputado colaborador en varias causas de narcotráfico. Fue clave para que la Justicia conociera detalles de las operaciones de lavado de dinero del denominado clan Loza y de la banda liderada por Carlos Sein Atachahua Espinoza, cuyas empresas fueron embargadas ayer hasta cubrir la suma de 10.000 millones de pesos.Antes de ser asesinado, Guastini estaba dispuesto y en condiciones de aportar información sobre otra importante causa de narcotráfico. “Diego estaba intentando presentarse a aportar pruebas en la causa Leones Blancos, de la cual proveyó la información a policías para que se desarrolle el procedimiento y para robar mercadería; así las cosas, hace unos días llamó a policías y abogados para anticipar sus intenciones y buscar protección; debido a esta situación se ordenó [su] ejecución”, sostuvo un testigo de identidad reservada en ocasión de develar la trama detrás del operativo en el que fue robada parte de un cargamento de 500 kilos de cocaína, en diciembre de 2013.
Fuente: La Nación