Una mujer murió esta mañana al incendiarse el departamento en el que vivía en un edificio en el barrio porteño de Constitución.El hecho ocurrió cerca de las 6 de la mañana en un departamento ubicado en el piso nueve de un edificio en Santiago del Estero al 1100, casi esquina San Juan.”Fue alrededor de las 6 de la mañana, mi hijo vio el humo y pensamos que era el departamento de arriba nuestro, vimos que salían llamaradas por la ventana, llegaron los bomberos y empezaron a tirar agua a cataratas”, contó un vecino a TN. Gracias a la rapidez con la que actuaron los bomberos, no hubo otras víctimas ni heridos de gravedad.Según relató el hombre, el fuego no se expandió pero sí sentía el humo. El Gobierno porteño informó que el tránsito permanece cortado en la zona de Santiago del Estero y la avenida San Juan.

Fuente: La Nación

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“Estoy de visita por Vitoria. Viven acá mis viejos. Vigilan el negocio de la familia: una casa de empanadas en el País Vasco. En el sur de España hay un poco más, pero en el norte, casi nada. En Barcelona sí, porque es Argentina B. Así que aprovechamos. Empezamos hace un año y pico, ya tenemos cinco locales y seguimos. Les va muy bien”, cuenta Patricio Garino a LA NACION por video, como son ahora casi todas las entrevistas.Está contento el alero del seleccionado argentino de básquetbol. Vive contento, en rigor. Tiene fija la sonrisa, por mandato genético, y eso insólitamente le ha traído algún problema con… Luis Scola. Motivo de una anécdota que el marplatense de 28 años desarrollará en la conversación de 25 minutos, pocos días antes de emprender viaje hacia su nuevo país laboral: Francia.Lo mejor de Garino en el Mundial China 2019Después de ser maltratado por lesiones durante mucho tiempo, Pato quiere hacer borrón y cuenta nueva en Nanterre 92, el club que lo contrató. “Nanterre es el barrio financiero. Está a nada de París, a 15 minutos del centro”, detalla, entusiasmado con la vida que tendrá en los alrededores de la nueva ciudad de Lionel Messi. “Supuestamente vive por el barrio…”, apunta sobre Leo.Y ya palpita su inminente vida al borde de la capital. “¡A sufrir un poco!”, ríe. “A sufrir de la panza: las facturas, los quesos…”, ironiza el muchacho de la casa española de empanadas. Es eso, broma: el ex jugador de Orlando Magic, Baskonia y Zalgiris Kaunas (Lituania) es un profesional. Como a sus compañeros de la selección, esa responsabilidad en la alimentación le fue inculcada por Scola, el capitán que sin querer protagonizó un conmovedor adiós en los Juegos Olímpicos de Tokio. Y que deja sin referente máximo al equipo nacional.Pato en familia; los padres del marplatense viven en Vitoria, donde él jugó por Baskonia, y donde los Garino tienen casas de empanadas. (Instagran/PatoGarino/)–¿Cómo surgió lo de Nanterre?–Siempre estuvo firme, con mucho interés, y eso me atrajo mucho. El club está muy decidido a ayudarme a recuperarme, a volver a ser lo que soy, a ganarme esa continuidad que tanto deseo.–¿Cómo es la liga francesa?–En Europa las ligas están creciendo muchísimo: la italiana, la alemana, la francesa… Están invirtiendo tiempo y recursos para que más jugadores se vean atraídos. La de Francia tiene jugadores muy atléticos, dinámicos, rápidos y fuertes. Como lo soy yo: jugadores que se mueven sin la pelota, que piensan un poco más, que juegan a los espacios. Nanterre veía que tenía una carencia ahí. Voy con mucha ilusión.?? @patitogarino débarque à Nanterre ?? L’international Argentin, médaillé d’argent ? à la Coupe du Monde 2019, s’est engagé pour une saison avec le Club des Hauts-de-Seine ??? d’infos sur https://t.co/xMD1OMhK3A#WeAreJSF #Nanterre #Basketball #BetclicELITE pic.twitter.com/WQq8mzzBYU— Nanterre 92 (@Nanterre92) August 18, 2021–¿Cómo considerás la experiencia en Lituania?–No tuvo muchos frutos, por las lesiones, la poca continuidad, la Covid-19… Entraba y salía y no podía tener un lugar en el equipo. Me cuidaron hasta el último segundo a pesar de que no pude estar mucho tiempo en la cancha. Me gustaron mucho el club, la ciudad, la gente. Ojalá crucemos caminos en el futuro. No sé si hay otro país que tenga esa pasión por el básquetbol.Apenas una decena de partidos llegó a afrontar el alero argentino en Zalgiris Kaunas, de Lituania, pero se lleva muy buenos recuerdos de un país apasionado por el básquetbol quizás como ningún otro. (Alius Koroliovas/)–Más fresco está el paso del seleccionado por Tokio y tendrás tus conclusiones.–Lo que se vio del otro lado de la pantalla es lo que vivimos en la cancha. Un torneo malo de nuestra parte; no hay otra forma de describirlo. No nos encontramos como equipo ni individualmente. Es un aprendizaje, para saber que hay situaciones que podemos evitar y liderazgos por afrontar, momentos como para dar el paso adelante. Ya estamos dando vuelta la página y mirando el futuro de la selección.–¿Y qué hay que modificar?–Mucho. Como Confederación [Argentina de Básquetbol] se puede cambiar algunas cosas. La preparación no fue la mejor. Nos faltó tiempo de entrenamiento juntos. En las prácticas, individualmente, no estuvimos a la altura de lo que hicimos en China. En el Mundial hubo casi un mes y medio de concentración, con Panamericanos y muchísimos amistosos. Este año tuvimos tres y ya llegamos a Japón. Y también, cada jugador debe asumir su rol. Dónde estaba cada uno individualmente no se reflejó en lo colectivo. Nosotros podemos dar un paso adelante en este liderazgo ante los jóvenes que vienen. Hay muchas cosas que podemos mejorar. Las sabemos y estamos decididos a cambiarlas.El triunfo sobre Japón fue el único motivo de satisfacción para la Argentina en básquetbol en los Juegos Olímpicos de Tokio; en un amistoso de dos años antes, Garino defiende contra Makoto Hiejima. (Takashi Aoyama/)–¿Cómo estás ahora?–Bien, recuperándome de la pequeña lesión de Tokio [en el tercio medio del bíceps femoral derecho]. La continuidad es lo que quiero este año.La dificilísima tarea de marcar a Luka Doncic en el estreno en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, en el que el esloveno consiguió 48 puntos. (Gregory Shamus/)–Sergio Hernández admitió como un error haberte exigido más tiempo que el que podías jugar. ¿Cómo te sentías?–Contra Eslovenia me sentí muy confiado, mejor que lo que esperaba. Marcar a Luka Doncic no es como para cualquiera y me sentí muy bien. Lo que pasó no es culpa de nadie. Los asistentes, los preparadores físicos, los fisioterapeutas hicieron un trabajo muy grande para respetar mi recuperación y se hizo fue impresionante, pero mi cuerpo todavía necesitaba un poco más de trabajo físico. No pude tenerlo. Para nada es culpa de Sergio; ni él ni nadie me empujó más ni menos que lo que debía hacerlo.Las lesiones tuvieron muy a maltraer a Garino desde el Mundial de China hasta los Juegos Olímpicos de Tokio; lo que ahora más quiere el número 29 es continuidad.–Aparentemente no va a estar más Hernández. ¿Qué puede pasar con el equipo?–Él fue nuestro mentor, nuestro maestro. El que forjó a este grupo. Nos seleccionó, nos guió y nos amoldó a esta idea, que queremos continuar. Hoy no hay una decisión tomada. No se sabe si va a ser él u otro. Lo que podemos hacer como jugadores es mantener nuestra intensidad, nuestro carácter y nuestra esencia.–¿Cómo se puede reemplazar a Luis Scola?–Va a ser irreemplazable. No creo que en el mundo exista de nuevo un jugador como él. Todos tenemos que dar un paso adelante para ir cerrando los huecos que él ha dejado. No va a haber un próximo Luis Scola.Volcada tras un pase de espalda de Facundo Campazzo en la última jugada de Argentina 69 vs. Rusia 61 en la Copa del Mundo China 2019, que terminaría en medalla plateada para el seleccionado.–¿Y cómo ves al seleccionado a futuro? ¿Puede seguir arriba? ¿O que se vaya Scola implicará un tiempo de transición?–Luis no ganó solo la medalla plateada en China ni por culpa de él no nos fue bien en Tokio. Por detrás hay un equipo. No tengo dudas de que a Luis vamos a suplirlo de la mejor manera ni de que vamos a volver a ser lo que fuimos. China no indica que todos tenemos que jugar en la NBA ni Tokio indica que todos tenemos que retirarnos. Hay que entender lo que somos y volver a ser esos perros de presa que sacan de la cancha a todos los equipos. Lo que no logramos en Tokio.–A los 28 años, ¿te sentís uno de los líderes del seleccionado?–Por así decirlo. Tenemos muchos: líderes vocales, líderes en ejemplo, líderes en intensidad… Lógicamente, me veo en ese lado, por la experiencia. Tal vez Facu [Campazzo] es la imagen más visible, más marketinera, pero el liderazgo se muestra también con los números. Todos aportamos algo, y si no está uno, se siente, no importa quién sea.Patricio estudió en una universidad estadounidense y creció admirando a los dorados del básquetbol argentino, como Emanuel Ginóbili.–¿Hay material a futuro?–Seguro. Muchísimos jugadores están comenzando sus caminos profesionales en España, Francia y otros lugares de Europa, como Lautaro López. Es un paso que teníamos que dar como institución [CABB]. Para competir hay que estar donde están los mejores. Sabemos que siempre vamos a estar a la altura en los torneos internacionales.–¿Tenés en mente volver algún día a la NBA?–Hoy en día no. Mi preocupación es estar bien físicamente, y si en un futuro se da eso, bienvenido será. Si no, mientras dé mi 100% voy a estar contento donde sea.Pato, en el breve período de pretemporada que compartió con Nicolás Laprovittola y Manu Ginóbili en San Antonio Spurs, de la NBA; terminaría jugando cinco partidos en Orlando Magic, en 2017.–¿Cuál fue el pico emocional de tu carrera?–Tengo varios. Llegar a la NBA fue todo. Esa pretemporada de San Antonio con Manu [Ginóbili], Nico Lapro [Laprovittola], Popovich, Kawhi Leonard, Parker, y Duncan mirando los entrenamientos… Inolvidable. Esos meses con Manu, conociendo a su familia y su vida en San Antonio, y ese debut en Orlando… Y están los momentos en la selección, como Río de Janeiro. Hay malos, también; la medalla plateada por la Americup en Córdoba nos dejó un sabor amargo. Y el segundo puesto en China. En Tokio, el homenaje a Luis fue inolvidable. Ser testigos de eso fue increíble.–¿Qué sentiste?–Orgullo, tristeza, muchas lágrimas… Fue totalmente inesperado. Una celebración de la carrera de Luis tan sentimental, tan honesta… Ese homenaje tan cálido, con los árbitros, la mesa de control, todos aplaudiéndolo por tantos minutos… No le gustó a él, para nada. No se sintió cómodo. Pero fue tan emotivo y tan lindo que vamos a recordarlo. Y lo que pasó en el vestuario queda en nuestros corazones, por las palabras de Luis y ese legado. Luis fue más relevante para este grupo que para la Generación Dorada, porque él fue nuestro estandarte, nuestro guía, nuestro piloto. El que nos marcó el camino. Vamos a estarle agradecidos de por vida.Garino es uno de todos los que aplauden a Luis Scola en la “sentimental” y “honesta” celebración de su carrera en el básquetbol: el capitán se despide de la selección argentina, en Tokio 2020.–¿Hay alguna vivencia especial o anécdota entre él y vos?–Enseñanzas hay muchísimas. Él nos inculcó la dieta que seguimos, la forma de trabajo, la mentalidad, el descanso, la parte mental. Es un obsesivo. Está siempre pendiente de aprender, de satisfacer su curiosidad, de mejorar su físico. Es increíble. Siempre recuerdo un día en el que me asustó. Cuando tenía 15 años y fui sparring de la selección antes del Mundial de Turquía, me retó fuerte. Yo siempre andaba con una sonrisa. Oveja [Hernández] me dio una indicación y, no sé si por nervios o qué, parecía que yo estaba riéndome. Luis me dijo “nene, dejá de reírte cuando te habla Oveja. Ponete serio”. Casi me hice encima [risa]. Hoy nos reímos de esa anécdota, y hasta le da un poco de vergüenza, porque sabe que yo soy así, de estar sonriente todo el tiempo.Garino se va a Francia. “Es momento de disfrutar y de volver a ser lo que soy”, se propone. Algo parecido a lo que puede sentir la propia selección argentina.

Fuente: La Nación

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La pandemia de coronavirus lleva más de un año, y los países atraviesan distintas realidades a medida que avanza el plan de vacunación en el mundo. El día 22 de Agosto, en Perú
se registraron 1.173 casos nuevos de enfermos y 66 fallecidos, según lo detallado por las autoridades sanitarias.A la fecha, Perú acumula un total de 2.141.235 infectados por coronavirus, 197.818 muertos y 0 pacientes recuperados.Perú se encuentra en el puesto 19 de los países con mayor cantidad de infectados por coronavirus. La lista de los primeros diez se compone de la siguiente manera: Estados Unidos 38.519.294, India 32.424.234, Brasil 20.556.487, Rusia 6.747.087, Francia 6.602.311, Reino Unido 6.460.930, Turquía 6.197.041, Argentina 5.130.852, Colombia 4.886.897, España 4.770.453.Vacunación Covid 19 en Perú al 22 de AgostoLa campaña de vacunación contra el coronavirus en Perú alcanza un total de 15.169.927 dosis aplicadas al 22 de Agosto. De esa cantidad, 8.879.464 personas recibieron una dosis, mientras que 6.290.463 ya tienen ambas dosis.Si se considera la densidad poblacional, Perú se encuentra en el puesto 86, con 481.757 dosis aplicadas. El listado es liderado por Malta con 1.898.999 en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411 y en el tercer puesto se encuentra Islandia con 1.586.883 de habitantes inoculados.

Fuente: La Nación

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La pandemia de coronavirus lleva más de un año, y los países atraviesan distintas realidades a medida que avanza el plan de vacunación en el mundo. El día 22 de Agosto, en Chile
no se conocieron casos nuevos de enfermos y ninguna muerte, según lo detallado por las autoridades sanitarias.A la fecha, Chile acumula un total de 1.633.153 infectados por coronavirus, 36.605 muertos y 1.589.484 pacientes recuperados.Chile se encuentra en el puesto 24 de los países con mayor cantidad de infectados por coronavirus. La lista de los primeros diez se compone de la siguiente manera: Estados Unidos 38.519.294, India 32.424.234, Brasil 20.556.487, Rusia 6.747.087, Francia 6.602.311, Reino Unido 6.460.930, Turquía 6.197.041, Argentina 5.130.852, Colombia 4.886.897, España 4.770.453.Vacunación Covid 19 en Chile al 22 de AgostoLa campaña de vacunación contra el coronavirus en Chile alcanza un total de 26.794.302 dosis aplicadas al 22 de Agosto. De esa cantidad, 14.056.388 personas recibieron una dosis, mientras que 12.737.914 ya tienen ambas dosis.Si se considera la densidad poblacional, Chile se encuentra en el puesto 9, con 1.472.869 dosis aplicadas. El listado es liderado por Malta con 1.898.999 en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411 y en el tercer puesto se encuentra Islandia con 1.586.883 de habitantes inoculados.

Fuente: La Nación

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La pandemia de coronavirus lleva más de un año, y los países atraviesan distintas realidades a medida que avanza el plan de vacunación en el mundo. El día 22 de Agosto, en Venezuela
se registraron 1.116 casos nuevos de enfermos y 15 fallecidos, según lo detallado por las autoridades sanitarias.A la fecha, Venezuela acumula un total de 324.642 infectados por coronavirus, 3.886 muertos y 310.660 pacientes recuperados.Venezuela se encuentra en el puesto 72 de los países con mayor cantidad de infectados por coronavirus. La lista de los primeros diez se compone de la siguiente manera: Estados Unidos 38.519.294, India 32.424.234, Brasil 20.556.487, Rusia 6.747.087, Francia 6.602.311, Reino Unido 6.460.930, Turquía 6.197.041, Argentina 5.130.852, Colombia 4.886.897, España 4.770.453.Vacunación Covid 19 en Venezuela al 22 de AgostoLa campaña de vacunación contra el coronavirus en Venezuela alcanza un total de 4.000.000 dosis aplicadas al 22 de Agosto. De esa cantidad, 2.900.000 personas recibieron una dosis, mientras que 1.100.000 ya tienen ambas dosis.Si se considera la densidad poblacional, Venezuela se encuentra en el puesto 130, con 128.912 dosis aplicadas. El listado es liderado por Malta con 1.898.999 en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411 y en el tercer puesto se encuentra Islandia con 1.586.883 de habitantes inoculados.

Fuente: La Nación

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La pandemia de coronavirus lleva más de un año, y los países atraviesan distintas realidades a medida que avanza el plan de vacunación en el mundo. El día 22 de Agosto, en Ecuador
no se conocieron casos nuevos de enfermos y ninguna muerte, según lo detallado por las autoridades sanitarias.A la fecha, Ecuador acumula un total de 495.115 infectados por coronavirus, 31.985 muertos y 443.880 pacientes recuperados.Ecuador se encuentra en el puesto 51 de los países con mayor cantidad de infectados por coronavirus. La lista de los primeros diez se compone de la siguiente manera: Estados Unidos 38.519.294, India 32.424.234, Brasil 20.556.487, Rusia 6.747.087, Francia 6.602.311, Reino Unido 6.460.930, Turquía 6.197.041, Argentina 5.130.852, Colombia 4.886.897, España 4.770.453.Vacunación Covid 19 en Ecuador al 22 de AgostoLa campaña de vacunación contra el coronavirus en Ecuador alcanza un total de 13.351.482 dosis aplicadas al 22 de Agosto. De esa cantidad, 9.929.240 personas recibieron una dosis, mientras que 3.422.242 ya tienen ambas dosis.Si se considera la densidad poblacional, Ecuador se encuentra en el puesto 56, con 806.940 dosis aplicadas. El listado es liderado por Malta con 1.898.999 en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411 y en el tercer puesto se encuentra Islandia con 1.586.883 de habitantes inoculados.

Fuente: La Nación

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La pandemia de coronavirus lleva más de un año, y los países atraviesan distintas realidades a medida que avanza el plan de vacunación en el mundo. El día 22 de Agosto, en Paraguay
se registraron 140 casos nuevos de enfermos y 22 fallecidos, según lo detallado por las autoridades sanitarias.A la fecha, Paraguay acumula un total de 457.612 infectados por coronavirus, 15.550 muertos y 434.929 pacientes recuperados.Paraguay se encuentra en el puesto 54 de los países con mayor cantidad de infectados por coronavirus. La lista de los primeros diez se compone de la siguiente manera: Estados Unidos 38.519.294, India 32.424.234, Brasil 20.556.487, Rusia 6.747.087, Francia 6.602.311, Reino Unido 6.460.930, Turquía 6.197.041, Argentina 5.130.852, Colombia 4.886.897, España 4.770.453.Vacunación Covid 19 en Paraguay al 22 de AgostoLa campaña de vacunación contra el coronavirus en Paraguay alcanza un total de 2.123.997 dosis aplicadas al 22 de Agosto. De esa cantidad, 1.837.008 personas recibieron una dosis, mientras que 286.989 ya tienen ambas dosis.Si se considera la densidad poblacional, Paraguay se encuentra en el puesto 103, con 309.867 dosis aplicadas. El listado es liderado por Malta con 1.898.999 en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411 y en el tercer puesto se encuentra Islandia con 1.586.883 de habitantes inoculados.

Fuente: La Nación

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El incomparable corazón de guerrero del ring del filipino Manny Pacquiao no alcanzó, esta vez, para detener la debacle causada por el paso del tiempo en su armadura pugilística. Sus batallados 42 años de pelea contra todas las adversidades que le opuso el destino desde sus inicios deglutieron la última pizca de reflejos y potencia atlética que atesoraba en sus entrañas.Su derrota por puntos –unánime- en 12 rounds ante el cubano Yordenis Ugas, campeón mundial welter (AMB), anticipó las imágenes de su último acto en este deporte que –rápidamente- lo incrustará en un sitial de privilegio histórico. No sólo por consagrarse mundialmente en seis pesos diferentes –en entes oficiales– sino también por haber protagonizado desde 1998 un sinfín de clásicos del ring que resultarán inolvidables.¿El blooper del año? Tenía todo para hacer el gol y lo hizo… pero el árbitro tuvo que anularloLa incoordinación entre las piernas y los brazos junto a los errores de cálculo y puntería son los factores visibles que sentencian el ocaso de un boxeador. Y eso pasó con Pacquiao, que llegaba a este match con un último crédito sobre la fecha de vencimiento de su brillante carrera que, a simple vista, estaba cerca de caducar y caducó.“Esto es boxeo. Y no estoy para decir si gané o perdí. Debo reconocer a Ugas por su trabajo. No puede hacer muchos ajustes al enterarme diez días antes que pelearía con él y no con Errol Spence. Me costó encontrar su distancia. Me tomaré un descanso y el mes próximo haré una conferencia y allí sabrán todo sobre mi futuro. Boxístico y político”.Pacquiao no dramatizó su frustración tras alejarse de una nueva corona mundial. Sus palabras fueron tan calmas como su expresión habitual. Perdió con claridad por 116-112, 115-113 y 116-112 en la óptica de los jurados. La tarjeta de LA NACIONI indicó: 117-111 para Ugas en un cotejo bueno, tal como se esperaba.Yordenis Ugas castiga a Manny Pacquiao en el que probablemente fue el último combate de la carrera del filipino (STEVE MARCUS/)Ambos impusieron en todo momento un mensaje social y militante en el desarrollo de este combate. El himno cubano no fue entonado en el majestuoso T-Mobile Stadium de Las Vegas, al que asistieron 17.438 espectadores, por decisión protocolar y tanto Ugas como su entrenador Ismael Salas, que en distintos tiempos y circunstancias salieron de Cuba como pudieron, difundieron la frase: “Patria y vida”, solidarizándose con los contratiempos que afrontan sus compatriotas en la isla caribeña. Al mismo tiempo, Pacquio afirmó que su gente pobre de Filipinas lo necesita mucho más como presidente de la República que alzando un cinturón de pugilismo.¿Quién es Ugas, el nuevo campeón?Manny Pacquiao, de Filipinas, reza antes de su pelea contra Yordenis Ugas, de Cuba (John Locher/)Yordenis Ugas es un veterano de 35 años que conoce muy bien este oficio. Fue medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y pasó por mil batallas en el ámbito amateur. Protagonizó una “migración” obligada hacia los Estados Unidos hace casi una década y empezó a ganar peleas y dinero. Y a pagar bastantes impuestos también. Supo regular con técnica y una asombrosa puntería de derecha su mejor distancia y evitó los roces fogosos con Pacquiao quien sólo lo complicó en el primer round. Carece de ángel para enamorar a las masas del boxeo norteamericano y no posee mucha potencia. Sin embargo, su éxito ante el filipino fue impecable e inobjetable. Debió haber peleado –en primera instancia- con el argentino Fabián Maidana, lesionado a último momento e inferior a éste campeón nacido en Santiago de Cuba.Pacquiao, se fue en paz del ring. Sabiendo quizá que no habrá un próximo combate. Poco le importó el resultado y los comentarios de la TV. Se fue resignado. Con su gente, con su entrenador Freddie Roach y su esposa Jinkee. Muchos fanáticos aguardaron su salida del estadio y al grito de “¡Manny, Manny!” escoltaron su última caminata. Semejante al final de una película de Rocky Balboa. Aunque esta vez, no hubo actores. Sino boxeadores de carne y hueso que hicieron y harán historia.

Fuente: La Nación

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Diego Santilli acelera el paso cuando irrumpe en la peatonal de San Justo. En el corazón de La Matanza, sede central del kirchnerismo, sus asistentes esquivan transeúntes y le recuerdan que Horacio Rodríguez Larreta lo espera a una cuadra, en el cruce de Ignacio Arieta y Perú. “¿Qué pasa? ¿Está ansioso, ‘el pelado’?”, les devuelve el precandidato. Lo siguen a toda marcha Alejandro Finocchiaro, Jorge Lampa y Héctor “Toty” Flores, anfitriones de la incursión por el bastión peronista de Fernando Espinoza. Apenas Santilli se estrecha en un abrazo con Larreta, su jefe político, una melodía interrumpe en escena y sorprende a los visitantes porteños. En los parlantes de una casa de cambio resuenan a todo volumen las estrofas de la marcha “Los muchachos peronistas”, insignia del PJ. Es la primera señal de que están pisando territorio enemigo.Apalancado por el jefe porteño, Santilli se alista para la interna con Facundo Manes, su rival en las PASO. Hace semanas encabeza un raid diario por los distritos más poblados del conurbano, donde se define la elección, e intercala visitas relámpago, durante los fines de semana, al interior de la provincia. En el territorio, sin el traje de vice porteño ni el control de la botonera de seguridad de la Capital, se aferra a mostrar “cercanía” con los vecinos mientras exhibe sus credenciales de “gestión” porteña. Lleva consigo los principales mandamientos proselitistas del larretismo para su primera experiencia de campaña en Buenos Aires, epicentro de batalla electoral con el kirchnerismo.Con una personalidad histriónica y un lenguaje llano, el emisario de Larreta apela a constantes metáforas y chicanas futboleras para reconquistar a los bonaerenses que quedaron desencantados con Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Si bien cuenta con el respaldo de la maquinaria electoral de la Ciudad y de referentes nacionales de JxC, como Larreta, Patricia Bullrich o Elisa Carrió, el exvice porteño prefiere llegar al test de las primarias de punto, y no de banca: “Me gusta jugar de visitante. ¡Nosotros somos Chacarita!”, alecciona a sus armadores.En el ritmo frenético de la campaña, a Santilli le cuesta conciliar el sueño. “Otra vez no pude dormir, che. Es una herencia familiar”, dice mientras se acomoda en el asiento acompañante de la camioneta de “Jorgito”, como llama a Jorge Lampa, alfil de Pro en La Matanza y gerente de “El Palacio de la Papa frita”, un clásico de la avenida Corrientes. Al volante, el gastronómico oficiará de guía durante la travesía proselitista en el distrito más populoso de la provincia. Desde que empezó a recorrer, Santilli ya estuvo en el principal bastión peronista unas once veces. Allí, Alberto Fernández y Cristina Kirchner le sacaron una ventaja abrumadora de cuarenta puntos a Macri en 2019. La diferencia fue de unos 324 mil votos.Diego Santilli, en Ramos Mejía (Ignacio Sánchez/)Faltan minutos para las nueve de la mañana y Santilli se prepara para una “prueba de fuego”: después de una reunión con vecinos en Ramos Mejía, tendrá que caminar por la peatonal de San Justo, a metros del Palacio Municipal, y hará su debut como candidato en Laferrere, un territorio hostil para el macrismo.Todos los días, antes de acostarse, Santilli recibe en su teléfono una hoja de ruta para la jornada siguiente. confecciona la agenda su jefe de campaña, Jorge Grindetti, con la asistencia de Federico Suárez, encargado del discurso de Santilli, y Federico Di Benedetto, estratega de comunicación de Larreta. El esquema está preconfigurado : los lunes, martes y miércoles “peinan” los centros urbanos del conurbano. Y el jueves y el sábado organizan viajes al interior de la provincia, donde Juntos por el Cambio tiene mejor imagen.¿Ególatra o redentor? Qué piensa Manes, el outsider que desafía a Pro y quiere ser presidenteMientras la camioneta avanza por la avenida General Paz, Santilli observa por la ventanilla el paisaje del ecosistema político al que aspira gobernar. Debe probarse en un escenario donde permanece latente el malestar por la gestión económica de Macri y en el que, por el “aparato” de contención en el conurbano, Cristina conserva “25 puntos” de base. Pero sus referentes territoriales advierten un cambio en el reclamo que brota de los sectores más postergados: “La gente está pidiendo trabajo, no planes”, sintetiza Lampa. Santilli nota un creciente clamor ciudadano por la inseguridad y el avance del narcotráfico. Santilli nota un creciente clamor ciudadano por la inseguridad y el avance del narcotráfico: “Hay barrios donde los vecinos no pueden caminar después de las cuatro de la tarde por miedo a los narcos”, lanza. Después de bordear el Hospital Posadas, arroja un diagnóstico contra el FDT: ve un gobierno “ausente”, sin sentido común y “lejos de la sociedad”. Y machaca: “Esto es educación, salud y seguridad”.Inmerso en la realidad social bonaerense, se enoja cuando Sebastián, uno de sus asesores, le recuerda que Manes lo presiona con debatir antes de las PASO. “Es increíble. Los periodistas corren atrás de [Victoria] Tolosa Paz y el kirchnerismo no debatió en su puta vida”, exclama, con el dedo índice levantado. Y recuerda que el último debate en Buenos Aires fue entre Antonio Cafiero y Juan Manuel Casella en 1987. “No les damos pelota, hay que estar en la calle”, completa.Un día de recorrida con Diego Santilli en Ramos Mejía (Ignacio Sánchez/)Después de la polémica por el pedido de Manes (“Espero que no usen los impuestos porteños”), Santilli reconoce que hacer campaña en Buenos Aires es “carísimo”. Pero se jacta de haber apostado por invertir en las reuniones “bimodales” con vecinos: “Hicimos cero actos, que es lo más costoso”. Ante sus colaboradores, se queja de que en las rutas de la costa atlántica vio más carteles de Florencio Randazzo o de Manes que de él. De todos modos, luce entusiasmado con su nivel de conocimiento. Admite que la pandemia fue clave para tener visibilidad y que las recorridas con “H”, como llama, a veces, al jefe porteño, le suman músculo: “Nos ven como una dupla”, cuenta.Al llegar al club Bet Am del Oeste, Santilli se disgusta con Lampa cuando ve a decenas de personas agolpadas, en fila frente a la puerta: “Jorge, nos van a matar [por la pandemia]. Esto no es un estadio”. En la esquina de Laprida y Saavedra lo esperan integrantes de su equipo de comunicación y alfiles locales. Le recomiendan saludar a los que se anotaron y no podrán ingresar al salón por falta de espacio. Rosario, una señora mayor, lo intercepta y le pide seguridad. “Dame tu dirección y yo te voy a visitar”, le promete. De repente, uno de sus asistentes pasa corriendo con una planilla para anotar los datos de los vecinos. “Yo te fiscalizo en dos escuelas”, le enrostra una mujer para ver si logra que la dejen entrar. Mientras se saca selfies para calmar los ánimos, Santilli se disculpa: “No hay más lugar adentro. Anótense en la lista y nos tomamos un café en Rocky”. Antes de ingresar, Santilli gira y le dice a este cronista: “Y eso que estos no son militantes nuestros, eh”. Los encuentros “bimodales” con vecinos, todo un sello larretista, se convocan a través de un call center, mails o redes sociales.Cuando ingresa al salón, Santilli se pone el traje de showman. Como un conductor televisivo, les da la palabra a los asistentes que participan del encuentro vía Zoom y anota sus nombres y preguntas en una planilla. “La Ciudad no es la NASA. Se necesita decisión política”, les dice. Santilli busca empatizar: se golpea el pecho al escuchar a una docente, asiente con la cabeza cuando brotan las críticas a los jueces por la “puerta giratoria” y no se fastidia cuando lo interpelan. “¿Qué pasó con Vidal?”, le reprochan. Cecilia, sentada en la primera fila, lanza: “¿Cómo hacemos para que cumplan las promesas? Después de la campaña desaparecen”. Desde un costado, un hombre le pide impulsar un proyecto para dividir La Matanza, mientras despotrica contra el PJ: “Nosotros nos sentimos la Cataluña de La Matanza. Yo sé que vos venís del peronismo, pero sos otra cosa”, le dice y levanta una ola de carcajadas. Santilli se encoge de hombros, sonríe y suelta: “Hace 17 años que estoy en Pro”.Santilli, durante una charla con vecinos en Ramos Mejía (Ignacio Sánchez/)Después de cerrar una charla con una arenga, Santilli se saca fotos y recibe hojas con propuestas y hasta un curriculum vitae. Dos de sus asistentes lo ayudan a salir del salón y se sube a la camioneta. Apenas Lampa arranca el motor rumbo a San Justo, donde lo espera Larreta, Santilli se da vuelta y exclama ante la mirada de Finocchiaro: “Ni uno me dijo por qué crucé la General Paz”. Sus armadores hacen un balance de la tertulia y lo felicitan por la performance. Él no oculta el entusiasmo y admite que salió con una “leve sensación de esperanza”. “Yo soy un mestizo. En el conurbano me dicen peronista y en el interior me asocian con Pro”, reflexiona. Finocchiaro lo celebra: “Está bueno porque podés jugar con las dos cosas”. Sebastián, su asesor, los interrumpe para decir que Larreta ya lo está esperando en la peatonal de San Justo. “El Pelado está cerca del café Tokio”, lo notifica. Finocchiaro le avisa: “Colo, mirá que acá nos pueden mandar a alguien para que te diga ‘gorila’ o ‘chorro”. Envalentonado, Santilli no se inquieta: “Ale, me chupa un huevo”. Cuando se baja de la camioneta, un joven lo intercepta y lo chicanea por la eliminación de River de la Copa Libertadores. “¿Cómo caí? Qué boludo”, se autoreprocha. Mientras cruza la plaza frente al palacio municipal, Santilli lee en voz alta el mensaje ploteado en un patrullero: “’La Matanza avanza’. ¿Será verdad?”, suelta con una mueca socarrona.Diego Santilli y Patricia Bullrich, en González Catán (Hernán Zenteno/)Ya en la peatonal, Santilli saluda a los militantes de Juntos, que lo esperan con pecheras en las mesas. Una mujer lo increpa mientras lo filma con su celular: “Qué van a pelear por los salarios del personal de salud, caradura”, le dice, mientras el exvice jefe porteño entra a un local. Ya con Larreta, que llega rodeado de asistentes, se sacan fotos con Flores y Finocchiaro. “Hay buena onda de la gente”, evalúa el alcalde, quien mira las legislativas como un globo de ensayo de su proyecto presidencial para 2023. “Ni loco vamos a aflojar”, exclama Larreta al despedirse de una vecina. Después entran a otros dos negocios, guiados por sus colaboradores, para charlar con los encargados. Antes de que lleguen Larreta y Santilli, Silvia, a cargo de eventos y organización, sondea con referentes de Pro a los comerciantes del lugar para coordinar la visita del candidato. La escena se repite al mediodía frente a la estación de tren de Laferrere, en la esquina de Avenida Luro y Piedrabuena. “Acá el paisaje es otro”, soplan los armadores de Santilli. En medio de un hormiguero de personas y un caos de tránsito por las obras para construir una peatonal, Santilli se baja de la camioneta que traslada a Larreta para recorrer juntos la zona. Los esperan el diputado nacional Hernán Berisso (Pro) y Flores, alfil de Carrió. Un puñado de asistentes, con cámaras de filmación en mano, los persiguen por la vereda. Son imágenes, “enlatados”, como dicen en la jerga de la comunicación de la campaña, que minutos después se difundirán entre los medios. “¿Diego, viste lo que es caminar por Laferrere?”, le dice “Toty”. Larreta se muestra involucrado con la travesía. Se saca selfies y pide el voto para su candidato: “Bancame a Santilli en la provincia, eh”, le responde a un vecino. La comitiva avanza y se escuchan algunas críticas: “Juira, Santilli”, grita un joven. Otro hombre se enfada con el tumulto: “¡Cómo aparecen ahora los políticos en campaña!”. “Respeto, por favor”, reclama una militante de Pro.A bordo de nuevo de la camioneta de Lampa, Finocchiaro se envalentona por el termómetro de la recorrida en Laferrere y motiva a Santilli: “Gran prueba pasaste. No se escuchó ni una puteada”.Faltan minutos para las 16 y Santilli está demorado. En el barrio Santa Rita, en González Catán, lo esperan Bullrich y Pichetto, sus laderos para la actividad vespertina. Cuando la titular de Pro lo divisa, rompe el silencio: “¿Este no se animó a meter el auto?”. “Prefiero caminar, Patri”, le dice el candidato. En el barrio, le explican dos vecinos a Santilli, hay dos canillas con agua potable para unas 60 familias. Después de la foto y el video para redes, Rosa les pide a Santilli y Bullrich que la acompañen hasta la casa, ubicada a tres cuadras. “Acá llueve y se inunda todo”, les suplica. Sentado en un banco, un joven mira al candidato, lo llama y le dice: “Te vi anoche con [Claudio] Rígoli en Canal 9”. Santilli lo festeja como un gol. “La esperanza está en ustedes”, le contesta. “Me mató con esa frase. Yo voy a ser diputado y lo único que puedo hacer en el Congreso es pelearme”, se lamenta cuando abandonan lugar.Recorrida de Diego Santilli por La Matanza (Hernán Zenteno/)Cuando cae la tarde, Santilli, Bullrich y Pichetto ingresan a la casa de Nelly, madre de dos víctimas de inseguridad. Le prometen mover contactos en la Justicia para acelerar los tiempos del juicio y activar al Ministerio de Seguridad porteño para encontrar a uno de los prófugos por el crimen de Alejandro, policía acribillado frente a la mujer en Navidad.Concluida la charla, Santilli y sus laderos atienden a los medios locales. Parece desplomado después de escuchar el relato de la mujer y sus colaboradores le hablan para levantarle el ánimo: antes de que anochezca necesitan una foto con los militantes de Pro y candidatos locales: “Esta es la parte bizarra de la campaña. Lo otro es lo normal”, bromea Santilli. Cuando llegan a la estación San Justo, recupera el ímpetu. Lo esperan con carteles y banderas de Pro y argentinas: “Sí, se puede”, le gritan. Él salta al ritmo de Sergio Denis. Se da un baño de militancia. Después de la seguidilla de selfies, y de grabar un video para Tik Tok, lanza la última gracia: “Yo no soy un robot como Horacio. Vengo y me pongo a bailar y saltar”.

Fuente: La Nación

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