BOSTON (AP) — Kyle Schwarber abrió el juego con un jonrón, y se encargó de romper el empate con un doble en la séptima entrada, que condujo a los Medias Rojas de Boston hacia un triunfo de 8-5 sobre Indios de Cleveland el viernes.Hunter Renfroe agregó un cuadrangular productor de tres careras en la séptima, en lo que fue la tercera victoria en fila para Boston, con lo cual se aferra al segundo boleto de comodín en la Liga Americana con 25 juegos restantes en el calendario de la temporada regular.Kevin Plawecki y el panameño Jonathan Araúz pegaron jonrón para los Medias Rojas, que incluyeron a su noveno jugador en la lista de lesiones/COVID-19 en un periodo de una semana, pero ganaron con un roster parchado.El dominicano José Ramírez llegó a 33 vuelacercas para Cleveland y agregó una carrera con un sencillo en la novena. Austin Hedges disparó un jonrón de dos carreras en la séptima, con lo que empató momentáneamente a tres el juego, antes de que Boston lo definiera. Los Indios habían ganado cuatro en fila.Nathan Eovaldi ponchó a nueve en 6 entradas un tercio por Boston. Permitió tres carreras en seis hits y un par de bases por bolas.Adam Ottavino (4-3) lo reemplazó en la séptima y se anotó la victoria. Garrett Whitlock sacó los últimos cuatro outs para Boston y consiguió su segundo salvamento.Cal Quantrill (4-3) lanzó seis entradas y se recuperó de una salida tambaleante. Fue retirado después de que Araúz pegó un doble tras una base por bola, que comenzó un rally de cinco carreras por Boston.Trevor Stephan llegó del bullpen para enfrentar a Schwarber, quien mandó un doble al jardín derecho y central para poner la pizarra 5-3.Por los Indios los dominicanos José Ramírez de 5-3 con una anotada y dos producidas, Amed Rosario de 5-1 y Franmil Reyes de 5-1 y el venezolano Andrés Giménez de 4-2 con una anotada.Por los Medias Rojas el panameño Jonathan Araúz de 4-2 con dos anotadas y una impulsada, los dominicanos Rafael Devers de 5-1, Danny Santana anotó una carrera y el puertorriqueño Jack López de 2-1.

Fuente: La Nación

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De afuera, Albamonte pasa desapercibido, ocultándose de la mirada ajena. Apenas se ve una vidriera anodina cubierta por un cortinado y una puerta doble que encierra un pequeño vestíbulo de recepción. No es necesario más: dentro respira una de las cantinas más queridas de Buenos Aires, un bodegón que toma su ascendencia italiana para reconvertirla a través de las inmigraciones, los productos locales y las recetas del mundo. “Antonio, mi papá, vino de Salerno, de la región de Campania. Llegó a la Argentina en diciembre de 1950, en el barco Conte Grande. María Inés, mi mamá, también nació en Italia. Yo soy la primera generación nacida en Argentina”, cuenta Sergio Iannone, quien junto a su mujer Claudia Carmona está en el día a día del local.La historia de Albamonte incluye una primera mudanza desde el microcentro a Chacarita, varios cambios de socios, un linaje familiar, pocas refacciones y decenas de clientes ilustres. Entre ellos, Raúl Alfonsín, quien ya como presidente fue a comer las famosas pastas y pizzas de la casa. “Al fondo teníamos un salón un poco más privado, que es donde se sentó”, recuerda Sergio.El ambiente es íntimo y familiar (Mauro Alfieri/)Se dice que Albamonte nació en 1958, pero la verdadera fecha es 1951, cuando abrió en la calle Sarmiento al 600. “Estuvo en el centro hasta 1957. Entre los socios estaba Pepe Iannone, tío de mi papá. Luego cerraron y encontraron este local en Chacarita. Acá había estado otra cantina de la misma época, Sorrentino. Pero cuando ellos vinieron ya llevaba dos años vacío. Mi papá era parte de la sociedad, luego muchos se fueron yendo, en un momento él le compró la parte al tío hasta que al final terminó siendo el único dueño”.Desde entonces Albamonte hizo su camino al andar, siendo testigo de los grandes cambios que vivió Chacarita en estos años. Ese barrio nacido como lugar de chacras de los jesuitas, que más tarde recibió al cementerio durante la fiebre amarilla y que, con su gran estación de cabecera, se convirtió en un punto neurálgico del tejido ferroviario nacional. Un año antes de que Albamonte abriera sus puertas se inauguraba a doscientos metros la terminal Federico Lacroze del Ferrocarril Urquiza, con un estilo racionalista diseñado por el arquitecto Santiago Mayud-Maisonneuve y su hijo Carlos. El tren y la facilidad de transporte reconvirtieron una vez más al barrio, sumando a nuevos vecinos junto con grandes exponentes de la cocina porteña del siglo pasado, desde El Imperio (que está allí desde 1947) a Gambrinus, el bodegón alemán con más de 50 años de vida.Merecida famaMás allá del paso del tiempo, e indiferente al polo gastronómico de Chacarita abierto en los últimos cinco años, Albamonte se mantiene fiel a un menú y a una idea de cocina. A esos sabores ítalo-porteños que le dieron su merecida fama. “Algunos platos se fueron de la carta porque nadie los pedía. La sopa inglesa, los niños envueltos, la minestrone o los sesos fritos a la romana. Tampoco ofrecemos rana o pulpo, porque nadie los puede pagar. ¡Por un kilo de ranas me pidieron esta semana $2700! Por otro lado sumamos algunos platos que salen muy bien, como el tiramisú o los ñoquis de espinaca. Pero la mayoría de las recetas es la de siempre. Y mantenemos los sabores intactos, en calidad y en cantidad. Si modificamos algo, es para mejorarlo: por ejemplo, antes la pasta seca era argentina y ahora usamos solo de marca italiana. Lo mismo con los tomates para el tuco”, dice Sergio.A diferencia de otros bodegones porteños, más bulliciosos y populares, Albamonte mantiene una elegancia que lo distingue. Las paredes cubiertas hasta los dos metros por un entablillado de madera oscura, el cortinado blanco que esconde la calle, las mesas bien dispuestas, el salón espacioso, los mozos de oficio. Con la pandemia esta sensación aumentó, ya que pasaron de tener 120 cubiertos a no más de 80. “Es algo que vamos a mantener”, asegura Sergio. “Es más cómodo para los clientes y con el delivery esperamos poder compensarlo”.Albamonte es un restaurante de habitués. Hay mesas que ya tienen reserva anticipada, como la 24, que tanto los jueves como los sábados recibe a distintos grupos de amigos que se la adueñan. “Vienen hace años, a veces también nos piden platos por fuera de carta, un lechón al horno o un asado”, cuenta Sergio. “Me hice amigo de ellos, los miembros de uno de los grupos incluso me invitan a sus casas”.Fusili scarparo, uno de los platos más pedidos (Hernan Zenteno/)Antonio tiene 86 años y ya no trabaja en el restaurante. En cambio, su mujer María Inés Olivieri, con 79, está ahí cada día. “Se encarga de la contabilidad y de los temas de personal”, explica el hijo.En una nota publicada hace unos años, Antonio enumera a algunos de los artistas que atendió a lo largo de su vida. A modo de una vidriera de época por allí pasaron de Jorge Porcel a Alberto Olmedo, de Susana Giménez a Graciela Alfano. Hoy ese jet set se renovó gracias al crecimiento de las productoras de TV en el barrio, donde supieron estar Cuatro Cabezas, Polka y La Corte, entre otras, ganando clientes como Rodolfo Ranni y Diego Peretti.Detrás del salón de Albamonte, fuera de la vista de los comensales, está la cocina, un espacio enorme con distintos lugares dedicados a los fuegos, a la producción, a la pastelería y a las pastas. En un cuarto más chico se ve el horno de ladrillos tradicional alimentado a quebracho colorado, de donde sale la pizza cocinada al momento. Es una pizza finita y ligera, distinta a las de molde que abundan por la zona, pero aun así cargada de ingredientes. “La ofrecemos de entrada, aunque muchos clientes la piden como principal o junto a otro plato. En delivery creció muchísimo. Una que gusta mucho es la Mercedes-Benz, que se divide en tres sabores como en el logo de la marca: es de mozzarella, fugazzetta y pizzaiola de tomate y ajo”.Pizza “Mercedes Benz” de tres gustos, albóndigas de ricotta y mozzarella al pesto (Hernan Zenteno/)Elegir un único plato es difícil: el menú recorre nombres incrustados en la memoria de la cocina local. Las pastas son todas caseras y al huevo: son clásicos los fusillis con tuco y pesto, también los rigatone a la príncipe di napoli, entre otros. Gustan mucho los ravioles de verdura, pollo y seso, perfectos con una simple salsa fileto. El pollo cuenta con muchos fanáticos: se cocina en el momento (demora treinta minutos) y sale a la provenzal, a la calabresa o a la gasparini, con vino blanco, ajo entero y romero. “La milanesa a la napolitana es fantástica, ganó muchos premios”, recomienda Sergio. “La hacemos con bola de lomo, la cubrimos con tuco, mozzarella y jamón natural. Es para compartir”.Daniel, el maestro pizzero en el horno en el que se usa quebracho (Hernan Zenteno/)Como buen restaurante histórico, donde Sergio jugaba de niño entre las mesas, se percibe dentro el orgullo de una familia y de un grupo de empleados. En pandemia pasaron de ser 20 personas a 14, pero los que siguen son eternos, varios cumpliendo más de 25 años en la casa. A Daniel Gómez, el maestro pizzero, se suman los cocineros Cacho Trejo, Antonio Soria y Herminio González, entre otros. No hay recetas escritas sino que cada uno sabe hacer todo el trabajo, sean minutas, ravioles o postres. Si uno falta, otro lo cubre.Merengue mixto para el postre: crujiente por fuera y húmedo por dentro (Hernan Zenteno/)Para el postre hay que pedir el merengue mixto, crujiente por fuera, húmedo por dentro, servido sobre una cantidad insana de dulce de leche y crema batida. Los cocinan en el mismo horno de la pizza, solo con el calor residual que queda a la mañana siguiente del servicio. Los merengues quedan dentro del horno por varias horas, hasta conseguir esa textura única. No hay otro lugar donde comer unos merengues así. Tan únicos como lo es el propio Albamonte.

Fuente: La Nación

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María Luz Ramírez solía contar las veces que su beba se despertaba: llegaron a ser 12 en una misma noche. “Lo habitual eran entre 6 y 10 episodios, pero su récord fueron doce. Literalmente, me despertaba una vez por hora. ¿Viste cuando leés que una de las peores formas de tortura es mantener a la gente despierta, sin dormir? Yo sentía algo así. Es terrible no dormir. Durante casi un año solo hice microsiestas. Eso te afecta a nivel familiar, laboral y de pareja porque tenés discusiones que antes no tenías. Sentís culpa, pensás que estás haciendo todo mal”, relata María Luz, que trabaja en Recursos Humanos.Pero desde algunos días, en la casa de los Ramírez se empezó a experimentar algo parecido al descanso. “La beba ahora tiene 11 meses y se despierta una o como mucho dos veces. Es una diferencia abismal, aunque seguimos en proceso de mejora –dice–. Al menos encontré una estrategia que funciona”, dice María Luz, bastante más aliviada. No lo hizo sola: recurrió a una sleep coach, una consultora de sueño infantil que se encargó de armarle distintas estrategias para ordenar el caótico descanso familiar. “Entre las dos fuimos probando de todo hasta encontrar lo que funcionó –cuenta–. No fue sencillo, intentamos con mas y con menos contacto, con más y menos acompañamiento. Fue muy personalizado. Y además no solo te explica lo que hay que hacer sino el por qué y te dice en qué etapa madurativa está el bebe. Eso sirve un montón para entender el proceso”, resume María Luz.Todas las noches, antes de dormir, Mateo se fija en su plan de sueño; repasarlo es una rutina que lo llena de seguridad (Gentileza/)El sueño de los bebés y los niños menores de 5 años suele ser un tema de preocupación permanente que volvió a ponerse de manifiesto durante la pandemia, ya que en varios casos trajo consecuencias indeseables: regresiones (niños que dormían solos y volvieron a la cama de sus padres, insomnio como consecuencia de la falta de rutinas y alta exposición a las pantallas y despertares continuos) que dispararon las consultas. Desde la publicación del Duérmete niño –el famoso método propuesto por Eduard Estivill que plantea dejarlos llorar por intervalos progresivos de tiempo hasta que logren dormirse solos–, pasaron más de 20 años. En ese tiempo, surgieron algunas alternativas menos radicales que la planteada por el libro como las sleep coaches, que buscan, respetando los estilos de crianza de cada familia, armar un plan de sueño a medida para que lograr un descanso reparador.Las consultas a estas expertas no son solo por bebes. También se hacen para niños más grandes que nunca lograron consolidar un patrón de sueño. Es el caso de Laura Martínez Paz, mamá de Mateo, de 3 años. “Estuvo en nuestra habitación hasta el año y medio, momento en que con el papá decidimos pasarlo a su cuarto con un colchoncito en el piso onda Montessori. Me quedaba una hora o más al lado hasta que se durmiera, pero así y todo se despertaba. Como familia estábamos agotados. No teníamos en claro cómo seguir –reconoce Laura–. Hasta que mi cuñada me recomendó que hiciera una consulta con una coach de sueño para que nos armara un plan. Yo estaba algo escéptica y además me parecía una excentricidad. Pero funcionó. Nos cambió la vida”, resume Laura, que dibujó, junto con Mateo, el plan de sueño que está pegado en su habitación y le sirve a su hijo de guía antes de dormir.Este padecimiento general por el sueño infantil es algo relativamente moderno. El pediatra español Carlos González, conocido en todo el mundo por ser uno de los exponentes de la crianza con apego y defensor del colecho, afirma que el tema del sueño en bebés y niños pequeños empezó a problematizarse a partir del Duérmete niño. “Hasta que salió el libro la mayoría de los padres no consideraba que ese fuera un tema médico, no se trataba en la consulta pediátrica –plantea–. Pero como allí decía que si el niño se despierta por la noche sufre insomnio infantil, (N de la R: el libro plantea que el 35% de los niños menores de 5 años sufre insomnio) entonces muchos empezaron a pensar que era un problema. Antes solo era una molestia, pero no una enfermedad. Todos los niños duermen, pero no lo hacen en el momento en que a los padres nos convenga que duerman. Y habitualmente su sueño no es continuo”, plantea el especialista.Entre los pediatras hay coincidencia plena de que los trastornos del sueño infantil aumentaron en pandemia. “Esto tiene que que ver con la pérdida de hábitos y rutinas tan necesarios para organizar el sueño a toda edad -sostiene Vivian Leske, especialista en el tema de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP)-. La alta exposición a las pantallas, que emiten luz azul, alteran el reloj biológico. En resumen, la pandemia ha generado lo que en medicina del sueño llamamos retraso de fases, es decir, horarios para acostarse y levantarse totalmente desplazados”, plantea Leske y agrega que es importante no pasar por alto las anomalías en relación al sueño de nuestros hijos como pueden ser ronquidos. “El aumento de peso que sufrieron muchos niños en pandemia ha causado apneas que se traducen en ronquidos. Es importante no naturalizarlo”.Por su parte, Cecilia Avancini, médica pediatra de Vittal, señala que lo que le impactó estos últimos meses en relación al sueño infantil fue la cantidad de chicos pequeños, de 2 a 5 años, que se duermen con el celular y que se acentuó en pandemia. “Algunas encuestas dicen que el 37% de los chicos lleva dispositivos a la cama a la hora de dormir. Conozco chicos de 2, 3 años que están en sus camitas con celulares, lo cual es malo porque el cerebro no interpreta que es de noche y no segrega la serotonina necesaria para el descanso”, advierte.Expectativa vs realidadEn muchos casos el sueño infantil se ha problematizado por las expectativas poco realistas de los adultos. Por eso, una de las tareas de las especialistas es, precisamente, explicar cómo y cuánto duermen los bebes y los niños según su edad para saber qué esperar. “El bebe atraviesa por un montón de hitos en su desarrollo y eso desacomoda el sueño, por lo tanto ayuda saber por qué etapa madurativa están pasando. El bebe sabe dormir, pero hay que favorecer su sueño. Y que duerma mejor, no quiere decir que no se despierte. Por eso trabajo mucho sobre las expectativas de la familia”, explica Victoria Arnaude, (@buenossuenos) psicóloga y sleep consultant.La especialista, mamá de mellizos de dos años, asegura que más que un entrenamiento su trabajo consiste en un acompañamiento, como lo hizo con María Luz. “Muchos padres conocen las herramientas porque están todas a mano, pero muchas veces necesitan de alguien que los contenga y los acompañe para favorecer este proceso -plantea Arnaude-. Ofrecer un ambiente adecuado, respetar las ventanas de sueño, leer las señales de un niño cansado y empezar a adquirir buenos hábitos para que los bebes puedan dormir en el lugar en el que la familia decida (ya sea la cuna, la cama de los padres o su propia cama) es fundamental. Siempre digo que en la medida que se quede dormido ahí y no en los brazos, le va a ser mucho más fácil volver a dormirse. No hay una única forma, la idea es acompañar todo tipo de crianzas y ser abiertos y amorosos con las decisiones del otro”, sostiene.Vicky Arnaude, psicóloga y sleep consultant, les lee un cuento a sus mellizos antes de acostarlos; las rutinas ayudan a ordenar el descanso y les da seguridad (Alejandro Guyot/)Lo mismo resalta Rocío González (@rociogonzalez.sleepcoach), que asesoró a Laura y a muchas otras familias desde que decidió dedicarse de lleno a esta vocación. Cuando fue mamá en 2013, también de mellizos, empezó a interesarse por las cuestiones relacionadas con la maternidad y dejó su puesto en una multinacional. Desde entonces es consultora de sueño infantil. “Cuando ellos nacieron sufrí mucho el momento de llevarlos a dormir. En ese entonces no había muchas opciones: era el Duérmete niño o nada. Y yo no era de ese estilo de crianza, no me gustaba dejarlos llorar -confiesa-. Investigué por mi cuenta y descubrí que en Estados Unidos estaba la figura de sleep coach y me empecé a meter mucho el tema. En 2018 hice la certificación y a partir de ese momento me dedico a acompañar a las familias para que sus hijos duerman mejor, respetando su estilo de crianza”.González asegura que no hay una sola manera, sino muchas y que es posible no traicionar la forma elegida de criar a un niño. “Por ejemplo, muchas me dicen ‘yo quiero que duerma mejor pero manteniendo el colecho’. Y está perfecto. No porque hagan colecho no se puede trabajar. Se puede armar un plan tanto si hacen colecho, si buscan sacar al bebe de la cama pero manteniéndolo en la habitación de ellos y también si quieren que duerma en su cuarto. La clave es que elijan lo que elijan lo mantengan y estén convencidos, que se atengan al plan. Se tarda más o menos unas tres semanas en adquirir el hábito”, sostiene Rocío.Arnaude destaca que se trata de acompañar al bebe o niño de forma amorosa: “Lo que hago es ayudar a encontrar una metodología que se adapte a cada familia. Hay algunas mamás que me dicen ‘mi bebe se duerme tomando la teta’ y está perfecto si la dinámica les funciona. El tema es cuando deja de funcionar. Ahí hay que probar otra cosa. Pero yo no voy a decirle que saque las tomas nocturnas. Seguir o no con eso lo tiene que decidir la familia asesorada por el pediatra. Lo importante es saber que sea cual sea la decisión familiar se puede mejorar el sueño. En todos los casos se trata de acompañarlos con presencia o contacto, no dejarlo llorar solo”, sostiene.El secreto: la constanciaConstanza Fernández es mamá de Joaquina de dos años y Federica, de 3 meses. Cada vez que le preguntan cómo se animó a tener a las dos tan seguidas, ella contesta que fue clave que la mayor durmiera bien desde recién nacida. “Con la más grande seguí los tips que me dio Rocío y me fue tan bien que me animé a ir por la segunda rápido -confiesa-. Nunca fue un problema porque ni bien nació, consulté con ella que me dio varios pautas y funcionaron perfecto. Obvio que no es magia, es algo paulatino y ahora que nació la hermanita tiene sus regresiones, pero conoce la metodología y enseguida vuelve”. Con la más chiquita Constanza también aplicó las mismas estrategias: “La beba duerme al lado mío en su cuna colecho y hace tirones de varias horas. Poder dormir y que ellas también lo hagan te cambia la vida para bien. Es una inversión pero vale la pena”, dice Constanza, que sostiene que la clave del éxito es estar convencida y seguir a rajatabla la rutina.De hecho, Laura, la mamá de Mateo cuenta que sus salidas están pensadas en función del descanso de su hijo: “Hay que respetar el plan incluso los fines de semana y los feriados. Por ejemplo, no pueden pasar mas de 6 horas desde que se despierta sin que duerma. Si levanta a las 8, a las 14 debería tener su siesta. Y nunca pasarse de las 15. Si sucede, es preferible mantenerlo despierto y acostarlo antes -comenta-. En mi caso, Rocío me hizo entender que la rutina les da seguridad, que es lo que necesitan para descansar bien”, sostiene Laura, que se volvió una experta a la hora de dormir a Mateo. Algo que hace unos meses le hubiera resultado impensado.

Fuente: La Nación

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La Voz Argentina, el programa de Telefe que lidera el rating de la TV abierta, se aproxima a su final, que se emitirá el domingo próximo, en el horario especial de las 22. Y esta semana se definieron los cuatro finalistas. Los primero en saber su suerte fueron Nicolás Olmedo del team de Lali Espósito y Ezequiel Pedraza del equipo de Ricardo Montaner; luego se sumaron Francisco Benítez del team de Soledad Pastorutti y, por último, Luz Gaggi como la representante de Mau y Ricky Montaner.La Voz Argentina: cómo será el programa especial del viernes y cómo votar en la finalMás allá de sus perfiles bien diferentes, voces con variadas tesituras y recorridos disímiles en el ciclo, todos ellos tienen un punto en común: fueron los elegidos de la audiencia. En esta nota repasamos los trayectos de los cuatro finalistas de La Voz Argentina. Nicolás Olmedo y Ezequiel Pedraza, los primeros finalistasNicolás Olmedo (Team Lali)Nicolás Olmedo, a puro abrazo con Lali Espósito, su coachEl joven de 24 años oriundo de Apóstoles, Misiones, fue el primer participante en asegurarse un lugar en la final. Nicolás Olmedo tiene 24 años, es profesor de inglés y toca la guitarra y el piano. Sus inicios en el canto se remontan a su participación en el coro de la Iglesia para lo que tuvo que superar, como él mismo lo ha contado, su profunda vergüenza para la interpretación. Olmedo audicionó para La Voz Argentina en tres ocasiones y finalmente 2021 fue su año, cuando logró presentarse en las “Audiciones a ciegas”, la primera instancia del certamen.“Me gustaría que La Voz… fuera una oportunidad, una puerta, una vidriera para que más gente pueda conocer, pueda escuchar, pueda compartir y hasta identificarse con lo que hago”, manifestaba Olmedo en su carta de presentación filmada en Misiones.Fiel a su estilo de no temerle a los desafíos, el joven eligió para audicionar ante los coaches el tema de Leonard Cohen “Hallelujah” y logró que se dieran vuelta todos los artistas. En el momento de decidir, optó por irse con el team de Mau y Ricky Montaner, donde dio sus primeros pasos en el certamen. Sin embargo, se encontró con el primer escollo de inmediato en las “Batallas” del programa, segunda instancia de la competencia, donde perdió contra Octavio Ramírez al cantar a dúo “Somebody To Love”. Cuando Olmedo pensó que quedaba eliminado, Lali Espósito no dudó en apretar el botón para “robarlo” y sumarlo a su equipo, donde fue superando los diferentes retos hasta ahora.El participante brilló particularmente en los “Knockouts”, donde cantó “Purple Rain” de Prince, y venció a su contrincante, Querubín Ayarde. Posteriormente, llegaron interpretaciones en las que, como Lali misma se lo señaló, comenzó a soltarse y a mostrar su potencial. “New Sensation” de INXS, “Irresponsables” de Babasónicos y “Fix You” de Coldplay fueron algunas de las actuaciones que le aseguraron el visto bueno de su coach, que lo salvó en todas las instancias hasta que el voto de la audiencia hizo lo suyo. El miércoles pasado, Olmedo les ganó a los otros dos grandes favoritos de su equipo, Santiago Borda y Paula Chouhy, por el 41,9 por ciento de los votos y de esa forma pasó a la gran final.Ezequiel Pedraza (Team Montaner)Ezequiel Pedraza, candidato del team Montaner para la finalEl riocuartense llegó a La Voz Argentina con 26 años y se presentó como un hombre con la fortuna de poder conectar sus dos pasiones en su trabajo. Pedraza es psicólogo y da clases de música. “Me inicié en la música gracias a mi abuelo quien, 15 días antes de morir, me regaló mi primera guitarra”, contaba en el video con el que se dio a conocer al público. Pedraza eligió un hit de la movida tropical para su “Audición a ciegas”: “Una ráfaga de amor” de Ráfaga. Su enérgica interpretación logró que Lali Espósito, Soledad Pastorutti y Mau y Ricky se dieran vuelta. Emocionado hasta las lágrimas, recordó nuevamente a su abuelo, la persona que le hizo amar la música y eligió a los hermanos Montaner como coaches.Pedraza junto a Ricardo MontanerDe todos modos, su camino tomó un rumbo diferente en las “Batallas”, cuando perdió contra Facundo Giovos en el dueto de “Yo no sé mañana”. Atenta a la situación, la Sole decidió “robarlo”, ya que siempre estuvo interesada en tenerlo en su equipo. Cuando todo parecía cerrado, Ricardo Montaner también apretó el botón y el joven se fue con el intérprete, lo cual generó un ida y vuelta divertido con Pastorutti a lo largo de todo el ciclo, quien siempre le recordaba su “traición”. Con Montaner, Pedraza ganó los “Knockouts” contra Tomás Barrientos y luego desplegó su ineludible carisma al cantar “La llave”, interpretación que ensayó ante el mismísimo Abel Pintos.“El mismo aire”, “Volver a amar” y “Dígale” fueron sus últimos temas interpretados en el programa y luego su permanencia en el mismo quedó en manos del público. Pedraza se impuso por sobre los hermanos Ortíz, Steffania Uttaro e Ignacio Sagalá (su principal competencia) con el 34,8 por ciento de los votos y allí volvió a asomarse esa sonrisa que ya es una marca registrada del participante cordobés.Luz Gaggi (Team Mau y Ricky)Luz Gaggi en la semifinal del programa (Telefe/)El caso de la joven de 19 años de City Bell no se parece a ningún otro. La participante demostró, desde su primera audición en la que interpretó con solvencia “One and Only” de Adele, que no solo tiene una voz que se acomoda a cualquier registro sino también una fuerza arriba del escenario asombrosa para alguien de su edad, que comenzó a cantar casi por casualidad. El sueño de Luz siempre fue el de ser bailarina, pero a los 9 años ese anhelo quedó trunco cuando debió luchar contra una epifisiólisis femoral, con operaciones y rehabilitaciones para poder recuperar la movilidad. “Yo decía: ‘si no puedo bailar, ¿qué hago?’, entonces escuchaba mucha música, siempre escuché mucha música, y así surgió el canto”, recordó la joven.Luego de que Montaner y sus hijos se dieran vuelta en la primera instancia de certamen, Gaggi optó por irse con los hermanos, equipo en el que superó todas las etapas. En las “Batallas”, Luz le ganó a Margarita López al interpretar “Someone You Loved” de Lewis Capaldi, donde ya se notaba su magnetismo interpretativo. Posteriormente, Luz demostró que podía hacer propias todas las canciones que caían en sus manos, como el caso de “Billie Jean” en los “Knockouts”, uno de sus shows más recordados. En los “Playoffs” llegó su reversión de “El farsante” de Ozuna que fue tan extraordinaria que el propio intérprete puertorriqueño comenzó a seguirla en Instagram, tras sentirse impactado por su actuación. “La rompiste”, le escribió el artista. Gaggi también brindó una performance extraordinaria con el cover de “Chandelier” de Sia, donde pasó de los graves a los agudos con gran facilidad.Luz y Francisco, los últimos finalistas (Telefe/)En el momento de probar la fidelidad del público, Gaggi pasó la prueba. La joven, con el 44,9 por ciento de los votos, les ganó a Marcos Olaguibet y a Magdalena Cullen, y se convirtió en la única mujer en pasar a la final. De ganar el certamen, marcaría un precedente ya que La Voz Argentina nunca tuvo a una intérprete femenina como ganadora.Francisco Benítez (Team Soledad)Francisco Benítez, finalista del team Soledad (Telefe/)El segundo finalista más joven llegó, a sus 22 años, a ser uno de los favoritos del jurado y de la audiencia. Oriundo de Colonia Tirolesa, Córdoba, Benítez emocionó a los coaches desde el primer minuto. El participante, quien sufre tartamudez desde los seis años, compartió que atravesó una depresión muy fuerte como consecuencia. Según sus palabras, su vida empezó a cambiar al conocer a su novia Rocío, con quien espera su primer hijo. El joven trabaja en la cooperativa eléctrica de su ciudad y siempre remarca cómo, cada vez que canta, logra olvidarse de todo, abstraerse del mundo. ¡Y se nota!En la “Audición a ciegas” interpretó “Todo cambia” y logró que todos los coaches dieran vuelta sus sillas. Benítez decidió irse con Soledad Pastorutti, quien se conmovió hasta las lágrimas al escucharlo cantar. De esta manera, tanto él como Luz Gaggi son los únicos participantes en haber atravesado toda la competencia con sus equipos originales. En las “Batallas” le ganó a Lucas Oviedo al interpretar “Sin principio ni final” de Abel Pintos, artista a quien eligió también para los “Knockouts”, cuando cantó “Once Mil” y le ganó a Josefina Arenas.Soledad abraza a Francisco Benítez, al conocerse que había sido el ganador de su equipo en la semifinal (Telefe/)Benítez superó cada instancia con soltura y los coaches siempre le remarcaron lo limpia que es su voz y como interpreta “como si no hiciera esfuerzo alguno”, como pudo notarse en su brillante performance del tema de Juan Gabriel, “Así fue”. Asimismo superó desafíos con los temas “Hasta que me olvides” de Luis Miguel y “Universo paralelo” de Nahuel Pennisi, quien participó del programa como coach invitado.Tras los elogios del jurado, Benítez recibió nuevamente el respaldo del público al ganarles a Alex Freidig y a Luna Suárez y asegurarse su lugar en la final con nada menos que el 68,8 por ciento de los votos.

Fuente: La Nación

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Cuando le preguntaron a Ariel Ramírez qué era lo que más le gustaba de su Santa Fe natal, respondió: “Lo mismo que de otras regiones de nuestra tierra; lo mejor siempre es la gente”. ¿A cuento de qué surge hoy un testimonio de Ariel Ramírez? Del centenario de su nacimiento, que se cumple este sábado. Y aunque Don Ariel haya dejado el mundo hace algo más de una década vale la pena recordarlo con este número redondo. Y volver a pasear por su obra. Silbarla un rato. “Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?”Ariel Ramírez tenía razón. Lo mejor de un lugar es su gente. Porque la gente tiene la capacidad de llevar el paisaje consigo. Y cuando se muda y no se lo lleva, lo añora. Así lo testimonian muchas canciones del repertorio nativo. La música folklórica, ante todo y por definición, es la gente y su circunstancia. Su cultura. El paisaje es el gran decorado sonoro. Ramírez lo supo ver, sin importar el hecho de que haya nacido en una región que no está tipificada con un folklore en particular; sin importar que haya vestido de saco y corbata sobre cada escenario que visitó, mientras que muchos otros lucían pilchas gauchas en los años dorados del folklore argentino. Pero Don Ariel llevaba el folklore consigo. Lo había aprehendido de andar. Y como, evidentemente, hay algo de ida y vuelta, cuando salió a conocer el país y una tarde de 1945 estaba “de prestado”, en una casona en las afueras de Simoca, en Tucumán, nació su primera zamba. Esa que encontró la letra justa en los versos de María Elena Espiro, esposa de Ramírez: ”Sangre del ceibal, que se vuelve flor; yo no sé por qué hoy me hiere más tu señal de amor”. Caminaba, para solo pensar -como dijo una vez aquel joven Ramírez- entre jardines y cañaverales, cuando apareció la melodía de aquella zamba. Corrió al piano para tocar sus notas. “Qué triste que suena esa zamba: ¿Cómo se llama?”, le preguntaron. “La tristecita”, respondió.Pianista y compositor, ha sido el gran melodista del folklore argentino. O, al menos, uno de los grandes (si no queremos crear escalafones innecesarios, cuando aparecen otros nombres irremplazables dentro de la música nativa, como Adolfo Ábalos). Y aquí aparece otra figura que viene a cuento para decir que mientras que el folklore se lleve adentro, poco importan las reflexiones acerca de su gramática (si Ábalos entendía a muchas de sus danzas en 3/4 y Ramírez en 6/8). Mientras que en una melodía haya gente y su paisaje, lo demás podrá resultar complementario.Afortunadamente, hay mucho melodismo en la obra de Ramírez. En los temas emblemáticos de Mujeres argentinas y en los de la Cantata sudamericana (”Antiguos dueños de las flechas”); en la Misa Criolla, o en la “Zamba de usted” y en “Santafesino de veras”. O en esas (no tantas) que hacen más foco en el paisaje que en su gente. Buena parte de esta obra se podrá escuchar este sábado, en un concierto de homenaje que se realizará en el CCK.Bellas son las melodías de Ramírez, hasta para hablar de lo trágico. Por eso “Alfonsina y el mar”, con letra de Félix Luna, es una especie de obra maestra. “Con Félix hablamos mucho. De Alfonsina Storni, por ejemplo, consiguió un material precioso (poesías de ella, artículos, etcétera) -decía Ramírez a LA NACION, 25 años atrás, cuando en 1996 estaba por presentar un nuevo espectáculo, en un teatro porteño-. Y a mí me viene algo de la historia de Alfonsina, de mi familia. Alfonsina era de Coronda (Santa Fe), donde papá era profesor de literatura. Ella se carteaba con papá. Una hermana mía conserva ese material. El hecho es que con Félix Luna nos emocionamos. Yo escribo la música y él, que sabe música, le pone sus versos. Recuerdo que cuando la concluimos se la mostré a Mercedes (Sosa) y ella lloró de emoción. Mercedes fue la primera en cantarla. Ella la grabó para el sello Philips en la serie Mujeres argentinas, en 1969. El disco fue un fracaso en ventas. Cuando la presentamos en el teatro Alvear regalamos las entradas a mitad de precio. Pero luego la cosa se revirtió: hicimos dos funciones por día durante dos meses”.Mercedes Sosa, Félix Luna y Ariel Ramírez, tres piezas fundamentales para el éxito de Mujeres argentinasPara 1969, Ariel ya era un músico maduro y consagrado que había recorrido el país y vivido en el exterior. Había paseado la música nativa argentina por varios países. Todo aquello había comenzado en el seno en una familia de maestros, una tarde en la que Ariel descubrió el piano. “Fue en la escuela de Gálvez, donde papá tomó la dirección, donde vi por vez primera un piano. Estaba en el pequeño museo de esa casa. Desde entonces nunca más me separé del teclado -contaba Ramírez al periodista y crítico musical René Vargas Vera-. Después, ya vueltos a Santa Fe, en una casa hermosa que le asignaron a papá por ser gerente, me compraron el primer piano. Yo tenía 16 años. Papá era radical y con la revolución de Uriburu lo despidieron. Terminó siendo director de un diario. Se puede decir que enseguida empezó mi vida de vagabundo. Y fue don Arturo Schianca, pianista y compositor, quien me inoculó el virus de la música popular: estilos, triunfos, cielitos. A los 19 conocí a Atahualpa Yupanqui. Y él me financió (diez pesos para comer y vivir cinco días) un viaje a Jujuy, con una recomendación para don Justiniano Torres Agüero. Él me llevó a vivir siete meses en su casa de Humahuaca. Allí escuché por primera vez un charango. En esa época empezaba a descubrir el folklore en Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, y a aprender todo lo que no se enseña en los conservatorios”.“Alfonsina y el mar”, el triste y poético relato de un suicidioLa calle y la escuela. Esa sería una manera de sintetizar el derrotero formativo de Ramírez. La música popular aprehendida en el Noroeste argentino y la académica (teoría, armonía, composición) transmitida por maestros de la clásica y la contemporánea (Luis Gianneo, que fue su guía entre 1945 y 1950 y luego Erwin Leuchter). “Él me enseñó el ABC de la escuela alemana –decía de Leuchter–. Se había negado a recibirme diciéndome: ‘No puedo enseñarle guitarra’, pensando que un folklorista no podía tocar otro instrumento. Era riguroso. Casi nunca ponía el ‘muy bien’. Pero yo alcancé uno con una práctica de composición ‘al estilo Schumann’ que él me encargó.”Eduardo Falú y Ariel Ramírez: en los sesenta, compañeros en discos y escenarios; varias décadas después, socios en la defensa del derecho autoral, desde la dirección de Sadaic.Si la década del cuarenta fue formativa, durante el primer lustro de la siguiente vivió en Europa y regresó con la idea de crear una compañía de música y danzas folklóricas. En 1957 hizo una gira de cinco meses por la Unión Soviética. En los sesenta, el boom del folklore coincidió con la expansión definitiva de Ramírez: la grabación de discos como La coronación del folklore (1963), con Los Fronterizos y Eduardo Falú, y el comienzo de las series temáticas fueron algunas de las perlas del pianista. Hasta principios de los ochenta siguió publicando trabajos conceptuales. La Misa criolla (1964), Los caudillos (1965) junto a Ramón Navarro y Félix Luna; Mujeres argentinas (1969) y Cantata sudamericana (1972), entre otras.“Alfonsina y el mar”, el triste y poético relato de un suicidioA partir de los setenta comenzó a trabajar en el derecho autoral desde Sadaic. Fue elegido presidente de la entidad cinco veces, en períodos de cuatro años. El primero, de 1970 a 1974; el último, de 2001 a 2005.El concierto de homenajeCon dirección de Gustavo “Popi” Spatocco y la participación especial de Facundo Ramírez (hijo de Ariel), a las 19 de este sábado se realizará el concierto de homenaje al gran pianista y compositor, en el CCK. Participarán Juan Falú, Marian Farías Gómez, Sergio Galleguillo, Víctor Heredia, Liliana Herrero, Ángela Irene, Los 4 de Córdoba, Franco Luciani, Paz Martínez, Luna Monti, Marcela Morelo, Ramón Navarro, Teresa Parodi, Zamba Quipildor, Miguel Ángel Robles, La Bruja Salguero, Patricia Sosa y Chango Spasiuk. Todos ellos recrearán obras emblemáticas de Ramírez, como “Juana Azurduy”, “Rosarito Vera, maestra”, “Manuela la tucumana”, “Alfonsina y el mar” (de la serie Mujeres argentinas) y “Kyrie” y “Gloria” (de la Misa criolla). El concierto también se podrá seguir en vivo por el canal de YouTube y la página de Facebook del CCK y por la plataforma Cont.ar.

Fuente: La Nación

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“Nos reuníamos los domingos en la casaquinta que tenía mi cuñada en San Isidro, el menú podía ser asado o una raviolada. Gustavo estaba siempre presente, le encantaban esos encuentros, aunque terminábamos de almorzar y él salía corriendo a ensayar”, rememora Dora Cerati con un dejo de nostalgia, pero con la alegría de aquel tiempo compartido con su familia y con ese sobrino y ahijado que el destino convirtió en una celebridad internacional y que no es otro que Gustavo Cerati, uno de los nombres más trascendentes que haya engendrado el rock latinoamericano y de quien este sábado se cumplen siete años de su muerte.LA NACION mantuvo una extensa charla con Dora Cerati en busca de esa huella auténtica y menos difundida del hombre elegante y exquisito que legó una obra imprescindible.Darío Barassi: “Mi cabeza no para, soy un tipo muy ambicioso e inquieto”-¿Cómo era ese Gustavo íntimo, desconocido por casi todos?-Era divertido, Gustavito tenía un humor muy especial…Gustavito. Así, con afecto, Dora Cerati define a ese sobrino que atravesó su vida a lo largo de 55 años. En su recuerdo no hay lágrimas, sino la satisfacción de haberse disfrutado mutuamente. Aparece nítida aquella infancia fundacional en su vocación, los consejos de la tía al ahijado adolescente y el acompañamiento cuando la vida se pareció a la muerte.Por estas horas se cumple un nuevo aniversario de aquel penoso 4 de septiembre de 2014, cuando la muerte física del músico enlutó a sus millones de seguidores desparramados en buena parte del mundo.“Te vi que llorabas, te vi que llorabas, por el…” (“Té para tres”)Trátame suavementeLa vida de los hombres que dejaron un legado también puede contarse desde el final. Gustavo Cerati no es la excepción. El 15 de mayo de 2010, el músico con categoría de rockstar ofreció el último recital de la gira Fuerza natural en el campus de la Universidad Simón Bolívar, en la ciudad de Caracas. Se trataba de una fecha que conformaba un tour iniciado en Monterrey, México, con la finalidad de presentar en vivo aquel disco poético, editado en 2009, que le daba nombre al periplo internacional.El recital en Caracas se llevó adelante sin sobresaltos y nada hacía suponer que, minutos después de finalizado el show, el exlíder de Soda Stereo sufriría una isquemia cerebral que conduciría a un posterior ACV que lo postró y lo dejó en estado de coma cerebral hasta su muerte, producida el 4 de septiembre de 2014. “A los músicos que realizan un gran esfuerzo arriba de un escenario les deberían hacer un chequeo médico previo”, sostiene Dora Cerati con algunas dudas sobre la prevención y la atención recibida por su sobrino cuando sufrió el episodio que se convertiría en terminal.-En la salud de su sobrino, ¿hubo algún indicio previo que hubiera tenido que ser evaluado?-Antes de lo sucedido en Venezuela, grabando un video sintió un dolor muy grande en una de sus piernas, razón que lo llevó a una internación y a que se comprobara que había sufrido una trombosis bastante jorobada. Tuvo que hacer un reposo muy estricto porque no sabían si el coágulo podía desplazarse al corazón, los pulmones o cualquier otra parte de su cuerpo. Mientras tanto, lo anticoagulaban para disolverlo.-¿Dejó secuelas?-Tuvo la grandísima suerte que ese coágulo se disolviera, porque, de lo contrario, había un riesgo de vida. Le recomendaron que no viajara en avión y que hiciera deporte, algo que a él no le gustaba. Desgraciadamente, no le sugirieron que dejara de fumar.-¿Comenzó a practicar deportes?-Se anotó en un gimnasio, pero le duró lo mismo que la manteca en el hocico de un perro. Si tenía un momento libre, lo dedicaba a componer. Además, vivía ensayando. Era muy riguroso con su actividad y exigente con sus músicos.Dora Cerati recuerda con alegría a su sobrino, consciente de la vida plena que llevó y el enorme legado artístico que dejó (DIEGO SPIVACOW / AFV/)-¿Cómo se enteró de la descompensación de su sobrino en Caracas?-Estaba en mi casa y no recuerdo si me llamaron por teléfono o me enteré por la televisión. Lo que te puedo decir es que me fui volando a la casa de Lilian (Clark), la mamá de Gustavo. Ahí nos reunimos todos. El dilema era que había que salir para Caracas inmediatamente. Primero voló Laura, hermana de Gustavo, y a las horas su mamá con Stellita, la otra hermana de él.-Imagino que estaría desesperada y pendiente de las novedades minuto a minuto.-Hablaba varias veces por día para ir enterándome del cuadro. Si le hubiese sucedido acá, a Gustavo no le pasaba…-Ese es un comentario que se escucha con frecuencia…-Así es…-¿Por qué se cuestiona la atención recibida en Venezuela?-En el primer lugar que lo internaron no contaban con la máquina necesaria para hacerle el estudio correspondiente.-¿Qué sabe de los minutos previos al incidente?-Cuando Gustavo bajó del escenario se fue a bañar, como era su costumbre, para luego tomarse algunas fotografías. Cuando sus colaboradores lo vieron venir, luego de su ducha, lo notaron muy pálido. Incluso, algunos de los muchachos me comentaron que, en principio, habían pensado que alguno se había mandado una macana o que algún tema había sonado mal, y por eso la seriedad.Dora y Gustavo Cerati (DIEGO SPIVACOW / AFV/)-No se trataba de seriedad.-Ya se estaba sintiendo mal.-Entonces…-Se tomó las fotografías de rigor y se volvió a instalar en su camarín. Uno de los integrantes del staff lo siguió y lo encontró desmayado.-Inmediatamente se habrá previsto el traslado.-Sí, se lo llevaron y respondió bien a los estímulos.-¿Él vuelve a tener conciencia?-Reaccionó bien, aunque le costaba hablar y ese es un signo básico de ACV que había que haber tenido en cuenta, máxime sabiendo que había tenido el antecedente de la trombosis. No solo hablaba con dificultad, sino que le costaba mover una parte del cuerpo.-¿Cómo se comunicaba Gustavo en esa situación?-Como no podía hablar, al día siguiente garabateó que quería comida mexicana.-¿Le cumplieron el deseo?-Sí, dicen que comió tacos. Todo lo que yo digo es por referencia de la gente que lo acompañó y me fue contando.-Rápidamente llegó su hermana Laura, el primer familiar en salir de Buenos Aires.-Sí, pero antes que ella aterrizara, se le tuvo que hacer una operación de urgencia, porque, de lo contrario, le explotaba el cerebro. Además, hubo un traslado a otro sanatorio para confirmar el diagnóstico. Supongo que los médicos querían estar seguros porque era una gran responsabilidad, no estaban atendiendo a cualquiera. Las miradas del mundo estaban puestas ahí. Entiendo que Venezuela no está a la vanguardia en lo que respecta a medicina, por eso creo que, estando acá, a Gustavo todo lo que le sucedió no le hubiera pasado.-¿En qué consistió la operación y cuáles fueron las consecuencias?-Le hacen la preparación craneana para que el cerebro pudiera expandirse, porque toda esa hemorragia, al no tener donde salir, estaba provocando una hinchazón.-Había que descomprimir.-Gustavo tenía un huevo en la cabeza.-¿Esa situación provoca el estado de coma?-La hemorragia abarcó el tronco cerebral, ahí es donde a Gustavo se le causa el gran problema. Los médicos dijeron que nunca habían visto un derrame cerebral tan masivo.-¿Recuperó algo de conciencia cuando salió de la operación?-No, ya no… Ya estaba toda la familia en Caracas y es cuando se hace una interconsulta con el Instituto Fleni de Argentina y se decide que dos médicos de esa institución se acerquen a verlo.-¿Cuál fue la evaluación de esos profesionales?-Dijeron que la operación había sido necesaria porque había que expandir el cerebro y que solo restaba esperar y comprobar si las células no dañadas podían reemplazar a las que sí habían sufrido el daño, algo que puede suceder.-Luego se decide el traslado a la Argentina.-Diez o quince días después se dispone el operativo con un avión sanitario para comenzar a tratarlo en el Fleni. En algún momento parecía que tenía un atisbo de recuperación, que iba a abrir los ojos, pero no los abrió nunca más.-¿Nunca más abrió sus ojos?-No. Al mirarlo parecía que estaba durmiendo.-¿Iba a visitarlo?-Por supuesto, durante los cuatro años de su internación fui siempre a verlo.-Luego de la internación en el Fleni fue trasladado a otra institución.-Sí, cuando los médicos del Fleni evidenciaron que ya no había solución porque había sido dañado el tronco cerebral, lo peor que puede suceder en un ACV, se decidió el traslado a Alcla. Hay casos de personas que estuvieron 19 años en el estado en el que estuvo Gustavo y salieron del cuadro, pero el ACV masivo a él le dejó secuelas terribles.-¿Cómo transcurrieron esos últimos años?-Gustavito tenía una habitación especial, con un acceso digital para que no se pudiera meter nadie a sacarle fotos. En cuatro años, no hubo una sola foto de Gustavo. Con el tiempo comenzaron a vestirlo y a sentarlo en un sillón anatómico. Ahí uno recuperaba alguna esperanza…-¿Lo vestían?-Lo vestían perfectamente. Además, ya le habían crecido todos los rulos y no se notaba esa parte hundida donde le faltaba la tapa craneana. Yo le abría los ojos y Lilian me decía: “Dejalo tranquilo”. Pero yo pensaba que así, quizás, podía mirar algo.-Muy emocionante y todo un shock.-Tenía esos ojos celeste cielo intactos. En una oportunidad, vino a visitarlo un primo nuestro que es médico y vive en Concordia y no podía creer lo bien que estaba. Tenía la piel suave, buena masa muscular. Estaba perfecto, era para decirle: “Gustavo, levantate y cantá”.-Con cierto morbo, se ha especulado con el aspecto que podía haber tenido durante su tiempo en coma.-Estaba hermoso, tenía una cara preciosa, siempre afeitado, con los labios rozados. A veces, hasta le poníamos un gorrito.-En vida era muy coqueto.-Yo le hacía notar a Lilian lo bien que estaba, el buen semblante, la piel descansada.-Lo visitaron sus colegas.-Su gran amigo Luis Alberto Spinetta llegó acompañado por un médico, porque tenía miedo a descomponerse, pobrecito. Se querían mucho, al punto tal que le dejó la guitarra de Dante de regalo.-¿Cuál era la reacción de la gente que lo visitaba?-Le cantaban, le tomaban la mano, lo acariciaban.-Usted dijo que le abría los ojos. ¿Qué sucedía en ese momento? ¿Podían percibir alguna reacción?-No demasiado. Yo lo hacía trabajar: “Gustavo hoy vamos a abrir y cerrar la boca, vamos a ensayar eso”.-¿Cuál era la respuesta?-Lentamente, él lo hacía.-¿Reaccionaba?-Sí, pero los médicos me decían que se trataba de un reflejo.-¿Qué otros movimientos le hacía hacer?-Cuando nos cansábamos de abrir y cerrar la boca, yo le proponía ensayar cómo se tragaba. Él movía la boca…-Entonces había respuesta, comprensión.-Estas cosas son muy delicadas… A veces, yo llegaba y le decía: “Buenos días, Gustavito” y el movía la cabeza. Fueron cuatro años… Cada diciembre le llevaba un arbolito de Navidad, que luego regalaba a la institución.Gustavo Cerati en una instantánea de juventud del archivo personal de su tía y madrina Dora (DIEGO SPIVACOW / AFV/)-¿Cómo fueron sus últimas horas?-El día anterior a su fallecimiento, las enfermeras se preocuparon porque Gustavo estaba con taquicardia. Cuando llegué no movió la cabeza y recuerdo que le dije a Lilian una palabra que jamás uso: “Lo veo impávido”. No era la cara de una persona viva.-Entonces…-Lo metieron en la cama para que estuviera más tranquilito, hasta que se normalizaran los parámetros. Al otro día, por la mañana, me avisaron que había muerto. Inmediatamente me fui corriendo a lo de Lilian.-Lilian es una gran mujer.-Así es y ha pasado por muchos golpes. Primero la muerte de su marido, porque mi hermano falleció luego de una enfermedad, y después soportó los cuatro años de Gustavo en ese estado. Es una leona. Tan fuerte es que no se operó de la cadera, a pesar de sus dolores, porque pensaba que, si le sucedía algo, no podría volver a ver a Gustavo. Así que esperó el desenlace para operarse.-Poco después de la muerte de Gustavo, usted habló con la prensa.-Me pidieron que diera la información oficial de parte de la familia. Recuerdo que les dije a todos que podían rezarle en cualquier lugar porque ya Gustavo estaba en todas partes y que, como íbamos a sufrir tanto con su desaparición, nos dio cuatro largos años para despedirnos. Su ausencia se sintió a lo largo de cuatro años, aunque nunca nos vamos a acostumbrar a no tenerlo más. Acumulamos resignación.-¿Siempre tuvieron esperanzas?-Siempre tuvimos esperanzas…-¿Es creyente?-Muy y mi cuñada también. Hemos ido a ver al padre Ignacio. Visitamos templos, recibimos todo tipo de objetos, hasta vinieron a vernos chamanes y más de un chanta, pero uno tenía la ilusión. Hasta se acercó un muchacho de 42 años que le dijo a Lilian: “Yo estuve en coma durante años y un día me desperté”, pero no todos los ACV son iguales.El cuerpo de Gustavo Cerati descansa en el Panteón de la Merced en el Cementerio de la Chacarita. Pegado al músico, también reposa su padre. El ingreso es libre y los fanáticos suelen acercarse a dejarle flores o alguna carta. No es inusual la presencia de seguidores extranjeros que llegan al país para rendirle su homenaje a quien fuera uno de los más grandes hacedores del rock en castellano.“Aunque a veces se equivoquen, no confundo más. Voy a hacer que mis cenizas vuelvan al papel” (“Cosas imposibles”)Fuerza naturalSi las historias pueden comenzar por el final, también son plausibles de terminar por el comienzo. “En aquellas comidas familiares de los domingos no le preguntaba nada sobre Soda Stereo, no me gustaba molestarlo. Si él estaba compartiendo un momento con nosotros era porque quería distenderse”, afirma esta mujer que camufla muy bien su edad y que no oculta la admiración y el respeto que le genera la trayectoria del genial compositor.-¿Tenía buen carácter?-Sí, tenía mucho humor y, además, era muy observador. Nuestras conversaciones eran muy lindas, de familia.-¿Le hacía escuchar los temas antes de ser difundidos? ¿Buscaba opiniones previas al juicio de los fanáticos?-Le divertía hacernos escuchar sus nuevas composiciones, pero también yo le daba mi opinión sobre aquellos temas que se iban haciendo más famosos.-¿Tomaba en cuenta las devoluciones?-Una vez le dije: “Este tema tiene connotaciones eróticas”. Me miró fijo, se quedó pensando y finalmente me respondió: “¿Te parece? Si a vos te parece, entonces sí…”. Él no buscaba que todo el mundo percibiera igual su música, prefería la diversidad.-¿Compartía con la familia sus momentos de creación?-Su forma era curiosa, primero componía la música y, de acuerdo a lo que eso le inspiraba, aparecía la letra. A veces, tontamente, yo le decía: “Hacete un hit que pueda cantar todo el mundo”, hasta que me di cuenta que todos eran hits.-Gustavo Adrián Cerati nació el 11 de agosto de 1959. ¿Se acuerda de ese día?-Sí, por supuesto.-¿Cómo fue?-Una algarabía. Yo tenía tres hermanos más y ninguno había sido padre hasta que llegó Gustavo. Cuando fui a conocerlo a la Santísima Compañía de María donde nació, mi hermano y mi cuñada me propusieron ser su madrina; me puse tan contenta. Para mí, que era una chica jovencita, era un orgullo, casi un título honorífico, así que acepté inmediatamente. Gustavito era tan lindo de chiquito; un querubín, hermoso.Dora tenía una relación inmejorable con su hermano Juan, el padre de Gustavo ya fallecido, y con su cuñada Lilian Clark, con quien hoy mantiene un vínculo estrecho. “Nunca tuvimos un problema entre nosotras y tampoco con Stellita y Laura, sus hijas, las hermanas de Gustavo”.Gustavo Cerati en brazos de Dora, su tía confidente (DIEGO SPIVACOW / AFV/)-¿Cómo recuerda la infancia de Gustavo?-Yo vivía con mis padres y mi hermana en la casa familiar de Gaona y Boyacá, donde siempre nos visitaban mi hermano y mi cuñada y lo traían a Gustavo, por supuesto. Mi mamá hacía bizcochuelo porque a él le encantaba. También le gustaba jugar con los soldaditos de plomo, así que le comprábamos bolsas llenas de soldaditos y él se volvía loco.Juan Cerati, el padre del músico, tuvo altos cargos en la compañía petrolera Esso y en la Petroquímica del Plata. Lilian Clark, por su parte, llevaba un ADN artístico que solía canalizar en la escritura.-¿Cuándo nace en Gustavo la vocación por la música?-De chiquito ya andaba con su guitarra, así que ese don nació con él. Cuando fuimos al colegio donde cursó el secundario, nos contaron que siempre prefería ser arquero, porque la pelota llegaba cada tanto y eso le permitía tocar la guitarra. En las fiestas familiares lo hacíamos cantar y él cumplía con dos o tres temas, pero después aclaraba que era un ensayo y nos pedía que no nos tomáramos demasiado en serio lo que habíamos escuchado. Fue un perfeccionista desde muy pequeño.-¿Cuál fue la primera guitarra?-Gustavito era muy chiquito cuando mi hermano le armó el batatarium, una guitarra hecha en una lata de dulce de batata a la que le pegaban cuerdas. Eso sí, a la hora de actuar había que presentarlo. Hay un video donde se lo ve a mi hermano presentándolo con muchos atributos, parecía un adelanto del futuro. Me acuerdo que en una fiesta familiar cantó las canciones de Johnny Tedesco. Para Gustavo la vida era su guitarra y su canto.Desde pequeño, Gustavo Cerati miró con claridad su vocación por la música (DIEGO SPIVACOW / AFV/)Sin dudas, los azares del destino premiaron al coequiper de Zeta Bosio y Charly Alberti, sus compañeros de fórmula en Soda Stereo. “De grande le he dicho que lo habían tocado tres varitas mágicas: tocar la guitarra con tanto talento, que cantar se haya convertido en su medio de vida y el triunfo. Y le aconsejaba que no debía olvidarse de eso ni marearse con el éxito, que era sano no sacar los pies de la tierra ni olvidarse de sus amigos de la infancia. Me acuerdo que le decía: ´no sos simple, pero sos sencillo´. Nadie que tiene tanto talento es una persona simple”.-¿Qué le respondía?-Escuchaba atentamente.-Alguna vez, ¿lo percibió mareado por el éxito?-No. Incluso ya teniendo muy buena repercusión, nos traía a su madre y a mí los temas nuevos para que le diéramos nuestra opinión. Era una persona muy especial.-Catadoras privilegiadas.-Nosotras le decíamos francamente lo que opinábamos. “Corazón delator” fue una maravilla y la última que nos fascinó fue “Cactus”. Cuando le dijimos que nos gustaba mucho “Cactus” nos dijo: “¿Ese solo?”. Ahí le aclaramos que era el tema que más nos gustaba, pero no el único.-¿Tenía vocación por otra actividad?-Alguna vez soñó con la arquitectura, quizás porque dibujaba muy bien.“Todo es mentira, ya verás, la poesía es la única verdad” (“Déjà vu”)BocanadaGustavo Cerati fue hombre de varios amores. Algunos más formales que otros, como siempre sucede. Con la modelo Cecilia Amenábar rubricó su vínculo ante un juez y frente al altar religioso, formulismos que concretó en Chile, país del que es oriunda ella. Juntos tuvieron dos hijos: Benito y Lisa, con quienes formaron la familia con sonido rocker. “Era muy enamoradizo, una vez quería casarse a la semana de haber conocido a una chica. Así que le hablé mucho, le dije que tenía que conocer más a la persona. ´Gustavito, conviví primero´”, recuerda la tía que, en ese momento, se inquietó ante el arranque abrupto del sobrino enamorado.-¿Hubo gestiones para detener el arrebato?-En el verano de 1986, me encontré con él en el Hotel Dorá de Mar del Plata, porque justo Soda tenía que tocar en el Súper Domo. Ahí le pedí que lo pensara, que conviviera antes.-¿La escuchó?-¡Me lo prometió! Terminamos hablando cosas de familia, abrazados y llorando.-¿Cómo terminó el cuento?-Por lo pronto, a la semana no se casó. Mi hermano y mi cuñada, que no podían soportar la situación, se tomaron un avión y se fueron a Europa.-¿Le comunicó formalmente el final de esa relación?-Sí, se apareció en mi oficina sorpresivamente. Le costaba decírmelo, porque, como buen leonino, era orgulloso. Charlamos un rato y, de pronto, me dijo: “Ya no estoy más con fulana…”. Traté de no darle mucha importancia para que no se sintiera mal, pero le aseguré que me parecía bien la decisión tomada. Le gustaban las mujeres, así que yo le sugería que tenía que poner un freno.Recuerdo del bautismo de Gustavo Cerati (DIEGO SPIVACOW / AFV/)-¿Era muy confidente con usted?-No. Lo que conseguí es que fuera a la psicóloga, pero solo lo hizo dos veces y no volvió más, él no era de contar. Resolvía su vida como quería, aunque cuando tenía un problema grave, corría a lo de su madre. Cuando mi hermano estaba vivo, Gustavito me dijo: “Si un día me falta él, no sé de dónde me cuelgo”.-¿Era muy unido con su padre?-Sí, incluso trabajó con Soda…-Cuénteme.-Mi hermano vio que los números de los chicos no cerraban, que no ganaban lo que tenían que ganar, a pesar del éxito de Soda Stereo. Se recaudaba un monto impresionante, pero a las manos de ellos llegaban dos pesos y el resto se pasaba como gasto. Entonces, mi hermano, que era auditor de la Esso y sabía un montón, empezó a estudiar los números. Hasta se puso a investigar las cuentas en Sadaic.-¿Cómo se solucionó el tema?-En principio, le abrió a Gustavo cuentas bancarias en Latinoamérica para que el dinero ganado en el exterior se depositara directamente en cada país. De ese modo, ya no había que esperar ninguna remesa y el dinero iba a la cuenta del cantante. Al manager esto no le gustó, al punto tal que le dijo a Gustavo: “Tu papá me acaba de dar una puñalada en el corazón”. A partir de todo lo que hizo mi hermano para cuidar a los chicos, alguno se enojó y mermaron las propuestas. Es que, a la persona que armaba los contratos, se le había cortado el chorro. Cuando mi hermano los empezó a manejar, volvieron las ofertas y los chicos empezaron a ganar. Él decía que la plata era de los artistas y no de los managers o productores, porque son los músicos los que suben al escenario a romperse el alma.La casa de papel: Alex Pina, el creador de la serie éxito de Netflix, revela las claves de su temporada final-Volviendo al plano más personal, ¿tiene relación con los hijos de Gustavo?-Nos llevamos muy bien, pero ellos tienen sus vidas. Benito, que forma parte del mundo de la música, está tan ocupado como lo estaba Gustavo. A veces le grabo mensajes con alguna palabrota para que se acuerde de mí y me responde enseguida: “Tía, disculpame”. Y Lisa es amorosa. Pobrecitos, ya pasaron su peor momento… Gustavo era un padre muy presente… lo perdieron siendo muy chicos.-Dora, ¿algo más para decir?-Gustavo trascendió fronteras y continentes, burlando el hueco silencioso de la muerte.

Fuente: La Nación

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Este viernes se generó gran revuelo en el universo de la música argentina. El trapero cordobés Paulo Londra llegó a ser el cantante nacional más escuchado en Spotify durante 2018 y 2019; sin embargo, envuelto en un conflicto legal con la productora Big Ligas, dejó de lanzar música en 2020. Ayer tras un avance en el plano judicial, se expresó en redes sociales, donde celebró: “Inmensa alegría. Gracias a todos, gracias a Dios. Es un primer y gran paso. Falta poco”.Esa “inmensa alegría” se debe a que, tal como anunció el sitio de Billboard, el artista ganó una disputa contractual contra el sello y los productores musicales con quienes lo cofundó: el colombiano Ovy On The Drums (Daniel Oviedo) y el portorriqueño Kristo (Cristian Salazar). Sin embargo, la felicidad aún no es completa porque desde Big Ligas pidieron la revisión del veredicto, y su solicitud fue concedida.Las heridas que deja una campaña anárquica en el peronismo unidoLa batalla legal entre Londra y Big Ligas ocurrió cuando el argentino tenía 19 años y en un viaje a Colombia, en 2017, le hicieron firmar un contrato, solo y sin explicarle de qué se trataba. Según narró, le habían dicho que sería para un video que se subirían a las redes, aunque luego descubrió que había una cláusula de copyright que le sacaba derechos sobre algunos de sus canciones.La noticia del triunfo legal del trapero fue anunciada desde la cuenta de Twitter de esta revista, especializada en la industria musical. Inicialmente, este medio publicó un tuit donde se leía: “Un juez dictaminó que el artista argentino de trap no tiene más obligaciones de grabación o futuras obligaciones contractuales con Big Ligas, el sello que ayudó a cofundar”. Pero el sitio borró el mensaje a los pocos minutos.Luego, aclararon que la disputa -que ya lleva dos años entre Londra y Big Ligas- continuará, “al menos, por un poco más de tiempo”. De esta manera, tal como explicaron en su sitio web lo que sucedió es que el juez William Thomas dictaminó que la cláusula que ataba a Londra a Big Ligas expiró el 20 de febrero de 2021. Según consignó esta publicación, el magistrado añadió: “Incluso si el lenguaje de los contratos relevantes respaldara la interpretación ofrecida por Big Ligas (que claramente no lo hace), no podría aplicarse porque constituiría una restricción ilegal del comercio y conduciría a resultados absurdos”.Esteban Bullrich: “Mauricio Macri está un escalón por encima de todos nosotros”Además, sumaron una actualización a la nota que dice: “Un juez otorgó a Big Ligas una moción de emergencia para revisar la denegación de la suspensión de la orden que determina la posesión de la propiedad, poniendo una suspensión temporal en el veredicto a la espera de una revisión adicional”.Desde que estalló el conflicto, el movimiento #FreePaulo viene acompañando al artista, que recibió el apoyo de las principales figurares de la industria musical. De hecho, tras el primer tuit de Billboard que anunciaba la “liberación”, el cantante colombiano J Balvin publicó una historia de Instagram, donde escribió: “Bienvenido a la libertad, te extrañamos”. Sin embargo, a las pocas horas, aclaró: “Mi mensaje es de unidad y nunca nada personal contra Ovy On The Drums. Solo quiero que que arreglen sus diferencias y brinden más música al mundo”.

Fuente: La Nación

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CINCINNATI (AP) — Dustin Garneau disparó un jonrón de dos carreras y otro solitario, Robbie Grossman se sumó a la fiesta con un cuadrangular de tres anotaciones, y los Tigres de Detroit vapulearon el viernes 15-5 a los Rojos de Cincinnati.Jonathan India y el venezolano Eugenio Suárez conectaron sendos jonrones por Cincinnati, que lucha por un pasaje de comodín para los playoffs pero ha perdido cinco de sus últimos seis duelos.El primer cuadrangular de Garneau, un lineazo hasta las butacas del jardín izquierdo, llegó durante un ataque de seis anotaciones en el sexto inning. En esa ofensiva, Detroit logró ocho de sus 18 hits.Garneau, quien sólo había logrado un jonrón en la temporada antes de este juego, jamás había conseguido dos vuelacercas en el mismo partido. Lo logró en la séptima entrada.Jonathan Schoop y el dominicano Jeimer Candelario contribuyeron con vuelacercas respectivos a la causa de los Tigres, quienes ganaron apenas por segunda vez en siete compromisos. Cada uno acumuló cuatro imparables.El cubano Vladimir Gutiérrez (9-6) cargó con la derrota al permitir cuatro carreras y el mismo número de inatrapables a lo largo de tres innings y un tercio.Derek Holland (3-2) resolvió el octavo y noveno capítulo en blanco para embolsarse el triunfo.Por los Tigres, los venezolanos Miguel Cabrera de 4-1 con una anotada y una producida, Harold Castro de 4-2 con una anotada y dos remolcadas, Víctor Reyes de 5-2 con una anotada y una empujada. El dominicano Candelario de 5-4 con cuatro anotadas y dos impulsadas. El puertorriqueño Willi Castro de 2-1 con una anotada.Por los Rojos, el mexicano Alejo López de 1-0. El venezolano Suárez de 2-1 con una anotada y una remolcada. El dominicano Arístides Aquino de 1-0. El cubano Gutiérrez de 1-0.

Fuente: La Nación

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Los juveniles de Boca están ante una oportunidad única, podrán volver a mostrarse este sábado ante Rosario Central, por la 10° del Torneo 2021, y dependerá de los dirigentes, el cuerpo técnico encabezado por Sebastián Battaglia y ellos mismos para ver si aprovecharán la chance de asentarse en la primera división y lograr fabricar una carrera con continuidad. Los aplausos iniciales se los llevaron todos, primero por la irrupción de emergencia ante Banfield y San Lorenzo (por el aislamiento que tuvo la primera tras los incidentes en Belo Horizonte) y luego porque entre quienes conducen al club xeneize entendieron que pasaban a ser las principales alternativas incluso estando todos los futbolistas profesionales disponibles.Así fue como Aaron Molinas fue al último que le cayeron los reflectores. Si bien lo había hecho debutar en primera Miguel Angel Russo, la oportunidad del enganche le llegó de la mano de Battaglia, que lo puso en los tres partidos que dirigió hasta ahora: en los triunfos ante Patronato (1-0) y Platense (3-1) y el empate con Racing (0-0). En el primero, ingresó y participó de la jugada del gol del triunfo compuesta por tres juveniles, finalizada con centro de Exequiel Zeballos y gol de cabeza de Luis Vázquez.Sin embargo, ahora le tocaría salir a Molinas. Battaglia no confirmó el equipo que jugará ante Rosario Central, pero no estaría entre los once. Sí habría otros futbolistas formados en el club xeneize como Marcelo Weigandt, Agustín Sandez, Cristian Medina, Agustín Almendra y el mencionado Vázquez (que llegó de Patronato). Pero Molinas no. Y esto se da en un contexto global, donde la estructura política-deportiva de Juan Román Riquelme necesita confirmaciones.Riquelme tiene serias intenciones de apostar por los juveniles, aunque al mismo tiempo trata de hacer equilibrio entre los contextos y las evoluciones que deben transitar hasta tener un puesto asegurado en la primera de Boca. Este jueves, en donde las miradas estaban puestas en el partido de la selección argentina ante Venezuela, por las Eliminatorias, y las críticas del presidente del Consejo de Fútbol xeneize hacia Sebastián Villa y Edwin Cardona, el propio Riquelme señaló cuando le preguntaron en la entrevista con ESPN -puntualmente- por Aaron Molinas:Valentín Barco y Aaron Molinas, dos juveniles más que hicieron su estreno en la primera de Boca.Esto recién empieza ???#VamosLosPibes ?? pic.twitter.com/mOXu49uBwg— BocaPredio (@BocaPredio) July 20, 2021“Molinas es un buen jugador. Vamos a disfrutarlo mucho, pero hay que darle tiempo. Cuando juegue 20 partidos seguidos dirán que no llega al área, que no patea al arco. Debemos llevarlo de a poco para que le agregue cosas a su juego. Llegar al gol, pasarla al 9…”. Y continuó en su interesante descripción: “Molinas juega más o menos en la posición mía. Yo sé eso. Los vamos a cuidar mucho, a proteger, sino le podemos hacer daño en el día a día. Estamos muy agradecidos a los más grandes, sobre todo con Izquierdoz y Rojo, porque se comportan de manera maravillosa”.Aaron Molinas entre dos rivales de Argentinos Juniors, en la Bombonera
(Manuel Cortina/)Lo mismo habló de Zeballos, y para ejemplificar el subibaja al que están expuestos los juveniles tomó referencia de los casos de Medina, Varela y Almendra, que habían compuesto el medio campo titular de Russo en el mejor momento futbolístico del semestre anterior de Boca. Pero, de repente, habían perdido la titularidad: “No creo que haya pasado muy seguido que los chicos tengan tantas posibilidades. Varela, Medina y tantos tuvieron su oportunidad y hablaron maravillas de todos. Ahora tienen su bajón y hay que cuidarlos. Es lógico. A mí me pasó y me cuidaron. Hay que llevarlos con calma”.Con el único que el ahora dirigente se animó a ir más allá fue con Almendra, uno de los titulares ante Central: “Almendra juega a otra cosa. Él decidirá qué va a hacer con su futuro, si quiere jugar en la Selección, en Europa, lo va a hacer”.Los chicos que debutaron en la Primera de Boca ante Banfield (Prensa Boca)Incluso con Valentín Barco, el lateral izquierdo que debutó con 16 años en la primera, tratan en Boca de ir con cuidado, por más que los hinchas pretendan que sea titular ya. “Barco técnicamente es muy bueno. Los chicos lo quieren mucho. Lo tenemos que ir cuidando mucho. A veces en la reserva le toca jugar y a veces no, imaginate…” (marcando la irregularidad que puede llegar a tener) “Juega bien… pero tiene 17 años. Es un nene. Hay que llevarlo con calma. Ahora él termina el entrenamiento con la primera y luego se tiene que quedar a ver a sus compañeros (otro mensaje de formación). Estamos contentos porque sus compañeros ven que jugar en primera no es tan lejano”. En todos los casos, Riquelme marcó detalles que el público común no suele ver, detalles que pueden llegar a explicar –en distintos casos– por qué no es fácil jugar 20 partidos seguidos en la primera de Boca.Valentín Barco debutó en Boca a los 16 años ante Unión; luego también fue titular ante Banfield (LA NACION/Mauro Alfieri/)En el subibaja emocional y deportivo, como nunca antes los chicos de las inferiores están teniendo su lugar en Boca. Dependerá del profesionalismo con el que tomen esa chance y de la evolución que muestren. Pero, también, de cómo los guíen desde el cuerpo técnico y la dirigencia. Alguna vez, Riquelme necesitó de un Bianchi que lo valore, lo eduque y le dé la chance (incluso) de equivocarse jugando como 10 de Boca. Lo mismo pueden estar necesitando hoy un Molinas, un Barco o un Varela.

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El Frente de Todos diseñó la campaña electoral alrededor de un eslogan que se volvió un búmeran. Consistía en prometerles a los argentinos que “vamos a volver a la vida que queremos”, pero una inconveniente foto vieja reveló que al menos el presidente Alberto Fernández había vuelto mucho antes.Desde el estallido del Olivosgate, el Gobierno y los jerarcas del oficialismo navegan en la anarquía discursiva, a la pesca de un mensaje que conecte con los votantes, con cuidado de hablar lo justo y necesario de la pandemia para que no vuelva a resaltar la sombra vergonzante de los privilegios del poder.Padrón electoral: dónde voto en las PASO y en las generalesFernández no consigue salir de la trampa en que se metió. Intentó defenderse en público y patinó (“mi querida Fabiola”). Decidió ser su propio abogado en la causa por violar la cuarentena y no consiguió cerrar la investigación. Dejó para la posteridad la doctrina de que no hay delito cuando un acto prohibido no causa daño.A la vocación de no hablar más del caso Olivos le siguió un improvisado intento de instalar la reelección presidencial, que se desinfló por falta de entusiasmo de Cristina Kirchner, su hijo Máximo, Axel Kicillof, Sergio Massa y otras figuras con peso propio en el peronismo unido.La carencia de un foco de campaña empuja al Gobierno a terrenos minados. La defensa de Fernández a la maestra militante que discutió a los gritos con sus alumnos en La Matanza irritó hasta a los kirchneristas más ideológicos, que son conscientes de la sensibilidad que despierta la cuestión educativa desde que la pandemia dejó sin clases durante demasiado tiempo a los chicos argentinos.Sergio Massa junto a Cristina Kirchner y Alberto Fernández en un plenario del Frente de Todos de la Provincia de Buenos Aires, en La Plata (Prensa Massa/)La candidata Victoria Tolosa Paz se permitió alardear de la superioridad del peronismo en términos de actividad sexual. A Fernández lo entusiasmó el revuelo que causó una dirigente usando la palabra “garche” y celebró que es “hora de disfrute después de tanto dolor”, como si su administración pudiera influir en la vida íntima de la gente. Y sin registro de que ese “dolor” al que alude continúa, con casi 2000 muertos por coronavirus en las últimas dos semanas.El desorden discursivo alcanzó una cima con la expresión de Sabina Frederic sobre la inseguridad en el conurbano. “Suiza es más tranquilo, pero más aburrido”. Difícil encontrar una muestra de insensibilidad mayor respecto del problema que de modo más persistente figura al tope de las preocupaciones ciudadanas. Nadie en la Casa Rosada amagó a reaccionar ante tamaña falta de empatía con las víctimas y con quienes conviven con el miedo a raíz de las falencias del Estado para protegerlos.Victoria Tolosa Paz y Leandro Santoro, dos candidatos que deben convivir con la estrategia errática del Gobierno (Tomás Cuesta/)Fue Sergio Berni el encargado de enmendar a Frederic y a Tolosa Paz. La indignación con la que salió a cruzarlas en público hace juego con el silencio de su gran valedora, Cristina Kirchner.Cristina lo mira de lejosElla optó por correrse de escena después de pedirle en público a Fernández que pusiera orden. Quienes hablan con ella transmiten su frustración y desconcierto por lo que ve en la campaña. Ella ha sido siempre una candidata disciplinada, capaz de moderarse o ajustarse a los libretos que le sugiere la ciencia política cuando tiene que salir a pedir el voto.El imperativo de unidad en el Frente de Todos previene tormentas mayores. Pero se van acentuando heridas internas de cierto peligro, sobre todo si el resultado electoral resultara insatisfactorio para el oficialismo. No es casual que el gobierno de Axel Kicillof, el favorito de Cristina, trace cada vez con más énfasis una línea entre la Provincia y la Casa Rosada. Berni lo hizo explícito cuando pidió a los bonaerenses que juzguen al gobierno provincial y no al nacional a la hora de votar.Viviana Canosa mostró fotos viejas de Victoria Tolosa Paz como si fueran actualesAcaso ese clima movió a Fernández a hacer una promesa desesperada: “¡No voy a traicionar a Cristina, ni a Máximo, ni a Massa!”. ¿Qué dudas quería ahuyentar? Estas expresiones en política se asemejan a lo que significa en términos económicos anunciar que el dólar no va a subir.Añadió que tampoco iba a traicionar a los que los votaron. Aquellos a los que les prometió dejar de pagar las Leliq para aumentar las jubilaciones y se enteran que los intereses que se pagan a los bancos por esa deuda crecieron 800.000 millones de pesos desde que empezó 2021, un 91% más que en el mismo período del año anterior.“La campaña se nos está haciendo larga”, confiesa un operador del Frente de Todos, que imagina un regreso al carril en la última semana, con la reaparición de Cristina.Algo se mueve en las relaciones del poder cuando se espera que ella rescate al Presidente; el mismo hombre al que recurrió hace dos años cuando se convenció de que sola no podía volver al gobierno.

Fuente: La Nación

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