Para algunos, Rosario Oyhanarte (35) es la mujer de Alejandro Novillo Astrada (39 años, siete de handicap), el “Negro”, miembro de una familia de polistas que marcó el pulso del taco y la bocha con el emblemático equipo La Aguada. Para muchos otros es la escritora e influencer con dos novelas publicadas (la última, El libro más lindo del mundo, recién editado por Random House) y más de ochenta mil seguidores en su cuenta de Instagram (Rosie’s Tips, donde combina reseñas de arte, moda y viajes con publicaciones personales y la plataforma desde la que alcanzó notoriedad cuando se puso a contar las historias de amor de sus seguidores). Mamá de Facundo (3) y Lorenzo (1), esta licenciada en Letras, que, aunque nació en una familia tradicional (su abuelo fue ministro de la Corte Suprema) no se siente atada a las convenciones, pasa parte del año en Aspen, donde su marido se destaca en la temporada de polo. Y desde allí habló con ¡HOLA! sobre el amor –real y de ficción–, la inspiración y el éxito.Desde hace varios años la familia se instala parte del año en Aspen, Colorado, donde él juega al polo en el Aspen Valley Polo Club, propiedad de Marc y Melissa Ganzi (también con ellos juega la World Polo League en Grand Champions Polo Club, Wellington, Florida).
(Joel Nuñez-Smith/)–Influencer en Instagram, escritora de éxito…, te estás haciendo famosa. ¿Todo esto tuvo algún costo personal o familiar?–Te diría que pasó como si nada. Porque nosotros estamos tan lejos de Argentina que no tenemos mucho la temperatura de lo que sucede allá. Pero sospecho que cuando vaya a Argentina mucho no va a cambiar tampoco, porque si bien es verdad que hubo alguna exposición, a fines prácticos tanto no cambió la cosa.–¿Y a vos te generó algo a nivel personal?–Sí, admito que sí. A mí lo que me gusta es escribir, no sé si la exposición me gusta. Uno escribe por amor a las historias, por amor al arte, por amor a lo que sea, pero no a la exposición. Así que en un momento me hice el replanteo: “¿Es esto lo que quiero?”. Pero entiendo que es una parte inevitable. A mí me gusta escribir y que haya otro que lea; si no, escribiría un diario íntimo. Y si quiero tener lectores, tiene que haber algo de exposición.–¿Qué dice Alejandro? ¿Él estaba preparado para tener una mujer famosa?–Creo que no. Pero tampoco me parece que le pese tanto, en el sentido de que me apoya mucho. Le gusta que yo tenga un interés propio, me ve motivada, y creo que eso le pesa más que una eventual exposición. Si bien Alejandro es perfil bajo, esto no es nuevo para él: sabe mucho más que yo de exposición y me aconseja, porque puedo ser muy bocona a veces y no tengo filtro.Mientras empieza a pensar en su próxima novela, Rosario está trabajando en la posibilidad de convertir en serie o película alguna de sus dos novelas. “Son dos historias muy audiovisuales, sobre todo la primera. Porque yo, inconscientemente, la escribí como si escribiera un guión”, dice ella. (Joel Nuñez-Smith/)–¿Te costó el cambio de registro, pasar de escribir en redes sociales a escribir una novela, dado que son lenguajes completamente distintos?–Un poco me costó y es algo que hablé mucho con mi editora, porque de a ratos ella me lo marcaba: “Ojo que acá se te está colando la voz de la instagrammer”. Y, en ese sentido, ella hizo un trabajo muy fino para que yo no cayera en eso. Si bien ya había escrito una novela antes, en aquel momento todavía no escribía en Instagram, por lo que tuve que hacer un trabajo muy consciente al respecto.–¿Tus criaturas de ficción son totalmente imaginadas?–Hay rasgos de gente que conozco, pero nunca es una copia exacta de alguien que conocí y quiero plasmar en el papel. Más bien se trata de cierta actitud que me llamó la atención, un detalle, algún rasgo. A veces escucho frases o diálogos y pienso: “Esto me sirve para una novela”. Y después por ahí me escriben mis amigas y me dicen: “Ay, me vi en tal comentario”.–¿Y eso no genera desconfianza en tu entorno? ¿Miedo de que los uses como inspiración para un personaje?–Me parece que no, porque soy bastante cuidadosa. Para empezar, uno al leer nunca va a sospechar que saqué tal rasgo de fulano. Y sobre todo porque no es que yo lo haga con un afán de criticar a la otra persona, sino que tomo rasgos coloridos o curiosos, no necesariamente buenos o malos. No soy un Truman Capote, que terminó peleado con todo su entorno…Posa en familia, con su marido y sus dos hijos, Facundo y Lorenzo. Rosario y Alejandro se casaron en diciembre de 2016 y cuando ella contó su historia de amor en Instagram, se volvió viral. (Joel Nuñez-Smith/)–En tu novela decís que en la vida hay tres amores, dos fallidos o que no fueron y el definitivo. ¿Cuando lo conociste a Alejandro supiste que era el definitivo? ¿Cómo tuviste esta certeza?–No lo puedo explicar mucho sin caer en frases cursis en las que en el fondo tanto no creo, porque nunca fui de creer en el amor a primera vista. Ya había conocido mil tipos buenmozos, no pasó por ahí, fue más bien como una intuición. Diría que fue una intuición a primera vista, más que un amor a primera vista. Y fue como si lo conociera de antes.–Tu heroína tiene algún que otro costado feminista. ¿Vos te considerás feminista?–Soy feminista porque entiendo que todas las cosas que hoy puedo hacer con mucha libertad, léase estudiar, trabajar, ser madre, es gracias a un montón de feministas que en su momento fueron tildadas de locas, enojadas y rebeldes. Sí te puedo decir que no me siento identificada con ciertas olas del feminismo más contemporáneas que, por ahí, abogan por temas con los que yo no concuerdo, pero sí hay toda una línea del feminismo que me parece valiosa y muy necesaria. Y creo que, en ese sentido, mi personaje se parece mucho a lo que yo pienso.–La posibilidad de escribir en cualquier lugar es perfectamente compatible con la vida familiar y con los viajes de Alejandro. ¿Qué pasaría si eso cambiara, si la que tuviera que viajar por tus libros fueras vos?–Yo alguna vez se lo pregunté en chiste y él me dijo: “A mí me encantaría ser un mantenido, así que dale para adelante, nos amoldamos en dos minutos”. [Risas]. ¡Y yo lo cargo y le digo que si llego a ser autora de best sellers le compro seis caballos! Creo que los dos tenemos cierta flexibilidad y podríamos encontrarle la vuelta. Obviamente que es difícil hipotetizar y que su flexibilidad ya no es tanta una vez que asume un compromiso con un patrón, un torneo, un equipo. Pero creo que habría cierta cintura para hacer ambas cosas y la realidad es que cada vez hay más polo en distintas partes del mundo, así que él podría llegar a encontrarle la vuelta. Dicho esto, él está contento con la organización en la que está en este momento, con los Ganzi. Disfruta mucho y está agradecido, entonces me parece que la prioridad sería ver de qué forma podríamos organizarnos como familia sin cambiar mucho su rutina.“Con los chicos me cuesta un montón trabajar con disciplina. Pero cuando tengo que escribir una novela tengo que ponerme en modo talibán de mi organización porque si no, no se sostiene”, cuenta Rosario.
(Joel Nuñez-Smith/)–¿Tenés una rutina para escribir? ¿Cómo hacés con los chicos?–Con los chicos me cuesta un montón, sobre todo desde que nació el segundo, con el primero estaba un poco más canchera. Pero cuando tengo que escribir una novela sí o sí tengo que ponerme en modo talibán de mi organización porque si no, no se sostiene. Sobre todo, porque la experiencia entre una y otra novela fue muy diferente. La primera la hice sola, viendo un poco qué pasaba, y la segunda la hice con mucho orden y me gustó esa forma de trabajar. Si encaro una nueva novela, sí o sí voy a tener que ponerme una rutina bastante disciplinada. Ahora, para lo que es el día a día con mis redes, trato de sobrevivir con dos chicos, las mudanzas, el coronavirus, los jardines que cierran, así que escribo mientras uno duerme la siesta y al otro le pongo media hora de dibujitos. Hago un poco de malabares. Es verdad que Alejandro no tiene una rutina de trabajo de oficina, y por ahí tiene momentos en casa y, como le encanta cocinar, me ayuda mucho con esas cosas. Volviendo a lo del feminismo, es como que sin darme cuenta me enamoré de un hombre feminista que por ahí no lo es desde lo programático, pero lo es desde sus actos, que para mí vale más. Eso es gracias a su madre [Verónica Devoto], que tuvo cinco hijos varones y los educó muy conscientemente de que en la casa trabajamos todos, nada de que las mujeres levantamos los platos y ustedes se quedan de sobremesa. Eso en su casa no pasa y se nota. Él está muy presente en las tareas del hogar.“Creo que hay una línea del feminismo valiosa y muy necesaria, aunque no me siento identificada con ciertas olas más contemporáneas”, confiesa.
(Joel Nuñez-Smith/)La tapa de la revista ¡Hola! de esta semana. (Pilar Bustelo/)

Fuente: La Nación

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CANFORD, Nueva Jersey, EE.UU. (AP) — Las familias y propietarios de negocios afectados por las inundaciones en el noreste de Estados Unidos desechaban pertenencias deterioradas por el agua y retiraban lodo al intensificarse el sábado las labores de limpieza tras los remanentes del huracán Ida, que causó numerosas víctimas.El presidente Joe Biden inspeccionará el martes los daños causados por la tormenta en la Ciudad de Nueva York y Manville, Nueva Jersey, dijo la Casa Blanca.Las banquetas cubiertas de lodo en Cranford, Nueva Jersey, estaban llenas de desechos de lo que antes fue parte del sueño suburbano: artículos domésticos y muebles para la comodidad del hogar reducidos a basura por las súbitas aguas de la tormenta que anegaron casas, vehículos y negocios, y dejaron al menos 50 fallecidos en seis estados del este.Esta comunidad al lado del río Rahway –ordinariamente tranquilo– experimentó una fuerte inundación cuando Ida azotó el noreste con intensas lluvias que dejaron el miércoles y jueves hasta 20 centímetros (8 pulgadas) de agua en algunos lugares.Los principales elementos a eliminar principalmente son estiércol, lodo y aguas residuales.“Las aguas de desecho inundaron nuestro sótano y ahora hay que limpiarlo bien”, dijo Dave Coughlin, uno de los tantos habitantes que sacaban pertenencias arruinadas a su calle próxima al río. Coughlin y su esposa, Christina, decidieron llevar a sus hijos a otra parte mientras continuaban la limpieza.“No quiero que respiren esta porquería ni el olor a cloro”, afirmó.Después de recorrer el sábado un complejo de apartamentos inundado en la orilla del río Raritan en Piscataway, el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, advirtió a los habitantes que tengan cuidado con restos de contaminantes peligrosos.“Hay que considerar lo peor”, dijo. “Quienes estén ahí deben dejar abiertas puertas y ventanas”.Abid Mian considera mudarse de la zona debido a que su vivienda en el complejo de apartamentos quedó anegada por 1,5 metros (5pies) de agua y fue necesario que su familia fuera rescatada en una embarcación.“Incluso en los días buenos antes de esto me llegaban olores malos provenientes del río, una pestilencia. Es la tercera vez que esto sucede en los últimos 10 años”, agregó.Ida tocó tierra en Luisiana el domingo pasado como un poderoso huracán de categoría 4 y se convirtió en la quinta tormenta mas fuerte que azota territorio continental de Estados Unidos.Aunque perdió su categoría de Huracán, Ida avanzó después hacia el norte donde causó fuertes lluvias que rebasaron la capacidad de los sistemas de alcantarillado.La Ciudad de Nueva York registró precipitaciones récord de 7,5 centímetros (3 pulgadas) en una hora y para el jueves habían caído 19 centímetros (7,5 pulgadas), según el Servicio Nacional de Meteorología. Once personas perecieron porque no lograron escapar de las aguas que inundaban rápidamente sus apartamentos ubicados en partes inferiores.

Fuente: La Nación

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CIUDAD DE MÉXICO.- Nadie regresa del exilio. Desde el inicio, todos los retornos nacen fallidos. El viajero lo sabe, en cada vuelta a casa: solo encontrará ausencias, ecos frágiles de lo que ya no está. Por eso vuelve. Es su trampa, desdecir al tiempo. Para el cineasta Juan Carlos Rulfo, hijo del escritor Juan Rulfo, de eso se trata el largo viaje que mantiene desde hace veinte años, con sus idas desde Ciudad de México al sur de Jalisco, donde nació el autor.“Ahí comenzó una especie de búsqueda y de reconocimiento del espacio y de la personalidad de mi padre. Fui a recuperar raíces y entender las propias”, reconoce ahora, en una conversación con LA NACION. A propósito de la noticia de que la novela Pedro Páramo (1955) será adaptada a la pantalla para Netflix, el cineasta tiene un entusiasmo medido. Desde hace tiempo se propuso reconstruir la biografía del paisaje rulfiano y la memoria familiar, que se hizo colectiva por la leyenda de la literatura latinoamericana.“No sé qué pensaría mi padre de mí, pero quiero ir a esos lugares para reconocerlos y redescubrir lo que vio”, dice el cineasta Juan Carlos Rulfo en el primer episodio de la miniserie documental que realizó para Amazon Prime Video (Gentileza/)La vida como recuerdo“Tengo una sola fotografía de mi padre”. Así comienza la serie documental Cien Años con Juan Rulfo, de Juan Carlos Rulfo, disponible en Amazon Prime Video. La imagen muestra una foto en blanco y negro del escritor junto al niño. Detrás, las montañas de Apulco, el pueblo del narrador. Se trata de siete episodios en los que el Rulfo director plasma esos viajes. Actualmente trabaja en otros tres, que se sumarán a los que están.“No sé qué pensaría mi padre de mí, pero quiero ir a esos lugares para reconocerlos y redescubrir lo que vio”, dice en el primer episodio. El documental es el punto de partida al conocimiento más veraz acerca del escritor que sacudió la narrativa con un puñado de universos mágicos, tras los cuales casi desapareció. Y ahonda en las voces que habitaron la mente del escritor para componer las escenas rurales, de tradiciones indígenas y cristianas.Del álbum familiar, una foto de Juan Rulfo en el Nevado de Toluca, volcán de México (Gentileza/)“Eran momentos en los que me dio por viajar -cuenta a LA NACION-. Pasó el tiempo y se fueron acumulando materiales y entrevistas y personalidades que fui encontrando. Amigos, como Eduardo Galeano. Me acabó cazando”, dice sobre el escritor uruguayo. “Personajazo: ahí tengo un corto pendiente por terminar. Fui a Montevideo y estuve una semana en su casa, durante la que me habló de la narrativa de mi padre, sus jugueteos. Ahí encontré las claves de cómo los escritores se amarran para hacer lo suyo. Cumpliéndose diez años de la muerte de Eduardo, quiero hacer un cortito, para regalárselo a Elena, su mujer.”El contacto por parte de Netflix apareció cuando él mismo se cuestionaba si encarar un proyecto relacionado con Pedro Páramo, que tuvo otras adaptaciones. ¿Esta ahí el motor al impulso refrenado? Juan Carlos Rulfo duda. “No sé si soy el más adecuado para hacer Pedro Páramo, porque estoy demasiado cerca. Hay varias maneras de participar, una es a nivel familiar, que tiene que ver con facilitar los derechos y que se llegue a un buen término de contrato. Para eso hay una agencia”. En la actualidad, Rulfo está en la etapa de establecer si participa o no de manera activa. Es cauto: “Depende de las condiciones. Si tienen un equipo completo y me tienen de asesor, no me interesa. No quiero ser responsable de algo que no necesariamente sea muy bueno. Y si sale muy bien a ellos, que les salga muy bien. Pero no porque yo esté a medias, dando mi opinión de lejitos”, dice. “Creo que todavía siguen tratando de definir el formato. Para mi sería muy interesante que fuera una serie. Sé que están buscando escritores. No estoy contando nada escondido, lo único que me dijeron es que iban a sacar este anuncio, que estuviera preparado. Pero yo no tengo mucha participación aún”, dice el director de Del olvido no me acuerdo.Rodrigo García: “Ser el hijo de Gabo tuvo su presión”Huellas de padreFue en 1995 cuando Juan Carlos Rulfo se lanzó a encontrar marcas y paisajes del escritor. “Pero de él como padre. Por eso comencé los trabajos en el sur de Jalisco, donde estaban mi abuelo, mozos, peones y arrieros de lo que fue la hacienda del padre de mi padre”, explica. Por eso también se centra en el lenguaje y la forma de hablar de la gente de Jalisco. “Hay amor y ganas de introducir al espectador a una lectura más entrañable”, explica. Para contar al Rulfo persona, opina su hijo, hay que comenzar por sus cuentos (“así es como fue construida la novela”).Al encuentro de su padre fue cuando éste ya no estaba. Mientras lo tuvo, la vida compartida fue “más corriente de lo común”. “Teníamos un campo, con una huerta, íbamos a cortar peras y manzanas, aguacates, a estar con los perros. El olor a pasto quemado me recuerda mucho a sus días. Quitábamos hierba, hacíamos fogata”, rememora. Las conversaciones giraban en torno a la música, la fotografía, las cámaras. No tanto de literatura. No le gustaba. Era una grosería hablar de literatura en casa. Una conversación sabrosa era hablar de aguacates o porqué poner un árbol en tal lugar. En la huerta, al pie del volcán Popocatépetl, hablar con el señor que nos ayudaba era una delicia. Ahí estaba el sabor, en platicar con la gente”.Juan Rulfo se escurrió muy pronto de la vida de su hijo. Cuando fue a buscarlo, ya no estaba. “A los diez, me gustaba embarrarme en el campo. A los quince, me dio el adolescentazo y me iba con mis amigos por ahí. A los 19 comencé con esas lecturas; tenía 22 cuando murió. Todo lo demás fue en solitario”. La tarea incluyó transcribir inéditos de su padre, poner orden en su estudio, entre sus escritos y su música. “Sus negativos están bien cuidados. Estaban debajo de su cama”, revela el director.Ecos de RulfoEl modo de ser enigmático y casi huidizo de Juan Rulfo agrandó el mito. Hablar con su hijo y ver su documental ayuda a entender que aquella no fue una pose, mucho menos desdén. La vida tenía otras urgencias para el autor El llano en llamas.El escritor también intentó reconstruir una imagen de padre al perderlo, recogiendo testimonios de las personas que lo conocieron. Esas voces pervivieron en su memoria y llegaron a sus relatos. Fue, además, heredero involuntario de parte de la biblioteca del pueblo. El padre de Juan Rulfo ayudaba al cura, Ireneo Monroy, que tenía una colección enorme de literatura (“quizás la que llegaba, después de que se la confiscaban a la gente”). Durante la Guerra Cristera (1926-1929), el enfrentamiento armado en el que lucharon católicos contra las políticas religiosas gubernamentales, el padre de Rulfo fue asesinado. Monroy huyó, pero antes pidió a la familia de Rulfo que le guardara su biblioteca. Juan quedó huérfano a los cinco años. Le quedaron los libros que su padre leía a escondidas.Juan Carlos Rulfo sobre el proyecto de Netflix: “No sé si soy el más adecuado para hacer ‘Pedro Páramo’, porque estoy demasiado cerca. Pero hay varias maneras de participar” (Gentileza/)“Le costó trabajo sobrevivir, a veces no había nada de comer en la casa”, recuerda su hijo. “Vendía llantas en momentos difíciles por los pueblos. Y en ese viaje, le ofrecieron hacer las guías de viaje. Para eso tomó fotos. Cuando vi esas libretas, con fechas y kilometrajes, las conjugué y escogí cinco fotos, que son cinco viajes. Si hago eso, sus textos tienen sentido. Sino, están ahí y no me dicen nada”.El relato de Juan Carlos Rulfo, al igual que su filmografía, es un lugar de compensación. Como los terrenos de la ficción, que están ahí para reparar ausencias.El escritor solía mencionar que su Apulco natal era un pueblo que no aparece en los mapas, “una barranca con calles torcidas”. Con sus registros a largo de dos décadas, su hijo consiguió una cartografía de la memoria, hecha a base de retazos. Como si el mismo Pedro Páramo hubiera estado apuntando aquello que en la novela: “Vamos a estar enterrados mucho tiempo”. Como un viajero, su hijo consiguió también desdecir al tiempo, olvidar de a ratos que la muerte es más larga que la vida.El vínculo con Buenos Aires: un llamado a la solidaridadDurante años, con la esperanza de que formaran parte del documental Cien Años con Juan Rulfo, el hijo del escritor buscó registros del paso de su padre por la Feria del Libro de Buenos Aires, entre los años 1968 y 1974. Después del golpe militar (1976-1982) dejó de ir, aclara. “Sería fantástico recuperar cualquier fotografía, cualquier registro. Bajé la guardia en la búsqueda, pero sigo siendo sensible a encontrar algo”, dice.El encuentro con GaleanoAdemás de los testimonios de la gente de Jalisco, Juan Carlos Rulfo visitó a otros amigos de su padre. Uno de ellos fue Eduardo Galeano. “Me acabó cazando”, dice sobre el escritor uruguayo. “Personajazo: ahí tengo un corto pendiente por terminar. Fui a Montevideo y estuve una semana en su casa, durante la que me habló de la narrativa de mi padre, sus jugueteos. Ahí encontré las claves de cómo los escritores se amarran para hacer lo suyo. Cumpliéndose diez años de la muerte de Eduardo, quiero hacer un cortito, para regalárselo a Elena, su mujer.”

Fuente: La Nación

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CINCINNATI (AP) — Arístides Aquino sacudió un jonrón de tres carreras, Tyler Naquin empujó dos mediante un triple como emergente y los Rojos de Cincinnati derrotaron el sábado 7-4 a los Tigres de Detroit.El garrotazo del dominicano Aquino envió la pelota a los asientos del graderío del jardín izquierdo, para coronar un ataque de cinco carreras en el tercer acto por parte de los Rojos, quienes reaccionaron luego de ser apaleados el viernes por los Tigres. Esa derrota fue la séptima de Cincinnati en 10 juegos.Pese a la mala racha, Cincinnati sigue controlando el segundo pasaje de comodín para la postemporada en la Liga Nacional, por encima de San Diego.Eric Haase disparó un cuadrangular de tres carreras para dar la delantera a los Tigres en el tercer acto. Sin embargo, los Rojos respondieron con su gran inning.Un boleto a Dustin Garneau con las bases llenas en el cuarto episodio redujo la diferencia a una carrera. Sin embargo, Tyler Mahle (11-5) salió del predicamento sin sufrir más daño, gracias al intermedista Jonathan India, quien se deslizó para detener la pelota.India lanzó de inmediato a Derek Hill para poner fin a la entrada.Matthew Boyd (3-7) aceptó siete inatrapables y cinco carreras a lo largo de cuatro innings, para cargar con la derrota.Por los Tigres, los venezolanos Miguel Cabrera de 3-0 con una anotada, Harold Castro de 4-1, Víctor Reyes de 1-0. El dominicano Jeimer Candelario de 3-0.Por los Rojos, los venezolanos Eugenio Suárez de 1-0 con una anotada y una empujada, Asdrúbal Cabrera de 1-0. El dominicano Arístides Aquino de 2-1 con una anotada y tres impulsadas.

Fuente: La Nación

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Todos los grandes nombres que hacen a la historia del teatro argentino pasaron por el Teatro Nacional Cervantes. Desde la A, de Alfredo Alcón, Norma Aleandro, Emilio Alfaro o Elías Alippi; a la Z, de China Zorrilla, Alfredo Zemma o Ciro Zorzoli. Es cierto, hubo también olvidos (como Eduardo Pavlovsky, que fue recordado en 2017). Actores, escenógrafos, dramaturgos, directores, iluminadores, artistas sonoros, productores, directores de la sala, asistentes, técnicos, acomodadores, diseñadores gráficos, empleados administrativos, todos constituyen piezas claves del complejo entramado de esta sala que hoy cumple 100 años de vida. La crónica siguiente –incompleta porque es imposible abarcar todos los hechos y los nombres que habitaron y habitan–, es solo un intento de traer al presente esas voces, sus resonancias y sus derivaciones.La noche fundacional: el glamour en tiempos convulsionados. El Teatro Nacional Cervantes abrió sus puertas de madera con vitraux que dan a la calle Libertad el lunes 5 de septiembre de hace 100 años. En aquel momento no era un teatro nacional. Todo fue producto de empecinamiento, la dedicación, la capacidad de gestión de la actriz española María Guerrero que decidió construir la sala en Buenos Aires. Semejante esfuerzo de esta aristócrata que el público porteño ya admiraba por sus diversas presentaciones en el Odeón tuvo su jornada fundacional con el estreno de La dama boba, que protagonizó ella junto a su marido, Fernando Díaz de Mendoza, ambos al frente de la compañía. Aquello fue, dicen los reportes de la época, una noche que reunió a lo más granado de la cultura y de la política. Pero el país, como suele suceder, venía de tiempos complejos.Hall central del Cervantes. El piso de cerámica traída de Ronda, España, ha sido mudo testigo de infinidad de acontecimientos artísticos, políticos, sociales y gremiales que tuvieron lugar allí (Santiago Cichero/AFV/)A muchos años de aquella noche glamorosa, en 2017, el director y dramaturgo Gustavo Tarrío estrenó un exquisito montaje que circulaba por distintos lugares del impactante edificio histórico. Se llamó La guiada. En la primera escena, a los actores se le sumaban trabajadores de la sala. Empezaba remitiéndose a aquel acto fundacional agregando datos del contexto histórico. “La década del 20, comenzó con una seguidilla de más de 200 huelgas de obreros telefónicos, textiles, metalúrgicos, tranviarios, peluqueros, periodistas, mozos, electricistas y, la auténtica novedad: actores, dramaturgos, maquinistas…”, apuntaba uno de los trabajadores. El texto de Tarrío hacía referencia al movimiento en defensa por los derechos de los trabajadores teatrales que tuvo su pico máximo de tensión en 1919 cuando se realizó la “huelga de brazos y gestos caídos”, denominación muy teatral, que incluyó una manifestación que fue clave en el posterior surgimiento de la Asociación Argentina de Actores. El libro Los productores/historia de empresarios teatrales argentinos de todos los tiempos, editado por Aadet, la entidad que nuclea a los empresarios teatrales de la escena comercial, describe de este modo aquella marcha: “hubo más de un millar de actores y actrices populares, movilizados con pancartas, desfilando, clamando por «la dignidad de la clase artística» y coreando ‘La Marsellesa’”.Huelga “de gestos caídos”, la primera manifestación de los trabajadores teatrales que tuvo lugar dos años antes de la inauguración del CervantesEn lo que se refiere al movimiento teatral porteño, en la década del 20 la ciudad tenía dos millones de habitantes y se vendían 8 millones de entradas al año. Si nos remitimos a datos actuales, para entender la cosa, en la avenida Corrientes y alrededores había unas 40 salas. Actualmente, sólo son 18 las salas de Aadet en esa zona. Y lo de 8 millones de entradas vendidas en un año suena a ciencia ficción.Los ecos de aquella noche. El día anterior al estreno de La dama boba, María Guerrero ofreció una fiesta de beneficencia en la sala organizada por las damas de la sociedad porteña. Hubo baile hasta las 21 con la platea elevada al nivel del escenario. Dicen que se sirvió té, pero es de imaginar que debe haber corrido el champagne. La noche siguiente llegó el turno de la obra de Lope de Vega. “Fue una fiesta grandiosa”, aseguró LA NACION.Kilómetro cero de esta historia: la compañía Guerrero-Díaz de Mendoza inaugura el teatro con La dama boba, de Lope de Vega; la tarde anterior se había realizado un baile en la sala principal que lleva el nombre de María GuerreroDe aquella obra en la que actuaban María Guerrero y Díaz de Mendoza (actor que nunca pasará a la historia por su trabajo en el escenario, pero era el marido de la señora actriz) quedan pocos testimonios en el edificio de Córdoba y Libertad. En el hall, hay una placa (una de las tantas) que da cuenta de aquel acto fundacional de esta historia centenaria. Y en la escalera lateral por la que se accede a los palcos y al Salón Dorado hay un elemento escenográfico que se usó en La dama boba. Se trata de un “palanquín o litera”, especifica un cartel. No es un elemento escenográfico. Era, como el resto de los objetos, un mueble antiguo auténtico al servicio de la ficción.Durante un tiempo, en ese espacio en donde está la vieja y pesada litera se pusieron unas vitrinas cerradas con llave en las cuales, adentro, se acomodaron fotos históricas sobre portarretratos que quedaban parados gracias a esas típicas patas traseras. Todo muy lindo, pero no tanto. Algunas mañanas las fotos aparecían boca abajo contra toda posibilidad de las leyes físicas y el sentido común. No había manera de explicar cómo sucedía eso. Por las dudas, algunos trabajadores de la sala decidieron no pasar más por el lugar.En uno de los tantos espacios que comunican con el palco de la sala principal está el “palanquín o litera”, así lo indica su cartel, que fue usado como elemento escenográfico de La dama boba, que se estrenó hace 100 años… al lado de una alfombra enrollada, sí… (Santiago Cichero/AFV/)El Teatro como espejo del paísLos 100 años del Cervantes parecen tener una perfecta sintonía con los vaivenes del país. Algunos hechos, están íntimamente ligados a procesos culturales, económicos, sociales, políticos y culturales. En perspectiva, los contrapuntos entre el pasado y el presente son evidentes. En otros casos, las historias se repiten.El 10 de marzo de 1927, Alfonsina Storni estrenó El amo del mundo, su primera obra de teatro. Apenas estuvo en cartel tres días. “La crítica la despedazó sin poder comprender su temática feminista”, apunta una investigación de Beatriz Seibel que está disponible en la página del Cervantes. En junio de 1946, en uno de los tantos actos políticos que han tenido lugar en la sala, se realizó la Primera Asamblea Nacional del Movimiento Peronista Femenino que impulsó el voto femenino. En un palco lateral estuvo Eva Perón.Eva Perón en el palco del Cervantes reclamando el voto femeninoEn estos últimos años, la temática de género es algo troncal en el criterio curatorial de la sala. De hecho, hasta hace pocas semanas se estuvo presentando Teoría King Kong, el texto de la escritora francesa Virginie Despentes en el cual relata sus propias experiencias en el mundo patriarcal. En esta segunda versión estuvo representado, alternativamente, por Muriel Santa Ana, María Onetto, Cecilia Roth y Rita Cortese. Tendrá una nueva en el verano, que concluirá el 8 de marzo, Día de la Mujer. A lo largo de la historia del Cervantes como sala estatal, y más allá de dos situaciones ligadas a situaciones interinas, el puesto de dirección general de la sala que depende del Ministerio de Cultura de la Nación una sola vez estuvo ocupado por una mujer. Entre 1964 y 1966, Luisa Vehil fue su directora y fue también la primera actriz del elenco estable de esa institución.El Cervantes, a punto de convertirse en casino o cabaretEn el orden de lo económico y de la gestión cultural, hay escenas que se repiten. Si bien el emprendimiento de María Guerrero y su esposo se inició con una gran fiesta, a los 5 años la sala estaba en bancarrota. Hasta ese momento se realizaban allí más fiestas de la alta sociedad que funciones. El 16 de julio de 1926 el edificio fue a una subasta pública. Corría el rumor de que su destino final era un cabaret o un casino. El sueño se había transformado en una pesadilla.El entonces Presidente de la Nación era Marcelo Torcuato de Alvear, que dispuso que el Banco de la Nación adquiriese el teatro de María Guerrero. Así fue como el 16 de septiembre de 1926, el Cervantes se convirtió en propiedad de los argentinos. Claro que recién, en 1936, la Comisión Nacional de Cultura se hizo cargo del edificio. Desde aquel momento, tiene el privilegio (o la marca del centralismo porteño que no ha variado en estas décadas más allá de los cambios políticos en la Casa Rosada) de ser la única sala de teatro que depende del Gobierno nacional. Quien asumió la dirección y la organización de la Comedia Nacional fue el actor y director Antonio Cunill Cabanellas, pieza clave de todo este entramado.Los camarines de Cervantes llevan los nombres de actores emblemáticos que los han habitado. Ángel Magaña e Iris Marga son algunos de los actores que formaron parte de la Comedia Nacional, que dirigía Antonio Cunill Cabanellas (Santiago Cichero/AFV/)El debut del Teatro Cervantes como organismo nacional se produjo la noche del 24 de abril de 1936 con la obra Locos de verano, de Gregorio de Laferrère. El dream team de intérpretes que conformaron la Comedia en aquellos tiempos lo conformaron, entre otros, Iris Marga, Eva Franco, Niní Gambier, Maruja Gil Quesada, Luisa Vehil, Francisco Petrone, Guillermo Battaglia, Santiago Arrieta, Homero Cárpena, Ángel Magaña y Santiago Gómez Cou. En la dirección de la Comedia se alternaron nombres como Armando Discépolo, Elías Alippi y Enrique De Rosas.La noche trágica: el incendioEl 10 de agosto de 1961 un incendio destruyó gran parte de las instalaciones del Teatro Nacional Cervantes. La pérdida no fue total gracias a la intervención del secretario técnico Víctor Roo, quien accionó el telón de seguridad. El Ministerio de Educación y Justicia aprobó entonces la reconstrucción y remodelación del teatro. Los trabajos se desarrollaron en una superficie de más de 10 mil metros cuadrados e incluyeron además, la construcción de un edificio sobre la avenida Córdoba que quedó incorporado al viejo edificio. Lo realizó el estudio del famoso arquitecto Mario Roberto Álvarez.La noche trágica, la del incendio de la sala en la que un trabajador de sala, Víctor Roo, logró accionar el telón cortafuego que impidió que el fuego arrasara con la sala principalAsí como un trabajador de la sala salvó al Cervantes de su destrucción, ese sentido de responsabilidad por parte de los empleados de la sala sigue latente. Cuentan que una vez, para uno de los tantos actos políticos que se realizaron allí, fue un funcionario acompañado de sus cuatro grandotes de custodia. Estando en el escenario, y como el acto venía con demora, el señor de traje en cuestión intentó encender un cigarrillo. Los cuatro grandotes no pudieron detener a un grupo de trabajadores que, inmediatamente, se lo hicieron apagar de inmediato.Ahora bien, lo del incendio del Cervantes admite otras lecturas, otra posible deriva. Mientras se iniciaba la reconstrucción de la sala de Córdoba y Libertad, en la avenida Corrientes 1530 se estaba construyendo el Teatro San Martín que era, también, una obra del arquitecto Mario Roberto Álvarez junto Macedonio Ruiz. Según las promesas oficiales, ese trabajo venía tan demorado que se creó el Movimiento Pro Habilitación del Teatro, formado por artistas como Luisa Vehil, Lola Membrives y Luis Arata. Ante la presión ejercida, el 25 de mayo de 1960 se inauguró el Teatro San Martín. Pero, en verdad, fue para la foto, para la política. Recién quince meses después de esa otra fecha fundaciones se estrenó La doncella prodigiosa, de Alberto de Zavalía. ¿A cargo de quien? Del elenco de la Comedia del Cervantes, con Delia Garcés como actriz invitada. Fue, tal vez, el momento de mayor sincronía entre las dos salas públicas de la ciudad que, ambas, dependían del trabajo del mismo famoso arquitecto.Festejos en tiempos de barbijosCuando Rubén D’Audia y Sebastián Blutrach, director general del Cervantes y encargado de la programación, respectivamente, asumieron a principios de 2020 no tuvieron en cuenta el “detalle” de la pandemia. Habían decidido estrenar La comedia es peligrosa, la obra que está dirigiendo Ciro Zorzoli en base a un texto de Gonzalo Demaría. Todo cerraba, pero fue toda la actividad escénica la que tuvo que cerrar. La pandemia impuso su lógica. “Lo ideal hubiera sido festejar con el estreno, pero la realidad se impone a los deseos y la planificación”, asegura Blutrach en la oficina del quinto piso en donde funciona la dirección del Cervantes.Rubén D’Audia, director general del Cervantes, y Sebastián Blutrach, encargado de la programación, en la puerta el edificio que fue declarado Monumento Histórico Nacional (Santiago Cichero/AFV/)Hoy habrá un acto cerrado para gente de la cultura, funcionarios y personalidades que incluirá una muestra fotográfica. Dentro de la sala María Guerrero se podrá disfrutar de una propuesta multimedia creada para la ocasión como un mapping sobre el techo de la sala que remite a la tela original del pintor Salvador Alarma que quedó muy dañada por el incendio de 1961. La propuesta cuenta la dirección general de Juan Parodi y las actuaciones de María Merlino, Marcos Montes y Vanesa Maja. También se presentará un fragmento de la primera pieza teatral estrenada en el Cervantes, La dama boba de Lope de Vega, a cargo de la compañía de Teatro Clásico, que dirige Santiago Doria. “Hay hitos históricos concretos pero lo que nos interesa es reparar en las tensiones que se generaron en estos 100 años, tensiones que no necesariamente están resueltas, pero que nos parece importante poner sobre la mesa”, dice su actual director.Un trabajador histórico de la sala históricaEnrique Iturralde trabaja en el sector de prensa del Teatro desde hace 30 años. O sea, un histórico de esta usina de ficción que cuenta con alrededor de 300 empleados y talleres propios de vestuario, escenografía y de luces. Iturralde es, también, un talentoso actor. De esta inmensa mole que posee 3 subsuelos, 11 pisos y tres salas (María Guerrero, con 880 butacas; la Orestes Caviglia, en donde funcionaba un bar y que desde 1996 se transformó en una sala para 150 espectadores; y la Luisa Vehil, con 120 butacas) su lugar preferido es la platea, no importa de qué sala. “Ver ensayos es algo que me apasiona. Nuestro trabajo es tomar contacto con los artistas en el momento más duro de las producciones, en esos últimos 20 días en lo que se está afilando todos los detalles”, reconoce quien forma parte del equipo de prensa de la sala.Camarín de la sala Orestes Caviglia, la sala que se instaló en donde antiguamente funcionaba una confitería con vista a la Plaza Lavalle (Santiago Cichero/AFV/)En su tarea, la noche del estreno es cuando se topa con esa sensación de estar al borde del estrés en medio de una noche que es todo un “combo de susceptibilidades”. “Todos son personalidades –reconoce–. Desde el crítico de LA NACION a la mamá del actor principal que no escucha”. En medio de ese campo de susceptibilidades, se cometen errores. Cuando China Zorrilla estrenó allí, en1995, La pulga en la oreja, que protagonizaban Soledad Silveyra, Carlos Calvo y Gianni Lunadei, la gran actriz y directora uruguaya le pidió a Enrique solamente dos entradas para unos amigos con los que tenía la rutina de tomar el té una vez por semana. “Pero en fila dos, porque son personas mayores”, le solicitó China. Cosas del caos, terminaron en el paraíso. A la semana, la bella dama lo llamó. “No escucharon ni vieron nada, son personas mayores”, le dijo de la manera más amorosa. Volvieron. Tuvieron sus dos entradas en la fila dos, al centro. Esa semana, por fin, tomaron el té pudiendo comentar la obra de China que ahora sí habían podido ver.Tiempo de la dictadura: luces en tiempos de sombrasAsí como Kive Staiff fue director del Teatro San Martín durante toda la última dictadura militar, durante ese período el Cervantes también tuvo un único director: Rodolfo Graziano. En un adelanto del libro Un obrero del teatro, que está por publicar el Instituto Nacional del Teatro (INT), el director repasa ese complejo período durante el cual la programación tuvo una amplia repercusión de público. “Solo exigí plena libertad de acción tanto con las obras para representar como con los actores para convocar. Y debo decir que durante los ocho años de mi gestión todo se cumplió a rajatabla”, explica. En su momento, se lo criticó porque la mayoría de las obras las dirigía él. Graziano asegura que durante un tiempo fue así “porque el dinero no era suficiente para pagar a otros directores”.El único teatro nacional que atiende en la gran ciudadEn la época que el Cervantes lo dirigía Narciso Ibáñez Menta ya se realizaron giras por el interior del país. Durante la gestión de Rodolfo Graziano, tiempos de la dictadura, algunos espectáculos se estrenaron directamente en las provincias para luego llegar a sala de Córdoba y Libertad. La puesta de Martín Fierro, con Raúl Lavié, Walter Santa Ana y Onofre Lovero, entre otros; hizo gira nacional y se presentó tanto en Montevideo como La Paz. Edipo rey, con Walter Santa Ana, Perla Santalla y Onofre Lovero, se presentó Río Cuarto, Mendoza, Corrientes, San Nicolás, Mar del Plata, Posadas, Rafaela, Santa Fe y Rosario (otros tiempos). Desde 1985 a 1990, la Fiesta Nacional del Teatro se realizó en el Cervantes (a partir de ese momento, el encuentro que organiza el INT comenzó a girar por las provincias). A mediados de los noventa, cuando asumió la dirección Osvaldo Dragún, tiempo en que la sala obtuvo su autarquía administrativa y que el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional, el Cervantes fue receptor de varias obras del interior como de elencos latinoamericanos.Tiempo de conflictos: Lydia Lamaison, Patricio Contreras, Eduardo Blanco y Enrique Liporace reclaman la reapertura de la salaPero a mediados de 2000 hubo un largo conflicto político/sindical que tuvo a la sala paralizada. Aquel hecho se convirtió en motor de una política cultural. En 2006, la dirección estaba a cargo de Julio Baccaro, acompañado por Eva Halac. Ante la sala cerrada, el conflicto tuvo una deriva creativa: se creó el Programa Federal que surgió como respuesta al cese de actividades que mantuvo el teatro cerrado, ante el reclamo de los trabajadores por la incorporación de un escalafón de jerarquización técnico que finalmente fue aprobado en las discusiones paritarias de 2007. Gracias a dicho programa se realizaron producciones, con elencos mixtos, en distintas ciudades del país.Esa iniciativa, a lo largo de las gestiones siguientes (Rubens Correa, Alejandro Tantanián y la actual) tuvieron y tienen su continuidad como sus reformulaciones. De hecho, este año ya se estrenaron espectáculos gestionados por el Cervantes en la ciudad de Jujuy y faltan los de Esquel y Bahía Blanca. Durante el verano, La comedia peligrosa, que se estrenará el mes próximo, se presentará en el Auditorium de Mar del Plata.Foto de la noche del estreno de 2017 de Tio Vania, en Lago Puelo, a cargo de la Compañía Teatro Casero. Una Chéjov patagónico como parte del plan en las provincias (Mauricio Cáceres y Gustavo Gorrini/)Claro que la relación entre la sala porteña y las provincias está marcada por tensiones permanentes. “Uno de los aspectos no resueltos en esta larga historia es el lugar que ocupa del Cervantes en todo el territorio del país”, interpreta Rubén D’Audia, el director general de la sala nacional plagada de marcas, tanto en su arquitectura como en su nombre, vinculadas con lo español. “El desafío es, más allá de la lógica de las giras, ver cómo generar sedes itinerantes que produzcan focos de producción por fuera de la centralidad porteña –suma su opinión Sebastián Blutrach–. No nos podemos hacernos los distraídos. Debemos ir a donde falta actividad teatral, no hacia donde ya hay”.Soledad Silveyra, en primera persona“He pasado en el Cervantes los momentos más gloriosos de mi vida. He vivido de todo ahí. Trabajé con Robert Sturua haciendo el personaje de la muda de Madre coraje, con la genia de Cipe Lincovsky. Eso fue inolvidable y ese personaje lo llevaré siempre en mi corazón. Luego vino La pulga en la oreja, con dirección de China Zorrilla, que fue un exitazo infernal. Y lo último que hice fue Teoría King Kong, dirigida por Claudio Tolcachir, que siento que fue un laburo muy lindo. Actuar en el Cervantes es entrar a la historia, es pertenecer… Yo le estoy muy agradecida a todos aquellos que me convocaron –apunta la actriz de tanto éxitos–. A lo largo de mi trayectoria siento que esa sala me ha dado un lugar, me ha reconocido. En las tres veces que me convocaron me sentí plena”.En La pulga en la oreja, Soledad Silveyra trabajó junto a Carlos Andrés Calvo y Gianni Lunadei; para ella, “actuar en el Cervantes es entrar a la historia, es pertenecer…”Pero al pasar, agrega un aspecto tratado en esta historia: “Pediría que se federalice más, que sus espectáculos salgan a las provincias”.Una supermujer entre un hombre y un superhombreLa temporada 1960 se abrió en abril con Locos de verano, de Gregorio de Laferrère dirigida por Armando Discépolo. En julio de ese mimo año, el montaje de la obra de Bernard Shaw Hombre y superhombre motivó un conflicto entre Orestes Caviglia, el que era director de la sala, con las autoridades nacionales que presidía Arturo Frondizi. El Teatro había propuesto a Inda Ledesma para el papel protagónico, incorporándola así a la Comedia Argentina. Del elenco también formaban parte Ernesto Bianco, Milagros de la Vega, Jorge Rivera López y la escenografía y el vestuario eran de Saulo Benavente.En 1960, el poder político de turno cuestionó la presencia de la actriz Inda Ledesma en Hombre y superhombre. Como respuesta, Caviglia y todo el elenco dejaron el Teatro La designación de la actriz no cayó bien al poder político. El conflicto escaló de tal manera que determinó el alejamiento no sólo de Caviglia sino de todo el elenco. “Defenderé como ciudadano y como funcionario a instituciones que hacen la esencia de nuestro país y a la cultura de Occidente”, deslizó en su oportunidad el director de Cultura de Gobierno nacional en alusión a la ideología de la actriz. Inda Ledesma, en los setenta, fue una de las tantas actrices amenazada por la Triple A. Pocos días después de aquel hecho que implicó el portazo de Caviglia, Narciso Ibáñez Menta asumió la dirección de la sala.Un palco vacío y un director que superó la grietaEn la dirección del Cervantes pasaron hombres y mujeres claves de la escena. El listado, incompleto, incluye también a Patricio Esteve, Osvaldo Bonet, Ricardo Halac y Emilio Alfaro. En la historia de los directores del Cervantes Rubens Correa es un rara avis: “sobrevivió” a tres Presidentes (Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri) y a cuatro encargados de Cultura de la Nación. Cuando en 2007 asumió la dirección de la histórica sala, el Cervantes tuvo 5.452 espectadores. Su último año de gestión, 220.597. Aunque el Cervantes tiene su palco presidencial, Correa solamente saludó a Néstor y Cristina Kirchner en actos protocolares que tuvieron lugar en la sala. A Mauricio Macri, no. “Nunca lo vi en el Cervantes”, recordaba en un reportaje de julio de 2016 a días de dejar el despacho que había ocupado desde, casi, una década.La otra cara del Cervantes: en su Patio Andaluz, que alguna vez tuvo sus azulejos, se iban a construir dos salas experimentales para reemplazara a las dos teatros más pequeños. El proyecto no prosperó (Santiago Cichero/AFV/)Actualmente, el palco presidencial está en etapa de arreglos. Con vaivenes, la renovación tecnológica de la sala y la puesta a punto de su edificio es una constante. En 2018, Alejandro Tantanián anunció la construcción de dos salas experimentales en el Patio Andaluz, ubicado en el cuarto piso. El proyecto no prosperó.El Cervantes se construyó en 3 años. La reparación de la fachada demandó 11. En mayo de 2007, por una caída de mampostería de fachada sobre la avenida Córdoba se realizó una denuncia. La Dirección Nacional de Arquitectura puso un vallado, primero; y andamios, después. Se prometió su reparación, que no sucedió. El gobierno español invirtió 250 mil dólares en el estudio de la fachada. El resultado estuvo, pero la obra no empezó. Hubo promesas, licitaciones que se caían, cambios de autoridades, nuevos presidentes. “Llegó la hora de que el Cervantes recupere su esplendor”, dijo un ministro de Cultura en 2009. Pero tampoco sucedió y hubo que cambiar los andamios porque se habían oxidado.La fachada que reproduce en todos sus detalles a la de la Universidad de Alcalá de Henares y que los arquitectos españoles Fernando Aranda y Emilio Repetto imaginaron a todo el teatro “no sólo una sala de espectáculos sino como un monumento de belleza a la gloria del arte español”, volvió a lucir con todo su esplendor a fines de 2018. La recuperación de la fachada demandó 11 años. La reparación de la sala luego del incendio y la construcción de su nuevo sector, 7 años. La construcción de toda la sala inaugurada en 1921, demandó tres. Y, casi al pasar, se puede sumar un “detalle” en lo que hizo a la construcción este edificio emblemático: de Valencia, llegaron los azulejos y damascos; de Tarragona, las losetas rojas para el piso; de Ronda, las puertas de los palcos copiadas de una vieja sacristía; de Sevilla, las butacas del patio, bargueños, espejos y herrajes; de Lucena, candiles, lámparas, faroles; de Barcelona, la pintura al fresco para el techo del teatro; y de Madrid, los cortinados, tapices y el telón de boca bordado en seda y oro. O sea, un rompecabezas de armado bastante complejo.Durante más de una década la fachada del edificio histórico estuvo cubierta por andamios. Año tras año, diversas administraciones nacionales prometieron reparar el frente; la obra recién se terminó en 2018 (silvana colombo/)La escena internacional en el teatro nacionalSi en tiempos de gestión privada la sala albergó a varias compañías españolas, ya como sala nacional la presencia de compañías internacionales, con alternancias, fue parte de la programación del Cervantes. Dentro de ese panorama queda el recuerdo la presentación del Théatre Française, encabezada por Madelaine Renaud y Jean Louis Barrault. De hecho, en la entrada a la oficina de dirección de la sala está el afiche. Y otro motivo para recordar aquella presentación: a la mañana siguiente se produjo el incendio del Cervantes.Alfredo Alcón, en La Vida de Eduardo II de Inglaterra, que contó con dirección del catalán Lluis Pasqual. Aquellas pocas funciones de 1984 pasaron a la historia de la salaMucho más acá en la línea histórica, y sin poder abarcar cada grupo extranjero porque sería imposible para un diario, en 1984 el gran director catalán Lluis Pasqual presentó La vida del Rey Eduardo II de Inglaterra, de Marlowe-Brecht, que protagonizó Alfredo Alcón con Antonio Banderas y un numeroso elenco. En aquella oportunidad, el patio de la platea se convirtió en el espacio escénico. Aunque fueron escasas funciones, esa puesta quedó en el imaginario del público, pero también tuvo sus consecuencias un tanto domésticas. Es que el piso de la platea se había cubierto de arena. Cuando muchos años después se hizo un arreglo allí se encontró que todavía quedaban restos de arena desparramada por el lugar.En 1987, se presentó el primer espectáculo de Eugenio Barba, el fundador del Odín Teatret, con El evangelio de Oxyrhincus. También la platea de la sala María Guerrero se levantó completamente para recrear el espacio que el espectáculo requería en un procedimiento similar a cuando Alejandro Tantanián montó Sagrado bosque de monstruos, con la actuación de Marilú Marini. Esa misma temporada de 1987, el grupo TSE de Alfredo Arias, presentó Le jeu de l’amour et du hasard, con Marini y Facundo Bo. Fue la primera presentación de esa compañía en Buenos Aires. Para la noche del estreno estuvo presente lo más granado del ámbito cultural (algo similar sucedió cuando Tantanián se presentó en sociedad como director general de la sala). En 1988, el director georgiano Robert Sturua montó su recordada versión de Madre Coraje que protagonizaron Cipe Lincovsky y Soledad Silveyra. Esa misma puesta viajó a los festivales de Caracas y de Bogotá. En 1992, volvió Lluis Pasqual. Esa vez fue con Tirano Banderas, de Ramón del Valle-Inclán. Del elenco internacional formaron parte Patricio Contreras, Leonor Manso, Lautaro Murúa y Walter Vidarte. Dos temporadas después, el Teatro Mladinsko, de Eslovenia, presentó Sherezada, con puesta de Tomaz Pandur. Como signo de los tiempos, buena parte de estos títulos coincidieron cuando al Teatro San Martín también llegaban grandes nombres de la escena mundial.Consagrados, populares y emergentesAsí como Alfredo Zemma convocó a Darío Vittori para protagonizar Cremona o Graziano llamó Rodolfo Bebán y Claudio García Satur para Un guapo del 900 o Marcial Di Fonzo Bo decidió que Benjamín Vicuña hiciera de Evita en el texto de Copi; la convocatoria de actores y actrices se permitió otro tipo de apuestas, de variantes. De hecho, Batato Barea trabajó en la sala dirigido por Juan Carlos Gené; Humberto Tortonese, en una puesta de Alberto Ure; Diego Capusotto, en un trabajo que dirigieron Albertina Carri y Analía Couceyro; Alejandra Radano, en un espectáculo de Hugo Midón y Alejandro Urdapilleta, por Augusto Fernandes, en la recordada puesta de El relámpago.La terquedad, de Rafael Spregelburd y un notable elenco, fue uno de los tantos espectáculos que, en la historia de sala, se dio el lujo de poner su cartel de entradas agotadasY así como las diversas versiones de El conventillo de la paloma, de Alberto Vaccarezza, siempre fueron un éxito, un montaje como la La terquedad, de Rafael Spregelburd, se coló en el top five de las obras con mayor ocupación de sala en la historia (de la que hay estadísticas) del Complejo Teatral y de la sala nacional, las dos grandes salas públicas de Buenos Aires“Actuar en el Cervantes es entrar a la historia”, dice Soledad Silveyra sobre esta historia que celebra hoy sus 100 años. En aquel montaje de Gustavo Tarrío que se llamó La guiada, Milva, un trabajadora de la sala, traía a colación un comentario de Betty, otra trabajadora del teatro: “Vos podés pensar la historia del arte como ir a un supermercado. Pero acá se cocina el estofado”. Esta gran cocina del teatro argentino hoy está de festejo.

Fuente: La Nación

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Desde chica, Adriana Ugarte tenía un gran sueño: ser actriz. “Solo me dijeron que fuera despacio, que estudiara teatro mientras iba al cole. La premisa era estudiar”, recordó quien siguiendo el consejo de sus padres compaginó sus clases de interpretación y danza con la carrera de Filosofía.Dicen que con constancia, disciplina y esfuerzo los sueños se cumplen y Ugarte parece ser un claro ejemplo de ello. Hoy, a sus 36 años, esta española de sonrisa hipnótica es considerada una de las mejores actrices de su generación y la dificultad para encontrar un hueco libre en su agenda es prueba de ello.Qué es de la vida de Agustina Posse, la protagonista de Montaña rusa, otra vueltaA sus espaldas, más de una veintena de títulos dan muestra de su magnetismo y versatilidad a la hora de encarnar cada rol. Uno de los más recordados es el de Sira Quiroga en El tiempo entre costuras, la adaptación televisiva del best seller de María Dueñas. Definitivamente, este papel -para el que se inspiró en su abuela (“la costurera de mi vida”, según reconoció)- hizo que todos comenzaran a hablar de ella, hasta el propio Pedro Almodóvar que tiempo después la eligió como una de “sus chicas” para protagonizar Julieta.Emma Suárez y Adriana Ugarte escoltan al director en la presentación de su filmNo pasó mucho tiempo para que su nombre traspasara las fronteras y se volviera cada vez más popular. Palmeras en la nieve, Durante la tormenta y Hache (la serie donde le da vida a una prostituta que termina involucrada con el narcotráfico) le abrieron las puertas de un mercado internacional con fanáticos y seguidores en todo el mundo.Dueña de un carisma y talento innegable, esta madrileña ha demostrado que no tiene techo y que puede brillar tanto en papeles de época como en aquellos que proponen temas más polémicos y controversiales en la sociedad. Tal es el caso de Parot, la serie española que acaba de estrenarse en Latinoamérica por Paramount+, y donde Ugarte se pone en la piel de la oficial Isabel Mora, una policía con un pasado que la atormenta y un presente que la inquieta.“Este thriller está contextualizado en la España de 2013 cuando ocurre la derogación de la Doctrina Parot y un centenar de asesinos, terroristas y violadores son liberados antes de que cumplan sus condenas. La historia comienza cuando estos presos empiezan a ser asesinados de la misma forma que lo fueron sus víctimas”, le reveló a LA NACION quien, a lo largo de estos 10 capítulos, tendrá una doble tarea: atrapar a quien está detrás de estos crímenes y enfrentarse a su propio violador, que acaba de ser liberado entre estos delincuentes.-¿Qué fue lo que más te atrapó de este proyecto?-Parot tiene tres cosas que son esenciales para mí a la hora de involucrarme en un proyecto: los guiones (que me parecen muy potentes), quienes los dirigen (nunca había trabajado con Pilar Nadal, Rafa Montesinos y Gustavo Ron pero había visto varias cosas suyas) y el reparto (con los que al final terminas de crear tu personaje). Esos tres elementos me llamaban a sumergirme en esta historia que, a su vez, reúne temas controvertidos como la violencia de género, la reinserción de los presos en la sociedad y las crisis agudas de ansiedad. Creo que la serie pone sobre la mesa distintos puntos de debate, profundiza en cada perspectiva y deja la puerta abierta para que cada uno se posicione, sin darle una lección de vida a nadie y eso me parecía muy interesante.-Hablemos de tu personaje y la ambigüedad que lo atraviesa. Por un lado, intentará hacer justicia y por otro, esconder que ella también es una de esas víctimas…-Esa ambigüedad es sumamente interesante. Isabel Mora es la policía que intentará descubrir quién está detrás de todos estos asesinatos. Externamente, se muestra fría, autosuficiente y soberbia, pero por dentro está dolida y es incapaz de hablar de su trauma, producto de una violación que sufrió cuando era adolescente por parte de uno de estos presos que liberan. El personaje estaba planteado con muchas capas, que a mí me resultaron muy atractivas.Isabel Mora deberá descubrir quién está detrás de los asesinatos de presos, en Parot (Manuel Fiestas Moreno/)-¿Te basaste en testimonios reales a la hora de construirlo?-Por supuesto que me documenté. Durante todo el rodaje, vi muchas entrevistas de mujeres que han sido abusadas físicamente, todas me interesaban y enriquecían el camino. En esa investigación, traté de sacar un común denominador entre distintos países, edades y épocas, y la vergüenza, la culpabilidad, el miedo y la necesidad de negar lo sucedido eran un elemento bastante común. Y este último punto me interesó para definir a Isabel, que piensa que negando el dolor y el trauma puede vivir más feliz. Sin embargo, a la larga no es lo más recomendable porque eso se transforma en una crisis de ansiedad que va a sufrir este personaje durante toda la serie. Curiosamente, cuando estás conectada con este tipo de historias empiezan a aparecer muchas cosas que uno por ahí tenía ocultas, te volvés más perceptiva.-¿A qué te referís? ¿Alguna vez sufriste alguna situación parecida?-No, pero me sirvió para preguntarme qué situaciones en mi vida habían sido irregulares. Yo afortunadamente no he sufrido una violación, pero sí he sufrido situaciones de abuso de poder por parte de la otra persona y no tendrían que haber sucedido y seguramente pasó porque soy mujer, si hubiera sido hombre no me hubiera pasado. Entonces esto te hace replantearte también tu biografía y cuántas situaciones pasaste por alto que dijiste “son bromas”, “es un desliz”, y en realidad no tiene por qué ser así. Me fastidia, me duele, así que estoy alerta, atenta. Por suerte, vivimos en un contexto que se está creando un escenario para poder hablar de estos temas sin que sean un tabú.-¿Qué esperás que pase con esta serie?-Creo que todos los que somos intérpretes queremos que nuestros proyectos, en mayor o en menor medida, produzcan cambios, que generen impacto en la realidad. Que la ficción no se quede solo en una especie de burbuja flotando en el aire sino que sirva para generar cambios sociales o para generar cambios personales. Que te haga replantearte acerca de tu propia existencia o sobre cómo llevas tus propios traumas, para mí eso ya es un impacto social. Me encantaría que eso suceda.En la serie, Isabel Mora deberá enfrentarse a su violador que es liberado por la anulación de la doctrina Parot (Manuel Fiestas Moreno/)-Parot habla de la violencia machista, el abuso, la reinserción de los presos en la sociedad, ¿se siente un mayor riesgo o compromiso a la hora de abordar estos temas?-Definitivamente. Mi personaje además de haber sido abusado está en el día a día lidiando con crisis constantes de ansiedad, un tema que acá en España hoy sigue siendo tabú. Por ejemplo, en la Argentina hablan de ir al psicoanalista o al terapeuta desde hace muchísimos años, aquí en España todavía no lo decimos tranquilamente. Es como que está mal, estás loco en cambio allá el que no va a terapia es un irresponsable (risas). En definitiva, son cosas que nos pasan a todo el mundo, pero aquí se silencian. Por eso para mí era un reto trabajar en un personaje así. Mostrar un poco el día a día de una persona así, tratar los traumas, el tema de medicación sí o medicación no a la hora de tratar la ansiedad.-¿Hacés terapia?-Sí, claro. La terapia me ayuda mucho a salir de los personajes, a recoger lo que haya sido útil y decirle no a lo que no soy yo. En este caso, fue un gran trabajo diario para despegarme de esa ansiedad que no era la mía.-¿Eso fue lo más difícil de interpretar a Isabel?-Creo que sí, porque es un personaje que por su dolor me llevaba constantemente al desgarro y a la emocionalidad externa. Por eso me pareció importante contenerla, trabajar una cara más fría y más hermética en vez de estar tan a flor de piel.Debido a los traumas no resueltos del pasado, la oficial Mora deberá lidiar con crisis de ansiedad constantes (Manuel Fiestas Moreno/)-Con el paso del tiempo, te vimos encarnar personajes cada vez más comprometidos… ¿Qué tiene que tener un proyecto para que digas que sí?-En mi caso, el guion es sumamente importante. Creo que es importante que vibres con la manera de contar una historia, que estés cómodo en cómo se transmite, que la manera de llegar al espectador sea clara y honesta. Si ves que el guion no plasma de una manera rigurosa lo que pasó o ves que quiere manipular al espectador y tú no estás de acuerdo con esa estrategia es mejor que no formes parte del proyecto y que no te involucres. Ya vendrá algo mejor.-¿Hacia dónde te gustaría ir con tu carrera?-Me gustaría caminar hacia personajes más desnudos. Si de repente el día de mañana me proponen un papel sumamente superficial, pero que con esa banalidad está tapando un dolor extremo me parece súper interesante. Me gustaría trabajar con directores que estén muy decididos a explorar en la profundidad de ese ser, sea cual sea el personaje.¿Te ves dirigiendo en algún momento?-Me encantaría, pero me da mucho miedo. Dirigir es muy heavy (risas).

Fuente: La Nación

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Cristian Kily González va en un subibaja. Cuestionado y amado, de casi afuera del club a confirmado para ser idolatrado, a las dudas y a las certezas. Un eterno loop desde que asumió en Rosario Central.El equipo está armado a imagen y semejanza del entrenador. Intenso, a veces desordenado, corredor, y con el buen pie suficiente para desnivelar. Pero ha conseguido poner detrás de si a sus jugadores. El ex Boca, Gastón Avila fue directamente a gritar su gol con el entrenador, que lo recibió dentro del campo de juego. Así lo vive.Gastón Avila le fue a dedicar el gol que marcó con la camiseta de Rosario Central ante Boca a su DT, Crisitan Kily González (Prensa Rosario Central/)La derrota ante Boca por 2-1 y sobre el final, por la 10° fecha del Torneo 2021, frena la recuperación que traía desde el empate con Newell’s (1-1) y las dos victorias apabullantes ante Arsenal (4-0) y Central Córdoba (4-2). Y no dejó de ser un calco del andar el equipo. Un comienzo a pura intensidad y presión, casi como una tromba y con el correr de los minutos, la caída en el rendimiento.Mas allá de la impronta del entrenador, un fanático además del club, los números no le sonríen. En total dirigió 45 partidos, ganó 17, empató 8 y perdió 20. En el actual torneo sumó apenas diez puntos en diez encuentros, de los cuales perdió seis.Lo mejor de Rosario Central ante BocaEl hincha reparte su apoyo por lo que el Kily González fue como ídolo, pero cuestiona duramente sus decisiones al frente del equipo.El entrenador canalla se fue molesto por la derrota pero más que conforme por lo hecho por sus jugadores. “No merecimos perder, le perdonamos la vida a Boca y ganaron injustamente. Fuimos al frente, protagonistas todo el partido y le generamos situaciones”, destacó.Kily González (SEBASTIAO MOREIRA/)También tuvo palabras de elogio para su rival: “enfrentamos a un Boca que puede formar dos equipos y que tiene gran jerarquía. Estuvimos a la altura, pero lamentablemente perdimos”, agregó.Sobre el andar irregular de su equipo se defendió con su habitual firmeza: “Ni antes éramos los mejores ni ahora los peores. Mi equipo va al frente, asume riesgos. La gente tiene que estar representada con este equipo”.

Fuente: La Nación

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MILWAUKEE (AP) — Adrian Houser logró su primera blanqueada como profesional, con pelota de tres hits, para conducir el sábado a los Cerveceros de Milwaukee hacia una victoria por 4-0 sobre los Cardenales de San Luis.Houser (8-6) no permitió corredores en base hasta que Nolan Arenado abrió la quinta entrada con un sencillo. El derecho de 28 años ponchó a siete, no regaló ningún boleto y blanqueó a los Cardenales, que buscan un boleto de playoffs, en una faena de 100 lanzamientos.Se trató de la 51ra apertura de Houser en las Grandes Ligas —también fue abridor 114 veces durante su carrera en las menores, que inició en la organización de Houston.El mexicano Luis Urías abrió la primera entrada por Milwaukee con su 19no jonrón, la única carrera que necesitaron Houser y los líderes de la Central de la Liga Nacional.Kwang Hyun Kim (6-7) había mantenido a Milwaukee con dos carreras en 17 1/3 entradas a lo largo de tres aperturas, pero ahora recibió el doble en apenas dos entradas.Por los Cardenales, el puertorriqueño Yadier Molina de 3-0. El panameño Edmundo Sosa de 3-0.Por los Cerveceros, el mexicano Luis Urías de 4-2 con una anotada y dos remolcadas. El dominicano Willy Adames de 3-3. El venezolano Eduardo Escobar de 3-1.

Fuente: La Nación

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Cada partido que Boca atraviesa con Sebastián Battaglia al mando (el de anoche, ante Rosario Central, fue el cuarto), la realidad pisa muy firme en un puesto que tiene tres posturas. No en el cuerpo técnico, claro está, pero sí en las situaciones que atraviesan los diferentes competidores del lateral izquierdo. Una especie de pasado, presente y futuro entre Frank Fabra, Agustín Sandez y Valentín Barco, respectivamente.El fútbol y su día a día prohíben dar por terminadas ciertas sentencias. No obstante, es innegable que las cosas, en este caso, hoy están presentadas de esa manera. El Gigante de Arroyito, en la victoria del xeneize ante Rosario Central, fue testigo del mejor momento de Sández. Miguel Ángel Russo fue el que le abrió la primera puerta hacia la primera división, pero Battaglia –conocedor de los juveniles por ser ex entrenador de la Reserva- fue el que le puso candado a esa cerradura y dejó al chico bien adentro. Tanto que es su titular casi desde el comienzo del ciclo.El aporte de los laterales ante CentralPorque en el debut ante Patronato el encargado del puesto fue Fabra, seguramente, por trayectoria y observación: se trató de ver si el cambio de aire tras la salida de Russo potenciaba al colombiano. Su displicencia para tratar la pelota no se modificó; sus distracciones abajo, tampoco. Y Battaglia tuvo el pulso bien fuerte para sentarlo en el banco y darle la confianza a su conocido: Sandez. Y no lo está defraudando para nada: si el chico no pierde el equilibrio, podría tratarse de un punto de inflexión en ese puesto que el colombiano cubrió como titular desde su llegada, hace seis años.Frank Fabra, lateral izquierdo de Boca, ante Estudiantes, en lo que fue el último partido de Russo como DT (Prensa Boca/)Platense y Racing habían sido los partidos en los que se ratificó mucho de lo que ya se conocía de Sandez. Un juvenil –de 20 años- firme en la marca: le tocó debutar en el primer semestre por la Copa Libertadores nada menos que ante Santos, de Brasil, y mano a mano frente a una de sus figuras, Marinho, al que no sufrió jamás en la Bombonera producto de lo concentrado y duro en la marca que se desenvolvió. Un estreno que ya decía mucho. Pero, a diferencia de las indicaciones que parecían imponer desde el banco de Russo para que los laterales no descuidaran su lugar, la identidad que prima el actual DT hace notar su faceta completa: en aquellos encuentros entendió cuando pasar el balón y cuando animarse al uno contra uno.Para conocer más a SandezEsto último fue lo que profundizó este sábado en Rosario. Cuando Boca perdía, los intentos más claros por empatar se preveían que podían terminar siendo fructíferos con su verticalidad y sus centros. Tras algunas de esas apariciones, a los 35 minutos Sandez desbordó a Zabala y sacó un centro a la cabeza de Luis Vázquez para que igualara la historia. Nada lo limita: no para de ir hacia adelante y si tiene que pisar el área, lo hace con decisión. Una ratificación a la lectura de Battaglia. Las expectativas sobre él se elevan cada vez más, claro. Aunque…Siempre se ha dicho que Fabra es un jugador a recuperar. Que es de selección y, si bien en Boca saben muy bien que su forma física no es la más óptima, permanentemente confían en que la recuperará. Para eso, claro, es necesario que -además de la rutina diaria en el predio de Ezeiza- se gane la titularidad y vuelva a sumar minutos. También pensando en que sigue siendo un hombre apuntado a transferir al exterior: sus 30 años le dan la pauta a la institución de que aún puede tener poder de venta y a él, que aún le sobra tiempo para aspirar a tener vivencias, al menos, en otra liga del continente.Boca vs Patronato. 21/08/21 (LA NACION/Mauro Alfieri/)Como se ve, Fabra no la tiene fácil y tiene la presión de la promesa del técnico: “Conmigo, el que está mejor, juega. Me la tienen que poner difícil en la semana”. En ese sentido, Sandez lo está sacando de plano. Y, encima, detrás viene alguien que predomina en los pedidos y las ilusiones de los hinchas: Valentín Barco.Con recientes 17 años, Barco es uno de los protagonistas constantes de los flashes, aún sin sumar minutos en esta nueva etapa de Battaglia. Sus actuaciones con Banfield y San Lorenzo, cuando el propio actual entrenador debió ocupar el lugar de Russo para dirigir a sus juveniles debido al aislamiento al que debió someterse el plantel profesional tras el escándalo en el Mineirao, fueron destacadas y generaron que los fanáticos descubrieran un estilo que, en un futuro no muy lejano, promete llevarse a todos por delante hasta ser el ‘3’ de Boca.Valentín Barco ante Banfield, por el Torneo 2021 (LA NACION/Mauro Alfieri/)De hecho, en cada participación televisiva de la Reserva, muchos hinchas se sientan a observar a la mayor categoría juvenil, pero también para entender si ese atrevimiento y soltura del joven Barco fue una casualidad de aquellas noches de urgencias o si realmente ese hombrecito de pelo colorado es el futuro del club. La conclusión, por lo general, es lo segundo. Y sí, se trata de un diamante en bruto.Aunque todo a su tiempo: “Barco es técnicamente muy bueno. Lo tenemos que cuidar mucho. A veces ni siquiera juega en Reserva. Si lo ponés tanto, a un chico de 17 años como él lo podés terminar quemando. Tiene mucho futuro, nos puede dar mucho y lo podemos disfrutar por mucho tiempo, pero es un nene y hay que llevarlo con calma”, lo elogió (y cuidó) Juan Román Riquelme, líder del Consejo de Fútbol, cuando declaró en las últimas horas en ESPN.Agustín Sandez va al piso y trata de recuperar la pelota ante Zabala, en el partido que Boca le ganó a Rosario Central 2-1 (Prensa Rosario Central/)Hay una realidad creciente con Sandez, un dilema enorme con Fabra y una proyección muy solicitada desde afuera en el lateral izquierdo. Battaglia lo maneja de esta manera y a Boca le viene dando muchos frutos.

Fuente: La Nación

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Al final, la Argentina se parece a Suiza. O, para expresarlo con más exactitud, la campaña electoral argentina se parece a una de Suiza. ¿No son, acaso, temas de sociedades satisfechas los debates sobre la frecuencia del sexo o el consumo de marihuana? ¿Tan poco pasa en la Argentina para que sus principales candidatos (candidatas, en este caso) pierdan el tiempo en esas naderías? Pasan cosas mucho más serias. Se trata más de disparates de la política que de otra cosa, porque la Argentina no es Suiza. Una semana antes de cruciales elecciones legislativas, la inmensa mayoría de los argentinos ni siquiera acepta responder las encuestas. En las mediciones telefónicas, solo un 4 o un 5 por ciento de los consultados acepta responder. Bajó el agua de la pandemia y apareció el país real: con su economía destruida, con una sociedad fatigada por tantas limitaciones, temerosa de perder el trabajo, cansada de que los ingresos no lleguen a fin de mes. El Gobierno creía que la gente lo aplaudiría cuando mermara el riesgo de la enfermedad. Pero se encontró, en cambio, con una sociedad mucho más enojada que agradecida. El masivo cierre definitivo de comercios y empresas, y la fuga del país de importantes empresas extranjeras son espectros de un país que no se veía cuando estaban todos encerrados. Ahora se ven y se sufren.En cualquier encuesta, los primeros tres temas de preocupación social son económicos. La inflación, el primero de ellos. El consumo bajó un 20 por ciento en los últimos dos años. Es muchísimo. El riesgo de enfermarse de coronavirus aparece en el quinto lugar, después de la economía y la inseguridad. Una sociedad irritada y retraída puede saltar hacia cualquier lugar o hacia ninguna parte en un domingo de elecciones. ¿Mayor abstención? Puede ser. ¿Un crecimiento del voto en blanco? Es probable. ¿Una buena elección de los candidatos marginales? Es posible. El Gobierno recibió encuestas que lo preocuparon severamente. El 80 por ciento de la sociedad (clase media, clase media baja, la clase social baja y los pobres) está en esa condición de hartazgo y desinterés. No sucedió un estallido como el de 2001, pero nadie sabe cómo se expresará ese fastidio. Las encuestas desaniman al Gobierno, pero ¿impulsarán cambios en la dirección de la sensatez y el pragmatismo? Nadie anticipa nada, porque nadie sabe nada. “La jefa está callada”, dice un albertista. La jefa es Cristina.La economía y la pandemia fueron gobernadas más por la ideología que por el sentido común. La consecuencia es una economía en crisis y una vacunación que se está concretando tarde y mal. Ninguna fuente oficial explicó hasta ahora por qué hay tantos problemas con la vacuna rusa Sputnik y con el abastecimiento de la anglo-sueca AstraZeneca, las dos mayores apuestas de la administración de Alberto Fernández. La ideología y los amigos. Los países que prescindieron de esas vacunas ya tienen al 60 o al 70 por ciento de sus sociedades vacunadas con las dos dosis. Aquí ese porcentaje llega apenas al 35.Si se mira con objetividad la historia, debe concluirse que al país lo espera una radicalización después de las elecciones generales de noviembre. Sea cual fuere el resultado. Cristina Kirchner se radicalizó luego de perder las elecciones de 2009, y se radicalizó también después del arrollador triunfo en las presidenciales de 2011. En rigor, ella está convencida de que las cosas están mal (eso lo sabe) porque Alberto Fernández aplicó política tibias, sobre todo en la economía. Una derrota o un empate le confirmará que políticas más heterodoxas aun serán una solución. El Presidente no estará en condiciones, en tal caso, de resistir el asedio de su incómoda socia.Por primera vez en mucho tiempo, el peronismo enfrenta elecciones sin un liderazgo claro. Algo parecido sucedió en 2003, hace casi 20 años, cuando el partido de Perón se presentó a elecciones presidenciales con tres candidatos. El vacío político duró poco. Néstor y Cristina Kirchner impusieron luego un férreo control del justicialismo. Ahora, Alberto Fernández no reclamó el liderazgo que le corresponde a un presidente peronista, y Cristina Kirchner prefirió estar en un plano furtivo la mayor parte de la campaña electoral. La oposición no está mejor. A Mauricio Macri lo llamaron de nuevo, luego de que muchos de sus dirigentes le ofrecieran la jubilación anticipada. Ernesto Sanz está en Mendoza y solo participa esporádicamente.Elisa Carrió acaba de adelantarse a una denuncia judicial contra ella (una operación “político-judicial” la llama). Hizo una grave denuncia penal por la persecución personal que sufre, aseguró, desde hace 25 años. Culpa a un peronista con un importante cargo parlamentario de la autoría intelectual y a los amigos que él tiene en las dos principales fuerzas políticas. La causa está bajo secreto del sumario. Carrió estuvo el miércoles pasado en Comodoro Py, sede de los tribunales federales penales. Macri, Carrió y Sanz fueron los líderes que guiaron al viejo Cambiemos en las elecciones de 2015. Las elecciones del próximo domingo confirmarán –o no– si Horacio Rodríguez Larreta es el nuevo líder de la coalición opositora. Dependerá de lo que suceda con María Eugenia Vidal en la Capital y con Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires, ambos ahijados políticos del alcalde capitalino. Por ahora, las palomas se transformaron en halcones. Los que propiciaban la negociación y los acuerdos se lanzaron a una guerra que no saben hacer. Las encuestas son a veces fotografías, no películas. Una cosa es la sociedad opinando sobre la necesidad de la paz y el diálogo en tiempos no electorales; otra cosa es cuando la gente común ve la oportunidad cierta de cambiar un rumbo que no le gusta.Una pregunta sin respuesta es por qué no participan de estas elecciones dos figuras con más popularidad que los candidatos impuestos. Uno es Fernán Quirós, que cuenta con más simpatía social que Rodríguez Larreta (y con menos imagen negativa). Cerca de Quirós explican que él es ministro de Salud y que sería una pésima decisión abandonar ese crucial cargo cuando aún la pandemia es un riesgo potencial. Otros señalan que Quirós no decidió todavía si su futuro estará en la política o en la medicina y el sanitarismo. La segunda figura política que no participa es Sergio Berni, mucho más conocido y popular que la primera candidata por el oficialismo en la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz. Fuentes del kirchnerismo señalan que Cristina Kirchner, amiga de Berni, dejó que Alberto Fernández pusiera la primera candidata. Nadie le discutirá a ella la propiedad de la victoria, si sucediera la victoria, pero ella podrá enrostrarle al Presidente la derrota si ocurriera la derrota. Además, Cristina se asegura siempre el control del futuro. Una victoria de Berni en la monumental Buenos Aires podría llevarlo a este a la convicción de que su destino es presidencial. Eso no está en los planes, por ahora al menos, de la vicepresidenta.Las encuestas señalan un crecimiento del voto antisistema o antipolítica. Figuran en ese voto de protesta la derecha de Javier Milei y de José Luís Espert y los partidos de la izquierda, mayoritariamente trotskista. Milei se convirtió en la Capital en una especie de moda de los jóvenes. Su fuerte electoral está en los varones de menos de 30 años, según los relativos resultados de las encuestas. Ya ocurrió algo parecido con Pino Solanas en 2009. Fue la moda de los jóvenes y logró, como candidato a diputado nacional, casi el 25 por ciento de los votos porteños. Nunca más repitió solo una elección ni siquiera parecida. Milei y Espert le sacan mayormente votos a la oposición de Juntos por el Cambio. La izquierda poda la fronda electoral del kirchnerismo.¿Será así? ¿O la abstención y el voto en blanco serán los fenómenos más importantes del próximo domingo? Solo hay una certeza: no se pueden (ni se deben) analizar con parámetros normales los tiempos anormales.

Fuente: La Nación

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