Libra es el signo de la calidez, el romanticismo y un profundo sentido de la justicia. Suelen ser personas refinadas e inteligentes. inteligente, cálida y social. La balanza simboliza el respeto por los valores éticos y su capacidad de mediación, campo propicio para lucir su excelente poder de comunicación.Fechas:
23 de Septiembre al 22 de OctubreQué le espera a Libra el martes 7 de SeptiembreAnímese y emprenda algo nuevo donde se sentirá gratificado. Gracias a su gran lucidez podrá realizar algunos cambios positivos en su vida cotidiana.Amor:
Prepárese ya que Venus le reavivará el deseo de encontrar a la persona ideal para compartir su vida. Si se encuentra en pareja, transitará el mejor momento de la relación.Riqueza:
Sea ordenado, ya que su desempeño laboral podría depender de la forma que planifique los pasos. Destine la tarde, para diseñar cada una de sus obligaciones.Bienestar:
Oriente su creatividad a través de la expresión artística. Saque de su armario los materiales y destine unas horas a continuar con esa obra que comenzó a pintar.Consultá elhoróscopo de todos los signos del zodiaco.Otras predicciones para hoy
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Aries
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Tauro
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Géminis
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Cáncer
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Virgo
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Escorpio
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Fuente: La Nación

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Leo es el signo de la fuerza, la confianza y la alegría de vivir. Las personas regidas por este elemento del zodiaco tienen cierta majestad, poder, iniciativa, nobleza y capacidad creadora. El león que lo representa es símbolo de fuerza, dominio y virilidad. Son protectores, en especial con los niños y los más débiles.Fechas:
23 de Julio al 23 de AgostoQué le espera a Leo el martes 7 de SeptiembreAproveche este momento para ampliar sus metas y afrontar los diferentes desafíos en su vida cotidiana. Arriésguese, por más que tenga algo que perder.Amor:
Evite involucrase sentimentalmente con un amigo, ya que podría perjudicar la amistad. Intente evaluar si vale la pena romper con su amistad por lo que siente en este momento.Riqueza:
Continúe con la iniciativa del cambio en el área laboral. Seguramente el resultado final será óptimo. Evite apresurar las negociaciones con su jefe.Bienestar:
Hace días que está comiendo más de lo habitual. Sepa que necesitará comenzar una dieta estricta. Controle la elección de los alimentos que consume diariamente.Consultá elhoróscopo de todos los signos del zodiaco.Otras predicciones para hoy
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Fuente: La Nación

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Cáncer es el signo de la sensibilidad emocional y de la fe profunda. Se trata de un elemento Agua, que representa lo femenino, lo fecundo y está regido por las emociones. Los nacidos bajo este influjo, poseen una gran intuición, saben cuándo jugarse y cuándo retirarse a tiempo en momentos de riesgo.Fechas:
21 de Junio al 22 de JulioQué le espera a Cáncer el martes 7 de SeptiembreIntente madurar y evite prestar atención a los juicios ajenos. Decida por usted mismo. Si sigue retrasando demasiado sus planes, no podrá llevarlos a cabo.Amor:
Procure no desplegar su poder de seducción delante de su pareja. De lo contrario, aparecerán conflictos. Podría hacerla sentir mal.Riqueza:
Durante esta jornada tendrá que tomar una decisión muy importante para sus finanzas. No actúe impulsivamente porque podría salir todo al revés.Bienestar:
Hoy será un día donde su cansancio y su agotamiento mental harán que se replantee su actividad laboral. Piense bien antes de tomar un decisión errónea.Consultá elhoróscopo de todos los signos del zodiaco.Otras predicciones para hoy
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Río de janeiro (ap) — simpatizantes del presidente jair bolsonaro superaron la noche del lunes las barricadas policiales que intentaban impedir el acceso a la explanada central de la capital en la víspera de una manifestación programada para coincidir con el día de la independencia de brasil.La secretaría de seguridad del Distrito Federal informó en un comunicado que se desplegaron agentes en un intento por controlar la situación. Videos compartidos en redes sociales mostraban vehículos que se abrían paso y sonando sus bocinas mientras cientos de personas vestidas con los colores nacionales, verde y amarillo, caminaban y celebraban a un costado.Bolsonaro ha realizado labores para movilizar su mayor manifestación callejera a nivel nacional hasta la fecha y demostrar fuerza luego de una serie de reveses, en especial a manos del Supremo Tribunal Federal. Pero su plan corre el riesgo de fracasar en caso de que la multitud no sea suficientemente grande o si ocurren actos violentos que sean percibidos como resultado de la influencia del mandatario.El ingreso forzado a la Explanada de los Ministerios, aumentó los niveles de alerta en anticipación a la marcha del martes, y algunos analistas han advertido riesgos de que resulte similar a la revuelta del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos. Durante cerca de un mes, Bolsonaro ha dirigido su frustración contra dos jueces del máximo tribunal en particular.Hasta la noche del lunes, los simpatizantes de Bolsonaro habían alcanzado extremos opuestos de la explanada, donde la policía monta guardia detrás de barricadas metálicas ubicadas a las afueras del Congreso y el Supremo Tribunal Federal.Las caravanas de camiones y autobuses han llegado a la capital, Brasilia, y a la ciudad más grande del país, Sao Paolo, donde se anticipan las dos manifestaciones más grandes el martes, y donde Bolsonaro realizará actos públicos.

Fuente: La Nación

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La campaña de vacunación mundial contra el Covid registra al 7 de Septiembre unas 4.584.475.109 dosis suministradas contra el coronavirus, de las cuales 304.579.249 se dieron en América del Sur. En la Argentina, el número alcanza a 44.731.271 aplicaciones.La aplicación de vacunas contra el coronavirus avanza a distinta velocidad en los países. En este sentido, China encabeza el ranking mundial de inoculación con 1.820.238.000 dosis aplicadas. Luego le siguen, India con 523.671.019 dosis y Estados Unidos con 353.205.544 dosis.Sin embargo, cuando se comparan las aplicaciones de acuerdo a la densidad poblacional de cada país, se observa que Malta lidera el listado con 1.835.448 dosis por millón de habitantes; en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411; y en el tercer puesto se encuentra Emiratos Árabes Unidos con 1.749.778.En este ránking internacional, la Argentina se ubica en el puesto 16 en relación a la cantidad de dosis aplicadas, pero su posición desciende a la posición 42 si se analiza el número de inoculaciones cada millón de habitantes.
En la lucha contra el coronavirus se incluyen las siguientes vacunas: Pfizer/BioNTech, Moderna, Sinopharm, Oxford/AstraZeneca, Covishield, Sinopharm/Beijing, Sputnik V, Sinopharm/Wuhan, Sinovac, Sinopharm CNBG.Toda la información sobre vacunas en el mundoLa vacunación contra el Covid en la ArgentinaLa vacunación en el país registra al 5 de Septiembre, un total de 44.731.271 dosis administradas, de las cuales 28.356.254 personas recibieron una dosis y 16.375.017 recibieron ambas aplicaciones.Las provincias con mayor cantidad de vacunas aplicadas son Buenos Aires con 13.505.405, Córdoba con 3.112.354 y CABA con 3.057.938.

Fuente: La Nación

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NUEVA YORK (AP) — Cuando el auto se acercó, la ventanilla del conductor descendió y un hombre gritó a dos niñas pequeñas que llevaban hiyabs: “¡Terroristas!”.Era 2001, apenas unas semanas después de que las Torres Gemelas del World Trade Center se derrumbaran, y Shahana Hanif, de 10 años, y su hermana menor caminaban hacia la mezquita local desde su hogar en Brooklyn.Inseguras, atemorizadas, las niñas corrieron.Mientras se aproxima el vigésimo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre, Hanif todavía recuerda el impacto del momento, su confusión sobre cómo alguien podía mirarla, una niña, y ver una amenaza.“No es una palabra buena y amable. Significa violencia, significa peligro. Se supone que cause una conmoción en quien sea… a quien vaya dirigida”, dice.Pero el incidente también estimuló una determinación para defenderse a sí misma y a otros que le ha ayudado a llegar a donde está hoy: organizadora comunitaria fuertemente favorecida para ganar un asiento en el Consejo de la Ciudad de Nueva York en las próximas elecciones municipales.Como Hanif, otros jóvenes musulmanes estadounidenses han crecido bajo la sombra del 11 de septiembre. Muchos han enfrentado hostilidad y vigilancia, desconfianza y sospecha, preguntas sobre su fe musulmana y dudas sobre su nacionalismo.También han encontrado formas de avanzar, formas de luchar contra los prejuicios, organizarse y elaborar narrativas personales matizadas sobre sus identidades. En el proceso, han construido puentes, desafiado estereotipos y creado espacios nuevos para ellos mismos.Existe “este sentido de ser musulmán como una especie de marcador de identidad importante, independientemente de tu relación con el islam como fe”, dice Eman Abdelhadi, un sociólogo de la Universidad de Chicago que estudia a las comunidades musulmanas. “Ese ha sido uno de los principales efectos en la vida de las personas… ha dado forma a las maneras en que la comunidad se ha desarrollado”.La desconfianza y la sospecha de los musulmanes no comenzaron con el 11 de septiembre, pero los ataques intensificaron dramáticamente esas animosidades.Acostumbrados a ser ignorados o ser blancos de acoso de bajo nivel, las comunidades musulmanas del país, de amplio alcance y diversidad, fueron puestas bajo los reflectores, dice Youssef Chouhoud, politólogo de la Universidad Christopher Newport, en Virginia.“Su sentido de quién era se estaba formando cada vez más, no solo musulmán sino musulmán estadounidense”, dice. “¿Qué lo distinguió como musulmán estadounidense? ¿Podría ser completamente ambas cosas o tuvo que elegir? Hubo muchos problemas con lo que eso significó”.En el caso de Hanif, no había un plan para navegar por las complejidades de esa época.“El yo estudiante de quinto grado no era lo bastante ingenua ni demasiado joven para saber que los musulmanes están en peligro”, escribió más tarde en un ensayo sobre las secuelas del 11 de septiembre. “…Ondear una bandera estadounidense desde las ventanas de nuestro primer piso no me hizo más estadounidense. Nacer en Brooklyn no me hizo más estadounidense”.Una Hanif joven reunió a amigos del vecindario y un primo mayor los ayudó a escribir una carta al entonces presidente George W. Bush en la que pedían protección.“Sabíamos”, dice, “que nos convertiríamos en algo así como guerreros de esta comunidad”.Pero ser guerreros con frecuencia tiene un precio, con heridas que persisten.Ishaq Pathan, de 26 años, recuerda la vez que un niño le dijo que parecía enojado y le preguntó si iba a hacer volar su escuela de Connecticut.Recuerda la impotencia que sintió cuando lo llevaron a otro lado en un aeropuerto para un interrogatorio adicional al regresar a los Estados Unidos después de un semestre universitario en Marruecos.El agente revisó sus pertenencias, incluida la computadora portátil donde guardaba un diario privado, y comenzó a leerlo.“Recuerdo haber dicho algo como: ‘Oye, ¿tienes que leer eso?‘”, dice Pathan. El agente “simplemente me mira como: ‘¿Sabes? Puedo leer cualquier cosa en tu computadora. Tengo derecho a cualquier cosa aquí‘”. Y en ese punto, recuerdo haber tenido lágrimas en los ojos. Me sentía total y completamente impotente”.Pathan no pudo aceptarlo.“Vas a la escuela con otras personas de diferentes orígenes y te das cuenta … de cuál es la promesa de los Estados Unidos”, dice. “Y cuando ves que no está a la altura de esa promesa, creo que nos infunde la sensación de querer ayudar para arreglar eso”.Ahora trabaja como director del Área de la Bahía de San Francisco del Grupo de Redes Islámicas (Islamic Networks Group), una organización sin fines de lucro donde espera ayudar a una generación más joven a tener confianza en su identidad musulmana.Pathan conversó recientemente con un grupo de niños sobre sus actividades de verano. A veces, los niños comían sandía o jugaban en un trampolín. En otros momentos, la charla se volvió seria: ¿Qué harían si un estudiante fingiera un ataque suicida explosivo mientras gritaba “Allahu akbar” o “Dios es grande”? ¿Qué pueden hacer ellos con las representaciones estereotipadas de musulmanes en la televisión?“Siempre había visto el 11 de septiembre como probablemente uno de los momentos más cruciales de mi vida y de la vida de los estadounidenses en todos los ámbitos”, dice Pathan. “Las consecuencias de eso… es lo que me empujó a hacer lo que hago hoy”.Esa secuela también ha ayudado a motivar a Shukri Olow a hacer lo que hace: postularse para un cargo de elección popular.Nacida en Somalia, Olow huyó de la guerra civil con su familia y vivió en campos de refugiados en Kenia durante años antes de llegar a los Estados Unidos cuando tenía 10 años.Encontró su hogar en un complejo de viviendas públicas vibrante en la ciudad de Kent, al sur de Seattle. Allí, los residentes de diferentes países se comunicaron a través de barreras lingüísticas y culturales, y pedían sal prestada unos a otros o cuidaban a los niños de los demás. Olow sintió que floreció en ese ambiente.Entonces sucedió el 11 de septiembre. Recuerda que se sintió confundida cuando una maestra le preguntó: ”¿Qué está haciendo tu gente?”. Pero también recuerda a otros que “dijeron que esto no es nuestra culpa… y necesitamos asegurarnos de que estés a salvo”.En una encuesta de 2017 del Pew Research Center a musulmanes estadounidenses, casi la mitad de los encuestados dijeron que experimentaron al menos un caso de discriminación religiosa durante el año anterior; sin embargo, el 49% dijo que alguien expresó apoyo hacia ellos debido a su religión en el año anterior.De manera casi unánime, el estudio encontró a los encuestados orgullosos tanto de ser musulmanes como estadounidenses. Para algunos, incluido Olow, hubo crisis de identidad ocasionales al crecer.”¿Quién soy yo? —que creo que es por lo que muchos jóvenes como que atraviesan en la vida en general—”, dice. “Pero para aquellos de nosotros que vivimos en la intersección de lo anti-Negro y la islamofobia… fue realmente difícil”.Sin embargo, sus experiencias de esa época también ayudaron a formar su identidad. Ahora busca un puesto en el Consejo del Condado de King.“Hay muchos jóvenes que tienen múltiples identidades y que han sentido que no pertenecen aquí, que no son bienvenidos aquí”, dice. “Yo era una de esas personas jóvenes. Así que trato de hacer lo que puedo para asegurarme que más de nosotros sepamos que esta también es nuestra nación”.Después del 11 de septiembre, algunos musulmanes estadounidenses eligieron disipar los conceptos erróneos sobre su fe estableciendo conexiones personales. Compartían café o pan con extraños mientras respondían una gran variedad de preguntas —desde cómo el islam ve a las mujeres y a Jesús hasta cómo combatir el extremismo—.Mansoor Shams ha viajado a lo largo de los Estados Unidos con un letrero que dice: “Soy musulmán y un infante de marina de los Estados Unidos, pregunte lo que quiera”. Es parte de los esfuerzos del hombre de 39 años para enseñar a otros sobre su fe y contrarrestar el odio a través del diálogo.Shams, quien sirvió en la Infantería de Marina de 2000 a 2004, fue llamado con nombres como “talibán”, “terrorista” y “Osama bin Laden” por algunos de sus compañeros de la Infantería de Marina después del 11 de septiembre.Una de sus interacciones más memorables, dice, fue en la Universidad Liberty en Virginia, donde habló en 2019 a estudiantes de la institución cristiana. Algunos, dice, todavía le llaman con preguntas sobre el islam.“Existen este amor y respeto mutuos”, dice.Shams desearía que su trabajo actual no fuera necesario, pero siente la responsabilidad de compartir una contranarrativa que, según él, muchos estadounidenses no conocen.Ahmed Ali Akbar, de 33 años, llegó a una conclusión diferente.Poco después del 11 de septiembre, algunos adultos de su comunidad organizaron una asamblea en su escuela en Saginaw, Michigan, donde él y otros estudiantes hablaron sobre el islam y los musulmanes. Akbar puso su corazón en la investigación. Pero recuerda su confusión ante algunas de las preguntas: ¿Dónde está Bin Laden? ¿Cuál es la razón de los ataques?“¿Cómo se supone que voy a saber dónde está Osama bin Laden? Soy un chico estadounidense”, dice.Ese período lo dejó con la sensación de que tratar de cambiar la opinión de las personas no siempre era efectivo, que algunos no estaban listos para escuchar.Akbar finalmente centró su foco en contar historias sobre musulmanes estadounidenses en su podcast “See Something Say Something” (“Ve algo, di algo”).“También hay mucho humor en la experiencia musulmana estadounidense”, dice. “No todo es tristeza y reacción a la violencia y… racismo e islamofobia”.También ha llegado a creer en la construcción de conexiones de otro tipo. “Nuestra batalla por nuestras libertades civiles (está) ligada a otras comunidades marginadas”, dice, enfatizando la importancia de defenderlas.Para algunos, el 11 de septiembre trajo consigo un tipo diferente de ajuste de cuentas racial, dice Debbie Almontaser, educadora y activista yemení estadounidense en Nueva York.Ella dice que muchos inmigrantes árabes y del sur de Asia llegaron a los Estados Unidos en busca del sueño americano como médicos, abogados y empresarios. “Entonces ocurre el 11 de septiembre y se dan cuenta de que son de piel morena y se dan cuenta de que son minorías; esa fue una enorme llamada de atención”, dice Almontaser.Algunas tensiones raciales se manifiestan hoy en las comunidades musulmanas de los Estados Unidos. Las protestas por la justicia racial provocadas por el asesinato de George Floyd, por ejemplo, llevaron a muchos musulmanes a las calles para condenar el racismo. Pero también incentivaron una estimación interna sobre la equidad racial entre los musulmanes, incluido el trato a los musulmanes negros.“Para mí, como musulmán afroamericano, mi lucha (en Estados Unidos) sigue siendo con la raza y la identidad”, dice el imam Ali Aqeel, del Centro Cultural Musulmán Estadounidense en Nashville, Tennessee.“Cuando vamos a centros (islámicos) y tenemos que lidiar con el mismo dolor con el que lidiamos en el mundo, es un poco desalentador para nosotros porque tenemos la impresión de que (en) el islam usted no tiene esa división racial y étnica”.Amirah Ahmed, de 17 años, nació después de los ataques y siente que se vio envuelta en una lucha en la que no tuvo nada que ver —una carga a pesar de ser “tan estadounidense como cualquiera otra”—.Recuerda cómo hace unos años, en la conmemoración del 11 de septiembre de su escuela de Virginia, sintió que los estudiantes la miraban tan intensamente a ella y su hiyab que quiso saltarse el evento del año siguiente.Cuando su madre descartó la idea, usó en cambio su ser estadounidense como un escudo, poniéndose un pañuelo con la bandera estadounidense para dirigirse a sus compañeros de clase desde un podio.Ahmed habló sobre honrar las vidas de quienes murieron en los Estados Unidos el 11 de septiembre —pero también de los iraquíes que murieron en la guerra iniciada en 2003—.Recuerda defender sus identidades árabe y musulmana ese día mientras exhibía su identidad estadounidense, y dice que fue un “momento verdaderamente poderoso”.Pero espera que sus futuros hijos no sientan la necesidad de demostrar que pertenecen.“Nuestros hijos estarán (aquí) mucho después de la era del 11 de septiembre”, dice. “No deberían tener que seguir luchando por su identidad”.____Fam, quien informó desde El Cairo, Egipto, cubre el islam para el equipo de religión global de la AP.Henao cubre fe y juventud para el equipo; sígalo en Twitter en http://twitter.com/LuisAndresHenao.Hajela ha cubierto la ciudad de Nueva York durante 22 años y es miembro del equipo de la AP que cubre raza y etnia. Está en Twitter en http://twitter.com/dhajela.La videoperiodista de la AP Noreen Nasir también contribuyó a este reportaje.____La cobertura religiosa de The Associated Press recibe el apoyo de la fundación Lilly Endowment a través de The Conversation U.S. La AP es la única responsable de este contenido.

Fuente: La Nación

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Las dificultades organizativas y de logística que desataron el escándalo que terminó con la suspensión del clásico entre Brasil y la Argentina irremediablemente se repetirán dentro de un mes, cuando en la apretada agenda aparezca otra triple fecha de Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar 2022.El escenario será igual al que quedó expuesto en los últimos 10 días. O incluso peor. Con citaciones que volverán a generar roces, críticas, cuestionamientos, pases de facturas y negociaciones sotto voce entre los futbolistas convocados y los clubes propietarios de sus fichas, las federaciones nacionales, los organismos que nuclean el fútbol de cada continente. Y la FIFA, claro.Existe un caso testigo, que expone el contexto. El sábado 28 de agosto, tras el 1-1 de Aston Villa frente a Brentford, Emiliano Dibu Martínez publicó en su cuenta de Twitter: “Punto muy disputado hoy. Próxima parada, Argentina”.A hard fought point this afternoon.Now on to ??Punto muy disputado hoy!Próxima parada ?? pic.twitter.com/B2pwSudPM9— Emi Martínez (@emimartinezz1) August 28, 2021Aquella fue la primera manifestación pública de un futbolista del seleccionado argentino en relación a las Eliminatorias, en momentos donde todo estaba inmerso en una rara nebulosa de indefiniciones con respecto a los citados provenientes de Inglaterra.Ni lerdo ni perezoso, dos horas después el club inglés publicó en su sitio oficial un breve texto, donde dejó bien en claro su postura de liberarlos para los encuentros contra Venezuela y Brasil.Aston Villa can confirm Emi Martínez and Emi Buendía have travelled to join up with the Argentina squad with the permission of the club in accordance with FIFA’s international match call-up rules.— Aston Villa (@AVFCOfficial) August 29, 2021“Aston Villa puede confirmar que Emi Martínez y Emi Buendía viajaron para unirse a la selección de Argentina con el permiso del club, de acuerdo con las reglas de convocatoria de partidos internacionales de la FIFA. Ambos jugadores acordaron estar disponibles para los dos primeros partidos de clasificación para la Copa Mundial de Argentina contra Venezuela y Brasil, pero no participarán en el tercer partido internacional contra Bolivia. Estos arreglos significan que Martínez y Buendía solo se perderán nuestro partido de la Premier League con el Chelsea antes de estar disponibles para la visita del Everton a Villa Park el 18 de septiembre, tras cumplir con las regulaciones de cuarentena de Covid del Reino Unido.”. Clarito.El objetivo del club era contar con sus jugadores lo antes posible, algo que recién sucederá luego de que cumplan con los 10 días de cuarentena que exigen las autoridades sanitarias del Reino Unido para los que reingresan a las islas británicas. La triple fecha estira el préstamo a casi dos semanas. Demasiado tiempo para los intereses deportivos de las entidades propietarias de la ficha de los jugadores.En Venezuela, Scaloni cuestionó el sistema de competición de las Eliminatorias (Twitter @argentina/)En su conferencia de prensa previa al partido con Venezuela, Lionel Scaloni hizo una declaración enérgica (“Nosotros dimos la lista para los tres partidos y de eso no hay ningún tipo de dudas. Los jugadores están para jugar los tres partidos”). Elegante para los oídos, pero simbólica. Entonces, tanto él como el presidente de la AFA Claudio Tapia, como todos los que están del portón del predio de Ezeiza para adentro, sabían que no ocurriría.Aún conscientes de lo que había dejado claro Aston Villa nueve días antes en su comunicado, la AFA informó a través de su cuenta oficial de Twitter que “De común acuerdo con el entrenador, los futbolistas Emiliano Martínez y Emiliano Buendía fueron autorizados a retornar a su club en el día de la fecha”. Una oficialización de algo que ya era completamente inevitable.#SelecciónMayor De común acuerdo con el entrenador, @lioscaloni, los futbolistas Emiliano Martínez y Emiliano Buendía fueron autorizados a retornar a su club en el día de la fecha. pic.twitter.com/jcpU7DH7vE— Selección Argentina ?? (@Argentina) September 6, 2021Scaloni no oculta su incomodidad con esta situación. De hecho, dio su punto de vista en San Pablo: “Después de esta fecha FIFA, habrá que tener una reunión o una idea para saber qué sucederá en la próxima. Esto no puede continuar así. Se tomarán medidas. No sé quién, pero no se puede seguir así. Le puede tocar a cualquiera: Argentina, Brasil, Colombia… Esta fecha se ha jugado porque estaba todo muy cerca, pero no se puede competir de esta manera. Entiendo a las demás selecciones y tienen el máximo apoyo. Así la competición no es buena. Uno o dos partidos te los podés bancar. Pero no más. Para la siguiente fecha hay que tomar una postura clara”.Lo que expresó el entrenador argentino trasciende los intereses del seleccionado albiceleste. Este modo de competir deja en evidencia los arreglos no oficiales entre equipos nacionales, futbolistas y clubes. Sin ir más lejos, el zaguero colombiano Dávinson Sánchez fabricó en la noche del domingo una jugada especialmente pensada para provocar su amonestación.El objetivo, concretado cuando se jugaban el cuarto minuto adicionado del partido entre su selección y Paraguay, fue poder cumplir la sanción correspondiente este jueves ante Chile. Y volver lo antes posible a Inglaterra, donde defiende los colores de Tottenham y es compañero de Cristian Romero y Giovani Lo Celso, los otros dos argentinos citados para esta triple fecha.Giovani Lo Celso en acción, durante el partido contra VenezuelaEn los casos del Cuti y del exvolante de Rosario Central la situación era diferente… hasta este lunes. Los dos también fueron desafectados por el entrenador Scaloni del predio de Ezeiza y el próximo partido que jueguen será para Tottenham.Cuti Romero y Lo Celso sabían que iba a ser muy complejo que estén en los tres partidos. El entrenador portugués de Tottenham, Nuno Espirito Santo, había declarado: “Sabemos lo que significa para todos los jugadores jugar en sus selecciones nacionales. Es algo de lo que están muy orgullosos, así que lo que estamos tratando de hacer es anticiparnos a las situaciones”, había manifestado el DT luego del último partido de Tottenham por la Premier.Tabárez prefirió no citar ahora a Cavani y que llegue con buen ritmo a la triple fecha de octubre, donde Uruguay visitará a la ArgentinaEsta situación obliga a realizar concesiones y estrategias no solo en la Argentina. De hecho, Oscar Tabárez blanqueó por qué no convocó a Cavani: “Los motivos para que no venga Edinson son estratégicos. Si viajaba, iba a jugar los tres partidos, pero al volver iba a quedar relegado en su equipo por la cuarentena. Perdía forma para su club y para jugar con Uruguay en las fechas de octubre. Me hago cargo de la decisión”. Con la llegada de Cristiano Ronaldo a Manchester United, Cavani tendrá mucha más competencia por un lugar en la formación. Y eso altera el plan del experimentado DT de la Celeste. Como hizo Tabárez, también se trata de ver y evaluar en qué fechas pueden ser más importantes los futbolistas en cuestión. En octubre, el conjunto charrúa visita a la Argentina.Mientras, el plantel realizó argentino trabajos regenerativos en Ezeiza, donde la guardia periodística fue mucho más nutrida que de costumbre. El jueves, desde las 20.30, la selección enfrentara a Bolivia en un estadio de River con el 30 por ciento de localidades habilitadas para el público. Será el primer partido de fútbol con hinchas en la Argentina en un año y medio.Dentro de exactamente un mes, toda esta historia volverá a suceder. Entre el 7 y el 14 de octubre, en fechas que aún no están definidas, la Argentina visitará a Paraguay, y luego recibirá a Uruguay y Perú. La cuerda entre jugadores y clubes europeos volverá a tensarse.La única posibilidad de evitar los tironeos y las cuarentenas de reingreso es que los futbolistas que juegan en Inglaterra no sean citados. ¿Decidirá Scaloni no convocar a Dibu Martínez, Lo Celso, Buendía y Romero? ¿O volverá a negociar por determinadas fechas y partidos? Sólo él lo sabe.

Fuente: La Nación

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El duelo entre la selección argentina y Bolivia que se jugará este jueves en el estadio Monumental tendrá un sabor singular. No sólo será el primer partido de la Albiceleste como local después de conquistar la Copa América en Brasil, sino que marcará también el regreso del público argentino a los estadios desde el comienzo de la pandemia, hace ya un año y medio.Esto quedó confirmado con un decreto de necesidad y urgencia que se publicó en la medianoche del lunes en el Boletín Oficial, con la firma de Santiago Cafiero, jefe de gabinete de ministros, con la debida autorización para permitir de manera paulatina la vuelta de los espectadores a los espectáculos deportivos.#SelecciónMayor La @Argentina volverá a jugar con público este jueves ante su par de Bolivia, en lo que será una prueba piloto de vuelta al público al estadio. El escenario asignado será el estadio del Club Atlético River Plate? https://t.co/FZHOVFJdUw pic.twitter.com/Wofa8e2sTe— Selección Argentina ?? (@Argentina) September 7, 2021El cotejo entre la selección y Bolivia será una prueba piloto sobre la vuelta del público a los estadios, y para eso se dispuso jugar en el Monumental con una capacidad permitida de 17.000 espectadores, aunque se calcula que habrá poco más de 21.000 personas en el estadio de River si se toman en cuenta los invitados, protocolos, autoridades y quienes trabajan en la producción del encuentro. En las próximas horas, la AFA informará cómo se realizará el expendio de localidades.Estos son los posibles precios de las entradas:San Martín y Belgrano alta: $5500San Martín y Belgrano baja: $10.000San Martín y Belgrano media: $12.000Populares Sívori y Centenario: entre $2500 y $3000Una posible postal del jueves: se permitirá un grupo de hasta 5 personas en los espacios para el público (Silvia Izquierdo/)A partir de marzo del año pasado, y por las fuertes medidas restrictivas dispuestas por el Gobierno nacional, todos los partidos que se disputaron en nuestro país se disputaron sin hinchas, aunque en los últimos meses se dispuso una presencia de dirigentes y allegados, situación que generó más de una polémica. Poco después de la publicación del DNU, la AFA anunció la serie de requisitos dispuestos en el protocolo de prevención:Todos los asistentes deberán presentar previo al ingreso al estadio la aplicación CUIDAR con registro actualizado al día del partido, revistiendo el mismo carácter de declaración jurada. Se podrá solicitar adicionalmente otra documentación para identificación inequívoca de la persona. En los puntos de ingreso deberá presentarse la aplicación CUIDAR, el DNI, y la entrada para poder acceder en cada uno de los mismos.El cumplimiento de las medidas de prevención deberá ser estrictamente respetado. El incumpliendo y la persistencia del mismo ante la advertencia de personal de control y seguridad podrá ser plausible de sanción (retiro del estadio).Los hinchas argentinos deberán cumplir varios requisitos de prevención para ingresar en el estadio Monumental (Aníbal Greco/)Uso permanente y correcto del tapaboca, el cual debe cubrir la nariz, boca y mentón, tanto dentro del estadio como en las inmediaciones del mismo, una vez que la persona se encuentra en el área definida por los anillos de control.Podrán ingresar con toallas sanitizantes descartables, pero estará prohibido el ingreso de soluciones a base de alcohol en cualquiera de sus formulaciones.Las personas o grupos de personas (máximo 5 por grupo) deberán respetar el distanciamiento social y dentro del estadio. Una vez dispuestos en los lugares asignados se solicitará que aguarden sentados el inicio del encuentro, que se mantengan sentados durante el trámite del partido y que minimicen las instancias de desplazamiento, quedando supeditadas al ingreso a los sanitarios, como también para el ingreso y egreso del estadio.Una prueba piloto: será el regreso de los hinchas a las canchas argentinas luego de un año y medio de restricciones (Bruna Prado/)El aforo a las gradas habilitadas del estadio será de un máximo de 30 por ciento incluyendo: público en general, invitados (protocolo), exceptuados del cálculo de aforo, equipos de televisación, transmisión, operarios, personal de seguridad y apoyo.Todos los sectores del estado deberán ser debidamente higienizados y desinfectados antes y después de la realización del encuentro, principalmente los sanitarios. El ingreso a estos estará limitado, a fin de evitar la aglomeración de personas.Solo estará permitida la venta de agua potable embotellada dentro del estadio, no permitiéndose la venta de alimentos.

Fuente: La Nación

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Ciudad de méxico, 6 sep (reuters) – representantes del
gobierno y de la oposición de venezuela culminaron el lunes la
segunda ronda de diálogo en méxico tras la cual anunciaron que
alcanzaron dos acuerdos parciales, como parte de la hoja de ruta
trazada para superar la aguda crisis por la que atraviesa el
país sudamericano.En un comunicado conjunto, luego de las negociaciones
celebradas entre el 3 y el 6 de septiembre, las partes dijeron
que uno de los acuerdos está referido a la protección social del
pueblo venezolano y el otro a la ratificación y defensa de la
soberanía sobre la Guayana Esequiba, un añeja disputa
territorial.”Las partes acordaron establecer mecanismos de restauración
y consecución de los recursos para atender las necesidades
sociales de la población, con especial énfasis en los efectos de
la pandemia por COVID-19, incluyendo aquellos provenientes de
organismos multilaterales a los que tenga derecho la República”,
según el comunicado.El gobierno de Nicolás Maduro exige el levantamiento de las
sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa a funcionarios e
instituciones de su país -como la petrolera estatal PDVSA-
señalándolas como responsables de la crisis económica que azota
a la otrora rica nación petrolera, que enfrenta hiperinflación y
graves fallas de servicios básicos, alimentos y medicinas.”Nos queda mucho camino por delante, nos queda mucho trabajo
que hacer, nos quedan muchos temas que discutir, pero el día de
hoy hemos demostrado (…) que nos podemos decir las cosas más
duras”, dijo Jorge Rodríguez, presidente del Congreso venezolano
y líder del equipo negociador de Maduro.El funcionario dijo que tras los “acuerdos tempranos”
alcanzados en la ronda, los representantes de ambos bandos se
volverán a sentar a la mesa a fines de mes en México.En tanto, el líder de la delegación opositora -llamada
Plataforma Unitaria-, Gerardo Blyde, reiteró que el proceso de
diálogo será complejo y que en algunas ocasiones habrá acuerdos
tempranos y en otras no y enfatizó en la búsqueda de recursos y
fondos para enfrentar a crisis humanitaria que golpea al país y
que ha llevado al éxodo de millones de personas.”Hemos siempre mantenido la línea fundamental de la
reinstitucionalización de nuestro país y el regreso de la
democracia”, agregó el político.Para la próxima ronda, las partes dialogarán sobre el
respeto del estado constitucional de derecho con énfasis en el
sistema de justicia y el “respeto a la institucionalidad
establecida en la Constitución”, según el comunicado conjunto.”También se continuará la discusión referida a protección de
la economía nacional y medidas de protección social al pueblo
venezolano, incluyendo los Derechos Especiales de Giro,
dispuestos para tal fin por el Fondo Monetario Internacional”,
añadió.La coalición opositora pide el ingreso de ayuda humanitaria,
-incluyendo vacunas contra el COVID-19-, la excarcelación de
decenas de partidarios a los que considera “presos políticos” y
garantías para las elecciones regionales de noviembre, donde
participarán luego de haberse retirado de los comicios
parlamentarios de fines del año pasado.A mediados de agosto, con el auspicio de Noruega, ambos
bandos se encontraron en la capital mexicana para intensas
conversaciones donde dieron a conocer la hoja de ruta que guiará
el diálogo, al que calificaron como “complejo”.A diferencia de intentos previos que fracasaron, esta vez el
diálogo cuenta con la participación de un nutrido grupo de
garantes, entre los que figuran, además de Noruega, Países
Bajos, Rusia, Bolivia y Turquía.(Reporte de Ana Isabel Martínez, Sharay Angulo y Diego Oré.
Editado por Miguel Angel Gutierrez)

Fuente: La Nación

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Un régimen talibán en el poder de Afganistán con lazos con Al-Qaeda, el grupo jihadista global que tiene como narrativa principal la venganza contra Estados Unidos. La postal se repite –con diferencias- justo cuando se cumplen 20 años del mayor atentado terrorista en Occidente, que dejó casi 3000 muertos y una imagen histórica: la de los aviones secuestrados por jihadistas que respondían a Osama ben Laden derribando las icónicas Torres Gemelas.La incógnita sobre si un ataque de semejante espectacularidad puede repetirse cobra otro valor con el regreso de los talibanes a Kabul. ¿Existen riesgos de otro atentado que impacte en el corazón de Estados Unidos u otra potencia y haga tambalear el tablero internacional como aquellos cuatro ataques (uno de ellos, fallido) del 11 de septiembre de 2001?La respuesta corta es que las probabilidades son más altas que hasta hace un mes, cuando Afganistán todavía contaba con la presencia de Estados Unidos y la OTAN en respaldo de un gobierno civil y las fuerzas locales. La respuesta larga es un poco más compleja, e incluye también las otras amenazas del siglo XXI: el extremismo doméstico y los ciberataques.¿Otro 11-S?El mes pasado, cuatro días después de la toma de Kabul, el secretario general de la Oficina de las Naciones Unidas contra el Terrorismo, Vladimir Voronkov, advirtió: “Tendremos que asegurarnos de que Afganistán nunca más se utilice como plataforma de lanzamiento para el terrorismo global”.Una semana más tarde, la filial de Estado Islámico en Afganistán (o EI-K, por el Khorasan, como lo llaman ellos, en referencia al nombre histórico de esa región) provocó el primer gran atentado en ese país desde el regreso de los talibanes. Un atacante suicida se inmoló cerca del aeropuerto donde se llevaban a cabo las evacuaciones organizadas por las potencias, y dejó más de cien muertos, entre ellos, 13 soldados estadounidenses.Joe Biden, en la despedida de los soldados que murieron en el atentado en Kabul (SAUL LOEB/)Más allá de los temores por su política interna -especialmente hacia las mujeres-, el regreso de los talibanes despertó una alerta global ante la posibilidad de que Afganistán vuelva a convertirse en un “semillero” de jihadistas, tanto de Al-Qaeda –con históricos vínculos con los insurgentes afganos- como de EI-K, ahora que las potencias occidentales ya no tienen presencia militar ni de inteligencia en ese terreno.“El potencial de los grupos jihadistas en las regiones no gobernadas de Afganistán ha aumentado el nivel de amenaza terrorista global. Estos grupos pueden ver a Afganistán como un nuevo refugio seguro para reclutar y crear bases de operaciones”, señaló a LA NACION Scott White, director del Programa de Ciberseguridad de la Universidad George Washington.A nivel simbólico, el triunfo talibán también envía un mensaje que puede enfervorizar al resto de la comunidad islamista, que celebró públicamente los hechos como una humillante derrota a Estados Unidos. “La victoria de los talibanes en Afganistán es el mayor impulso a la jihad global, particularmente a Al-Qaeda, desde el 11-S. Al-Qaeda lo está utilizando para incitar a posibles partidarios, incluso en Europa y Asia Oriental, ‘para liberarse de las cadenas de la hegemonía estadounidense’”, analizó Rita Katz, directora de SITE, que monitorea la actividad virtual extremista.10) In line with other AQ branches, AQIM & JNIM jointly call Taliban victory proof jihad is “only way”:“The Ummah will have no weight…unless it has fangs that bite and nails that clench. The victory in Afghanistan…is nothing but a confirmation of this” https://t.co/nX0P1kuGpt pic.twitter.com/AqIk8if3gn— Rita Katz (@Rita_Katz) August 23, 2021 En junio, el presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, había advertido que Al-Qaeda podía recuperar la capacidad de amenazar a Washington en “dos años”, pero que “ese riesgo obviamente aumentaría” si colapsaban el gobierno y las fuerzas afganas, algo que finalmente sucedió a mediados de agosto. “La probabilidad de que un ataque provenga de Afganistán ahora está por las nubes”, manifestó recientemente el senador republicano Lindsey Graham, una de las principales voces opositoras al gobierno de Joe Biden.Así, entre la alerta moderada y la máxima, se ubica la mayoría de los especialistas en terrorismo, que coinciden en los desafíos del actual escenario, pero no en sus potenciales consecuencias.Efecto dominó“Lamentablemente, es inevitable que los acontecimientos en Afganistán tengan un efecto dominó sobre el terrorismo en todo el mundo. El regreso de los talibanes y Al-Qaeda animará a los terroristas a conspirar y planificar ataques a nivel mundial, incluso en Occidente. Es más bien una cuestión de cuándo va a suceder que de si va a suceder”, sostuvo en diálogo con LA NACION Sajjan Gohel, director general de Seguridad Internacional de la Fundación Asia-Pacífico y profesor de la London School of Economics. “Los grupos terroristas en Afganistán, como Al-Qaeda, reclutarán a europeos y estadounidenses, algunos de origen paquistaní, para planificar y tramar ataques”, pronosticó.Fernando Reinares, director del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, afirmó en un artículo que, con el regreso de los talibanes al poder, “el epicentro del jihadismo global regresará al escenario de Afganistán y Paquistán”, y que “es cuestión de tiempo que algún país de Europa Occidental sea blanco de actos de terrorismo planificados” en esa zona.Reinares expresó que si bien discursivamente Al-Qaeda va a seguir apuntando contra Estados Unidos, “tenderá a optar en la realidad por Europa Occidental”, porque, en comparación, “está más cerca, resulta más porosa, carece aún de un efectivo sistema de intercambio de información entre servicios antiterroristas nacionales y sus mecanismos de respuesta militar específica son menos ágiles”.Milicianos talibanes patrullan los alrededores del Estadio Nacional de Criquet en Kabul (AAMIR QURESHI/)Según un informe de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol), de un total de 57 ataques terroristas en 2020 (exitosos, fallidos y frustrados), diez fueron de origen jihadista, y provocaron la mitad de las muertes por extremismo en el bloque (doce de un total de 21).“La comunidad internacional ha hecho un excelente trabajo evitando otro 11-S. Sin embargo, los expertos coinciden que Occidente se mantiene vulnerable a un atentado de esa magnitud. La operación que resultó en el 11-S requirió de varios elementos que hoy difícilmente puedan darse, pero el mayor de ellos es el factor sorpresa: aprovechar las vulnerabilidades en inteligencia y seguridad”, dijo a LA NACION Betiana Allo, especialista en contraterrorismo, ciberseguridad y nuevas tecnologías.En ese sentido, señaló a Estado Islámico y a Al-Qaeda como “los actores no estatales con mayor capacidad para ejecutar un ataque con un impacto como aquel”, pero ya no necesariamente con una estructura tan sofisticada como la de 2001. “Si imaginamos un ataque coordinado en distintas ciudades a la vez, con pocos militantes en cada uno, podría tener un impacto similar”, opinó.Inteligencia y seguridad nacionalDel otro lado, especialistas afirman que estas dos décadas no fueron en vano. Que Estados Unidos y sus socios mejoraron ostensiblemente sus capacidades para prevenir, monitorear y frenar ataques terroristas –a partir de los atentados en Madrid de 2004 y Londres de 2005, además del de 2001-, y que los grupos, a su vez, viraron hacia una estrategia local frente a estas amenazas.Daniel Byman, investigador del Instituto Brookings, escribió en la revista Foreign Affairs que Estados Unidos alcanzó una política “suficientemente buena”: reconoce que no van a erradicar el terrorismo jihadista, pero sí logra que la amenaza se reduzca a partir de “una combinación de recopilación de inteligencia, operaciones militares y esfuerzos de seguridad nacional” que haría muy difícil repetir hoy un ataque como el del 11-S. “Ninguna medida por sí sola puede hacer imposible la repetición de una trama a escala de 2001. Pero el efecto acumulativo de estas políticas ha hecho que un esquema sofisticado y de alto impacto tenga muchas menos probabilidades de éxito”, planteó.Los atentados del 7 de julio de 2005 en el sistema de transporte público de Londres, ordenados por Al-Qaeda, dejaron 56 víctimas (Archivo/)Después de 20 años con las tropas en Afganistán, el gobierno de Biden apostará ahora a una estrategia “sobre el horizonte”, es decir, con ataques aéreos y de drones, como ya hizo frente al atentado de EI-K. Aunque, como advirtió en abril el director de la CIA, William Burns, sin presencia en el terreno, “la capacidad del gobierno de Estados Unidos para recolectar y actuar frente a las amenazas disminuirá”.De hecho, en un informe publicado dos días antes de la toma de Kabul, el 13 de agosto, el Departamento de Seguridad Nacional ya había aumentado sus advertencias sobre posibles ataques y alertaba que el vigésimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre “podría servir como catalizador para actos de violencia”. En ese sentido, remarcó que Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP, por sus siglas en inglés) lanzó recientemente la primera edición de su revista en inglés Inspire en más de cuatro años, “lo que demuestra que las organizaciones terroristas extranjeras continúan sus esfuerzos para inspirar a individuos estadounidenses susceptibles a influencias extremistas violentas.”La amenaza domésticaEl informe señalaba, además, que los “extremistas violentos por motivos raciales o étnicos y los antigubernamentales siguen siendo la principal amenaza nacional para Estados Unidos”. En rigor, los ataques de la extrema derecha provocaron más muertes en Estados Unidos que el terrorismo jihadista desde 2001, según datos del think tank New America.El director del FBI, Chris Wray, describió esa amenaza como una “metástasis” que no para de expandirse por el país y cuya máxima expresión fue el ataque al Capitolio por parte de seguidores de Donald Trump el pasado 6 de enero, días antes de la asunción de Biden.Una de las imágenes más recordadas de la toma del Capitolio en enero pasadoAllo enfatizó que el problema no es solo de Estados Unidos, sino de todo Occidente. “No es un movimiento coherente ni de fácil definición porque suelen abrazar ideologías que se superponen, a menudo vinculadas por el odio y el racismo, la xenofobia, la islamofobia, el antisemitismo y la misoginia. Con el Covid-19, la comunidad internacional alertó acerca del uso de teorías conspirativas y desinformación relacionadas con la pandemia, tanto online como offline, para radicalizar, reclutar y recaudar fondos para alimentar operaciones y posibles ataques. La evidencia demuestra que la amenaza de la extrema derecha está derribando fronteras mientras individuos y grupos más organizados forjan nexos trasnacionales”, describió.“Un ataque que no imaginamos”A diferencia de 2001, internet, las redes sociales, los smartphones, los drones, e incluso impresoras 3D para crear armas, están hoy disponibles para todos, incluidos los terroristas de todo el espectro extremista. Por eso, Farah Pandith, exdiplomática estadounidense y especialista de contraterrorismo de la Universidad de Harvard, afirma que el próximo atentado de gran magnitud será “un tipo de ataque que no hemos imaginado”.“Si uno mira lo que es posible para el futuro, es importante darse cuenta de que existe una oportunidad para causar un daño profundo, no solo la pérdida de vidas, sino que puede afectar a las naciones”, dijo a LA NACION. “El ataque del 11 de septiembre fue un evento trágico que no podíamos imaginar. No podíamos concebir que los aviones se usaran como armas. De la misma manera, hoy un atacante podría pensar qué tiene en su arsenal para hacer el mayor daño posible. Puedes imaginar sistemas enteros fallando, un ciberataque enorme, un ataque a una red eléctrica…golpes a aspectos de la vida que podrían parar un país”.Ese potencial atacante podría ser un jihadista o un extremista de derecha, por ejemplo. “Las amenazas hoy vienen tanto de grupos que reclaman el islam como de grupos que reclaman el cristianismo, por lo que tenemos un panorama terrorista mucho más peligroso en 2021 que en 2001”, señaló Pandith, y consideró que, aunque tienen objetivos distintos, esos grupos están usando las mismas tácticas en el terreno virtual, donde “los terroristas están ganando ideológicamente” frente a las estrategias de Occidente. “Estados Unidos ha gastado millones de dólares en hard power, en lo militar, tratando de detener el terrorismo, pero hemos gastado muy poco dinero en prevenir el atractivo de esa ideología. Ningún gobierno en el mundo ha puesto el tipo de atención, enfoque y escala en ese soft power”, completó.Para Byman, en cambio, “los santuarios virtuales” de los terroristas “son menos seguros que antes” por las medidas que toman las empresas tecnológicas para eliminar el contenido extremista, y los gobiernos, que “monitorean agresivamente las cuentas para identificar seguidores e interrumpir posibles tramas”. Según su opinión, “para el aspirante a terrorista, las redes sociales se han convertido en un lugar peligroso”.El terrorismo, hoy“Dos décadas después, el panorama del terrorismo es menos centralizado, más diverso y cada vez más propenso a las teorías de la conspiración y las campañas de desinformación virtuales que exacerban las tensiones sociales”, resumió Stephanie Foggett, investigadora residente del Soufan Center de Estados Unidos.Según el Índice Global de Terrorismo, las muertes relacionadas con ataques terroristas disminuyeron en un 59% entre el pico de 2014 y 2019, cuando se registraron 13.826 víctimas. En los últimos años, en tanto, el foco de los principales grupos jihadistas se trasladó a África, donde a las guerras civiles se suman a echar nafta Estado Islámico y grupos afiliados a Al-Qaeda, como Al-Shabab, para ganar terreno y seguidores. Mientras tanto, con los esfuerzos de contraterrorismo multiplicados alrededor del mundo, los grupos islamistas llaman también a la acción de lobos solitarios en Occidente, individuos inspirados por las ideas islamistas que encuentran en la web, pero no necesariamente con vínculos directos con los terroristas.Al-QaedaDespués de los atentados de 2001, Al-Qaeda debió cambiar su estrategia (Robert Giroux/)Con una popularidad y atención global nunca antes lograda por un grupo terrorista, Al-Qaeda tuvo que adaptarse en 2001 y pasó de ser un grupo de cientos de combatientes bajo el mando de Ben Laden a una red descentralizada que sumó a otros grupos jihadistas y a nuevos combatientes que se vieron atraídos por su poder de destrucción. Pero sus capacidades de internacionalización se vieron limitadas por la falta de un territorio donde moverse ante el asedio de las fuerzas occidentales.En manos del egipcio de Ayman al-Zawahiri desde la muerte de Ben Laden en Paquistán en mayo de 2011, Al-Qaeda se enfocó en objetivo locales de países en crisis, pero siempre mantuvo su retórica anti-occidental. “Hemos visto un cambio en el enfoque del grupo hacia esfuerzos localizados, a menudo explotando el sectarismo y los conflictos más cercanos a casa. Esto es un cambio general de enfoque de Al-Qaeda lejos del llamado ‘enemigo lejano’, pero eso no significa que debamos bajar la guardia”, indicó Foggett.Hoy, Al-Qaeda cuenta con muchos más combatientes que en 2001 -hasta 40.000, según The Soufan Center- y la posibilidad de tener nuevamente un territorio donde moverse con mayor libertad en Afganistán. El Consejo de Seguridad de la ONU advirtió en julio que el liderazgo del grupo sigue presente en ese país, y que siguen siendo “cercanos” con los talibanes.Estado IslámicoComo le ocurrió a Al-Qaeda en 2001, Estado Islámico –que nació de la rama de Al-Qaeda en Irak- tuvo su pico de protagonismo en 2014, cuando estableció un califato en Irak y Siria y logró horrorizar al mundo con una campaña que incluyó videos en alta definición de ejecuciones a occidentales. Tras una expansión sorprendente entre 2014 y 2015, con atentados en Occidente, como los de París de noviembre de 2015, su poder comenzó a decaer hasta el punto más bajo, en 2019, con la muerte de su líder, Abu Bakr al-Baghdadi. Desde entonces, el grupo siguió la lógica de las filiales (“provincias”, según su vocabulario), y extendió su presencia en Asia y África.Los atentados en el teatro Bataclan y otros puntos del centro de París el 13 de noviembre de 2015 fueron los más fuertes de Estado Islámico en OccidenteEl mes pasado, Voronkov, de la ONU, presentó un informe sobre Estado Islámico en el que afirmaba que el grupo “continúa explotando la interrupción, los agravios y los reveses del desarrollo causados por la pandemia para reagruparse, reclutar nuevos seguidores e intensificar su actividad tanto en línea como en el terreno”.Además de marcar que EI busca resurgir en Irak y Siria, el informe dedicó un fragmento a la expansión en Afganistán, a través de su “provincia” de Khorasan, donde podría seducir a excombatientes talibanes, de las fuerzas afganas u otros grupos en medio del conflicto, a partir de su narrativa en la que intenta mostrarse como el verdadero y único representante del islam. Según la ONU, EI-K tendría entre 500 y 1500 combatientes, que podrían aumentar a hasta 10.000 “en el mediano plazo”.En estas dos décadas, el terrorismo fue testigo y partícipe de cambios de estrategias militares, de líderes, de armamento y de tecnología. Pero Gohel llama a mantenerse alerta porque, pese a todas las variaciones, “los objetivos de Al-Qaeda y de Estado Islámico siguen siendo los mismos: tratar de crear un califato mientras lleva a cabo ataques a nivel local y global para crear consecuencias económicas, políticas y sociales”.

Fuente: La Nación

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