John Deere comenzó la producción en serie del tractor 6E en su planta de Granadero Baigorria, en Santa Fe. Esta línea de tractores se realiza de forma íntegra en Argentina. Con fabricación nacional, los 6E tienen como destino el mercado local para el segmento ganadero y lechero.
“Hace más de 60 años que fabricamos ininterrumpidamente en el país y seguimos apostando a la industria local. Una muestra de ello es estar presentando los tractores de la línea 6E, respetando los plazos anunciados y manteniéndonos firmes en cumplir con las expectativas de los productores”, expresó Sergio Fernández, Presidente de John Deere Argentina. “Con la implementación de la Serie 6E, completamos la fabricación nacional de toda la gama de potencia, desde los 45HP hasta los 230 HP; un compromiso que nació en 2012 con la reapertura de la fábrica de tractores en Granadero Baigorria”, agregó.
La Serie 6E fue presentada durante la última edición de Agroactiva y el modelo piloto se produjo en junio. Tras una adaptación general de la línea de ensamble, en octubre se inició la producción en serie. Para ello fue necesario adecuar los procesos productivos, en una primera etapa extendiendo una de las líneas para agregar el nuevo tractor, y luego, aplicando las inversiones necesarias en manufactura para su producción serializada con un importante nivel de tecnología.
“Lo más significativo del nuevo proceso es la tecnología que se incorporó a todas las etapas de producción, especialmente en las tareas diarias de nuestros operadores. Además, se incluyeron los más altos controles de calidad”, comenta Andrés Boggino, gerente de Operaciones. “Notamos que este esfuerzo rindió sus frutos, ya que el ritmo de entrada de pedidos ha sido bueno, incluso superando las expectativas para el primer año de producción”.
La Serie 6E llegó para cubrir un segmento importante de productores que busca un tractor versátil, cómodo y confiable para trabajar con cargador frontal y en constante movimiento durante largas jornadas. Cuenta con tres modelos medianos y ágiles: 6100E, 6110E y 6125E con 100 hp, 110 hp y 125 hp respectivamente, que complementan la oferta actual de tractores de John Deere y que están enfocados en satisfacer las necesidades de productores ganaderos y lecheros en el país.
Este modelo se caracteriza por una nueva transmisión Power Reverser Plus 24×12 -con 24 marchas de avance y 12 de retroceso– brindando versatilidad y la velocidad óptima para cada tarea. Permite incorporar piloto automático y posee cabina original, aire acondicionado y visor en el techo para una óptima visibilidad cuando se trabaja con un cargador frontal.
Con esta apuesta, John Deere sostiene su confianza en el potencial que tiene el campo argentino y continúa su inversión en la producción local, completando su oferta tecnológica para mejorar la productividad de sus clientes y contribuir al desarrollo económico y social.

Fuente: InfoCampo

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En los últimos años diversos estudios describieron la utilidad evolutiva que puede tener para las cebras su característico patrón de rayas negras y blancas, a la hora de mantener alejados a los insectos de la sabana. Es por eso, que Tomoki Kojima, junto a su equipo de científicos de la División de Ganadería del Centro de Investigación Agrícola de Aichi de Japón, crearon un “pesticida natural” para proteger al ganado de las picaduras de insectos.
El método, que se publicó en un artículo en Plos One, consiste en pintar rayas blancas en vacas completamente negras. A simple vista, da como resultado un “híbrido” de vaca y cebra. En ese sentido, el equipo de Kojima probó su teoría en 6 vacas negras divididas en tres grupos: con rayas blancas (a), con rayas negras (b) y sin pintar (c).
En ese sentido, las hipótesis de que las líneas ayudan a despistar a los depredadores, tengan alguna función termoreguladora o les sirve para librarse de las dolorosas picaduras de los tábanos cobra cada vez más fuerza. Y los científicos pusieron a prueba la hipótesis para comprobar qué sucedía al pintar a vacas con el característico patrón rayado de las cebras.
Metodología aplicada en los ensayos: luego de pintarlas, las observaron durante tres días con cámaras de alta resolución e hicieron un recuento del número de insectos que se les acercaron y la cantidad de veces que los animales realizaron algún movimiento para repelerlos (mover la pata, las orejas o el rabo).
Para comprobar que la composición química de la pintura no alteraba los resultados, los científicos pintaron solo con rayas negras a las vacas, de manera que visualmente era indistinguible. Después de probar estos dos escenarios, los autores del estudio hicieron también un recuento de lo que sucedía con la piel de la vaca durante su vida normal, sin aplicar ninguna sustancia en su piel. 
 
 
“El cebreado redujo el número de movimientos para repeler a los insectos hasta un 20%”
En base a los resultados se observo que, en las vacas con el patrón de rayas (B&W Treatment) el número de insectos contabilizados alrededor fue menos de la mitad del registrado en las vacas sin pintar (control) y menos que en las vacas con pintura negra (gráfico a).
También se hallaron otros resultados interesantes, y es que el cebreado redujo el número de movimientos para repeler a los insectos hasta un 20% (gráfico b), lo que indica que los insectos se acercaron mucho menos en esa situación.
En la actualidad, los ganaderos utilizan productos repelentes de insectos para evitar las picaduras, una estrategia que, según los autores, es mas costosa que utilizar pinturas no tóxicas.

Cabe destacar que las picaduras no son un asunto menor, ya que atrasan al ganado y producen pérdidas de millones de euros cada año a la industria ganadera.
Para finalizar, los autores aseguran que quieren replicar el ensayo con un mayor número de animales. 

Fuente: InfoCampo

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El Ministerio de Agricultura de la Nación informó que inició la devolución de los fondos de garantía para la industria frigorífica, específicamente para los establecimientos dedicados al abastecimiento del consumo interno de carnes.
La iniciativa se implementó a través de la Resolución 81/2019, como reconocimiento al incremento en la recaudación del 98,7% que se alcanzó con el pago de anticipos de IVA y cargas sociales a partir de la Resolución conjunta del Ministerio y AFIP en abril de 2018.
En ese sentido, desde la Dirección Nacional de Control Agropecuario decidieron dejar sin efecto la Resolución N°21-E/2017, que obligaba al sector a constituir ese fondo de garantías para asegurar el cobro de eventuales infracciones o deudas impositivas.
“El éxito en la implementación de los pagos de IVA y cargas sociales ha sido un importantísimo avance en la lucha contra la competencia desleal que afecta el normal funcionamiento de los mercados”, subrayaron desde Agricultura.

Fuente: InfoCampo

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El extenso período seco que abarcó el trimestre frío y sigue extendiéndose sobre octubre le ha quitado al trigo las posibilidades de alcanzar los 21,5 millones de toneladas que se proyectaban, advierte la Bolsa de Comercio rosarina. El noveno mes del año y los primeros diez días de octubre mantienen el patrón seco que domina en gran parte del oeste y centro sur de la región pampeana, de acuerdo al área que monitorea la entidad. Ya se estiman casi 2 quintales menos de los 32,5 quintales que se proyectaban para esta zona. 
Por su parte, también “hay pérdidas de los lotes que empiezan a dejarse de lado por la falta de agua y el efecto de las bajas temperaturas”, en forma total o parcial, ya suman 208.000 hectáreas. El resultado de todo esto ajusta la estimación de trigo de Argentina a 20 millones de toneladas para el ciclo 2019/20, respecto a los 21,5 que se esperaban.
En referencia a la situación climática, la Bolsa sostiene que los trigales de la provincia de Entre Ríos y el centro y norte de Santa Fe están en mejor condición porque el clima fue más benevolente. Solo en algunas regiones privilegiadas del este de Buenos Aires se mantienen altas expectativas. En el resto de la zonas de influencia cercana a Rosario, los distintos grados de afección por bajas temperaturas y falta de agua se profundizan con un 30% a 40% de perdida de rinde.
Se espera, como media provincial, un rinde menor a los 35 quintales, cuando el año pasado se superó los 38 quintales por hectárea. El área cordobesa tampoco pasa por un buen año: apenas se alzaría con una marca provincial 28,6 quintales.
Entre el este cordobés y el resto provincial hay más de 10 quintales de diferencia. Los trigales del sur santafesino, asimismo, se resienten por la falta de agua, pero las estimaciones muestren una mejor situación.
La provincia de Santa Fe lograría 33,6 quintales por hectárea, cuando un año atrás se estimaba una media menor a los 29 quintales.
 

Fuente: InfoCampo

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Mientras la compañía Bioceres aguarda aguarda la aprobación de la genética de trigo HB4, de tolerancia a estrés hídrico, continúa con el plan de mejoramiento y desarrollo de materiales de alta performance para las distintas regiones del país.
“A la par de la genética HB4 pensamos en poner en práctica la tecnología basada en productos biológicos, como bioefertilizantes  y biofungicidas”, explicó Francisco Ayala, gerente de productos y  de Bioceres.
Este nuevo concepto se denomina “Ecoseed” y apunta a que, con todo este paquete biotecnológico, las características propias del trigo HB4 se potencien y el cultivo pueda ser aún más resistente a malas condiciones ambientales.
De acuerdo a Ayala, el paquete ‘eco’, más la tolerancia del HB4, es capaz de aportar una mejora de rendimiento del 20 por ciento, en lotes de baja productividad, aquellos que rinden normalmente en torno a dos mil kilos.
“Como vemos que esta tecnología tiene mucho potencial, seguimos avanzando con la generación de variedades y la multiplicación de semillas para cuando efectivamente se logre la desregulación”, concluyó.
 

Fuente: InfoCampo

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