Los trabajos ya finalizaron y se implantaron unas 98.000 hectáreas, según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Fuente: Clarín Rural
Los trabajos ya finalizaron y se implantaron unas 98.000 hectáreas, según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Fuente: Clarín Rural
Fuente: La Nación
La gran mayoría de los embarques van hacia el mercado chino, pero la Unión Europea y Chile también son mercados estratégicos.
Fuente: Clarín Rural
Fuente: La Nación
De las 70 empresas argentinas de alimentos y bebidas distinguidas en las seis categorías concursantes (bebidas; lácteos; frutas y verduras; cereales, oleaginosas, y sus derivados; dulces y golosinas e industrias frigoríficas), el jurado de expertos destacó 15 ganadoras que se conocerán y serán premiadas el lunes 4 de noviembre en La Rural.
Uno de los criterios de evaluación que se tuvo en cuenta al momento de seleccionar las empresas ganadoras fue el agregado de valor al producto. Al respecto, Mercedes Nimo, directora Nacional de Alimentos y Bebidas del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, explicó que el concepto de agregado de valor tiene dos aristas: “Una es la definición clásica que consiste en transformar la materia prima en un producto, y la otra, es el valor de los intangibles, se trata de ese diferencial o atributo que puede tener un producto y que hay que tratar de posicionarlo en la mente de los consumidores”.
En este sentido, la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía de la cartera agropecuaria ofrece tres herramientas muy interesantes para sumar valor y marcar la diferencia en la góndola y en el comercio mundial: el Sello Alimentos Argentinos “Una elección natural”; Indicación Geográfica y Denominación de Origen y la certificación de Producción Orgánica.
El Sello Alimentos Argentinos “Una elección natural” consiste en una marca de calidad gratuita que distingue a los alimentos que se elaboran en la Argentina, que cumplen protocolos de calidad específicos, que poseen una calidad diferenciada y que, como consumidores nos permite identificarlos. “Actualmente ya tenemos más de 50 protocolos de calidad para cada producto, por lo cual, si una empresa cumple con los requisitos de protocolo puede presentarse y obtener el sello”, destacó Nimo.
En el caso de las Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen permiten diferenciar y hacer distinguible la calidad de un producto relacionada con su origen geográfico. Asimismo, otorgan protección legal al nombre, al producto y al grupo interesado, y tienden a promover el desarrollo rural. En este sentido, la directora Nacional aclaró: “Son marcas colectivas, el trabajo se hace en territorio y con un grupo de productores o de empresas, lo que se busca es el vínculo del producto asociado a su forma de elaboración o a alguna característica que el territorio le otorgue a ese producto en particular”. Algunos de los productos reconocidos son: Salame de Tandil; Cordero Patagónico; Alcauciles Platenses; Dulce de Membrillo Rubio de San Juan; Yerba Mate, entre otros.
En lo que se refiere a la producción orgánica, sobre la cual Argentina tiene un gran potencial, el Ministerio creó el sello “Orgánico Argentina”, una herramienta que acredita la condición de producto orgánico certificado y los identifica garantizando su calidad. “Cualquier productor podría acceder siempre y cuando cumpla con todos los requisitos que establece la norma orgánica. El mayor problema que se presenta, es que la producción orgánica se debe realizar en una zona alejada de los cultivos y la ganadería tradicional, no se puede hacer en todos lados”, indicó Nimo.
Más cantidad de sellos ¿Implica mayor calidad?
Ante este interrogante, Nimo respondió que “el mundo demanda todo tipo de certificaciones, cuando un producto posee algunos atributos vinculados con el valor con una certificación detrás, claramente hay una ventaja competitiva, sobre todo para exportar a mercados muy exigentes como pueden ser: Unión Europea, Japón, China o Estados Unidos”.
A modo de reflexión expresó: “Estamos viendo que más pymes se están animando a exportar, y ojalá volvamos a tener 9.000 pymes exportadoras como tuvimos en algún momento de nuestra historia”.
Además del agregado de valor, el jurado de expertos del Premio Aliment.AR tuvo en cuenta para elegir a las empresas ganadoras otros criterios de evaluación, entre ellos: que la compañía esté ubicada geográficamente en la Argentina y que sea exportadora; que haya realizado un aporte significativo durante el último período de exportación, y logrado una inserción en nuevos mercados externos; que haya desarrollado estrategias comerciales proyectables en el mediano y largo plazo; que posea una imagen y producto que apueste a solidificar la identidad territorial, y por último, que cuente con registros, certificaciones, normas de calidad y sellos oficiales.
Fuente: InfoCampo
Fuente: La Nación
Funcionarios del gobierno de Mendoza y representantes de Emirates Argentina se reunieron en Dubái para avanzar en la posibilidad de que esa firma comience a exportar forrajes y alfalfa al Golfo Pérsico.
El encuentro se realizó en el marco de una misión en Emiratos Árabes, donde se habló de la necesidad de aumentar el consumo de pasturas por parte de los países del Golfo Pérsico, que muestran un vertiginoso crecimiento social y económico.
En ese marco, Emirates Argentina es una de las compañías con mayor caudal de ventas nacionales en Dubái, por lo que ya se acordó una próxima reunión para el 18 de noviembre en Mendoza, de la que participarán funcionarios del Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y del Instituto Nacional de Tecnología Agroindustrial (INTA) para trabajar junto a los productores interesados en los estándares que deben cumplir para que la alfalfa sea aceptada en esos países.
La idea es exportar 60 mil toneladas de pasturas, y con esto ayudar a impulsar a otros productos que Mendoza ya comercializa en el mercado árabe, como frutos secos y ciruelas disecadas.
“Arabia Saudita, Omán, Emiratos y otros como Irak están desarrollando una dieta con mayor presencia de proteínas, lo que les demanda importar pasturas para poder abastecer a una población cada vez mayor que demanda este tipo de productos”, afirmó el ministro de Economía provincial, Martín Kerchner. “Necesitamos darle escala a una actividad incipiente y pensada en abastecer la demanda ganadera local, que creció tras el sistema de acueductos ganaderos que impulsamos en estos tres años. Sería una buena salida para potenciar una cadena agroindustrial con escaso desarrollo aún”, agregó.
Por su parte, desde Emirates Argentina resaltaron la oportunidad que representa el mercado de alfalfa. “La reunión fue muy buena porque va de la mano con el desarrollo forrajero que comenzó a realizar Mendoza hace pocos años y creemos que el de los países árabes es un mercado que puede ampliarse en forma exponencial”, sostuvo Gabriel Osatinsky, directivo de la empresa.
Fuente: InfoCampo
Este miércoles, el río Paraguay amaneció con una altura de 1,36 metros en bajante a la altura de Formosa, una situación a la que los expertos califican de “extraordinaria”.
La situación se repite en Paraguay, donde la preocupación de las autoridades aumenta. Es que en Asunción el caudal llegó a menos de un metro en las últimas horas, luego de que el martes 29 se produjera un abrupto descenso de 33 centímetros.
En ese sentido, la bajante está directamente vinculada con lo que sucede en el río Paraná, dado que el Paraguay es su principal afluente.
“En Formosa, el río está bajando entre 3 y 5 centímetros diarios. Según el INA (Instituto Nacional del Agua), esta tendencia va a continuar y todavía vamos a tener una pequeña bajante más”, explicó Juan Carlos Roleri, jefe de Prefectura en la provincia.
Esto afecta directamente a la navegación, por lo que Roleri recomendó no salir de noche por la presencia de bancos de arena, piedras y objetos que antes no se veían.
“La gente del lugar está sorprendida. Hace mucho tiempo que no ve esta bajante, es extraordinaria. Contrariamente, meses atrás teníamos una crecida también extraordinaria, cuando se llegó a un pico de 9, 62 metros”, recordó el experto.
Fuente: InfoCampo
Aunque desde toda la Mesa de Enlace exigen una salida de las retenciones para disminuir la presión impositiva sobre la producción agropecuaria, desde la Federación Agraria Argentina (FAA) remarcan que lo importante sería que ese impuesto, si continúa, se “segmente”.
Al menos así lo explicó Rolando Zieseniss, titular de FAA Formosa, quien aseguró que la entidad “no está en contra de las retenciones a las grandes empresas”, pero sí pide que no se aplique el mismo tributo a productores de 200, 300 ó 500 hectáreas.
En ese sentido, Zieseniss adelantó en declaraciones a Radio Nacional Formosa que le pedirán a Alberto Fernández “trabajar por las economías regionales“, dado que son el sector “que más genera“.
“Las retenciones no son un impuesto a las Ganancias ni al Ingreso Bruto, ni a la renta, sino que si se cosechan 100 toneladas de granos el estado se apropia de 30%, en el caso que se determine este porcentaje. Ese 30% es directamente sacarle al productor“, advirtió el dirigente rural.
Fuente: InfoCampo
En un comunicado reciente que difundió la Asociación Citrícola del Noroeste (ACNOA) informó entre sus productores un alerta ante la inminente prohibición del uso del clorpirifós y clorpirifós metil, a partir de enero de 2020 por sus posibles efectos nocivos sobre la salud humana.
Esta noticia afecta a una gran masa de productores argentinos que tienen en este activo una importante apuesta para el control plagas comunes en los cítricos.
De acuerdo a la información de ACNOA, “esta decisión se toma luego de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) confirmase a principios de agosto que estas sustancias pueden provocar efectos genotóxicos y neurológicos en el desarrollo de los niños”.
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Por su parte, hace hincapié y recuerda que las autorizaciones de los pesticidas en la Unión Europea se van renovando periódicamente, a la luz de los hallazgos científicos. “Esta es una decisión que depende de los estados miembros de la UE. La del clorpirifós expira en concreto el 31 de enero del próximo año“, agregan.
De acuerdo a investigaciones, en la Unión Europea, el clorpirifós está entre los quince pesticidas más presentes en los alimentos y sus residuos se han detectado sobre todo en los cítricos.
Fuente: InfoCampo