Fuente: La Nación
Fuente: La Nación
Si bien desde fines del año pasado que no realizaban medidas de fuerza, el conflicto en Cresta Roja continúa y ahora los trabajadores despedidos llevan adelante una olla popular para exigir soluciones.
Desde la mañana de este miércoles, se concentran frente a la planta II de la empresa avícola, en Esteban Echeverría, en reclamo de reincorporaciones. Para eso, convocaron también a organizaciones sociales y a partidos políticos que den su apoyo.
“Nuestras familias no pueden esperar más”, aseguran los delegados de la firma. Según explican, las promesas de reactivar esa planta y sumar a los más de 2.000 operarios que quedaron afuera cuando reabrió nunca se cumplieron.
Este lunes, Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría y dirigente del PJ bonaerense, recibió a los trabajadores que no fueron reincorporados y prometió “defender sus derechos”.
Gray también habló del tema apenas asumió Alberto Fernández, con duras críticas a la gestión de Mauricio Macri, quien visitó varias veces la empresa y hasta la eligió para anunciar el veto a la ley Antidespidos.
Por su parte, los empleados también buscaron hablar con el presidente, y hasta se mostraron en la puerta del edificio en el que vive, en el barrio de Puerto Madero, para pedirle medidas.
Fuente: InfoCampo
Se aproxima el verano y de la mano, los viajeros que retornan de sus vacaciones. Motivo por el cual el Senasa dió a conocer una serie de recomendaciones sobre qué productos no se pueden ingresar al país.
Con el objetivo de prevenir el ingreso de plagas y enfermedades que afecten la producción agropecuaria nacional y sostener los estatus zoofitosanitarios alcanzados por la Argentina, de importancia para el ingreso a los mercados del mundo, el Senasa recomienda a los pasajeros que vayan a retornar al país por pasos terrestres, aeropuertos, o por vías fluviales o marítimas, cuáles son los productos y subproductos de origen animal y vegetal prohibidos de ingresar sin la autorización correspondiente.
Productos prohibidos:
Frutas, verduras y hortalizas frescas: pueden introducir insectos, hongos, bacterias, virus y microorganismos.
Flores, plantas frutales, de jardín, ornamentales, semillas, bulbos, estacas, yemas: son potenciales portadores de insectos, hongos bacterias, virus y otros microorganismos nocivos.
Tierra: la materia orgánica pueden ingresar fito zoo patógenos que pueden afectar la producción nacional.
Carnes, embutidos y salazones: pueden vehiculizar enfermedades como fiebre aftosa, BSE (vaca loca), triquinosis, toxiinfecciones alimentarias.
Productos apícolas: miel y cera, pueden ser portadoras de enfermedades apícolas.
Animales de compañía: pueden ser portadores de rabia, psitacosis, toxoplasmosis y otras enfermedades.
Productos de manufactura casera sin rotular: como guisados, comidas, ensaladas, etcétera.
Material para investigación y/o productos biológicos, veterinarios (vacunas, sueros): pueden propagar enfermedades transmisibles de los animales.
“El Senasa está presente en las fronteras para la prevención del ingreso de plagas y enfermedades a través de los productos que traen los viajeros. Reforzamos nuestra acción sobre todo porque hay un mayor perfil de ingreso de personas, en la época de verano se incrementa el movimiento de pasajeros”, sostiene Ricardo Cafferata a cargo de la Coordinación General de Fronteras y Barreras del Senasa.
Desde la entidad destacan la importancia de asesorarse para evitar situaciones comprometidas e identificar aquellos productos o alimentos que sí pueden traerse al país por no revestir riesgo alguno, siempre que sean cantidades acordes para un consumo personal o familiar y cuenten con la debida rotulación del país de origen.
La Argentina posee 15 mil kilómetros de frontera: el Senasa está presente en 93 puntos de ingreso al país y el personal revisará el equipaje con el fin de verificar que no se transporten productos de riesgo sanitario. Aquello que no cumplan con los requisitos sanitarios establecidos serán decomisados y eliminados de forma segura en presencia de su portador.
“Somos un país que produce alimentos, que los exporta y somos reconocidos a nivel internacional. A estos mercados internacionales podemos acceder e incluso ampliarlos, si mantenemos y mejoramos el estatus sanitario del país. Todas estas medidas de prevención en fronteras intentan sostener esta fortaleza”, concluyó Cafferata.
Fuente: InfoCampo
La Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF) lanzó un informe sobre el panorama agrícola hacia fin de año y, en él destacó que “el trigo cerró una campaña inolvidable, pero comenzó con dudas la siembra del maíz tardío”.
TRIGO
Finalizó el ciclo del cultivo con una superficie sembrada de 378.000 ha y una superficie cosechada de 377.500 ha. El rendimiento promedio fue de 34,25 qq/ha y la producción alcanzó un total de 1.292.928 toneladas en la región centro norte.
“El resultado fue de bueno a muy bueno, con rendimiento promedio superior en 2,25 qq/ha, a la campaña anterior”, aseguró el documento.
GIRASOL
Período con eventos climáticos de cierta magnitud, como ráfagas de vientos, caída de granizo y precipitaciones, en lotes puntuales del departamento General Obligado, produjeron caída de plantas y dañaron capítulos.
Sin embargo, un 93 % del cultivo implantado en la provincia se encontró en estado bueno a muy bueno, con algunos lotes excelentes, un 5 % en estado bueno a levemente regular y un 2 % en estado regular a malo.
Se detectó un muy buen estado sanitario, sin inconvenientes de patógenos ni de insectos.
MAÍZ TEMPRANO (DE PRIMERA)
Las precipitaciones registradas en toda el área encontraron a los cultivares en pleno desarrollo de “estados reproductivos”, siendo el cultivo más beneficiado.
Un 98 % del cultivo se halló en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes y un 2 % en estado regular.
La sanidad detectada fue buena, sin manifestaciones de ataques de enfermadades ni de plagas.
ALGODÓN
Zona Este: al igual que en otros cultivos, la incidencia de las precipitaciones tuvo su impacto en los lotes sembrados tardíamente, en las últimas semanas, en las que se habían resembrado y nuevamente se encuentraron con excesos hídricos, generando dificultades de germinación, crecimiento y pérdidas de plantas.
Los cultivares implantados con anterioridad continuaron su ciclo normalmente en crecimiento y desarrollo de las plantas, presentando buen estado, con humedad adecuada en el perfil del suelo y con temperaturas algo elevadas para la época.
“Continuó el monitoreo de las trampas para la detección de la presencia de picudos en los predios o cercanía de los mismos, realizándose aplicaciones, en caso de necesidad”, explicó el informe.
Zona Oeste: continuó un par de días el proceso de siembra en dicha área, luego quedó interrumpido por las precipitaciones que generaron dificultades ante la finalización del período de siembra establecido por el SENASA.
SOJA TEMPRANA
Los cultivares continuaron su crecimiento y desarrollo foliar, sin problemas, observándose, en general, estado bueno a muy bueno con condición sanitaria buena.
Se realizaron antes de las precipitaciones, aplicaciones de herbicidas para control de malezas, en particular Sorghum halepense.
SOJA TARDÍA
El proceso de siembra presentó un grado de avance del 60 %, aproximadamente unas 330.000 ha de las 550.000 ha previstas inicialmente, con un retraso de 10 puntos, en comparación con similar período de la campaña pasada.
Se continuaron con las aplicaciones de herbicidas de preemergentes, para un buen control de malezas.
Fuente: InfoCampo
El encuentro de fin de año de las cuatro cadenas de valor de la agroindustria dejó abiertas varias cuestiones importantes. Por un lado, Acsoja, Maizar, Asagir y Argentrigo dejaron en claro que rechazan la suba de retenciones y pidieron bajar costos políticos. Y por otro, comenzaron las interacciones con funcionarios designados del gabinete del Ministerio de Agricultura, que todavía no fue anunciado en forma oficial.
El discurso más esperado fue el de Julián Echazarreta, designado secretario de Agricultura, quien aseguró que la intención del Gobierno Nacional es “no llegar a los límites” en relación a la suba de los derechos de exportación.
Echazarreta dio un discurso en el que resaltó la intención de avanzar en el diálogo con el sector agropecuario en lo que, al igual que Alberto Fernández, aseguró que será una “etapa de consenso“.
Por eso, se refirió particularmente a la ley ómnibus que ingresó a la Cámara de Diputados, que apunta a aumentar tres puntos las retenciones para soja, maíz y trigo y establecer un máximo del 5% en el caso de las economías regionales.
“La decisión política es no llegar a esos límites, sino encontrar una solución temporaria para poder hacerse de recursos y superar la inseguridad alimenticia”, dijo Echazarreta, que actualmente es vice de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y directivo de ACA.
El nuevo integrante del Ministerio cuenta con buena imagen en el sector. De hecho, cuando habló de retenciones las definió como “aranceles poco simpácticos”, en sintonía con la mirada de los dirigentes de las entidades.
“Conocemos a las entidades, que están compuestas por personas de buena fe y buenas intenciones. Queremos impulsar el desarrollo productivo, y debemos agrandar la torta. Haremos los ajustes necesarios para que no sea demasiado el peso del tema arancelario que recae en la producción. La racionalidad nos va a guiar”, confió.
Fuente: InfoCampo
Con un mensaje conciliador, Julián Echazarreta buscó tender puentes con los actores privados que conoce de su actividad reciente. Le ofrecieron apoyo.
Fuente: Clarín Rural
Fuente: La Nación
Las artesanías de Somos Fibra, la marca del INTA e INTeA S.A., estarán disponibles en las tiendas de las reconocidas ciudades de Denver (Estados Unidos), Sidney (Australia) y Palma de Mallorca (España), según aseguraron desde el INTA.
“Es un logro que potencia el desarrollo económico del sector de la agricultura familiar que, si todas las ventas se concretan, podríamos estar hablando de medio millón de pesos en este primer envío”, afirmó Marcela Duhalde, responsable del área INTA Diseño y directora creativa del proyecto.
Para Duhalde, “exportar es cumplir una parte importante del objetivo inicial del proyecto que fue potenciar el desarrollo económico de las comunidades rurales a partir de la valorización de los saberes ancestrales y de la identidad de cada territorio”.
“Trabajamos con artesanas, mayoritariamente mujeres, que pertenecen a la agricultura familiar, campesina e indígena y desarrollan sus producciones a partir de los recursos locales, con prácticas sustentables y en un marco organizativo que busca la inclusión con equidad”, expresó la directora.
Por su parte, Diego Ramilo, saliente director nacional asistente de Transferencia y Extensión del INTA, ponderó el rol que ocupa el sector de la agricultura familiar, campesina e indígena y lo consideró trascendente como actor económico, productivo, político y social.
“Producen los alimentos que consume el país y la región, al tiempo que generan ingresos a partir de acciones virtuosas de exportación”, señaló Ramilo.
Con respecto a este último punto, Ramilo indicó que “el objetivo primordial es que estas actividades comerciales, enmarcadas en procesos sustentables, crezcan y se desarrollen en mercados más amplios en pos de favorecer económicamente la producción local y regional”.
Fuente: InfoCampo
Cada dos años, desde el año 2013, la Red en Conocimiento de Malezas Resistentes (REM), de Aapresid, hace un relevamiento nacional de las principales malezas resistentes y tolerantes que crecen en el campo argentino.
Este año, se cubrieron 29 millones de hectáreas agrícolas. De este relevamiento surgen mapas que son de utilidad para diferentes actores de toda la cadena productiva.
Respecto a las malezas que presentan la mayor dispersión geográfica, la rama negra se ubica en el primer puesto con presencia en el 99% de los partidos y departamentos relevados, seguida por el yuyo colorado, con el 90%. Luego le siguen las gramíneas como, pata de gallina, sorgo de Alepo, clorideas y capín, que rondan el 70%-80%.
Un escalón más abajo se encuentra el raigrás, con el 60% y, por su parte, botoncito blanco, Pappophorum y gonfrena perenne, con el 40%-50% de presencia. Las diez malezas mencionadas son resistentes o tolerantes a glifosato, 60% de las cuales son gramíneas y el 40% restante latifoliadas o de hoja ancha.
Sin embargo, lo más importante del relevamiento surge en la segunda lista ya que no solo aparecen malezas resistentes y tolerantes a glifosato, sino también a varios sitios de acción, como los ALS, graminicidas ACCasa y hormonales.
Es decir que, si bien las malezas de mayor dispersión geográfica son las resistentes y tolerantes a glifosato, están en franca expansión biotipos resistentes a otros herbicidas, en muchos casos con resistencia múltiple con glifosato.
Claramente esto complejiza y encarece aún más el manejo y remarca la importancia de un enfoque integral, no alcanza con solo cambiar de herbicida. Monitoreo, rotaciones, cultivos de servicio, aplicaciones selectivas, ya no son una opción, sino una necesidad.
Fuente: InfoCampo
De la mano de la tecnología y la investigación, un grupo de investigación, expuso sobre los ensayos en siembra aérea, una de las prácticas agrícolas que innova y a la vez logra mitigar los impactos ambientales.
El sobrevuelo de un avión aplicador sobre un paño verde de maíz, para un observador inadvertido, podría significar la pulverización aérea con fitosanitarios o insecticidas; y hasta podría generar algún alerta en un desconocedor de las prácticas agrícolas, en particular si la labor ocurre en alguna zona periurbana.
Pero en este caso se trata de una práctica amigable con el ambiente, la siembra aérea de un cultivo, destinado al control de malezas resistentes, y el consecuente menor uso de herbicidas.
La estrategia, que ya ganó terreno en la zona centro-norte de Córdoba, busca neutralizar malezas invernales (parietaria, rama negra, bowlesia, descurainia) y otras de ciclo estival, entre las que sobresale el yuyo colorado (Amaranthus hybridus y Amaranthus palmeri). Este último ya avanzó sobre más de seis millones de hectáreas en la geografía productiva del país.
En las últimas campañas, los cultivos de cobertura comenzaron a estar en el radar, y en esta región el centeno, una gramínea anual, se posiciona como una de las mejores para atacar las “malezas problema”.
El equipo de investigación que comanda el Ingeniero Agrónomo Luis Lanfranconi (Inta-Universidad Católica de Córdoba), junto a Julián Oliva y Lucas Remondino, expuso sus ensayos. En los últimos tres años, este equipo realizó ensayos con distintos herbicidas y planteos de manejo de malezas con opciones tales como: sin cultivo de cobertura, con rastrojo de centeno y con rastrojo de trigo.
En las parcelas se observó que el yuyo colorado prolifera de manera agresiva en los espacios sin cobertura, dentro del cultivo de soja. En cambio, en el rastrojo de centeno, la ausencia de la maleza salta a la vista.
En un ranking de resultados positivos, se encuentra en primer lugar al centeno. Luego se encolumnan trigo, niveles de rastrojo altos, rastrojos medios y sin rastrojo. “Donde más problemas tenemos es donde hay rastrojo bajo o sin rastrojo y sin herbicida”, menciona el técnico.
Con respecto a lo que se viene, el Ingeniero Remondino, remarcó la importancia de evaluar y convalidar, a nivel de laboratorio, el efecto alelopático de los cultivares citados. “El centeno se presentó como el más rústico frente a las heladas y con menor consumo de agua, una limitante importante en la zona centro norte de Córdoba; y tampoco tiene patógenos”.
La siembra aérea de centeno sobre el lote de maíz en estadio de madurez fisiológica (el cultivo ya no consume más agua y nutrientes) se realizará a fines de este mes. El costo del vuelo ronda los 30 dólares por hectárea pero, según los técnicos, el productor deberá verlo como una inversión de la que no tendrá rédito inmediato. Después de la cosecha, el centeno emerge como cobertura tras la recolección de maíz.
“Si el cultivo de cobertura va a cosecha y no tenemos suficientes precipitaciones, impactará en el rendimiento del cultivo siguiente de verano. Por eso, no podemos hacer fácilmente trigo después de soja. Lo podemos hacer en los años en que tenemos un perfil saturado o con precipitaciones altas. Entonces, el centeno cierra como cobertura porque es el que menos agua consume para ofertar un volumen de rastrojo”, explica Lanfranconi.
De abril a octubre, el cultivo de cobertura reemplaza la acción de los herbicidas; se utiliza una sola aplicación para “secarlo”. Luego, entran en el sistema el grupo de herbicidas pre emergentes para defender a la soja o el maíz.
“Si la problemática de malezas es importante, motivo por el cual se recurre al cultivo de cobertura, lo que este garantiza es la eficiencia de los herbicidas (incluido el costo). Si uno pone la misma plata en herbicidas con o sin cobertura, habrá mucho más escape de malezas en este último caso. Con lo cual será necesario repasar y volver a más aplicaciones para limpiar el lote”, señaló el Ingeniero Lanfranconi.
Fuente: InfoCampo