La oleada de renuncias que siguió a la última presentación pública del presidente Alberto Fernández, rodeado solo de sus funcionarios más leales, agudizó las señales de cautela que ya venía mostrando el mercado tras festejar en la primera mitad del lunes la derrota del oficialismo en las elecciones del último domingo.La reacción se hizo visible tanto en la aceleración del sesgo bajista que mostró el índice S&P Merval de la bolsa porteña apenas quedó explicitaba la crisis (llegó a perder un 2,31% a media sesión aunque cerraría luego con un descenso del 0,7% promedio) como en la disparada que a ensayaron los precios del dólar en el mercado local de futuros cambiarios, sólo detenida al paralizarse la operatoria por falta de oferentes.El peor momento de mercado se verificó apenas se conocieron los ofrecimientos de dimisión. Quedó en claro que se trataba de un condicionamiento del accionista mayoritario de la coalición gobernante, que dirige Cristina Kirchner, hacia el mandatario para intentar forzarlo a rediseñar su Gabinete. Luego, por los rumores que hablaban de un reordenamiento y proyectaban al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, como virtual primer ministro de la administración Fernández, las ventas se pausaron lo que permitió que las cotizaciones de algunos activos se recompongan parcialmente.“Los inversores notaron que se precipitó la crisis y optan por resguardarse al no tener claro el desenlace e intentando desentrañar si ganaría el ala de CFK o de Massa”, explicó Leonardo Chialva, de Delphos Investment, que venía de advertir por la mañana que si bien el oficialismo estaba buscando reeditar paquetes de estímulo como los aplicados luego de traspiés similares en el 2009 y 2013, no debería tentarse con ese camino. Eso, porque el grado de deterioro macroeconómico sufrido en los últimos años fue mayúsculo y dejó cerrados todos los atajos usados en el pasado. “Deberían recordar que esos atajos nos llevaron a la situación actual. Seguir probando con las mismas recetas solo acentuará la delicada situación”, había puntualizado.Sin espacio para repetir recetas pasadas“La oleada de renuncias es vista como una apretada al Presidente, lo cual es una mala señal para un mercado que se había ilusionado con un giro hacia alguna racionalidad”, explicó el economista Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa -IEB- al ser consultado por LA NACION sobre la reacción del mercado.“El giro hacia la racionalidad en estas circunstancias sería mantener a Guzmán y acelerar conversaciones con el FMI, porque la otra opción sería reeemplazarlo por alguien que genere más demanda de pesos, y no por otro que la haga disminuir y genere más presión sobre el tipo de cambio”, acota.Alberto Fernández y Martín Guzmán en los anuncios, antes de la oleadas de renuncias (Captura de TV/)Para Santiago López Alfaro la mayor cautela de mercado es natural. “Ya estaba todo para abajo y agudizó esa tendencia apenas conocidas las renuncias, pero nada disruptivo aún”, explicó el presidente de Patente Valores, quien cree que está crisis política “encontrará algún cause. No veo los funcionarios que responden a CFK le dejen todo a Alberto”.Por lo pronto, el clima de nerviosismo que inundó el mercado se hacía notar en la renovada carrera alcista que ensaya el dólar blue y lo llevó a volver al máximo de $185 (+1,4%) ya alcanzado días atrás, la suba que ensayaron los contratos de futuros del dólar mientras encontraron oferentes (sobre el final de la rueda desaparecieron), y la aceleración bajista del índice de precios de la Bolsa local y las cotizaciones de los ADR’s argentinos en Wall Street (llegaron al 9% en el peor momento), antes del rebote en los últimos 45 minutos de la sesión de negocios. También en el aumento a 1508 puntos que mostró la tasa de riesgo país, que había tocado un mínimo de 1439 unidades a primera hora del lunes.?Futuros de USD en @matba_rofex negociaron casi 613M. En una jornada en la que le hemos hecho honor a nuestra clasificación de “standalone”, la curva de tasas sube en promedio 179bps de TEA. El mercado buscó cubrirse en medio de este desmadre político. pic.twitter.com/lc4Ftnnzvu— Andrés Reschini (@adreschini) September 15, 2021El mercado descuenta e intenta calibrar el impacto que tendrá la batería de medidas económicas con que el Gobierno buscará dar vuelta o aminorar su derrota en solo 2 meses. ”Que buscará inyectar pesos a corto plazo en sectores más vulnerables tras la derrota en las PASO está descontado” explica el economista Santiago Bulat de la Consultora Invecq. También tenía su atención puesta en la presentación ante el Congreso del proyecto de presupuesto 2022, luego que el presidente Fernández adelantara -ante que se desatara la crisis- que las proyecciones incluían un acuerdo con el FMI.l

Fuente: La Nación

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El tembladeral que produjo en el Gobierno el aluvión de renuncias y el vaciamiento del Gabinete no será inocuo para la ya golpeada economía argentina, que parecía tener un guiño del mercado luego de los resultados de las PASO, pero que ahora vuelve a estar empañada por la incertidumbre. Esto es, al menos, lo que opinaron economistas consultados por LA NACION.La crisis profundizó la cautela que había comenzado a mostrar el mercado, tras el festejo por las PASOFernando Marull, socio en FMyA, dijo que, si se confirma que el motivo de las renuncias es la tensión política, se produciría un vacío de poder en el Gobierno. “La primera lectura es un vaciamiento del poder de Alberto Fernández por parte de Cristina Kirchner, con los mercados reaccionando negativamente. Hasta el momento, cayeron un poco acciones, el blue tiende a subir y hay una fuerte suba en el Rofex, dólar futuro, que es cobertura”, opinó el analista, exasesor del equipo económico durante la gestión de Cambiemos.Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa en el búnker del Frente de Todos (José Brusco / POOL Argra/)Para Marull, estas renuncias justo el día en que el ministro de Economía, Martín Guzmán, va a presentar el presupuesto, son un “ruido muy feo”. “Es incertidumbre que te va a compensar la buena noticia que había sido el resultado de las PASO para el mercado. Si Fernández va por un giro y el assismo empieza a tomar el poder, no creo que sea tan negativa la lectura, porque ese giro cierra más que un vuelco hacia La Cámpora”, analizó el economista.La primera conclusión de los analistas es que en medio de una interna tan dura aumentará la incertidumbre y la preocupación, pero aclaran que es prematuro para dar sentencias definitivas sobre qué se desencadenará en la economía.Aldo Abram, director de la Fundación Libertad & Progreso, comentó que el mensaje de las urnas fue claro en el sentido de que hay que cambiar el rumbo y lo que se observó en los mercados fue un apoyo a ese cambio de rumbo. “Pero si ahora hay un cambio de gabinete con predominancia del kirchnerismo, esa no sería justamente la señal que esperan los mercados”, afirmó el economista.Según Abram, que aumente la incertidumbre sobre si va a continuar o no Guzmán, que es visto como pieza fundamental para cerrar el acuerdo con el FMI, y que se abra la perspectiva de que los reemplazantes sean de pura cepa kirchnerista, no será una buena noticia para nadie. “Y todo impacto negativo que haya sobre el mercado repercute negativamente también sobre la evolución económica de los próximos meses, porque cuanto menos optimismo, mayor es la fuga de capitales y el desfinanciamiento de la economía”, subrayó.Para evitar mayores males, Abram observa como más lógico hacer el cambio de gabinete después de las elecciones y después de lograr el acuerdo con el Fondo, con un Guzmán yéndose con su tarea cumplida.Por su parte, Ariel Coremberg, economista y profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA), señaló que en cualquier país normal es habitual que todo el gabinete presente la renuncia cuando hay una derrota electoral tan clara, pero el problema de la Argentina, en su opinión, es que “no es un país normal”. “Entonces, acá se le presenta al presidente, que hace rato es un pato rengo, el dilema de si generar un cambio después de noviembre o ahora, como se lo exige el ala cristinista, de la que depende desde que fue designado a dedo”, enfatizó el economista.Para Coremberg, los dilemas estructurales argentinos siguen pendientes de resolución. “Por lo tanto, veo una economía en zozobra permanente y con riesgo de producirse una crisis más estructural, que requiera cambios de gabinete más seguidos, como sucedió en las diversas crisis macroeconómicas locales, de 1975, 1989, 1990, en parte 1991, y 2001, cuando tuvimos cinco ministros de Economía. Acá no hay ministro de Economía de hecho, ya que Guzmán no lo es, desde el momento que no pudo disponer de la renuncia de su propio secretario, [Federico] Basualdo. Esperemos que esta crisis que se avecina se resuelva dentro de las instituciones, y con el presidente resistiendo los cambios de ministros impuestos por el Cristinismo”, concluyó el economista.Federico Moll, economista de Ecolatina, dijo que las repercusiones económicas derivadas de las renuncias existen y seguramente condicionarán a 2022. “Es difícil encontrar el camino que tomarían las distintas variables en los diferentes escenarios políticos. Si los sectores kirchneristas lograran ganar terreno, el gobierno se radicalizaría y daría un viraje hacia políticas mucho más expansivas desde la política fiscal y monetaria. También se podría encontrar que en esta guerra interna el que termine beneficiado sea Massa y ahí hay otro set de políticas a disposición, con una retórica más amigable y prácticas más intervencionistas”, afirmó.Moll agregó que el nivel de incertidumbre es tan alto, que resulta difícil aventurar políticas y es muy difícil, porque ni siquiera se pueden aventurar nombres. “También es cierto que el Gobierno no tiene mucha capacidad de tomar decisiones en un contexto como este, por lo que la posibilidad de que todo se mantenga constante también existe. Y que Guzmán se mantenga, y el rumbo se mantenga, con muchas tensiones políticas que pueden complicar especialmente el mercado cambiario”, remarcó el economista.

Fuente: La Nación

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Las gimnastas estadounidenses Simone Biles, McKayla Maroney, Maggie Nichols y Aly Raisman cuestionaron a la Oficina Federal de Investigaciones, FBI, ante la Comisión de Justicia del Senado por negligencia en la investigación tras su acusación a Larry Nassar, ex médico de la selección nacional de su deporte, por abusos sexuales.Biles, Maroney, Nichols y Raisman aseguraron haber sido víctimas de Nassar, que en 2018 quedó condenado a 175 años de prisión, por abusos a más de 150 gimnastas. Durante la audiencia se está examinando el modo en el que el FBI gestionó la investigación tras la denuncia, presentada por primera vez a la agencia en 2015.Simone Biles declara por el caso de abusos de Larry Nassar: “La culpa es de todo el sistema que permite y encubre esos abusos. La federación de gimnasia y el comité olímpico de Estados Unidos sabían que el médico abusaba de mí”. pic.twitter.com/HQDfepL43n— El HuffPost (@ElHuffPost) September 15, 2021Las deportistas declararon ante el director del FBI, Christopher Wray, y el inspector general del departamento de Justicia, Michael Horowitz. En un reporte de julio, este último afirmó que diversas violaciones a los protocolos provocaron meses de demora y que mientras la investigación estaba estancada el ex médico abusó de decenas de víctimas.Biles culpó no solo a las entidades deportivas sino también a las autoridades federales que “hicieron la vista gorda” ante los crímenes cuando cientos de jóvenes padecieron ataques sexuales. “Culpo a Larry Nassar y también culpo a todo un sistema que permitió y perpetró su abuso”, dijo entre lágrimas en su testimonio ante la comisión judicial del Senado. La atleta agregó que la Federación de Gimnasia y el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos sabían que el médico oficial del equipo había abusado de ella mucho antes de que Biles lo denunciara.Biles presta juramento para testificar durante la audiencia con la comisión judicial del Senado. (GRAEME JENNINGS/)Maroney, otra medallista dorada olímpica, contó a los senadores que una noche, cuando tenía 15 años, encontró al médico encima de ella mientras estaba desnuda. Agregó que entonces pensó que iba a morir. Maroney dijo que el FBI la “minimizó” y la “ignoró” después de que denunciara a Nassar y que la agencia retrasó la investigación mientras se abusaba de otras deportistas. “Si ellos no van a protegerme, quiero saber a quién están tratando de proteger. Durante mucho tiempo todas nos cuestionamos por qué no nos validaba alguien más, dudamos de lo que nos pasó. Y creo que eso hace que el proceso de sanación sea más largo”, agregó.La audiencia es parte de un esfuerzo del Congreso para responsabilizar al FBI, después de múltiples errores en la investigación, incluidas las supuestas demoras que habrían permitido a Nassar abusar de más jóvenes gimnastas.Simone Biles. Hija de adictos y víctima de abuso, la dura historia de la gimnasta olímpica más genialUna investigación interna del Departamento de Justicia difundida en julio señaló que el FBI cometió errores fundamentales en la investigación y no trató el caso con “la mayor seriedad” después de que la federación de gimnasia informara por primera vez las acusaciones a la oficina del FBI en Indianápolis en 2015. El FBI ha reconocido que su conducta fue imperdonable, ya que al menos 40 niñas y mujeres han dicho que fueron víctimas de ataques una vez que el organismo ya al tanto del problema.Simone Biles y Aly Raisman se abrazan después de atestiguar en el congreso estadounidense. (GRAEME JENNINGS/)Por su lado, Raisman, otra de las campeonas olímpicas, enfatizó que la “repugna” que todavía estén buscando respuestas, seis años después de las acusaciones originales. Mientras tanto, el médico cumple en Michigan condenas de décadas en prisión por agresiones sexuales y posesión de pornografía infantil. Durante los últimos cinco años, cientos de deportistas han revelado que Nassar había abusado de ellas mientras pretendía tratar sus lesiones.

Fuente: La Nación

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Todo empezó gracias a una vecina del barrio. Fue cuando Bunim Laskin, un joven judío ortodoxo que vivía en Jerusalén, donde estudiaba en una ieshivá -escuela de estudios bíblicos-, se encontraba de vacaciones en la casa de sus padres, en los suburbios de Lakewood, Nueva Jersey. Uno de aquellos calurosos días de 2017, se sintió particularmente agobiado por las altas temperaturas y comenzó a padecer el encierro en una propiedad confortable que tenía patio pero no contaba con una piscina y jardín donde refrescarse y disfrutar del sol. Justo en la casa de al lado, una vecina acababa de terminar de construir una, muy bonita y amplia, para sus nietos, y Laskin notó que estaba vacía la mayor parte del tiempo, excepto cuando los nietos la visitaban. Fue cuando tuvo la idea, aunque osada, pero que funcionó.“Le pregunté si mi familia podía usar la piscina”, contó Bunim al portal Times of Israel. “Dijo que sí, pero se dio cuenta de que le iba a costar mucho dinero en mantenimiento, así que convinimos en que con mi familia le pagaríamos el 25 por ciento de sus gastos a fin de mes. En dos semanas, la vecina había hecho el mismo trato con otras seis familias de mi cuadra. Todos le pagaban el 25 por ciento, por lo que ella ganaba el 150 porciento, es decir que no solo estaba cubriendo sus gastos sino que también estaba obteniendo ganancias“.De pronto, el ambiente entero de la cuadra se transformó, según recuerda Bunim. De sentirse encerrado en su casa pasó a la satisfacción de ver que su barrio se había convertido en una comunidad más descontracturada. “Todos estaban afuera de sus casas, todos estaban nadando”, recordó.Sin buscarlo, había detectado una necesidad. Dejó la ieshivá, convocó a otros 5 amigos y desarrollaron Swimply, la app que, sin embargo, tuvo que esperar el inesperado impulso de una pandemia para ser valorada en toda su potencialidad. Swimply es el Airbnb de las piscinas privadas. La compañía, conecta a los propietarios de piscinas con personas que buscan refrescarse en el calor del verano, aunque sea por unas horas, y disfrutar de la privacidad que solo es posible en un espacio privado.Un curioso hábito que se instaló en pandemiaEn Estados Unidos, esta app desarrollada y lanzada durante la pandemia, ya está ganando adeptos, dueños y usuarios, que pactan transacciones que van desde 45 a 60 dólares por hora. Hoy ya son más de 17.000 los propietarios de piscinas ubicadas en todo Estados Unidos, desde Los Ángeles hasta la ciudad de Nueva York, así como en Canadá y, en menor medida, en Australia, que publican sus servicios en la aplicación a precios que van desde 35 a 60 por hora, según la ubicación. Uno de ellos comentó al Wall Street Journal que espera ganar más de 110.000 dólares este año alquilando sus instalaciones de lujo.Además, Asher Weinberger, uno de los cofundadores de Swimply, informó que los propietarios de las piletas ganan en promedio entre 5 y 10 mil dólares al mes, mientras que la compañía se queda con una comisión del 15 por ciento de los anfitriones y le cobra una tarifa del 10 por ciento a los huéspedes.Aunque Swimply se fundó en 2018, fue en la pandemia que su uso se multiplicó: la compañía registró un crecimiento de “matches” de un 4.000% durante el año pasado. Su cofundador, Bunim Laskin, dijo a The Wall Street Journal que los alquileres por hora en la aplicación superaron más de 120.000 reservas durante el año pasado, un resultado que, en parte, se debió a que la pandemia cerró muchas piscinas públicas.Al comprobar el éxito de esta modalidad, la compañía ya anunció que pronto lanzará una nueva plataforma llamada Joyspace, donde los clientes podrán alquilar otros espacios privados, no solo sus piscinas. Quienes posean canchas de tenis y básquetbol, gimnasios, patios, jardines y terrazas, parrillas o embarcaciones privadas también podrán obtener unos ingresos extra por estos bienes cediendo su uso por un tiempo breve a personas que estén felices de poder rentarlos.Después de los largos períodos de restricciones y confinamiento la gente se volvió más flexible en cuanto a la forma de disfrutar de la vida. (Shutterstock/)Lo predijo Andy FreireQuizá pocos recuerdan cuando el reconocido emprendedor Andy Freire, ex ministro de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad y ejerciendo un cargo como diputado de la ciudad de Buenos Aires, en 2018 recomendaba alquilar el jardín, la parrilla y la bicicleta para ganar algún dinero extra en verano. En ese momento las insólitas declaraciones despertaron todo tipo de críticas y humoradas en las redes.Recordemos que en el video donde el legislador del PRO -hoy Juntos por el cambio- planteaba la creativa solución a las dificultades para afrontar los gastos fijos de los propietarios, arrancaba con una pregunta pedagógica: “¿Cómo poder convertir en plata todos esos lugares de tu casa que durante las vacaciones te van a quedar sin usar?”. Freire se responde: “Paso a listarte, primero el jardín. ¿Sabés que se empiezan a alquilar los jardines para hacer camping? El quincho, la parrilla, el asado, el sillón de tu casa, el cuarto que no usás. Todo eso, la bicicleta, el auto, todo eso lo podés alquilar, usar, poner a disposición durante tus vacaciones y hacerlo plata”. El final del video hacía un llamado a la acción “¿Qué estás esperando? Si no lo hacés es porque no querés”, planteaba.¿Podría funcionar en Argentina?Dos años más tarde y a la luz de los impredecibles cambios que atravesaron todas las sociedades por el impacto de la pandemia mundial del coronavirus, podría decirse que el tiempo demostró que, después de todo, la idea no era tan delirante. Luego de la angustiante experiencia de largos períodos de restricciones y confinamiento la gente se volvió más flexible en cuanto a la forma de disfrutar de la vida. La conciencia de finitud nos volvió más atentos al aquí y ahora, con menos vueltas a la hora de atrevernos a aprovechar plenamente las oportunidades que tengamos al alcance de la mano. Ya no va soñar con hacer grandes hazañas, hacer tediosos tours de compras para volver con las valijas llenas, o planificar un viaje largo a la otra punta del planeta. En cambio, ahora es tiempo de “Reconquistar la libertad física” según un informe de la consultora de tendencias The Sprout Studio, en el que destaca el éxito de una nueva app que está cambiando los hábitos del ocio en épocas de verano.Una de las piletas que se ofrecen en Swimply. Está en Houston, Texas y es una de las más accesibles a 30 dólares la hora. (Swimply/)Por nada del mundo Ornella, dueña de una propiedad con pileta privada en un barrio cerrado de Zona Norte de Buenos Aires, alquilaría su pileta. “No me parece buena idea. Ellos están una hora en la pileta y después yo me tengo que pasar tres horas limpiando porque desconocidos usaron mi pileta, baño y reposeras”, declara. En cambio Graciela, que tiene una casa en un barrio cerrado del Oeste, estaría dispuesta a considerar la oportunidad, aunque con reservas: “En el contexto de esta pandemia, todo se dificulta. Creo que aceptaría por el beneficio económico, siempre cuando sea solo acceso a la pileta y no al baño. Mucha gente dispone de baños afuera y eso es otra cosa”. Su vecina Elsa piensa que en un futuro, podría tentarse pero no está muy convencida: “Me gusta el tema y creo que tiene posibilidades a favor y en contra. A favor, siguiendo protocolos, se convierte en una fuente de ingresos, sobre todo si no vas a usar la pileta vos. Personalmente, en estos momentos no lo haría pues vulnera mi privacidad en muchos aspectos”. En cambio, a Marta la movilizan otros factores, como el del tipo de cliente; por ejemplo: “Si el objetivo justifica el beneficio, y es un grupo familiar, escolar o educativo, creo que lo haría”.Como analista experto de tendencias de consumo, Laureano Mon, aporta una mirada de contexto. “La inequidad en el acceso a viviendas amplias, confortables, con jardín y, mucho más aun, plantea tensiones urbanísticas que están presentes no solo en Buenos Aires, sino en otras grandes ciudades del mundo”, observa Mon. Como respuesta a esta situación, las nuevas aplicaciones tienen un espacio que beneficia a ambas partes de la ecuación, ya que para los propietarios resulta caro el mantenimiento de sus posesiones y a los clientes les ofrece el acceso a una experiencia que de otro modo no podrían costear. “Es un fifty – fifty de ganancia; esos son los modelos de negocio que hoy en día funcionan y van a seguir funcionando todavía más en contexto de crisis económicas”, concluye.La buena convivencia y la cordialidad ante todoThe Swimmer, película de 1968 basada en el relato de John Cheever y protagonizada por Burt Lancaster. (Prensa/)En 1964 The New Yorker, un diario que compraba los cuentos de John Cheever desde su primera obra (El expulsado) a los 17 años, publicó por primera vez El nadador. El relato comienza cuando Ned Marril, un publicista de edad madura, participa de una reunión en casa de amigos. La tarde transcurre alrededor de una piscina y, como es de esperarse, todos están en traje de baño. De pronto, el protagonista mira hacia lo lejos y declara que va a volver a su casa a nado, a través de todo el condado, uniendo en un río imaginario todas las piscinas de las casas vecinas. Una aventura excéntrica que, aparentemente, no alberga ninguna otra intención más que mostrarse capaz de una hazaña original. Así, en traje de baño inicia su paseo por las distintas piscinas incluyendo las de familias amigas, la de una examante, la de un matrimonio nudista y la municipal. En esas zambullidas, va a ir descubriendo muchas cosas de si mismo, de su vida y de su familia que no sabía o que no recordaba. La obra fue adaptada al cine en 1968, protagonizada nada menos que por Burt Lancaster quien declaró en alguna entrevista que se trató de su mejor papel. Para la crítica del momento la película era una parodia de las aspiraciones al sueño americano de una clase social acomodada, intelectualizada, durante la guerra de Vietnam, algo que no se lee necesariamente en el relato corto de Cheever, más orientado a la transformación espiritual del protagonista que parte desde un ambiente superficial como puede ser el lujo de una piscina privada y llega al encuentro con la propia verdad interior.Los vecinos y las relaciones entre ellos, es otro de los aspectos que se reflejan en el relato de Cheever, que pinta un ambiente de cordialidad y respeto a la privacidad entre los habitantes de aquella zona residencial de clase alta en las afueras de Connecticut.Justamente, preservar el clima de convivencia y exclusividad es algo que también resulta esencial para el éxito de este tipo de aplicaciones. Evitar que los vecinos se vean invadidos por hordas de visitantes extraños es un requisito ineludible para todos los usuarios. “Swimply trata de mejorar las comunidades a nivel local, permitiendo que los propietarios obtengan un ingreso adicional al compartir sus piscinas con familias cercanas que buscan formas privadas, seguras y felices de pasar tiempo juntos” Como tal, además de ser responsables de proporcionar listados precisos y seguros, los anfitriones deben cumplir con la Política de Buen Vecino antes de incluirlos. La app les exige: Notificar a los vecinos. Primero, los anfitriones deben hablar sobre compartir su piscina en Swimply con sus vecinos antes de convertirse en anfitriones.Consultar el reglamento del vecindario. El anfitrión debe obtener la aprobación de los vecinos con respecto al volumen de reservas permitidas por semana, la cantidad de invitados permitidos por reserva y, por supuesto, las horas de silencio y los niveles de ruido.Intercambiar información de contacto. Los anfitriones deben asegurarse de que sus vecinos tengan la información de contacto del anfitrión y conozcan los recursos de asistencia de la empresa.Permanecer en su casa. En el 85 por ciento de las reservas los anfitriones se quedan en casa mientras los clientes usan la piscina aunque no es un requisito ineludible si hay menos de 15 visitantes. En reuniones más grandes tienen que permanecer en su propiedad para asegurar una supervisión óptima.

Fuente: La Nación

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La campaña de vacunación mundial contra el Covid registra al 16 de Septiembre unas 4.587.340.918 dosis suministradas contra el coronavirus, de las cuales 307.445.058 se dieron en América del Sur. En la Argentina, el número alcanza a 47.597.080 aplicaciones.La aplicación de vacunas contra el coronavirus avanza a distinta velocidad en los países. En este sentido, China encabeza el ranking mundial de inoculación con 1.820.238.000 dosis aplicadas. Luego le siguen, India con 523.671.019 dosis y Estados Unidos con 353.205.544 dosis.Sin embargo, cuando se comparan las aplicaciones de acuerdo a la densidad poblacional de cada país, se observa que Malta lidera el listado con 1.835.448 dosis por millón de habitantes; en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411; y en el tercer puesto se encuentra Emiratos Árabes Unidos con 1.749.778.En este ránking internacional, la Argentina se ubica en el puesto 16 en relación a la cantidad de dosis aplicadas, pero su posición desciende a la posición 36 si se analiza el número de inoculaciones cada millón de habitantes.
En la lucha contra el coronavirus se incluyen las siguientes vacunas: Pfizer/BioNTech, Moderna, Sinopharm, Oxford/AstraZeneca, Covishield, Sinopharm/Beijing, Sputnik V, Sinopharm/Wuhan, Sinovac, Sinopharm CNBG.Toda la información sobre vacunas en el mundoLa vacunación contra el Covid en la ArgentinaLa vacunación en el país registra al 14 de Septiembre, un total de 47.597.080 dosis administradas, de las cuales 28.832.985 personas recibieron una dosis y 18.764.095 recibieron ambas aplicaciones.Las provincias con mayor cantidad de vacunas aplicadas son Buenos Aires con 13.505.405, Córdoba con 3.112.354 y CABA con 3.057.938.

Fuente: La Nación

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha convocado para este viernes el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima (MEF, por sus siglas en inglés) con el fin de “impulsar los esfuerzos para enfrentar la crisis climática global”.Esta reunión, que se celebrará en modalidad virtual, se basa en la Cumbre de Líderes sobre el Clima que el presidente organizó en abril, y seis semanas antes de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26) de Glasgow, en la que se marcará el rumbo de los esfuerzos climáticos a nivel general durante la próxima década.Tras la retirada de Estados Unidos, bajo la administración del expresidente Donald Trump, del Acuerdo de París, Biden volvió a adherirse a este compromiso climatológico y prometió reducir las emisiones de gases estadounidenses entre un 50 y un 52 por ciento por debajo de los niveles de 2005 para el año 2030, en línea con la limitación del calentamiento a 1,5 grados centígrados.De este modo, y ante los últimos apuntes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático y un ciclo acelerado de desastres provocados por el clima en todo el mundo han puesto de manifiesto “la urgencia de ampliar drásticamente la acción en esta década para mantener el objetivo de 1,5 grados al alcance”, tal y como apunta la Casa Blanca en un comunicado.En la reunión del MEF, Biden hará hincapié tanto en la urgencia como los beneficios económicos de una acción climática “más fuerte”. Además, pedirá a los líderes que “fortalezcan su ambición climática” de cara a la COP 26 y en los años venideros.El mandatario también explicará los planes futuros para aprovechar el MEF posterior a Glasgow como “plataforma de lanzamiento para esfuerzos colectivos y concretos que amplíen la acción climática a lo largo de esta década decisiva”.

Fuente: La Nación

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Entre los fenómenos que impulsó la pandemia, el del éxodo hacia las afueras de las ciudades parece ser uno de los más destacados: el teletrabajo permite a muchas personas acercarse a la naturaleza y abandonar el cemento. Sin embargo, los habitantes de las ciudades no deben cejar en sus reclamos.Los niveles de polución son uno de los aspectos más preocupantes de las grandes urbes. No solo se trata del impacto ambiental. La contaminación visual puede considerarse de efectos menos dañinos en lo físico, pero es igualmente agresiva para los habitantes. Basta pensar en la cartelería publicitaria que crece en altura a los costados de rutas y autopistas, con su peligrosa carga distractiva para los conductores. O los grafitis, murales, pegatinas que se potencian en tiempos electorales, condicionando miradas y obstaculizando la visión desde distintos soportes. Un eslogan explosivo, una imagen llamativa, un repertorio de significados que nos bombardean, “un grito en la pared”, como muchos lo califican, puede afectarnos seriamente.En busca de solaz, difícilmente podamos alzar los ojos al cielo sin cruzar infinidad de cables y postes. Algunos barrios de la capital vienen siendo testigos del intenso trabajo de tendido de conexiones por parte de empresas cableoperadoras sin la debida supervisión por parte de las autoridades. Escaleras mediante, los pesados rollos pasan del piso al aire para engrosar los metros y metros de desordenadas matas negras que atraviesan avenidas, calles y bocacalles, traspasando también arboledas y montándose salvajemente en las terrazas de los edificios, de poste en poste. ¿Cuándo comenzaremos a exigir el soterramiento? ¿Por qué mantenemos estas infraestructuras de cables eléctricos de media y baja tensión, de televisión, internet, alumbrado público y torres de telefonía obsoletas y peligrosas? Distintas ciudades del mundo llevan adelante iniciativas para “limpiar” especialmente las zonas turísticas. Deberían contemplarse modalidades de tendido de cables diferentes. Como si todo esto fuera poco y aunque parezca un contrasentido, el siglo XXI ha sumado un ingrediente casi medieval al escenario urbano con el regreso de vendedores que, mediante el uso de megáfonos, ofrecen comprar distintos objetos. Son la versión contemporánea de los chatarreros que a cualquier hora avanzan en sus vehículos en busca de bienes de descarte. Sin horario, con preferencia por feriados y fines de semana y sin límite de decibeles. Aunque parezca increíble, el código contravencional porteño establece que su labor no constituye contravención. A lo sumo, si un vecino realiza una denuncia por ruidos molestos, algún oficial de policía instruirá al molesto transporte para que se llame a silencio en determinado tramo del recorrido.Los legisladores porteños deberían ocuparse de todas estas cuestiones que tanto afectan la vida cotidiana. Los espacios compartidos deben ajustarse a las normas y las normas deben dar respuesta a las demandas ciudadanas. Esa es la distancia que media entre la urbanidad y la ley de la jungla.

Fuente: La Nación

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En el tercer programa de esta nueva temporada de Bake Off Argentina, los aspirantes al mejor pastelero amateur del país tuvieron que encarar un nuevo reto: el desafío múltiple, en el que debieron realizar 8 tartas individuales con dos rellenos, pero cuatro con una decoración y las otras cuatro con otra, realizadas con los mismos ingredientes. View this post on Instagram A post shared by Telefe (@telefe)La primera en quejarse por la titánica tarea que debían realizar en dos horas fue Kalia, que el martes quedó en la segunda posición y se perfila como una de las referentes de sus compañeros a la hora de buscar consejos. Quien sí se mostró tranquilo fue Hernán, el ganador de los dos primeros desafíos.Michael Vartan le confesó a Drew Barrymore que “sintió cosas por ella” en el rodaje de Jamás besada“Lo más difícil es lograr una muy buena masa, que el relleno sea agradable y se sostenga y que la decoración sea igual en todas las tartas”, los alertó Dolli Irigoyen, antes de dar por comenzado el desafío.El primero de los aspirantes al que la flamante miembro del jurado visitó en su isla fue Hernán, quien había comenzado a realizar una masa sablée. El problema es que había agregado los huevos a la masa desde un principio. Por eso, la cocinera “metió mano” en su preparación y los quitó.Irigoyen, a su vez, no se mostró muy contenta con la decisión del participante, que fue quien tuvo la peor calificación el martes, de usar margarina en lugar de manteca. Minutos más tarde, su sospecha se volvió realidad, cuando vio que la masa le había quedado muy líquida. Otra vez, entonces, la juez volvió a aconsejarlo: “Tenés que pesar. Hiciste masa como para un regimiento; usá la mitad. Agarrá la harina y agregale”.Gino, a su vez, utilizó demasiada sal, pero fue “salvado” por Damián Betular y Pamela Villar, que al notarlo le hicieron comenzar de nuevo la preparación. El aspirante, además, quiso reivindicarse realizando nuevamente una crema pastelera, una preparación que no le había quedado del todo bien el su último desafío. View this post on Instagram A post shared by Telefe (@telefe)Al pasar por las estaciones, Villar y Betular notaron que algunos aspirantes estaban trabajando en medio del caos. “¡Tenés un quilombo! Y hasta está inundada la bacha”, le marcó el jurado a Gianluca. Al interrogarlo sobre los ingredientes de su preparación, se sorprendieron al ver que pensaba combinar remolacha, kiwi y mango.Belén, a su vez, no lograba que la crema de menta que pensaba usar lograra su punto. “Me duele la panza. No llego. No voy a llegar”, se quejó. Pero el peor accidente lo protagonizó, Kalia, luego de que le hiciera caso a Villar y llevara sus tartas a último momento su preparación al abatidor. “Tengo miedo de resbalarme”, se justificó primero. Y si bien su predicción no se cumplió a rajatabla, estuvo cerca. Al abrir el abatidor una de las tartas se cayó al piso y no tenía una de más para reemplazarla. “Quiero llorar”, reveló cámara, y terminó siguiendo el consejo de la jurado: presentar en un vaso los restos de la tarta rota para cumplir con la consigna. View this post on Instagram A post shared by Telefe (@telefe)Llegó entonces el momento de que los tres jueces probaran las preparaciones y dieran su veredicto. El primero en pasar al frente fue Emiliano, quien se llevó puros elogios: “La masa esta muy bien, la base también. La pastelera está brillosa y la ganache está muy rica. Está impresionante. Las capas de sabor son extraordinarias”.El segundo fue Gabriel, quien casi pierde su preparación camino a su encuentro con los jurados. Al probar sus tartas, los especialistas indicaron: “La masa quedó un poco gruesa y le faltó consistencia a la pastelera con banana. Llegaste a hacer ocho tartas, pero lo demás no”.Carlos corrió con mejor suerte, pero también cosechó críticas: “A la masa le falta cocción y está gruesa. La capa de frambuesas y la curd de limón están fantásticas. El merengue está mal, y nos dijiste que ibas a ser unos puntos de gel y terminaste haciendo un espiral, que quedó como si le hubieses puesto ketchup”.Kalia, volvió a romper en llanto al enfrentar a los jueces, pero las devoluciones que consiguió fueron bastante buenas: “La decoración es muy vos, la masa está bien cocida, pero no hubiese mezclado los elementos. Todo está en armonía”:Gisela pasó al frente sin estar del todo segura si su la preparación estaba bien cocida, pero ese no era el principal problema de su plato: “Los sabores que elegiste están bien, pero la masa invade mucho a la naranja. No cocines con miedo. Lograste un buen resultado. Relajate y disfrutá de este momento”, le recomendaron.Llegó luego el turno de Ximena. “Es muy difícil colocar la masa en cuadrados y están impecables. Es muy buena la combinación el cacao, el chocolate blanco y frutilla. Faltó un poco de presentación, pero te estás superando. Están muy prolijos y hay una muy buena ejecución”, expresaron los jueces. Y a diferencia de lo ocurrido el martes, esta vez las devoluciones dejaron conforme a la aspirante.Celeste llegó confiada con su original propuesta: una deconstrucción de la clásica manzana con caramelo y pochoclo. SIn embargo, no terminó convenciendo del todo: “La masa está muy gruesa, pero cocida. Yo no haría puesto el pochoclo en el relleno, porque se siente como arena. La idea fue muy buena”.La presentación de SIlvina fue una de las más vistosas, pero a pesar de las excelentes devoluciones, un detalle le jugó en contra. “Está riquísima. La consistencia de las cremas es perfecta, pero la consigna decía que había que usar los mismos ingredientes en la decoración”, coincidieron Betular, Villar e Irigoyen.“¡Qué pasó con la gelatina! No hiciste hervir el mango con el jugo de naranja”, le marcó Dolli a Gianluca, al ver su presentación, y le cuestionó, también, el uso de la remolacha. Betular, que odia el kiwi, hizo un gesto extraño al probarlo. “La masa se mojó, no hay crema y hay demasiado kiwi”, le marcaron y le recomendaron ir a lo seguro. View this post on Instagram A post shared by Telefe (@telefe)Gino, a su vez, fue muy nervioso a enfrentarse con el jurado. “Hay una mala interpretación de ustedes de la consigna. Voy a defender mi tarta. Debían tener los mismos ingredientes”, se excusó, mitad en broma, mitad en serio, antes de que probaran sus tartas. En realidad, se había olvidado de que las tartas debían llevar dos rellenos. “La masa está muy bien y la pastelera es perfecta, pero falta la decoración o un relleno. Sos como un niño que no lee el enunciado del problema. Concentrate en lo que te pedimos”, expresaron los jueces en su devolución. View this post on Instagram A post shared by Telefe (@telefe)Belén fue por un clásico: menta con chocolate y cumplió la consigna. Sin embargo, no logró convencer a los jueces: “Hay mucha masa y poco relleno. Hay un exceso de esencia de menta y el sabor le gana a todo. Hay que trabajar más en la decoración”.Hernán esta vez no logró el mismo resultado que los días anteriores: “Calculaste más las medidas de los ingredientes de la crema pastelera. No están armadas prolijamente, pero están ricas”.“No le sacaste las semillas a las frambuesas”, notó Betular al probar las tartas de Paula. Y continuó: Me gusta mucho la idea y los colores, pero hubiese sacado el licor irlandés. A la masa le falta cocción”.Luego pasó al frente Facundo, que tenía dudas con la cocción de la masa. Sin embargo, su devolución fue una de las mejores de la noche”: Están muy lindas, como de vidriera. Combinaste los sabores y lograste una alquimia. Y está muy bien la masa; lograste tartas magníficas. Vamos a lograr esto como tu carta de presentación”.Tras deliberar, el jurado eligió primero a los tres aspirantes que lograron peores resultados: Gabriel, Gianluca y Belén. Luego, dieron a conocer a los dos mejores: Facundo y Emiliano, a quienes volvieron a llenar de elogios. Finalmente, quien se llevó los cinco minutos extras para utilizar en la prueba del domingo, en la que uno de los concursantes abandonará el programa, fue Facundo. 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Fuente: La Nación

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Invitado al piso de Intratables, el candidato a diputado por la ciudad de Buenos Aires Martín Tetaz opinó sobre la interna del oficialismo, que derivó este miércoles en la presentación de la renuncia de varios ministros, y expresó que “ojalá el Gobierno encuentre la salida institucional que corresponda”.Con un discurso en el que buscó expresarse de manera responsable, como referente de la oposición, el candidato dijo: “Estamos todos en el mismo barco”. No obstante, estos dichos del economista despertaron la furia del panelista Diego Brancatelli, que lo cuestionó ante la mirada del resto de los presentes.Derrota electoral y crisis. Las horas más dramáticas del Gobierno“Hay que sostenerlo, ¿eh? No es decirle: ‘Ojalá’”, dijo sobre los dichos de Tetaz. “Hay que sostenerlo todos los días. Es irónico porque mañana van a incendiar todo, después dos bidones de nafta y le echan nafta. La actitud que tiene que tener la oposición no es la de sacar ventaja como un carancho”, acusó el periodista.Tetaz hizo caso omiso a los comentarios del panelista, pero el resto de sus colegas no se quedaron callados. “No la vengas a pudrir”, le dijeron; “Ellos no son los que van a incendiar nada”, dijo otro periodista del programa conducido por Alejandro Fantino. “Se estaban poniendo de acuerdo [oficialistas y opositores] y vos vas con una antorcha a prenderle fuego los zapatos”, le dijo otro de sus colegas.

Fuente: La Nación

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En las PASO de 2019, de manera inesperada, el principal partido de oposición le ganó por goleada al oficialismo. En las PASO de 2021 ocurrió exactamente lo mismo. Pero desde el punto de vista de la toma de decisiones económicas, la situación no es igual. Porque en 2019 al Poder Ejecutivo le faltaban cuatro meses para completar su período, mientras que ahora le faltan 27 meses. En Inglaterra, Israel o Japón, gobernados por regímenes parlamentarios, el gobierno hubiera caído; pero no en la Argentina, Brasil o Estados Unidos, regidos por regímenes presidencialistas.Lamentablemente, el presidente Fernández no tuvo tiempo ni ámbito adecuados para recomponerse física y anímicamente de las tensiones que vivió en los últimos meses y los resultados del domingo pasado. Sólo en las películas de Hollywood la agenda de trabajo de un presidente depende mucho más de los grandes principios que de las circunstancias.¿Qué debería hacer el primer mandatario con las renuncias que le presentaron ministros afines a la vicepresidenta de la Nación? Aceptarlas y tomarse algunos días para encontrar los correspondientes reemplazos.Tarea nada fácil, porque no sé cuántas personas tiene de su confianza, y cuántas de ellas lo acompañarían en esta circunstancia tan peculiar. Pero cuando alguien ejerce una responsabilidad ejecutiva, el peor pecado que puede cometer es el de no intentarlo.En esta línea, tampoco habría que descartar una conversación reservada con selectos líderes de la oposición. Otra vez, tarea nada fácil, pero; ¿quién dijo que la vida es fácil?La credibilidad difícilmente se recupera, lo cual le pone un techo a lo que cabe esperar. Pero el comportamiento presidencial y ministerial determinará si operaremos cerca del techo o en el cuarto subsuelo. Esta importante incógnita se irá develando con el tiempo.¿Qué hará el Poder Ejecutivo, en materia económica de aquí al 10 de diciembre de 2023? Ni ellos lo saben. ¿Qué intentarán hacer? Lo menos posible, porque las crisis paralizan la mayoría de las decisiones, lo cual implica que los cambios terminan siendo subproductos de la urgente necesidad y son adoptados de la noche a la mañana con escaso respaldo político.Nada de esto estaría ocurriendo si el domingo pasado el Frente de Todos hubiera obtenido nueve puntos porcentuales más que Juntos por el Cambio. Pero tendríamos otros problemas. Prefiero estos.

Fuente: La Nación

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