DVA Argentina anunció la aprobación del primer fideicomiso financiero de la compañía, denominado “Agro Solutions” por parte de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
“DVA lleva en Argentina invertidos más de 25 millones de dólares, y el plan de negocios en los próximos 5 años contempla alcanzar los 100 millones de dólares. Este fideicomiso es una herramienta más para la financiación necesaria que soporte el crecimiento del negocio, nos permitirá inyectar capital de trabajo y CAPEX, para el lanzamiento de fórmulas novedosas y de vanguardia que mejoren la eficiencia productiva de nuestros clientes productores agropecuarios, con una mejora sustancial en el impacto ambiental. Somos conscientes del momento de volatilidad que están transitando los mercados, por eso está serie 1 de inversión es modesta en relación al valor total aprobado por la CNV”, afirmó Dardo Lizarraga, gerente General de DVA Argentina.
El nuevo vehículo se creó para inversiones a través del agente colocador “Max Valores S.A” por un monto de 20 millones de dólares. Con una primera serie de inversión por 4,2 millones de dólares.
El 20 de marzo, la calificadora de riesgo FixScr S.A asignó calificación más alta: A1+, indica una sólida capacidad de pago en tiempo y forma de los compromisos financieros respecto de otros emisores y emisiones del mismo país. En este caso, cuando las características de la emisión o emisor son particularmente sólidas, se agrega un signo “+” a la categoría.
A través del fideicomiso fueron titulizados créditos contenidos en facturas con el respaldo de la compañía de seguros INSUR, emitidas y/o adquiridas por el fiduciante, con el fin de obtener fondos provenientes de la oferta pública para financiar el giro de los negocios de DVA Argentina.
Recuadro de características
– Fideicomiso Financiero Agro Solutions.
– Calificación aprobada por CNV y “FixScr S.A” (Calificadora de riesgo): A1+ – Instrumento de corto plazo.
– Valor total en circulación de hasta V/N: USD 20.000.000
– Serie N°1 de inversión: USD 4.200.000
“La apertura de nuestro primer fideicomiso es parte del crecimiento que nos propusimos para DVA Argentina. Desde Finanzas asumimos dentro de nuestra estrategia que la compañía aporte este tipo de herramientas para el país. Esto es un ejemplo fiel de progreso que nos propusimos. Creemos en la Argentina, en el mercado agrícola y en caminos que nos puedan consolidar financieramente”, agregó Ezequiel Piñeiro, CFO de la empresa.
La empresa continuará invirtiendo en infraestructura, en el equipo comercial y de desarrollo, y a partir de 2020 en construcción y posicionamiento de marca. La inversión realizada hasta el momento se triplicará en los próximos cinco años superando los 100 millones de dólares entre activos y capital de trabajo.
Desde el 2019, DVA inició un proceso sólido de unificación de negocios y creación de identidad local que les permitirá llevar a sus clientes y a todo el mercado una manera nueva de vincularse, ofreciendo soluciones, productos y servicios con la prestigiosa calidad alemana, la calidez argentina y el respaldo de un grupo internacional y multicultural consolidado.
En Argentina, DVA hace dos años adquirió el 100% de una empresa local, han finalizado el proceso de transición y puesta en marcha la planta productiva en el parque industrial Pilar, para abastecer el mercado local y de exportación en Latinoamérica.

Fuente: InfoCampo

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El ozono es un gas que se encuentra en capas altas de la atmósfera y funciona como filtro protector de los rayos solares. En las últimas décadas, de acuerdo a un estudio de la Facultad de Agronomía (UBA), la concentración de este gas en la “atmósfera baja” (tropósfera) aumentó de forma constante.
Esto puede dañar a los cultivos y reducir su capacidad de enfrentarse a las enfermedades, según los estudios hechos en tomate.
“En algunos países, las tasas alcanzan hasta 2,5% de aumento cada año en la tropósfera”, relevó Analía Menéndez, docente e investigadora de la cátedra de Ecología de la FAUBA, al sitio de divulgación científica “Sobre la Tierra”. La experta investigó,  junto con Ana Romero, Ana Folcia y María Alejandra Martínez-Ghersa, docentes de la Facultad, el impacto sobre el cultivo de tomate. 

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El trabajo de las investigadoras consistió en exponer las plantas de tomate al ozono y a la enfermedad, y luego se les agregó un producto para inducir la activación de mecanismos de defensas del cultivo contra la enfermedad bacteriana.
Llamativamente, “en la variedad tolerante al ozono, la enfermedad continuó, ya que no se activaron las defensas. En la susceptible, se logró frenar el avance del daño en su organismo. El producto funcionó como señal para que las defensas actúen”, explica Menéndez. 
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En base a estas observaciones, la investigadora afirmó que la capacidad de un cultivo para tolerar concentraciones altas de ozono puede influir en la forma en que se enfrenta a distintas enfermedades. “En este caso, la adaptación de la variedad de tomate para combatir la contaminación por ozono le resultó perjudicial cuando también existió un ataque de patógeno”, afirmó. 
Finalmente, mencionó que, debido a que la tendencia de aumento de ozono atmosférico continuará, hay repensar las herramientas agronómicas para producir algunos cultivos. A partir de estos resultados, “es crítico analizar e investigar los mecanismos biológicos que están involucrados en la respuesta de los cultivos, sobre todo en un contexto en el que hay que producir alimentos en un ambiente cada vez más contaminado”, concluyó. 

Fuente: InfoCampo

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Por causas de público conocimento, vinculadas con la evolución de la pandemia de COVID-19, el programa Semillero de Futuro extenderá la fecha límite de presentación de proyectos hasta el 15 de mayo inclusive.
De esta forma, las instituciones de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay y que estén interesadas en participar, tendrán más tiempo para presentar sus ideas innovadoras relacionadas con alimentación y nutrición para beneficiar a las comunidades de nuestra la región.
Semillero de Futuro es una iniciativa de responsabilidad social de Bayer que brinda oportunidades de desarrollo para proyectos de organizaciones sin fines de lucro que buscan contribuir en la alimentación y nutrición de las comunidades. Este año, el programa lanzado en el mes de febrero, incorpora proyectos cuyo principal objetivo sea el de mitigar enfermedades relacionadas con la alimentación.
La fecha límite para sumarse al programa inicialmente era el 15 de abril, pero debido a las circunstancias que estamos atravesando y teniendo en cuenta que esta situación dificulta la definición de puntos esenciales para la construcción de los proyectos, la empresa ha decidido extender el plazo de inscripción hasta el 15 de mayo inclusive.
Hasta dicha fecha, aquellas instituciones sin fines de lucro que quieran participar de la edición 2020 del programa, podrán presentar proyectos orientados a favorecer iniciativas relacionadas a paliar deficiencias alimenticias y nutricionales, problemáticas de malnutrición, recupero de alimentos, acceso al agua potable, enfermedades relacionadas a la alimentación y acceso a los alimentos como mejoras en los sistemas de producción.Los montos a los que las instituciones podrán solicitar en esta primera etapa van desde 8.000 a 16.000 dólares. Por medio de un comité evaluador se seleccionarán a los proyectos beneficiarios.
En una segunda etapa, las instituciones cuyos proyectos hayan sido elegidos en primera instancia, podrá presentar nuevas iniciativas que serán evaluadas para determinar tres propuestas finalistas que recibirán un apoyo económico adicional de 20.000 dólares. Una vez definida esta terna, se invitará al público en general a votar a través de la web por alguno de los tres proyectos finalistas. La iniciativa que obtenga mayor cantidad de votos recibirá el beneficio adicional de una Capacitación relacionada con la temática de su proyecto.
Semillero de Futuro 2020 es financiado por la Fundación Bayer; tiene como objetivo mejorar significativamente la calidad de vida de las comunidades a través del apoyo financiero sustentable a quienes más lo necesitan. En esta edición, el monto destinado a este programa regional será de 700 mil dólares.

Fuente: InfoCampo

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En todas las zonas de la región central, las labores de recolección de soja y maíz fluyen con cierta normalidad.  A pesar de que con inicio de las tareas de cosecha, reconocen los técnicos y productores, hubo cierta desorganización en la demanda de camiones, debido al coronovirus, luego todo se regularizó. También el envío al Puerto de Rosario es fluido, luego de registrarse picos de descarga que generaron largas colas. Por esto, muchos camioneros evitaban los viajes al puerto, otro aspecto que se modificó también. 
“Realmente, bajo estas condiciones de trabajo y sin tráfico en las rutas, la cosecha, la carga y el envío a puerto funciona a las mil maravillas. Cargamos el camión a la tarde, descarga a la noche en Rosario y a la mañana siguiente está cargando otra vez en el campo. Es muy relajada la tarea y en este sentido coinciden varios colegas”, cuenta Luis Negruchi, productor y asesor en el sur de Santa Fe, relatando lo que pasa en Maggiolo, localidad que está en esa zona. 
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Confirmado que se está cargando mercadería en plantas de acopio y puertos, más el embolsado en el campo, por ahora, este esquema transmite tranquilidad respecto a que se pueda suceder con una parte de la cadena de pagos.
“Como fluye la cosecha, yo sé que le voy a poder pagar al contratista, él a sus empleados, también va a cobrar el camionero y, de esa forma, se espera que el circuito siga vigente en los pueblos. Por ejemplo, los primeros camioneros que negaban a viajar al puerto por las congestiones, rápidamente entendieron que si no hacían se estaba cortando toda esta cadena, que también los perjudicaba. De todas formas, suponemos que tendremos complicaciones con cheques, transferencias o de la entrada de dinero ya que no está muy ágil el sistema financiero”, agrega el asesor. 
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Teo Zorranquín, consultor y asesor de empresas agropecuarias, también va en la misma dirección que Negruchi. “Quizás haya un poco de tensión en la cadena de pagos del sector, inicialmente, pero se va a acomodar. Tal vez se tensa más porque se espera una menor producción de soja, respecto a lo estimado hace un mes y esto puede generar algún desajuste más hacia el segundo semestre”, dice Zorraquin.
De evitarse las interferencias en la cadena, el sector debería tener liquidez. “Además, para productores calificados, que son muy pocos, los bancos está prestando dinero al 24% y eso es favorable para el negocio”, comenta. 
A partir de que este contexto financiero está, aparentemente, activo y vigente, el gran interrogante es cómo sigue el negocio y las futuras decisiones. 
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“Nuestras primeras estimaciones para la campaña 2020/21 las hicimos con una soja de 240 dólares la tonelada y vale 205 dólares, más allá que parte de esta pérdida económica la estamos empatando con buenos rendimientos. Por eso, aunque todavía no se habla nada, los alquileres deben ajustarse a la baja porque el negocio se achicó”, dice.
La realidad, admite, es que para los arrendatarios los márgenes son muy finos, pero para el dueño del campo también se complicó porque aumentó todo y no alcanza. “Dos quintales menos de alquiler con una soja más abarata es mucho menos”, reflexiona Negruchi.  
Otro asesor y productor que aporta su opinión es Sebastián Villena, quien recorre una extensa ruta desde el sur del Entre Ríos hasta sur bonaerense. “La cosecha en el norte de Buenos Aires recién comenzó, pero los productores sabían de los trastornos logísticos y por eso se cubrieron comprando más bolsas. Seguramente, guarden un poco más de granos, pero en 10 a 15 días deberán extraerlo para enviar la mercadería”, sostiene. 
Villena también asegura que la cadena de pagos será un poco más lenta y todo supeditado a que se produzca fluidez con el comercio de mercadería. 
Por su parte, apunta contra el tema de alquileres. “La realidad es que el negocio no está dando sobre campos alquilados y deberemos sentarnos a renegociar los precios de los arrendamientos. Esa es la discusión que viene para la nueva campaña”, manifiesta.
 

Fuente: InfoCampo

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La división Camiones y Buses decidió extender sus plazos de garantía para aquellos clientes que no pueden acercarse a la Red de Concesionarios oficiales de la marca, por la situación que amerita esta restricción nacional de circulación debido a la pandemia de coronavirus.
Dichos clientes pueden realizar el mantenimiento inmediatamente después de que se regularice el escenario, sin perjuicio de las condiciones garantías implicadas.
 
Esta es otra medida de VW Camiones y Buses para beneficiar a sus clientes y también a la sociedad en general. La iniciativa es válida mientras continúen las medidas restrictivas anunciadas en cada una de las provincias del país.
 
De esta manera, los clientes que llegaron con el mantenimiento de su vehículo actualizado hasta la divulgación de estas medidas continuarán con sus derechos garantizados por la marca VW Camiones y Buses.
Asimismo, la firma instruyó a los concesionarios de la Red a priorizar estos servicios cuando la situación se normalice.

Fuente: InfoCampo

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Producción
La producción del 1° bimestre del año fue un 9,9% superior a igual período del año pasado, según datos de la Dirección Nacional Láctea – MAGyP, y en base a un relevamiento que hicimos desde OCLA sobre un grupo representativo de empresas, el 1° trimestre arrojaría un crecimiento interanual del 9%.
Este importante crecimiento se da ya que la base de comparación con el año anterior fue muy baja debido a que el sector primario venía con precios de la leche deprimidos y además las condiciones meteorológicas, sobre todo los indices de temperatura y humedad estuvieron en el primer trimestre de 2019 muy por encima de los niveles de confort animal. A finales del año pasado y en lo que va de este año los precios de la leche fueron ostensiblemente mejores al igual que las relaciones insumo-producto-insumo y también mejoraron las condiciones meteorológicas en general.
En el gráfico siguiente se presenta una proyección de producción para el año 2020 y se la compara con la producción de 2019 y 2018:
En esta estimación la producción de leche del año 2020 llega a 10.780 millones de litros, lo que representa un crecimiento del 4,2% respecto de 2019, donde la producción fue de 10.343 millones. Con estos valores, tendríamos 437 millones de litros adicionales en el año 2020 (1,2 millones de litros de leche mas por día).
Existencias
El stock de productos terminados medido en litros de leche equivalentes, inicia el año 2020 un 13% por encima de cómo había iniciado el año 2019 (103 millones de litros de leche equivalentes), sobre todo en aquellos productos de mayor valor agregado y unitario que tuvieron un menor consumo.
Consumo Doméstico
En consumo estimado de productos lácteos en 2019 fue de 182 litros de leche equivalente por persona, lo que representa una disminución del 3,8% respecto a los 190 litros de 2018.
La baja de consumo en 2019 se dio fundamentalmente en el primer semestre, luego hacia el final de año se fue recomponiendo. Las ventas de lácteos en el mercado interno iniciaron en enero 2020 (hasta donde hay datos oficiales) con un incremento interanual del 2,4% en productos y 26,4% en litros de leche equivalentes sobre todo por el fuerte aumento en la colocación de leches en polvo debido a la efectivización de algunas licitaciones pautadas el año anterior y también por incrementos en su consumo.
Según los datos de consultoras de mercado y de algunas industrias, las ventas en febrero cayeron aproximadamente el 10% interanual. En marzo esa situación continuó hasta que entre la segunda y tercera semana las ventas minoristas crecieron significativamente por las denominadas “compras de pánico” que la gente realizó para estoquear mercadería en función a la cuarentena establecida.
Producto de la cuarentena generada por efecto del COVID-19, las comidas fuera del hogar prácticamente desaparecieron llevando las ventas del segmento denominado HoReCa (hoteles, restaurantes y catering) a su mínima expresión, afectando seriamente a las empresas dedicadas a atender este segmento. Igual efecto sufrieron las empresas que atienden el segmento de ventas industriales (productos lácteos como bienes intermedios de otras industrias).
Exportaciones
Hasta el momento que disponemos datos (1°bimestre de 2020) las exportaciones crecieron 18% en volumen y 34% en valor, sobre todo por operaciones cerradas a finales del año 2019 y donde el rubro leches en polvo fue el que se llevó el 60% de la asignación de materia prima leche.
Respecto del mercado externo, producto de la pandemia y los efectos que la misma produjo en el mercado mundial sobre todo de alta incertidumbre y dificultades para el tránsito comercial, el precio de las commodities lácteas , aunque en diferente magnitud según el producto, sufrieron bajas importantes de precios. También cabe recalcar que puede ser erróneo generalizar la situación de precios actuales y futuros de los lácteos en función a las cotizaciones del GDT, ya que la posición difiere de un extremo a otro entre lo que pasa en Oceanía (por su ventaja de acceso a China) y lo que puede ocurrir en Estados Unidos y la Unión Europea, fuertemente afectados estos últimos por el COVID-19 ya que resiente fuertemente sus ventas domésticas y exportaciones actuales, y pueden generar fuertes desequilibrios en el mercado mundial, sobre todo porque producen un tercio de la producción mundial, manejan la mayor porción del mercado mundial y cuentan con los recursos económicos y la decisión política de instalar mecanismos que “protejan” sus lecherías (ayudas directas a productores e industrias, ayudas para el almacenamiento privado, stocks de intervención, incentivos para reducir la producción, bancos de alimentos, financiamiento específico, entre otros).
Si a esta situación de menores precios internacionales le agregamos los efectos nocivos que produce sobre los precios que reciben los exportadores, las bajas de reintegro de impuestos internos (ejemplo: Leche en Polvo de 3% a 0,75% en 2018) y suba de derechos de exportación (ejemplo: Leche en polvo de 0% antes de 2018 a $ 3/dólar y 9% hoy), los incentivos para exportar son nulos ya que generan un fuerte quebranto para las industrias exportadoras o una capacidad de pago de la leche al productor muy por debajo del precio actual.
Otras cuestiones surgidas producto de la cuarentena
En términos generales, la cadena láctea, dentro de la problemática generada por el COVID-19, se desenvolvió en una situación menos dificultosa que algunos sectores que están fuera del rubro de aprovisionamiento de alimentos, pero de igual manera tuvo y tiene inconvenientes.
Existen serios problemas con el manejo del circulante y en las transacciones bancarias de todo tipo, debido a la situación del sistema financiero que “en general” tuvo poca predisposición colaborativa. La mayoría de las medidas crediticias anunciadas no llegaron efectivamente, sobre todo en el interior del país donde se encuentra básicamente radicada toda la estructura primaria e industrial de la cadena.
En materia logística hay inconvenientes para la distribución de los productos, donde se destina 30% más de tiempo para llegar a los mercados por los controles de acceso a los pueblos y ciudades. A su vez, muchos trámites administrativos vinculados con certificaciones o exportaciones presentaron demoras importantes.
En función de que muchos rubros no fueron considerados prioritarios por no ser directamente del sector alimenticio, hubo faltantes de insumos como envases, productos de limpieza y otros.
El sector sindical del rubro específico ha prestado plena colaboración para el normal funcionamiento de las plantas industriales, obviamente manteniendo todas las medidas preventivas y salvaguardando a las personas que se encuentran dentro de la población de mayor riesgo o que compartían espacios más reducidos. Es necesario, para evitar problemas futuros, en caso que se pueda producir alguna situación de contagio, la implementación práctica de protocolos homologados por todas las partes para estos casos que resguarden a las personas y no detengan el proceso de industrialización para bienes tan fundamentales para la alimentación y nutrición de la población como son los productos lácteos.
Balance Lácteo
Sobre la base de la posible evolución de sus principales componentes, surge el siguiente balance lácteo estimado para el 2020 comparado con el año 2019:
La utilización del término “saldo exportable” está introducido sólo para resaltar el diferencial que surge, ya que en el sector se consideran a las exportaciones como uno de los principales motores del crecimiento y desarrollo de toda la cadena de valor.
El aumento de la oferta se produce al tener un stock inicial superior y cerrar el año consumiendo parte de ese stock, lo que genera una diferencia de inventario de 206 millones de litros (supone un cierre de stock similar a 2018 e incluso podría ser menos ya que no hay capacidad financiera en las industrias para soportarlo), y con un incremento de producción de 437 millones, la oferta total se incrementa en 643 millones de litros, y si se mantiene el consumo de 2019 (182 litros/habitante/año, con incremento en el consumo total sólo por crecimiento vegetativo de la población), aspecto que será difícil de lograr por la situación del poder adquisitivo actual y sobre todo post cuarentena, queda un saldo de 563 millones, suponiendo una exportación igual al año anterior (2.132 millones de litros equivalentes).
Es dable suponer que sostener consumo doméstico y exportaciones en el escenario actual será una situación muy compleja, con lo cual en el año 2020 tendremos la necesidad de colocar un excedente que estará entre 500 y 1.000 millones de litros de leche adicionales, si la producción no crece por encima de nuestras predicciones. Para evitar esta fuerte sobre oferta del mercado doméstico y que la misma golpee tanto al sector primario como al industrial, ya mismo deberán buscarse mecanismos que pueda atemperar esta situación que se agudizará fuertemente a medida que vayamos entrando al pico de producción que se dará en la próxima primavera.
Obviamente que las diferentes alternativas de mecanismos para dar destino a los excedentes están plenamente conocidas, pero es necesario el consenso sectorial y la convicción y decisión política para contribuir a su implementación.

Fuente: InfoCampo

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