Foto: Puntal
Los argentinos ya hace un mes que estamos en Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, y aún quedan algunos días más, como mínimo.
En ese contexto de pandemia, de cuarentena, de permisos y obligaciones, y tantas cosas más, la provincia de San Luis tomó el recaudo de resguardarse, ya no sólo cumpliendo con las exigencias del Gobierno Nacional, sino además tomando un par de decisiones extras.
Los primeros en protestar fueron los cordobeses productores del sur de la provincia, que más allá de estar exentos de cumplir con el aislamiento, no podían ingresar a sus campos en San Luis.
El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá reconoció que la provincia “está cerrada y así seguirá”, pero había prometido avances para el agro.
Vea también: “San Luis está cerrada y así seguirá”: Rodríguez Saá reafirmó el aislamiento pero prometió avances para el agro
Ahora, se escribió un nuevo capítulo de “La guerra de las Provincias”. Uno con “murallas” de tierra en caminos rurales, donde los productores quedan varados de un lado, sin poder regresar a sus campos o a sus casas.
La decisión de última hora de San Luis fue construir albardones de al menos 3 metros de altura en caminos rurales de Villa Valeria, y según informaron fuentes locales hasta procedieron al cierre de la ruta provincial N° 27.
La bronca de los productores del sur de Córdoba es que muchos tienen campos en San Luis y no pueden pasar ni para cosechar, ni para darle de comer a los animales.
Una de las localidades más afectadas por la situación es Villa Valeria (Córdoba), que se encuentra sobre la ruta provincial N° 27, al sureste de Villa Mercedes (San Luis).
Por esa razón el intendente Darío Ardiles cordobés le pidió a través de una nota al gobernador de la provincia, Juan Schiaretti que intervenga para resolver la situación. “Hay que tratar entre todos de salvar esta situación. Incluso me parece que sería que las confederaciones rurales intervinieran, ya que se podrían estar violando derechos constitucionales. Es importante buscar una solución urgente, ya que la cosecha se cae y es el pilar fundamental de la salida económica”.
“El inconveniente más grande es que no hay un canal donde el productor pueda presentarse y cumplir con los requisitos en San Luis para poder trabajar, ese es el gran inconveniente”, afirmó Ardiles.

Fuente: InfoCampo

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El especialista en mercados ganaderos Ignacio Iriarte, realizó un análisis sobre el mercado ganadero y la comercialización de carne. Dos fuerzas complementarias que, en algunas ocasiones, parecen funcionar de forma antagónica.
El análisis de Iriarte que fue publicado en la edición mensual de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) se mete de lleno y explica qué pasa con la oferta de hacienda y qué cambios que se dieron en el consumo doméstico de carne vacuna desde que se declaró la cuarentena.
La frutilla del postre: el especialista también desanda el importante incremento en las importaciones chinas de carnes. Compartimos el análisis:
Mercado muy complejo, con una demanda doméstica que empieza a sentir los efectos de la paralización económica, pero una demanda china creciente que toma la posta. Oferta alta, con un mercado plenamente abastecido, incluso con un mayor volumen de carne que hace un año. Salen de escena los asados y parrilleros, Chile, Israel y Europa (Hilton y 481), y entra al escenario la demanda por vaca (en cortes, en manta), shink-shank, y algunos cortes del delantero. Un cambio muy fuerte en la integración de la res.
Un consumo liviano especial que se defiende bien, una vaca gorda y conserva que recupera los valores de semanas atrás y un novillo pesado a la baja, al que le cuesta encajar en este nuevo escenario. Si se pudiera anualizar la presente coyuntura, cuyo equilibrio es muy inestable, podríamos estimar un consumo de 50-52 kg per cápita y una exportación (equivalente anual) de 600 a 700 mil toneladas. Una amenaza: que el coronavirus llegue a paralizar varias plantas frigoríficas -como en Estados Unidos o Brasil- que el dinero en la calle tienda a agotarse o que el consumo interno afloje con el avance de la crisis.
Pasado el efecto “freezer” inicial, la demanda por carne vacuna durante la cuarentena se mantiene firme. Las familias almuerzan en casa, cosa que no sucede habitualmente, vendiéndose muy bien los cortes para milanesa, para olla o cacerola, hamburguesas y salchichas. Aunque el volumen total de la demanda del comercio interno se mantiene alto, hasta ahora, ha bajado mucho la compra de asados y parrilleros, cortes llamados de consumo social porque ha caído drásticamente el número de reuniones de amigos o familiares los fines de semana. También está la caída muy fuerte de la demanda de cortes finos por parte de restaurantes y parrillas (lomo, bife de chorizo, ojo de bife, tapa de cuadril), que son de muy difícil colocación en el mercado doméstico, y más aún en las actuales circunstancias.
Este sobrante de cortes finos tiene una salida, pero limitada, a través de las ofertas de las grandes cadenas de supermercados; aún bajando significativamente sus precios, es difícil vender esos cortes en el mercado local. A esta oferta se le agrega el volumen de Hilton que no se puede exportar y se intenta vender en el mercado interno. También ha aflojado la demanda por achuras de consumo (molleja, chinchulín, tripa gorda), muy afectadas por el cierre masivo de restaurantes y parrillas. Así las cosas, puede decirse que la demanda del consumo interno, considerando las muy particulares circunstancias actuales, se presenta relativamente firme, pero hay un excedente de algunos cortes (asados, cortes finos) que han empezado a sobrar y son congelados por frigoríficos y carnicerías.
De todos modos, es una cuestión de precios: si se baja lo suficiente el precio al público, el consumo en la Argentina termina absorbiendo físicamente todo lo ofertado, como se demostró con el cierre de las exportaciones en los años K. “Cuesta aceptar que cortes finos que hasta hace pocas semanas se vendían a Europa o a las parrillas o restaurantes locales con un sobreprecio apreciable con respecto a las pulpas, ahora deban salir a muy bajo precio si es que no se quiere seguir acumulando stocks”. En cuanto a los canales de venta minorista, se observa una mayor participación del supermercadismo, en relación a meses anteriores.
Internacional
Caída generalizada del valor del ganado vacuno en todo el mundo como consecuencia de la crisis económica causada por el coronavirus. En Uruguay, a principios de año el novillo cotizaba a 3,90 dólares por kilo en gancho, mientras que ahora no vale más de u$s 3,15, con una baja del 19%. En Brasil, y también desde enero, el novillo cayó de u$s 3,05 a u$s 2,30 hoy en día, con una caída acumulada del 25%. En Europa cayó de u$s 4,17 a u$s 3,86 por kilo (-7,4%), acumulándose día a día ganado sin poder ser vendido y carne en cámara sin salida. En Paraguay cae de u$s 2,85 a u$s 2,20 por kilo en gancho (-21,5%), mientras que en Australia la caída es sólo del 2%.
En Estados Unidos, se produjo una reacción inicial a la baja muy fuerte, hace unas semanas, antes que el virus llegara al país, por el temor a una caída de la actividad económica y de una reducción en la demanda por carne vacuna; a esto le siguió una recuperación parcial, al aumentar las ventas por el efecto “freezer”, pero luego el precio del ganado volvió a caer, ante la paralización casi total del food service y del cierre de varias plantas frigoríficas grandes por haberse detectado decenas de casos positivos entre sus trabajadores. Hoy el novillo en gancho cotiza a u$s 3,70, contra u$s 4,34 de principios de enero, registrando una baja del 15%. Debe observarse que en el caso de Uruguay, Brasil y Australia, a la baja en las cotizaciones del ganado a causa del coronavirus, se le agrega la pérdida de valor de las monedas de esos países frente al dólar.
En el primer bimestre del año China importó 720 mil toneladas de carne de cerdo (+98,2%) y 297 mil toneladas de carne vacuna, un 41% más que en enero-febrero del 2019. De este volumen de carne bovina, Brasil participó con 95,7 mil toneladas, Argentina con 65 mil toneladas, Australia con 57,5 mil toneladas, Uruguay con 33 mil toneladas y Nueva Zelandia con 28 mil toneladas. El 65% de la carne vacuna importada por China proviene de Sudamérica y el 29% de Oceanía. Nos dice un exportador: “La producción de carne de cerdo en China será este año entre 15 y 20 millones de toneladas inferior a la del 2018, volumen imposible de ser cubierto por el resto del mundo. Este desfasaje entre oferta y demanda se expresará a lo largo del año no sólo en importaciones récord, sino también en una mejora paulatina de los valores pagados por la carne. Un gran peligro: un rebrote generalizado del coronavirus. De todos modos, no parece que se puedan repetir las voluminosas compras de marzo que sorprendieron a todos”.
En los dos primeros meses del año, las importaciones de carne de China totalizaron los 1,25 millones de toneladas, un 70% más que el primer bimestre del año pasado, pero en marzo las compras se habrían acelerado, hasta tocar ese mes las 920 mil tn de carnes y menudencias. Si bien este formidable volumen se dio en las peores condiciones, con el cierre total o parcial de bancos, puertos, fábricas procesadoras, transporte y distribución, muchos analistas consideran que se trata de compras hechas meses atrás -incluso antes de la crisis- por los importadores y que fueron introducidas efectivamente en China recién en enero-marzo.
De todos modos, las ventas de Brasil, Australia, Uruguay y Argentina en marzo están mostrando una notable recuperación con respecto a los dos primeros meses del año. Hace un par de semanas han vuelto a abrir unos 2 millones de bares y restaurantes, trabajando con un nivel de ocupación de entre el 30% y el 60%. Los stocks públicos y privados de carne de cerdo y vacuno acumulados durante la crisis de diciembre-febrero, parecen haber disminuido drásticamente en marzo y lo que va de abril y la demanda china por carne vacuna y de cerdo no ha hecho otra cosa más que subir, con precios que si bien están 20-25% por debajo de octubre último, igualan e incluso tienden a superar los valores pagados en mayo del 2019.

Fuente: InfoCampo

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JBS USA informó hoy que cerrará “por tiempo indefinido” su planta de producción de carne de cerdo en Worthington, Minnesota, luego de que 20 empleados y cinco de sus familiares dieran positivo de COVID-19.
Según FOX Business la planta emplea a 2,000 trabajadores, a los cuales se les seguirá pagando durante el cierre.
Con esta ya es la tercera planta que JBS se ve forzado a cerrar por coronavirus en Estados Unidos, (Greeley, Colorado y Souderton, Pensilvania), pero cabe destacar que ésta última reabrió hoy nuevamente.
Bob Krebs, presidente de JBS USA Pork aseguró que “no tomamos esta decisión a la ligera. Reconocemos que JBS Worthington es fundamental para los productores locales de cerdos, para el suministro de alimentos de los EE.UU. y para otras empresas que también dependen de nuestra planta”.

Fuente: InfoCampo

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La detección de malezas resistentes y/o tolerantes a herbicidas es una de las problemáticas de mayor importancia en los cultivos de cosecha fina y gruesa de la región productiva en Argentina.
Específicamente en trigo y cebada, el aumento de fallas de control de Rama Negra (Conyza spp.) con herbicidas residuales como metsulfuron y la mezcla de principios como clorsulfuron y metsulfuron, como el creciente aumento de la superficie afectada por crucíferas resistentes a glifosato y herbicidas de la familia ALS y hormonales, nos demuestran el uso excesivo de herbicidas del mismo modo de acción, debido en parte a la falta de herbicidas residuales con registros para dichos cultivos.
A nivel mundial, una de las familias de malezas que presenta mayor cantidad de biotipos resistentes son las “Crucíferas”, mencionándose a nivel local: Raphanus sativus (nabon), Brassica napus (Colza o canola), Brassica Rapa (Nabo), Hirschfeldia incana (nabillo) y Rapistrum rugosum (mostacilla). Según especialistas de la REM en Argentina se presentan biotipos con resistencia a glifosato, a inhibidores de ALS y a 2,4D, y resistencia multiple a 2 o más sitios de acción.
Uno de los aspectos claves para su correcto manejo es la realización de monitoreos continuos, para lo cual es de importancia conocer que este grupo de malezas tienen el principal flujo de emergencias en otoño invierno, afectando principalmente a los cultivos de trigo y cebada, y otro flujo de emergencias, dependiente de la humedad y precipitaciones, en primavera, el cual si las condiciones ambientales son adecuadas, extenderse al verano afectando a los cultivos estivales.
Al ser malezas con flujos de nacimientos explosivos, con rápido crecimiento y gran competidoras, bajo ningún caso se deberían implantar los cultivos con malezas nacidas. La estrategia ideal si vamos a realizar la siembra en lotes con malezas nacidas consiste en la aplicación de un herbicida con poder de quemado + un herbicida residual, lo que nos permitiría una implantación y desarrollo del cultivo libre de malezas.
Una de las soluciones más utilizadas en aplicaciones pre-siembra y post- emergencia de cultivos de trigo y cebada a nivel mundial para el control residual de este grupo de malezas en Europa y Australia es el Diflufenican.
Diflufenican es un herbicida sistémico del grupo químico de las carboxamidas, que actúa como un inhibidor de la biosíntesis de pigmentos carotenoides, actuando a nivel de la enzima Fitoeno-desaturasa (PDS), es decir que actúa inhibiendo la síntesis de pigmentos protectores de la clorofila, por lo que las malezas sufren una destrucción de la misma al ser irradiada con la luz ultravioleta del sol. Esto provoca un blanqueamiento (“Bleaching”) de los brotes y hojas de las malezas afectadas. 
Frente a esta problemática y debido a que Diflufenican es un herbicida con muy poca frecuencia de uso en el cultivo de trigo y cebada en nuestro país pero con gran eficacia de control sobre las malezas problema que son coincidente con el ciclo del cultivo, desde R&D de Rotam estamos trabajando en el proceso de registro de Tuken (Diflufenican 50 WG) para aplicaciones en pre siembra y post emergencia del cultivo de trigo y cebada.
La recomendación en pre siembra del cultivo es adelantarnos a los nacimientos de las malezas y aplicar Tuken con el lote limpio, o en caso que al momento de realizar la aplicación se encuentren nacimientos de malezas se puede realizar una desecación con Paraquat y una aplicación posterior de Tuken, o directamente realizar una aplicación conjunta de Tuken + Rometri (Metribuzin 48 SC), a fin de ejercer control de las malezas nacidas, ejerciendo Tuken la acción residual.
Una vez con el cultivo implantado y en etapa de macollaje, se puede realizar la aplicación de Tuken para control residual, o aplicación de Tuken + Rometri, para control de malezas nacidas y acción residual. De esta manera estaríamos realizando la aplicación de dos herbicidas con modos de acción distintos, retrasando la aparición de malezas resistentes y ampliando el espectro de control. Sumado a esto, al ofrecer un nuevo modo de acción para los cultivos de trigo y cebada, evitamos el uso de herbicidas Inhibidores de la enzima ALS como los antes mencionados, y evitamos el riesgo de fitotoxicidad en la secuencia de siembra de Trigo/Maíz/Soja 2°.
Desde Rotam se han realizado sucesivos ensayos, tanto internos y con reconocidos especialistas para probar seguridad Tuken y Rometri en aplicaciones pre-siembra y post emergencia sobre los cultivos de trigo y cebada, y en todas las situaciones nos encontramos con productos con elevada selectividad para el cultivo, con un elevado control residual y con un impacto positivo para el rendimiento.
Estamos convencidos de que es una herramienta ideal para el manejo integrado de malezas difíciles en los cultivos de fina, ofreciendo permanentemente nuevas soluciones frente al complejo escenario que enfrentan los productores agropecuarios.

Fuente: InfoCampo

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La soja finalizó con pérdidas, “presionada por ajustes en petróleo, aceite de soja y harina de soja. Ingreso de la cosecha en Sudamérica operó en igual sentido. A su vez, perspectivas climáticas favorables a la siembra en EE.UU. para los próximos días transmitió tranquilidad. Se espera que en el reporte de cultivos de hoy, el USDA señale los primeros avances de tareas (2%)”, informó Grassi.
En tanto el maíz “cotizó en retroceso, principalmente afectado por los ajustes en los precios del petróleo. Sigue preocupando el futuro de la demanda interna en EE.UU. para la producción de etanol. El pronóstico climático luce favorable a la siembra en EE.UU. Se espera ver un 7% de avance de tareas. Inspecciones de embarques semanales en EE.UU.: 0,68 mill. tn. (inferior a lo esperado 0,85 – 1,3 mill. tn.)”, agregó la corredora de granos.
Por el lado del trigo “se distinguió de sus pares, anotando una importante ganancia. Rusia suspendería exportaciones de trigo hasta el 1ro de Julio, una vez que se alcance la cuota permitida (se espera que sea a mediados de mayo). Ucrania, procedería en igual sentido si las ventas exceden los límites acordados con los exportadores. Sequía en zonas productoras de Europa agregan preocupación por el lado de la oferta. En tanto, se espera un ligero retroceso en la condición del trigo de invierno en EE.UU.”, finaliza el análisis de Grassi sobre el cierre de los mercados de granos internacionales.
Bajas para la soja local
“Comienzo de actividades en el mercado de granos con valores de compras que se ubicaron por debajo de la rueda anterior tanto para la soja como para el maíz, y mejoras entre las ofertas por trigo de la nueva cosecha. Por soja, el valor de compra por la mercadería disponible cayó a U$S 200/t. Por su parte, el precio ofrecido por el maíz con entrega inmediata se deslizó a U$S 123/t, y la propuesta de compra por trigo Enero alcanzó los U$S 172/t”, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario.
En el mercado Matba – ROFEX, el contrato de Soja Mayo´20 opera a U$S 214.5/t.
En cuanto al mercado local, los precios ofrecidos fueron los siguientes:
– Por soja, disponible U$S 200/t.
– Por trigo, U$S 190/t Mayo, y U$S 172/t Enero.
– Por maíz, con descarga inmediata U$S 123, y U$S 115/t Mayo.
– Por girasol, disponible U$S 240/t, y U$S 250/t Mayo.
– Por sorgo, no se registraron ofertas de compra.

Fuente: InfoCampo

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Prima un contexto ganadero diferente, con una combinación de factores que impera atravesar una cuarenta activa y proactiva, haciendo ajustes y tomando decisiones clave. El mercado europeo está cerrado. Los chinos están en una “fase de regreso a la normalidad” de la demanda. La importación israelí cerrada y un mercado interno activo por ahora, pero que puede detenerse en los próximos meses. 
Diego Ponti, asesor y experto en temas ganaderos de la consultora AZ Group, dialogó con Infocampo y, describiendo este panorama antedicho, dejó algunos consejos para productores y técnicos.
“Respecto a los últimos cuatro años, el productor sigue atrasado en dólares y contra la inflación también lo está. La invernada está con precio firme. Desde el punto de vista del clima, este colabora bastante en este momento, excepto algunos zonas puntuales. Además, la relación de precios (maíz/carne) también es buena”, dice el técnico. Por delante, agrega, la única carta positiva desde el punto de vista de los precios es China. 
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Por eso, Ponti sostiene que, actualmente, los mejores sistemas, los que mejor se adaptan a esta situación, son los más largos, es decir, que no venden a dos o tres meses, los cuales caen de ellos en en contexto de negocio adverso.
En el caso de aquellos productores feedloteros o los corrales de terminación que están planeando las ventas a 90 días, según el asesor, la estrategia es tratar de aguantar al animales más tiempo en corral, con estrategias alimentarias que permiten evadir la coyuntura. 
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“El desafío es atravesar el bache comercial, durante el que también hay un riesgo de que acontezca devaluación. Hay que diversificar riesgos haciendo modelos más largos, recrías/ciclos completos, analizamos la situación del negocio en la primavera, optando entonces por vender el ternero recriado o seguir en un engorde”, explica para así, “adelantar la película”, y caer a fin de año. 
Al extender los ciclos de manejo, hay mayor estabilidad dentro de contextos cercanos de incertidumbre. 
CONSEJOS
De acuerdo a Ponti, hay algunas decisiones clave: 

Posicionarse con inversiones dentro de la misma ganadería (reinvertir en insumos, pasturas, verdeos o terneros).
Aprovechar este tiempo para mejorar los procesos productivos y administrativos de la empresa, encarando una cuarentena activa y proactiva. 
Esperar el reacomodamiento del mercado para intentar capturar algún efecto rebote. 

Fuente: InfoCampo

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