En relación al mercado de la soja, Grassi informó que “el USDA confirmó ventas a China por 132.000 tn. y el mercado convalidó avances. Esto acontece en pleno incremento de tensiones políticas-comerciales entre ambos países, donde EE.UU. acusa a China y a la OMS por el manejo de la pandemia y se muestra en desacuerdo por la intervención en Hong Kong. Desde el gobierno Chino, habían incentivado a empresas estatales a no comprar productos agrícolas americanos. Sin embargo, la confirmación de negocios ofició de estímulo a los precios. Según trascendió, se esperan más compras. En tanto, desde el plano productivo, el avance de siembra en EE.UU. cubre el 75% vs. 79% esperado y la condición de los cultivos es en 70% de los casos buenos y excelentes (vs. 68% esperado)”.
En tanto el maíz “finalizó sin mayores cambios. El petróleo en alza, aportó respaldo. Por su parte, el avance de siembra en EE.UU. alcanza el 93% y los cultivos que reúnen buen y excelente estado alzanza el 74% (vs. 71% esperado. Dólar debilitándose, generó firmeza”.
Por último, en relación al trigo, el “clima favorable al avance de la cosecha en EE.UU., la cual cubre un 5% del área, registrando cierto adelanto respecto de lo esperado. A su vez, lluvias en zonas productivas de Europa y la región del Mar Negro, mejoran humedad en los suelos y beneficiaría cultivos. Aunque, en Francia y Alemania hay zonas complicadas por la sequía. Se aguardan por más precipitaciones”, finalizó Grassi su análisis sobre los mercados internacionales de granos.
Subas para la soja local
“En la tarde de hoy el mercado de granos presentó valores de compras alcistas tanto por soja como por trigo, y ofertas de compras dispares por maíz. Por soja, el valor de compra por la mercadería con entrega inmediata ascendió a $ 15.000/t. Por su parte, el precio ofrecido por el maíz disponible se mantuvo en $ 8.000/t, y la propuesta de compra por trigo Marzo alcanzó los U$S 170/t”, señaló la Bolsa de Comercio de Rosario.
En el mercado Matba – ROFEX, el contrato de Soja Jun´20 opera a U$S 222/t.
En cuanto al mercado local, los precios ofrecidos fueron los siguientes:
– Por soja, disponible $ 15.000/t, U$S 222/t Julio.
– Por trigo, U$S 165/t Febrero, y U$S 170/t Marzo.
– Por maíz, $ 8.000/t disponible, y U$S 125/t Noviembre.
– Por girasol, disponible U$S 250/t.
– Por sorgo, no se registraron ofertas de compra.

Fuente: InfoCampo

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La jefa de Gabinete del Ministerio de Agricultura de la Nación, Diana Guillén dio algunas precisiones acerca de las últimas decisiones de la cartera que conduce Luis Basterra y aseguró que la pandemia de coronavirus ralentizó algunas tareas, como ciertos nombramientos y la instrumentación de la segmentación de retenciones.
“Se iban logrando acuerdos hasta que en el medio apareció el Covid-19 y decidimos priorizar la salud de los seres humanos antes que los temas económicos“, explicó Guillén en declaraciones al programa Agrolink, que se emite por Radio Colonia.
De todas maneras, la funcionaria remarcó que si bien ciertas tareas se atrasaron, no se frenaron. Es que en los últimos días circularon rumores acerca del nombramiento de Arturo Videla al frente de la Dirección Nacional de Lechería, pero no hubo confirmación oficial. En ese sentido, Guillén afirmó que el armado de la estructura del Ministerio de Agricultura se alargó porque fue “desguasada” durante el gobierno de Mauricio Macri.
“La confirmación del nuevo titular de Lechería la tiene que dar el ministro Basterra. Sucede que cuando asumió, se encontró con que la estructura del Ministerio había sido desguasada y achicada en el período macrista de una forma irracional. Achicaron Agricultura Familiar, desaparecieron áreas como la de Economías Regionales… Todo eso generó una discusión interna que retrasó decisiones“, argumentó.
En ese sentido, Guillén aclaró que en la nueva gestión el Ministerio se quedó con las tres secretarías que tenía y generó subsecretarías nuevas: una, de Pequeños y Medianos Productores – “es la primera vez que aparecen en la historia del Ministerio en una Subsecretaría”, dijo -; otra, la Dirección Nacional de Agroecología – “también, por primera vez en la historia del Ministerio tiene un rango de Dirección Nacional”-; y las subsecretarías de Economías Regionales – “que reapareció”- y de Agricultura Familiar -“que había desaparecido en materia de capacitación y territorio-“.
“El hecho de haber generado todas estas modificaciones generó a su vez cambios en las estructuras hacia abajo. Es difícil avanzar nombrando funcionarios de áreas que después van a ser modificadas en el proceso, y ahí está la explicación de por qué se demora el nombramiento en Lechería“, agregó la jefa de Gabinete.

Fuente: InfoCampo

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La oleaginosa cotizó en $ 15.000 por tonelada y el trigo en U$S 170 para la posición marzo. En Chicago, los futuros de soja también cerraron en alza.

Fuente: Clarín Rural

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Foto: Facundo Mesquida
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) expresó su “profunda preocupación” por las medidas anunciadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) que “conllevan restricciones al mercado único libre de cambio y otras cuestiones que afectan al comercio exterior“.
“La medida que genera un tipo de cepo a los importadores de insumos esenciales para las actividades productivas del país, ha provocado la suspensión en las ventas de dichos insumos por parte de algunos proveedores“, aseguró la entidad.
Según explicaron, estas “medidas tienden nuevamente a promover una reducción del paquete tecnológico a aplicar en los cultivos (por el aumento de precios que ocasionara en los insumos, la gran mayoría importados), y por lo tanto provocar una disminución de rindes, con lo cual nuevamente terminara perdiendo la Argentina en su conjunto”.
La medida fue catalogada como “desafortunada” y afirmaron que “el paquete tecnológico a aplicar se eleva por lo menos al doble del cálculo estimado para la presente campaña“.
Según las estimaciones de la entidad agropecuaria: “los ingresos para el país y la provincia de Buenos Aires, que cobija el 60 % del trigo de todo el país, disminuirá cerca de 400 millones de dólares si se ven reducidas tan sólo 2 millones de toneladas de las previstas a cosechar en esta campaña”
“Y eso sin contar en cómo repercutirá la medida en la ganadería, los servicios y otras actividades vinculadas, ya que queda de manifiesto un desdoblamiento cambiario donde el productor va a terminar pagando sus insumos productivos a un Dólar CCL ($115), MEP ($107), es decir, un dólar de entre dos y tres veces superior al que está recibiendo por su producción (Dólar Soja $ 46)”, indicaron.
Por esos motivos, desde Carbap explicaron que “la incertidumbre que genera esta medida en mitad de la campaña fina (trigo y cebada), se extenderá también a la futura campaña gruesa, a no ser que se arbitren los mecanismos necesarios para garantizar que los aumentos en los insumos no se efectivicen“.
La Confederación finalizó su comunicado, detallando que “el productor, quien soporta la presión fiscal más alta del país, con índices confiscatorios sumando los tres estamentos del Estado (Nacional, provincial y municipal) que va desde el 65 al 77% de carga impositiva, no tendrá margen para aplicar el paquete tecnológico necesario para maximizar los rindes”.
“A raíz de esta medida es que pierden la provincia y la Nación por menores ingresos, pierde el productor por menores rindes, y pierde el país en su conjunto volviendo a retroceder en los resultados de sus cultivos“, concluyeron.

Fuente: InfoCampo

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Especialistas de la Chacra Experimental Integrada Barrow, Tres Arroyos, Buenos Aires, brindaron recomendaciones sobre cebada en cuanto a la elección del lote, de las variedades y las fechas de siembra sumadas a una adecuada fertilización, para obtener buenos resultados en la campaña. Además, advierten sobre la importancia de un adecuado control de las malezas y de conocer los herbicidas usados con anterioridad.
Al igual que con el resto de los cultivos, “conocer la historia del lote en el que se va a sembrar cebada va a marcar la diferencia en los resultados”, señaló Liliana Wehrhahne, responsable del Ensayo de la Red de cebada de la Chacra, y agregó: “Es importante saber qué cultivo se hizo antes, indagar sobre los herbicidas que se aplicaron y realizar un análisis del suelo para conocer la proporción de nutrientes de interés”.
“Es fundamental partir de un lote libre de malezas y no sembrar en un lote que tenga malezas problemáticas, como el raigrás resistente”, acentuó Wehrhahne quien recordó que la mayor parte de la siembra se hace en forma directa, por lo que el barbecho se hace con herbicidas y así se mantiene limpio.
De todos modos, “es importante tener en cuenta la dosis y la residualidad de los herbicidas aplicados”, sugirió y aclaró: “Es importante conocer los herbicidas usados con anterioridad ya que algunos permanecen en el suelo mucho tiempo, particularmente cuando no hay buenas precipitaciones, y pueden generar un problema en el cultivo siguiente”.
El sur de Buenos Aires es conocido por ser una zona dedicada a los cultivos de invierno, como trigo, cebada, avena y centeno, entre otros. En este sentido, Wehrhahne indicó que “no es recomendable sembrar cebada sobre un lote que tuvo cebada en la campaña anterior, debido a que pueden perdurar en el suelo y en el rastrojo enfermedades y plagas que podrían dañar al nuevo cultivo”.
Sin embargo, la especialista de la Chacra aclaró que “si se va a sembrar cebada sobre cebada y el destino del grano es maltería, debe sembrarse el mismo cultivar que en la campaña precedente ya que mantener la pureza varietal es muy importante”.
elección de variedades
En cuanto a la elección de la variedad, Wehrhahne señaló que “no es una decisión tan libre como lo es en trigo, donde el productor elige según su preferencia y condicionamientos técnicos o agronómicos”. Y aclaró: “Si la cebada es para maltería, en general, el productor debe tener un convenio previo con alguna empresa”.
En la zona de Tres Arroyos, la empresa AbInBev pone a disposición de los productores las variedades Andreia, Danielle, Montoya, Yanara y Alhue; mientras que otras malterías proponen la siembra de Overture, Shakira, Charles, Sinfonía o Andreia.
Cuando el productor no tiene un contrato con ninguna empresa, en general, puede destinar la producción a exportación de grano forrajero o uso propio para alimentación del ganado y, en algunos casos, usarlo para reserva forrajera como silaje de planta entera. “En el caso de cebada para exportación el parámetro a tener en cuenta es el peso hectolítrico y no el calibre o la proteína, como en maltería, y para acceder al grado 1 tiene que ser de 62 kilos/hectolitro o más”, indicó la especialista.
Para usos no industriales, “se proponen las variedades obtenidas en el marco del programa de mejoramiento genético del INTA Bordenave, debido a que tienen una excelente aptitud para la producción de grano y, además, se emplean para la confección de silaje de planta entera”, expresó Wehrhahne y agregó: las más recientes son Ainara INTA, Sara INTA, Silera INTA y la nueva Militza INTA.
En el centro-sur bonaerense, la fecha de siembra es amplia. En esta línea, Wehrhahne indicó que “va desde comienzo de junio hasta mediados de agosto” y aclaró: “Cada variedad tiene una fecha óptima”.
Variedades como Montoya, Charles y Overture se pueden sembrar desde los primeros días de junio. Dentro de los materiales de ciclo largo, Ainara INTA y Militza INTA son para siembra de junio, mientras que Sara INTA y Silera INTA son de ciclo intermedio y se pueden sembrar en julio.
Previo a la siembra, “es muy importante conocer la sanidad de la semilla, sobre todo cuando se usa semilla propia”, destacó la especialista de la Chara Integrada y consideró: “Esto que parece menor es relevante ya que hay muchos patógenos que se transmiten mediante la semilla y que pueden ser eliminados con un buen tratamiento fungicida. De no hacerlo, se pueden introducir enfermedades que no había en el lote”.
“En nuestra región es habitual que el cultivo de cebada tenga como antecesor a uno de verano, como soja, girasol o maíz, mientras en zonas semiáridas, como Coronel Dorrego, generalmente sucede a otro cereal de invierno del año anterior, como trigo, avena o cebada”, describió Wehrhahne.
En todos los casos, siempre es apropiado realizar un análisis de suelo para conocer el contenido de fósforo y nitrógeno, aunque adicionalmente se puede medir azufre. “Los valores de fertilizante a aplicar se calculan en función del rendimiento esperado y los valores hallados en el suelo”, expresó Wehrhahne.
La fertilización con fósforo se recomienda en suelos con un contenido menor a 20 ppm (P Bray). En el caso del nitrógeno hay que tener en cuenta que no solo se debe pensar en rendimiento, sino también en el porcentaje de proteína del grano, ya que es una de las características importantes para la comercialización.

Fuente: InfoCampo

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