Comenzó la siembra de trigo y en ella están puestas muchas expectativas. Ya está sembrado el 30% del área, de las 6,8 millones de hectáreas esperadas, y la falta de lluvias puso un freno al avance inicial. 
Sin embargo, la industria molinera haya proyecciones para la nueva campaña, de la que se esperan 21 millones de toneladas, y habla de los desafíos. 
Diego Cifarelli (Foto), presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), brindó una entrevista a la agencia de noticias Telam, y repasó aspectos desafiantes que tiene la cadena triguera.
Afirmó que el sector está en condiciones de triplicar la producción y recalcó la necesidad de que el país defina “un plan estratégico de cara a la exportación” de trigo. 

“La expectativa es crecer, satisfaciendo las necesidades de las máquinas que hoy tenemos paradas. La molinería argentina puede abastecer tres argentinas y hoy está abasteciendo solo a una, con un poquito de exportación”, manifestó, considerando que el país exporta 500.000 a 800.000 kilos de harina por año.
Argentina, en la campaña triguera pasada, produjo unas 20 millones de toneladas de trigo. A grandes números, cinco millones se consumieron en el mercado interno y otra quince se exportaron, de las cuales menos de un millón de toneladas se vendieron como valor agregado. 
“No tenemos un plan en el cual estemos todos incluidos de cara al futuro en el aspecto productivo y de exportación”, advirtió Cifarelli. 
A lo que realmente aspira el directo es al valor agregado de las materias primas. 
La gestión del gobierno de turno deberá entender que estratégicamente para salir adelante se debe exportar.
 
 

Fuente: InfoCampo

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Este lunes 8 de junio falleció Juan José Valla, uno de los profesores más apreciados de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y creador del Jardín Botánico de la facultad.
“Se fue un verdadero maestro de las plantas”, aseguran quienes fueron sus alumnos a lo largo de los años en Agronomía.
Comenzó como ayudante de la Cátedra de Fitopatología, finalizó la carrera con diploma de honor, y obtuvo un cargo docente en la Cátedra de Botánica por un ofrecimiento del Ing. Lorenzo Parodi, quien lo escuchó durante la exposición de su tesina como miembro del jurado.
“Sus clases -inolvidables para varias generaciones de ingenieros agrónomos, que colmaban las aulas de mayor capacidad para escucharlo- eran una fuente de saber más allá de las plantas, con anécdotas fascinantes, historias de viajes, teorías científicas, literatura, música y cultura en general que integraba la vida del hombre con las plantas, con los ambientes, con la producción agropecuaria”, repasa un artículo del Gobierno porteño sobre Valla.
Su historia
Nacido en Mechita, Bragado, provincia de Buenos Aires, Valla era de familia ferroviaria y pasó su niñez en contacto con la naturaleza, ya que su padre era jardinero aficionado y fue quien le enseñó a injertar rosas y frutales. 
Ya en la escuela secundaria, en el Colegio Nacional de Bragado, su profesora de física Maximina Polo Einstein lo interesa por la astronomía. Más adelante, viajó a Santa Fe para estudiar Química, pero regresó a Mechita por la muerte de su padre, para trabajar en el ferrocarril y ayudar económicamente a su familia. Luego de algunos años, se instaló en el oeste del gran Buenos Aires y allí inició la carrera de Agronomía.
En 1979 publicó su libro “Botánica. Morfología de las plantas superiores”, que constituye bibliografía de consulta básica para la mayoría de los programas de Botánica de las carreras de Agronomía del país. También es autor y coautor de “Manual para el cultivo de las plantas, Árboles Urbanos Rioplatenses y Plantas Autóctonas de Argentina”.
En 2011, la UBA lo distinguió con el premio “Grandes Maestros” junto a otros destacados profesores de la Facultad de Agronomía, como Antonio Pascale, Julián Cámara Hernández, Carlos Vieites y Rolando León. En noviembre de 2012, el Consejo Superior de la UBA lo designa Profesor Honorario por votación unánime.
Luego de ejercer la docencia por más de 50 años, comenzó a dirigir el Jardín Botánico Lucien Hauman, de la Facultad de Agronomía, a donde llegaba cada mañana en bicicleta.

Fuente: InfoCampo

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Según el Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (Retaa) que elabora todos los años la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el 13 por ciento de los productores argentinos siembra cultivos de servicios, y el principal objetivo que persiguen con esta estrategia es el control de malezas. Esta foto muestra dos conclusiones: la primera es que se trata de una tasa que viene en franco crecimiento en las últimas campañas. La segunda, que todavía quedan vastas zonas del país en las que estos planteos aún no se aplican, ya sea por falta de disponibilidad de agua en invierno o por otras razones.
En esos lotes, se eligen estrategias de control químico que no tienen por qué ser un riesgo para la sustentabilidad de los suelos y del ambiente. Por ejemplo, desde la firma FMC recomiendan el uso de Shark, un herbicida que se destaca por su versatilidad, ya que puede ser utilizado tanto en barbechos cortos como largos y para rescate de malezas en post emergencia de trigo.
Ing. Agr. Juan Caporicci (Gte. De Herbicidas FMC Cono Sur)
“El ingeniero agrónomo es como el director técnico que mira el equipo rival, en este caso las malezas, y decide cómo enfrentarlas. Lo que tiene en Shark es un jugador de toda la cancha, versátil, capaz de ser eficaz en cualquier momento del año”, destaca Juan Caporicci, gerente de herbicidas de FMC. Es un producto que actúa por contacto, no tiene residualidad y, por ende, no afecta a los cultivos que se siembran luego de las aplicaciones en barbecho, agrega como una de sus ventajas.
De todos modos, como un DT que no solo piensa cada partido sino el campeonato completo, para Caporicci la decisión de aplicar este fitosanitario debe estar pensada dentro de la estrategia integral para toda la campaña. “Las decisiones deben tomarse teniendo en cuenta la concatenación de productos que vamos a realizar. Evaluar bien cuándo conviene usar Shark o cada uno de los productos del portfolio, teniendo en cuenta la rotación de modos de acción, para no presionar los sistemas que utilicen al barbecho químico como estrategias ”, añade el ejecutivo.
Del campo a la Agronomía
Ing. Agr. Fabián Gimenez (Coordinador de I+D)
Fabián Giménez, Coordinador de Investigación y Desarrollo, y responsable de herbicidas en Argentina y Uruguay de FMC, coincide con Caporicci. “Hay que hacer los monitoreos a tiempo, lote por lote, no relajarse. A veces después de la cosecha de soja uno observa el terreno y parece libre de malezas. Hay que realizar un diagnóstico preciso y exhaustivo en el campo, determinar qué malezas están presentes, definir los herbicidas necesarios y después ir a la Agronomía a comprar los productos, y no al revés como suele hacerse”, repasa.
En el caso de Shark, al ser un producto de contacto es clave anticiparse, porque su eficiencia es mayor cuánto más pequeña es la maleza. “Para lograr controles contundentes, se recomienda su aplicación en plantas menores a 10 cm. de altura en activo crecimiento. En esa situación además tiene un beneficio económico y ambiental: se evita anticipadamente el daño que provoca la maleza en absorción de nutrientes o de agua y se reduce el número posterior de aplicaciones. Hoy controlarlas es relativamente simple; en un par de meses, cuando se rustificaron por las heladas y tienen un tamaño mayor, se complica”, menciona el Ing. Giménez.
Esta condición de “comodín” que tiene Shark lo ubica en el momento ideal después de la cosecha de soja y de maíz para “resetear los lotes” y dejarlos “en cero”. Tiene muy buen control para rama negra, el complejo de crucíferas, viola, nabos y nabillos. El Coordinador de I+D recomienda aplicarlo con productos que tengan otros modos de acción, como el glifosato y el 2,4-D, para elevar el éxito de los tratamientos.   Y sugiere también combinarlo con el uso de un herbicida residual que garantice llegar a la primavera con el lote limpio aunque, si no se siguió esa estrategia, Shark también puede ser utilizado para controlar las malezas que emergen en esa época del año, como el temido “yuyo colorado”.
Asimismo, en el caso de que se haya sembrado trigo y se registren escapes de malezas, el herbicida de FMC ofrece la ventaja de que es un producto selectivo para trigo: es decir, que el tratamiento en post emergencia también es eficaz, porque solo impacta en las malezas de hoja ancha y no genera daños en el cereal.
FMC es una compañía internacional de ciencias del agro, dedicada al desarrollo tecnológico y a la innovación en protección de cultivos, con presencia en más de 40 países y 130 años de trayectoria. Actualmente, se posiciona a nivel mundial como la 5° compañía de defensivos agrícolas y la 1° empresa química dedicada exclusivamente a la protección de cultivos. Con un portfolio altamente innovador, cuenta con 22 centros de Investigación y Desarrollo en todo el mundo y trabaja diariamente para llevar soluciones al campo y estar más cerca de los productores. FMC Argentina posee oficinas en la Ciudad de Buenos Aires y lidera la actividad en la región del Cono Sur, que comprende además a Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

Fuente: InfoCampo

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La Bolsa de Comercio de Rosario anticipaba que un centro de baja presión generaría precipitaciones de variada intensidad sobre el noreste de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe. Pronóstico cumplido (Ver mapa).
Lamentablemente, el acierto climático sigue evitando recargas de humedad a zonas trigueras del país que están necesitando el agua, como la provincia de Córdoba.
Según la Bolsa, este centro de baja presión se desplazará hacia el este, alejándose de la región central sin generar influencia sobre la zona.
Para esta semana se esperan condiciones más estables y aunque quedará un resto importante de nubosidad. Por el resto de la semana, no se prevén lluvias sobre la región GEA.
Según los datos de la entidad, el escaso aporte pluvial arrastrado durante la últimas semanas se refleja claramente en el mapa de reservas, donde la falta de agua continúa desmejorando la disponibilidad hídrica de los suelos
Excepto, la provincia de Buenos Aires y el centro este de Santa Fe, prácticamente todo el resto de la región, se encuentra con reservas de regulares a escasas.

Fuente: InfoCampo

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En trigo y cebada, existen patógenos asociados a la semilla que pueden afectar la implantación, el crecimiento y normal desarrollo del cultivo, lo que deriva en grandes pérdidas hacia el final de la campaña. Carbones, manchas foliares y fusariosis son algunas de las enfermedades que se pueden desarrollar si no se prevé una estrategia de protección a tiempo. Ultimamente también se vieron ataques tempranos de royas que obligan al productor a hacer un control temprano con fungicidas foliares. Por eso, los especialistas del sector insisten y recomiendan aliarse con herramientas adecuadas que protejan los cultivos desde el inicio de la campaña.
De esta forma, distintos ensayos realizados por científicos de diferentes zonas de Buenos Aires buscan demostrar que el tratamiento del cultivo desde la semilla es beneficioso para el buen desarrollo de la planta. Así, miembros del Laboratorio Agrícola Río Paraná, científicos del INTA EEA Bordenave y del Laboratorio de Fitopatología del Instituto Fitotécnico de Santa Catalina realizaron cuatro investigaciones por separado, donde el objetivo principal fue ver cómo reaccionaba el cultivo a partir de la aplicación de fungicidas para el tratamiento de semillas en trigo y cebada.
Mercedes Scandiani y Manuela Gordó, miembros del Laboratorio Agrícola del Río Paraná, lideraron la investigación en donde se buscó determinar la performance de Kit Sistiva® de BASF en ambientes con alta concentración de Fusarium graminearum durante agosto del 2019.
De acuerdo con el informe presentado, “se sembraron semillas en macetas y se inocularon con una cepa de Fusarium graminearum perteneciente a la colección interna del laboratorio, que incubaron en cámara de crecimiento durante 21 días después de la siembra”. Como resultado, “se observó un control eficiente y eficaz de Fusarium graminearum en el tratamiento de Kit Sistiva, tanto en el cultivo de trigo como en cebada”.
Por su parte, el equipo del INTA EEA Bordenave, liderado por el Ing. Agrónomo y Magíster en Ciencias Pablo Campos y su ayudante técnico Mauro Desch, llevaron a cabo un trabajo en el que evaluaron tres tratamientos de semillas en la variedad DM Algarrobo, entre ellos Kit Sistiva® (Fluxapyroxad 33% 75ml/100 kg y Triticonazole 10% 25 ml/100 kg de semilla) y otros dos competidores del mercado.
Los tratamientos se sembraron en macetas, que luego se colocaron en invernadero bajo condiciones de humedad y temperatura propicias para el desarrollo de la Roya estirada. A partir de esto, luego de la emergencia del cultivo se realizaron inoculaciones semanales de Roya estirada con una de las razas más virulentas del patógeno, la YR 18-121. De esta forma, luego de cada inoculación se dejó cumplir el ciclo de la enfermedad durante 15 días para ver qué resultados arrojaba el estudio.
Según el informe presentado, al finalizar “se observó una mayor residualidad para el control de Roya amarilla correspondiente al tratamiento de Kit Sistiva®”. Asimismo, “los valores de severidad fueron los más bajos en los diferentes momentos de evaluación y correspondieron con los más bajos tipo de infección. Este dato es importante ya que los niveles bajos de infección representan menor esporulación y con el consiguiente menor aporte de esporas para producir reinfecciones en el cultivo. Teniendo en cuenta que las royas son enfermedades policíclicas esta característica es de suma importancia”.
Además, el equipo del INTA EEA Bordenave desarrolló otro ensayo que se formuló de forma similar al de la Roya estirada, pero en este caso se analizó el comportamiento del patógeno causante de la Roya de la hoja. En conclusión, “al igual que con la Roya amarilla, se observó una mayor residualidad para el control de la Roya de la hoja en el tratamiento de Kit Sistiva®”. Además, “los valores de severidad fueron los más bajos en los diferentes momentos de evaluación y correspondieron con los más bajos tipos de infección, lo que representa menor esporulación, con el consiguiente menor aporte de inóculo para producir reinfecciones en el cultivo”.
El último trabajo de investigación llevado a cabo fue el de la Dra. Marta Mónica Astiz Gassó, del Laboratorio de Fitopatología del Instituto Fitotécnico Santa Catalina, en el que tuvo como objetivo evaluar la eficiencia de formulados de BASF para el control del Carbón volador de la cebada. Para este ensayo, se llevaron a cabo trabajos de laboratorio y a campo para determinar el grado de infección de Ustilago nuda en plantas de cebada, el patógeno causante la enfermedad mencionada.
Para la primera parte en laboratorio, “se evaluaron las semillas a utilizar en la siembra del ensayo”, mientras que para el campo experimental “las semillas analizadas anteriormente para el Carbón volador de la cebada fueron tratadas con productos por BASF previo a la siembra a campo, donde se realizó siembra aplicando un diseño experimental de bloques completamente aleatorizados”. Para el segundo experimento, se utilizaron cuatro tratamientos: Kit Sistiva®, Kit Sistiva® + Polímero, Exp. BASF y Testigo. Al finalizar, según el informe, se concluyó que “los productos aplicados de BASF fueron eficientes y eficaces para el control del Ustilago nuda” y, además, “se registró un aumento del rendimiento de entre 500 a 800 kg/ha”.
El fungicida curasemillas Kit Sistiva® de BASF, utilizado por los científicos en los diversos ensayos, es una solución para el tratamiento de semillas de trigo y cebada que brinda protección prolongada contra las enfermedades, disminuyendo su incidencia en el cultivo hasta 45 días y la severidad hasta los 60 días desde la emergencia. “Este producto no solamente controla de manera eficiente y eficaz los principales patógenos asociados a la semilla de trigo y cebada cómo lo son las manchas, carbones y fusarium, sino que además protegen a las plantas ya emergidas de otros patógenos dispersados por el viento cómo lo son las royas brindando una residualidad diferencial frente a otras opciones del mercado”, explica Pablo Ramírez D’Auria, Gerente de Tratamiento de Semillas de BASF. “Esa protección prolongada dentro del cultivo lo posiciona como una estrategia de manejo muy importante ante escenarios como los de las últimas campañas, en donde ataques tempranos de enfermedades anticiparon las primeras aplicaciones foliares. Partir con un tratamiento de semillas que nos brinde una protección inicial luego de la emergencia, nos permite controlar las primeras infecciones del cultivo y por lo tanto, disminuir el inóculo responsable de las reinfecciones”, agrega.
“Cada año, desde BASF invertimos en investigaciones que nos ayuden a determinar cómo controlar y erradicar a las enfermedades que solemos ver en estos cultivos. Creemos que es muy importante generar soluciones que le ayuden al productor agropecuario a afrontar los desafíos que puedan surgir en sus campos y que mejoren el desempeño del cultivo desde la semilla”, explica Pablo. “Queremos estar presentes acompañándolos durante todas las etapas de su campaña, desde la siembra hasta la cosecha”, finaliza Ramírez D’Auria.

Fuente: InfoCampo

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La provincia de Santa Fe puso en marcha a partir de este lunes el plan Accesos Cuidados, para realizar controles sanitarios de fronteras en dos pasos interprovinciales: autopista Rosario – Buenos Aires (peaje General Lagos), y Ruta Nacional 11, en la localidad de Florencia, límite con Chaco.
La medida busca la identificación rápida de personas infectadas de Covid-19, a partir de un protocolo que implica un cuestionario, toma de temperatura y test de anosmia (prueba de olfato) a todos aquellos que ingresen a la provincia. En tanto, ante cualquier caso sospechoso, se realiza el hisopado en los puestos sanitarios.
Con esa iniciativa, Santa Fe se convierte en la primera en realizar este tipo de controles en rutas, que llevan adelante el Ministerio de Salud con la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV),
“El objetivo es desarrollar una estrategia proactiva que puede determinar algún caso de manera temprana y, a partir de ahí, activar los correspondientes protocolos de acción y aislamiento”, explicó el titular de la APSV, Osvaldo Aymo.

Fuente: InfoCampo

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