Fuente: La Nación
Fuente: La Nación
Una compañía de biotecnología indujo a vacas, genéticamente modificadas, a bombear anticuerpos humanos para combatir al Covid-19, la enfermedad infecciosa que causa mortandad al rededor del mundo. Planean comenzar los ensayos clínicos en los próximos meses.
La iniciativa, revelada a través de un informe periodístico, explica que para fabricar anticuerpos para tratar o prevenir enfermedades, las empresas suelen recurrir a fuentes como células cultivadas o las plantas de tabaco. Pero desde hace casi 20 años, los investigadores comenzaron a desarrollar el enfoque aplicado por la firma SAb Biotherapeutics de la ciudad de Sioux Falls en Dakota del Sur, para producir anticuerpos que se extraen del casco, más comunmente llamadas pezuñas de las vacas.
“Esto es prometedor“, expresó Amesh Adalja, médico especialista en enfermedades infecciosas del Centro de Seguridad de la Salud de la Universidad Johns Hopkins, y agregó que buscan tener tantas contramedidas como sea posible.
Con respecto al método, la compañía altera genéticamente a las vacas lecheras para que ciertas células inmunes lleven el ADN que permite a las personas producir anticuerpos.
“Esa actualización permite a los animales fabricar grandes cantidades de anticuerpos humanos contra una proteína patógena inyectada en ellos, como es el caso de la proteína de superficie ‘espiga’ del nuevo coronavirus”, afirmaron los investigadorses.
El inmunólogo viral William Klimstra de la Universidad de Pittsburgh, que estuvo analizando la potencia de los anticuerpos vacunos contra el SARS-CoV-2, explicó que “las vacas, esencialmente, se usan como un biorreactor gigante”.
“Las vacas son buenas fábricas de anticuerpos, no solo porque tienen más sangre que los animales más pequeños, sino que están diseñadas para sintetizar versiones humanas de las proteínas. Además, su sangre puede contener el doble de anticuerpos por mililitro que la sangre humana“, explicó Eddie Sullivan, presidente y CEO de SAb Biotherapeutics.
En este sentido, explican que los animales pueden proporcionar otra ventaja: la mayoría de las compañías que intentan producir anticuerpos para combatir Covid-19, depositan sus esperanzas en producir copias idénticas de una sola versión, denominado “anticuerpo monoclonal” que se adhiere firmemente a una sección particular de un virus.
En ese sentido, las vacas en lugar de producir una sola variedad de anticuerpos, crean anticuerpos policlonales, un rango de moléculas que reconocen varias partes del virus. “Esa es la forma natural en que nuestros cuerpos luchan contra las enfermedades”, afirmó Sullivan y agregó: “Esta diversidad puede hacer que las proteínas de las vacas sean más poderosas que los anticuerpos monoclonales y puedan continuar siendo efectivas incluso si el virus muta“.
Sus comienzos
Cuando estalló la pandemia de Covid-19, SAb Biotherapeutics ya había completado un ensayo clínico con anticuerpos generados por vacas contra el síndrome respiratorio de Oriente Medio, causado por un coronavirus relacionado con el SARS-CoV-2.
“Desarrollar ese tratamiento nos dio el conocimiento inicial para centrarnos en el objetivo correcto”, afirmó Sullivan y agregó que “en solo 7 semanas, las vacas estaban generando anticuerpos contra el pico de SARS-CoV-2″.
Para que las vacas comiencen a liberar estos anticuerpos en su sangre, necesitan una inmunización inicial, es decir, una vacuna de ADN basada en una porción del genoma del virus que prepara su sistema inmunológico. “Luego viene la inyección que contiene una pieza de la proteína espiga del SARS-CoV-2, que sirve como clave de acceso del virus a las células”, explicó el presidente de la firma.
En estudios de probeta, Klimstra y sus colegas enfrentaron recientemente los anticuerpos contra el llamado plasma convaleciente de la sangre de los sobrevivientes de Covid-19. Rico en anticuerpos policlonales, el plasma se está probando en ensayos clínicos como tratamiento para el virus. Los anticuerpos de la vaca fueron cuatro veces mejor que el plasma convaleciente para evitar que el virus ingrese a las células, anunció la compañía la semana pasada.
La biotecnología espera comenzar un ensayo clínico dentro de los próximos dos meses, dijo Sullivan, y agregó que quiere probar si las infusiones de anticuerpos tamizados de la sangre de las vacas, que evitan que las personas sanas se infecten con el SARS-CoV-2, resultan beneficiosas para los pacientes que ya están enfermos.
Sin embargo, no todos piensan que las vacas son la mejor opción para producir anticuerpos. El médico de enfermedades infecciosas Manish Sagar del Centro Médico de la Universidad de Boston expresó que se mantendrá escéptico “hasta que vea más pruebas de que la producción de anticuerpos en las vacas es mucho más factible y económicamente viable” que otros métodos. Hasta el momento, no se aprobaron anticuerpos generados por animales para tratar ninguna enfermedad.
Fuente: InfoCampo
La Cámara Argentina de Biotecnología (CAB) valoró la apertura de un proceso de diálogo entre el Gobierno y los directivos de la empresa para encontrar alternativas a la difícil situación que atraviesa la compañía.
Fuente: Clarín Rural
Advierten que en plena cosecha de maíz hay restricciones para trabajar en Santiago de Estero por la pandemia, a pesar de que el agro fue considerado un sector esencial.
Fuente: Clarín Rural
Fuente: La Nación
La semana pasada en La Pampa el presidente Fernández dijo que las provincias “no pueden imponer regímenes aduaneros que compliquen la comercialización”. Los productores patagónicos piden una aclaración del Senasa.
Fuente: Clarín Rural
El Presidente aseguró que se trata de la única “herramienta” para rescatar a la cerealera.
Fuente: Clarín Rural
Ya se trillaron más de 3,7 millones de hectáreas y la estimación de producción se mantiene en 50 millones de toneladas.
Fuente: Clarín Rural
La cosecha está a punto de terminar y se esperan 49,6 millones de toneladas. El rinde promedio es de 29,5 quintales por hectárea.
Fuente: Clarín Rural
Luis Basterra defendió este viernes la expropiación de Vicentin al asegurar que es “el instrumento para que la Argentina no pierda la empresa”.
Para el ministro de Agricultura, el objetivo ahora es “buscar caminos para que la empresa no se transnacionalice”, dado que es “muy relevante para la economía argentina”.
Según sus estimaciones, el 40% de las acreencias de la cerealera está en manos de grupos extranjeros, por lo que la intervención “es una decisión política estratégica” que se completará con la expropiación.
“No es animadversión contra la empresa; todo lo contrario, es el rescate de una empresa”, expresó en declaraciones al canal América.
Asimismo, Basterra coincidió con el discurso de Alberto Fernández y aclaró que “ésta es una situación excepcionalm en un mercado donde hay muy pocos actores”, y recordó que Vicentin mantiene una deuda de US$ 1.500 millones por “especulación financiera”.
Fuente: InfoCampo