Los valles patagónicos argentinos tienen mucho para demostrar cuando se trata de producción y de potencial agropecuario. La posibilidad de aprovechar el agua de riego de los ríos que, en muchos casos, cruzan provincias enteras, desde la Cordillera de los Andes hasta el Mar Argentino, y las óptimas condiciones sanitarias para la agricultura y ganadería que ofrecen el clima seco y frío de la región, ponen un marco ideal para diseñar una estrategia de manejo agro-ganadera ajustada y segura. Un fiel reflejo de esto es “Chacra 258”, en Gaiman, provincia de Chubut. La finca de 100 hectáreas, localizada antes de la ciudad, yendo desde oeste a este, tiene interesantísimos datos productivos.
Gaiman, además de destacarse por conservar aun las costumbres y tradiciones de la colonia galesa que fundó la ciudad, está inmersa en el valle de Río Chubut. Por entonces, la zona rural quedó loteada, matemáticamente, en 390 fincas de 100 hectáreas. Chacra 258 aún mantiene esa dimensión, aunque está entre las excepciones.
Fernando López es el gerente general de la finca, dueña de una sociedad formada entre familiares y amigos. Como Gaiman, López también tiene su propia historia. Luego de graduarse como ingeniero agrónomo y obtener su MSc en Agricultural Economics, vivió en diferentes lugares del mundo trabajando en empresas petroleras, de construcción y pesqueras. Justamente, esta última actividad lo llevó al sur argentino y en Chubut se quedó con el proyecto de la chacra.
El fertirriego, un aliado indiscutible
El establecimiento es puramente ganadero y basa su estrategia de alimentación sobre la base de la producción agrícola con riego. De las 100 hectáreas, 80 son regadas por pivot y otro 10% del área por inundación. Entre los datos técnicos que hacen a la diferencia, en los círculos de riego hay una rotación establecida que no se cambia: avena/maíz. “En un planteo ganadero como este, con toda la recría encerrada, la estrategia es asegurar el forraje para dar de comer a los animales. La comida no puede faltar”, hace hincapié López. Por eso, la fibra húmeda la aseguran produciendo entre 45 a 50 toneladas de materia verde por hectárea de maíz y 18 a 22 toneladas de avena.
Además, como parte de la dieta ganadera, también hay afrechillo de trigo, cáscara de soja, proteína de soja o girasol. ¿Grano? “No terminamos con concentrados energéticos porque conseguimos excelente engorde y parejo engrasamiento a base del silaje en todo el ciclo”, explica el directivo.
Con este alto potencial agrícola que confiere el riego, otro aspecto estratégico de la producción es la fertilización. En este sentido, López define varios aliados clave: el fertirriego y la nutrición balanceada, ajustada a la dinámica del equipo de riego. Para conseguir estos altos rendimientos de producción de forraje, las dosis de fósforo y nitrógeno son altas.
Pero no todo es nitrógeno y fósforo. Históricamente, en Chacra 258, el riego no era presurizado, sino por inundación lo cual dejó un saldo de serios problemas de salinización en los lotes. “Desde hace tres campañas venimos aplicando Mist S, un fertilizante nanomineral a base de azufre y calcio, que estamos aplicando para corregir los problemas de salinidad. Y los resultados son sorprendentes. En la avena, en el primer año ya dimensionamos la calidad del producto: en los microambientes con problemas de salinidad el cultivo rindió el doble con solo estabilizar el pH del suelo”, explica el directivo.
De acuerdo a los datos que agrega López, el objetivo en lotes con problemas de sales es seguir haciendo aplicaciones de Mist hasta terminar de corregir el problema. Allí el proceso físico-químico es muy sencillo: el azufre se asocia al sodio formando una sal que, por el riego, se lava del perfil. Asimismo, el calcio reemplaza el lugar del sodio en la solución del suelo. La línea de productos Mist está desarrollada por Kioshi Stone y se compone por fertilizantes, correctores de suelo y vivificantes de semillas formulados a base de minerales de alta pureza en tamaño nanométrico.
“Realmente, aplicando 3 litros de este correctivo de suelos por hectárea con fertirriego conseguimos varias ventajas: evitamos tener que manejar 1.000 kilos de yeso sólido por hectárea y simplificamos la logística al extremo. No es lo mismo coordinar el envío de 30 toneladas de producto en un camión, que fletar 2.000 kilos, que es lo que necesitamos de Mist. Además, en el campo evitamos mover un montón de productos en camiones, tractores, carros”, admite López.
Dentro del manejo de la fertilización, el estiércol bovino que sale de los corrales también tiene un rol fundamental para la salud de los suelos. La aplicación de este residuo compostado significa entre 10 a 15 toneladas por hectárea, lo que brinda un aporte significativo de nutrientes.
En la Chacra 258, otro de los beneficios para la fertilización estratégica y balanceada la aportó Mist N, el cual fue aplicado por primera vez en maíz la campaña pasada. “Aplicamos 13 litros de Mist N por hectárea en maíz y conseguimos el mismo rendimiento que cuando dosificamos 400 kilos de urea”, dice, con sorpresa el gerente de la finca. Con una estrategia de manejo agrícola integral, hay resultados que están a la vista, pero hay más, como reconoce López, refiriéndose a la salud de los suelos. “Tienen vida, microfauna, raíces, materia orgánica”, afirma.
Allá, lejos de la zona núcleo agrícola también se puede. ¿Qué? Conseguir altos rendimientos con una estrategia de manejo ajustada y entendiendo claramente lo que necesita el sistema productivo.

Fuente: InfoCampo

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Un frío polar intenso afectó a la producción agrícola y hortícola paraguaya en todo el país. Según los reportes, las heladas se dieron en un gradiente de norte a sur del país, siendo los trigales más australes lo más afectados, los cuales estaban en pleno período reproductivo.
De acuerdo a los primeros reportes, que no cuantifican pérdidas todavía, indican que el frío cayó con dureza sobre el sudeste del país, en el departamento de Itapúa, limítrofe con la provincia argentina de Misiones, con el Río Paraná de por medio.
Dentro del departamento, distritos como Natalio y Edelira, indican que la temperatura llegó a -2°. “Podemos perder gran parte del trigo por este evento”, adelantan. 
Estas condiciones son coincidentes con las registradas la semana pasada en la Argentina, en varias zonas productivas que también se vieron sorprendidas por fríos intensos. A nivel local, esta temporada invernal se está caracterizando por marcados fríos en combinación con ventanas de temperaturas primaverales.
La falta de humedad, en suma con esta alternancia térmica, provoca que siga cayendo la calidad de los plantíos de trigo, de tal forma que la Bolsa de Comercio de Rosario ya indicó que aumenta el hectareaje que pasa de estado regular a malo. 
La misma ola de frío que se dio entre Paraguay y Argentina también azotó el sur brasilero. Cabe recordar que nevadas y récord de temperaturas bajo ceros provocaron un brusco descenso térmico en las ciudades de Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná. 
MIRÁ EL VIDEO COMPLETO

Paraguay, 22/8 terrible heladon en espigazon de trigos, parece Chillar 🥶!! Video de colegas que llegan por WhatsApp. pic.twitter.com/aXDNhM0mXL
— JOSEMA VILLARREAL (@VILLAJOSE7300) August 23, 2020
 
 

Fuente: InfoCampo

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El fuego no cesa en la provincia de Córdoba, donde actualmente las llamas se extienden sobre la Ruta Nacional 38, desde la Ruta Provincial 17 hacia el Carrizal en sentido norte y hacia Capilla del Monte en sentido sur.
Desde el gobierno de la provincia aseguran que también se registró otro foco en la zona de Pan de Azúcar.
Anoche, 90 bomberos trabajaron con autobombas y camiones cisternas en los alrededores de las localidades rurales de Charbonier, El Carrizal, Escobas y La Manga para proteger viviendas cercanas.
Las imágenes se viralizaron en Twitter.
 

Continuamos combatiendo los incendios. El fuego permanece sobre la RN38, desde la RP17 hacia El Carrizal, al norte y hacia Capilla del Monte, al sur. También se registra otro foco en la zona del Pan de Azúcar, Cosquín, donde trabajan 12 cuarteles de bomberos. pic.twitter.com/Tq0MLpkxMT
— Gobierno de Córdoba (@gobdecordoba) August 23, 2020

2 heli con “Bambi” + 1 AirTractor saliendo del Aeropuerto.#Incendios en Córdoba / Villa Allende / La Calera / Pan de Azúcar / Cosquín. pic.twitter.com/du6HUNcuDt
— Oc?a F. – ? (@OctaFB) August 24, 2020

A ver si empezamos a VIRALIZAR los incendios en Córdoba porque vale lo mismo que Australia y otras partes de mundo donde también hay animales y gente en peligro. Pidamos ayuda y ayudemos a los bomberos 🙏🙏#IncendiosForestales#incendiosCórdoba#incendios pic.twitter.com/1OH2mW6N1B
— Maca 👑 (@MacarenaGiagan1) August 23, 2020

La situación de los incendios en Córdoba es critica, es así que la provincia utiliza todos los medios disponibles para contrarrestarlo. Acá podemos ver a uno de los AS-350B3 pertenecientes a la Dirección General de Aeronáutica utilizando el Bambi Bucket en cercanías de Cosquin pic.twitter.com/0PUNHoXFL5
— Sandmen⚔ (@Swordsmen021) August 24, 2020

Fuente: InfoCampo

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El 20 de marzo empezó a regir el decreto que instaló el aislamiento social, preventivo y obligatorio en Argentina y eso le cambió la vida a muchos. Es el caso de tres amigos de Neuquén que, suspendidos de su trabajo, se hicieron socios, montaron un invernadero en la chacra familiar y esta semana vendieron su primera cosecha.
Martín Amarante trabaja como conductor de un colectivo que lleva trabajadores a los distintos yacimientos de hidrocarburos, y Víctor Malavé y Jorge Meñica transportan cargas con el mismo destino. Desde la llegada de la cuarentena, las empresas petroleras para las que trabajaban suspendieron sus actividades y, como a muchos argentinos “no esenciales”, la pandemia los obligó a pasar tiempo completo en sus casas en la localidad de Plottier, a 15 kilómetros de la capital provincial.
“Nos juntamos con mi cuñado Víctor y nos propusimos hacer algo. Se nos ocurrió que lo mejor era armar y arreglar un tractorcito abandonado y apenas lo hicimos nos empezaron a llamar para hacer algunos trabajos en barrios de la zona. A los 15 días se nos sumó Jorge, a quien conozco hace unos 15 años, que estaba en nuestra misma situación”, le contó Amarante a Infocampo.
Para cuando el trabajo estaba terminado, pensaron en acondicionar la tierra con la intención de sembrar algo. “Pero al momento de plantar no sabíamos qué poner. Para nosotros este era un rubro totalmente desconocido, así que cruzamos a la chacra de un productor vecino esperando algún consejo para aprovechar la tierra. Sin embargo, cuando llegamos nos mostró que tenía un invernadero y la idea de hacer uno propio nos encantó a los tres”, recordó Martín, quien también vive en una chacra, que heredó de su suegro productor.
Si bien sembraron lechuga, ajo y cebolla de verdeo en unos 15 surcos, los días siguientes se dedicaron de lleno a construir con sus propias manos un invernadero de 300 metros cuadrados. Empezaron el 25 de mayo y para el 27 de junio estaba terminado. Mientras lo construían, empezaron a mirar videos tutoriales sobre hidroponia y se propusieron intentarlo. Para el 20 de julio de este año ya habían sembrado 3.500 plantas de lechuga y 1.500 de rúcula bajo ese sistema.
Para montar este emprendimiento productivo invirtieron el resto económico que les quedaba de los últimos meses de trabajo y recibieron financiamiento del Centro PyME Adeneu, una agencia de desarrollo de la provincia a la que acudieron fundamentalmente buscando el apoyo y asesoramiento técnico que necesitaban. “Sin esa ayuda, la puesta en marcha nos hubiese llevado más tiempo”, explicó Amarante.
A pesar de las lluvias y nevadas, esta semana hicieron su primera cosecha y vendieron alrededor de 500 atados de rúcula “Don Domingo”, la marca con la que identificaron a su vivero hidropónico y que ya está presente en las redes sociales buscando trascender Plottier e incluso la provincia para contar el día a día y las particularidades de la hidroponia.

“Nuestra primera venta fue un éxito y ya le tomamos el gustito a ser productores. Lo que más disfrutamos es este ambiente de trabajo, haber podido generar algo propio. Ahora nuestra rutina es juntarnos todos los días alrededor de las ocho de la mañana y trabajar más o menos hasta las siete de la tarde”, detalló Martín, y reveló que ya piensan en construir tres nuevos invernaderos en la chacra. Para eso, a la par, siguen haciendo trabajos en otros establecimientos con el tractor recuperado.
Cuando pase la pandemia
Los amigos y socios ya se preguntaron qué será del emprendimiento cuando pase la pandemia y puedan volver a sus trabajos habituales. Dejarlo no está en los planes y, por el contrario, ya piensan en crecer. “La idea es poder ir preparando a alguien que mantenga las plantaciones cuando no estemos porque, por el tipo de trabajo que hacemos, solemos estar hasta 10 días seguidos fuera de casa. A partir de eso, seguramente podamos producir y vender más. Si todo sale como esperamos, podríamos pensar en dejar nuestros trabajos y dedicarnos a esto”, reflexionan.
“Éramos tres hombres cómodos, acostumbrados a hacer siempre lo mismo y más atentos al día a día. Esto nos tiene re contentos. A pesar de todo lo malo, a nosotros la pandemia nos dio una oportunidad”, se entusiasman.

Fuente: InfoCampo

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