El 20 de septiembre de cada año se celebra en la Argentina, el “Día del Caballo”.
Esta conmemoración se debe a la llegada de “Gato y Mancha”, dos caballos criollos criados en la Patagonia, a la ciudad de Nueva York (Estados Unidos” tras una travesía récord.
Este año, en lo particular, el “Día del Caballo” implica también buenas noticias. Es que un nuevo parte sanitario del seguimiento de los casos de herpes virus equino (HVE-1), detectados hace dos semanas en la localidad de Pilar, es favorable.
De acuerdo a los datos de la Cámara de la Industria Nacional Equina (Camine), las yeguas afectadas con sintomatología nerviosa mostraban una notable recuperación y por segundo día consecutivo ningún animal presentó picos de fiebre.
“Los días anteriores estuvimos dando antifebriles a las más críticas, y desde el sábado que suspendimos y vamos bien”, detalló el director técnico del establecimiento, Juan Llorente.
El resto de los caballos tanto del establecimiento de Pilar como el de la localidad de Pellegrini, de donde provenía el lote, continúan con total normalidad, sin presentar señales negativas.

El caballo es pasión, agilidad, compañía, lealtad. Es compañero incondicional y fiel de todos los que trabajan en el campo.#DíadelCaballo pic.twitter.com/tsL4CWChSa
— Sociedad Rural (@SociedadRural) September 20, 2021

Actividades
Con el restablecimiento de las actividades presenciales, entre las actividades para agendar para los próximos meses hay festivales de doma y destrezas gauchas en diversas localidades del interior del país, exposiciones de caballos criollos y de otras razas, certámenes de salto y de rienda, la “Copa Camine” y el Abierto Argentino de Pato, la Triple Corona de Polo y grandes premios de Turf.
Los detalles de cada evento podrán ser consultados en el sitio web de Camine.
Además, la temporada culminará con la realización de la “Segunda Semana Internacional del Caballo Argentino”, a realizarse entre el 4 y el 11 de diciembre, que incluirá entre otras actividades el tercer Congreso de la Industria Nacional Equina.The post Se celebra el “Día del Caballo”, con muy buenas noticias first appeared on Infocampo.

Fuente: InfoCampo

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Graciela Dufau forma parte del proyecto Prisma, que incluye hasta octubre el ciclo Ficciones sonoras, obras escritas por mujeres contemporáneas con técnicas y lenguajes actuales. En su caso, le da voz a la poeta Olga Orozco. Con la curaduría, gestión y producción de Malena Solda y Valeria Kovadloff, las actrices llevan a cabo las “funciones” los fines de semana entre las 18.30 y las 20.30. Cada llamado dura siete minutos aproximadamente; y cada viernes, a las 18, se abre la oferta gratuita de reservas.Premios Emmy 2021: todos los ganadores–Volviste a la representación de la manera menos pensada: lejos de la escena y el público. ¿Qué pasó en este año y medio?–La actriz estuvo dormida. Todo este tiempo. Sinceramente, se despertó hace un mes y se lo tengo que agradecer a Rita Cortese. Desde hace meses me llama una vez por semana: me alienta para volver, para actuar y dirigir. Y fue algo misterioso porque, de pronto, me sentí en otro lugar y no era yo sino Olga Orozco. Temía mucho porque después de la muerte de Hugo (su esposo, Hugo Urquijo, murió en enero de 2020) pensé que se había ido la actriz. Primero me negué, pero empecé a ensayar y me dejó contenta. Me entusiasmó hacerlo desde mi casa, por teléfono, como algo íntimo. Desde hace 25 años me interesa la poesía: el último espectáculo que hice fue de poesía, con Miguel Angel Estrella (Brindis). Además me interesa la idea de preservar la biblioteca sonora de las poetas. Para que la gente muy joven conozca a estas mujeres.–Qué misterio imaginar qué referencias tiene un joven…–¿Viste? Yo tengo una nieta de 13 años. Le digo “Ricardo Darín” y me pregunta quién es. Ni siquiera conoce al Chino Darín y me pregunto cómo hacia uno a su edad. A mí me hablaban de Luis Arata y algo me pasaba porque me enteraba de que había hecho un Pirandello. No sé cómo, pero lo sabía.–¿Cómo eras a tus 13? ¿Ya estabas atravesada por el arte y por los poetas?–Mi papá compraba la colección de Losada de teatro y yo, a los 12, ya leía a Jean Anouilh, Eugene O’Neill, Arthur Miller… Murió cuando yo tenía 16 y ésa fue su herencia: tres estantes con libros. Era un hogar peculiar: vivíamos en Avellaneda. Compraban una entrada en el paraíso del Colón para que yo pudiera entrar. Me llevaban hasta la puerta y me esperaban en la vereda. A mi madre le gustaba la poesía. Sobre todo, Alfonsina Storni. Y la música clásica. Yo estudié piano desde los 5 años, con gran sacrificio para ellos. Creo que ella no terminó la escuela primaria. Y digo “creo” porque de esos temas no se podía hablar. He sido muy pobre. Mi padre fue jefe de redacción de un diario de Avellaneda y trabajó en la sección Deportes de LA NACION. Se había escapado de su casa porque le pegaban sus padres. Se había ido a una estancia, a lo de un tío que era peón. Allí les enseñaba a leer y a escribir a los peones. Un tío, Juan Francisco Giaccobe, era director del Conservatorio de Música y mi prima era Adelaida Mangani, creadora del teatro de títeres. Ellos me guiaron. Así conocí los textos de las óperas. En una época del cine italiano conocía las canciones y canzonettas. Desde muy chica estuve en contacto con el arte.Graciela Dufau le pone la voz a la poetisa Olga Orozco en el ciclo Ficciones sonoras, de Proyecto Prisma (DIEGO SPIVACOW / AFV/)–A lo mejor no lo sabías, pero estabas conformando tu vocación.–Estaba ahí. Al morir mi padre tuve que trabajar. Ya había hecho una foto como modelo. Fui modelo de esa época, cuando los desfiles eran en las casas de alta costura y solo para señoras muy ricas. Yo desfilaba ropa de niña, de adolescente. Como mucho me ponía algún traje de novia. Fueron mis primeros trabajos. Hasta que a través de mi tío hice de hada en El pájaro azul, de Maurice Maeterling, en Canal 7. No tenía conciencia de lo que significaba.–¿Cuál fue el momento determinante en que advertiste que esa era tu carrera?–Ya estaba allí. Tenía una hija, trabajaba como actriz, estaba haciendo televisión. No advertía que era algo esencial. Pero un día estaba en casa lavando ropa en la bañadera. Mientras la colgaba en una soguita, hice el clic: entendí que tenía que estudiar. Entonces me puse en manos de grandes maestros: Carlos Gandolfo, Agustín Alezzo, Heddy Crilla.-El camino para llegar a ser considerada, en tiempos en que el teatro era para actores “serios” y la televisión una jerarquía inferior.–¿Sabías que me habían llamado para hacer Rolando Rivas taxista? Fue en el mismo momento en que me postulé para Las troyanas, en el San Martín, dirigida por Osvaldo Bonet. Una tragedia griega con muchos goles. Mi única posibilidad era ir al coro. Había 300 candidatos. “Si entro, entro”, me dije. Quería probarme allí. El director del coro era Pepe Gallo, el padre de la gran actriz María Rosa Gallo. Al año siguiente hice uno de los papeles principales. No me equivoqué al elegir.–Este año volvió Brujas. Habrás recibido la propuesta.–Me insistió mucho Carlos (Rottemberg). Y no, no estoy lista todavía para subir a un escenario. Creo que entendió. Al final me preguntó quién quería que me reemplazara: “Ayudame”, me pidió. Y le sugerí a Sandra Mihanovich.–¿No siquiera fuiste como espectadora?–No. Es curioso, pero no lo extraño.–¿Cuándo fue la última vez que pisaste un teatro?–Fui con Hugo Paredero a escuchar a Susana Rinaldi en el Picadero. En esos días también vi a Lorena Vega en Yo, Encarnación Ezcurra. Y no volví más.Hugo Urquijo, el prestigioso y querido director, esposo de Graciela Dufau–¿En el curso de este año y medio te llegaron propuestas?–Hay un proyecto que viene de antes de la pandemia con Julio Velando, pero quedó interrumpido. También debo decir que para las viejas como yo no hay muchas oportunidades, ni en teatro ni en televisión. Porque aunque seas una señora que desarrolla una actividad física, hay una presión permanente para parecer más joven, para que no tengas arrugas. Es muy arduo sostener eso. En los Estados Unidos se hizo el programa especial de Friends y mi hija me dijo: “preparate para ver todas las cirugías de Los Ángeles”. Y son mujeres de 50 y pico. Por eso volver de esta forma me hace tanto bien.–Brujas cumplió treinta años desde su estreno (en Mar del Plata, el 3 de enero de 1991) y vos formaste parte del elenco durante más de una década. ¿Cómo atravesaste esa etapa?–Pasó de todo: ¡estuve diez años! Por supuesto que hubo discusiones. Además de divorcios, casamientos, nacimiento de nietas. Hubo un verano que trabajé en silla de ruedas. Me pasaba a buscar Thelma Biral y me llevaba hasta el teatro. Ahí me cambiaban de silla. Un asistente me llevaba, me cambiaba y me maquillaba. Me subían entre dos la escalera (el escenario era un piso más alto). Ahí me ponía los zapatos, salía a escena y hacía las dos funciones. Después bajaba y hacía lo mismo pero de regreso.–”Tengo una mala salud de hierro”, diría Joaquín Sabina.–En una época sufría ataques de pánico y había noches que no podía más. Moria me agarraba del bracete y me decía: “aguantá, mamita, y pensá en el departamentito que te vas a poder comprar”. ¡Me sostenía, literalmente! Pero cuando estás así no pensás en nada, ni aunque te regalen una Ferrari de oro.–Más allá de tu labor artística, atravesaste situaciones que pudiste poner sobre la mesa mucho antes de que se visibilizara y reivindicara la defensa de los derechos de las mujeres.–Hace 53 años hice una denuncia en una comisaría por lo que ahora decimos “violencia de género”. Me habían dado una paliza. Una amiga a la que recurrí llamó a un abogado, que era escritor y poeta. Le dijo: “¿tiene sangre? Que no se lave”. Cuando llegamos a la comisaría me adelantó: “Nos van a tratar mal”. Yo ni era conocida, pero el comisario me dijo: ¿”Usted cree que esto es Hollywood que viene con un abogado?”. En aquellos días se publicó en la contratapa del diario La Razón que me había ido de mi casa con mi hija (era una beba de ocho meses) a vivir con otra mujer. Yo estaba en la casa de mi mamá. Llamé al periodista: “Mire, señor, quiero decirle que estoy viviendo con mi mamá”. “¿Y no es otra mujer?”, me contestó. Siempre fue una lucha despareja. En los años 80 conseguimos la ley de patria potestad compartida. Nos sentábamos en la vereda del Congreso y nos decían de todo. En los años 90 compartí la tapa de una revista con varias mujeres diciendo: “Yo aborté”.Por ahora, Graciela Dufau no piensa subirse a un escenario (DIEGO SPIVACOW / AFV/)–¿En qué momento sentiste que era el rol que querías asumir?–Creo que a partir de las amigas que elegí, como Moira Soto y María Moreno: gracias a ellas dos publiqué un libro. O María Luisa Bemberg… La lucha sigue siendo ardua. En la época de la dictadura, un general se había enterado de lo que ganaba Mirtha Legrand y se indignó porque ganaba más que él. Entonces impuso un tope para los varones y menos para las mujeres. Cuando hicimos el programa Nosotros y los miedos, de Cernadas Lamadrid, Jorge Maestro y Sergio Vainman, tuve una entrevista con el interventor militar y le dije que no iba a ganar menos que un varón, aun a costo de no trabajar en ningún otro canal. Finalmente lo aceptó.–En ese contexto también estaba naturalizado el abuso de poder del director, del productor.–En ese sentido tuve suerte. En cambio, me querían involucrar en política: “¿vos no estuviste en la marcha esa con los presos de Villa Devoto?”. También me pasó que empecé un programa y a la semana estaban casi todos prohibidos. Para nosotros era indignante.–¿Soñás con que subís a un escenario?–No. A veces una se engaña: quiero interpretar a un personaje pero también quiero que me miren, que me aplaudan, que me admiren, que me aprueben. Que es como decir que quiero abrazar a mi muñeca. Puedo hacer esta obra que es telefónica y no es para tanto. Lo otro… debo confesar que hasta me había olvidado de cómo era una entrevista.Graciela Dufau, en Atreverse, el ciclo histórico que Telefe no se animó a continuar (Captura de pantalla/)

Fuente: La Nación

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Cuando empezó 2021, el monto mensual de ingresos a partir del cual un autónomo paga Ganancias, en el caso de aplicar deducciones por cónyuge y dos hijos, era 21% más alto que el valor de la canasta básica total correspondiente a una familia integrada por un matrimonio y dos chicos de 6 y 8 años. Esa brecha se fue reduciendo mes a mes, hasta quedar eliminada en agosto. En otras palabras: la facturación promedio mensual para quedar alcanzado por el tributo es inferior ahora al ingreso que le debe llegar a un hogar integrado por cuatro personas para no ser considerado pobre.“La diferencia ya había quedado prácticamente eliminada en el mes de julio”, cuando había sido inferior al 1%, estimó el tributarista Mariano Echegaray. En ese mes, el precio de la canasta llegó a $67.576,66. En agosto, con un incremento de 1,16%, llegó a $68.359,02, según informó el Indec el jueves último. Así, superó los $68.085,16, que es el promedio mensual a partir del cual se tributa.El Hotel Four Seasons pidió la convocatoria de acreedoresLos autónomos no fueron considerados en la última reforma de Ganancias, que fue aprobada por el Congreso Nacional en abril. Esa ley dispuso que ningún asalariado ni jubilado pague el impuesto este año si su salario o haber bruto mensual es de hasta $150.000, una cifra que ahora se elevaría a $175.000, según trascendió de fuentes del Gobierno. En febrero, cuando presentó el proyecto, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa (Frente de Todos), respondió a las críticas por la exclusión de los autónomos diciendo que se estaba trabajando “en paralelo” en una nueva ley para mejorar la posición de estas personas frente al impuesto. Sin embargo, luego no se conoció ninguna iniciativa en ese sentido.Por ley, el régimen de Ganancias considera de manera diferenciada la situación de los autónomos, estableciendo deducciones que son más bajas (las deducciones son montos que se descuentan del ingreso antes de hacer el cálculo del impuesto). A fines de 2017 se aprobó la ley 27.430, que produjo una disminución de la brecha entre los montos imponibles de autónomos y asalariados, sin llegar a eliminarla. Pero ahora, al haber sido excluidos de las nuevas normativas, la distancia se amplió.¿De dónde surgen los $68,085,16 mencionados? El sistema de cálculo del impuesto implica que, por este año, se descuente como deducciones, para los autónomos, una cifra de $503.035,19, según puntualiza Echegaray, y que se puedan descontar $156.320,63 por cónyuge (siempre que la persona prácticamente no tenga ingresos propios) y $78.833,08 por cada hijo a cargo. Así, son $817.021,98 anuales los que quedan liberados del impuesto Eso, repartido en los 12 meses del año, da $68.085,16.La relación con el precio de la canasta básica es una referencia, que permite ver de qué manera los pesos alcanzados por la carga fiscal fueron perdiendo su poder de compra. En marzo, por ejemplo, la brecha entre las dos variables analizadas era de 12%, mientras que para mayo ya se había recortado a 6%.Convirtió un tractor en un lavarropas móvil para que su hijo no pierda tiempoLa canasta básica total, que es informada cada mes por el Indec, tiene un valor que resulta de multiplicar por un determinado coeficente (que se define según los hábitos de consumo de la población) el precio de la canasta básica alimentaria, que incluye un conjunto de alimentos y bebidas que le aportan a las personas la cantidad de calorías básicas para vivir. Las cifras se ajustan según la edad y según se sea varón o mujer.“Es inentendible que exista la discriminación entre asalariados y autónomos; los autónomos pagan sobre montos insignificantes, lo que provoca que se termine tributando sobre consumos y no sobre ganancias genuinas”, evalúa Echegaray. Y agrega que la aceleración del ritmo de la inflación, sumada a las distorsiones del sistema de actualizaciones, hace que se pague más dinero por el impuesto, a la vez que los ingresos pierden su poder adquisitivo.Más allá de las medidas de excepción que se dan cada tanto, las variables que definen quiénes y cuánto pagan Ganancias se actualizan todos los años de manera automática, desde 2018, según la variación que tuvieron los salarios formales y estables entre los dos meses de octubre previos. Este año, por ejemplo, el reajuste que hubo en función de ese índice (o la suba del llamado mínimo no imponible) fue de 35,37%. Esa actualización sí incluye a los independientes.Actualización anualEn cuanto al impuesto a pagar por todo 2021, en el caso de un autónomo con una facturación mensual promedio este año de $150.000, con cónyuge y dos hijos a cargo, el monto es de $215.023 (si es que no deduce gastos), en tanto que si el ingreso mensual es de $120.000, la carga fiscal llega a $109.479,. Con ambos niveles de ingresos, un asalariado está liberado del tributo.Además de las deducciones por familia, es cierto que son aplicables otros descuentos al monto imponible, correspondientes a ciertos gastos. Y en el caso de autónomos hay más conceptos deducibles que en el de los asalariados.El diagnostico de Claudio Zuchovicki sobre la economía argentina en los próximos mesesPero en ese universo de las deducciones por gastos existe otro problema: hay diferentes situaciones en cuanto a si se trata de montos actualizados o no. Por ejemplo, el tope deducible por los pagos de salarios en el régimen del servicio doméstico, o por los costos del alquiler de vivienda, por ejemplo, tienen reajustes anuales (van siguiendo la variación de los salarios formales), mientras que ítems como los intereses por créditos hipotecarios, o los gastos de sepelio, mantienen los mismos importes, en pesos, que estaban vigentes hace ya 20 años, con lo cual sus efectos son muy poco significativos.

Fuente: La Nación

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A Osvaldo Jaldo le llegó el momento. La salida de urgencia del gobernador Juan Manzur para asumir como jefe de gabinete de Alberto Fernández fue el atajo que le permitió llegar a su tan ansiado objetivo: quedar al frente del timón de la provincia. Lo logra ocho días después de desafiar a Manzur en las urnas como paso intermedio a la contienda que se anticipa para 2023.Cuatro veces intendente del municipio de Trancas, una zona rural de menos de 10.000 habitantes, Jaldo ganó influencia en el peronismo tucumano de la mano de los gobernadores Julio Miranda primero y de José Alperovich, después. Tiene 63 años y es contador público nacional, recibido en la Universidad Santo Tomás de Aquino.Solo en Off: Victoria Donda, entre los restos de una paella y la indigestión del PresidenteEn 2000, con la provincia sumida en la pobreza y con la salida a la luz de cientos de casos de niños desnutridos, Jaldo asumió como ministro de Economía de Miranda. Por entonces, en Tucumán había cuasimonedas y la crisis económica fue un anticipo de lo que sucedió el año siguiente a nivel nacional, con la caída de Fernando De la Rúa.Con la llegada de Alperovich a la gobernación, en 2003, Jaldo fue reclutado otra vez por la gestión provincial y volvió a dejar Trancas, su pago chico, donde vive entre valles y el avance de la selva de yunga. Asumió por entonces como interventor de la Caja Popular de Ahorros, un botín económico clave para las finanzas de la provincia. Por su gestión allí, durante el fin de semana su nombre circuló para sumarse al directorio del Banco Nación para allanar la salida de Manzur al gabinete nacional.Jaldo y Manzur, anoche, celebraron el triunfo en la sede de la gobernación tucumanaSe ganó rápidamente la confianza de Alperovich, que lo ubicó como nexo con los municipios de la provincia al mando del Ministerio del Interior. Junto con Sergio Mansilla, otro aliado de Alperovich que ahora comulga con Manzur y que asumirá hoy como vicegobernador, Jaldo puso en marcha el denominado “pacto fiscal”, que consistía en que los municipios cedan de manera opcional su porcentaje de coparticipación a la gestión central a cambio de que el Poder Ejecutivo provincial afronte el pago de las planillas salariales. La medida logró alinear con el oficialismo a 17 de los 19 municipios.Entre mandato y mandato de Alperovich, Jaldo fe elegido dos veces legislador provincial y en 2013 diputado nacional. Al año siguiente, volvió al Ministerio del Interior para alinear a los municipios en la víspera al recambio electoral. Se peleó por entonces de Alperovich, uno de sus mentores, y se alió con Manzur, a quien acompañó en la fórmula para gobernador en 2015 y en 2019. En ambas ocasiones ganaron cómodamente.

Fuente: La Nación

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La derrota del Frente de Todos en las elecciones primarias se notó visiblemente en algunos distritos del Gran Buenos Aires en los que el peronismo solía ganar holgadamente. El oficialismo logró imponerse en la tercera sección, pero aún así lo hizo con peores rendimientos respecto de los números que obtuvo en las PASO de 2019.En la provincia de Buenos Aires, Juntos por el Cambio se impuso sobre el Frente de Todos por una diferencia de 4,3 puntos porcentuales (37,8% contra un 33,6%). Aunque en algunos distritos salió victorioso, el Frente de Todos empeoró su performance electoral en los 41 municipios que componen el Gran Buenos Aires si se lo compara con los resultados de las PASO de 2019.“Hay que frenar a La Cámpora”, el grito que alineó a un sector del PJ Estos vuelcos, en algunos casos de hasta 30 puntos, irritaron a varios intendentes del Partido Justicialista (PJ) bonaerense que manifestaron su preocupación al gobernador Axel Kicillof en los encuentros de la última semana, donde se analizaron los resultados. Varios de los jefes comunales atribuyeron la caída no solo a la crisis económica, el impacto de la cuarentena y los escándalos que protagonizó el oficialismo, sino también a la baja participación.Los municipios donde el Frente de Todos sufrió su peor performance respecto de las primarias de 2019 fueron Presidente Perón (30,6 puntos porcentuales menos de diferencia entre ambas elecciones), General Rodríguez (25,5 puntos menos), Moreno (24 puntos menos), Marcos Paz (23,5 puntos menos), Florencio Varela (21,5 puntos menos), Merlo (21 puntos menos), Zárate (20,8 puntos menos), Brandsen (19,9 puntos menos), Quilmes y San Vicente, ambos con 19 puntos porcentuales menos de diferencia entre los comicios de 2019 y 2021.
En simultáneo, los municipios donde Juntos por el Cambio hizo su mayor repunte respecto de las PASO de 2019 fueron San Miguel (14,5 puntos porcentuales más), General Las Heras (14,2 puntos más), Campana (12,4 puntos más), General Rodríguez (12 puntos más) y Quilmes (11,9 puntos más).El Frente de Izquierda mejoró su performance electoral en el 95% de las intendencias del Gran Buenos Aires, con repuntes de entre 0,1 y 4,8 puntos porcentuales respecto a lo que había obtenido en las PASO 2019. Solo empeoró en dos distritos, con una caída mínima: en Brandsen empeoró 0,1 puntos porcentuales y en Vicente López empeoró 0,2 puntos porcentuales respecto a las primarias legislativas de 2019.

Fuente: La Nación

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El mediático Aníbal Fernández se despidió esta noche del programa de C5N, Canibales, tal como anticipó LA NACION, antes de asumir como ministro de Seguridad del Gobierno este lunes. Fernández es parte de la renovación que propuso el presidente Alberto Fernández. El futuro miembro del gabinete relativizó la derrota del Frente de Todos en las PASO y consideró que no hubo una crisis institucional en los últimos días.“Para mi no hay crisis, hay una elección que no se perdió”, señaló Fernández. En ese sentido, buscó minimizar el triunfo de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires. “En todo caso, esta primaria se hizo entretenida para un determinado lugar y para otro, no, porque no había nada que competir, entonces no había mucho para ver”, detalló.No obstante, dio un mensaje en torno al futuro de la coalición. “En esa discusión, se tienen que dar otras discusiones que son las que representan a un pueblo que está esperando más de su Gobierno, entonces, si eso es así, prestémosle atención, porque sirvió para que nosotros, a lo mejor, lo miráramos”, indicó, y agregó: “Hay dos cosas que no me gustan tibias, el mate y el peronismo, con lo cual, las discusiones me tienen sin cuidado”.Axel Kicillof incorpora a Martín Insaurralde como jefe de Gabinete y suma otros cambiosPara Fernández, “hay que ir a fondo”, y “pensar con seriedad” las medidas a tomar ante la situación actual. A su vez, reivindicó el rol de Alberto Fernández. “Lo veo al presidente con la lanza en la mano y con las decisiones tomando segundo a segundo”, expresó. También se refirió a los dirigentes de la oposición que lo critican por su frase, de la gestión con Cristina Kirchner, en la que había dicho que la inseguridad era una sensación.El futuro ministro de Seguridad también se refirió al caso Maldonado: “Perón decía que la guerra era lo suficientemente importante como para dejarla en manos de los militares. Yo lo parafraseo diciendo que las seguridad es lo suficientemente importante para dejarla en manos delos policías: la seguridad es de los civiles. Nunca más puede pasar lo de Maldonado, nunca más puede pasar lo de Rafael Nahuel”.Asimismo, dio su impresión de la puesta a disposición de las renuncias de varios ministros cercanos a Cristina Kirchner. El exinterventor de la mina de Río Turbio respaldó la medida y señaló que se trataba de una acción que debía ser tomada por las “primeras líneas” del Gobierno. “Yo no renuncié y no significa que no esté en desacuerdo, al contrario, estaba de acuerdo con hacer esa medida, me parecía que era un gesto político”.“Lo único que tienen es una frase mía de hace muchos años que fue desafortunada”, advirtió en relación a su frase sobre la sensación de inseguridad que pronunció años atrás. “No tiene mucho sentido. Tengo la cabeza puesta en otro lado”. El reemplazante de Sabina Frederic adelantó que ya habló con varios funcionarios “mandando tarea para el hogar” y comunicó que se reunirá con un gobernador a las 19, pocas horas después de que jure como ministro.A modo de resumen, Fernández consideró que el recambio de ministros le otorga “volumen político” al Gabinete. “Todo tiene que ver con darle mucho volumen político y discusión donde está faltando a lo mejor estatura para dar esa discusión”, opinó. Quizás diferenciándose de su antecesora, Fernández consideró que “a veces, tener la legitimación activa requiere de estatura política” y, en esa línea, expresó que “eso es lo que el presidente ha acertado en las decisiones que ha tomado”.Los municipios de Gran Buenos Aires donde el kirchnerismo sufrió las caídas más dramáticasPor otro parte, adelantó que sostendrá a las cúpulas de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria y señaló que el martes se reunirá con las conducciones de cada una de las fuerzas para diagramar el trabajo a encarar. Dijo que buscará “redimensionar” el trabajo de las fuerzas. En ese sentido, Fernández sostuvo que busca “fortalecer” el rol de la Prefectura y expresó que se necesitan “desarrollar” muchas cosas en la Gendarmería.En este sentido, Fernández sostuvo que “se necesita personal en la calle” pero manifestó su oposición a que efectivos de la Policía Federal asuman esa tarea. “Yo no quiero que sea la Policía Federal. Creo que tiene cuadros de fondo para investigar, y la fuerza tiene que proponerse investigar”, expresó. En tanto, destacó el crecimiento de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, nacida bajo su anterior gestión en el área.Por otro lado, Fernández dio cuenta de su buena relación con Sergio Berni, el ministro de Seguridad bonaerense, con quien su antecesora tuvo incontables cortocircuitos. “Hablé con Berni ayer, con quien tengo una relación muy buena hace muchos años, hay que sentarse”.A su vez, indicó que se reunirá en los próximos días con el titular de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, con quien discutirá el posible retiro de la Gendarmería de la villa 31. Sobre ese punto evitó una definición, pero apuntó que “los pactos se hicieron para cumplirse”.El programa Caníbales debutó en la pantalla de C5N el 17 de junio con la conducción Julián Guarino, con un envío semanal, todos los domingos a las 20. Aníbal Fernández participó desde la primera emisión.Intercambio con KicillofEl exministro de Cristina Fernández de Kirchner saludó a Axel Kicillof en el inicio del programa y elogió a Axel Kicillof, que participaba de una entrevista previo. “Yo te te felicito, los que fuimos los barones del conurbano apreciamos que tanto Martín Insaurralde, como (Leonardo) Nardini , como Cristina (Álvarez Rodríguez), se sumen a un gabinete, dándole volumen político, que es importantísimo en cada uno de los 135 distritos de la provincia”, dijo.“No están a la altura”: Ricardo López Murphy criticó con dureza las nuevas incorporaciones del gabinete de Alberto FernándezEn un intercambio con Kicillof, Fernández dio pistas de cómo percibe su futura función. “Ahora, de este lado del mostrador, me va a tocar también aportar el granito de arena para que el Presidente pueda llevar adelante esa estrategia de definir concretamente todas las cosas que se necesitan en el desarrollo económico, y que se lo impone la Constitución Nacional”, agregó.En esa línea, también habló de los efectos de la pandemia. “En este marco con las complicaciones que tiene el mundo, hay que raspar la lata de donde sea, pero encontrar las soluciones para las mujeres y los hombres del pueblo argentino”, añadió.

Fuente: La Nación

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NUEVA YORK.- A principios de mes, la justicia de Nicaragua ordenó la captura del escritor Sergio Ramírez, exvicepresidente del sandinismo original y crítico de su reencarnación dictatorial, por, dicen, “traición a la patria”. Y a mediados, cuando parecía que el peronismo ganaría las primarias abiertas de la Argentina, la sociedad se hartó y dio su voto a la centroderecha para castigar al gobierno por su manejo cínico de la pandemia.El rechazo unánime del mundo a la persecución de Ramírez simboliza la derrota moral de la izquierda latinoamericana así como el resurgimiento de la sociedad civil argentina es una cachetada política a uno de los proyectos más agresivos de la llamada “marea rosada” regional.El siglo XX y las dos décadas del actual han dado suficiente evidencia: salvo excepciones, la izquierda latinoamericana no ha sido democrática sino autoritaria. La amplia mayoría de la izquierda jamás se preparó para gobernar, apenas para llegar al poder. No ha generado propuestas de crecimiento, solo de redistribución de la pobreza. No piensa el futuro desde el presente, vive pertrechada en un pasado rancio, encerrada en dogmas desde los que pontifica con superioridad moral.Cuatro factores que incrementan el riesgo de contraer Covid-19 después de vacunarseEste es el elefante en la habitación del que no hablamos: la izquierda latinoamericana es de derecha. Cuando debió demostrar de qué estaba hecha, en los primeros veinte años del siglo XXI, mientras gobernaba buena parte de la región, probó que gusta de los gobiernos fuertes, descree de los acuerdos y no tiene imaginación cuando se queda sin dinero.El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio el último ejemplo del amor de la izquierda por el autoritarismo de cuates: recibió con honores a dos autócratas —Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel— y les regaló aplausos y elogios. 12-09-2021 El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador POLITICA CENTROAMÉRICA MÉXICO PRESIDENCIA DE MÉXICOLa crisis pandémica, por otro lado, nos recordó la ineptitud administrativa de la “marea rosada”: América Latina se benefició de los buenos precios de las materias primas durante la primera década del siglo, pero la izquierda, que gobernaba en buena parte de sus países, jamás previó cómo administrar las expectativas sociales cuando el ciclo se acabara.El resultado: países más pobres y con culturas políticas menos democráticas. El kirchnerismo tuvo miles de millones de dólares en gasto social tras el default de 2001, pero ahora, tras al menos 14 años de gobierno, Argentina enfrenta nuevos pasivos sofocantes y una pobreza inmoral. El chavismo y el sandinismo de Ortega incapacitaron política y económicamente a Venezuela y Nicaragua. La dictadura de la familia Castro ha estado hundiendo su isla privada en el Caribe durante más de medio siglo. AMLO critica el legado del neoliberalismo pero ajusta como neoliberal y antagoniza con el feminismo como un conservador. Bolivia y, hasta cierto punto, Ecuador exhibieron reducciones históricas de la pobreza —bravo— pero sus líderes creyeron que eso les daba derecho a presidencias vitalicias.Díaz-Canel y Raúl CastroA mí me enseñaron que la izquierda representaba la cúspide de los valores humanistas e intelectuales. Solidaridad, inclusión, equidad. Creatividad e inteligencia. Honestidad. Defensa de la democracia igualitaria. Diálogo. Vocación por el cambio.Pero en su mayoría, la izquierda latinoamericana ha estado lejos de esas ideas. Vive en conflicto con la novedad y le gustan los juegos de suma cero, así que mientras incluye a unos, excluye a los demás. Una pena. La izquierda latinoamericana, de tan vieja y machista, acabó apenas algo menos esclerótica y prostática que la derecha. Milita en el atraso: moral de los años cuarenta, cosmovisión de la Guerra Fría de los cincuenta y —siendo bondadoso— manual económico de los sesenta. Jamás ajustó su prisma político más allá de los setenta, está tan perdida como los años ochenta y es depresiva y oscura como los noventa. Finalmente, entró a un siglo de transformaciones veloces asustada, así que se refugió en el dogma. Como no quiere reconocer que debe diseñar el futuro reformando al capitalismo, decidió que mejor toma el poder y vive de las rentas del Estado.El choque con Maduro y Díaz-Canel posiciona a Lacalle Pou como una “estrella” regionalHace días me preguntaba por qué tiene tan baja calidad el debate público de nuestra progresía izquierdista. Como fui parte de ella alguna vez, me costó admitir que aquel amor fue autoengaño: la izquierda latinoamericana es intelectualmente mediocre y políticamente infantil. Jamás procesó la victoria del neoliberalismo —no como modelo económico sino como construcción cultural que baña las decisiones de las personas— y desde allí falla en todo, del diagnóstico a la planificación y ejecución.Una región tan desigual como la nuestra necesita una nueva izquierda. Y ser realmente de izquierda hoy, pienso, es asumirnos socialdemócratas. No es casualidad que los proyectos más serios de la izquierda sean moderados: la Concertación chilena, Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, los uruguayos Pepe Mujica y Tabaré Vázquez. Todos abrazaron el gradualismo, entendieron que la inversión social debe ser responsable y, a diferencia de sus desaforados camaradas, aprendieron a convivir con el capital. En Brasil y Chile, por ejemplo, sus líderes comprendieron que fomentar la internacionalización reduce el peso político local de las empresas —pues dependen menos del mercado interno— y ayuda a la competitividad global del país: ninguna economía crece excluyéndose de un mundo interrelacionado.Pero en una abrumadora mayoría de los casos, la izquierda latinoamericana piensa y actúa mal. No acuerda, impone. No dialoga, arenga. No da la mano, sube el dedito. Cuando debe negociar, fractura. En vez de proponer, solo se opone.La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner en una sesión virtual del Senado en el Congreso de Buenos Aires el 4 de diciembre de 2020 (JUAN MABROMATA/)Si la izquierda es moralmente superior, debiera estar a la altura de esa aspiración porque, al final, las impostaciones se pagan. Mientras, deberemos buscar maneras de superarla. La vanguardia no está en los iluminados que babean con el matrimonio neoperonista Laclau-Mouffe sino, diría, en conversaciones abiertas con la sociedad civil para favorecer la creatividad. Debemos normalizar el pluralismo, buscar acuerdos de largo plazo ampliando el centro político con transversalidad; más justicia fiscal y beneficios sociales expandidos y sostenibles, y tanto más.Es precisa una discusión amplia. Las sociedades más estables —y justas— son consensuales, no cultoras del conflicto. Cuando la izquierda derechista se acabe, el ostracismo será el destino de los vulgares.Diego Fonseca es escritor y editor. Es director del Seminario Iberoamericano de Periodismo Emprendedor en CIDE-México y maestro de la Fundación Gabo

Fuente: La Nación

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