Fuente: La Nación
Fuente: La Nación
La demanda mundial viene en aumento sostenido y los precios actuales se muestran atractivos para quienes logren una buena cosecha a pesar de la sequía.
Fuente: Clarín Rural
Las economías regionales son un importante motor de las regiones productivas del interior del país y sustento económico para la economía provincial y nacional.
Santiago Seiler es aeroaplicador de la Cámara Agroaérea del NOA (CANOA) y cuenta cómo realiza sus trabajos en cítricos y poroto. “Las aplicaciones aéreas sobre limón se realizan para controlar el minador”, contó, con el desafío fundamental de encarar, sobre todo en limón, “la limpieza de todos los tanques, aviones y ollas de trabajo que participan del proceso ya que el producto final no debe tener ningún residuo que no sea aceptado por las certificadoras tanto para el consumo interno como externo”.
Es importante destacar que con la tarea del avión se hace el 20% de la producción de cítricos.
Según Seiler, el trabajo en poroto “es muy similar a la de la soja ya que se realiza una aplicación de insecticida, una de fertilizante (cobre), un fungicida y se termina con un desecante para poder cosecharlo” y contó que están “realizando aproximadamente de 60 mil hectáreas de poroto”.
CAÑA Y TABACO
Tucumán, Jujuy y Salta representan el 99,5% del total de la producción de azúcar del país, mientras que el caso del tabaco es similar ya que el 50% de la producción está en el NOA y el resto en el NEA.
Belisario D’asburgo, aeroaplicador de la CANOA. “En caña de azúcar siempre son trabajos programados y, en su mayoría, herbicidas o pre emergentes cuando la caña está chica y el surco todavía está abierto”, explicó.
En lo caso de la caña, la cantidad de superficie aplicada varía entre las 10.000 y 20.000 hectáreas por campaña y la rentabilidad es mucho más baja comparada con un cultivo extensivo, como la soja o el poroto.
El caso del tabaco es similar al de la caña de azúcar ya que también se trabaja con superficies muy chicas, promediando las 25 hectáreas por lote. “Es muy importante aplicar lo más temprano posible porque algunos fitosanitarios, con el calor, afectan la hoja y bajan su calidad”, explicó D’asburgo.
En este cultivo, a diferencia de otros, “hay que ser muy prolijo y estar muy atento porque es una zona rural llena de cables y antenas; es un vuelo muy estresante”.
ARROZ
Francisco Romero, piloto y empresario de la Cámara de Aeroaplicadores de Entre Ríos (CEAER), contó detalles del trabajo aéreo en arroz, un cereal que tiene su región de siembra en Entre Ríos y Corrientes. Habló sobre cómo se hace, los cuidados que tienen que tener y la importancia de la aérea para este cultivo.
“En arroz se aplica un herbicida presiembra y después del nacimiento va un selectivo y, ocasionalmente, hay que hacer un insecticida en los primeros días”, contó Romero y agregó que, “a los 30 o 40 días se aplica un fertilizante y, si las condiciones lo requieren, un fungicida, después de la cosecha se suele hacer una siembra de raigrás”.
El aeroaplicador entrerriano resaltó que “lo más riesgoso es hacer las aplicaciones de herbicidas porque siempre hay áreas que se pueden afectar por deriva, por eso hay que estar muy atentos a las condiciones ambientales, sobre todo la inversión térmica que es el fenómeno más difícil de identificar”.
Por su parte, Romero dijo que el servicio en arroz “depende del criterio del productor ya que algunos utilizan el aéreo en la mitad de las aplicaciones y otros hacen todo terrestre”.
Hablando de eficiencia y rentabilidad, sostuvo que “a pesar de que el costo de la aplicación aérea es mayor, permite optimizar el cultivo de arroz, es muy importante el momento en que se aplican los herbicidas y fertilizantes (por ejemplo, antes de una lluvia) que, combinados con el riego, logran un buen rendimiento del mismo”.
Fuente: InfoCampo
Fuente: La Nación
Un conflicto tiene en vilo a productores de Córdoba, Mendoza, La Pampa y San Luis desde inicios del aislamiento dispuesto por el Gobierno Nacional para prevenir el contagio de Covid-19. Después de intensas manifestaciones y cortes de ruta, se logró un protocolo para que quienes tienen o alquilan un establecimiento rural en la provincia que gobierna Rodríguez Saá. Sin embargo, ocho meses de parate dejaron su huella.
Marcelo Aguado es productor y dueño de un campo a 40 km al norte de La Toma, San Luis, desde hace 40 años. Hace 21 días está en su establecimiento intentando “salvar” lo que se puede salvar. Pero las consecuencias ya están a la vista: por los ocho meses que no pudo entrar, perdió más de 60 animales.
“Unos 25 se murieron tanto por intoxicación como por hambre porque no pude entrar con rollos o fardos. Esto se podría haber prevenido porque concretamente no tuvimos mayores problemas de agua, no nos quedamos sin pasto, pero al ser tan seco y de mala calidad el que teníamos, no le proveyeron los nutrientes necesarios a los animales y se murieron”, contó Aguado a Infocampo.
La solución hubiese sido suplementar o moverlos a lugares más aptos. Básicamente, necesitaba poner en marcha una estrategia de manejo que las restricciones para circulan imposibilitaron: “Hay acciones que tiene que hacer sí o sí el dueño del campo, y no pude hacerlo. Presenté todos los permisos y cumplí los protocolos, pero recién pude entrar a ocho meses. Como está pasando lo mismo con La Pampa, no pude siquiera todavía ingresar a esa provincia para traer un carro y mover a los animales para que no sigan muriendo”.
“Es una tristeza absoluta y las pérdidas son grandes en serio. Además de las muertes por hambre e intoxicación, desaparecieron del campo otros 40 animales y hubo robos, todas cuestiones que no pude atender por no poder llegar”, dijo.
Mientras sigue intentando tramitar permisos para mover a los animales que le quedan a La Pampa, Aguado pide: “Que se dejen de joder, queremos trabajar. Mientras perdemos tiempo en varios hisopados y permisos, se nos sigue muriendo el ganado”.
las imágenes
Fuente: InfoCampo
Fuente: La Nación
“Si no hay políticas diferenciadas nos lleva puestos la soja, advirtieron productores de Federación Agraria. La cantidad de tambos viene en caída.
Fuente: Clarín Rural
Se pagó gasta $142 por vaquillonas de 295 kilos. Mañana habrá remates especiales de fin de año.
Fuente: Clarín Rural
En el marco de la reapertura al turismo “intra comarcal” luego de nueve meses, los visitantes a las áreas protegidas de pingüinos de Magallanes se mostraron sorprendidos por el crecimiento en el número de individuos.
Para sorpresa de los turistas, las imágenes registradas resultaron conmovedoras: una nutrida colonia, con los pichones en pleno desarrollo del plumaje que los transformará en juveniles, bien alimentados y sin signos de contaminación.
Se estima que cuando la población de esta colonia se complete, llegarán a contarse más de 400.000 ejemplares.
Según coincidieron los especialistas, hubo un aumento en número de la población y los pichones se hallaron bien alimentados y sin signos de contaminación a causa de la falta de contacto humano.
“Fuimos los primeros en llegar luego de nueve meses de cierre dispuesto por el aislamiento social y la verdad es que nos encontramos con un panorama impactante“, explicó a Télam el fotógrafo ambientalista Maximiliano Jonas, quien formó parte del contingente de reporteros gráficos que visitó la reserva de “Estancia San Lorenzo” ubicada sobre el área de Punta Norte, en el vértice norte de Península Valdés.
En cuanto a su ubicación, el apostadero de dicha estancia se encuentra en el área de punta delgada, a 160 km. de Puerto Madryn y 90 de Puerto Pirámides, sobre la costa del Golfo San Matías.
No obstante, el ministro de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut, Néstor García, no le atribuye a la pandemia y la ausencia de humanos en la costa el fenómeno del crecimiento que “viene aumentando de manera sostenida en los últimos 10 años, creemos que por las medidas de protección y porque tienen buena alimentación”.
En diálogo con Telam, el funcionario aseveró que “hay por ejemplo en toda la zona de Punta Norte un mayor crecimiento, y en general a lo largo del golfo tanto San Matías del lado sur como el Golfo Nuevo y San José (que rodean a la península y le dan la forma de hongo que se introduce en el mar) una importante presencia incluso con colonias que de a poco van creciendo en lugares donde no había”.
Los primeros pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus) comenzaron a llegar sobre mediados de septiembre a las reservas.
Tradicionalmente, la reserva más visitada es la de Punta Tombo, 100 km. al sur de la capital de Chubut, que llega a contar con más de 1.000.000 de pingüinos y abarca una superficie de 210 hectáreas. En importancia, le sigue la de Cabo Dos Bahías.
“De una recorrida por las distintas reservas se puede hablar de animales con buena talla y peso, lo que nos haría tener una temporada óptima si no fuera por la circunstancia de la pandemia que estamos atravesando”, lamentó García.
Tras haber pasado la etapa de apareamiento e incubación, los pichones de pingüino de Magallanes se encuentra por estos días en plena alimentación, en base a una dieta de anchoítas y calamar, para luego dar paso al adiestramiento de las nuevas generaciones.
Fuente: InfoCampo
Desde el INTA subrayan la necesidad de aprovechar las herramientas disponibles para conocer la oferta variable de agua y ajustar a ella la demanda agrícola.
Fuente: Clarín Rural