El Informe Climático Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indica que durante la mayor parte de la primera etapa de la perspectiva (desde hoy hacia el fin de semana), “predominará la entrada de vientos del trópico, produciendo temperaturas elevadas”.
Las zonas que se verán afectas por estas altas temperaturas con “máximas superiores a 35°C y un amplio foco con temperaturas de más de 40°C”,  que se concentrarán en el este del NOA, el norte de Cuyo, el sur de la Región del Chaco, la mayor parte de Córdoba, Misiones, el norte de Corrientes, el norte y el centro de la Región Pampeana y el sudeste del Paraguay.
Las altas temperaturas también se extenderán hacia el centro del NOA, la mayor parte de Cuyo, el norte de Santa Fe, la mayor parte de Corrientes, el norte de Entre Ríos, el este y el oeste de la Región Pampeana y la mayor parte del Uruguay, donde se pronostica “temperaturas máximas entre 30 y 35°C, con focos con valores superiores y otros inferiores“.

Para el caso de las precipitaciones, tendrán lugar de forma abundante (10 a 75 mm), con amplios focos de tormentas sobre el NOA, la mayor parte de la Región Pampeana, la Mesopotamia y el Uruguay,
De todas formas el pronóstico indica que se observarán “focos de tormenta con precipitaciones superiores a 150 mm que se ubicarán sobre el sur de Corrientes, el noroeste de Santa Fe, el centro de Entre Ríos y el noroeste del Uruguay“.
Para el caso del oeste del NOA, la mayor parte de Cuyo, el sur de la Región Pampeana y la mayor parte del Paraguay se observarán precipitaciones escasas (menos de 10 mm), con focos con valores inferiores.

Fuente: InfoCampo

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Investigadores pertenecientes a universidades de distintos países crearon un mapa global de la diversidad de abejas, publicado en la revista Current Biology.
Para crear sus mapas, los científicos compararon datos sobre la ocurrencia de especies de abejas individuales con una lista de verificación masiva de más de 20.000 especies y casi seis millones de registros públicos adicionales.
Con respecto a los hallazgos, los resultados revelan que hay más especies de abejas en el hemisferio norte que en el sur y más en ambientes áridos y templados que en los trópicos.
“La gente piensa que las abejas son solo abejas melíferas, abejorros y tal vez algunas otras, pero hay más especies de abejas que de aves y mamíferos combinados”, explicó, John Ascher, autor principal y profesor asistente de ciencias biológicas en la Universidad Nacional de Singapur, y agregó: “Estados Unidos tiene, con mucho, la mayor cantidad de especies de abejas, pero también hay vastas áreas del continente africano y el Medio Oriente que tienen altos niveles de diversidad por descubrir, más que en las áreas tropicales”.
Muchas plantas y animales siguen un patrón denominado “gradiente latitudinal”, donde la diversidad aumenta hacia los trópicos y disminuye hacia los polos. Sin embargo, los expertos afirman que las abejas son una excepción a esta regla debido a que tienen más especies concentradas lejos de los polos y menos cerca del Ecuador, un patrón conocido como “gradiente latitudinal bimodal”.
Hay muchas menos especies de abejas en los bosques y selvas que en los ambientes áridos del desierto porque los árboles tienden a proporcionar menos fuentes de alimento para las abejas que las plantas y flores bajas.
Por su parte, el becario postdoctoral en el Instituto de Zoología de la Academia China de Ciencias y primer autor Michael Orr explicó: “Cuando llueve en el desierto, hay estas floraciones masivas impredecibles que literalmente pueden tapizar toda el área. Hay una rotación mucho mayor en el desierto debido a la irregularidad de los recursos año tras año. Por lo tanto, hay mucho potencial para nuevas especies allí”.
La referencia cruzada de múltiples conjuntos de datos con cobertura complementaria dio como resultado una imagen mucho más clara de cómo se distribuyen las muchas especies de abejas en diferentes áreas geográficas.
Este es un primer paso importante para evaluar la distribución y la posible disminución de las poblaciones de abejas.
Algunos de estos patrones habían sido hipotetizados por investigadores anteriores. No obstante, los hallaron difíciles de probar debido a datos inexactos, incompletos o de difícil acceso.
En este sentido, la profesora de la Academia China de Ciencias, Alice Hughes, resaltó: “Muchos cultivos, especialmente en los países en desarrollo, dependen de especies de abejas nativas, no de abejas melíferas”.
Si bien queda mucho por aprender sobre lo que impulsa la diversidad de las abejas, el equipo de investigación espera que su trabajo ayude en la conservación de las abejas como polinizadores globales.

Fuente: InfoCampo

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Cada año, es tradicional el encuentro de las cuatro cadenas de valor de los cultivos, Acsoja, Asagir, Maizar Y Argentrigo. Este año, ante rol determinante que tuvo el sector productivo y bajo las condiciones que impuso la pandemia, el encuentro fue virtual. Los mensajes fueron contundentes, ante la asistencia del Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.  

Miguel Cané, presidente de Argentrigo, acompañado por los presidentes de Acsoja, Asagir y Maizar; Luis Zubizarreta, Juan Martín Salas y Alberto Morelli, respectivamente, ofreció el discurso de cierre de año de las cadenas.

Comenzó acentuando la gran capacidad de reacción del sector agropecuario para mantener en la pandemia su potencial productivo. Destacó, además, la conformación del Consejo Agroindustrial Argentino y, ante la atenta mirada del ministr reiteró la demanda del sector por una ley de semillas moderna, que respalde la investigación genética y biotecnológica; y por una nueva ley de biocombustibles, superadora de la actual.

En esta dirección, mencionaron que es imprescindible lograr acuerdo en lo que hace a Buenas Prácticas Agropecuarias para terminar con las asimetrías generadas por regulaciones dispares a nivel nacional, provincial o municipal.

“Hoy para nosotros, como miembros de la cadena de valor agroindustrial, es tiempo de balances y de propuestas, las cuales muestran nuestras fortalezas en momentos extremos, pero también nuestras enormes debilidades. Estas debilidades tienen que ver con la falta de inversión para generar aumentos de producción, tanto como para intensificar la agregación de valor en origen. Queda claro, más que nunca, que serán imprescindible para el resurgir de nuestro país”, decía el discurso. 
De esta forma, afirmaron, “la política debe entenderlo: hay que asumir riesgos si se pretenden resultados distintos. ¿Hasta cuándo vamos a seguir como país agroindustrial disparándonos al pie con las retenciones a las exportaciones? O, peor aún, las intervenciones judiciales con criterios arbitrarios, muchas veces de consecuencias impredecibles”. 

Fuente: InfoCampo

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Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) encontró microplásticos en el 92% de las heces de ovejas que se alimentan en zonas de agricultura intensiva en la Región de Murcia.
Según miembros del equipo a cargo del proyecto europeo Diverfarming coordinado por dicha institución, estos materiales fueron colocados para cubrir las líneas de los cultivos hortícolas mediante la técnica de “acolchado”, para aumentar la producción.
Este procedimiento en horticultura implica el uso de altas cantidades de plástico y resulta difícil retirarlo completamente de los campos.
Los investigadores explicaron que tras un periodo de tiempo se descompone en partículas más pequeñas que son absorbidas por el suelo, transportadas por el agua o el viento y también ingeridas por animales vertebrados e invertebrados.
Con el objetivo de evaluar el grado de contaminación por microplásticos de la zona, el equipo junto a otros investigadores de la universidad de Wageningen de Holanda analizaron la presencia de este residuo en suelos agrícolas y su posible ingestión por parte del ganado local.
Los resultados mostraron que el total de las muestras de suelo analizadas contenían microplásticos, al igual que el 92% de las muestras de heces de oveja estudiadas, el equivalente a 2.000 partículas de este residuo por kilo de suelo y 1.000 partículas por kilo de heces secas.
Este análisis revela una “concentración de plásticos relevante” y alerta de la ingestión de este material por parte de las ovejas para un futuro análisis sobre cómo afecta esta ingesta al organismo de estos animales.
“A pesar de los efectos negativos del plástico y su acumulación en zonas de agricultura intensiva, es muy difícil desprenderse de este material, puesto que el uso de técnicas como el acolchado permite el ahorro de agua y de pesticidas, algo determinante en zonas semiáridas y con escasez de lluvias como es el caso de la zona murciana”, explican desde el proyecto.
Los investigadores sugirieron que es necesario tomar medidas drásticas para revertir esta tendencia. “Sería necesario, por tanto, un cambio de paradigma en la producción agrícola actual que relegue el cultivo intensivo a un segundo plano”, concluyeron.

Fuente: InfoCampo

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En primavera, lograr el equilibrio entre calidad de forraje cosechado y calidad de remanente no es tarea fácil. Mientras las primeras franjas se pastorean con calidad óptima, conforme avanza la estación se hace difícil controlar el exceso de pasto, lo que termina por afectar la ganancia de peso y la capacidad de rebrote de la pastura. Buscando ‘la voz de la experiencia’, traemos dos testimonios: uno desde el sur de Santa Fe y otro desde el oeste bonaerense.
Enrique Moro es productor Aapresid y hace ciclo completo de novillos en su establecimiento de Guaminí, al oeste de Buenos Aires, donde las pasturas ocupan un 20% de la superficie. En una zona semi marginal y dependiente de las precipitaciones, manejar el pastoreo no es cosa sencilla. “En años lluviosos no sabemos qué hacer con el pasto y en años como 2019 no sabemos qué hacer con el ganado”, explica. La variabilidad hace difícil prever recursos, por lo que la estrategia es: ‘donde hay excedente de forraje, hay reserva’, en general rollo.
“Tenemos pasturas puras de alfalfa o gramíneas, alguna mezcla de festuca y cebadilla y pasturas consociadas que en los últimos años decidimos simplificar, pasando de 10 a 3 ó 4 especies, generalmente alfalfa, ovillo y cebadilla”, señala Moro.
Moro apuesta al pastoreo rotativo, que maneja dependiendo del momento de la pastura y la categoría, pero con la premisa de nunca superar los siete días en una misma franja, para que las pasturas duren muchos años. Se ingresa con la pastura a punto y, tanto la carga como la categoría, se definen según disponibilidad de pasto. “Este año, la abundancia de pasto está siendo aprovechada por los novillos en terminación, los salidos de recría, los terneros salidos del destete, un lote de vaquillonas que van a segundo servicio – a las que ofrecemos el mejor forraje para no perder la segunda preñez – y hasta lotes de vacas de cría”, cuenta.
Pero sabe que en dos meses la situación puede dar un giro de 180° y tenga que sacar los animales porque el pasto se quemó o murió. “Lo difícil de la región es lograr estabilidad. El ciclo completo nos ayuda en ese sentido, así como la prevalencia de la ganadería sobre la agricultura, dos elecciones que nos dan plasticidad ante los drásticos vaivenes climáticos,” explica. La ganancia de peso ronda los 600 gramos. “En primaveras como esta estamos arriba de 1 kilo, sobre alfalfa pura con bolos para los novillos y pastizales”, dice el experto.
Anibal Bisio es productor Aapresid y también hace ciclo completo pero al sur de Santa Fe, en Las Bandurrias y Bigand. La cría se mantiene en campos naturales en suelos de menor aptitud, donde predominan gramíneas nativas anuales y perennes. La recría se hace en pasturas implantadas de base alfalfa con festuca, cebadilla y trébol blanco, en lotes que se rotan con cultivos agrícolas y forrajeros. El engorde final es a corral.
El pastoreo es rotativo, con frecuencias y duraciones variables según el recurso y la época del año. En campo natural los tiempos de ocupación van de 7 a 15 días, mientras que en pasturas implantadas de 2 a 7 días como máximo. “Tratamos de mantener estable la carga a lo largo del año, compensando con suplementación las variaciones en la productividad de las pasturas”, explica Bisio.
El pastoreo en primavera se realiza con animales de recría de entre 240 y 280 kilos, con alta carga instantánea y períodos de ocupación cortos, tratando de aprovechar las altas tasas de crecimiento. El momento de ingreso coincide con el inicio de floración de la alfalfa. Se pastorea a fondo dejando un remanente mínimo. Al mismo tiempo se van definiendo superficies a cortar para aprovechar los excedentes haciendo reservas.
“Con este manejo de primavera logramos aumentos medios diarios (AMD) de entre 500 y 600 gr/día, sin suplementación. El objetivo no es maximizar el AMD sino la eficiencia de pastoreo y la producción de carne por hectárea”, señala el productor. Además, con AMD superiores los novillos entran demasiado engrasados al corral de terminación. “Esto no es lo ideal teniendo en cuenta que los animales deben permanecer por lo menos 70 u 80 días para el blanqueo de la grasa, según requieran los compradores”. El peso de salida oscila entre los 360 y 400 kg.
Palabra de experto
En su paso por el Congreso Aapresid, German Berone (INTA Balcarce) dejó dos premisas fundamentales para un buen manejo del pastoreo en primavera. La primera: la calidad del remanente se define al entrar a la pastura, y no al salir. En pasturas base gramíneas el momento óptimo para entrar a la franja es con alturas de 15 cm. Al momento de reiniciar la vuelta conviene ir directo a las parcelas de 15 cm, salteando toda franja pasada (más de 30-40 cm) y destinándola a reserva.
En alfalfa hay que olvidarse de la regla del ‘10% de floración’ como parámetro para entrar y hacerlo cuando la altura ronda los 10-15 cm, lo que permite llegar a las últimas franjas con 35 cm. Ese límite asegura una proporción de hojas superior al 60% y, por tanto, calidad de forraje. Por encima de 50-60 cm, la franja va directo a reserva. Tanto en gramíneas como alfalfa, dejar remanentes de 5 cm permite rebrotes rápidos y de calidad.
La segunda premisa: quien maneja el pastoreo debe saber cuánto crece la pastura en una semana. Esto pone la lupa en la capacitación del personal y el monitoreo permanente. Pasturas en primavera monitoreadas mensualmente pueden requerir hasta 4 veces más de volumen de forraje para producir la misma cantidad de carne, versus aquellas monitoreadas con frecuencia semanal.

Fuente: InfoCampo

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