Pocas noches tan malas en la temporada como la de este miércoles para Denver Nuggets y para Facundo Campazzo. El equipo y su base argentino jugaron mal en el segundo encuentro de la serie de playoffs frente a Phoenix Suns, que se impuso por 123 a 98 y se adelantó a 2-0 en su semifinal de la Conferencia del Oeste, cuarto de final de la NBA.El cruce continuará este viernes, pero se mudará de Arizona a Colorado. Denver necesitará mostrar una cara muy distinta, porque de lo contrario la serie le durará muy poco. Y lo mismo Campazzo, que a diferencia de en el primer encuentro, en el que tuvo una buena producción (14 puntos, 6 asistencias, 4 rebotes, 2 robos), esta vez estuvo marcadamente errático. Hizo 3 puntos, por un triple que acertó en cinco intentos, y erró dos dobles; tomó 4 rebotes, realizó 2 pases-gol y consiguió 1 robo. A eso sumó una pérdida, en 29 minutos. Poco para lo que se espera de un titular en playoffs.Compacto del desempeño de Campazzo en el partido 2 vs. Phoenix (Falta Técnica)Y Nuggets sintió que su base no estuviera acertado. No tuvo ataques claros, en parte por una ofensiva de poca rotación y en parte por una marca a presión de Suns. Cerradas muchas veces las vías de pase a sus compañeros, al cordobés le quedó disponible el aro, pero falló demasiado. Phoenix pareció querer dejarlo tirar si ése era el precio por ajustar la marca a otros jugadores o cerrar su zona.En contraste, Chris Paul, el rival directo de Campazzo, volvió a brillar, con 36 años. Desde 1992 no se registraba en la NBA una planilla de al menos 15 puntos, 15 asistencias y ninguna pérdida de balón para un jugador. El base de Phoenix lo hizo, y no en un partido cualquiera. Encima, hubo rendimientos parejos de los otros titulares: 18 tantos y 10 recobres de Devin Booker, 15 y 10 de DeAndre Ayton, 16 puntos de Mikal Bridges y 11 de Jae Crowder. Todo, ante la euforia de un estadio casi completo con 16.529 espectadores: la pandemia de coronavirus empieza a ser un recuerdo en la NBA.Chris Paul, de 36 años, dominó a Facundo Campazzo y al segundo capítulo del cruce Phoenix vs. Denver; desde 1992 no registraba 15 o más puntos, 15 pases-gol y ninguna pérdida un jugador. (Matt York/)Entre los iniciales de Denver solamente Nikola Jokic estuvo a la altura de sus adversarios. El serbio estrenó su condición de jugador más valioso de la temporada (MVP) con 24 tantos, 13 rebotes, 6 asistencias y 1 robo, en la misma cantidad de minutos que Campazzo. La mejor noticia para el equipo dirigido por Mike Malone fue el regreso de Will Barton III, que estuvo lesionado mucho tiempo y anotó 10 puntos en 15 minutos.Excelente movimiento de Jokic, el MVP del campeonatomoves for days pic.twitter.com/QlrDKPLBdK— Denver Nuggets (@nuggets) June 10, 2021Para Denver se oscureció mucho el cruce. Por un lado, porque involucionó: fue claramente superado en el juego, mucho más que en el enfrentamiento inicial. Por el otro, porque los números ya lo aprietan bastante: necesita ganar cuatro partidos y no perder más que uno de los eventuales cinco restantes. Será local en los próximos dos, pero los antecedentes son muy negativos en situaciones como ésta: en la historia de la liga, sobre 322 series que estuvieron 2-0 para el conjunto que tenía la ventaja de localía, 300 concluyeron su triunfo final. Atenerse a ello implica que Campazzo y compañía tienen poco menos de 7% de chances de revertir esto. Números al margen, lo que necesitan es mejorar. Con urgencia.

Fuente: La Nación

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ST. PETERSBURG, Florida, EE.UU. (AP) — Starlin Castro conectó un doblete productor durante una 11ra entrada de dos anotaciones y los Nacionales de Washington derrotaron el miércoles 9-7 a los Rays de Tampa Bay, líderes del Este de la Liga Americana.Castro abrió el inning con su doblete ante Diego Castillo (2-3) y anotó en el elevado de sacrificio de Josh Harrison para colocar la pizarra 9-7.Tanner Rainey tuvo corredores en primera y segunda sin out en la parte baja de la entrada, pero escapó sin daño para su primer salvamento. Ponchó a Manuel Margot, dominó a Yandy Díaz en rodado y abanicó a Austin Meadows para el último out.Ryan Zimmerman llegó a 27 juegos con al menos un cuadrangular en su carrera y Juan Soto también se voló la barda por los Nacionales, que han perdido nueve de sus últimos 12 encuentros.El novato de Tampa Bay Taylor Walls sonó su primer jonrón en Grandes Ligas y Joey Wendle se voló la barda por primera vez como emergente en su carrera. Los Rays tienen marca de 20-5 desde el 13 de mayo.Yan Gomes pegó sencillo productor y Kyle Schwarber añadió un elevado de sacrificio que puso a Washington al frente 7-5 en la décima entrada.Randy Arozarena abrió la parte baja del inning con un triple productor ante Brad Hand (3-2) y anotó en el sencillo de Wendle para empatar el marcador a siete.Por los Nacionales, los dominicanos Juan soto de 4-1 con dos impulsadas y tres anotadas; Starlin Castro de 5-2 con una producida y una anotada; Víctor Robles de 5-2. El brasileño Yan Gomes de 5-1 con una remolcada.Por los Rays, los cubanos Randy Arozarena de 5-3 con tres impulsadas y una anotada; Yandy Díaz de 4-2 con una anotada. Los dominicanos Manuel Margot de 5-0 con una anotada; Francisco Mejía de 5-0.

Fuente: La Nación

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PARÍS (AP) — Después de “un año muy malo”, el operador turístico Marc Vernhet de París ve un rayo de luz con el regreso prometido de turistas de Estados Unidos y otros países que son bienvenidos en Francia a partir del miércoles si han sido vacunados contra el COVID-19.Su agencia, 2CVParisTour.com, está empezando a recibir reservaciones de nuevo de parte de estadounidenses para sus recorridos turísticos, efectuados en peculiares automóviles Citroën. En junio hay aún muy pocas, pero las cosas se ven mejor para julio, dijo Vernhet en un momento en que Francia está dando los primeros pasos para reconstruir su posición de destino preferencial del turismo extranjero.Antes de la pandemia, Vernhet efectuaba tres o cuatro recorridos por la capital al día. El trabajo se acabó cuando Francia entró en confinamiento, y ahora sólo está realizando unos tres recorridos semanales, casi exclusivamente para turistas franceses. Vernhet consideró que la reapertura de las fronteras del país a los turistas vacunados es una “noticia excelente”, pero dijo que aún se requerirán algunas semanas para que el negocio recupere cierto aire de normalidad, y señaló que “no estoy esperando trabajar al nivel al que suelo hacerlo antes de mediados de julio”.“Hemos estado esperando esto durante meses y meses”, señaló.Para poder ingresar a Francia, los estadounidenses y otros visitantes de la mayor parte de los países fuera de Europa necesitarán mostrar que han sido inoculados totalmente contra el COVID-19 con vacunas aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos.Francia sólo acepta las inoculaciones de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson (Janssen), lo cual significa que el turismo no estará volviendo de inmediato desde los lucrativos mercados de China y Rusia, que utilizan vacunas no aprobadas por la agencia reguladora de las medicinas.Sin una de esas cuatro vacunas, la mayoría de los visitantes que no provengan de otros países de la UE tendrán que demostrar que tienen una razón de peso para visitar Francia y deberán guardar cuarentena después de su llegada.Además de reabrir sus puertas a los turistas, el gobierno francés también autorizó el miércoles a los restaurantes y cafés volver a recibir comensales bajo techo, y la asistencia a los gimnasios. El país ha registrado 110.000 fallecimientos relacionados con el COVID-19.

Fuente: La Nación

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La amistad con Vladimir Putin que dijo tener el Presidente la semana pasada, es una demostración afectiva de una relación política que impuso Cristina Kirchner, profundizada por la elección de la vacuna Sputnik V como salida para justificar la pésima decisión de no adoptar vacunas de laboratorios americanos.Mucho se habla de escándalo Pfizer, pero tampoco tenemos acuerdos con Jansen y/o Moderna, otras vacunas por las que ni siquiera el gobierno argentino pareció mostrar interés y poco se dice del retraso de la entrega del acuerdo, con pago adelantado, de las vacunas AstraZeneca del empresario amigo, Hugo Sigman. Este fracaso se intentó solucionar acordando contrato con el Fondo de Inversión Ruso, que tampoco cumplió ni en los tiempos de entrega, ni en la complementación del ciclo por la falta del componente dos. Pero fue el único que a partir de diciembre comenzó a entregarnos dosis y le evitó al gobierno el escarnio de pasar el verano sin una sola vacuna en el país.Adoptando la Sputnik V, la Argentina le dio un espaldarazo a las pretensiones de proyección geopolítica que tiene la Rusia de Putin, tan criticada por las democracias occidentales, asumiendo un riesgo para el país. Porque ni en diciembre, cuando se firmó el contrato, ni aún hoy, cuando la vacuna rusa comienza a demostrar su eficiencia, recibió aprobación de la Agencia Médica Europea (EMA), ni de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni la FDA americana, ni siquiera por la ANVISA del Brasil. Todas decisiones adoptadas bajo un criterio de desconfianza a la escasa y retaceada información publicada por Rusia.La ministra Vizzotti en la recepción de uno de los envíos de la Sputnik V desde MoscúYa lejos del cuento de los recursos naturales como garantía, una ridiculez argumental que lo hacía poco creíble, algunas voces del oficialismo comenzaron a acusar a Pfizer de exigir inmunidad, algo que, según el gobierno, hizo imposible otorgales un marco jurídico aceptable como lo hicieron otros 116 países del mundo. Por esa razón, no solo perdimos 13,2 millones de vacunas de ese laboratorio, que hubiesen permitido duplicar el plan de vacunación actual, sino que ahora corremos serios riesgos de quedar afuera de la parte que nos toque por la donación que realizará el gobierno de los EEUU de 500 millones de vacunas Pfizer al mundo. Ninguna vacuna de ese laboratorio sería aplicada en el país, sea por compra o donación, si no se corrige la ley que impidió un acuerdo.“Ya no las necesitamos, nos sobran vacunas”, dicen los voceros del gobierno, que parecen no darse cuenta de que se perdió casi un semestre vacunando a cuentagotas y que no alcanzó a impedir el crecimiento de contagios con un rebrote gigante que elevó las muertes que ya superan las 82.000.Son duros y minuciosos para justificar el desacuerdo con Pfizer, pero no son tan rigurosos con otras opciones, por eso no se preguntan si para obtener la Sputnik V existe la exigencia que indica que debemos mostrarnos amigos, alineados y defensores de gobiernos que hoy se encuentran observados por las democracias de occidente por su falta de respeto a la libertad y por los abusos del Estado hacia la población.Según Amnistía Internacional, en lo que va del año el régimen de Putin “detuvo a más de 11.000 personas, una cifra sin precedentes incluso en Rusia, donde la disidencia es silenciada sistemáticamente”. Todas las detenciones se realizaron durante las protestas contra el arresto del líder opositor Aleksei Navalny, recluido arbitrariamente, a quien se le niegaacceso a atención médica independiente.Como detalle que agrava el cuadro, en la nueva constitución rusa se otorga un “borrón y cuenta nueva” para los mandatos presidenciales, lo que permitiría a Putin buscar dos períodos más de seis años cuando su gestión actual concluya en 2024. También la reforma esconde un avance sobre el control de la justicia, introduce una referencia a la ancestral “fe en Dios” de Rusia y la prohibición del matrimonio igualitario.La imposición que establece el matrimonio como “únicamente una unión entre un hombre y una mujer” fue justificada por Vladimir Putin: “Mientras yo sea presidente, no habrá progenitor uno y progenitor dos, habrá mamá y papá”, señaló terminante el mandatario ruso en febrero.Al autodenominado progresista adherente al gobierno ¿no le hace ruido un amigo así?Otro de los países de la región que adoptó la Sputnik es Venezuela, la dictadura donde según el presidente Fernández “el problema de los derechos humanos fue desapareciendo”. No fue otro yerro de locuacidad. Había que justificar la decisión adoptada el 25 de marzo, un día después de que Argentina se retirara del Grupo de Lima, cuando el gobierno nacional retiró su apoyo a la demanda por delitos de lesa humanidad que el mismo Grupo de Lima interpuso contra el gobierno de Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI).Esa demanda en La Haya contra la dictadura de Maduro incluye la investigación de 131 asesinatos en manifestaciones, 8292 ejecuciones extrajudiciales, más de 12.000 prisiones arbitrarias, 289 casos de tortura, 192 casos de violación y 6 desapariciones. Hay muchos más, como los testimonios de jóvenes estudiantes que una vez detenidos son obligados a recostarse desnudos en el piso mientras los policías chavistas le tiran maíz en el cuerpo y le sueltan gallinas para que coman sobre elloLa reunión convocada en la Cámara de Diputados, donde el representante de Pfizer admitió impedimentos legales para cerrar un contrato con Argentina (Captura/)s, entre otros relatos escalofriantes.Pero solo basta fijarse en los cinco millones de venezolanos que emigraron con lo puesto para escapar de un país donde lo que van desapareciendo son las víctimas, los opositores, la prensa libre, la independencia de poderes y no “el problema de los derechos humanos”.Otro país que contrató la vacuna Sputnik V es la Nicaragua de Daniel Ortega, un satélite venezolano conducido por un nuevo dictador centroamericano, según el Departamento de Estado, que esta semana detuvo arbitrariamente a los opositores Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Arturo Cruz. Argentina ni siquiera consultó por tal situación.Quizás el ejemplo más incompresible se dio cuando Argentina votó en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU junto a Rusia, Venezuela y Cuba, entre otros países, donde salvo México, es un grupo compuesto por modelos de gobierno poco o nada democráticos, a favor de abrir una investigación sobre posibles abusos a los DDHH en Israel y los territorios palestinos. Fue un voto a favor del grupo terrorista Hamas y en contra de la única democracia que, a pesar del hostigamiento constante, se propone serlo en la región.Es curioso que al gobierno se le pasen por alto no solo los atentados que sufrió el país en la década de los 90, Embajada de Israel y AMIA, sino que, además, hayan intentado leer las 9000 palabras que conformaron la Carta Fundacional de Hamas, publicada el 18 de agosto de 1988. En sus 36 artículos, Hamas marca su fin y sus objetivos que solo apuntan a destruir cualquier vestigio judío en Oriente Medio. Junto a ellos estuvo el voto argentino.Argentina también está siendo observada por supuestas violaciones a los derechos civiles y humanos sucedidas durante la pandemia. La provincia de Formosa, el “ejemplo a seguir” según el gobierno, mereció severos pronunciamientos de Amnistía Internacional y Human Rights por su accionar para controlar la pandemia violando derechos esenciales. Formosa fue defendida por el oficialismo por el éxito de su política sanitaria cuando todas las denuncias y miradas estaban puesta sobre ella. Bajaron las aguas y Formosa en 15 días informó que más del 3% de la población se contagió Covid. No solo mintieron antes, sino que se demostró que la estrategia autoritaria de Gildo Insfrán fue un rotundo fracaso.Es muy difícil comprobar que este nuevo alineamiento internacional esté atado a la vacuna rusa, pero preocupa e intriga por qué, a partir del acuerdo, este año existieron cambios de postura en distintos foros internacionales sobre temas que Argentina parecía tener saldados: Venezuela es una dictadura, Hamas una organización terrorista, y la persecución política se condena.Argentina no es Venezuela ni Rusia, pero preocupa que, de a poco, vaya alejándose de los alineamientos democráticos del mundo moderno y se encolumne detrás de esos regímenes autoritarios. El gobierno debe ser claro con su postura sobre qué país nos está proponiendo, porque lo que comienza a mirar el mundo es que nuestra democracia pierde calidad en el atributo que mejor la define: ser parte de un mundo que defiende la libertad.

Fuente: La Nación

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Con siete temporadas emitidas entre 2007 y 2015, Mad Men, la serie creada por Matthew Weiner devino uno de los mayores clásicos de la nueva era de oro del género. La transformación radical de la publicidad acompañando la emergencia del pop y la contracultura en los 60 resultó en una de las mejores historias jamás contadas por la televisión con una reconstrucción de época impar.Los años de la serie que van desde mediados de los 50 hasta principios de los 70 se espejan en la música que cambia con la misma virulencia que la forma de vender. Pero en el principio, el estilo Mad Men está cifrado por el jazz en todas sus formas: desde el envase que sirve para seguir explotando la figura de Marilyn Monroe a la revolución de Miles Davis. Lo que sigue es una guía Madison Avenue del jazz según pasan las temporadas.“Moonglow” (Benny Goodman, 1936). El soundtrack de Mad Men se remonta a la era de oro del swing representado por dos grandes orquestas: la del trompetista Glenn Miller y la del clarinetista Benny Goodman. “Moonglow”, compuesta por Will Hudson en 1933, se convirtió en un standard del jazz a partir de esta versión instrumental que Goodman grabó con una formación de cuarteto legendaria: Teddy Wilson (piano), Gene Kruppa (bateería) y Lionel Hampton (vibráfono). El contrapunto entre la sonoridad tenue del clarinete y los golpes evanescentes de Hampton crea una atmósfera nocturna, ensoñada, eterna.“C’est Magnifique” (Cole Porter, 1953). Nacido en Indiana en 1891, Cole Porter transitaba los últimos años de su vida para cuando se suceden las primeras escenas en la agencia Sterling & Cooper y la actividad de la avenida Madison se transforma radicalmente. Para entonces ya se había convertido en uno de los mayores compositores del siglo XX con aportes mayúsculos al songbook del jazz y el musical de Brodway. Esta versión instrumental de “C’est Magnifique” que se escucha en la serie la compuso para el musical Can-Can. En la película de 1960 la interpretarían Sinatra y Shirley McLaine.“Manhattan” (Ella Fitzgerald, 1956). Una de las mayores voces del jazz, Ella dedicó todo un álbum a las canciones compuestas por Richard Rodgers y Lorenz Hart, un dúo tan importante para el género como Porter. El nombre de la canción es explícito, una oda a la Gran Manzana que es el escenario central de la serie. Fitzgerald la grabó acompañada por la orquesta de Buddy Bregman y el álbum recibió en 1973 un Grammy especial otorgado a los discos con más de 25 años que tenían una calidad histórica. Pasó el doble de tiempo desde entonces y, obvio, cada día canta mejor.“I’m Thru With Love” (Marilyn Monroe, 1959). ¿Quién es más Marilyn en Mad Men? ¿Betty Draper o Joan Holloway? Habría que entrar en una especulación entre los rasgos físicos y el perfil psicológico de dos de los personajes femeninos centrales de la serie, pero lo cierto es que el fantasma de la Monroe sobrevuela la serie y la incluye en su soundtrack. La corta vida de Marilyn lo fue aún más en la música: algunas canciones en películas como Los caballeros las prefieren rubias (1953) y La adorable pecadora (1960) y un par de simples. “I’m Thru With Love” es la cara B de “I Wanna Be Loved By You”. Claro que podía cantar la rubia, más cerca del susurro de Chet Baker que de la elocuencia arrolladora de la Fitzgerald. Un ícono pop en la recta final del jazz tradicional.Miles Davis“Blue In Green” (Miles Davis, 1959). Los cambios en la mentalidad de la época se reflejan en la revolución que supuso para el jazz la salida del álbum Kind of Blue que Miles grabó en dos sesiones históricas de diez horas en marzo y abril de 1959, en el estudio del sello Columbia de la calle 30. Acompañado por John Coltrane (saxo), Bill Evans (piano), Paul Chambers (contrabajo) y Jimmy Cob (batería), el trompetista dejó grabada una bisagra en el siglo de la misma profundidad que supuso la aparición de Picasso para la pintura. La idea de sofisticación que anhelan los protagonistas de la serie y que también la constituye como ficción (lo de entretenimiento se queda muy corto aquí) se espeja en esta nueva música clásica.“Concierto de Aranjuez” (Miles Davis, 1960). Otro cameo estelar de la trompeta de Davis en el soundtrack de la serie está en su interpretación de “Concierto de Aranjuez” incluida en el álbum Sketches of Spain que marcó una línea transversal entre el jazz y la música clásica. Davis también hacía suya aquí la música de Manuel de Falla inaugurando una corriente conocida como third stream (tercera corriente). Como suele ocurrir con los artistas revulsivos, la adaptación que el jazzman hizo de la música culta ibérica defraudó a propios y extraños: fue recibida con frialdad por la crítica de la época y Joaquín Rodrigo, autor de “Aranjuez”, hizo público su disgusto con la versión.“Trust In Me” (Etta James, 1960). Este estilo de blues jazzeado es el núcleo de un subgénero pop al que se refiere como música Mad Men y que tuvo en la trágica Amy Winehouse su figura definitiva. Ya era vintage cuando Etta, una influencia decisiva en Janis Joplin, la grabó para el álbum At Last! y la metió en el top 30 haciendo un uso virtuoso de la nostalgia con una melodía cuyos orígenes iban treinta años atrás. El pop cambiaría luego la percepción del tiempo: la música que se grabó hace treinta años puede hoy ser más novedosa que la estrictamente nueva.Etta James“There Will Never Be Another You” (Bud Powell, 1961). Sobre una melodía original del carismático Chet Baker, el pianista Bud Powell grabó este instrumental para el álbum A Portrait of Thelonius, su tributo a otro pianista: el decisivo Thelonius Monk. Powell fue una de las figuras salientes del be bop y formó parte del Modern Jazz Quartet, punta de lanza de la renovación del jazz en los 50. Transitó la vida con dificultad, entre la esquizofrenia, el alcoholismo y una tuberculosis que terminó con su vida en 1966.“Fly Me To The Moon” (Julie London, 1963). Esta versión del standard que globalizó Sinatra fue editada en el álbum The End Of The World, uno de los pocos en los que la belleza clásica de la actriz-cantante no es explotada como pin up girl (un repaso de sus tapas la muestra como una Rita Hayworth de piernas largas entre el jazz y el pop). La London no era inglesa sino californiana y brilló como actriz entre los años 50 y fines de los 70 cuando interpretó a la enfermera Dixie McCall en la serie Emergency! (1972-1979), un hito de la anterior era dorada del género en la TV abierta. Su voz se escucha también en la serie inglesa The End of The Fucking World, aunque el estilo cocktail de esta “Fly Me…” la acercan más a los brazos de Don Draper que a un amor adolescente disfuncional. Su estilo y look bien pudieron inspirar la fantástica reconstrucción de época de la serie.Astrud Gilberto“Agua de Beber” (Astrud Gilberto, 1965). La irrupción de la bossa nova le dio al jazz una nueva vida en los primeros sesenta. Ese maridaje la convirtió en la música emblemática del modernismo sudamericano y los discos de Joao Gilberto o, en este caso, su mujer Astrid no eran extraños en las discotecas de los creativos de la avenida Madison sedientos de novedades en un frenesí snob que pronto los tendría tomando LSD. Pero esa es otra historia. Con “Agua de Beber” se cierra el hardcore Mad Men cuyo sonido indiscutido es el del jazz.

Fuente: La Nación

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El protector (The Marksman, Estados Unidos/2021). Dirección: Robert Lorenz. Guion: Chris Charles, Danny Kravitz y Robert Lorenz. Fotografía: Mark Patten. Edición: Luis Carballar. Música: Sean Callery. Elenco: Liam Neeson, Jacob Perez, Katheryn Winnick, Juan Pablo Raba y Teresa Ruiz. Distribuidora: BF París. Duración: 107 minutos. Calificación: Apta para mayores de 13 años con reservas. Estreno en cines de Mendoza, Jujuy, Entre Ríos, San Juan y Salta. Nuestra opinión: regular.El protector es como una película filmada y protagonizada por Clint Eastwood, pero sin su presencia, su solidez ni su impacto emotivo. Las evidentes similitudes no son casualidad, ya que el aquí realizador y coguionista Robert Lorenz fue asistente de dirección de una decena de títulos del nonagenario maestro: desde Los puentes de Madison hasta Million Dollar Baby. Liam Neeson sería el Eastwood delante de cámara en el papel de Jim Hanson, un curtido y duro veterano de guerra que ha perdido a su esposa a causa de un cáncer y está a punto de perder también su rancho en Arizona por las deudas acumuladas durante el largo tratamiento de ella. El protagonista es un hombre conservador (típico votante de Donald Trump) que ahoga sus penas en el alcohol. Los inmigrantes ilegales que llegan desde México suelen invadir su propiedad y un día se cruza con una madre y un niño que son perseguidos por los jefes de un violento cartel. La mujer es asesinada, pero Jim y el pequeño Miguel (Jacob Perez) logran escapar y recorrerán (con un perro como tercer y fiel compañero) buena parte del territorio de Estados Unidos rumbo a Chicago, siempre con los narcos en sus talones. Se trata de una road-movie de supervivencia sobre dos personajes opuestos entre sí en cuanto a generaciones y orígenes: un hombre que sabe que lo ha perdido todo y un huérfano que podría encontrar en la ayuda de ese adulto una segunda oportunidad. Si la propuesta suena a una acumulación de lugares comunes es porque El protector efectivamente es una película que, más allá de sus buenas intenciones y de su clasicismo narrativo, tiene uno de los guiones más elementales y previsibles en mucho tiempo. Sin sorpresas. Pura fórmula.

Fuente: La Nación

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La Suprema Corte de Justicia bonaerense desestimó recientemente un amparo presentado por un grupo de padres de un colegio de San Isidro en demanda del retorno a la presencialidad abandonada el 19 de abril pasado. No fueron los únicos que cuestionaron el decreto del gobernador Kicillof y la resolución ministerial que habilitó esta suspensión en 121 municipios de la provincia. Hubo varios más.Los reclamos se fundan en que los argumentos para una decisión tan relevante no tienen origen en datos epidemiológicos, sino en estadísticas demasiado genéricas, además de violar la autonomía provincial y de desoír el fallo del máximo tribunal de la Nación, que reconoció la capacidad de la ciudad de Buenos Aires para resolver en contrario. Por su parte, el tribunal provincial argumentó que no es la competencia originaria para el tratamiento del caso. Lo cierto es que, como reiteradamente venimos señalando desde estas columnas, la virtualidad solo alcanza a unos pocos alumnos, mientras un gran número de ellos pierden su vínculo con la enseñanza y se sumergen en un futuro incierto que eleva aún más los índices de deserción, con su tendal de consecuencias negativas adicionales. El Observatorio Argentinos por la Educación reporta que menos del 20% de las escuelas primarias públicas brindan clases virtuales y que los medios más utilizados son los materiales impresos (34%) y los archivos digitales por medio de correo electrónico o mensajería (29%). Detectaron también que la mitad de las escuelas primarias del Estado proponían actividades los días sin presencialidad, pero que un 25% no lo hacían, restando así continuidad pedagógica cuando los chicos se quedan en sus casas. Otro dato significativo es el que surge respecto de que el tiempo destinado a la modalidad virtual es sensiblemente inferior a la presencial, además de ser de menor intensidad: el 39% dedica menos de dos horas. Por todo esto, como surge del informe, tres de cada cuatro familias (74%) quieren que la escolaridad sea únicamente presencial una vez superada la pandemia.Mientras tanto, para ganar tiempo, el gobierno bonaerense y el porteño analizan tanto adelantar las vacaciones de invierno como prolongarlas con el fin de extender la vacunación de docentes y auxiliares, dado que solo la mitad han sido inoculados. El gobierno nacional habilitó que las provincias también pudieran modificar sus propios calendarios escolares según los indicadores sanitarios de cada caso. Los gobiernos estarían dispuestos a pagar el costo educativo si reportara beneficios epidemiológicos. El inconveniente sería que los alumnos deberían pasar los meses más fríos en las aulas cumpliendo protocolos de ventilación. Sumergidos en una intensa segunda ola, sin las vacunas prometidas, la educación es sin duda una de las grandes afectadas por la pandemia. Todos los esfuerzos deben concentrarse en instrumentar los protocolos para que las escuelas sean lo último en cerrar y lo primero en abrir, contemplando realidades jurisdiccionales diversas y segmentaciones etarias. Las estadísticas indican que el prolongado cierre del año pasado fue un grueso error que urge subsanar sin más demoras. Nuestros niños no pueden ver así comprometido su futuro.

Fuente: La Nación

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A principios de la Glasnost –la “apertura” iniciada en la URSS en los años ochenta del siglo pasado–, el pianista clásico Vladimir Ashkenazy llamaba en una entrevista a no creerle una palabra a Mijaíl Gorbachov. Para argumentarlo recordaba la angustia que experimentó a la muerte de Stalin: todavía adolescente había llorado la desaparición del “padrecito de los pueblos”, como le gustaba hacerse llamar al líder soviético, sintiendo que el mundo se dirigía a la catástrofe. Todos sus conocidos habían pasado por la misma impresión de orfandad. Instalado en Occidente desde hacía tiempo, todavía recordaba vivamente aquella manipulación. Stalin había pasado a ser, claro, su bestia negra.Quizá no haya mejor modo de acercarse a aquel estado de sugestión totalitaria que Funeral de estado (2019), el inmersivo documental montado por el ucranio Sergei Loznitsa que retrata los tres días de exequias del líder soviético (se lo puede encontrar todavía en la plataforma Mubi). La película no es solo minuciosa en su retrato de las actividades oficiales que rodearon la exposición del cuerpo embalsamado de Stalin en el Kremlin. También hace contrapunto con lo que sucedía en las plazas centrales de otras ciudades (de las repúblicas bálticas a Tayikistán) o en una plataforma petrolera de Azerbaiyán. La resolución de las imágenes –que combinan el blanco y negro con copias en colores, e incluso tomas diversas de la misma escena– produce un efecto curioso: de tan perfectas, se dirían fraguadas.Trailer de Funeral de estado, de Sergei LoznitsaDigámoslo rápido: no hay una toma de Funeral de estado que no sea verídica. Loznitsa, que nació en 1964, no se priva de agradecerle (en una entrevista que figura como apéndice) a los cerca de doscientos camarógrafos que hicieron “en realidad” su película y a los que por razones obvias nunca podrá conocer. La proveniencia de esas imágenes es simple: cuando Stalin murió en marzo de 1953, las autoridades soviéticas decidieron registrar la última glorificación del líder de manera exhaustiva. En Moscú, pero también a lo largo y a lo ancho de la multiétnica URSS. La película resultante no fue del agrado del politburó (o ya tenía en vista denunciar el culto a la personalidad de Stalin, como ocurriría en 1956) y las cuarenta horas de material filmado fueron a recalar en un archivo oficial. Son esas copias olvidadas –a las que nadie tuvo acceso ni volvió a ver hasta hace poco– las que utilizó Loznitsa para su obra y que producen el espejismo de estar observando algo casi contemporáneo, no un reflejo de hace casi siete décadas. Para eso colabora también alguna mejora digital, pero sobre todos los camarógrafos originales, a los que se les nota en sus desplazamientos y planos la formación en la tradición de Dziga Vertov, el gran documentalista de vanguardia soviético.Loznitsa es, por su parte, un maestro en el manejo del sonido. No necesita en Funeral de estado ninguna voz en off. Le basta con atenerse a los rimbombantes comunicados radiales con que se informa a los ciudadanos del deceso y que instan a replicar la clase de desolación (como le debe haber ocurrido al joven Ashkenazy) que el estado decreta es la correcta. El documental de archivo deja por lo demás que lo que se ce hable por sí solo: los rostros serios o emocionados en la calle, el desfile de militares y gente común que echan una última mirada a los despojos de Joseph Vissarionovich Stalin, la aterrada concentración de los pintores y escultores que intentan capturar su mejor pose yacente. Hacia el final, antes de llevar al líder al mausoleo de Lenin, llegan los discursos con Nikita Khruschev como maestro de ceremonias: Molotov, el jefe de la KGB Lavrenti Beria (pronto a ser defenestrado, pero conservando su estampa cuasi mafiosa) y Georgy Malenkov, el sustituto en el cargo que define a Stalin como (sic) “el mayor genio en la historia de la humanidad”.Cuando le preguntan, Loznitsa dice que lo que más lo conmovió de su propia película es la contradicción de “esa masa magnetizada por el líder del que era también víctima sacrificial”. Es solo una de las razones por las que merece verse esta inesperada obra maestra.

Fuente: La Nación

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El conjuro 3 – El diablo me obligó a hacerlo (The Conjuring: TheDevil Made Me Do It, Estados Unidos, 2021). Dirección: Michael Chaves. Guion: David Leslie Johnson-McGoldrick, James Wan. Fotografía: Michael Burgess. Montaje: Peter Gvozdas, Christian Wagner. Elenco: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Ruairi O’Connor, Sarah Catherine Hook, Julian Hilliard, John Noble, Eugenie Bondurant. Duración: 112 minutos. Distribuidora: Warner Bros. Estreno: en salas. Nuestra opinión: regular.“El tribunal acepta la existencia de Dios cada vez que un testigo jura decir la verdad. Creo que es hora de que acepte la existencia del Diablo”, explica Ed Warren (Patrick Wilson) ante la abogada defensora del joven Arne (Ruairi O´Connor), acusado de un crimen brutal e inexplicable. El hecho ocurre en 1981 y es el caso más célebre del matrimonio Warren, en el que la posesión demoníaca se convirtió en un argumento de defensa ante un tribunal de justicia.La tercera entrega de El conjuro, la franquicia creada por James Wan y ahora en manos de Michael Chaves (La maldición de La Llorona), escapa al universo de la casa maldita que la había definido en su despegue y se extiende a dos territorios inusuales para el terror: el juicio y el sistema carcelario. Lo que la película pierde en ese gesto es concentración: las sucesivas irrupciones del mal, ahora dispersas en el espacio, sin atmósfera ni tensión en la puesta en escena, se resuelven en la espectacularidad de cuerpos suspendidos, cadáveres putrefactos convertidos en zombis, exorcismos con efectos especiales. Incluso los sustos y sobresaltos, que fueron moneda corriente en los satélites más perezosos de la saga como La monja, aquí son menos efectivos y más previsibles.Lo que sostiene el universo es el interés por los Warren y su fe, menos afirmada en los decálogos de la institución católica que en las formas más melodramáticas del amor. Por más pueril que parezca, es la historia de amor que une al matrimonio –que no necesitaba reafirmarse en esos flashbacks edulcorados-, la convencida actuación de Vera Farmiga ante las situaciones más extravagantes, y la línea narrativa que sigue ese vínculo llevado al límite lo que hace que la película no naufrague definitivamente.

Fuente: La Nación

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La mañana en que Celia Szusterman, autora de un ya mítico libro sobre Frondizi y el desarrollismo, abrió una de las ventanas de su departamento londinense y se topó con una enorme antena parabólica que, como si fuera un insecto gigantesco, cancelaba su campo visual, quedó atónita. Una vertiginosa pesquisa del cableado la condujo hasta el departamento de sus vecinos. La casualidad había querido que dos argentinos, ambos dedicados a la docencia universitaria y a temas de teoría política, convergieran en el mismo barrio y en el mismo edificio. Ella enseñaba en la Universidad de Westminster. Su vecino, de donde provenían esas conexiones que desembocaban en la maleza tecnológica que tapiaba su ventana interior, era Ernesto Laclau. No eran precisamente amigos, pero el surtido de paralelismos que cultivaban los deslizó a una tan inevitable como cautelosa relación. Lo saludaba cuando veía que se iba a dar clases, por las mañanas, y más de una noche terminó llevándolo al hospital, subiéndolo dificultosamente a un taxi, cuando Laclau sufría caídas y la mujer, Chantal Mouffe, se había ido de viaje. ¿Quién lo iba a asistir si no ella, su “compatriota”?Ese manojo histórico de complicidades, no menos que el hecho de que se trataba de personas cultas, le hizo pensar a Szusterman que el conflicto se solucionaría rápidamente: “Ernesto, sácame por favor esa antena espantosa”, le dijo. “¿Te molesta?”, replicó Laclau, en tono asombrado, como si ella le estuviera pidiendo un favor desmedido. El argumento a favor de la instalación del dispositivo era que sin ese aparato no podían ver televisión y que llevarla a la terraza representaba una erogación que no querían afrontar. La mueca de disgusto de su vecina fue suficiente para que Laclau produjera una deriva en su discurso: “De estas cosas se ocupa Chantal, hablá directamente con ella”.Celia entabló entonces la negociación con Chantal Mouffe, que siempre estaba atareada con sus temas académicos y no tenía tiempo de atender un prosaico reclamo de vecindad. Tantas fueron las excusas y dilaciones que le opuso que finalmente Celia resolvió pedir ayuda al consorcio, desde donde intimaron a los Laclau a que sacaran la antena en el plazo de tres meses. Enfurecida, Chantal encontró tiempo para hablar con la vecina quisquillosa: con su español empedrado de erres belgas le infligió un categórico sermón y le dijo que tomaba esa denuncia como algo más que una delación, como una verdadera declaración de guerra. Los tres meses pasaron sin novedades memorables, ante lo cual el consorcio remitió un ultimátum británico. Los Laclau entonces huyeron hacia delante: sostuvieron que no colaborarían más con nadie y que dejarían de pagar las expensas comunes. No hay que ser muy perspicaz para divisar, agazapada en esta anécdota, la contribución que el dúo Laclau-Mouffe ha hecho al concepto de otredad en el populismo argentino.Borges dijo, en 1966: “Nadie es la patria, pero todos lo somos”, frase que el gobierno de Mauricio Macri colocó en junio de 2016 en luces de neón en el frontispicio del CCK, y que fue removida por el actual gobierno. Ambos actos, la colocación y la remoción, no fueron decisiones inocentes. La frase de Borges tensiona entre el individuo y el todo: el todo queda subordinado a los individuos, cuyos derechos son intocables. Nadie puede monopolizar la patria porque cada ciudadano tiene derecho a ella. Es decir: la democracia liberal.En 2013, Cristina Kirchner parodió a Borges con una sentencia para encantar serpientes: “La patria es el otro”. Tanto caló esa intervención en el imaginario retórico que muchos militantes se tatuaron la consigna sobre sus cuerpos jóvenes. El glamour de la declaración consistía en el altruismo: bajo esta perspectiva, hablar de “el otro” sería tender un puente de solidaridad hacia el que necesita, el desposeído. Se traducía en otorgar jubilaciones a quienes no habían realizado aportes, subsidiar el transporte o dar ayudas sociales sin contraprestación. No solo no importaba que esa generosidad terminara en una crisis de financiamiento y, a la larga, en una hecatombe sino que, además, ese “otro” encarnaba una clientela electoral, de modo tal que lejos de ser altruista era una acción interesada y demagógica. Pero lo más significativo es que esa presunta generosidad esconde un sectarismo envenenado: al elevar a nota distintiva del peronismo el pensar en el otro lo que Cristina hace, simétricamente, es negar ese rasgo a los no peronistas, que serían perversos, con lo cual traza una línea fronteriza entre buenos y malos. Así, la patria es el otro se convierte, una vez que le aplicamos los rayos X, en el otro es la antipatria. De manera tal que Cristina construye una trampa para embotellar la política en la dualidad patria/antipatria. Todo esto ya está escrito en Laclau: detectar demandas insatisfechas, unificarlas (lo llama cadena equivalencial), buscar alguien que las condense (lo llama significante vacío) y delimitar así una frontera con los que quedan afuera, el enemigo, para gobernar contra ellos.Pero el falso altruismo del kirchnerismo salta a la vista en todos sus movimientos. Si un hecho sintetiza ese espíritu egoísta es la declaración de Carlos Zannini cuando, al ser descubierto como contertulio del vacunatorio vip, lejos de arrepentirse declaró, muy suelto de cuerpo, que tanto él como Horacio Verbitsky son “personalidades que necesitan ser protegidas por la sociedad”. Del mismo modo que Laclau y su mujer solo miraron su necesidad, sus intereses, y los tenía sin cuidado el perjuicio de la vecina, a Zannini lo dejan indiferente los que mueren por su culpa. Él se siente investido del privilegio de estar inmunizado antes de lo que le corresponde; luego: la patria soy yo. No estamos hablando de un personaje marginal, sino de alguien que acompañó a los Kirchner desde 1984 en la intendencia de Río Gallegos, que tuvo cargos cruciales en Santa Cruz, que ocupó largos años un despacho en la Casa Rosada y que en 2015 fue elegido por Cristina como candidato a vicepresidente, en la misma posición que luego reservaría para ella misma, lo que da la pauta del rol decisivo que le atribuye a este hombre.Este egoísmo es, una vez que corremos la hojarasca de gestualidades teatrales, el yacimiento último del cuarto kirchnerismo. Por eso cada medida que toman va en dirección de desmantelar las causas judiciales y construir impunidad. Basta advertir la forma desvergonzada en que han arremetido contra jueces y fiscales cuyos fallos les resultan adversos. Basta ver cómo han barrido a sus propios funcionarios cuando no se ajustan a esta estrategia. Basta ver que una sentencia a su favor se llama sentencia y una en contra, lawfare. La realidad adquiere así una plasticidad que se modula desde un turbio tablero de control ubicado en Uruguay y Juncal. No importan los hechos ni las pruebas ni la ley, que son meros estorbos. Urgentemente hay que corregir el axioma kirchnerista y reescribir los tatuajes militantes: ahora, la patria soy yo.Escritor, periodista y jurista

Fuente: La Nación

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