La selección argentina vive un domingo cargado: realiza un nuevo entrenamiento en el predio de la AFA en Ezeiza, a partir de las 10.20, y por la tarde se traslada a Río de Janeiro, donde el lunes debutará en la Copa América Brasil 2021 ante Chile. La partida de la delegación argentina está prevista para las 14 y a la noche, ya en tierra brasileña, el entrenador Lionel Scaloni dará una conferencia de prensa virtual junto a un jugador a designar.El plantel hizo el sábado una serie breve de ejercicios en el gimnasio y luego, ya en el campo de juego, movimientos de coordinación, velocidad y reacción durante 15 minutos, informó la AFA a través de un comunicado de prensa. Los defensores trabajaron junto a los ayudantes de campo Walter Samuel y Roberto Ayala en acciones típicas de la posición, mientras que delanteros y mediocampistas ofensivos se ejercitaron con el entrenador.Lionel Messi celebra un gol con la selección argentina: anotó 72 con esta camiseta, solo en la Mayor. (Juan Mabromata/)En entrevista con el sitio web de la AFA, el volante Giovani Lo Celso dijo: “Cada vez nos vamos conociendo más y consolidando la idea que tiene el cuerpo técnico. Tenemos otra Copa por delante que motiva y mucho, así que estamos esperando el debut y trataremos de dar lo mejor y poner a la selección en lo más alto”. Sobre el primer rival, manifestó: “También nos conocemos mucho. Pero lo más importante es seguir afianzando nuestra idea, mejorar lo que no estamos haciendo del todo bien y afianzar las virtudes. Va a ser un partido complicado, es el debut, pero sabemos que es muy importante arrancar de la mejor manera”. Por último, subrayó: “Somos la selección argentina y tenemos que ser protagonistas porque la historia así lo dice. Así que vamos a tomarlo de la mejor manera y con mucha responsabilidad porque sabemos lo que representa para Argentina una Copa América”.Relatores, tecnología, programas y solidaridad: así se televisará la Copa América en la ArgentinaEl único cambio respecto del equipo que empezó el choque ante Colombia, por las Eliminatorias Sudamericanas, sería el ingreso de Lucas Martínez Quarta por el lesionado Cristian Romero. Así, y luego de que las pruebas de detección del coronarivus dieran negativo, Argentina formaría con: Emiliano Martínez; Gonzalo Montiel, Martínez Quarta, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña; Rodrigo de Paul, Leandro Paredes, Giovani Lo Celso, Nicolás González; Lionel Messi y Lautaro Martínez.Lautaro Martinez, al frente, en un entrenamiento de la selección argentina en el predio de AFA, en Ezeiza.Fuente: TélamDespués del “vale todo”: Scaloni viaja a la Copa América con dos deudas que no pueden esperar

Fuente: La Nación

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Verónica Varano (55) y Gustavo Bermúdez (56) viven un amor muy reservado y lejos de los medios. La pareja, que confirmó su romance los primeros días de enero, disfruta de su noviazgo en el Sur, donde el actor –que en marzo terminó de grabar la serie Los protectores para Disney junto a Adrián Suar– vive desde hace más de veinte años. “Estoy enamorada de este lugar”, le confió la conductora y profesora de yoga a sus seguidores de Instagram durante un vivo de sus clases de yoga fusión, acompañada de una increíble vista del lago Lácar. Aunque ninguno suele hacer declaraciones de su flamante relación –sobre todo Bermúdez, que siempre fue muy discreto con respecto a su vida privada– no pudieron ocultar el romance ante la cámara de ¡HOLA! Argentina, que los retrató durante la jornada de vacunación “a demanda” en el salón El Pórtico de San Martín de los Andes, el viernes 4.Al momento del pinchazo, la conductora se mostró un tanto inquieta, y le pidió a Gustavo que tomara su mano. (Federico Soto/)La campaña, orientada a personas mayores de 55 años o de entre 18 y 54 con factores de riesgo, fue sin turno. Gustavo y Verónica llegaron cerca de las seis de la tarde y en el momento del pinchazo, la conductora se mostró un tanto inquieta y le pidió la mano al actor –que no se vacunó en esta ocasión–. “Hacen una muy linda pareja”, comentaron algunos de los presentes.Verónica recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus durante la jornada de vacunación “a demanda”, organizada el viernes 4 en el salón El Pórtico de San Martín de los Andes (Federico Soto/)Verónica durante una de sus clases de yoga con la Patagonia como telón de fondo. La tapa de la revista ¡Hola! Argentina de esta semana (Cordon Press/)

Fuente: La Nación

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Su pasión por los tacos arrancó temprano en su vida. Antes de las escalinatas que tantas veces bajó con zapatos de doce centímetros; de las plumas que agitó con orgullo noche tras noche; y de los conjuntos rutilantes con los que encandiló a sus fanáticos en el teatro de revista. Antes de todo eso, María Fernanda Callejón (54) era una adolescente de 14, vivía con su familia en Villa Carlos Paz y había conseguido su primer trabajo como vendedora en la zapatería de Sandra, su hermana mayor. Esos primeros sueldos que ganaba vendiendo con esmero, María Fernanda los invertía en clases de ballet y de teatro. Su sueño era ser actriz y no tenía acceso a un gran conservatorio nacional. “Todo lo que hacía era de a poquito y a pulmón”, recuerda en su vestidor –al mejor estilo “Sex & The City”, dice– que acaba de terminar. Es ahí, en ese búnker femenino, donde atiende la videollamada de ¡HOLA! Argentina. Giovanna (5), la hija que tuvo con el dentista y músico Ricardo Diotto (42), juega con una amiga en su cuarto. La casa está en calma.El flechazo con los zapatos, decíamos, fue instantáneo. “La zapatería de Sandra era Disney para mí. ¡No sabés los modelos divinos que hacía Javier, mi cuñado! Los amaba. Me acuerdo cómo trataba de convencer a mi hermana para que me dejara usarlos”, cuenta, divertida. Hablar de tacos la entusiasma, sobre todo ahora que está camino a la final de Corte & confección, el reality en el que sorprendió con sus nociones de costura, herencia de su madre, la italiana Grazia Maria Augusta Pizzuto, una inmigrante que llegó a nuestro país de chica y se convirtió en modista.–¿Hubo un argumento ganador?–Un día le dije: “Sandra, tengo que tener los zapatos puestos para atender a las clientas y que los vean”. Y mi hermana me dijo que sí, pero que no los caminara por la vereda [Se ríe].–¿Eras buena vendedora?–Sí, me fascinaba atender la zapatería [se llamaba Sabrina’s Chapi y estaba en la Galería del Sol]. Mi compromiso era tal que se fueron a tener a mi ahijada a Córdoba capital y me dejaron una semana a cargo. De la alegría, vendí un montón. Entraba la gente y yo vendía y vendía. No podía parar. Vendí hasta los zapatos de la vidriera, pero pasó algo: vendí todo equivocado. Estaba tan ansiosa por la llegada de mi sobrina, que ni uno coincidía en el número con su par. A los de la vidriera, además, los había agarrado el sol y el nobuk estaba todo desteñido. Un desastre. Estuve una semana haciendo las devoluciones.Coqueta y detallista, acomoda unos pares para la foto, subida a unas sandalias de Saint Laurent. (Tadeo Jones/)El lugar preferido de la casa es su vestidor,
que terminó unos días antes del reportaje
con ¡HOLA! En un principio, el espacio iba a
ser el playroom de su hija, pero quedó libre
porque Giovanna juega en su cuarto. “Con
Ricky estábamos en una disyuntiva: él quería
poner su estudio de grabación y yo soñaba
con un vestidor tipo Sex & The City”, cuenta
la finalista del reality Corte & confección, que
ganó la pulseada con su pareja (Tadeo Jones/)En la
imagen, la vemos de chica, desfilando ropa
que hacía su mamá, Grazia Maria Augusta
Pizzuto, una conocida modista de Villa
Carlos Paz. “Cuando me puso esas botitas
con cordones, casi me muero de la alegría”,
recuerda.PISAR FUERTE, SIEMPREComo vedette, la naturalidad con la que se movía sobre los tacos fueron un ticket dorado hacia el éxito. “Los tacos altos te dan una actitud que no te dan los zapatos bajos. Te ubican en otro lugar y eso que hay que bailar con tacos de 12 centímetros, eh…”, dice la actriz. María Fernanda tenía 19 cuando llegó a Buenos Aires para probar suerte y a los quince días ya había conseguido su primer trabajo en una revista que estaba preparando Moria Casán. “La cordobesita vende ¡y miren cómo baja las escaleras!”, recuerda que le dijo la diva en el casting.–¿Cómo fue el debut?–Sentí muchos nervios, como en tantos otros estrenos, pero hay algo que no me olvido más y es la naturalidad con la que bajaba las escaleras, sin mirar. Esos tacos y mi pelo [llevaba un carré con rulos] fueron lo que me permitieron estar tantos años sobre el escenario. Había que creérsela, tenías que tener mucha actitud porque en mi época el prejuicio contra las vedettes era muy fuerte.–¿Qué sentís cuando recordás esa parte de tu vida?–Mucho orgullo, porque en esas tablas yo me formé. Hice el personaje de vedette durante 15 años y me retiré temprano: el cuerpo tiene su tiempo, su vida útil sobre el escenario.–Te retiraste temprano, pero de los tacos no te bajaste.–Y de los tacos nunca me voy a bajar. Los tengo incorporados. Me los pongo y me olvido, son parte de mí. Tengo pies lindos, de bailarina, y me gusta mostrarlos. Los tacos tienen que ver con la pisada escénica, con la pisada en la vida y a mí siempre me gustó pisar fuerte.Madre e hija posan
haciendo twinning. Giovanna lleva un
vestido de Jorge Ibáñez y María Fernanda,
uno de la última colección de Fab (Tadeo Jones/)UN TESORO EN TACOSEn el vestidor, que armó en el cuarto que iba a ser playroom de su hija, guarda una colección de más de 250 pares de tacos altos. Hay modelos caros, de casas como Gucci o Yves Saint-Laurent, y hay modelos accesibles, como los de Jessica Simpson, que solía comprar en Ross, una conocida cadena de ropa a precios reducidos en Miami. “Eso sin contar los cientos de pares que doné a la Casa del Teatro, los que tengo guardados en baúles en Córdoba y los mocasines, slippers y zapatos de taco bajo que uso todos los días para coser a máquina en la tele”, enumera sin prejuicios. Con María Fernanda, la charla es abierta. Llana.–¿Cuándo empezaste a coleccionar?–En los 90, cuando empecé a viajar. Tuve que trabajar muchos años para poder comprarme zapatos buenos. Cuando trabajaba con mi hermana, ella me los prestaba, y en la revista los tacos me los daba la producción. Está bueno decirlo porque uno se construye a través del tiempo. Vengo de muy abajo y me pulí, como los diamantes. Estaba de novia con Guillermo Cóppola, que fue una pareja muy importante en mi vida, y él me mostró las altas ligas de la moda. Fue mi maestro en esto de las marcas y el disfrute por la ropa buena.–¿Te acordás de tu primer par de lujo?–Creo que fueron unas sandalias de Gianni Versace que compré en Italia. Muchos de los modelos que tengo acá los heredé de mi amiga Claudia [Villafañe]. Salíamos de compras juntas por Via Condotti, en Roma. Son zapatos que aún tengo y que cuido como si fueran oro. Esas sandalias las uso al día de hoy, con jeans y camisa blanca.–Cuando pensás un look, ¿arrancás por los zapatos?–No, pero el zapato define y equilibra, que es lo que estoy aprendiendo ahora.–¿Tenés todos los que necesitás?–La moda cambia muy rápido y me pasa mucho eso de necesitar justo el que no tengo… ¡Siempre con los 5 para el peso! [Se ríe].–A Gio, tu hija, se la ve coqueta como vos.–Para ella es algo natural. Al año y medio jugaba con mis zapatos. A veces, me pregunta: “Mamá, ¿van a ser míos cuando yo sea grande?” o “Mamá, ¿me regalás estos tacos?”. “Sí, mi amor, todo esto es tuyo”, le respondo yo.–¿Cómo es ella?–Todo lo que tiene de bella lo tiene de buena. La tuve a mis 49 años. Todos me decían que no iba a poder ser mamá y yo sabía que sí, que no me iba a morir sin ser serlo. Giovanna es mi maestra. Más que una hija, es un ángel y está hecha de todo eso que me pasó en la vida.En su casa, María Fernanda tiene más de
250 pares de tacos. El resto está en
baúles, en Córdoba, y otra gran parte
la donó hace unos meses a la Casa del
Teatro. “Hay muchos que no uso ya, ¡no
me va a alcanzar la vida para caminar
tantos tacos!”, se ríe, enfundada en un
vestido rutilante de Benito Fernández (Tadeo Jones/)

Fuente: La Nación

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Los visitantes que pasan por su despacho se sorprenden por el paisaje. Aunque Axel Kicillof despotrica seguido contra los medios, en su oficina no hay televisores, ni funciona el cable. Solo tiene dos pantallas con el monitor epidemiológico de la provincia de Buenos Aires. La pandemia lo absorbió por completo. Hasta hace algunas semanas.“Monotemático” con la cuestión sanitaria, como lo tildaban algunos de sus interlocutores, el gobernador bonaerense comenzó a extender su protagonismo en otras esferas. Retomó como anfitrión de los almuerzos políticos de los lunes, aunque cree que en los “asaditos” -como llamó alguna vez a la rosca- no se resuelven los problemas. Y, como nunca antes, hace valer su voz en el rumbo económico del Frente de Todos. Más expuesto, le irrita que le endilguen que usa un poder que no le corresponde.Kicillof vive en la casa de la gobernación que está pegada a la sede de la administración bonaerense, en La Plata. En épocas normales, camina por los pasillos internos y arranca en su oficina muy temprano, para volver al hogar familiar por la noche. Quienes se embarran en el armado político creen que al gobernador el “chichoneo” de la sobremesa dirigencial lo aburre, aunque él les recuerda la campaña territorial que hizo para llegar al sillón que ocupa. “Hay que entender que Kicillof no es (Daniel) Scioli. Los intendentes que iban a La Ñata terminaban bailando con los Pimpinela a las 3 de la madrugada, eso con Axel no pasa”, ironiza un importante articulador provincial.El embajador de Colombia cuestionó a Fernández: “La intromisión no es bienvenida”Ahora, las elecciones de medio término están a tres meses de distancia. Y Kicillof, a diferencia de lo que dicen en Casa Rosada, no cree que las urnas plebisciten únicamente a la gestión nacional. Está en juego la suya.Quienes se sientan a la mesa en los encuentros de los lunes -a los que asisten Máximo Kirchner, Sergio Massa, Santiago Cafiero, Eduardo “Wado” De Pedro, Gabriel Katopodis, y algunos intendentes- notan que hará valer su peso en la contienda electoral. Acalorado en los debates, constantemente les recuerda que, lejos de quedar licuado entre el Gobierno y los intendentes -como reza el mito sobre la provincia- sus políticas inciden sobre el 40% de los argentinos. Y que su tarea es ardua por los problemas heredados y estructurales que tiene la provincia.“Mi papel es ineludible. Yo tengo que contar y defender mi gestión con todos los medios en contra. Decían que la provincia iba a estallar y no estalló. Ahora hay que mostrar lo que hizo la gobernación para contener la pandemia”, lo escucharon decir, en una reversión del “no fue magia”. Axel Kicillof (SANTIAGO GUTIERREZ EGUIA/)Otro ingrediente que constantemente posa sobre la mesa es el de la experiencia de la última gestión de Cristina Kirchner, en la que fue ministro de Economía dos años. A todos les recuerda que en 2014 y 2015 la gente “vivía mejor”. Es el mismo libreto de Cristina Kirchner, que reza que el Frente de Todos no ganó solo por la unidad, sino también por la memoria de esos años.Lejos de quienes piensan que quien lidere la lista debe ser un candidato “laico” que no esté muy identificado con una tribu del Frente de Todos y cuyo nombre tiene poca trascendencia, Kicillof pugna internamente para colocar a alguien aguerrido que defienda la gestión. En la provincia, de hecho, molestó que se pensara en Scioli para encabezar.Rumbo económicoCon las planillas de Guzmán caídas en desgracia -por la pandemia no presupuestada y una inflación que se aleja a la proyección del Palacio de Hacienda- aquellas recetas que Kicillof aplicó en el último kirchnerismo hoy ganaron terreno en el Gobierno.“Cristina se había entusiasmado con Guzmán. Pero con la negociación con el FMI, las tarifas y el episodio de (el subsecretario de Energía, Federico) Basualdo, hizo un clic. Entonces, Kicillof volvió a ser su hijo único en materia económica”, analizó un importante funcionario provincial. Aunque Kicillof elogió públicamente al subsecretario, la relación más estrecha de Kicillof es con el economista Eduardo Basualdo, padre del funcionario de La Cámpora, con quien compartió un libro y parte de su actividad académica.Muy irritado por la cuestión de los precios -parte de esa molestia es con funcionarios de su gabinete- el Presidente terminó por dejarle en claro a Guzmán que no es momento de aplicar el Excel de cuidado del gasto fiscal. Las internas por la política tarifaria se saldó como quería el kirchnerismo. Parte de ese viraje quedó estampado en la foto con Kicillof que el ministro de Economía subió a su Twitter días atrás, un gestualidad que llegó acompañada de un explícito apoyo del Palacio de Hacienda a la negociación de la deuda de la provincia. Alberto Fernández y el mundo: lecciones desde la cubierta del TitanicA pesar de sus diferencias académicas, Guzmán y Kicillof -que se conocen desde 2014- hablan más de lo que se ve. Alguna vez, incluso, se encontraron en La Plata, donde el ministro duerme los fines de semana. Un contraste con el titular de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que se saca chispas con una funcionaria del riñón del gobernador bonaerense, la secretaria de Comercio Interior, Paula Español.Axel Kicillof, Cecilia Nahon, Joseph Stiglitz y Martín Guzmán en Nueva York en 2014En sus charlas macroeconómicas, Kicillof (que en su época segmentó y aumentó tarifas) insiste que “nadie estudió Economía en pandemia” y que hasta los capitalismos más ortodoxos del mundo ampliaron el déficit fiscal. “Él cree que los recursos que baja la Nación son pocos. Y que cuando se salga de la pandemia va a haber un rebote, pero que hay que ayudarlo con medidas orientadas al consumo”, resume un funcionario que lo trata seguido. Una de las mayores inquietudes del oficialismo de cara a las urnas es el desencanto de la clase media baja, que siempre vivió de su sueldo y no quiere depender de un plan del Estado.Aunque parte del marco teórico de Kicillof comenzó a ser aplicado en el rumbo económico nacional, al gobernador le molesta que le atribuyan una excesiva influencia. Cerca suyo dicen que son operaciones mediáticas para limarlo. “Es mentira que las decisiones nacionales se toman en La Plata”, lanzó enojado días atrás. En su entorno advierten que la lectura debería ser otra: que las políticas nacionales tienen efectos materiales en el 40% de la población que gobierna Kicillof y que es “lógico” que el Gobierno tenga en cuenta lo que dice.La jugada electoral de Cristina Kirchner que alteró las paritarias“No es el poder de Kicillof, es el poder de Cristina”, advierte un accionista importante del Frente de Todos.Mesa políticaLas últimas tensiones económicas en el oficialismo tuvieron efectos políticos: alinearon como nunca a Kicillof con Máximo Kirchner y con Sergio Massa. Hoy los tres hacen causa común.La “mesa de los lunes” es una continuidad del comando electoral bonaerense que en 2019 se organizaban en la calle Piedras, sede de campaña de Kicillof. Con el inicio de la gestión había existido cierta irritación de La Cámpora con el armado del gabinete provincial. Si bien el ministerio de Desarrollo Humano quedó para el camporismo, el gobernador se rodeó de su gente de confianza. La proximidad de las elecciones, ahora, aglutina.El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, junto al presidente Alberto Fernández, en la ciudad bonaerense de MercedesLa última sorpresa que ofreció Kicillof fue la flexibilización de las medidas sanitarias. Los intendentes creían que ya era hora de dar el paso y se alegraron de la decisión. El gobernador justificó la apertura con la aplicación de las fases, un sistema cuya autoría se atribuye. En el anuncio del viernes, informó sin fuegos de artificio el regreso a las clases presenciales, aunque no hizo mención a otras aperturas, como los restaurantes con aforo interno y los shoppings. Abrió igual o más que la Ciudad.El gobernador oscila entre hacerse notar y evitar quedar bajo las luces de la opinión pública. Sabe que cada movimiento puede ser leído en clave del 2023. “Vine a gestionar la provincia y no es un trampolín para otra cosa. Estoy muy concentrado en esto porque es complejísimo”, repite constantemente en su afán por ahuyentar fantasmas que se instalen antes de tiempo.

Fuente: La Nación

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La frase que catapultó a Alberto Fernández a los diarios del mundo, con una fallida interpretación sobre el origen de los brasileños, los mexicanos y también de los argentinos, instaló un debate sobre el daño que le puede provocar a la imagen de un país la improvisación discursiva de un mandatario y, más de fondo, sobre el costo político y económico del andar errático de la “diplomacia presidencial”.El ruido constante con Brasil, el principal socio de la Argentina; las idas y vueltas con Estados Unidos, determinante a la hora de negociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional; y la escasa comprensión que el gobierno despierta en Europa, son algunos ejemplos de esta situación. También la repentina alianza de brasileños y uruguayos en el Mercosur.Aún así, la diplomacia se mueve con pragmatismo. Según pudo constatar LA NACION, en Washington asumen que existirán diferencias con el gobierno de Fernández, aunque la Casa Blanca confía en que, pese a los desacuerdos, el vínculo permanezca encarrilado y la Casa Rosada pueda ser un socio para enfrentar problemas como el cambio climático, la seguridad regional o la resolución de crisis graves como las de Venezuela y Nicaragua.Álvaro Pava Camelo, embajador de Colombia, cuestionó a Alberto Fernández: “La intromisión no es bienvenida”El gobierno de Joe Biden tampoco pondrá palos en la rueda para las negociaciones con el Club de París o el FMI, pero no extenderá un cheque en blanco. La administración demócrata todavía espera de la Argentina un plan económico consistente. Aunque los vínculos políticos son fluidos: el secretario de Estado, Antony Blinken, llamó el viernes al canciller Felipe Solá para hablar sobre el régimen de Daniel Ortega y otros temas que el Palacio San Martín mantiene bajo siete llaves. Este fin de semana comienza además una gira del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el primero de la mesa chica de la coalición gubernamental –que integra con Fernández y Cristina Kirchner- en llegar a Washington.La donación de vacunas que prepara la Casa Blanca para América Latina figura en la agenda bilateral, con el notorio contratiempo de la fallida negociación del gobierno de Fernández con el laboratorio estadounidense Pfizer, que sigue provocando suspicacias en la Argentina.El voto contra IsraelEn medio de la segunda ola de la pandemia de coronavirus, el posicionamiento de la diplomacia argentina en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde votó a favor de la apertura de una investigación por presuntos crímenes de guerra de Israel en Gaza, desconociendo el accionar de la organización terrorista Hamas, provocó malestar en los Estados Unidos y en Tel Aviv. Allí, además, complicó la negociación para producir en la Argentina la vacuna con tecnología israelí.Alberto Fernández y el presidente francés Emmanuel Macron hablan con los medios de comunicación en el Palacio del Elíseo en París.En Europa tampoco cayó bien esa decisión de la Cancillería. En París, Emmanuel Macron mira con curiosidad cada vez que Fernández va a visitarlo e improvisa en el palacio del Elíseo ante la prensa, mientras el presidente francés se atiene estrictamente al texto preparado por sus colaboradores. “Esa costumbre de improvisar es difícil de decodificar para nosotros”, ironizó, en contacto con LA NACION, un ex embajador francés en la Argentina.Junto con la canciller alemana Angela Merkel, Macron es una figura clave para saber cómo actuará el Club de París. Después de siglos de práctica diplomática, los franceses alcanzaron un sofisticadísimo nivel de simbolismo en los gestos y las expresiones. Y qué mejor prueba que el regalo escogido por Macron para ofrecerle a su homólogo argentino en su primer encuentro: una guitarra. El amigo españolLa reciente visita a Buenos Aires del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, será recordada como el marco en el que Fernández se despachó con la frase sobre el origen de los mexicanos, los brasileños y los argentinos. Pero en Madrid le dieron escaso tratamiento, constató este diario en la capital ibérica, lo que acentuó la impresión de la insustancialidad del encuentro.España tiene inversiones históricas en la Argentina y Sánchez la ofrece como la “puerta de entrada” a la Unión Europea. En reiteradas ocasiones se refirió a Fernández como “mi amigo Alberto”. A menudo, en el Congreso, no solo Pablo Casado, líder del Partido Popular, sino otros líderes opositores, lo tildan a modo de crítica como un “presidente peronista”.Los mexicanos, también destinatarios de la fatídica frase, dieron por terminada la controversia. Fernández se comunicó con el canciller Marcelo Ebrard, quien fogonea el armado de una socialdemocracia americana, para explicar sus palabras. El diplomático tuvo, junto al presidente argentino, un rol clave en el refugio político al boliviano Evo Morales y se complicaron juntos con las demoras en la producción y el envasado de la vacuna de Astrazeneca.El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), habló el viernes pasado en las conferencias “mañaneras”: “Fue un error, se equivocó y ya pidió disculpas”, dijo lacónico sobre la frase de Fernández, que atribuyó a los indios el origen de los mexicanos. La oposición aprovechó para formular duras críticas, en especial el expresidente Felipe Calderón.Evo Morales al llegar a México junto al canciller mexicano Marcelo Ebrard (Eduardo Verdugo/)En la región sudamericana, la relación con Brasil es la más picante por las características del presidente Jair Bolsonaro, que aprovechó la frase de Fernández para mofarse públicamente. Esas declaraciones, que muchos recibieron como un agravio según constató LA NACION en Río de Janeiro, llegaron en un momento tenso y crucial en las discusiones por el futuro del Mercosur.Brasil, cuya balanza comercial con la Argentina fue superavitaria en US$ 470 millones en mayo pasado, se muestra inflexible, dispuesto a avanzar con su plan, algo que preocupa a diplomáticos nacionales. “Estamos frente a una arremetida que parece no tener matices ni siquiera en este contexto. Nosotros hicimos un esfuerzo y ellos siguen intransigentes”, se sinceró una calificada fuente que acompaña las negociaciones.Alberto Fernández y el mundo: lecciones desde la cubierta del TitanicLa estrategia argentina es meter una cuña entre el ministro liberal Paulo Guedes y el Palacio de Itamaraty, de línea histórica más moderada. Mientras tanto, el embajador Daniel Scioli intenta acercar posiciones entre la Unión Industrial Argentina (UIA) y sus pares brasileños, en una relación que no atraviesa por su mejor momento.En Uruguay van de aliados con los brasileños porque consideran que el gobierno argentino bloquea el pedido de Luis Lacalle Pou para flexibilizar el Mercosur. El presidente uruguayo creyó que podía tener un mejor relacionamiento con Fernández, incluso por la amistad con el canciller oriental “Pancho” Bustillo, pero en Montevideo, por lo bajo, siempre se llega a la misma conclusión: “Ellos son así”.Con la colaboración de los corresponsales en EE.UU, Francia, España, Brasil y Uruguay.

Fuente: La Nación

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CHICAGO (AP) — Joc Pederson pegó un jonrón por tercer juego en fila, Sergio Alcántara e Ian Happ también se volaron la barda, y los Cachorros de Chicago usaron un rally de cinco carreras en el segundo inning para derrotar el sábado 7-2 a los Cardenales de San Luis.Kyle Hendricks (8-4) lanzó seis episodios sólidos para conseguir su sexta victoria consecutiva, y los Cachorros ganaron por séptima vez en los últimos 11 juegos.Nolan Arenado y Paul DeJong conectaron cuadrangulares por los Cardenales, que han perdido 10 de los últimos 12 y que cayeron a .500 con récord de 32-32 por primera vez desde el 28 de abril.John Gant (4-4) lanzó pelota de una entrada dos tercios para agregar problemas a la rotación de San Luis. Permitió cinco carreras, un hit, entregó cinco pasaportes y sólo ponchó a uno.Los Cachorros mandaron a 11 bateadores al plato durante su rally de cinco carreras en el segundo capítulo. Happ pegó jonrón de dos carreras para poner adelante a los Cachorros 2-1, antes de que Gant caminara a los siguientes tres bateadores- incluyendo a Hendricks. Pederson fue puesto fuera con elevado antes que Kris Bryant recibiera el quinto pasaporte del episodio para impulsar una carrera.Jake Woodford relevó a Gant y permitió un sencillo productor de Javier Báez antes de darle un pelotazo a Anthony Rizzo para remolcar otra carrera.Por los Cachorros, el puertorriqueño Báez se fue de 4-1 con una impulsada. El venezolano Willson Contreras, de 3-0 con una anotada. El dominicano Alcántara, de 3-1 con 2 anotadas y una producida.Por los Cardenales, el puertorriqueño Yadier Molina, de 4-0. El venezolano José Rondón, de 1-0. El panameño Edmundo Sosa, de 2-0.

Fuente: La Nación

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WASHINGTON (AP) — LaMonte Wade Jr. abrió la octava con un sencillo productor que rompió el empate a 0-0 y los Gigantes de San Francisco defendieron la ventaja para ganar el sábado 2-1 a los Nacionales de Washington, y dividirse la doble cartelera.En el primer partido, Erick Fedde regresó al montículo tras una permanencia de casi un mes en la lista de lesionados, trabajó cinco entradas sólidas y los Nacionales ganaron 2-0.Ambos clubes anotaron en conjunto cinco entradas en ambos encuentros que tuvieron que disputarse después de que el duelo del jueves fuera cancelado por lluvia.Los Gigantes sólo consiguieron un hit en las primeras siete entradas del segundo encuentro y rápidamente se pusieron en ventaja con la regla de extra-innings en la que un corredor comienza en segunda base.Wade puso a San Francisco en ventaja y después anotó con un sencillo del Venezolano Wilmer Flores. Los Nacionales anotaron en la octava con un doble productor del dominicano Starlin Castro.San Francisco ganó con tres imparables. La ofensiva de los Nacionales tampoco estuvo mejor porque sólo consiguió cuatro indiscutibles mientras que Trea Turner, el dominicano Juan Soto, Ryan Zimmerman y Kyle Schwarber salieron en conjunto de 13-0.Jack McGee (2-2) ponchó a tres en una entrada de relevo y Caleb Baragar logró su primer salvamento. Kyle Finnegan (2-2) cargó con la derrota.Fedde (4-4) actuó la anterior ocasión el 16 de mayo y fue puesto en la lista de COVID-19 días después de que diera positivo. En su regreso a la rotación, Fedde contuvo a los Gigantes en cuatro hits, no concedió bases por bolas y ponchó a siete en el primer partido.Por los gigantes, el venezolano Wilmer Flores de 3-1 con una impulsada. El hondureño Mauricio Dubón de 3-0.Por los Nacionales, los dominicanos Juan Soto de 3-0; Castro de 3-1, una remolcada; Víctor Robles de 2-1 y Jefry Rodríguez de 1-0. El brasileño Yan Gomes de 3-1, una anotada.En el primer partido:Por los Nacionales, el dominicano Juan Soto de 1-0, una anotada; el dominicano Starlin Castro de 2-0.Por los Gigantes, el venezolano Wilmer Flores, de 3-1.

Fuente: La Nación

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ARGEL, Argelia (AP) — Los argelinos votaron el sábado para elegir un nuevo parlamento en unos comicios con una mayoría de candidatos novatos independientes que se postulan bajo una nueva normativa que busca satisfacer las demandas de los manifestantes prodemocracia y allanar el camino a una “nueva Argelia”.Sin embargo, la afluencia de electores era baja para los primeros comicios legislativos desde que el presidente de mucho tiempo de la nación norafricana fue obligado a renunciar hace dos años.La tensión rodeaba la votación en la nación rica en gas del norte de África por el boicot de activistas y partidos de la oposición en medio de una represión contra las manifestaciones semanales del movimiento de protestas Hirak, que fueron prohibidas de acuerdo con las nuevas reglas para las movilizaciones.Debido a las protestas de Hirak, el otrora presidente Abdelaziz Bouteflika fue obligado a renunciar en 2019 después de dos décadas en el cargo, un período marcado por una fuerte corrupción política y financiera, desempleo y represión. Los participantes del movimiento de protestas desean ahora una fase de transición antes de las elecciones.En la actualización más reciente, dada mientras las votaciones continauban, la autoridad electoral de Argelia dijo que menos de 14,5% de los 24 millones de electores acudieron a las urnas. Algunas regiones, principalmente en Kabylie, un bastión de la oposición al este de la capital argelina, tuvo una afluencia electoral de menos de 1%. Algunos centros de votación fueron vandalizados y y medios informaron de enfrentamientos leves entre civiles y policías en algunas localidaes de la región.La afluencia definitiva no estuvo disponible de inmediato después de que las urnas cerraran a las 8 de la noche tiempo local.Los tres populares opositores, entre quienes está el reportero y activista por la libertad de prensa Khaled Drareni, quedaron libres el sábado temprano, tres días después de su arresto, dijo el Comité Nacional para la Liberación de los Detenidos.Las elecciones anticipadas ejemplifican supuestamente la “nueva Argelia” del presidente Abdelmadjid Tebboune, haciendo énfasis en los candidatos jóvenes y en aquellos ajenos a la élite política. Un gran número de aspirantes, más de 20.000, optan a los 407 escaños del parlamento, una vez que se cree que la en su día dominante alianza bipartidista no podrá retener el control de la cámara. Todos los partidos islamistas están representados en la boleta.Estos son los primeros comicios legislativos desde que el expresidente Abdelaziz Bouteflika fue obligado a renunciar en 2019 tras 20 años en el poder, en medio de protestas contra la corrupción, el desempleo y la represión. Tebboune fue elegido ocho meses después.El Consejo Constitucional anunció el sábado que los resultados no se conocerán antes de 15 días debido al gran número de candidatos y a la necesidad de garantizar que no se comete fraude, como el que marcó los últimos comicios.

Fuente: La Nación

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RÍO DE JANEIRO.– “No queremos copa, queremos vacuna”. Una bandera con esa leyenda cuelga de una reja en las narices del mítico Jornalista Mário Filho, conocido como el Maracaná. Es una verdadera provocación. En todas las inmediaciones del estadio, apenas la única referencia a la Copa América que comenzará en pocas horas en Brasil, y que tendrá justamente su punto más alto, la final, tribunas adentro, el 10 de julio.Claudio Silva Jr., 49 años, vende camisetas, imanes y otros recuerdos en un carrito desvencijado ubicado en uno de los accesos al estadio. Es también, quizás irónicamente, el autor del manifiesto hecho bandera. Silva, quien trabaja hace 25 años en el mismo lugar, reconoce que el movimiento que puede generar el torneo –incluso sin público en las tribunas– va a ayudarlo a llegar más cómodo a fin de mes. Desde la llegada de la pandemia sus ventas cayeron junto con el freno del turismo, en un país que todavía genera recelo a sus potenciales visitantes por la situación sanitaria. Pero el vendedor está enojado con el presidente brasileño Jair Bolsonaro y le dice a LA NACION que no quiere ningún torneo en este momento.Una imagen y mil palabras sobre la realidad que vive Brasil (Archivo/)“Los gobernantes brasileños no me están dando las condiciones para estar a favor de un evento grande como éste”, dice Silva. “El país no está totalmente vacunado, y siento que pudieron haber hecho más para alcanzarlo”.Poco importa que por esta ciudad comenzarán a pasar, a partir de mañana, la Argentina de Lionel Messi, después lo hará –el jueves 17 contra Perú– la selección local liderada por Neymar y también estará garantizada al menos una función de Edinson Cavani y Luis Suárez, cuando Uruguay enfrentará a Paraguay el 28 de junio, en el estadio Nilton Santos.El Arena Pantanal en Cuiabá, escenario del choque entre Colombia y Ecuador“No quiero saber nada de la selección brasileña ni del torneo mientras el país (Brasil) esté en esta situación, vergonzosa”, agrega el vendedor, que asegura que no piensa ver ningún partido.El caso de Silva Jr. es apenas una muestra de un Río de Janeiro, tal vez una de las ciudades más futboleras del planeta, que por estas horas prueba que el eslogan de la Conmebol para promocionar el torneo más antiguo de selecciones –”Vibra el continente”– no es más que palabras. En un Brasil polarizado políticamente y donde la pandemia del Covid-19 aparece todavía como un flagelo que ocasiona casi 2000 muertes diarias, el torneo de selecciones comienza arrastrando polémica y sin entusiasmar a la mayor parte de la población local.Después del “vale todo”: Scaloni viaja a la Copa América con dos deudas que no pueden esperarEn los días previos al debut de Brasil, la Copa América estuvo más presente en la boca de sanitaristas, en el Congreso y en los votos de los 11 jueces del Supremo Tribunal Brasileño –el máximo tribunal de Justicia brasileño que dio luz verde el jueves a la realización– que en las discusiones de botequins, los pequeños bares nada pretenciosos que son punto de encuentro de los cariocas para tomar cerveza y ver fútbol.Bolsonaro, un líder que como pocos en el mundo empujó contra las restricciones para contener al coronavirus, se convirtió en el socio perfecto de la Conmebol al abrirle las puertas al torneo, a la deriva luego de las cancelaciones de Colombia y de la Argentina como sedes.Neymar y Lucas Paquetá durante un festejo en las eliminatorias ante Ecuador (Andre Penner/)“La Copa América es, desde la óptica y el relato bolsonarista, el ejemplo perfecto de que la vida debe seguir adelante. Interesa menos el resultado del torneo que el hecho de hacer lo que otros países no pudieron”, dice Mauricio Moura, profesor de la universidad George Washington y fundador del instituto IDEIA Big Data.El torneo empieza con la mayoría de los brasileños dándole la espalda. El 61% de los brasileños encuestados por IDEIA dijeron oponerse a que Brasil reciba el torneo. Un 21% dijo que concuerda con la decisión del presidente brasileño y un 16% restante se mostró indiferente.El trabajo reveló cómo la polarización atraviesa también la opinión sobre el torneo. La consultora percibió una correlación clara: cuánto más los brasileños desaprueban al gobierno, más está en contra de la Copa América, y viceversa. Entre quienes apoyan a Bolsonaro, un 52% dijo que estaba a favor del torneo, mientras que un 80% de los que califican negativamente al presidente desaprobaron la Copa.“Es muy evidente que la opinión y la gestión de Bolsonaro alrededor de la Copa inflamó ambas burbujas, pro y contra gobierno”.La Copa del “desastre”. A un día del debut, Venezuela sufrió un brote masivo de Covid-19 en BrasiliaBrasil supera los 480.000 fallecimientos por el virus y acumula más de 17,2 millones de casos de Covid-19, ambas cifras consideradas subestimadas por expertos debido a la falta de testeos en masa. El promedio de ocupación de camas de terapia intensiva para Covid-19 en las cuatro ciudades sede –Río, Cuiabá, Goiânia y Brasilia– es de 80%.El país se encamina indefectiblemente a superar la marca de medio millón de muertos por el virus durante la competencia, mientras algunos sanitaristas anticipan la llegada de una posible “tercera ola”. Como si el escenario no fuera complejo, grandes movilizaciones tomaron las calles en los últimos días y lo volverán a hacer este mes, con protestas anunciadas a favor y en contra de Bolsonaro.El viaje de Venezuela, rival este domingo de Brasil, con sorpresas: más de una decena de contagiados de Covid-19Tres grandes empresas que iban a auspiciar el torneo tomaron nota de la discordia que despierta el torneo y decidieron esta semana retirar sus marcas de la publicidad oficial, pese a que pagarán contratos por un servicio que no aprovecharán. Cuidarán su imagen.“El clima en Brasil es justamente de anticlímax frente a la Copa. El retiro de los patrocinadores es el mejor reflejo”, asegura Moura.Frente al boicot publicitario, Luciano Hang, dueño de una red de comercios llamada Havan y considerado uno de los empresarios más cercanos a Bolsonaro, anunció el jueves que suma su marca como patrocinadora del torneo que “va a alegrar a toda la población brasileña”.Josué Costa, 37 años, se reconoce contrario al gobierno y sonríe cuando se le pregunta por la Copa. “Estoy poco animado, pero veo mucha hipocresía en quienes reclaman”, asegura Costa, quien maneja un taxi en Río. “Sigue jugándose el campeonato brasileño, hubo [Copa] Libertadores y otros torneos, entonces no veo cuál es el problema para que no se haga”.Casi por un mes, los brasileños estarán obligados a dividir su atención. La Confederación Brasileña de Fútbol, sacudida por un escándalo interno que terminó con el apartamiento de su presidente, Rogerio Caboclo, decidió no paralizar el campeonato brasileño ni la Copa de Brasil mientras se juega la Copa América.Al menos durante la primera ronda del torneo, Roberto Vieira, 45 años, asegura que acompañará tímidamente a la canarinho, que irá por su décima conquista continental. “No tengo ganas de verlo. La primera ronda… y sin hinchadas en el estadio, me parece aburrida”, dice Vieira. “Creo que sólo valdrá la pena más adelante, si se da una final entre Brasil y Argentina”, asegura con brillo en los ojos.

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Que la igualdad de oportunidades sea realHace un año, ante la realidad sanitaria y social por la que aún atraviesa el país surgió una iniciativa privada por parte de un grupo de jóvenes: dar apoyo escolar virtual a chicos de colegios de gestión estatal. Decidí anotarme como voluntaria. No bien me asignaron a mi alumna, me puse en contacto con ella. Entre mensajes y llamadas fuimos construyendo la confianza y pasamos a las videollamadas. No soy maestra. Soy terapista ocupacional. No tuve pedagogía como materia, y los contenidos que debía enseñar los tuve que “reaprender” yo también. Me llevó más tiempo del que creía. Eso implicó quedarme hasta tarde leyendo textos y pidiendo ayuda para resolver ejercicios de matemática o física. Veo en mi alumna potencial. Ganas de aprender. De entregar las cosas a tiempo, prolijas y completas. Comprometida con su estudio, responsable. Y sobre todo con proyectos. Creo que hoy en día a los jóvenes nos cuesta “soñar”. Y la emoción que me produjo el escuchar a una chica de 16 años contar con ilusión cómo se veía en un futuro fue muy grande. Le dije: “Vas a llegar muy alto, Tati”. Y me prometí ayudarla (aunque sea en mínima medida) a alcanzar su meta. Terminó 2020 y, con muy buenas y merecidas calificaciones, pasó de año. No sé cuánto habrá aprendido. Es difícil, en estos casos, buscar el equilibrio entre ayudar y dejar hacer. No darle todo servido, sino dejarla pensar y razonar. Me quedo con su actitud, que hoy es hacia el aprendizaje, pero mañana será ante la vida. Hoy en día no abundan adolescentes así. Y menos en tiempos de virtualidad, en los que muchos “apagan la cámara” y la dan de baja.Hace unos días, en chat, me dijo: “Si quisiera podría estar sin hacer nada… pero no va conmigo. No me gusta. Me gusta hacer todo y estar al día, porque mi única obligación es la escuela y, bueno, hay que meterle para ser el día de mañana lo que yo quiera”.Ojalá sus palabras hagan eco en adolescentes y jóvenes, para que la virtualidad no sea una “cámara apagada”. Que quieran y valoren el ir a la escuela. Que anhelen aprender, pensar y saber. Y que lleguen también a maestros, profesores, gobernantes y legisladores, para que el derecho a la igualdad de oportunidades sea real, y que así, niños, adolescentes y jóvenes puedan gozar del derecho de la educación. Permitámosles tener ilusiones, proyectos y futuro. Porque el futuro está en ellos, y el futuro es la educación.Paz Llerena AmadeoDNI 41.645.746Carabelas presidencialesEl Presidente usó inoportunamente un giro literario de pretendida originalidad, imprudente en relaciones internacionales. En la Argentina no hubo civilizaciones indígenas urbanas, sino culturas del monte y de la estepa pampeano- patagónica, en la que destaca el rico y preciso vocabulario del guaraní. Escasos en número, dispersos y belicosos entre sí, facilitaron la dominación de quienes llegaron caminando. El dominio rioplatense se hizo caminando desde el norte y el oeste y desde la multifundadora Santiago del Estero. Solo la primera fundación de Buenos Aires tuvo carabelas, y en la segunda caminaron desde Asunción del Paraguay. Tuvimos un virreinato tardío y un desierto verde que aún abruma.Los esclavos negros, víctimas infames, fueron un éxito de sociabilidad explotada en los tres patios de las casonas coloniales y actores de un mestizaje opuesto a la versión antojadiza de un destino dramático en la Argentina. Numerosas viejas familias criollas llevan mulatos y zambos en el gen criollo que vemos cotidianamente en los argentinos. Por sobre las etnias de nuestro origen y de la aportada por otras gentes nuevas desde la ley de Avellaneda (1874-1880), tomamos comportamientos europeos e inspiraciones occidentales simbolizados en la constitución de EE.UU., el Código Civil Napoleónico, la pretensión de república en un sistema democrático, que no resultan influencias de la corona, ni del aborigen, ni de la cultura africana, sino de los nuevos tiempos. Por lo que tal vez no seamos lo que creemos ser. Pero ser es más importante que aparentar. La síntesis de ser argentino no ha sido asimilarse al arquetipo de Martín Fierro, don Segundo Sombra o Juan Manuel de Rosas, sino asimilarnos unos a otros sin grandes esfuerzos.Esa sociedad no alentó el reconocimiento de “minorías contemporáneas” con más derechos diferenciales o menos deberes, que nos llevan al conflicto violento en la relación con elementos de pueblos originarios, que no son más que otros argentinos desde 1816. Brasil no “viene de la selva”. Creció en una franja tan angosta sobre el Atlántico que Brasilia fue un gesto hacia tierra adentro para acercarse a la Amazonía despoblada. México es esencialmente precolombino y su esfuerzo es dejar de serlo sin mengua de su condición.Sorprende que el Presidente no valore el mestizaje intelectual que es la norma de unisividad argentina, hecha de trozos de humanidad.Roberto Rodríguez VagaríaDNI 8.451.792La oposiciónHoy más que nunca siento que las líneas del Martín Fierro “los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera” deberían ser lo más importante a tener en cuenta a la hora de reorganizar la oposición. “Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera”. Más claro imposible, y un pedido expreso a las fuerzas políticas para que consigan esa unión. Es el momento. La unión que hace la fuerza necesaria para salvar a la república.Viviana GoetzDNI 6.551.162Puente intergeneracionalCelebro la iniciativa del editorial llamado “El desafío de la inclusión”, del 7 de junio. Me gusta esta nueva mirada del lenguaje inclusivo. Me cuesta –y enoja muchas veces– escuchar a mis nietos hablar de sus “amigues”. En el chat de la familia, me cansé de negarme al “todxs”. ¿Por qué celebro, entonces, esta nota que publicaron? Porque tiende un puente entre generaciones, porque veo algo positivo en este cambio que me cuesta tanto entender. Si puedo incluir sin transgredir las normas del español, comenzaré –a mis más de 70 años– a hacer el esfuerzo.Carlos María VecciaDNI 7.601.404La suba del dólarDetrás de la expresión generalizada “sube el dólar” se esconde un arma utilizada por los políticos para desentenderse como responsables de tal dramático fenómeno (en las magnitudes en que lo vive la sociedad argentina). Para quienes comprenden los fenómenos de mercado es claro que tal expresión es solo un recurso literario simplificador de un proceso más complejo, pero no para el resto. Pero el análisis de la naturaleza de este proceso tiene en realidad implicancias profundas. ¿Por qué? Porque si fuera verdad que el dólar sube no existiría ninguna responsabilidad por parte de las autoridades monetarias argentinas. Sería como decir “sube el precio del barril de petróleo”. Contrariamente, si dijéramos “el peso pierde valor respecto de otras monedas” o “la moneda del país continúa devaluándose” ambas expresiones harían referencia a que es el Banco Central el causante de dicha situación, que tiene un enorme impacto en la vida de la gente. Incluso de aquellos que no compran dólares. ¿Por qué? Las razonas son varias. En primer lugar, si el peso pierde valor respecto de las monedas extranjeras (entre ellas, el dólar), subirán los precios de los bienes importados. Es decir, que si predevaluación una persona necesitaba un mes de salario para comprar una heladera, tras la devaluación necesitará más de un mes de trabajo. Lo mismo sucederá en bienes producidos localmente con componentes importados. Al mismo tiempo, si la persona antes utilizaba un 10% de su salario mensualmente para comprar carne para alimentar a su familia, tras la devaluación utilizará un porcentaje mayor porque –el caso del ejemplo de la carne– nos muestra la situación de un bien producido localmente, pero con un precio de referencia internacional. Es decir, en moneda dura, como el dólar.La Argentina es un país rico en experiencias inflacionarias y devaluatorias. En algunos momentos, la inflación y la devaluación van al mismo ritmo. En otros, la devaluación va delante y la inflación luego. En otros, como ahora, la inflación va a un ritmo marcadamente superior a la devaluación: en los últimos 12 meses el IPC marca que los precios crecieron casi un 43%, mientras que el dólar (en términos de pesos) se encuentra prácticamente planchado desde diciembre. La intención del Gobierno será mantener “calmada” a la moneda extranjera hasta las elecciones para evitar el impacto político, pero el desafío es difícil. En los actuales meses, los ingresos de exportaciones sojeras (con precio internacional récord) contribuyen a tal situación, pero falta mucho tiempo para la incierta fecha electoral de medio término, en un contexto de voluminosos vencimientos de deuda pública.En síntesis, la expresión “sube el dólar” esconde la mano del responsable de tal fenómeno de degradación monetaria que es –lamentablemente– parte de la cultura política argentina, y que tiene fuertes implicancias sobre el poder de compra de los ciudadanos, incrementando los niveles de inflación y profundizando la degradante pobreza ciudadana.José Antonio EstevesEstevesmaderoja@gmail.comTranquilidadSoy discapacitada y a un mes de cumplir 80 años, tengo dos cuidadoras, Leila, de 30 años, y Keydi, de 47. Las inscribí como personal de salud para que las vacunaran contra el Covid. En menos de 20 días recibieron la citación para ir a un centro de vacunación. Felicitaciones y mi agradecimiento a Rodríguez Larreta y Fernán Quirós. Seguimos cuidándonos, pero más tranquilas.María Dolores Abelmariadoloresabel@gmail.comLos textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA)

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