RÍO DE JANEIRO.– “No queremos copa, queremos vacuna”. Una bandera con esa leyenda cuelga de una reja en las narices del mítico Jornalista Mário Filho, conocido como el Maracaná. Es una verdadera provocación. En todas las inmediaciones del estadio, apenas la única referencia a la Copa América que comenzará en pocas horas en Brasil, y que tendrá justamente su punto más alto, la final, tribunas adentro, el 10 de julio.Claudio Silva Jr., 49 años, vende camisetas, imanes y otros recuerdos en un carrito desvencijado ubicado en uno de los accesos al estadio. Es también, quizás irónicamente, el autor del manifiesto hecho bandera. Silva, quien trabaja hace 25 años en el mismo lugar, reconoce que el movimiento que puede generar el torneo –incluso sin público en las tribunas– va a ayudarlo a llegar más cómodo a fin de mes. Desde la llegada de la pandemia sus ventas cayeron junto con el freno del turismo, en un país que todavía genera recelo a sus potenciales visitantes por la situación sanitaria. Pero el vendedor está enojado con el presidente brasileño Jair Bolsonaro y le dice a LA NACION que no quiere ningún torneo en este momento.Una imagen y mil palabras sobre la realidad que vive Brasil (Archivo/)“Los gobernantes brasileños no me están dando las condiciones para estar a favor de un evento grande como éste”, dice Silva. “El país no está totalmente vacunado, y siento que pudieron haber hecho más para alcanzarlo”.Poco importa que por esta ciudad comenzarán a pasar, a partir de mañana, la Argentina de Lionel Messi, después lo hará –el jueves 17 contra Perú– la selección local liderada por Neymar y también estará garantizada al menos una función de Edinson Cavani y Luis Suárez, cuando Uruguay enfrentará a Paraguay el 28 de junio, en el estadio Nilton Santos.El Arena Pantanal en Cuiabá, escenario del choque entre Colombia y Ecuador“No quiero saber nada de la selección brasileña ni del torneo mientras el país (Brasil) esté en esta situación, vergonzosa”, agrega el vendedor, que asegura que no piensa ver ningún partido.El caso de Silva Jr. es apenas una muestra de un Río de Janeiro, tal vez una de las ciudades más futboleras del planeta, que por estas horas prueba que el eslogan de la Conmebol para promocionar el torneo más antiguo de selecciones –”Vibra el continente”– no es más que palabras. En un Brasil polarizado políticamente y donde la pandemia del Covid-19 aparece todavía como un flagelo que ocasiona casi 2000 muertes diarias, el torneo de selecciones comienza arrastrando polémica y sin entusiasmar a la mayor parte de la población local.Después del “vale todo”: Scaloni viaja a la Copa América con dos deudas que no pueden esperarEn los días previos al debut de Brasil, la Copa América estuvo más presente en la boca de sanitaristas, en el Congreso y en los votos de los 11 jueces del Supremo Tribunal Brasileño –el máximo tribunal de Justicia brasileño que dio luz verde el jueves a la realización– que en las discusiones de botequins, los pequeños bares nada pretenciosos que son punto de encuentro de los cariocas para tomar cerveza y ver fútbol.Bolsonaro, un líder que como pocos en el mundo empujó contra las restricciones para contener al coronavirus, se convirtió en el socio perfecto de la Conmebol al abrirle las puertas al torneo, a la deriva luego de las cancelaciones de Colombia y de la Argentina como sedes.Neymar y Lucas Paquetá durante un festejo en las eliminatorias ante Ecuador (Andre Penner/)“La Copa América es, desde la óptica y el relato bolsonarista, el ejemplo perfecto de que la vida debe seguir adelante. Interesa menos el resultado del torneo que el hecho de hacer lo que otros países no pudieron”, dice Mauricio Moura, profesor de la universidad George Washington y fundador del instituto IDEIA Big Data.El torneo empieza con la mayoría de los brasileños dándole la espalda. El 61% de los brasileños encuestados por IDEIA dijeron oponerse a que Brasil reciba el torneo. Un 21% dijo que concuerda con la decisión del presidente brasileño y un 16% restante se mostró indiferente.El trabajo reveló cómo la polarización atraviesa también la opinión sobre el torneo. La consultora percibió una correlación clara: cuánto más los brasileños desaprueban al gobierno, más está en contra de la Copa América, y viceversa. Entre quienes apoyan a Bolsonaro, un 52% dijo que estaba a favor del torneo, mientras que un 80% de los que califican negativamente al presidente desaprobaron la Copa.“Es muy evidente que la opinión y la gestión de Bolsonaro alrededor de la Copa inflamó ambas burbujas, pro y contra gobierno”.La Copa del “desastre”. A un día del debut, Venezuela sufrió un brote masivo de Covid-19 en BrasiliaBrasil supera los 480.000 fallecimientos por el virus y acumula más de 17,2 millones de casos de Covid-19, ambas cifras consideradas subestimadas por expertos debido a la falta de testeos en masa. El promedio de ocupación de camas de terapia intensiva para Covid-19 en las cuatro ciudades sede –Río, Cuiabá, Goiânia y Brasilia– es de 80%.El país se encamina indefectiblemente a superar la marca de medio millón de muertos por el virus durante la competencia, mientras algunos sanitaristas anticipan la llegada de una posible “tercera ola”. Como si el escenario no fuera complejo, grandes movilizaciones tomaron las calles en los últimos días y lo volverán a hacer este mes, con protestas anunciadas a favor y en contra de Bolsonaro.El viaje de Venezuela, rival este domingo de Brasil, con sorpresas: más de una decena de contagiados de Covid-19Tres grandes empresas que iban a auspiciar el torneo tomaron nota de la discordia que despierta el torneo y decidieron esta semana retirar sus marcas de la publicidad oficial, pese a que pagarán contratos por un servicio que no aprovecharán. Cuidarán su imagen.“El clima en Brasil es justamente de anticlímax frente a la Copa. El retiro de los patrocinadores es el mejor reflejo”, asegura Moura.Frente al boicot publicitario, Luciano Hang, dueño de una red de comercios llamada Havan y considerado uno de los empresarios más cercanos a Bolsonaro, anunció el jueves que suma su marca como patrocinadora del torneo que “va a alegrar a toda la población brasileña”.Josué Costa, 37 años, se reconoce contrario al gobierno y sonríe cuando se le pregunta por la Copa. “Estoy poco animado, pero veo mucha hipocresía en quienes reclaman”, asegura Costa, quien maneja un taxi en Río. “Sigue jugándose el campeonato brasileño, hubo [Copa] Libertadores y otros torneos, entonces no veo cuál es el problema para que no se haga”.Casi por un mes, los brasileños estarán obligados a dividir su atención. La Confederación Brasileña de Fútbol, sacudida por un escándalo interno que terminó con el apartamiento de su presidente, Rogerio Caboclo, decidió no paralizar el campeonato brasileño ni la Copa de Brasil mientras se juega la Copa América.Al menos durante la primera ronda del torneo, Roberto Vieira, 45 años, asegura que acompañará tímidamente a la canarinho, que irá por su décima conquista continental. “No tengo ganas de verlo. La primera ronda… y sin hinchadas en el estadio, me parece aburrida”, dice Vieira. “Creo que sólo valdrá la pena más adelante, si se da una final entre Brasil y Argentina”, asegura con brillo en los ojos.

Fuente: La Nación

 Like

Que la igualdad de oportunidades sea realHace un año, ante la realidad sanitaria y social por la que aún atraviesa el país surgió una iniciativa privada por parte de un grupo de jóvenes: dar apoyo escolar virtual a chicos de colegios de gestión estatal. Decidí anotarme como voluntaria. No bien me asignaron a mi alumna, me puse en contacto con ella. Entre mensajes y llamadas fuimos construyendo la confianza y pasamos a las videollamadas. No soy maestra. Soy terapista ocupacional. No tuve pedagogía como materia, y los contenidos que debía enseñar los tuve que “reaprender” yo también. Me llevó más tiempo del que creía. Eso implicó quedarme hasta tarde leyendo textos y pidiendo ayuda para resolver ejercicios de matemática o física. Veo en mi alumna potencial. Ganas de aprender. De entregar las cosas a tiempo, prolijas y completas. Comprometida con su estudio, responsable. Y sobre todo con proyectos. Creo que hoy en día a los jóvenes nos cuesta “soñar”. Y la emoción que me produjo el escuchar a una chica de 16 años contar con ilusión cómo se veía en un futuro fue muy grande. Le dije: “Vas a llegar muy alto, Tati”. Y me prometí ayudarla (aunque sea en mínima medida) a alcanzar su meta. Terminó 2020 y, con muy buenas y merecidas calificaciones, pasó de año. No sé cuánto habrá aprendido. Es difícil, en estos casos, buscar el equilibrio entre ayudar y dejar hacer. No darle todo servido, sino dejarla pensar y razonar. Me quedo con su actitud, que hoy es hacia el aprendizaje, pero mañana será ante la vida. Hoy en día no abundan adolescentes así. Y menos en tiempos de virtualidad, en los que muchos “apagan la cámara” y la dan de baja.Hace unos días, en chat, me dijo: “Si quisiera podría estar sin hacer nada… pero no va conmigo. No me gusta. Me gusta hacer todo y estar al día, porque mi única obligación es la escuela y, bueno, hay que meterle para ser el día de mañana lo que yo quiera”.Ojalá sus palabras hagan eco en adolescentes y jóvenes, para que la virtualidad no sea una “cámara apagada”. Que quieran y valoren el ir a la escuela. Que anhelen aprender, pensar y saber. Y que lleguen también a maestros, profesores, gobernantes y legisladores, para que el derecho a la igualdad de oportunidades sea real, y que así, niños, adolescentes y jóvenes puedan gozar del derecho de la educación. Permitámosles tener ilusiones, proyectos y futuro. Porque el futuro está en ellos, y el futuro es la educación.Paz Llerena AmadeoDNI 41.645.746Carabelas presidencialesEl Presidente usó inoportunamente un giro literario de pretendida originalidad, imprudente en relaciones internacionales. En la Argentina no hubo civilizaciones indígenas urbanas, sino culturas del monte y de la estepa pampeano- patagónica, en la que destaca el rico y preciso vocabulario del guaraní. Escasos en número, dispersos y belicosos entre sí, facilitaron la dominación de quienes llegaron caminando. El dominio rioplatense se hizo caminando desde el norte y el oeste y desde la multifundadora Santiago del Estero. Solo la primera fundación de Buenos Aires tuvo carabelas, y en la segunda caminaron desde Asunción del Paraguay. Tuvimos un virreinato tardío y un desierto verde que aún abruma.Los esclavos negros, víctimas infames, fueron un éxito de sociabilidad explotada en los tres patios de las casonas coloniales y actores de un mestizaje opuesto a la versión antojadiza de un destino dramático en la Argentina. Numerosas viejas familias criollas llevan mulatos y zambos en el gen criollo que vemos cotidianamente en los argentinos. Por sobre las etnias de nuestro origen y de la aportada por otras gentes nuevas desde la ley de Avellaneda (1874-1880), tomamos comportamientos europeos e inspiraciones occidentales simbolizados en la constitución de EE.UU., el Código Civil Napoleónico, la pretensión de república en un sistema democrático, que no resultan influencias de la corona, ni del aborigen, ni de la cultura africana, sino de los nuevos tiempos. Por lo que tal vez no seamos lo que creemos ser. Pero ser es más importante que aparentar. La síntesis de ser argentino no ha sido asimilarse al arquetipo de Martín Fierro, don Segundo Sombra o Juan Manuel de Rosas, sino asimilarnos unos a otros sin grandes esfuerzos.Esa sociedad no alentó el reconocimiento de “minorías contemporáneas” con más derechos diferenciales o menos deberes, que nos llevan al conflicto violento en la relación con elementos de pueblos originarios, que no son más que otros argentinos desde 1816. Brasil no “viene de la selva”. Creció en una franja tan angosta sobre el Atlántico que Brasilia fue un gesto hacia tierra adentro para acercarse a la Amazonía despoblada. México es esencialmente precolombino y su esfuerzo es dejar de serlo sin mengua de su condición.Sorprende que el Presidente no valore el mestizaje intelectual que es la norma de unisividad argentina, hecha de trozos de humanidad.Roberto Rodríguez VagaríaDNI 8.451.792La oposiciónHoy más que nunca siento que las líneas del Martín Fierro “los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera” deberían ser lo más importante a tener en cuenta a la hora de reorganizar la oposición. “Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera”. Más claro imposible, y un pedido expreso a las fuerzas políticas para que consigan esa unión. Es el momento. La unión que hace la fuerza necesaria para salvar a la república.Viviana GoetzDNI 6.551.162Puente intergeneracionalCelebro la iniciativa del editorial llamado “El desafío de la inclusión”, del 7 de junio. Me gusta esta nueva mirada del lenguaje inclusivo. Me cuesta –y enoja muchas veces– escuchar a mis nietos hablar de sus “amigues”. En el chat de la familia, me cansé de negarme al “todxs”. ¿Por qué celebro, entonces, esta nota que publicaron? Porque tiende un puente entre generaciones, porque veo algo positivo en este cambio que me cuesta tanto entender. Si puedo incluir sin transgredir las normas del español, comenzaré –a mis más de 70 años– a hacer el esfuerzo.Carlos María VecciaDNI 7.601.404La suba del dólarDetrás de la expresión generalizada “sube el dólar” se esconde un arma utilizada por los políticos para desentenderse como responsables de tal dramático fenómeno (en las magnitudes en que lo vive la sociedad argentina). Para quienes comprenden los fenómenos de mercado es claro que tal expresión es solo un recurso literario simplificador de un proceso más complejo, pero no para el resto. Pero el análisis de la naturaleza de este proceso tiene en realidad implicancias profundas. ¿Por qué? Porque si fuera verdad que el dólar sube no existiría ninguna responsabilidad por parte de las autoridades monetarias argentinas. Sería como decir “sube el precio del barril de petróleo”. Contrariamente, si dijéramos “el peso pierde valor respecto de otras monedas” o “la moneda del país continúa devaluándose” ambas expresiones harían referencia a que es el Banco Central el causante de dicha situación, que tiene un enorme impacto en la vida de la gente. Incluso de aquellos que no compran dólares. ¿Por qué? Las razonas son varias. En primer lugar, si el peso pierde valor respecto de las monedas extranjeras (entre ellas, el dólar), subirán los precios de los bienes importados. Es decir, que si predevaluación una persona necesitaba un mes de salario para comprar una heladera, tras la devaluación necesitará más de un mes de trabajo. Lo mismo sucederá en bienes producidos localmente con componentes importados. Al mismo tiempo, si la persona antes utilizaba un 10% de su salario mensualmente para comprar carne para alimentar a su familia, tras la devaluación utilizará un porcentaje mayor porque –el caso del ejemplo de la carne– nos muestra la situación de un bien producido localmente, pero con un precio de referencia internacional. Es decir, en moneda dura, como el dólar.La Argentina es un país rico en experiencias inflacionarias y devaluatorias. En algunos momentos, la inflación y la devaluación van al mismo ritmo. En otros, la devaluación va delante y la inflación luego. En otros, como ahora, la inflación va a un ritmo marcadamente superior a la devaluación: en los últimos 12 meses el IPC marca que los precios crecieron casi un 43%, mientras que el dólar (en términos de pesos) se encuentra prácticamente planchado desde diciembre. La intención del Gobierno será mantener “calmada” a la moneda extranjera hasta las elecciones para evitar el impacto político, pero el desafío es difícil. En los actuales meses, los ingresos de exportaciones sojeras (con precio internacional récord) contribuyen a tal situación, pero falta mucho tiempo para la incierta fecha electoral de medio término, en un contexto de voluminosos vencimientos de deuda pública.En síntesis, la expresión “sube el dólar” esconde la mano del responsable de tal fenómeno de degradación monetaria que es –lamentablemente– parte de la cultura política argentina, y que tiene fuertes implicancias sobre el poder de compra de los ciudadanos, incrementando los niveles de inflación y profundizando la degradante pobreza ciudadana.José Antonio EstevesEstevesmaderoja@gmail.comTranquilidadSoy discapacitada y a un mes de cumplir 80 años, tengo dos cuidadoras, Leila, de 30 años, y Keydi, de 47. Las inscribí como personal de salud para que las vacunaran contra el Covid. En menos de 20 días recibieron la citación para ir a un centro de vacunación. Felicitaciones y mi agradecimiento a Rodríguez Larreta y Fernán Quirós. Seguimos cuidándonos, pero más tranquilas.María Dolores Abelmariadoloresabel@gmail.comLos textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA)

Fuente: La Nación

 Like

RAGUSA, Sicilia.– Falta poco más de 40 días para la primera regata de los Juegos Olímpicos de Tokio. Venimos de una larga preparación. Desde 2017, he navegado con Cecilia Carranza 200 días al año. Hace un año, con el equipo concentrado, entramos en una fase de entrenamiento intensivo. “Bajo mucha presión, solo sale bien aquello que está automatizado”, escribió el psicólogo especializado en deporte Pep Marí. Por eso, en verdad los Juegos no se desarrollan cada cuatro años, sino cada día.A medida que se acerca la competencia empezamos a disfrutar de la presión que aparece cuando, en medio de una enorme expectativa, llega la hora de la verdad. Es un momento de emociones lindas, en el que se acerca la posibilidad de cumplir un gran sueño. En relación al tiempo que venimos entrenándonos, 40 días son nada. Sin embargo, durante las próximas semanas debemos tomar decisiones que tendrán un gran impacto en nuestra performance.Desde junio del año pasado compartimos los entrenamientos con los equipos de Inglaterra, Austria e Italia. Entrenarse a diario con los mejores del mundo supone un ritmo y una presión muy fuertes. Durante todo este tiempo nuestro equipo vivió concentrado en la misma casa. En verdad, más que una casa parece un vestuario, porque Tokio está siempre en nuestras mentes. Es raro que, cuando nos sentamos a una mesa, hablemos de una cosa que no sea el mástil que hemos probado ese día o el modo en que hemos aprovechado tal o cual racha de viento.Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli, con las ilusiones intactas rumbo a unos nuevos Juegos Olímpicos.Nuestros días han sido largos. Nos levantamos temprano y hacemos media hora de visualización con Daniel Espina, nuestro entrenador de yoga, figura clave del equipo. Después de desayunar, vamos al mar. Tratamos de llegar una hora y media antes de la hora acordada, para cambiarnos y preparar el barco a conciencia. Desde el mediodía, navegamos unas tres o cuatro horas, en una suerte de competencia de velocidad con los otros equipos. Después de comer algo, yo hago al menos una hora de bicicleta. Luego, si me da la energía, hacemos media hora de yoga con Dani, y después, una hora de charla técnica en la que repasamos las alternativas de la jornada. Terminamos el día a las diez de la noche, agotados, pero con la ilusión de seguir mejorando al día siguiente.Nadal empieza a ser más Federer: la pelea por el Nº 1 de la historia y cómo afronta el Big 3 el reto finalMañana abandonamos esta rutina y entramos en una nueva fase de nuestra ruta hacia Tokio. En los días que vienen tendremos que terminar el armado definitivo del barco con el que vamos a correr. Se trata de una decisión clave y para nada sencilla. Durante este año hemos preseleccionado cuatro velas mayores, dos mástiles, tres foques, cuatro timones y cuatro orzas, entre otros elementos. Las combinaciones posibles son muchas y se trata de dar con aquella que navega más rápidamente. La elección de los materiales puede sellar, para bien o para mal, el destino de la campaña olímpica. Luego de elegir aquellos componentes que configuran el barco más rápido tenemos que hacerlo andar rápido nosotros. Es decir, tenemos que aprender a conocerlo en detalle, para que deportivamente podamos sacar lo mejor de él.A Tokio, ocho días antes de la competenciaPor la pandemia, solo podremos viajar a Japón el 15 de julio, apenas ocho días antes del inicio de la competencia. En los pasados Juegos nos instalamos en Río nueve meses antes y ese fue uno de los pilares de nuestra preparación. Esta vez todo será muy difícil de predecir, y por eso, fascinante. De cualquier modo, una parte de nosotros ya está allí. Nuestra casa está llena de imágenes del imponente Monte Fuji, que se puede ver desde la bahía de Enoshima, donde se harán las competencias de vela.Lange está preparándose en Ragusa, Italia. (Soledad Aznarez/)Dentro de diez días viajamos a Barcelona, donde vamos a entrenarnos con Mateo Majdalani y Eugenia Bosco, un equipo argentino de alto nivel internacional. Con ellos vamos a pulir detalles del manejo del barco, en ejercicios específicos que simulan situaciones difíciles que pueden darse en Japón.En la bahía de Enoshima podemos esperar tres tipos de condiciones: mar plano y poco viento, cuando sopla desde tierra; viento térmico similar al del Sudeste de verano en Mar del Plata, con olas grandes, y, como estamos en época de tifones, vientos de pretifón o postifón, con olas muy grandes (si hay tifón, no se corre, porque hay un límite máximo de intensidad del viento). Aunque quizá no seamos a priori los mejores en ninguna de estas tres condiciones, sí tenemos potencial de andar bien en todas ellas, y por eso nos sentimos más cómodos con un menú variado.Boca presentó a Nicolás Orsini, el 9 que se pintó el mechón de rubio por Palermo cuando era chico y que no pasó una prueba en la Ribera cuando tenía 15 añosLo que me da mucha confianza es que detrás de nosotros hay un gran equipo. Lo completan los entrenadores Juan de la Fuente y Mariano Parada; Fernanda Sesto en la logística; la meteoróloga Elena Cristofori; Gaby Lemme y Pampa Ferrari en la preparación física, y Martín Mangiaterra, kinesiólogo. Juanjo Grande, psicólogo, nos ha ayudado en momentos difíciles. Juntos hemos superado los sacrificios de una concentración muy larga, con la familia y los afectos lejos. Somos un equipo convencido de que puede estar entre los mejores y trabajamos duro para mostrarlo en Tokio. Mi gratitud a este grupo, que estoy orgulloso de integrar. Sin él, Cecilia y yo no podríamos lanzarnos a la aventura de competir para alcanzar un nuevo sueño.

Fuente: La Nación

 Like

La historia de Hollywood está repleta de cuentos sobre actores que llegaron a la gran pantalla casi por casualidad. Durante décadas el hecho de que Lana Turner fuera descubierta mientras se tomaba un batido helado en la ya desaparecida farmacia Schwab’s ubicada en Sunset Boulevard, cerca de los estudios, alimentó la fantasía de muchos aspirantes a estrella que llegaban a Los Ángeles con la ilusión de correr con la misma suerte. Pero lo cierto es que por cada forastero tocado por la varita mágica de la industria hubo y hay muchos que llegan a ella desde la cuna.Más allá de alimentar el cuento de hadas que imagina que con esfuerzo y talento cualquiera puede triunfar, Hollywood suele buscar a sus nuevas caras en las que ya conoce. Pero no todo se trata de nepotismo y reconocimiento de marca -aunque la marca sean apellidos como Barrymore, Huston y Douglas-, sino también de la fascinación que el negocio familiar ejerce en sus integrantes más jóvenes a la hora de elegir su profesión. Criados en el mundo del espectáculo muchos de los intérpretes más prometedores de estos días eligieron transitar el mismo camino que sus padres con la ilusión de tal vez ser los próximos Ben Stiller o Angelina Jolie, dos retoños de la industria que labraron su propia senda.Wyatt RussellLa lista de hijos de… es larga y los lugares más destacados en ella cambian según los vaivenes de la industria, pero por estos días gracias al streaming a la cabeza de la legión de herederos aparece Wyatt Russell. El hijo de Goldie Hawn y Kurt Russell no sólo está siguiendo los pasos de sus famosos padres sino también los de sus hermanos mayores, Kate y Oliver Hudson.Claro que en el caso del actor de Falcon y el soldado del invierno -que hizo su debut en cine a los 10 años como extra en Escape de Los Ángeles, una de las películas de John Carpenter protagonizadas por papá Kurt-, fueron las series más que la gran pantalla las que mostraron su talento y capacidad como protagonista. Primero en la delirante comedia Lodge 49 (disponible en Amazon Prime Video) y luego como el nuevo Capitán America de la serie de Disney+.Eve HewsonPadre e hija de paseo: Eve Hewson y Bono (the grosby group/)Las plataformas de streaming, específicamente Netflix, también contribuyeron a que muchos empezaran a conocer a Eve Hewson como algo más que la hija actriz de Bono de U2. Ya desde la adolescencia la intérprete irlandesa de 29 años decidió intentar con la actuación, una vocación artística lo suficientemente cercana pero diferente de la música donde su padre es una megaestrella desde antes de su nacimiento.Con pequeños papeles en películas extraordinarias como Una segunda oportunidad y Puente de espías y personajes más destacados en las series The Knick y The Luminaries, Hewson tomó impulso global con Detrás de sus ojos, la miniserie de suspenso que se transformó en un inesperado éxito de Netflix.Jack QuaidDe paseo con mamá: Jack Quaid y Meg RyanLa inmensa y global ventana que aportan las plataformas de streaming también le dio un espaldarazo a la carrera de Jack Quaid, hijo de Dennis Quaid y Meg Ryan que interpreta al valiente Hughie Campbell en The Boys.Más allá del crecimiento del personaje que desde el principio de la ficción funciona como el punto de vista de los espectadores en una trama repleta de violencia, cada vez que aparece en pantalla Quaid tiene la habilidad de parecer alternativamente y según el ángulo de la cámara, una copia exacta de sus padres.Adria ArjonaAdria ArjonaEn algunos casos el parentesco pasa más inadvertido. Especialmente con aquellos que logran hacer el crossover del mundo del espectáculo latino a Hollywood. Así sucede con Adria Arjona, la hija del cantante guatemalteco Ricardo Arjona. Para la industria afincada en Los Ángeles, el hecho de que su apellido sea sinónimo de éxito en la música latina es apenas una curiosidad en la carrera de la actriz que se destacó en la segunda temporada de True Detective y que por estos días graba junto a Diego Luna la serie de Star Wars Andor, que se estrenará el año próximo en Disney+.Por otro lado, la conexión latina también aparece en la ficción de Netflix El baile de las luciérnagas, que acaba de conseguir una segunda temporada. En el drama protagonizado por Katherine Heigl su interés amoroso es interpretado por Jon-Michael Ecker, el hijo del actor brasileño Guy Ecker, famoso en toda latinoamericana por su papel en la inolvidable novela colombiana Café con aroma de mujer.De la mano de papá y mamáRobin Wright y su hija Dylan Penn Como las familias de abogados, médicos o periodistas, muchas veces conseguir el primer trabajo para los hijos depende de sus padres. En Hollywood el nepotismo es moneda corriente, y aunque no garantiza nada, es un buen comienzo. Así Eddie Murphy decidió que su hija Bella podía interpretar a una de las hijas de su rey Hakeem en Un príncipe suelto en Nueva York 2, Sean Penn incluyó a su hija con Robin Wright, Dylan, en Flag Day, la película que dirige y protagoniza, el director Kevin Smith lleva haciendo lo mismo con su hija Harley Quinn Smith (sí, su nombre es un homenaje al personaje de los cómics) desde que era un bebé. De hecho, en la comedia Jay y Silent Bob regresan, Harley Quinn “interpretó” a la versión en pañales del personaje del propio Smith, Silent Bob.Ice Cube y su hijo actor O’Shea Jackson Jr. en Berlín para el estreno europeo de Straight Outta Compton (Joerg Carstensen/)Algo así le tocó en suerte también al actor O’ Shea Jackson Jr. Es que cuando llegó el momento de encontrar a quien pudiera interpretar al rapero y actor Ice Cube (nombre artístico de O’Shea Jackson) en el film Straight Outta Compton sobre su legendaria banda, nadie mejor que su propio hijo O’ Shea para encarnarlo. Y más allá de los contactos y el parecido físico, lo cierto es que el notable trabajo del joven actor en la película lo puso en el radar de la industria audiovisual. Probablemente, su próximo proyecto lo hará conocido en todo el mundo: Jackson forma parte del elenco de la esperada serie de la saga Star Wars, Obi Wan Kenobi.Y si de reconocimiento se trata, para Sosie Bacon, la hija de Kevin Bacon y Kyra Sedgwick, este parece ser su año. La actriz que debutó a los trece años en una película, Loverboy, dirigida por su papá y protagonizada por su mamá, ya hace tiempo que se “independizó” del casting familiar. Para demostrarlo ahí está su papel en la fantástica miniserie Mare of Easttown, en la que interpreta a la problemática nuera del personaje de Kate Winslet. Las escenas entre ambas se destacaron entre las mejores de un programa repleto de interpretaciones extraordinarias.Sosie y Kevin BaconClaro que no todos los retoños de estrellas deciden seguir la senda de sus padres apenas dejan los pañales. Algunos, como John David Washington, el hijo de Denzel Washington, se empeñan en labrar su propio camino. Así, durante años John David se dedicó al fútbol americano y llegó a la liga profesional del deporte. Sin embargo, una lesión lo hizo repensar su vocación y dejar de negarse la posibilidad de ser actor por temor a las comparaciones con su talentoso papá. Según contó en alguna entrevista, el actor de El infiltrado del KKKlan empezó a ir a audiciones sin contarle nada a su familia y solo cuando consiguió el papel del deportista Ricky Jerret en la serie de HBO Ballers se animó a poner las cartas sobre la mesa. Desde aquel primer trabajo en 2015 Washington construyó una carrera notable con un papel central en la mencionada película de Spike Lee -de chico había sido extra de Malcom X, el film de Lee protagonizado por papá Denzel- y sus participaciones en Tenet y en la próxima película de David O. Russell. Además, logró el papel protagónico en la película de acción Beckett, que se estrenará este año.El caso de Patrick Schwarzenegger, uno de los hijos de Arnold y la periodista Maria Shriver puede calificarse de timidez en el arranque, exceso de actividades o resistencia a la autoridad. Lo cierto es que hasta hace algún tiempo, el intérprete de 27 años se dedicaba al diseño de indumentaria y al modelaje y solo esporádicamente hacía alguna película o serie. Ahora, más enfocado en la actuación apareció en Moxie, el film dirigido por Amy Poehler disponible en Netflix. Esa combinación de modelaje y primeros pasos frente a la pantalla también es la fórmula que aplicó Lily Rose Depp, la hija de Johnny y Vanessa Paradis, la actriz y cantante francesa que fue imagen y embajadora de la firma Chanel, un trabajo que ahora comparte con su hija. Y, más recientemente, Rafferty, el hijo de Jude Law y Sadie Frost, que dio el salto del mundo de la moda al cine y la TV.Entre los rezagados en sumarse a la actuación aparece el hijo menor de quién es casi un sinónimo de Hollywood: Jack Nicholson. Ray, hijo del actor y Rebecca Broussard, se acercó a la industria audiovisual primero como asistente de dirección y participando de cortometrajes hasta que en los últimos años formó parte del elenco de series como Mayans M.C. y ahora es uno de los personajes más intrigantes de Panic, la serie de Amazon Prime. Y aunque físicamente no se parecen mucho, cada tanto, cuando sonríe y levanta las cejas Ray Nicholson demuestra que lo que la naturaleza otorga la cámara sabe cómo reflejarlo.

Fuente: La Nación

 Like

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reconocido el apoyo de Italia en Afganistán en materia de “paz y seguridad” y, en una reunión con el primer ministro italiano, Mario Draghi, han debatido sobre políticas hacia Rusia y China.Los líderes de ambos países han acordado trabajar de forma conjunta en los desafíos globales y las prioridades que tienen en común en materia de política exterior: especialmente en China, Rusia y Libia, según ha detallado la Casa Blanca en un comunicado.Además, la Administración de Biden ha subrayado que ambos mandatarios se han comprometido a “estrechar nexos” en un año en el que se cumple el 160 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.Además, han reiterado su dedicación para superar la pandemia de la COVID-19 y lograr reconstruir una mejor seguridad sanitaria a nivel mundial de cara al futuro.Finalmente, el presidente estadounidense ha felicitado a Italia en relación al liderazgo de este país en el G20 del presente año, y ha elogiado su enfoque en “las personas, el planeta y la prosperidad”.La reunión entre Draghi y Biden se ha producido al margen de la cumbre del G7, que se celebra a lo largo de este fin de semana en la ciudad inglesa de Cornualles.

Fuente: La Nación

 Like

(Actualiza con citas de DT México)12 jun (Reuters) – Las selecciones de fútbol de México y
Honduras empataron el sábado 0-0 en un partido amistoso que
sirvió como preparación para la Copa Oro que inicia en julio.El encuentro disputado en el estadio Mercedes-Benz de
Atlanta, en Estados Unidos, no ofreció grandes emociones con
ambos equipos incapaces de generar peligro.”Al equipo le falta terminación, no hemos retrocedido en
cuanto a rendimiento, pero sí hemos retrocedido en cuanto a
resultados”, dijo en videoconferencia el director técnico de
México, el argentino Gerardo Martino.”Esa contundencia nos está faltando desde el año pasado, es
algo que está subsanable, no me gusta no ganar, pero estaría
mucho más preocupado si viera que el rendimiento no es el
adecuado”, agregó.En los últimos tres partidos que ha disputado, la selección
de México registra dos empates y una derrota.En el encuentro ante Honduras, México tuvo las dos únicas
opciones de anotar. La primera fue a los 30 minutos con un
disparo de Carlos Rodríguez que pegó en el travesaño.La segunda oportunidad la tuvo hasta los 92 minutos cuando
Uriel Antuna quedó sin marca frente a la portería tras un centro
enviado por Luis Romo, pero mandó muy desviado su remate con la
cabeza.”Hay cosas por mejorar y lo seguiremos intentando, pero
estamos en muy buen camino, ésta no ha sido la mejor época en
cuanto a resultados obtenidos”, apuntó Martino.El próximo compromiso de México será el 3 de julio cuando
enfrente a Nigeria en su último partido de preparación previo a
la Copa Oro.México y Honduras iniciarán su participación en la Copa Oro
el 10 de julio en la fase de grupos.México estará en el Grupo A junto a las selecciones de El
Salvador y Curazao. Uno de los tres ganadores de la fase
preliminar completará el sector.En tanto, Honduras estará en el Grupo D junto a Panamá,
Granada y Qatar, que como campeón de Asia participará como
invitado.
(Reporte de Carlos Calvo Pacheco en Ciudad de México)

Fuente: La Nación

 Like

CHICAGO (AP) — Un conductor de autobús en Chicago, que buscaba una manera de mitigar el estrés durante la pandemia de coronavirus, se zambulló el sábado en el Lago Michigan por 365to día consecutivo.Dan O´Conor dijo que el año pasado comenzó al saltar al lago desde el muelle Montrose, en el norte de la ciudad, para disminuir el estrés.“Fue durante la pandemia, durante las protestas, durante un año electoral… Así que era un lugar adonde podía acudir y bloquear todo ese ruido y estar conmigo plenamente en el lago, y encontrar un momento de recogimiento”, afirmó O’Conor, que tiene tres hijos.Continuó zambulléndose en el lago durante el otoño antes de venir lo complicado: Abrir un hueco en el hielo congelado del lago que fuera lo suficientemente grande para que pudiera lanzarse al agua durante el invierno. Dijo que después de un salto de este tipo, advirtió que tenía 20 raspaduras y cortaduras en el cuerpo.O’Conor dijo sentirse alentado por la reacción que suscitaron sus zambullidas.“La gente comenzó a preguntarme a beneficio de quién se hace esto y cómo podrían ayudar, y cuando digo gente me refiero a extraños en línea, ustedes saben. Cuando comencé a publicar videos en Twitter e Instagram… me animé más debido a los comentarios de personas como ‘esto me alegra el día, es agradable verlo’”, señaló.El sábado fue especial porque fue la culminación de hacerlo durante todo un año.“Sólo quería celebrar el viaje para zambullirme por 365ta ocasión”, apuntó O’Conor.

Fuente: La Nación

 Like

El diputado del Frente de Todos por la Ciudad de Buenos Aires Leandro Santoro participó esta noche del programa La noche de Mirtha, conducido por Juana Viale, y respondió críticas al operativo de protección civil y el sistema de vacunación contra el gobierno kirchnerista. El legislador contó no haber recibido aún la vacuna, y cuestionó a los dirigentes o personas cercanas a ellos que pudieron acceder a las dosis con mayor facilidad que la población. En contraposición, lanzó: “Si alguien me ofrecía la vacuna, lo agarraba a trompadas”.Los invitados al programa de la noche del sábadoEl legislador volvió sobre el mismo punto una y otra vez, al ser consultado sobre la distribución irregular de vacunas bajo eufemismos como “personal estratégico” o “personal de salud” para líderes políticos. “La solución es entender qué hicimos mal entre todos. Alberto pidió disculpas y se ha tenido que bancar que le digan barbaridades”, dijo. Y, sobre la “vacunación vip”, agregó: “Fue horrible, cualquier salida individual es un daño al proyecto cultural del Frente de Todos”.Invitado a la mesa, el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, se sumó a la conversación y dijo que él tampoco está vacunado, y que espera ansioso su turno. En un tono amistoso, ambos dirigentes analizaron la política sanitaria. Santilli pidió salir de la confrontación porque “los personalismos le hicieron mal a la Argentina”. Aseguró estar “construyendo una nueva generación” con Horacio Rodríguez Larreta; y advirtió sobre el coronavirus: “Estamos entrando al invierno, tenemos que cuidarnos”.Leandro Santoro dejó helada a Juana Viale: “Si me hubiesen ofrecido ser vacunado VIP Lo hubiera…” pic.twitter.com/D4O0tSC1Y8— Revolución Popular (@RPN_Oficial) June 13, 2021Santoro, que durante varios momentos del programa tomó la palabra, opinó: “Santilli y Larreta sí laburan; a mi me quieren en La Cámpora, y también en Cambiemos”. Aunque, en otro momento apuntó contra la oposición: “Esto va cada vez peor; convocar a movilizaciones es un error, sacarse fotos sin barbijo es desafortunado”. Juana Viale dejó que el legislador kirchnerista hablara sobre la intimidad del poder, puntualmente del presidente Alberto Fernández, con quien el diputado tiene cierta cercanía. “El Presidente es muy honesto”, dijo. Y explicó sobre las medidas que asfixian a trabajadores y afectan a la población: “No sé que pasó con el problema del monotributo, pero lo corrigió”.“La Argentina necesita conversar sobre el racismo”: crítica columna contra el presidente Alberto FernándezEn este sentido, la mesa contó con algunas intervenciones del periodista Horacio Cabak, quien cuestionó la transparencia de los procesos con los laboratorios: “¿Qué se firmó? ¿Por qué los aviones salen a Rusia y no sabemos cuándo vuelven?”, preguntó Cabak.

Fuente: La Nación

 Like

Hasta ahora, la excepcionalidad argentina consistía en las equivocadas decisiones económicas. Alberto Fernández acaba de agregarle al país un presidente excepcionalmente extraviado, injusto en sus descripciones y confuso en sus aseveraciones. La suma de tales desvaríos construye un país con pocas expectativas de futuro, que es el dato más relevante en cualquier medición sobre el estado de la sociedad. El Presidente provocó un malestar continental con dos apariciones públicas en apenas 48 horas. Brasil, México y Perú le reclamaron por cosas que había dicho mal; solo de algunas se retractó. El debate no consiste en descifrar de dónde vienen los argentinos, como quiso explicar erróneamente el Presidente, sino hacia dónde van. Y en cuántos se van del país o se quieren ir. Nadie habla de este éxodo argentino en dosis que se produce cada diez años.Si bien Octavio Paz habló de que los argentinos descienden de los barcos, fue Carlos Fuentes el que le dio una fórmula escrita elegante e irónica: “Los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los argentinos de los barcos”. Era una ironía cariñosa de dos de los más célebres escritores que dio la lengua española. No fue nunca la conclusión de un estudio demográfico; fue solo humorismo literario. Alberto Fernández le atribuyó a Paz, premio Nobel de Literatura, una frase ofensiva: “Los mexicanos descienden de los indios, los brasileños de la selva y los argentinos de los barcos”. Ni Paz ni Fuentes (ni Martín Caparrós, citado por Fuentes) hablaron ni escribieron nunca de “indios” ni de “selva”, que fueron los giros más despectivos; tampoco de Brasil ni de brasileños. Al día siguiente, reconoció que la frase era de Litto Nebbia. Confundir a un premio Nobel con un rockero argentino (por más méritos que tenga la obra de Nebbia) señala las limitaciones intelectuales del Presidente o las de sus colaboradores, si es que fueron estos los que le acercaron la falsa frase que le adjudicó a Octavio Paz.El Presidente se convirtió de pronto en una caricatura de la arrogancia argentina. Los dos países más grandes de América Latina vienen de los indios o de la selva, pero los argentinos vienen de Europa. El papa Francisco suele repetir una vieja broma sobre los argentinos: “¿Sabe cómo se suicidan los argentinos? Se suben a su ego y se lanzan al vacío”. ¿No es eso lo que hizo Alberto Fernández, aunque haya sido (valga el oxímoron) un suicidio involuntario? Ya el año pasado, el Presidente había exhibido el egocentrismo argentino cuando estaba hablando de la pandemia: “El mundo, de alguna manera, nos envidia”, dijo sobre los resultados locales de la peste. Seis meses después, la Argentina figura entre los países con más muertos y contagiados por millón de habitantes.Todas las fuentes indican que esos despistes presidenciales provocaron un ataque de furia de su mentora y vicepresidenta, Cristina Kirchner. No solo la enfureció el error, sino también que su ahijado político haya deshecho el camino recorrido por ella. Para la expresidenta, la colonización española fue una obra de genocidas; por eso, la estatua de Cristóbal Colón (un genovés al servicio del reino de Castilla) terminó tirada en el patio trasero de la Casa de Gobierno en los últimos años de su presidencia. Debe reconocerse que Cristina se equivoca en qué dice (y en qué piensa), pero no en cómo lo dice. Dice bien lo que piensa mal.Nadie reparó, a todo esto, en el incómodo momento que el mandatario argentino le hizo pasar al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que estaba al lado de Alberto Fernández cuando este cometió el desvarío verbal. Justo las cámaras de televisión no captaron el rostro de Sánchez en el instante en que Alberto divagaba sobre indios y selvas. A pesar de que Sánchez construyó una coalición extravagante en España, él pertenece al establishment del Partido Socialista, la organización política que más tiempo gobernó la democracia de España. Para la diplomacia española hay tres países especialmente importantes en América Latina: México, Brasil y la Argentina. Ya sea por las numerosas colectividades españolas o por la inversión de empresarios de España en esos países, lo cierto es que México y Brasil no son indiferentes para ningún gobierno español. Sánchez no hizo ni dijo nada, pero una mala racha lo colocó en el momento inoportuno y en el lugar inadecuado. Gracias, Alberto.Álvaro Pava Camelo, embajador de Colombia, cuestionó a Alberto Fernández: “La intromisión no es bienvenida”La otra particularidad argentina es el exitismo. Alberto Fernández lo cultivó, al día siguiente del escándalo con México y Brasil, cuando felicitó por el triunfo al “presidente electo” de Perú, Pedro Castillo. Quería llegar primero, antes que cualquier otro, corriendo en auxilio del supuesto vencedor. No había entonces presidente electo en Perú, porque ninguna autoridad electoral peruana había anunciado un vencedor en la infartante segunda vuelta de las elecciones presidenciales. No lo hay todavía, cuando la diferencia entre Castillo y Keiko Fujimori es de apenas 50.000 votos. Pero Castillo va primero por esa mínima diferencia y alguien (¿quién?) le aseguró al Presidente que el resultado es inmodificable. La consecuencia fue una formal nota de protesta de la cancillería peruana al gobierno argentino por los dichos del Presidente. La familia Bolsonaro había manifestado su queja en las redes sociales. Pero no solo los Bolsonaro se ofendieron; el nacionalismo brasileño, que es casi unánime en su sociedad y en su dirigencia política, estaba erizado contra Alberto Fernández. Hasta el Partido de los Trabajadores, la organización del expresidente Lula da Silva, deslizó su malestar. La prensa mexicana criticó duramente al presidente argentino y describió su frase como racista y discriminatoria. El expresidente de México Felipe Calderón dijo que la frase de Alberto “era más propia de Cantinflas que de Octavio Paz”. El gobierno de López Obrador prefirió enfadarse en silencio.Nada le fue suficiente. Un día después dijo un discurso confuso en el que habló de tierras improductivas y criticó a sus dueños porque las guardan para que las hereden sus hijos. No se sabe si promovió la reforma agraria (que había descartado 48 horas antes) o si anunciaba una ola de expropiaciones. O si solo volvía a divagar sobre lo divino y lo humano como hacen los argentinos (o hacían hasta antes de la pandemia) sentados en un café. Lo cierto es que el derecho a la propiedad privada es también una garantía constitucional de los que heredan. Dos días antes había asegurado que él estaba dispuesto a distribuir “tierras fiscales improductivas” para que nadie lo acuse de “hacer una reforma agraria”. Después, ya no habló de tierras fiscales, sino de propiedades privadas que serán heredadas y que podrían ser utilizadas ahora por los que necesitan viviendas. ¿Cuál Alberto Fernández es el verdadero? ¿Qué quiso decir? ¿Cuándo o dónde estaba el pensamiento real del Presidente? En una coalición en la que no faltan los que sueñan con una revolución, un discurso de esa naturaleza puede abrir las puertas de la justicia social por mano propia.Alberto Fernández se transformó en una persona decidida a agradar a quien tiene delante de él. La alusión a los mexicanos y brasileños fue un intento de decirle a Pedro Sánchez que él es como los españoles. También la Argentina y los argentinos. No había necesidad. Ningún dirigente español desconoce la enorme influencia de la colectividad española en la Argentina. La felicitación a Castillo fue un gesto desesperado para quedar bien con quien cree que será el próximo presidente de Perú. Erró y se apresuró. Rectificó y se disculpó en algunos casos. De un país de escritores como Borges y Cortázar; de científicos como Houssay, Leloir y Milstein (todos premios Nobel), y de deportistas como Jorge Valdano, con sólida formación intelectual e inquebrantable sentido común, se espera un presidente que diga bien lo que quiere decir. Sin confusiones, sin ofensas y sin disparates.

Fuente: La Nación

 Like

La palabra negligencia, incluida en el artículo 4 de la ley de vacunas por iniciativa de legisladores del Frente de Todos, no se coló de forma inadvertida. En otros términos, esta negligencia no fue por negligencia, sino intencional. Y, si la calificación fuese penal, se la llamaría dolosa. Posiblemente, en la historia legislativa argentina no haya existido ningún otro término solitario y singular que haya provocado tanto costo social como ese.En la emergencia mundial causada por la pandemia, la industria farmacéutica aceleró los plazos de investigación y desarrollo de nuevas vacunas para el Covid-19, reduciendo a meses un proceso complejo que suele tardar de diez a 15 años. Además de su eficacia, los ensayos clínicos procuran disminuir al mínimo los riesgos de efectos adversos. En plazos más cortos, los riesgos son mayores.Con mucho sentido común, los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea flexibilizaron sus normas para hacer posible el lanzamiento de nuevas vacunas “antes de tiempo”. La Food and Drug Administration (FDA) estadounidense recurrió a la Autorización de Uso de Emergencia (EUA, por sus siglas en inglés), que permite el uso de medicamentos aún sin aprobación, en graves emergencias sanitarias cuando no existen alternativas adecuadas, aprobadas y disponibles. Para emitir una EUA, la FDA debe determinar que los beneficios conocidos y potenciales superan los riesgos conocidos y potenciales de la vacuna.Estas autorizaciones permiten dar por cumplidas las exigencias regulatorias y, mediante la rápida vacunación, normalizar las actividades diarias de los países e impedir los contagios, salvando vidas. Pero no liberan a los laboratorios de las posibles demandas por daños y perjuicios que pudiesen iniciar quienes consideren que han sufrido efectos adversos por el uso de aquellas.En la Argentina conocemos bien la industria del juicio, tanto en materia de accidentes de tránsito como laboral. En Estados Unidos existe una industria semejante, pero mucho peor, basada en la responsabilidad por productos elaborados (product liabitily). Son conocidas las sentencias en casos como el uso de asbesto en la construcción o los implantes mamarios. Los montos de las condenas son gigantescos, porque incluyen daños punitivos o ejemplificadores por los cuales las empresas no solo deben compensar el daño sufrido por el demandante, sino también los que pudiesen haber sufrido otros damnificados que no hicieron juicios.Es obvio que ningún laboratorio querrá correr el riesgo de vender vacunas en un contexto legal semejante, donde una sentencia puede mandarlo a la quiebra. Por eso, requieren que los Estados que las compran para inocularlas en su población asuman la responsabilidad de “cubrirlos” ante eventuales demandas –indemnidad– de los inmunizados, aunque algún juez considere que hubo negligencia durante la fabricación o distribución.Como la negligencia consiste en la falta de la diligencia que se espera de un laboratorio de primera línea, es muy probable que un tribunal neoyorquino considere, al momento de fallar, que esa empresa, aunque hubiese obtenido la EUA, no queda liberada por ello de su obligación de diligencia ante el público consumidor. Es decir, que debió haber cumplido con los protocolos habituales para el desarrollo y aprobación de vacunas. Sobre todo, en tribunales propensos a considerar que el público carece de información suficiente, que los laboratorios tienen seguros y que han ganado mucho dinero con sus vacunas.Todo lo que hemos descripto hasta aquí es obvio y bien conocido por los legisladores, muchos de los cuales tienen experiencia como abogados o como funcionarios avezados en problemas de salud pública.Al introducirse la palabra negligencia se resolvió, de forma intencional, excluir de la provisión de vacunas Pfizer a la Argentina, ya que es absolutamente imposible que ese laboratorio se exponga a juicios de daños y perjuicios, por el único interés de vender vacunas al gobierno argentino. Y, mucho menos, creando un antecedente negativo para los contratos con otros países. Cabe destacar que 116 países recibieron ya 640 millones de vacunas Pfizer y ninguno hizo el planteo de la Argentina.Como quedó aclarado en la exposición del gerente general de Pfizer Argentina en la Cámara de Diputados el martes pasado, la sanción de la ley con esa redacción impidió la provisión de un millón de vacunas en diciembre de 2020, sobre un total de 13.2 millones por entregarse este año. Como bien señaló Joaquín Morales Solá en su reciente columna en LANACION, a fines de este mes, la Argentina podría haber vacunado al 20% de su población si se hubiesen recibido los 8 millones de vacunas de Pfizer, comprometidas hasta esa fecha.No podemos juzgar intenciones, aunque resulta llamativo que la decisión política de introducir la palabra negligencia haya coincidido con los anuncios públicos acerca del acuerdo con AstraZeneca y su socio local, Hugo Sigman, como proveedores preferidos. Y luego, con el entusiasmo oficial por Rusia y China para intentar cubrir las vacunas faltantes.Todo lo que se haga en materia de vacunación, de aquí en adelante, debe ser bienvenido. Pero hay algo que no puede olvidarse, ni perdonarse: las miles de personas que murieron por falta de vacunas, por la inclusión dolosa de la palabra negligencia en la ley para impedir, con una pantomima jurídica, la llegada a la Argentina de la vacuna más respetada y utilizada en el mundo occidental.Tampoco pueden olvidarse ni perdonarse el desastre económico y educativo que han implicado los cierres de actividades para sustituir la ausencia de vacunas, con medidas restrictivas que han hundido a la economía argentina, diezmado la educación y multiplicado la pobreza.

Fuente: La Nación

 Like