La pandemia de coronavirus COVID-19 se ha expandido por casi todos los distritos de la Argentina.

Al 14 de junio, en la provincia de Misiones se contabilizan 22.911 casos de infectados y 348 muertos. Estas cifras son difundidas y actualizadas diariamente por el ministerio de Salud nacional.Con respecto al día anterior, se registraron 180 casos nuevos de enfermos de coronavirus en Misiones, según lo informado por las autoridades sanitarias.
Y si se toma en cuenta los últimos siete días, se incorporaron 1430 casos al segmento de afectados por el virus.A la fecha, se registran en el país un total 4.145.482 de infectados por coronavirus, 3.748.794 pacientes recuperados y 86.029 muertos. Y dentro de la estadística nacional, la provincia de Misiones se encuentra en el puesto 23 de los distritos más damnificados de la Argentina.

La lista está encabezada por Buenos Aires con 1.735.346 casos reportados.Toda la información sobre el coronavirus en la ArgentinaCuarentena en Argentina: qué se sabe al día de hoy

Fuente: La Nación

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“En Inglaterra nació. Fue deseo de Dios. Crecer y sobrevivir. Revisar su carnet. Y tener madre chilena… Y todo el pueblo cantó…”La frase, estrofada y con emojis de notas musicales y banderas de Inglaterra y Chile, fue publicada por la cuenta oficial de la selección de Chile en Twitter, poco después del empate 1-1 entre La Roja y la selección argentina, por la primera fecha de la Copa América. En ella, traza una comparación entre el futbolista británico Ben Brereton y nada menos que Diego Armando Maradona.? ?gbengEn Inglaterra nacióFue deseo de DiosCrecer y sobrevivirRevisar su carnet ?? Y tener madre chilena…Y todo el pueblo cantó…?#VamosChile #VamosLaRoja #MeLlegoPorWhatsapp pic.twitter.com/MZjVslPawK— Selección Chilena (@LaRoja) June 14, 2021La reacción no se hizo esperar en la red social del pajarito, donde miles de fanáticos del fútbol cuestionaron esa publicación, y muchos la consideraron una falta de respeto al ídolo fallecido el 25 de noviembre del año pasado, al que justamente se le realizó un sentido homenaje audiovisual minutos antes del encuentro.El delantero inglés, de madre chilena, debutó oficialmente con la Roja a los 32 minutos del complemento del partido contra la Argentina, tras reemplazar a Carlos Palacios, que salió disgustado por el cambio.La Mano de Dios originalEn ese breve lapso, Brereton exhibió un buen nivel y demostró que puede ser una alternativa más que válida en la ofensiva del seleccionado trasandino. El delantero del Blackburn Rovers tuvo pocas ocasiones claras, en medio de un epílogo de juego donde la Argentina presionó, sin éxito, en busca del triunfo.El pase de Brereton le pertenece a Nottingham Forest, club en el que se formó como jugador. Cedido a préstamo, en Blackburn disputó 145 encuentros, con 18 goles convertidos y 16 asistencias.

Fuente: La Nación

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Están los amigos imaginarios y sobre todo en política, los enemigos imaginarios. Este lunes en La Plata, bajo un cielo gris y frío, Cristina Kirchner hizo la magia que su militancia idolatra y sacó de la galera política una imagen de la oposición a la medida de las necesidades urgentes del oficialismo. Es temporada alta electoral y el kirchnerismo bosqueja la oposición política que calza mejor con su estrategia. Si vacunas son votos, el principal enemigo que erige el kirchnerismo este año será una oposición política identificada como antivacuna. En la estrategia kirchnerista, la culpa de la vacuna que no llega al brazo del votante es de la oposición antivacuna que asusta a la gente antes que de la falta de vacuna, responsabilidad de los Fernández.El dibujo no se sostiene. El 90% de los argentinos está dispuesto a vacunarse. El dato llega desde el Estudio Zuban Córdoba y Asociados, una de las pocas encuestadoras que acertó en el resultado de las PASO 2019. De acuerdo con la consultora de Gustavo Córdoba, el enemigo antivacuna de Cristina Fernández alcanza apenas al 7,5% de la sociedad: ese es el porcentaje de argentinos que dice que no se va a vacunar. Es decir, la oposición política pretendidamente antivacuna a los ojos kirchneristas, Juntos por el Cambio y la periferia libertaria, tendría poquísimo impacto en la ciudadanía a la hora de querer o no querer vacunarse.Cristina Kirchner pidió otra vez reformar el sistema de salud: qué dice el proyecto que elaboró La CámporaEs la primera vez que la vicepresidenta se explaya sobre la pandemia y dedica casi la totalidad de su discurso a la campaña de vacunación. Sus palabras vacunatorias se extendieron durante unos 19 minutos. El “casi” se lo llevó el otro enemigo imaginado, que vuelve insistente en cada gestión kirchnerista pero cuya potencia depende cada vez más de los fantasmas propios que se inventa el kirchnerismo antes que del verdadero poder de fuego de esos espectros imaginarios: los medios de comunicación tradicionales considerados opositores, y Clarín como su arquetipo. No importa cuánto se haya reconfigurado la escena mediática con la expansión de las redes sociales y una democratización de las agendas liderada por el ciudadano twittero, que no se allana tan sencillamente al control de esos medios tradicionales, el kirchnerismo sigue eligiendo a los diarios como sus molinos de viento. Pero esa es otra historia: la expresidenta le dedicó a los medios apenas cuatro minutos de un discurso de 19 minutos.Lo cierto es que el eje del primer discurso de la vicepresidenta anclado en la pandemia y la campaña de vacunación plantea un adversario político presentado como antivacuna o, por lo menos, divulgando información falsa que mete miedo en la gente, la que es feliz con la vacuna y luego, vota: ese es el razonamiento oficialista. Vacunas, plata en el bolsillo, clases presenciales: esa es la zanahoria electoral para la gente; unidad en las listas kirchneristas, la otra pata de la fórmula que el oficialismo quiere ganadora en las legislativas de este año.En medio de la brisa platense que a la vicepresidenta le hizo recordar los fríos de Santa Cruz, fueron 15 minutos de discurso vicepresidencialista con foco en las vacunas, la resistencia a vacunarse y la responsabilidad depositada entre el temor de la gente y una oposición que, supuestamente, alienta la actitud antivacuna.Antivacunas son los otrosLa ministra de Salud, Carla Vizzotti, venía anticipado esa narrativa que culpabiliza del resultado de la campaña de vacunación a la entelequia de la oposición política antivacuna. “Bajen la obsesión y la tensión”, le dijo públicamente Vizzotti a la oposición en relación al tema vacunas en medio de la polémica en torno al affair Pfizer. La ministra se mostró más preocupada por analizar el funcionamiento de la oposición en el reclamo por las vacunas que por revisar la estrategia del gobierno.Ayer, las palabras de Cristina Fernández enunciaron explícitamente dos horizontes estructurales que organizarán la narrativa electoral. La vicepresidenta lo dijo explícitamente: “historia y coyuntura”.La “historia” se aplica sobre un eje reciente, la comparación entre la política del oficialismo versus la política de la gestión de Cambiemos. En La Plata, el eje fue puntualmente la política sanitaria.Con “historia” se refiere a la apelación, para refutarlo y destruirlo, al legado cambiemita de la gestión sanitaria de María Eugenia Vidal en Provincia de Buenos Aires y Mauricio Macri a nivel nacional: hubo referencias tanto de Cristina Kirchner como del gobernador Axel Kicillof a las deudas sanitarias que habría dejado la administración Macri-Vidal. Una versión del uso del pasado pero en este caso, el uso del pasado sanitario más reciente.En la Casa Rosada ahora dicen que el pliego de Rafecas debe tratarse después de la leyLo interesante fue que los límites de ese uso, es decir, la exposición de ese abuso quedaron a la intemperie en el mismo discurso de Cristina Fernández. La vicepresidenta quiso usar la inauguración de las mejoras edilicias del Hospital de Niños Sor María Ludovica como muestra del poder constructivo del kirchnerismo que llega para terminar lo que otros, Pro y Cambiemos, dejaron en el camino. Pero el plato se lo sirvió mal el gobernador, que trazó la cronología precisa de las obras: planificadas en 2010, iniciadas en 2017, con Macri y Vidal, abandonadas según Kicillof en agosto de 2019, terminadas ahora.El kirchnerismo quedó expuesto con la cronología: si la planificación de las obras del hospital platense se hizo en 2010, ¿por qué pasó toda la gestión de Daniel Scioli en PBA y la última presidencia de Cristina Kirchner sin que se iniciaran? La vicepresidenta tuvo que hacer un rulo para hacer historia: “Me acabo de enterar que había sido planificada en el año 2010. Pero lo cierto es que uno puede planificar, pero lo importante es cuando las cosas comienzan, las haga quien las haga”: no alcanzó el malabarismo argumentativo de la vicepresidenta para invisibilizar las propias responsabilidades del kirchnerismo en los dramas sanitarios de la provincia.La historia llevó también a una referencia a la infancia de la vicepresidenta y sus años de escuela primaria y la epidemia de polio. Fernández recibió la Sabin oral en el hospital platense que visitó ayer. “Imagínense que la campaña de poliomielitis fue después del derrocamiento de Perón. Se imaginan la grieta que había en el país. Cuando yo iba al colegio primario, vacunaban en el colegio obligatoriamente y a nadie se le ocurría decir ‘no me doy la vacuna’”.Con esa referencia histórica, Cristina Kirchner instaló el momento narrativo de la “coyuntura”: la necesidad actual de contar con una oposición que no sea antivacuna. Hubo reproches por la desconfianza ante las vacunas en los primeros meses de la campaña.Argentinos provacunaDe acuerdo con la vicepresidenta, el cambio de clima social en torno a la vacunación se dio con la publicación de The Lancet, que divulgó los resultados prometedores de la vacuna Sptunik V, la única que el gobierno consiguió al principio de la campaña. Según la vicepresidenta, luego de ese artículo, se duplicó la inscripción para recibir la vacuna.Aunque la expresidenta intentó sintetizar en ese argumento la actitud anticientífica y antivacuna de la sociedad y de la oposición que a sus ojos la aguijonea, en realidad terminó dando una prueba de la responsabilidad de su gobierno en la lentitud del programa de vacunación. Si hay confianza en la vacuna, basada en evidencia incuestionable como la de The Lancet y si hay vacunas, los argentinos se vacunan y la oposición baja la tensión, como quiere Vizzotti.La disposición vacunatoria de los argentinos constituye una demanda insatisfecha precisamente porque el gobierno de Alberto Fernández falló en la compra masiva de vacunas. Así lo demuestra la pregunta que planteó Zuban Córdoba: “Si hoy estuvieran disponibles más vacunas, ¿usted se vacunaría contra el Covid-19?” El 22% dijo que ya se había vacunado pero el 66,8% dijo que lo haría pero no lo hizo, precisamente, porque no hay vacunas suficientes.En definitiva, si hay algo parecido a los antivacunas con peso suficiente para torcer el rumbo de la vacunación no son los grupos minoritarios de verdaderos antivacunas, lejísimos de la oposición política. Lo más antivacuna parece ser hoy un gobierno que no vacuna. Un gobierno que controla la oferta de vacuna pero no hizo su trabajo para obtener el producto ofertado.La lógica oficialista es clara: en la estrategia del discurso de la vicepresidenta en La Plata, la falta de avance en la vacunación es una cuestión de motivación y comportamiento de la sociedad, fogoneada por la oposición política. Al contrario, la postal de una Argentina dispuesta a vacunarse, la que muestra la encuesta, revela que la responsabilidad de la falta de avance de la vacunación es atribuible, como mínimo, a la impericia del gobierno para conseguir vacunas o, en el peor de los casos, a la oscuridad de los procesos de compra de vacuna de la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.La semana pasada se viralizó una campaña para alentar la vacunación. La campaña es francesa y tiene sentido que el gobierno de Emmanuel Macron ponga las fichas. Francia es uno de los países menos proclives a aceptar la vacunación. Según información publicada por CAF, el Banco de Desarrollo de América Latina, Francia es el segundo país más resistente a la vacunación después de Japón entre los países de la OCDE. El 51,7% no confía en la seguridad de las vacunas.El kirchnerismo rechazó avanzar con el procurador que propuso Alberto FernándezPero ese no es el problema argentino. Ni tampoco latinoamericano. Según CAF, solo el 16 por ciento de los latinoamericanos está en desacuerdo con la vacunación. En los países de la OCDE, que integran en su mayoría las economías más desarrolladas del planeta, quienes están en contra llegan a un 30%, en promedio. En Argentina, esa cifra llega apenas al 11% contra el 23% en Chile. Es decir, de haber vacunas, en Argentina la predisposición a vacunarse sería mayor que en Chile, que hoy lidera la campaña de vacunación en la región.El dato de cuán bien dispuestos están los argentinos a vacunarse es central: expone a las claras la ineficiencia del Gobierno. La gestión sanitaria de los Fernández dejó pasar una oportunidad única: la altísima disposición de los argentinos a vacunarse.Oportunidades claves en una pandemia pero perdidas y desperdiciadas que se superponen. La excelente predisposición argentina a las vacunas. La ventaja de estar en la periferia sur y ver de lejos el futuro, la marcha de la pandemia en el Hemisferio Norte. Ninguna de esas dos ventajas competitivas en la lucha contra el coronavirus fueron aprovechadas por la administración de Alberto Fernández.

Fuente: La Nación

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La foto se empezó a viralizar en las redes sociales esta tarde luego de que la diputada nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Mariana Zuvic (CC-ARI Cambiemos) la publicó en su perfil de Twitter. Muestra al exministro de Salud Ginés González García charlando con Hugo Sigman, dueño del grupo farmacéutico Insud, y contratista local de AstraZeneca para la producción de su vacuna contra el Covid destinada a América latina, sociedad en la que también participa el laboratorio mexicano Liomont. “85.343 Muertos por COVID en Argentina” fue el texto elegido por la legisladora para acompañar la imagen. Su repercusión fue inmediata.En la red circuló que el encuentro había sido casi circunstancial y en el aeropuerto de Barajas, pero en realidad se trató de un desayuno, esta mañana, en el bar del Hotel Icon Embassy, en el elegante barrio de Salamanca. Allí, el exfuncionario y el empresario argentino, que tiene varios laboratorios en España y donde pasa gran parte del año, se juntaron. Si bien en el entorno de ambos no quisieron dar detalles de la charla, captada por un turista indiscreto cuyos pies quedaron dentro del cuadro, LA NACION pudo saber que el principal tema de conversaron fue la demora en el arribo a la Argentina de la vacuna de AstraZeneca, cuyo principio activo se elabora localmente, en el laboratorio mAbxience, de Sigman, y que luego es terminada en México.El empresario está preocupado y enojado por las críticas que recibe en el país, dado que, según su visión, él tiene poco que ver con esa demora “y le siguen cayendo mucho”, según dijeron a LA NACION fuentes al tanto de la reunión. El desencanto incluye al propio gobierno de Alberto Fernández, que pasó de anunciar en un acto oficial y celebrar la participación de Sigman en la producción de la vacuna AstraZeneca, a despegarse rápidamente cuando estuvo claro que no llegaría en los tiempos prometidos. No hubo encuentro con el Presidente después de ese distanciamiento.Paradójicamente, el también dueño de laboratorios Elea y Sinergium Biotech, realiza en España el mismo tipo de envasado que hace Liomont en México. El Gobierno en su momento le propuso que él hiciera el proceso completo para evitar las dilaciones y las críticas, pero Sigman se excusó. El contrato de AstraZeneca no se lo permitía ya que incluía la participación de los mexicanos, involucraba al magnate Carlos Slim, y tiene carácter internacional.El empresario también planteó a su amigo Ginés un eventual escenario que podría darse en el país aunque hoy parece bastante lejano: una vez que haya más vacunas disponibles y avance la vacunación a mayor velocidad, vendrá la tarea de convencer a los que no se la quieren aplicar. “En España y Francia hay mucha resistencia a darse la vacuna contra el Covid. Quizás se viene eso en la Argentina”, comentan que señaló.González García llegó a España para dar un par de charlas. Una será en la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud San Carlos III. Allí participará en un conjunto de sesiones de trabajo tituladas “Los sistemas de salud en América latina tras la pandemia de Covid-19?. Otra se desarrollará en la Universidad de Salamanca, en el marco de una ceremonia de entrega de diplomas de una maestría que patrocinan esa casa de estudios y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS).¿De qué hablará el exministro? Según pudo saber LA NACION, “hará una descripción de cómo fue la pandemia en la Argentina y cómo puede ser la pospandemia, aunque nadie tiene certeza en el mundo cuándo llegará ese momento”. También se referirá a cómo la crisis sanitaria global provocada por el Covid tiene que servir para mejorar los servicios de salud. “Es un debate que se escucha en toda Europa; en Alemania, en Francia, en España. La revitalización del área para que no accedan a la salud sólo las personas de alto poder adquisitivo”, señalaron las fuentes.“También se hablará de las lecciones aprendidas. Las cosas que se hicieron mal y las cosas que se hicieron bien”, agregaron las fuentes. Otro punto será la falta de financiamiento para el sector privado de la salud y la ausencia de apoyo por parte de los Estados. Un punto muy delicado en la Argentina: mañana está previsto que las empresas de medicina privada anuncien su decisión de ir a la justicia contra el Gobierno por no permitirles aumentar las cuotas. Por su parte, los prestadores de salud (clínicas, empresas de ambulancias, centros de diagnóstico y otros) emitieron un comunicado hoy en el que afirman que no pueden aumentar los salarios de sus empleados si no les permiten subir sus aranceles. A los problemas comunes de la crisis en todo el mundo, la Argentina agrega los propios.

Fuente: La Nación

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En su habitual columna en El diario de Leuco, Alfredo Leuco señaló este lunes que Cristina Kirchner leyó las últimas encuestas referidas a las elecciones legislativas de este año, dijo que fueron “muy preocupantes” para ella y que por eso “entró en pánico”.La respuesta sin filtro de Juana Viale cuando la compararon con Cristina KirchnerEl periodista señaló que esa fue la razón por la que se decidió el retorno de las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires. “Fue por razones electorales, porque se vieron venir la noche”, aseguró.“En los últimos días, el gobierno de los Fernández hizo muchas cosas inexplicables. La gran mayoría se pueden entender porque Cristina estuvo estudiando encuestas y entró en pánico”, arrancó su editorial Leuco.“Los números que las consultoras le mostraron sobre los posibles resultados electorales son muy preocupantes para la jefa del jefe del estado. Sobre todo en la provincia de Buenos Aires donde Cristina se juega la vida, la libertad y la suerte de su proyecto de impunidad, venganza y continuidad en el poder”, agregó el periodista.Más adelante, el conductor de El diario de Leuco habló de la situación en la provincia que conduce Axel Kicillof. “El cristinismo bonaerense, con Axel y Máximo como comandantes, cometió un rosario de errores interminables y no pudo solucionar casi ninguno de los problemas. Y esto se refleja en las encuestas”, señaló.El macabro hallazgo que apareció el día que secaron las cataratas del Niágara“Hay un rechazo creciente hacia el oficialismo nacional y provincial y se fortaleció la opción de un voto castigo, realmente masivo”, añadió.A continuación, Leuco relacionó esta situación adversa expresada por las encuestas y la decisión del retorno de los bonaerenses a las escuelas. “Por eso, por orden de Cristina, pegaron un giro de 180 grados en el tema de las clases presenciales”.“Fue tan inesperado todo, tan traído de los pelos que Alberto Fernández y Nicolás Trotta se enteraron con el anuncio que hizo Kicillof por televisión -agregó el periodista, sobre el sorpresivo modo en que se informó el retorno a las clases-. Una vez más el presidente y el ministro quedaron pagando”.“Todos se sorprendieron, menos Cristina, que tomó la decisión”, concluyó Leuco.

Fuente: La Nación

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La pandemia de neumonía viral provocada por un nuevo coronavirus registra en la Argentina un total de 4.145.482 pacientes infectados, 86.029 muertos y 3.748.794 recuperados. Hoy, 14 de junio, se reportaron 21292 nuevos casos, 686 fallecidos y 26062 pacientes recuperados. Estas cifras son difundidas diariamente por el Ministerio de Salud.El día 27 de mayo se registró la mayor cantidad de infectados, alcanzando un número de 41080 casos positivos.Las provincias o distritos con mayor número de casos son: Buenos Aires con 1735346 casos, CABA con 442783 casos y Santa Fe con 378690 casos. Si se observa la cantidad de infectados cada cien mil habitantes, las tres provincias o distritos con mayor incidencia del virus son: Tierra del Fuego con 16.763,34 casos, Santa Cruz con 14.696,83 casos y Neuquén con 14.658,23 casos.La tasa de letalidad del virus, es decir, el porcentaje de muertos sobre el total de infectados detectados, alcanza el 2,08 por ciento en nuestro país. Las muertes por coronavirus, al igual que en todo el mundo, se concentran en la población mayor de 60 años. La edad promedio de los fallecidos es de 71, con una prevalencia de los hombres del 56,2 por ciento.Hasta la fecha se registra un total de 4.518.832 tests realizados de los cuales 373.350 dieron negativo y 4.145.482 positivo. Esto da un 91,74 por ciento de positividad del total de muestras realizadas.Si tomamos la cantidad actual de infectados en nuestro país, tardarían 116,15 días en duplicarse los casos.Cómo sacar Permiso de circulación por la cuarentenaHasta cuándo se extiende la cuarentena

Fuente: La Nación

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Rio de janeiro (ap) — la zurda magistral de lionel messi no bastó para evitar que argentina y chile empataran 1-1 en río de janeiro, en el debut de ambos equipos por el grupo a de la copa américa.Argentina se puso al frente con el impecable tiro libre de su astro en el primer tiempo. Propuso y buscó cerca del área de Claudio Bravo la victoria hasta el final, pero le faltó lucidez para concretar situaciones ante un Chile que, sin su principal carta, Alexis Sánchez, cedió la pelota y buscó lastimar de contragolpe.El equipo dirigido por el uruguayo Martín Lasarte apostó a la velocidad de Eduardo Vargas como único delantero y consiguió la igualdad gracias a un rebote tras un penal errado.“Faltó tranquilidad para ganar. Cuando nos pusimos en ventaja nos faltó tener la pelota, jugar rápido y ellos sí lo hicieron cuando empataron. El penal no lo veo pero cambia el partido obviamente”, dijo Messi durante la entrevista en cancha. “Queríamos empezar ganando, pero bueno, hay que pensar en Uruguay”.Para Argentina, cuyos atacantes carecieron de suficiente precisión en los pies, el gol llegó de pelota parada. En el estadio olímpico Nilton Santos, vacío por las restricciones de la pandemia del COVID-19, Messi abrió el marcador en el primer tiempo con un tiro libre ejecutado con maestría a los 33 minutos.Erick Pulgar había bajado a Giovani Lo Celso cuando se escapaba sólo hacía el arco de Bravo. Y el crack del Barcelona, que hasta ese momento tenía un partido discreto, tomó la pelota y la colgó con su zurda en el ángulo izquierdo de Bravo, quien se esforzó pero no pudo tapar.La victoria parcial era justa porque el equipo de Scaloni se había animado más que Chile. Hasta ese momento, la Albiceleste había estado cerca del gol, tocando rápido en campo chileno para crear espacios. Bravo ya le había tapado dos pelotas claras de gol a Nicolás González y una tercera a Lautaro Martínez, quien había malogrado una oportunidad abajo del arco, luego de un centro rasante de Lo Celso a los 11 minutos.Lo mejor de Argentina aparecía por la banda izquierda, con las conexiones entre Lo Celso, Nicolás Tagliafico y González.Chile, que casi no había inquietado el arco de Emiliano Martínez, salió al segundo tiempo con otra actitud. Presionó más arriba y llevó el partido en los primeros minutos a campo argentino. Había terminado el primer tiempo con apenas un remate de peligro, de Jean Meneses, que se había sacado de encima la marca de Martínez Quarta para rematar desviado sobre el palo izquierdo de Martínez.A los 56 minutos, Pulgar le dio un buen pase a Vargas, que aprovechó un mal retroceso de Martínez Quarta y abrió el camino para que el chileno quedase mano a mano con Martínez. El arquero argentino apareció con solvencia en el arco y tapó la pelota, pero en el rebote Tagliafico cometió una falta clara sobre Vargas.El partido se detuvo varios minutos, mientras el árbitro Wilmar Roldán revisaba la jugada en el VAR. El técnico argentino Leonel Scalini y el banco de Lasarte presionaban al silbante colombiano, quien acabó señalando el penal.Vidal ejecutó la falta y Martínez paró, pero en el rebote, Vargas fue más rápido que todos y mandó la pelota adentro del arco argentino. La Roja se llevó un premio por su nueva postura, más audaz que en el primer tiempo.“Estamos enfrentando una selección top a nivel mundial, no me gusta ningunearla. En el primer tiempo nos costó, probablemente es lo más flojo que hemos jugando estando yo en la banca. El primer tiempo lo sufrimos”, aceptó Lasarte. “Pudimos acomodar alguna cosa, el equipo se vio mejor y se vio con otra intensidad. En la segunda parte fue un equipo rebelde, competitivo”.Con más voluntad que claridad, Argentina pasó el segundo tiempo intentando el segundo gol. Tuvo una muy clara sobre el final, a los 78, con una pelota pinchada de Messi que dejó a González dentro del área y solo frente a Bravo.El delantero del Stuttgart no pudo ejecutar bien de cabeza y la pelota no tuvo destino de gol.“Soy autocrítico, hoy he fallado mucho. Debemos estar mucho más finos en la definición. Me voy con bronca pero contento por lo que demostramos hoy”, expresó González.El técnico Lionel Scaloni probó con Exequiel Palacios en el mediocampo en sociedad con Rodrigo De Paul y puso en cancha también a Ángel Di María, quien le aportó vértigo sin claridad. En los últimos 10 minutos ingresaron Sergio Agüero y Joaquín Correa pero no tuvieron injerencia.Al igual que en la Copa de 2019, el equipo conducido por Scaloni no pudo ganar en la primera fecha. Y la Albiceleste repitió el mismo déficit que había mostrado en Barranquilla, en su último partido contra Colombia por las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022, cuando parecía que se llevaba puesto al conjunto cafetero pero terminó empatando y pagando muy caro su falta de puntería.“Fueron dos jugadas puntuales en las que el equipo no estuvo bien. Ellos consiguieron el penal y nada más. A partir de ese momento se nos hizo cuesta arriba”, consideró Scaloni. “Merecimos ganar pero al final nos fuimos con un empate. De todas formas, esto es solo el inicio de un torneo muy duro”.Chile y Argentina, favoritos a clasificarse a la siguiente ronda de la Copa, se reencontraron por Copa América otra vez en Brasil, luego del partido por el tercer puesto en la Copa de 2019 en el que había vencido la albiceleste.Asimismo, habían chocado 11 días atrás en las eliminatorias mundialistas, también con un empate 1-1 en Santiago del Estero.Más tarde, Paraguay y Bolivia se enfrentaban, en otro partido del Grupo A.Argentina y Chile vuelven a jugar el viernes. Chile enfrentará a Bolivia en el Arena Pantanal de Cuiabá y Argentina a Uruguay en el Mané Garrincha de Brasilia.

Fuente: La Nación

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Evangelina Anderson está disfrutando de unos días de relax y aventura en Austria. La modelo recorrió la localidad de Jochberg junto a dos amigas y durante la jornada de senderismo tuvo un inesperado percance: mientras admiraba los animales de la granja se acercó demasiado al cerco electrificado que rodeaba a las vacas y se asustó al sentir la descarga.La conmovedora despedida de Francisco Delgado a su hija: “Te amo más que a mi vida”La modelo y su marido, Martín Demichelis, se mudaron a Alemania a finales de 2019, y sus tres hijos se adaptaron al cambio de vida en la ciudad europea. En estas vacaciones la familia primero viajó a Marbella, España, para aprovechar el sol y la playa; después se trasladaron a Austria para conocer nuevos paisajes.En las últimas horas Anderson mostró su día de hiking a través de sus historias de Instagram, y durante el paseo filmó a las vacas, mientras se enternecía porque todos los animales miraban a la cámara. Sin darse cuenta tocó el cerco electrificado con la pierna. Todo quedó registrado en el video que estaba grabando.Alex Caniggia lanzará su propia hamburguesa a un exorbitante precio“Todo muy tierno hasta que…”, escribió en tono de humorada, y segundos después se escuchó su grito, con insulto incluido. “Ay, pensé que me habían dado un tiro”, expresó asustada, mientras sus acompañantes le explicaban que la red tenía corriente eléctrica.Evangelina Anderson se “electrocutó” con un cerco para vacas durante una excursión en Austria (Instagram @evangelinaa/)“Toqué el cerco eléctrico sin querer, pero estoy bien”, aclaró en la siguiente story. La modelo se tomó con humor el accidente y luego de llegar a la cima del recorrido volvió a filmar a los animales. “Ya aprendí, no me acerco más”, bromeó. El exfutbolista, por su parte, pasó el día con sus hijos mientras su esposa aprovechaba la tarde con amigas.

Fuente: La Nación

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La muerte por coronavirus de una joven de 28 años con Síndrome de Down conmueve a Córdoba, luego de que su tío diera a conocer la historia en una emotiva carta publicada en el diario Puntal, de Río Cuarto.A través del texto titulado “Se llamaba Mariana”, que fue escrito por su primo Marcos Jure, secretario de redacción del diario cordobés, se cuenta que Mariana contrajo Covid y murió tres días después. En la familia, según recuerda Jure, temían que se contagiara porque arrastraba un problema cardíaco.“Le diagnosticaron Covid el martes y murió ayer [por este sábado], alrededor de las 3 de la madrugada. El virus la mató en tres días. Se había acostado a dormir y su madre, intranquila porque la noche anterior no la había pasado bien, fue a verla. No respiraba. Los médicos la reanimaron, consiguieron mantenerla con vida un tiempo pero murió de un paro cardíaco rumbo al hospital”, relata en un pasaje de la carta.“Colonización o embestida K”: crece la tensión entre el Gobierno y UIASu primo le rinde homenaje a Mariana, la recuerda, y permite conocer así un poco a esta joven, delinea apenas cómo fue su vida, junto a su madre, en Morrison, un pueblo del sureste cordobés. De esta manera, pretende no dejar caer a la joven dentro de los números diarios de muertos por coronavirus y la describe, sin idealizarla, como una persona “única, diferente al resto”.El periodista invita a la reflexión sobre la campaña de vacunación en el país, que no priorizó a las personas con Síndrome de Down y piensa cómo las estadísticas diarias de muertos desdibujan a los sujetos detrás de las cifras. “Cada una de esas cifras encierra un drama, una historia familiar que se despedaza, un dolor inconcebible”, dice. Además, se pregunta por la muerte en estos tiempos, por cómo el coronavirus impuso o provocó despedidas deshumanizadas y ligeras.“El virus no sólo nos deshumaniza con esa masividad que nos convierte en un número sino que, por si fuera poco, nos priva incluso de un final que atenúe la soledad de la muerte. La cremación inmediata es un acto de tal violencia que acrecienta aún más, cuando pareciera imposible, la carga de dolor”, expresa Jure.A continuación, la carta completa:Tal vez aparezca hoy en la estadística. O mañana. O Quizás ya esté contemplada, increíblemente, entre los 85.075 argentinos que murieron por el coronavirus ¿Cómo va a estar ahí??¿En qué cabeza cabe?Ya hemos naturalizado que todos los días entre 450 y 750 personas se convierten en víctimas del Covid. Los periodistas, todos en realidad, esperamos los datos oficiales para ver si esta vez se superó un nuevo récord de contagios o muertes.Esas estadísticas, necesarias, permiten dimensionar la magnitud de una tragedia sanitaria como la que vivimos. Pero no contemplan, no pueden hacerlo, las tragedias personales que vienen produciéndose por centenares cada día en los largos y crueles meses que lleva la pandemia. Cada una de esas cifras encierra un drama, una historia familiar que se despedaza, un dolor inconcebible.Para hoy pensaba escribir, como cada fin de semana, sobre política, sobre la interna en la que está enfrascada la oposición. Ya había hecho algunos llamados, había conseguido información. Pero es imposible que hoy pueda interesarme la política. No después del llamado que me anunció que esta vez la tragedia del Covid no estaba encerrada en las cifras sino que se había instalado en mi familia.Se llamaba Mariana. Tenía 28 años y era mi prima hermana. Temíamos que se contagiara porque arrastraba un problema cardíaco. Tenía síndrome de Down.Le diagnosticaron Covid el martes y murió ayer [por este sábado], alrededor de las 3 de la madrugada. El virus la mató en tres días. Se había acostado a dormir y su madre, intranquila porque la noche anterior no la había pasado bien, fue a verla. No respiraba. Los médicos la reanimaron, consiguieron mantenerla con vida un tiempo pero murió de un paro cardíaco rumbo al hospital.Mariana vivía en?Morrison, un pueblo del sudeste cordobés, cercano a Bell Ville, que por acá pocos conocen. Era nuestro pueblo. Ahí nacimos y crecimos. Y ahí murió.No quiero caer en el lugar común de escribir que era un ángel, como suele decirse de los chicos con síndrome de Down, en una frase que los iguala, como si cada uno no fuera un individuo diferente, una persona única y distinta al resto.A mi me encantaba la mala onda que Mariana cargaba por momentos. Cuando volvíamos con mi familia al pueblo -cada vez menos ya sea por las obligaciones o últimamente por el Covid- al principio me recibía con un abrazo fuerte pero, al rato, cuando intentaba acercarme de nuevo me despachaba con un “oh, dejate de joder” y un buen empujón.Me decía, desde chica, “Paquito”, en vez de Marquitos porque así le salía. Y me gustaba que siguiera nombrándome así, tal vez porque me daba la sensación de que al menos algo permanecía igual.A veces pensaba que Mariana había encontrado la forma de no salir de la niñez, de seguir instalada en esa edad maravillosa por siempre. Y lo bueno, lo realmente bueno, era que al verla uno también volvía a ser, lejos de las preocupaciones por el laburo o la guita, otra vez un chico. Juntos perfeccionamos la técnica del fuck you tirabuzón, que consistía en elevar el dedo mayor y darle un movimiento helicoidal y ascendente para imponerle al gesto, a esa puteada gestual, más intensidad. Nos divertíamos haciéndolo.Amaba las empanadas árabes de mi viejo que, por supuesto, para nosotros son las mejores del mundo y que contienen la polémica innovación de prescindir de la insoportable cebolla cruda para cambiarla por una tierna cebolla rehogada en manteca.Natalia Ginzburg dice en uno de sus libros más famosos y bellos que cada familia tiene su propio lenguaje, un idioma que la hace diferente a todas las demás. Se podría agregar, sin caer en herejías, que ese léxico familiar se completa también con sabores, aromas y escenas. “¿Cuántas empanadas te comiste ya Mariana?”, le preguntaban quienes querían ponerle un freno a su disfrute. “Una sola”, mentía descaradamente levantando el dedo.Nada de eso va a ocurrir otra vez. El Covid lo arrasó.El virus no sólo nos deshumaniza con esa masividad que nos convierte en un número sino que, por si fuera poco, nos priva incluso de un final que atenúe la soledad de la muerte. La cremación inmediata es un acto de tal violencia que acrecienta aún más, cuando pareciera imposible, la carga de dolor.Nunca comulgué con la cremación. Ni por el método ni por el discurso que pondera sus supuestas ventajas. No es más que el criterio de la practicidad aplicado a la muerte. Los velorios, cuando podían hacerse, duraban cada vez menos. En parte porque, como dice Byung Chul Han, no soportamos el dolor. En parte, porque no podemos distraernos demasiado tiempo de nuestras obligaciones, nuestros trabajos y nuestra aceleración cotidiana. Cuando la máquina anda a mil, es difícil frenarla.¿Cómo vamos a aplicar un criterio de practicidad y velocidad ante la muerte? Es exactamente lo contrario. Alguien querido, una persona que fue importante en nuestras vidas, merece que nos detengamos, que lloremos, que nos interpelemos. Que le dediquemos un tiempo, el que sea necesario, a recordarlo. Que el tiempo pase lento, que lo sintamos denso dentro de nosotros. Abelardo Castillo, ese gran escritor argentino, dice en Crónica de un Iniciado que cuando alguien muere, no lloramos tanto por él o ella sino por nosotros mismos: porque ya no vamos a disfrutar de esas charlas, de esos abrazos, de esos chistes o esos gestos que nos acompañaron durante tantos años.La cremación inmediata a la que obliga el Covid agiganta el vacío de la muerte. Ni siquiera te habilita el consuelo del último adiós.Cada una de las tragedias a las que asistimos deberían convencernos de cuidarnos, de evitar los riesgos innecesarios aunque todos queramos volver a nuestra vida normal. A esta altura ya no podemos responsabilizar sólo a los gobernantes por lo que nos pasa ¿Cuántos de los contagios ocurren por nuestras transgresiones, que son piolas mientras duran pero pueden convertirse en tan costosas después?Por supuesto, toda muerte dispara preguntas ¿Cómo se contagió? ¿Dónde? ¿Por qué una chica con antecedentes cardíacos, de riesgo, no estaba vacunada? ¿Quién decidió que quedara para después en la lista?Hoy quería escribir sobre Mariana porque me parecía justo, porque no quería que se perdiera en el anonimato ni en la despersonalización de las cifras. Habría que hacer un esfuerzo por contar cada historia.Schiaretti dijo hace unos días:?“De esta pandemia vamos a salir”. Es cierto. Seguramente saldremos. La pregunta es ¿a qué precio? ¿Cómo vamos a ser cuando salgamos?El viernes, antes de la muerte de Mariana, en el último audio que intercambiamos con mi tía Gloria, la madre que durante 28 años cuidó a su hija noche y día casi en soledad, me dijo que cuando esta pandemia de porquería pasara nos volveríamos a juntar como siempre para comer y reírnos.Ahora, cuando volvamos al pueblo, nada será igual. No sólo porque Mariana no estará comiendo sus empanadas árabes y elevando su fuck you tirabuzón al cielo sino porque los demás, nosotros, tampoco vamos a ser los mismos.La infancia, el último restito de infancia que parecía permanecer inalterado y esperándonos en ese rincón del mundo, ya no estará más.

Fuente: La Nación

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Del festejo agitando el brazo derecho, después del imponente tiro libre que ejecutó Lionel Messi para abrir el marcador, a la búsqueda de argumentos para ofrecer las razones del empate 1-1 de la Argentina ante Chile en el estreno de la selección en la Copa América 2021. Lionel Scaloni ensaya demostraciones de la superioridad futbolística que el equipo ejerció en el primer tiempo, de las situaciones de riesgo que generadas y dilapidadas y también acepta que las desatenciones son un mal por el que se paga un elevado precio. Lo sufrió en el debut en Río de Janeiro, pero también en Santiago del Estero y en Barranquilla, frente a la Roja y a Colombia, por las eliminatorias clasificatorias para el Mundial de Qatar 2022.El VAR, el reclamo argentino por el penal y la protesta tras el gol de Vargas por una supuesta manoNo se escucha ni se observa inquietud en Scaloni, aunque entiende que la ecuación entre lo que produce y el resultado no es favorable y que los adversarios explotan las repetidas fallas de la Argentina para lastimar con escaso esfuerzo. “Hubo 10 o 12 minutos del segundo tiempo con desajustes y Chile consiguió el penal. A partir de ahí se hizo cuesta arriba, pero creamos un montón de situaciones y merecimos ganar. Esto sigue y tenemos esos 10 minutos para corregir. Fueron dos jugadas puntuales”, analizó el pujatense, sobre el debut. La acción que derivó en la falta en el área de Nicolás Tagliafico sobre Arturo Vidal es un compendio de equivocaciones que experimentó el equipo en el retroceso: Martínez Quarta intentó cortar en la mitad de la cancha y quedó aislado; Leandro Paredes acompañó sin comprometerse; Nicolás Otamendi, a contrapié del pase de Erick Pulgar… En la desesperación por anular a Eduardo Vargas, Tagliafico remató contra el propio arco y Emiliano Martínez salvó, aunque en el rebote el defensor de Ajax derribó a Vidal. No fue la única vez que la Argentina quedó desacomodada, sin balance; hoy y en juegos anteriores.Respuestas que no satisfacen al reclamo: Lionel Scaloni y la terna arbitral que lideró el colombiano Wilmar Roldán, tras el debut de la Argentina con Chile en la Copa América 2021 ( Buda Mendes / Getty Images/)Un juego de mayor a menor, de control absoluto a ceder la iniciativa. Un desarrollo que padeció por la falta de efectividad en el ataque. Porque la selección dispuso de media docena de oportunidades para anotar, pero Nicolás González y Lautaro Martínez estuvieron desenfocados. “Los goles van a llegar. Me preocuparía no generar las situaciones, pero el equipo genera, metemos varias veces a muchos jugadores en el área, preocupamos al rival y eso es lo importante. Ya van a entrar”, expone quien rompió el triángulo desequilibrante que armaron Tagliafico, González y Giovani Lo Celso y apostó sin resultados por nombres de la Vieja Guardia –Ángel Di María y Sergio Agüero- para destrabar el partido.El homenaje a Diego Maradona antes del partido entre Argentina y Chile por la Copa América“Tenemos un plantel muy rico. Todos los futbolistas que están acá pueden jugar, por eso vinieron”, disparó, sobre los movimientos de nombres, en particular en la defensa, que promovió en la reciente ventana de las eliminatorias y ahora en la Copa América. Gonzalo Montiel, Tagliafico, Marcos Acuña y Juan Foyth –desafectado para la cita en Brasil- se repartieron los laterales; Martínez Quarta, Otamendi y Christian Romero –no firmó planilla porque arrastra una sobrecarga muscular en el muslo izquierdo-, los elegidos para conformar la zaga central.Lionel Scaloni gira la pelota: con los cambios, el seleccionador no logró recuperar el protagonismo que exhibió la Argentina frente a Chile en el primer tiempo (CARL DE SOUZA / AFP/)Un dardo al estado del campo de juego, también formó parte de la justificación, aunque durante el primer tiempo, cuando la Argentina elaboró asociaciones y quedó de cara al arco de Bravo, el campo ya se insinuaba roto. “Haber jugado mejor en este campo de juego dice mucho. Es lamentable el estado. A los 10 minutos ya no se podía jugar. Está más para otro deporte que para fútbol. Y lo mismo pasa en otros estadios de la Copa: para jugar buen fútbol es fundamental un buen campo”, apuntó Scaloni, que regresa al predio de la AFA para preparar el durísimo examen ante Uruguay, el viernes, en Brasilia.

Fuente: La Nación

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