“Niego categóricamente que mi accionar tenga relación con el penoso óbito del paciente”. Así, la psiquiatra Agustina Cosachov cerraba, en un descargo de 102 páginas, su defensa por la imputación de homicidio simple con dolo eventual en el expediente donde se investigan las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Diego Armando Maradona, ocurrido el 25 de noviembre pasado en una casa alquilada en el barrio cerrado San Andrés, en Benavídez, en Tigre.Cosachov llegó hoy alas 11.15 a la Fiscalía General de San Isidro, estaba acompañada de su abogado defensor, Vadim Mischanchuk. La profesional fue indagada por los fiscales generales adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, y la fiscal de Benavídez, Laura Capra.Antes de contestar preguntas de los representantes del Ministerio Público, Cosachov entregó su descargo de 102 páginas donde, además de hacer un resumen de su carrera profesional, recordó cómo llegó a tener a Maradona como paciente.En gran parte de su estrategia defensiva, la psiquiatra apuntó a la presunta responsabilidad de otra imputada, Nancy Forlini, la médica de Swiss Medical que coordinaba la atención que el Diez recibía en la casa del barrio San Andrés, donde había sido trasladado el 11 noviembre pasado, después de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido intervenido de un hematoma subdural en su cabeza. La operación fue el martes 3 de ese mes.Agustina Cosachov y su abogado Vadim Mischanchuk llegan a la Fiscalía General de San Isidro“Todo indica a esta altura que el penoso óbito [sic] del señor Maradona obedeció a una cuestión cardiológica que no dio avisos previos”, afirmó Cosachov en la introducción de su descargo.En el escrito, Cosachov recordó que el 10 de noviembre pasado, un día antes de la externación, se hizo una reunión en la Clínica Olivos donde los médicos de Swiss Medical plantearon la posibilidad de continuar con una “internación con dispositivo intermedio de rehabilitación motora y cognitiva, con atención psiquiátrica especializada en adicciones”, pero aclaró que “para poder efectivizar esa propuesta se necesitaba el consentimiento del paciente, quien se negaba a continuar internado”.Como informó LA NACION en su momento, para el equipo de investigadores, coordinado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, es clave un documento incorporado al expediente donde se firmó la externación de Maradona de la Clínica Olivos.Ese informe fue rubricado por neurocirujano Leopoldo Luque, profesional que será indagado el lunes próximo, dos de las hijas de Diego, Gianinna y Jana, y el director médico del centro de salud, Pablo Dimitroff.En el documento se dejó constancia de que Maradona no tenía el alta médica, sino una externación y que Swiss Medical había propuesto continuar con un tratamiento psiquiátrico, clínico y de rehabilitación y toxicológico bajo la modalidad de internación en un centro de rehabilitación.Cayó el Pelado, acusado de participar de la ejecución del cerebro financiero de las grandes bandas narcoEn uno de los párrafos se definió a Luque y a Cosachov como el “equipo médico tratante” y se sostuvo que los profesionales “prescribieron, y la familia aceptó, el seguimiento y atención médica domiciliaria del paciente”, y solicitaron a Swiss Medical acompañamiento con cuidados domiciliarios de enfermería y acompañamiento terapéutico”.“El seguimiento médico queda a cargo del equipo médico tratante y de los profesionales elegidos por el paciente y su familia, ajenos a Swiss Medical”, se afirmó en uno de los párrafos finales.En su descargo, Cosachov sostuvo que en la “internación domiciliaria”, desde un primer momento, se presentó como la médica psiquiatra y que en reiteradas oportunidades le pidió a Swiss Medical “médico clínico”, “médico neurólogo”, “ambulancia” y “enfermeros especializados las 24 horas”, entre otras cuestiones.La psiquiatra aseguró que solo los primeros días de la internación domiciliaria de Maradona se pudo comunicar con los enfermeros Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid, que trabajaban para la empresa Medidom, contratada por Swiss Medical.“Luego [de esas primeras comunicaciones] el contacto telefónico fue prohibido por Forlini. No tuve más contacto con los enfermeros. La doctora Forlini no permitía el intercambio entre profesionales, no enviaba los informes de los médicos que participaban de la internación”, afirmó la imputada, de 36 años.Para Cosachov, según el escrito al que tuvo acceso LA NACION, Forlini era quién ejercía la dirección y coordinación de la internación domiciliaria.Forlini fue indagada el lunes pasado. También hizo su descargo en un escrito donde negó que le hubieran pedido a la empresa de medicina prepaga una internación domiciliaria y afirmó que todas las decisiones relativas al cuidado de la salud del astro estaban en manos de Cosachov y Luque. No contestó preguntas de los fiscales.Agustina Cosachov, en el momento previo a la indagatoriaEn uno de los puntos de su descargo, Cosachov insistió que hubo reiterados pedidos de su parte “en relación a la necesidad de control estricto por parte de un médico clínico y neurólogo”.También sostuvo que Forlini nunca le informó que Maradona, en la internación domiciliaria, haya sufrido taquicardias.Para los fiscales, una serie de mensajes de WhatsApp entre Cosachov y Maximiliano Pomargo, cuñado del abogado Matías Morla y quien hacía las veces de asistente del por entonces DT de Gimnasia Esgrima La Plata, abonan la sospecha de que los responsables de cuidar a Maradona impidieron que sea revisado, por ejemplo, por un médico clínico.“Ahí está el clínico queriendo venir. Es un idiota… Me parece que no entiende nada. Con el nutricionista”, le dijo Pomargo a Cosachov en un mensaje de WhatsApp enviado el 19 de noviembre pasado a las 14.19.“Tramito que no vaya. Olvidate”, respondió la psiquiatra a las 14.21. Entonces, Pomargo intentó explicar: “Necesita paz y que lo saquemos de la cueva [por la cama y dormitorio]”.En su descargo, Cosachov sostuvo que de las pruebas que hay en el expediente no surge que ella haya impedido la visita del médico clínico.“Fui yo la que insistía que permanentemente con la necesidad de seguimiento por un médico clínico y un neurólogo”, dijo la imputada.En la parte final de su descargo, Cosachov hizo una serie de 16 conclusiones donde afirmó que “el lamentable óbito del paciente no guarda ningún tipo de relación con mi conducta como médica psiquiatra de Maradona, sino que obedece a un evento cardíaco que no fue detectado en los estudios cardiológicos que se le hicieron al paciente así como tampoco en la última internación en la terapia intensiva de la Clínica Olivos”.Para cerrar, en un petitorio de tres puntos, Cosachov pidió su sobreseimiento. El lunes próximo declara Luque, el último de los siete imputados en ser indagado.
Fuente: La Nación