Joan Henrietta Collins soñaba con llevar una vida amorosa sosegada. Sabido es que tal cosa no ocurrió. La actriz, que conoció la fama arrasadora gracias a interpretar a la malvada Alexis de la serie Dinastía, no solo no transitó una vida personal calma, sino que acumuló un número impreciso de amoríos. Casamientos formales y amantes ocasionales formaron parte de esa galería de pasiones de las que hizo alardes.Rating: cómo le fue a La Voz Argentina y qué pasó con el prime time de eltreceCinco matrimonios “a la antigua”, amantes confesos y otros ocultos. Se dijo de todo sobre ella y la Collins, conocedora del negocio, dejó que se dijera. Lo real y lo inventado fue capitalizado con inteligencia por la actriz nacida en Paddington, Inglaterra, en 1933.Joan Collins, una diva a la que no le importa que la juzguen por su intensa vida privadaLa morocha de inmensos ojos perfectos no se privó de confesar varios de esos escarceos y brindar detalles sin ruborizarse. En Pasión por la vida, su libro de memorias, contó con total franqueza que Warren Beatty “fue un hombre bellísimo, pero agotador en la cama”. A pesar de su vida afectiva intensa y zigzagueante, Collins se enfrentó al altar (o algo parecido) en cinco oportunidades. “Siempre habrá obstáculos”, reconoció en torno a la noble y compleja tarea del matrimonio. Se inició como modelo del montón y en el mundo de la fotonovela, pero no recibía buena paga, algo que a Collins le disgustaba mucho porque siempre ha sido una fervorosa defensora de la buena vida, los gustos sibaritas, el lujo y la opulencia. Algo de esta ansiedad de ascenso económico explican algunos malos pasos y relaciones ocasionales de las que buscó sacar partido. También es cierto que no fueron pocos los hombres que, ya ella siendo una estrella, buscaron saquearle la cuenta bancaria.Primera vezLa estrella que hizo de sus gustos una oda al lujo nació en un momento complejo, con las turbulencias de la Gran Depresión y los albores de la Segunda Guerra Mundial. Las restricciones de un mundo encorsetado por la crisis fueron forjando en la joven Joan un espíritu de libertad, de poco sometimiento y, sobre todo, de goce. Aquella adolescencia mutó en una juventud rebelde y en un despertar a la vida amorosa temprano. Todo lo que ella no había podido desarrollar en los primeros años de su vida le fue forjando un temperamento especial, un carácter firme y el deseo permanente de amar y ser amada por un hombre.“Solo uno abusó de mí, pero las palabras pueden hacer mas daño que los golpes”, sostuvo sin pelos en la lengua sobre esos cinco maridos que no siempre la hicieron feliz. A sus 17 años, el actor Laurence Harvey fue el primer hombre que logró despertarle un sentimiento de atracción; con él, la actriz comenzó a experimentar esa adictiva sensación de placer, toda una prioridad en su vida.Joan Collins y el actor Maxwell Reed en la ceremonia de su casamiento. (Ron Case/)Sin embargo, aquella placidez de un primer enamoramiento se vio truncada cuando Collins, a punto de cumplir los 18 años, inició traumáticamente su vínculo con Maxwell Reed. Ella misma, activista en causas que denuncian abusos, confesó que se había casado con la persona que la había violado. La intérprete del recordado film Un marido en apuros fue quien comentó que el actor irlandés la habría drogado con un somnífero para poder abusar de ella. La joven, aún virgen, sintió culpa por el traumático acontecimiento, al punto tal que decidió casarse con él, siete meses después y ante la oposición de sus padres. El matrimonio duró poco más de cuatro años y fue una marca indeleble en su vida, al punto tal de no poder volver a confiar en un hombre por un tiempo. Tan sombrío fue aquel vínculo que se llegó a decir que él quiso venderla por diez mil dólares a un jeque árabe.Su madre, que no había sido una buena consejera, le había insinuado que lo normal era la infelicidad en el matrimonio. Impactada por esta imagen e influenciada por su progenitora, Collins supuso que Reed era lo único posible para alcanzar algo parecido a la plenitud amorosa. Sin embargo, lejos estaba de eso.Como un sino trágico, también un alto jerárquico de la Fox quiso asediarla. En un forcejeo en la oficina del mandamás, Collins pudo salir corriendo evitando algo peor y perdiendo su papel. Luego de la separación con Reed, éste la siguió persiguiendo y hasta la habría extorsionado con unas fotografías de ella desnuda.Volver a empezarDespués de aquella relación nacida en el horror, sentía que el amor sincero era una utopía novelada, razón por la cual había decidido volcar todas sus energías en su carrera artística. En 1962, encabezó el elenco de Dos frescos en órbita con Bob Hope y Bing Crosby, trabajo que le deparó muy buenas críticas y una confirmación de su cartel estelar.Joan Collins (IMDB/)Eran tiempos donde no buscaba comprometerse y solo establecer amoríos pasajeros con playboys y muchachitos de fortuna como Nicky Hilton, integrante de la familia responsable de la famosa marca internacional de hoteles o Sidney Chaplin, el heredero del gran cómico.Poco a poco, Collins se convertía en estrella y su fama de mujer de libertades amatorias se iba corriendo como reguero de pólvora. En ese tiempo, el listado de amantes confirmados y no tanto es sorprendente: Arthur Loew, hijo de un productor de cine, y James Dean, conformaban el inventario. En cambio, a Richard Burton lo rechazó cuando el actor la sedujo estando casado. El productor Darryl Zanuck la habría manoseado y ella escapado, luego de haberle propinado una cachetada. Cuando rodó con Harry Belafonte, el actor la enamoró, pero la cosa no pasó de susurros en la filmación de Island in the Sun.Robert Wagner y el productor George Englund, precedieron a Warren Beatty, una máquina sexual que hablaba por teléfono mientras hacía el amor, según confesó Collins. En ese tiempo, ella rechazó hacer Cleopatra, cuando Liz Taylor estuvo enferma. Sin embargo, su compañera nunca le agradeció el gesto y eso marcó el futuro vínculo de ambas.La princesa Margarita junto a Collins y Warren BeattyLuego de tanto ajetreo y camas efímeras, y ya separada de Beatty, el músico y actor británico Anthony Newley logró flecharla de manera tal que la bella Collins decidiera reincidir en el amor con formalismos. Él venía de romper con Ann Lynn y de perder un hijo como consecuencia de una enfermedad congénita.En 1963, Collins y Newley se unieron y duraron juntos hasta 1971. El matrimonio significó para la actriz la posibilidad de encontrar el equilibrio emocional en su vida, luego de aquel traumático vínculo con su marido anterior. Joan y Anthony fueron padres de Tara, presentadora de televisión, y Alexander “Sacha”, prestigioso fotógrafo. Entre un embarazo y otro, Joan perdió un bebé, hecho que la marcó y la sumió en una depresión.Joan Collins y Anthony Newley, unidos entre 1963 y 1971 (Silver Screen Collection/)A pesar del buen matrimonio con Newley, ella no pudo con su genio y se dejó llevar por su deseo: Ryan O’Neal, Frank Sinatra, Sammy Davis y Peter Law Ford fueron algunos de los famosos involucrados. Poco antes de nacer su segunda hija, la relación con su marido se hizo trizas: los rumores de infidelidad habían llegado a él.Fiel a su estirpeA Ronald Kass todos lo conocían por Ron. Talentoso como pocos, su instinto lo llevó a convertirse en un gran productor, un ejecutivo del mundo de la música y a manejar la carrera de The Beatles. Pero, además, en su vida privada se jactó de ser el tercer marido de Joan Collins.El matrimonio duró entre 1972 y 1984, y tuvo como descendiente a Katyana Kass, quien siguió los pasos artísticos de su madre. La hija de Joan y Ron nació el mismo año de la concreción de la pareja, razón por la cual muchos afirmaron que, si Collins no hubiese quedado embarazada, jamás habría estado con ese hombre al que alguna vez definió como “siempre con depresión”. De todos modos, la relación duró doce años, lapso nada efímero en sus promedios amatorios.Joan Collins y Ronald Kass, un matrimonio que a ella le duró mucho más que los anteriores (Ron Galella/)También es cierto que la estelaridad de Collins era tan apabullante y su agenda tan cargada que resultaba imposible compatibilizar con la vida familiar. Kass, cansado de esa ilusoria sensación del matrimonio, decidió poner fin al vínculo. Cuando esto sucedió, su esposa llevaba tres años interpretando a Alexis en la serie Dinastía, la ficción que la catapultó a famas siderales y acaso la gran culpable del distanciamiento del matrimonio.Amor en Las VegasEn 1985, un año y medio después de haberse separado de Ron Kass, la actriz, ya con el rango de diva, contrajo enlace con el cantante sueco Peter Holm. La ceremonia se llevó a cabo el 6 de noviembre de ese año en Las Vegas, la ciudad del juego y la diversión nocturna le daba el marco perfecto al exótico enlace. Joan Collins y Peter Holm, y una nueva boda para la actriz (Tom Wargacki/)La pareja no solo se unió afectivamente, dado que él se convirtió en su manager y en el responsable de cerrarle algunos contratos importantes. Además, Holm fue el productor de dos series protagonizadas por ella. Sin embargo, poco a poco, la sensación de tormento se fue apoderando de la pareja.Cansado, el músico sacó los trapitos al sol para festín de la opinión pública. Los argumentos eran curiosos, el hombre afirmaba que el personaje de Alexis se había apoderado de su esposa. Parece ser que Collins no dudaba en revolear vajilla por el aire o enfrentarlo a los gritos con prepotencia. “Fue la persona más combativa que he conocido”, argumentó ella en su defensa. Pronto, todo se hizo trizas y las demandas mutuas fueron in crescendo. A tal punto llegó el enfrentamiento que, en 1986, ella recibió una orden de restricción.Holm no dudó en intentar anular un contrato pre nupcial que solo le permitía obtener el 20 por ciento de las ganancias de ella. Fue tal el desquicio que el músico aprovechó a sus fans para desprestigiar a su mujer.Joan, por su parte, contrató a un abogado mediático, quien no dudó en interrogar a una supuesta amante de Peter, quien se desmayó en el estrado a la hora de ser indagada. Finalmente, como era de esperar, la pareja se divorció, él no percibió más de lo que le correspondía por acuerdo previo al enlace y la diva comenzó a referirse a él como “El Sueco”. Todo dicho.Sonata otoñalSin dejar de recurrir a algún pasatiempo ocasional, lo cierto es que Collins decidió pasar a cuarteles de invierno y no volver a formalizar con nadie. Cuatro matrimonios fallidos, unos cuantos amantes desperdigados en los sets de la poderosa industria del entretenimiento, tres hijos que la juzgaban una y otra vez, y una fortuna que se contaba por millones y que deseaba resguardar, fueron causas suficientes para cierto letargo entre las sábanas.Sin embargo, en 2001 se cruzó Percy Gibson, una manager de teatro, 32 años menor que ella, que logró moverle la estantería. Ella tenía 68 y el tan solo 36. Si lo suyo nunca fue pasar inadvertida, lo cierto es que el matrimonio con Gibson fue comidilla en buena parte del mundo. Si a Joan no le importó, a Percy, mucho menos.Collins junto a su actual marido, Percy Gibson (Grosby Group/)La ceremonia del enlace entre Joan y Percy se llevó a cabo en el hotel Claridge´s de Londres. Ella lució un modelo diseñado por el prestigioso Nolan Miller, quien la había vestido a lo largo de las temporadas de Dinastía. La tertulia contó con 180 invitados, entre los que figuraban los tres hijos de Collins y celebridades como Michael Caine y Roger Moore.Aquel ramo conformado por lilas y jazmines que Joan arrojó a los invitados fue el augurio de la buena suerte de la pareja que sigue unida hasta hoy. Touché para los incrédulos agoreros. Tres hijos, tres nietos, cinco maridos, cuatro divorcios, ¿decenas de amantes? 60 películas y 15 obras de teatro, activa militante en las campañas de concientización sobre el VIH, Oficial de la Orden del Imperio Británico. Saldo a favor para la leyenda. View this post on Instagram A post shared by Joan Collins (@joancollinsdbe)En medio de la pandemia del Covid, se los ha visto cenar junto a amigos en común. Ella, espléndida a sus 88 luce con elegancia su colección de tapabocas con brillos. Percy, todo un caballero, la conduce de la mano cada vez que algún flash la obnubila. La quinta boda parece haber sido la definitiva, pero con Joan Collins nunca se sabe. El iracundo fantasma de Alexis Carrington siempre puede hacer de las suyas.

Fuente: La Nación

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El economista José Luis Espert criticó la política económica del Gobierno y los intereses detrás de algunas medidas oficiales. En ese sentido, afirmó que “no hay dudas” del interés que tiene un sector del Poder Ejecutivo con Aerolíneas Argentinas. “El objetivo lo cumplieron, es que Aerolíneas sea un monopolio cerrado”, en detrimento de otras empresas de cabotaje, explicó Espert.En diálogo con José Del Río, por LN+, el dirigente liberal advirtió que en la misma línea se han realizado otros “negocios” como el Estadio de Santiago del Estero y el salvataje de un empresario. “Se gastaron varios cientos de millones de dólares en el Estadio de Santiago del Estero”, denunció. “Salvaron a un empresario que quebró por hacer malos negocios con Venezuela”, dijo sobre la firma Impsa, recientemente asistida por el Estado. Y apuntó contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof: “’Se ha gastado miles de millones de pesos en hacer esto de hacer las mini gobernaciones en las ciudades más importantes de la provincia, en lugar de comprar más vacunas”.Para que se hagan las cosas que hay que hacer que son de todo el sentido la gente tiene que votar a la gente defendemos sin verguenza las reformas que hay que hacer cosas que no se discuten en el mundo, el comercio, tener un estado de un tamaño razonable, tener leyes laborales la creación de empleo en blanco “Hay una mezcla de perversión en cuanto al poco cuidado que ha tenido el gobierno con la salud, y también son brutos”, consideró.José Luis Espert opinó sobre la restricción de vuelos: ’”Es un gobierno de animales, brutos, ignorantes, por como nos han tratado con el tema de la salud. Han gastado millones de dólares en cualquier cosa menos en lo que debería haber gastado”.

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Aquí no hay grieta. Pesimista u optimista, la sociedad argentina comparte en su mayoría una visión fatalista del futuro. El futuro está dado, y, estemos “condenados al éxito” o resignados al fracaso, el determinismo hace irreversible lo que ya está escrito en piedra.Varados en un presente angustiante, hay sobradas razones para el pesimismo. Aún en medio de la pandemia, con muchas familias de luto o pendientes de la recuperación de un ser querido, una gran parte de la sociedad argentina padece las consecuencias desoladoras de la degradación económica y social. O porque son parte de los nuevos pobres, en una economía estancada con ingreso per cápita declinante e inflación en alza, o porque con espanto se sienten arrastrados a la condición de excluidos en un país que pierde empleo privado y donde las prebendas del empleo público o el acceso a un plan de asistencia estatal empiezan a insinuarse como el destino alternativo de algunos escogidos. El oficialismo ha explicitado el norte del destino político que asume fijado para la Argentina: reforma constitucional, democracia plebiscitaria con orientación autocrática y un capitalismo con amigos digitado por el Estado (el “socialismo del siglo XXI” no cree en la propiedad colectiva, sino en la propiedad oligárquica). Los más consecuentes con esa agenda son los más consustanciados con el dogmatismo determinista. Para ellos, la Argentina no tiene opciones. O será populista (según la acepción institucional del concepto) o no será nada. Los alineamientos internacionales en política exterior, así como las políticas internas de mayor intervención y la reasignación forzada de derechos de propiedad como parte de las prebendas públicas, aunque resistidas por amplias franjas de la población, son políticas consecuentes con la visión fatalista del futuro que domina el núcleo duro del Frente de Todos.Pero en la oposición también hay fatalismo. Se plantea el cambio y el futuro casi con resignación. Como si la experiencia frustrada del pasado cercenara las posibilidades de analizar y discutir los cambios necesarios y posibles del futuro. Se solapan los diagnósticos descriptivos de nuestra decadencia secular, pero hay escepticismo en la propuesta de las terapias que pueden transformar la realidad. ¿Es modificable el curso de esta realidad decadente para quienes defienden los valores de la república y promueven el desarrollo inclusivo con eje en la inversión privada y el valor agregado exportable? ¿Es posible ganar elecciones si uno reniega de propuestas demagógicas de corto plazo y abreva en planes fundados en consensos básicos de largo plazo? ¿Es posible lidiar con la trama de privilegios y “derechos adquiridos” en una sociedad nostálgica de su pasado de grandeza y adoctrinada en que “los otros” son culpables de sus males? La primera actitud para articular una oferta electoral alternativa y exitosa es convencerse y convencer a muchos argentinos decepcionados de que el futuro argentino no está dado, no está escrito en piedra. Se puede cambiar con lo que hagamos o dejemos de hacer en el presente. No somos autómatas manipulables en un engranaje colectivo con destino dado. Como protagonistas del porvenir que labramos, construimos el futuro a partir de lo que hacemos o dejamos de hacer en el presente.Desde épocas remotas, el ser humano y las sociedades se inquietan y angustian frente a la incertidumbre que abre el futuro. El oráculo de Delfos era, sin lugar a dudas, el conducto divino más apreciado en la Grecia clásica para consultar el futuro con los dioses. Según el modo de pensar griego, beber de la fuente délfica del conocimiento del futuro se veía como beber el elixir confirmatorio del destino de un gran poder político y militar. Pero se consultaba a los oráculos (y, a menudo, se manipulaban sus mensajes de repuesta) con la convicción de que el destino era fatal. Ya en los tiempos de Roma, Cicerón hizo una crítica aguda sobre el valor práctico de la adivinación del futuro. Refutando argumentos de su propio hermano Quinto, en la segunda parte de De Divinatione, Cicerón comienza distinguiendo la adivinación del conocimiento obtenido a través de los sentidos (la observación metódica), y amplía este razonamiento al atacar el determinismo implícito en la adivinación. Supongamos que se pudiera intuir el futuro por medios extraordinarios. Esto solo sería posible, según Cicerón, si se hubiera escrito el guion de mañana. Si el destino estuviera sellado, entonces, conocerlo sería, en el mejor de los casos, redundante y, en el peor, nos haría del todo desdichados. Si el futuro está escrito en piedra, para qué conocerlo. Si nos es favorable, no se puede anticipar, y, si nos es adverso, no se puede cambiar. En el siglo XX, Bertrand de Jouvenel, refutando el fatalismo determinista sostuvo que el futuro estaba abierto a alternativas condicionadas de futuros posibles (“futuribles”). Las sociedades, advirtió el politólogo y economista francés, se resisten a que el porvenir sea absolutamente desconocido; más bien prefieren que sea preconocido. Crean instituciones, conceden poderes al Estado y planifican el futuro, para acotar la incertidumbre que domina un futuro que está abierto a distintas posibilidades. Para Jouvenel, todo poder es de alguna manera poder sobre el porvenir. Porque el poder es capacidad de acción que afecta al porvenir, y no solo al más inmediato presente. La previsibilidad institucional y el respeto a las reglas de juego políticas facilitan el tránsito desde el presente a la construcción de uno de los futuros posibles y deseables.El futuro del mundo interdependiente y global, y el futuro de la Argentina no están predeterminados, ambos están abiertos a escenarios alternativos. Vamos forjando el futuro a partir del presente, y es fundamental tenerlo en cuenta, no solo para adecuar previsiones y acotar la incertidumbre que domina el porvenir, sino también para fijar las metas, los planes y agendas alternativos que nos permitan alcanzar un futuro posible y mejor para todos.Cuando la Argentina en el siglo XIX devino una nación moderna, tuvo un proyecto de futuro. Cuando ese proyecto quedó trunco (la crisis institucional de 1930 marcó el punto de inflexión), el futuro cedió jurisdicción a reivindicaciones presentes, más consustanciadas con situaciones de injusticia pasada que con objetivos comunes de cara al mañana. El optimismo por un futuro de grandeza fue cediendo lugar al pesimismo nostálgico por un pasado perdido. Las elecciones de este año y las de 2023 ponen a prueba el fatalismo argentino. En Ensayo sobre la ceguera, José Saramago escribe: “Sin futuro el presente no sirve para nada, es como si no existiera”. Los desencantados con el rumbo y el determinismo del relato oficial tienen que recuperar la esperanza en otro futuro posible. Habrá necesidad de acuerdos básicos y habrá necesidad de reconstruir confianza y consensos. La república y el desarrollo inclusivo no están dados ni están asegurados, pero es uno de los “futuribles” hacia donde encauzar decisiones individuales y energías colectivas para poder alcanzarlos. Después de todo, fue el italiano Antonio Gramsci, tal vez el más controversial de los pensadores marxistas del siglo XX, quien, tomando distancia del determinismo axiomático del materialismo dialéctico, sostuvo que los esfuerzos colectivos para consolidar consensos y sumar energía social pueden cambiar el rumbo. No hay rumbo irreversible cuando el futuro no está escrito en piedra.Doctor en Economia y en Derecho

Fuente: La Nación

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Hace ya bastante tiempo que numerosas entidades públicas y privadas, organizaciones de la sociedad civil y legisladores de signo político variado vienen reclamando la sustitución del actual y perimido sistema de votación electoral de nuestro país por el de la boleta única de papel. A esa fuerte y más que justificada demanda por dotar de transparencia el proceso, garantizando el derecho al voto y favoreciendo la calidad de los comicios frente a arraigadas prácticas corruptas, se suma hoy otro argumento de peso: la pandemia por coronavirus, que exige cuidados sanitarios extremos, podría derivar en el fin de un sistema defectuoso que usan tan solo 16 países en el mundo y del que suelen sacar partido punteros inescrupulosos y facciones políticas acostumbradas a la manipulación, cuando no al fraude electoral.En nombre de la pandemia, ya se corrieron las fechas de las elecciones previstas para este año, lo que pareció más una forma de ganar tiempo para resolver problemas de gestión y de internas políticas que para pensar seriamente en ofrecer garantías a los ciudadanos con el fin de que los comicios se realicen en tiempo y forma como ya lo han hecho numerosos países. La boleta única de papel reduce el tiempo de votación, los contactos de los votantes con multiplicidad de papeletas y el lugar físico que se necesita para sufragar, que hoy debe ser espacioso y aireado, entre otros protocolos que deberán ser aplicados rigurosamente. Además, evita la tradicional distribución de boletas tanto en sedes partidarias como en lugares de votación, reduciendo así la necesidad de recursos humanos y facilitando enormemente las tareas de fiscalización.Si antes de la pandemia era imperiosa la instrumentación de la boleta única de papel, hoy resulta impostergable. En el Congreso descansan varios proyectos en la materia. Los suscriben tanto diputados del oficialismo como de la oposición. El último es de marzo de este año.Afortunadamente, son muchos los que no bajan los brazos y apuestan a mejorar la calidad de nuestra vilipendiada democracia. Con posterioridad a la crisis de 2001, un grupo de ciudadanos decidió comprometerse a generar los cambios que nuestro sistema político demanda en pos de robustecer el sistema institucional, promoviendo el diálogo y el debate entre distintas posturas. Así nació la Red de Acción Política (RAP), una organización de la sociedad civil, apartidaria, responsable de haber impulsado la última iniciativa en la Cámara de Diputados, de la mano de una veintena de legisladores.Desde ese espacio también se lanzó una petición a través de la página Change.org para sumar adeptos al reclamo. “Necesitamos hacer algo. La boleta única de papel tiene menor costo (el Estado se ahorraría 3000 millones de pesos), tiene menor impacto ambiental y, por sobre todas las cosas, brinda mayor transparencia a las elecciones”, dice Claudio Bargach, de la Red Ser Fiscal, en el referido petitorio que, al cierre de esta edición, sumaba más de 65.000 avales.Otra de las instituciones que adhieren a la iniciativa es el Foro de Convergencia Empresarial, que desde 2014 viene planteando la necesidad de introducir mejoras en el sistema electoral argentino para otorgarles mayor transparencia al proceso electoral e igualdad de oportunidades a todos los partidos.Hay muchas más adhesiones como las que, en su momento, quedaron reflejadas en un documento del Club Político Argentino, entre ellas, las de Poder Ciudadano, Cippec, la Asociación Conciencia, la Asociación Civil por el Acceso a la Justicia (ACIJ) y Directorio Legislativo.Desde estas columnas, hemos expresado reiteradamente nuestro apoyo al nuevo sistema electoral, que se viene utilizando en Santa Fe, Córdoba y San Luis. También la usan los argentinos que residen en el exterior y quienes sufragan en las cárceles.Defender la calidad institucional implica manifestar en la práctica la voluntad de transparentar los procesos, y los legisladores, parte interesada en estas delicadas cuestiones, tienen hoy la responsabilidad de velar por ella. Aprobar este cambio tan fundamental también contribuye a erradicar nefastas prácticas como las del llamado “voto cadena” o el robo de boletas.Seguir contemplando la inclusión de sellos partidarios que tienen por único objetivo recibir recursos de todos los ciudadanos va en detrimento de los limitados fondos de un Estado de por sí quebrado que no puede darse el lujo de malgastar lo que no ha sabido o querido proteger. El ahorro que importaría el cambio de sistema podría destinarse a adquirir vacunas contra el Covid, realizar más testeos y sumar equipamiento sanitario. No hay ya motivos valederos para que sigamos votando con el sistema actual de boleta partidaria.Impulsar la aprobación del proyecto para que su uso rija desde los próximos llamados electorales de este año resulta perentorio. En un país con un altísimo nivel de confrontación, que políticos de diferentes partidos puedan dialogar, trabajar en forma conjunta y arribar a acuerdos como el citado ofrecería un excelente ejemplo al conjunto de la ciudadanía y significaría un claro compromiso por incrementar los niveles de transparencia y por fortalecer nuestro sistema democrático.

Fuente: La Nación

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Ciudad de méxico (ap) — el entrenador argentino gerardo martino ha escuchado las críticas que le han hecho por llamar a su compatriota rogelio funes mori a la selección mexicana, pero ha hecho oídos sordos a ellas y el martes afirmó que haberlo convocado le da jerarquía al ataque mexicano.Funes Mori, quien se naturalizó mexicano hace un par de semanas, se apresta para debutar con la casaca azteca en uno de los dos partidos amistosos que se avecinan, el primero ante Panamá, el miércoles, y el otro ante Nigeria, el sábado.Algunos ex jugadores de selección nacional como Hugo Sánchez y Jared Borgetti han sido algunas voces que se han manifestado en contra del llamado del “Mellizo”.“En una selección siempre se abre a la opinión, el debate y el tener opiniones distintas”, dijo Martino en una rueda de prensa “Todo el mundo tiene derecho a opinar y expresar su gusto o reprobación, no es algo nuevo o incorrecto, mucho menos exfutbolistas de selección que hoy son periodistas y tienen que opinar”.Funes Mori, quien requirió un permiso de FIFA para poder jugar con México luego de vestir en una ocasión la camiseta de la selección absoluta de Argentina en el 2012, comenzó a entrenar con el combinado tricolor desde la semana pasada.“Entrena con mucha ilusión y es un futbolista que seguramente va a elevar la vara de la competitividad, hay muchos jugadores en ese puesto, algunos con más experiencia y otros más jóvenes que vienen creciendo”, dijo Martino. “Me parece que la presencia de él (Funes Mori) jerarquiza la competencia”.La presencia de Funes Mori se volvió más importante para los mexicanos por la fractura de cráneo que sufrió su goleador Raúl Jiménez y que lo tiene alejado de las canchas desde finales del año pasado.En los amistosos pasados, Martino probó a Henry Martín y a Alan Pulido en el puesto de nueve, pero ambos quedaron a deber.Pulido recientemente sufrió una lesión en el pie que requirió puntos de sutura, pero Martino dijo que no pone en duda su participación en la Copa de Oro.“En el caso de Pulido no hay ninguna posibilidad por el tipo de lesión que tiene de que no esté en la competencia”, agregó Martino. “Si no surgen otro tipo de inconvenientes, Pulido estará apto para la competencia”.Esa es una buena nueva en el campamento tricolor, donde las lesiones de los delanteros José Juan Macías y Rodolfo Pizarro aunadas a la de Jiménez, han disminuido el potencial de la ofensiva.Martino reconoció que probablemente a esos lesionados se una el volante Andrés Guardado, pero aún están evaluado si conviene mantenerlo en la plantilla para la Copa de Oro.

Fuente: La Nación

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WASHINGTON (AP) — La Cámara de Representantes aprobó el martes una iniciativa que quitaría del Capitolio el busto de Roger Taney, el presidente de la Corte Suprema conocido por una decisión a favor de la esclavitud, así como las estatuas de Jefferson Davis y otros que sirvieron a la Confederación.La iniciativa fue aprobada con 285 votos a favor y 120 en contra. Todos los representantes demócratas y 67 republicanos votaron a favor. El año pasado, una iniciativa similar fue aprobada en la Cámara de Representantes, pero no logró apoyo en el Senado. Los proponentes esperan un resultado diferente ahora que el presidente Joe Biden está en la Casa Blanca y los demócratas tienen mayoría en el Senado.La votación sucede en el contexto de una conciencia más extensa en Estados Unidos en cuanto al racismo, lo que ha provocado la reconsideración de las estatuas y otros símbolos que dan valor a quienes defendieron el supremacismo blanco. Algunos manifestantes que condenaban el racismo vandalizaron monumentos confederados en varias ciudades el año pasado, lo que provocó que muchos fueran quitados. Pero muchos otros siguen en puestos de honor, incluido el Capitolio de Estados Unidos.El representante demócrata Hank Johnson dijo que las estatuas confederadas mandan un mensaje a las personas de raza negra de que sus vidas no son valoradas porque quienes son honrados “defendían la propuesta de que eras casi humano”.“Es una afrenta personal para mí, como un hombre negro, caminar por ahí y ver estas figuras, verlas con la cabeza bien alta, observando como si fueran visionarios y como si hubieran hecho algo increíble. No, hicieron algo que fue muy hiriente para la humanidad”, dijo Johnson.El busto de Taney sería reemplazado con uno de Thurgood Marshall, el primer juez de raza negra en servir en el máximo tribunal del país. El busto de Taney, de mármol y de 60 centímetros (2 pies) de altura, está afuera de una sala del Capitolio en donde sesionó la Corte Suprema de 1810 a 1860. Fue en esa sala que Taney anunció el fallo Dred Scott, a veces calificado como la peor decisión en la historia de la corte.La Corte Suprema aseveró que Scott, siendo un hombre de raza negra, no era un ciudadano y, por lo tanto, no tenía derecho a demandar, y determinó que la ley que restringía la esclavitud en ciertos territorios era inconstitucional.Otras tres estatuas que rinden homenaje a supremacistas blancos —entre ellas la del ex vicepresidente John C. Calhoun— también serían retiradas inmediatamente en virtud de la legislación. A más largo plazo, el arquitecto del Capitolio tendría instrucciones de identificar cualquier otra estatua que represente a quienes sirvieron en los Estados Confederados de América para retirarla de la exhibición pública.Las estatuas volverían a los estados que las enviaron. La estatua de Davis, por ejemplo, sería devuelta a Mississippi.

Fuente: La Nación

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BOGOTÁ (AP) — Nairo Quintana, excampeón del Giro de Italia y la Vuelta a España, y Rigoberto Urán, medalla de plata en la prueba de ruta de los Olímpicos de Londres, encabezan el fuerte equipo que presentará Colombia en los Juegos de Tokio.Quintana ganó el Giro de 2014, fue subcampeón en el de 2017, terminó segundo en el Tour de Francia en 2013 y 2015 y se adjudicó la Vuelta a España de 2016 mientras Urán además de la medalla olímpica, figuró segundo en el Giro de 2013 y 2014.Otra figura del grupo que escogió el entrenador Carlos Mario Jaramillo es Esteban Chávez, subcampeón del Giro de Italia en 2016 y tercero en la Vuelta a España de ese año.Daniel Felipe Martínez, gran aliado de Egan Bernal, campeón del pasado Giro de Italia, también fue seleccionado por Jaramillo al igual que Sergio Andrés Higuita.Bernal en proceso de recuperación de una dolencia en la espalda y con el plan de participar en la Vuelta a España, renunció a intervenir en los olímpicos.Miguel Ángel López, otro especialista en tramos de alta montaña, optó por la Vuelta a España.Todos brillan en ruta montañosa y participan en el Tour de Francia antes de viajar a Tokio.La competencia de ruta de 234 kilómetros terminará con el ascenso al monte Fuji, a 3.776 a metros sobre el nivel del mar.

Fuente: La Nación

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Aunque la Corte Suprema ha calificado inicialmente al derecho de propiedad como “absoluto y perpetuo” (caso Sastre, 1924), luego ha reconocido que –como todos los derechos– se encuentra sometido, en su ejercicio y modalidades, a las reglas y limitaciones indispensables al orden social y al bien común (Banco Hipotec., 1948), siendo por ello “susceptible de razonable reglamentación” (Nealon, 1961).La reglamentación nunca podría conspirar contra la existencia misma del derecho que se regula, porque lo accesorio no puede desnaturalizar lo principal. Una cosa es que el Estado aplique determinados impuestos sobre un bien de un ciudadano como parte de su regulación, y otra muy distinta es que aquel disponga de ese patrimonio privado como si fuese público, propio del gobierno. Esto está, por regla, absolutamente prohibido. Como excepción, la Constitución autoriza al Estado, extraordinariamente y en forma limitada, a apropiarse de bienes privados, únicamente “por causa de utilidad pública”, debiendo para ello seguir forzosamente el riguroso procedimiento legal de la expropiación, que de ningún modo autoriza a “disponer arbitrariamente de la propiedad de una persona para darla a otra” (Municipalidad c/ Elortondo, 1888).Lo anterior es una clara manifestación de la seguridad jurídica, reconocida como una “imperiosa exigencia del régimen de la propiedad privada”, que debe ser continuamente reforzada por los tribunales de justicia para evitar el “grave trastorno a las relaciones patrimoniales” (Rasspe Sohne, 1961).La disponibilidad pública de la propiedad privada conecta con tres principios propios del sistema republicano de gobierno, reconocidos por la CSJN: la razonabilidad es requisito de toda decisión estatal para conservar su validez (Arenzón, 1984); las atribuciones de las autoridades públicas están limitadas por la ley y sujetas a control (voto del Dr. Rosatti en Municipalidad de Junín, 2020); y la ilegalidad o arbitrariedad manifiestas autorizan la intervención del Poder Judicial para declarar la nulidad de los actos contrarios al derecho (Comunidad Indígena del Pueblo Wichi, 2002).Si en nuestro país conservamos la institucionalidad, entendiendo aquella como la materialización del sistema de división de poderes en el marco del sistema de gobierno republicano y representativo que –como dijo la Corte– se funda en el respeto a la ley como expresión de las mayorías y en el respeto a la Constitución como garantía de las minorías, no hay margen para ningún sonoro “¡Exprópiese!”.Deben repicar dos claros mensajes a oídos de la sociedad, cualquiera que sea el quantum que sienta amenazado con recuerdos pasados, eslóganes presentes o anuncios futuros. Primero, la Corte ha fijado como estándar que ella debe decidir todos los expedientes en que pueda estar comprometido algún principio constitucional, sin que eso se mida por la cantidad de dinero implicada en los litigios, porque, ha dicho, “una cuestión de unos pocos centavos puede afectar todo el sistema de la propiedad y quizás todo el sistema constitucional” (Anadón, 2015).Por último, que la inviolabilidad de la propiedad privada es una garantía que la Constitución consagra y cuya intangibilidad e incolumidad es un deber de la Corte proteger contra los avances del poder, aun en casos de emergencia (voto del Dr. Fayt en “Massa” de 2006, “Emm SRL” y “Della Ghelfa” de 2007).

Fuente: La Nación

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Crear una sociedad del Estado para administrar la principal vía navegable de comercio exterior que tiene el país, como es la Hidrovía del Paraná, sería un grave error. Por varias razones, pero la más relevante es que la Argentina no puede seguir aumentando el tamaño de un Estado absolutamente ineficiente.Si el Estado hoy no puede garantizar seguridad, justicia, salud ni educación, a pesar de los 170 impuestos que cobra, ¿por qué el kirchnerismo piensa que podría hacerse cargo de la administración y mantenimiento del canal fluvial por el que pasa el 80% de los granos y derivados que exportamos, además del 100% de los automóviles transportados por agua, el 90% del movimiento de contenedores y la provisión de combustible?La prueba más fehaciente la vemos con Aerolíneas Argentinas, empresa estatal que le cuesta a los ciudadanos un déficit millonario por la falta de eficiencia y el exceso de burocracia. Podemos discutir si hay que tener o no una aerolínea de bandera, lo que no podemos seguir discutiendo es el aumento del peso del Estado sobre los bolsillos de los argentinos.El Estado no puede ser omnipresente ni todopoderoso, más aún cuando falla en el suministro de servicios básicos como los mencionados. Entonces, realmente estatizar la Hidrovía, como quiere el kirchnerismo, sólo serviría para transformar un negocio que debería ser competitivo y eficiente en una oficina de La Cámpora o el Instituto Patria.Y acá, lamentablemente, no veo a ninguna autoridad de las provincias plantándose contra el gobierno de la Nación para defender esta vía estratégica no sólo desde el punto de vista logístico, sino también desde una postura más integral que contemple los puestos de trabajo y la producción que genera la hidrovía, que, de quedar en manos del Estado, es claro que mucho de todo eso se perdería porque el riesgo de que el volumen de negocios descienda es alto.En diciembre de 2019, el gobierno de Mauricio Macri dejó listo el pliego para la licitación internacional con el plan de obras necesarias. Éste había conllevado dos años de investigación y debate con toda la comunidad portuaria y permitía un ahorro de 250 millones de dólares al año para los argentinos. Pero durante todo 2020 no se avanzó absolutamente en nada y en mayo pasado, se venció la concesión actual (que comenzó en 1995). Así, lejos de optar por un proceso de licitación, el gobierno de Alberto Fernández decidió emitir un Decreto de Necesidad y Urgencia, en el que prorrogó por 90 días el sistema actual que es ineficiente y muy costoso (solo entre 1995 y 2015, el Estado argentino tuvo que pagar 450 millones de dólares entre multas y subsidios), y, además, propuso crear una sociedad del Estado.No es de extrañar que Fernández, un presidente que avala la ocupación de terrenos privados y la intervención de empresas y no condena regímenes autoritarios como los de Venezuela o Nicaragua, llame a fomentar este tipo de estatizaciones. Es el sello propio del populismo: concentrar todos los recursos en el Estado hasta quedarse sin recursos y ahí buscar culpables ajenos. Mientras tanto, el país se aísla del mundo, se empobrece y expulsa el capital privado, que es el único generador de riqueza y puestos de trabajo genuinos.Por eso, es imperioso que tanto los gobernadores como los senadores nacionales de las provincias involucradas levanten su voz para decirle “No a la estatización de la Hidrovía” y frenar este nuevo atropello del kirchnerismo. Creo que todos juntos podemos inclinar la balanza a favor de una licitación internacional que brinde certidumbre, profesionalismo y transparencia en la gestión y mantenimiento de esta estratégica vía navegable.Diputado Nacional de Juntos por el Cambio – Vicepresidente del Pro

Fuente: La Nación

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no cesa en su afán por diferenciarse de su predecesor, Donald Trump, quien ahuyentó a los aliados y profundizó diferencias con sus adversarios históricos. La administración Biden ha comenzado rápidamente a reinsertarse como protagonista del multilateralismo no solo por solidaridad, sino para recuperar su liderazgo.A tales fines organizó una apretada y cuidadosa agenda de ocho días que comenzó en Cornualles, al sudoeste de Inglaterra, para seguir en la cumbre de la OTAN en Bruselas con líderes de la Unión Europea y, finalmente, en Ginebra con el presidente ruso, Vladimir Putin, en momentos en que diversos analistas califican como los peores en las últimas tres décadas de las relaciones entre EE.UU. y Rusia.Ambos países habían optado por retirar a sus embajadores y reducir sus cuerpos diplomáticos a la mitad, además de mantener un duro intercambio: Biden calificó a Putin de “asesino” y Putin le respondió asegurando que “se necesita ser uno para reconocer a otro”.El balance de la cumbre permite concluir que hubo logros modestos, como la decisión de reincorporar a los embajadores de ambos países a sus puestos y la creación de grupos de trabajo sobre ciberataques, quizá el mayor punto de discordia entre Washington y Moscú.Entre los resultados de la gira por el continente europeo se encuentra la presentación y el apoyo a la iniciativa Build Back Better World (Reconstruir un Mundo Mejor), que el presidente Biden describió como un proyecto global de infraestructura que busca contrapesar el megaproyecto chino Belt and Road Initiative (Iniciativa de la Franja y la Ruta), que potencia la conectividad entre Europa y Asia, con reminiscencias de la Ruta de la Seda.También se logró un acuerdo para donar la suma de mil millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 a los países más pobres, que fue firmado por los líderes del Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá y Estados Unidos.En el plano interno, Biden se ha concentrado en rescatar a la economía estadounidense mediante el apoyo a los hogares y al comercio mientras continúa con la exitosa campaña de vacunación.El presidente estadounidense ha rectificado el rumbo que jamás debió perderse entre naciones que comparten los mismos valores y los mismos intereses. Su mensaje más enfático es que su país apuntalará el sistema democrático mundial y actuará en contra del autoritarismo y las autocracias como guía de su política exterior.

Fuente: La Nación

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