La campaña de vacunación mundial contra el Covid registra al 10 de Julio unas 3.357.271.843 dosis suministradas contra el coronavirus, de las cuales 203.486.649 se dieron en América del Sur. En la Argentina, el número alcanza a 24.048.381 aplicaciones.La aplicación de vacunas contra el coronavirus avanza a distinta velocidad en los países. En este sentido, China encabeza el ranking mundial de inoculación con 1.354.226.000 dosis aplicadas. Luego le siguen, India con 368.991.222 dosis y Estados Unidos con 332.345.797 dosis.Sin embargo, cuando se comparan las aplicaciones de acuerdo a la densidad poblacional de cada país, se observa que Malta lidera el listado con 1.638.186 dosis por millón de habitantes; en segundo lugar se ubica Emiratos Árabes Unidos con 1.602.664; y en el tercer puesto se encuentra Bahrein con 1.546.983.En este ránking internacional, la Argentina se ubica en el puesto 17 en relación a la cantidad de dosis aplicadas, pero su posición desciende a la posición 61 si se analiza el número de inoculaciones cada millón de habitantes.
En la lucha contra el coronavirus se incluyen las siguientes vacunas: Pfizer/BioNTech, Moderna, Sinopharm, Oxford/AstraZeneca, Covishield, Sinopharm/Beijing, Sputnik V, Sinopharm/Wuhan, Sinovac, Sinopharm CNBG.Toda la información sobre vacunas en el mundoLa vacunación contra el Covid en la ArgentinaLa vacunación en el país registra al 8 de Julio, un total de 24.048.381 dosis administradas, de las cuales 19.162.483 personas recibieron una dosis y 4.885.898 recibieron ambas aplicaciones.Las provincias con mayor cantidad de vacunas aplicadas son Buenos Aires con 8.998.723, CABA con 2.055.992 y Córdoba con 2.041.123.

Fuente: La Nación

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NUEVA YORK (AP) — Pete Alonso disparó un jonrón de tres anotaciones y el puertorriqueño Francisco Lindor conectó el primer grand slam de Nueva York de esta campaña en la sexta entrada de 10 anotaciones y los Mets apabullaron el viernes 13-4 a los Piratas de Pittsburgh.Una noche después de la cancelación del partido del jueves entre ambos equipos debido al mal tiempo por segunda vez en una semana, Nueva York consiguió su quinto triunfo en siete partidos. El encuentro del viernes se retrasó 41 minutos a causa de los relámpagos, truenos y lluvia que afectaron al Citi Field cuando iba un out en la parte baja del octavo capítulo.Taijuan Walker permitió dos carreras en cinco episodios y al final del partido el piloto Luis Rojas le indicó que lo habían incluido en el equipo de estrellas de la Liga Nacional. Los Mets no conocen la derrota en ocho partidos en casa.Los líderes de la División Este de la Liga Nacional conectaron contra el abridor de los Piratas, JT Brubaker (4-9), en la sexta, y una base por bolas con cuenta completa a Lindor. Dominic Smith remolcó a Nimmo con un sencillo y rompió el empate 2-2.Lindor sacudió una bola rápida de Kyle Keller que rebasó el muro entre los jardines izquierdo y central para ampliar la ventaja a 12-2 con su décimo jonrón y tercer grand slam de su carrera.Aaron Loup (3-0), que trabajó la sexta en blanco, se alzó con el triunfo.Por los Piratas, los dominicanos Wilmer Difo de 0-0, una anotada y Rodolfo Castro de 2-1, una anotada, una producida. El puertorriqueño Michael Pérez de 3-0.Por los Mets, el puertorriqueño Lindor, de 3-1, una anotada, 4 impulsadas. Los venezolanos Luis Guillorme de 1-0 y José Peraza de 0-0, una anotada. El dominicano Jonathan Villar de 4-2, dos anotadas, dos producidas.

Fuente: La Nación

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Cristina Kirchner siente al gobierno de Alberto Fernández como una criatura ajena. Algo así como una empresa de la que es accionista mayoritaria, y por ende responsable de su éxito o fracaso, pero que no representa cabalmente sus ideales.Ese descontento es consecuencia de una percepción de su debilidad, en 2019, cuando decidió resignar identidad a cambio de votos para conformar un frente con los peronistas que durante años batallaron para jubilarla. Sobre todo, el autoproclamado liberal de izquierda Alberto Fernández, promovido como presidenciable inesperado, y el conservador popular Sergio Massa, actor decisivo para reconectarla con una porción de las clases medias.Después de un año y medio de gestión accidentada, con la pandemia como dramático telón de fondo, Cristina salió del armario ideológico con la proclamación de su añoranza por “los días felices” que, en su visión, terminaron en 2015 cuando ella completó su segundo mandato presidencial.Fronteras: el Gobierno flexibilizó el cupo hasta llegar a mil ingresos diarios de pasajerosLa utopía regresiva de la vicepresidenta blanquea un giro político de primer orden: es una señal de que el sector mayoritario de la coalición de gobierno se expondrá a ofrecer en la campaña la receta en la que cree, sin sucedáneos que vendan moderación. La voz cantante la llevará Axel Kicillof, el favorito de Cristina.Lo que viene es confrontación, anticipa la jefa del Frente de Todos. Un “mundo de ricos más ricos y poderosos más poderosos” requiere un Estado intervencionista sin complejos para nivelar la cancha. A una oposición que se percibe como reaccionaria hay que enfrentarla con fiereza. Un Poder Judicial que no se allana a los representantes de la mayoría debe ser depurado sin dilaciones.Axel Kicillof y Cristina Kirchner, figuras centrales de la campaña del Frente de Todos (Prensa Cristina Fernández de Kirchner/)El cristinismo describe la etapa inicial del gobierno de Fernández como una gestión de crisis, en la que no se pudo más que “cuidar a la gente” de los estragos de la pandemia. Y que ese ejercicio en medio de una incertidumbre global apartó de la agenda política las transformaciones económicas prometidas al llegar. No hay heladeras llenas, la inflación supera el 40% anual y el recuento de muertos por coronavirus en la Argentina se acerca irremediablemente a los 100.000, pero el discurso oficialista dirá que todo pudo ser peor. A las palabras las acompañan medidas para recomponer salarios, subsidios sociales y jubilaciones, con paritarias que desbordaron la pauta del ministro Martín Guzmán y bonos especiales que compensen el alza de precios.En el imaginario de la vicepresidenta figura la idea de impulsar una nueva normalidad cotidiana antes del proceso electoral. Que se llegue a las urnas con la gran mayoría de los argentinos vacunados y sin tensión en las terapias intensivas, para pasar de la fase restrictiva que tuvo como abanderado a Kicillof (y a ella detrás) a la esperanza de un “renacer”. La variante Delta asoma como un obstáculo peligroso para esa estrategia, pero en el kirchnerismo miran con expectativa cifras de los países europeos en los que la nueva cepa aumentó los contagios pero no tanto las muertes e internaciones.El presidente Alberto Fernández, durante el acto de promulgación de la Ley 27.636; su gestión se fue amoldando a los deseos de la vicepresidenta (Presidencia/)La campaña del tándem Cristina-Kicillof exhibirá el plan de vacunación como un éxito, sin reparar en los privilegios, en los contratos opacos y en el déficit de segundas dosis que llena de interrogantes el futuro inmediato. Si la oposición se trenzara en una disputa en ese terreno, creen, sería pura ganancia: todas las encuestas reflejan que la preocupación de los votantes está puesta en la inflación, el desempleo y la falta de oportunidades. “Lo mejor que nos podría pasar es que el debate que nos planteen Pfizer vs. Sputnik. Encima, para el día de votar tendremos las dos”, ironiza un dirigente del kirchnerismo duro.Juntos por el Cambio: ¿algo más que un rotundo no?Más allá de defender la gestión de la pandemia, el objetivo es reconquistar a quienes creyeron hace dos años en un porvenir mejor. A ellos les propone volver a los días en que ella y Kicillof gobernaban el país. La tesis subyacente es que en 2015 perdió por culpa de la falta de pureza ideológica de Daniel Scioli y que en 2019 triunfó la memoria antes que las promesas de concordia.Las urnas darán una pista sobre si el electorado también valora el período que terminó en 2015 como una era feliz. Eran tiempos de inflación que se escondía, de pobreza que no se medía para no estigmatizar a nadie, de estancamiento laboral, de cepos múltiples, de causas de corrupción que inundaban los tribunales (antes del llamado lawfare), de José López a cargo de la Obra Pública, de desconexión con el mundo. Alberto Fernández llamaba “deplorable” a ese modelo y Massa prometía “meter presos a los corruptos y barrer con los ñoquis de La Cámpora”. El fracaso de Mauricio Macri en su intento de cambiar el rumbo gestó el Frente de Todos.Ahora, con la Argentina todavía bajando en el tobogán del desarrollo, el Gobierno se sacude con el mensaje que baja su líder política. La duda es si el elenco de ministros para la nueva etapa cambiará antes o después de las elecciones. Se descuenta que otro derrotero demanda nuevos tripulantes.

Fuente: La Nación

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La gira de los Pumas por Europa luego de casi siete meses de inactividad continuará este sábado, cuando a las 9 de Buenos Aires el seleccionado diseñado por Mario Ledesma se enfrente con Gales en Cardiff, en un test match televisado por ESPN y arbitrado por el inglés Matthew Carley. La Argentina viene de una victoria, pero también un pobre rendimiento, frente a Rumania en Bucarest, donde ganó por 24 a 17 el sábado pasado.El equipo celeste y blanco presentará seis modificaciones en la alineación titular respecto a la que se presentó en el estadio Arcul de Triumf. Ingresarán Juan Cruz Mallía y Santiago Carreras en lugar de Bautista Delguy y Juan Imhoff (Santiago Cordero pasará de fullback a wing izquierdo), Facundo Isa tomará el lugar de Francisco Gorrissen como ala derecho, Guido Petti Pagadizábal ingresará en la segunda línea por Tomás Lavanini, Francisco Gómez Kodela se desempeñará como pilar derecho en vez de Enrique Pieretto y Nahuel Tetaz Chaparro será el izquierdo, desplazando a Facundo Gigena.El manager deportivo Marcelo Loffreda, el seleccionador Mario Ledesma y sus asistentes Nicolás y Juan de la Cruz Fernández Miranda en el estadio Principality (ex Milenium), durante el captain’s run. (Twitter @lospumas/)Por las convocatorias a British & Irish Lions (se suspendió el partido que éste iba a jugar con Bulls este sábado, por la nueva ola de coronavirus en Sudáfrica), a Gales le faltan 12 rugbiers. Pero no deja de ser temible, como campeón del Seis Naciones que es. Será adversario de los Pumas también dentro de una semana, cuando el conjunto sudamericano cierre su ronda europea.Las formacionesGales: Hallan Amos; Jonah Holmes, Uilisi Halaholo, Jonathan Davies (capitán) y Owen Lane; Callum Sheedy y Kieran Hardy; James Botham, Aaron Wainwright y Ross Moriarty; Will Rowlands y Ben Carter; Dillon Lewis, Elliot Dee y Nicky Smith.Entrenador: Wayne Pivac.Suplentes: Nick Tompkins, Jarrod Evans, Tomos Williams, Taine Basham, Josh Turnbull, Leon Brown, Gareth Thomas y Ryan Elias.Argentina: Juan Cruz Mallía; Santiago Carreras, Matías Moroni, Jerónimo De la Fuente y Santiago Cordero; Nicolás Sánchez y Tomás Cubelli; Facundo Isa, Rodrigo Bruni y Pablo Matera; Marcos Kremer y Guido Petti Pagadizábal; Francisco Gómez Kodela, Julián Montoya (capitán) y Nahuel Tetaz Chaparro.Entrenador: Mario Ledesma.Suplentes: Santiago Chocobares, Domingo Miotti, Gonzalo Bertranou, Matías Alemanno, Tomás Lavanini, Santiago Medrano, Facundo Gigena y Facundo Bosch.Estadio: Principality, de Cardiff.Árbitro: Matthew Carley (Inglaterra).Hora: 9 de la Argentina.TV: ESPN.

Fuente: La Nación

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Al escucharlo hablar, con un tono de voz tan alegre como personal, pareciera que Sebastián Salazar (49) vivió muchas vidas hasta que descubrió que su verdadera pasión era el diseño de interiores. Hoy, su impronta estética está plasmada en la decoración, pero también en su propia tienda de objetos y muebles eclécticos, Salazar Casa, en sociedad con su pareja, Rafael García Fernández (56). Sin embargo, antes de esto, vivió en Trenque Lauquen, trabajó en el campo, probó con Psicología y Administración de Empresas y también se especializó en la cata de vinos.Hace dos años sintió la necesidad de salir de la ciudad, tomar contacto con el verde, criar mariposas monarca (es todo un experto)… Y acá estamos, sentados en su colorida casa de La Horqueta, que desde entonces es epicentro de sus sueños. “Tardé en encontrarla. Buscábamos una casa que no fuera tan grande y encontramos este típico chalet de los 70, con un jardín ideal para nosotros. Aunque había que hacerle reformas, tenía potencial. Con la premisa de vivir el verde, pusimos primero la energía en el exterior: le colocamos filtro a la pileta, instalamos el riego, yo mismo hice el jardín vertical, cambiamos la vereda, la parrilla, construimos el lavadero. El interior vino después, ya con nosotros adentro, que no es lo ideal, pero es lo que se pudo. Nuestra idea era una casa con humor relajado, playero, que nos hiciera sentir de vacaciones todo el año”, le cuenta a ¡HOLA! Sebastián, mientras prepara café y convida algo dulce.En la biblioteca, que fue hecha a medida para su departamento anterior, asoman distintos objetos a los que les guarda cariño, como el cuadro que un amigo le trajo de Vietnam, o las esculturas de gres que hizo él mismo. (Tadeo Jones/)El hall de entrada, con perchero en forma de tiradores.
(Tadeo Jones/)–La mudanza trajo nuevos desafíos laborales…–Sí. Quería trabajar cerca de casa, así que abrimos en La Horqueta un segundo local (el otro es en el centro). Con Rafa buscábamos un galpón, hasta que dimos con un taller mecánico, que después fue un depósito de caños de PVC, sobre Blanco Encalada. Había que hacer obra pero era “el” lugar. En un mismo espacio tenemos el showroom, el estudio de diseño, la oficina de administración, el depósito y armamos un lugar para sacar fotos.–Ver “mas allá” y transformar es tu especialidad.–Esa es la magia que los diseñadores provocamos, tenemos el ojo entrenado para ver más allá y aprovechar oportunidades. Me gusta crear sobre algo que ya está hecho, por eso en mis decoraciones o en mi tienda siempre tengo algo vintage o algo restaurado. El estilo Salazar es ecléctico porque no me caso con ningún estilo, a partir de algo que me inspira empiezo a crear.Los muebles, que se renovaron con pintura y tiradores de cobre, son idénticos tanto en la cocina como en el lavadero. (Tadeo Jones/)Al desayunador, con muebles contemporáneos, se le sumó un par de cortinas americanas con tiras negras y una jardinera colgante con kokedamas. (Tadeo Jones/)El color cobre es el hilo conductor entre el lavadero y la cocina que conectan visualmente gracias a un gran ventanal y una puerta a la que le calaron vidrio repartido (Tadeo Jones/)En el jardín de invierno, una consola antigua de rattán conseguida en un remate le da la mano a un espejo que amplifica la sensación de estar afuera.
(Tadeo Jones/)El verde se cuela en el living a través de dos inmensos ventanales de vidrio repartido y el blanco impoluto de las paredes contrasta con el piso de laja. El sofá con funda de lino está “custodiado” por una colección de fotos en blanco y negro. A su lado descansan una mesa estilo inglés que cobró nueva vida con el laqueado, un par de sillones escandinavos que “mandamos a arenar y le dejamos la veta”, una mesa de caña heredada y dos sillitas para chicos rayadas (todo de Salazar Casa). (Tadeo Jones/)El dueño de casa posa con Pebeta, su bulldog francesa. Detrás de ellos, el jardín vertical que hizo el propio Sebastián.
(Tadeo Jones/)Después de vivir años en un departamento en Buenos Aires, se mudó con su marido y socio en Salazar Casa, Rafael García Fernández, con la idea de disfrutar del verde. Por eso, priorizaron el exterior: colocaron un toldo a rayas y a tono con la pared y los almohadones del camastro, pusieron filtro a la pileta, instalaron el riego, cambiaron la vereda y la parrilla. (Tadeo Jones/)HERENCIA DE FAMILIASu familia paterna era dueña de una mueblería conocida, Salazar, sobre Suipacha y Marcelo T. de Alvear, en Buenos Aires. “Mis bisabuelos vinieron de España, eran carpinteros y ebanistas. ¿Recordás las heladeras antiguas de madera? Ellos las hacían. Más tarde armaron esta mueblería donde la gente encargaba todo a medida. Después mi abuelo Roberto, que se llamaba igual a mi padre, abrió del negocio familiar para hacer marcos de cuadros. Me acuerdo que en su casa siempre había muchísimos cuadros, algunos muy buenos, porque en ciertas ocasiones los artistas le pagaban con obra.–Por el lado de tu madre, Silvia Ballester, tenés un vínculo fuerte con el campo.–Mamá heredó un campo de la familia en Trenque Lauquen. Trabajé con ella durante cinco años. Fue una experiencia muy buena porque estuve muy cerca de los Ballester, que tienen caballos criollos, y me dieron otra veta que me ayudó a ser lo que soy hoy, una mezcla de las dos familias. Después arrendamos el campo, volví a Buenos Aires y trabajé en el Club del Buen Beber, me especialicé en catas de vinos, en sus presentaciones, estaba mucho con eventos, que también me divertía. Más tarde con unos amigos abrimos un local de decoración, La Mersa, y ahí me di cuenta de que me gustaba el mundo del diseño interior, las decoraciones.–¿Y cómo saltaste del campo y los vinos a la decoración?–Son las cosas de la vida, etapas. Cuando terminé el colegio, empecé Psicología, pero a los 19 años me casé y tuve a mi hija, Maitén, que hoy tiene 29 años, está casada y vive en Villa La Angostura. Con el tema de que tenía que trabajar, abandoné la carrera. Después empecé Administración de Empresas, pero me hice cargo del campo y me fui a Trenque Lauquen, así que también la abandoné. El diseño se me presentó, de alguna manera, y me di cuenta de que era lo mío. Estuve ocho años con mis socios y después me independicé para abrir mi propia marca. Soy autodidacta pero el diseño, la carpintería y la restauración los llevo en la sangre. Pedí permiso a mi familia para ponerle el apellido a mi empresa, no sólo a papá, sino también a Fernando Salazar, su primo [es el padre de la famosa Luciana Salazar], que había trabajado en la mueblería y estaba más en el negocio. Fue en honor a mi familia, una forma de volver a mis raíces.–Fernando es hermano de Evangelina. ¿Tenés relación con ella o con sus hijos?–Son primos lejanos, no tenemos una relación muy asidua, pero cuando abrí el local vinieron Evangelina y Julieta.El taller de Sebastián, con un banco de carpintero y repleto de fotos familiares, recuerdos de viajes y herramientas que guarda en las vasijas que hizo en sus clases de cerámica (como la que se apoya sobre la mesita amarilla con tapa de madera de Salazar Casa). Pebeta, a su lado, muy fotogénica y atenta a los flashes. (Tadeo Jones/)“Nuestra idea era una casa relajada, playera, que nos hiciera sentir de vacaciones todo el tiempo”
(Tadeo Jones/)UNA DUPLA EXITOSA–¿Cuándo llegó Rafa a tu vida?–Rafa siempre estuvo. Hace veintiséis años que estamos juntos, desde mis 23. Nos casamos hace siete años. Nos organizó la fiesta Puli Demaría, que estaba casada con el sobrino de Rafa, Martín “Chule” Bernardo. Puli antes era organizadora de eventos. Nos agarró en Punta del Este, nos organizó en dos minutos la fiesta, en la casa de ellos en Tortugas y fue una fiesta espectacular, con livings, comida rápida y la música de “Chule”. Inolvidable.–Rafa, además, es tu socio. ¿Cómo es trabajar juntos?–Él es publicista, siempre trabajó en publicidad y televisión, pero hace cinco años sintió que había cumplido un ciclo. Al mismo tiempo, yo estaba creciendo mucho en lo laboral y necesitaba alguien de confianza. Él se tuvo que adaptar porque es otro negocio y a mí al principio me costó delegar, pero ahora somos un equipo que funciona de manera increíble, abrimos este segundo local y armamos la tienda online.–¿Fue a propósito de la pandemia?–No. Llevó mucho trabajo armarla, contratamos a alguien para posicionarla y seis meses después llegó la pandemia. El primer mes no se vendió nada, pero cuando se autorizó la venta online fue increíble. Éramos dos embalando, Rafa repartía… Yo hacía asesoramientos por teléfono o zooms. Cambiamos la cabeza y la forma de trabajar. Ahora voy a las casas a decorar, pero también lo hago a la distancia valiéndome de la tecnología. Se abrió el espectro de los clientes.–Conquistados el amor, el trabajo, el sueño de salir de la ciudad… ¿Un hijo con Rafa estaría en tu lista de pendientes?–No. Maitén cubrió mi cuota de padre. Y la de Rafa, porque ella vivió mucho tiempo con nosotros y él la cuidó como a una hija. Somos los fathers, como nos dice ella. [Se ríe].Agradecemos muy especialmente a Matilde QuintanaEl dormitorio principal. La manta tejida a mano y la alfombra de lana suman calidez en esta mañana fría. Aprovechando los techos altos, Sebastián enmarcó una fotografía XL de un lago de Londres que compró en un viaje. (Tadeo Jones/)Otro de los cuartos, reconvertido en rincón de home office y espacio de lectura. El acolchado con estampa tropical, traído de su luna de miel en Hawái, y el cuadro de Diego Roa, le suman alegría.
(Tadeo Jones/)Su colección de moños, sobre la cómoda (Tadeo Jones/)La tapa de la revista ¡Hola! Argentina de esta semana

Fuente: La Nación

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La discusión sobre la situación de la Hidrovía Paraná-Paraguay pasa casi desapercibida para millones de argentinos ocupados en enfrentar el escenario incierto que presenta la pandemia y su pésima gestión por parte del gobierno nacional. Sin embargo, en este conflicto está en juego un modelo de país. El péndulo se mueve entre apostar a la promoción productiva y competitiva para la generación de empleo y desarrollo o consolidar un sistema en el que se impone la impericia, la oscuridad y la voracidad de los gobernantes de turno.Por la Hidrovía circula el 80% de la exportación nacional. Su administración implica un complejo sistema que incluye desde el dragado hasta el manejo del medio ambiente de un ecosistema privilegiado y poco valorado por las decisiones estatales durante décadas. El sistema de transporte que permite la circulación por los ríos y sus puertos es el más eficiente para trasladar nuestros productos al mundo. A partir de esta discusión, comenzamos a tomar conciencia de un sistema de navegación que permite llevar buques oceánicos más de 600 km aguas arriba desde su arribo por el Atlántico, en un río Paraná único en el mundo que no solo baña ricas zonas productivas sino que permite la salida de lo que generamos en las provincias del interior del país.La lógica de gestión kirchnerista ya nos tiene acostumbrados a crear enemigos para avanzar con decisiones que siempre tienen su componente de arbitrariedad, escaso rigor técnico y poca transparencia. Para el caso que analizamos, en los últimos meses se ha hablado del sometimiento de nuestra soberanía a manos de Uruguay, situación inexistente toda vez que en 2014 se acordaron con ese país dos zonas de espera para acceder a los canales de navegación. También se dijo que con la evasión por menor declaración de exportación de granos podría cancelarse gran parte de la deuda externa. Con solo observar los datos oficiales del Ministerio de Agricultura puede verificarse que lo producido – en el caso de la soja – coincide con lo exportado en distintos formatos (aceites, porotos, harinas, pellets, biocombustibles) y lo consumido internamente se verifica que esa evasión no existe. Claro está que, si queda alguna duda, los controles deben ser realizados por la Aduana, organismo bajo la órbita del Poder Ejecutivo.El Estado se ha autoconcesionado la obra de dragado y balizamiento del curso de agua, adjudicándola a una sus (nuestras) empresas y así asumido el riesgo empresario ya que el actual concesionario adoptará el papel de contratista. Se asume la concesión precisamente en el momento más álgido, cuando las aguas del río Paraná registran bajantes únicas que prometen continuar. Sería sumamente importante, por el bien de la cristalinidad del proyecto y el derecho al acceso a la información por parte de la ciudadanía, que se comunique el precio de la contratación. Resulta prioritario conocer un plan de aplicación del dinero excedente entre la recaudación de peaje y el pago del contrato de obra.Sin duda alguna, ahora que el gobierno ha decidido asumir la administración de esta vía navegable (pues el control siempre lo tuvo aunque no parece haberlo ejercido), se tomará verdadera noción de lo complejo de este sistema y de las indiscutibles dificultades para su mantenimiento, operación y diseño de mejoras. Es esencial planificar hacia el futuro en función de la capacidad de producción de nuestro país, de la evolución de los medios de transporte, de la seguridad en la navegación, de la integración regional y de los esfuerzos tecnológicos que esta obra exige, sin falsa dicotomía de soberanía. Tenemos que contar con los expertos y, de una vez por todas, abandonar los prejuicios y las mentiras en la toma de decisiones.Diputado, presidente de la comisión de Transporte

Fuente: La Nación

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Natalia vive en Flores con su marido Nicolás y sus hijos de 4 y 6 años. Hasta el año pasado trabajaba en un comercio en la zona de Retiro. Durante los primeros meses de la pandemia el comercio cerró. Luego reabrió, pero Natalia debió quedarse al cuidado de sus hijos, que alternan entre clases presenciales, virtuales y burbujas que a veces se desactivan. Hoy no tiene ingresos propios, su marido tiene doble responsabilidad por ser el único que trabaja fuera de casa y el dinero no es suficiente para contratar una persona que cuide a los chicos mientras ella trabaja.Natalia es una amiga mía de toda la vida, pero probablemente su realidad sea parecida a la de muchas mujeres que viven en nuestra ciudad.Situaciones como estas se replican, con diferentes matices, dentro de los hogares, por la distribución desigual de las tareas hogareñas y de cuidado. Según la Dirección de Estadísticas de GCBA, las mujeres de la Ciudad destinan por día 5:29 horas diarias a estas tareas, es decir, casi el 70% de una jornada laboral. La situación es aún más grave en las mujeres que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad social y económica. Y mucho peor en los hogares monoparentales con jefa del hogar mujer. A su vez, esto representa casi dos horas más que las que dedican los varones diariamente a estas responsabilidades.Esto se ve reflejado en que mientras 7 de cada 10 varones participan del mercado laboral, en las mujeres solo 5 de cada 10 trabajan o están buscando trabajo. A su vez, el impacto no solo se visualiza en la participación del mercado laboral sino también dentro de él. Por ejemplo, las mujeres tienen una fuerte presencia en sectores de servicios domésticos y cuidados de personas, sectores con gran informalidad y bajos salarios pero que se adaptan a la mayor sobrecarga que enfrentan las mujeres con respecto a las tareas de cuidado.Como mujer, madre y profesional atravieso las mismas problemáticas que Natalia y muchas otras mujeres. Creo firmemente que buenas políticas públicas pueden hacer la diferencia para personas, pueblos o ciudades enteras. Estoy convencida de que la igualdad de género es fundamental para lograr el desarrollo económico y la prosperidad de la ciudad. Una mayor participación de las mujeres en la economía del país generaría un mayor bienestar económico general. Es por ello que una distribución más equitativa de las tareas de cuidado implica un beneficio para toda la sociedad. Asimismo, una mayor autonomía económica de las mujeres se transforma en una mayor independencia y una reducción en la exposición a situaciones de violencia doméstica, otro de los desafíos en los que debemos actuar.Cambiar pautas culturales, dinámicas laborales, desarrollar nueva normativa, generar herramientas concretas y posibles son parte de este gran desafío para una realidad innegable. En eso trabajamos cada día, junto a un equipo de hombres y mujeres convencidos de que la igualdad es el camino para una recuperación social y económica sostenible.Secretaria para la Igualdad de Género, gobierno de la ciudad de Buenos Aires

Fuente: La Nación

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Luis Pagani, titular de Arcor, anunció hace unas semanas un desembolso de US$20 millones para instalar una nueva planta dentro del predio industrial que su controlada Papel Misionero tiene en la localidad misionera de Capioví. En tanto, Arauco Argentina, la planta de celulosa más grande del país, ejecuta desde comienzos de 2021 una inversión de US$150 millones para modernizar integralmente la planta de la localidad misionera de Puerto Esperanza, que comenzó a funcionar en 1982 con el nombre de Alto Paraná. Esta planta produce 350.000 toneladas de pasta celulósica al año y es -por lejos-, la foresto industria más grande del país.En el caso de Arcor, la inversión en Papel Misionero se destinará a producir bolsas multipliego (las que se usan para cemento, azúcar o harina en formatos de 25 o 50 kilos), que hoy se importan. A partir del primer trimestre de 2022, cuando la planta esté funcionando, estas bolsas se venderán a terceros clientes del conglomerado de envases de Arcor y también se exportarán, generando divisas. Industria forestal. Inversiones millonarias y un plan 2030 para impulsar la llamada “vaca verde”Al ser una multinacional líder en el rubro golosinas y alimentos, Arcor consume tanto papel y cartón para envases que tiene su propio conglomerado industrial dedicado a este rubro, llamado Cartocor, con 6 plantas industriales.El año pasado este conglomerado facturó $48.000 millones, sin contar el negocio de abastecimiento a Arcor. Es el mayor productor de papel del país, con 260.000 toneladas anuales.En abril de 2017 Cartocor adquirió por US$230 millones a Zucamor, su principal competidor, y se quedó con las 7 plantas industriales entre las que se encontraba Papel Misionero, la más grande de todo el conglomerado Cartocor-Zucamor, que además, incluye 23.000hectáreas de forestaciones. Es la única planta integrada que produce la pasta celulósica que luego se transforma en papel kraft liner (papel marrón resistente para cajas de cartón corrugado) y zack kraft (papel para bolsas).Las inversiones combinadas de Arauco Argentina y Papel Misionero tienen dos cosas en común, además de estar localizadas en Misiones. La primera es que responden a una coyuntura excepcional del mercado internacional foresto industrial. Al igual que sucede con la soja y otras commodities que alcanzaron precios récord, la tonelada de pasta celulósica está en niveles máximos tras un desplome en el 2018. Lo mismo sucede con otros productos derivados de la madera. Todo va para arriba en el mercado foresto industrial mundial. El mundo demanda cada vez más madera, papel y cartón.La explicación es simple: lo mismo que pasó en la Argentina sucedió en el resto del mundo con la pandemia del Coronavirus. La gente se tuvo que quedar en el hogar y empezó a mejorar su casa o a pedir más delivery, gran consumidor de papel y cartón.“Todos los mercados están estables o creciendo, las perspectivas en Brasil, Chile e incluso en la Argentina es incremento de precios y volúmenes de venta”, explicó Gianfranco Truffello, Chief Financial Officer del grupo Arauco en una conference call con analistas de Wall Street el 1° de junio pasado. La compañía facturó US$1346 millones en enero-marzo de 2021.Gran potencialEl otro punto en común es que, estas inversiones, constituyen apenas un pálido reflejo del potencial foresto industrial de los desembolsos que podría captar la Argentina, coinciden todos en el sector.En el mercado foresto industrial todos dicen que se podrían instalar 2 y hasta 3 plantas de pasta celulósica de un millón o un millón y medio de toneladas anuales. Es decir, casi tres veces lo que hoy produce Arauco cada una.“Las inversiones podrían ser 10 o 20 veces más, la Argentina tiene todo para recibir miles de millones de dólares en inversiones en este sector y generar más trabajo. Lo que se necesita es siempre lo mismo: el remanido tema de la seguridad, que lo que te dan o no te dan hoy te lo van a mantener igual por 20 años, sin cambios”, dijo a LA NACION Osvaldo Vasallo, titular de la Asociación Forestal Argentina (AFOA),cámara que aglutina a las grandes industrias forestales-AFOA realizó un Plan Estratégico 2030 con proyecciones del potencial crecimiento del sector foresto industrial si se remueven algunas trabas a la llegada de las inversiones. No dudaron en llamarlo “Vaca Verde”, jugando con la similitud de “Vaca Muerta”, sobre todo por el potencial para generar divisas y puestos de trabajo. “Se pueden captar inversiones por unos US$7000 millones, logrando un incremento de las exportaciones en US$2600 millones y la creación de 186.000 empleos de calidad. Además, contribuir a la mitigación del Cambio Climático mientras se produce de manera sustentable”, explica Vasallo, sintetizando lo que piensan también en cámaras como la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP).“Estas inversiones son importantes, pero mucho más es el potencial que tiene el sector si se remueven algunos escollos, a la Argentina podrían venir muchas inversiones en foresto industria”, le dijo a LA NACION, Pablo Ruival, country manager de Arauco Argentina, el gigante del sector, quien sucedió a Mainardi al frente de la filial local desde noviembre de 2019.La división local de la chilena Arauco tiene la planta de pasta celulósica de Puerto Esperanza, la planta de tableros de Puerto Piray (el aserradero más grande de la Argentina) y otra planta en Zárate. Además, posee 255.000 hectáreas de pino y bosques implantados en Misiones.La chilena Arauco anunció una inversión de US$150 millones para modernizar sus plantes en la ArgentinaUna de las cuestiones que señala Ruival como fundamentales para allanar el terreno a la llegada de inversiones es la modificación de la ley de Tierras, de manera que permita habilitar la adquisición de grandes extensiones de forestaciones en Corrientes y Misiones a los inversores externos. “Nadie va a invertir US$2000 millones en una planta de pasta celulósica si no es dueño de una buena parte de la materia prima para esa industria, es como construir un edificio y no tener el título del terreno, sencillamente es muy inseguro”, explican en el sector.Primer proyectoArauco Argentina está invirtiendo US$150 millones desde este año y hasta el año próximo en la planta productora de pasta celulósica de Puerto Esperanza. Se están construyendo nuevas oficinas, instalaciones industriales, cambiando el turbogenerador (produce su propia energía 30 MW). “Vamos a ganar en confiabilidad, mejoras medioambientales, seguridad operacional pero muy poco en mayor volumen”, señalaron en Arauco.Arauco Argentina empezó a producir en 1982, por aquel entonces se llamaba Alto Paraná y sus dueños eran una docena de empresas papeleras de todo el país, con Celulosa Argentina a la cabeza. Miles de inversores y productores forestales empezaron a plantar árboles en aquellos tiempos, bajo la promesa de que las forestaciones serían una de las mejores inversiones a largo plazo. Los árboles en Misiones crecen muy rápido y a los siete años ya están aptos para el primer corte (raleo) y a los 14 años se cortan los más gruesos y de mayor valor agregado.En los años ’90 con la convertibilidad, la planta entró en crisis junto a sus accionistas más fuertes, como Celulosa, y Alto Paraná fue vendida al grupo Citicorp Equity Investment, que tras un tiempo se desprendió y lo cedió a la chilena Arauco en 1996.La casa matriz de Arauco la iba a usar como un trampolín para una espectacular expansión regional. Cuando los árboles crecieron, la Argentina superó la crisis de 2001-2002 y estaba todo listo para la llegada de una nueva ola de inversiones en ese sector en la Argentina, apareció el conflicto por la instalación de la pastera Botnia en Uruguay y el rol de Néstor Kirchner en esa pelea, que decidió jugar en contra de las pasteras. Esto, dicen, paralizó las inversiones en el sector durante más de diez años.

Fuente: La Nación

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La encargada de cerrar la noche del viernes, fue Barby Franco. La modelo llegó al piso de La Academia, y sin proponérselo, provocó un fuerte cruce entre dos de los miembros del jurado, Hernán Piquín, y Carolina “Pampita” Ardohain.Antes de la devolución, Piquín quiso destacar que había visto a Franco entrar en el camarín de Pampita. Ardohain respondió que ellas son amigas, y que el motivo de la visita había sido para saludarla, y luego le retrucó: “No pasó un bailarín por tu camarín?”. Ante esa acusación, Hernán contestó que quien había pasado era Lizardo para pedir disculpas, y dicho eso el asunto quedó zanjado. Pero luego tendría un segundo round.Al momento de la puntuación, Ángel de Brito dijo: “Estás en tu mejor momento, la estás rompiendo. Hacen un lindo equipo, y no solo estás sexy, sino que estás bailando muchísimo. Me parece que también hay algo interno tuyo, que estás mejor con la previa, y con el baile” (voto secreto).En su turno, Pampita se deshizo en elogios: “Me encantó de principio a fin, lo prolijo que iban los dos todo el tiempo, las manos estiradas, pudieron hacer todo lo que pido, y estuvieron exactos hasta el último segundo del final. Ya no me importa nada el que piense bien o mal, esta chica se rompe el alma ensayando, y el puntaje es tuyo” (10). Muy atento a la indirecta, Piquín refutó: “Parece que hizo efecto el pasar por el camarín”, pero su compañera de jurado no dejó pasar ese comentario, y exclamó: “Es muy feo lo que estás haciendo, ella ensaya un montón y no defrauda nunca. Basta de ponerla en esa posición por ser mi amiga. Y yo no evalúo tu puntaje”.En su turno, Jimena Barón se sumó a los elogios, y destacó: “Una coreo muy fina, muy sofisticada. Estás bailando espectacular, y este ritmo te sentó muy bien. Estuvo hermoso, trajeron toda esa sensualidad y conexión de pareja de ballroom. Súper felicitaciones (9).En el cierre, Piquín elogió la coreografía, pero agregó: “Tampoco estuvo tan exacto todo. Vi un poco lo que vio Jime, que en ciertos giros ibas frenando. La coreo divina, todo divino, pero yo tengo que corregir los errores que veo. Yo no te voy poner un diez hasta que no vea la excelencia. (6).

Fuente: La Nación

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Las leemos todos los días, en todos lados, seguramente sin darnos cuenta de que detrás de cada tipografía hay alguien que tardó meses o hasta años en confeccionar un sistema de signos con el que se pueden construir millones y millones de palabras. Algunas de esas tipografías probablemente hayan sido creadas en la Argentina, país que alberga a diseñadores de talla mundial, algunos de los cuales han decidido hacer de su profesión un negocio e iniciaron fundidoras dedicadas a la creación y comercialización de tipografías.Aunque Fontana Diseño no es una fundidora per se, constituye la piedra angular en la historia tipográfica argentina. El estudio fue creado por Rubén Fontana, una especie de padre de la tipografía en el país, quien incorporó su enseñanza en la Universidad de Buenos Aires –donde lideró la maestría–, dirigió la revista tipoGráfica y rediseñó imágenes como la de YPF, el Banco Central, Havanna, Telecom o Disco. “Todo el tiempo estamos diseñando letras, alfabetos, sistemas tipográficos, y siempre los estamos poniendo en función de una palabra, una página, una pieza de comunicación determinada; siempre tenemos presente una función, un otro, un lector, un condicionamiento. Nuestro trabajo en tipografía siempre ha surgido en función de una necesidad específica y en el contexto de un proyecto o una tarea medida”, dijo Fontana, acompañado por su coequiper en el estudio, Zalma Jalluf. En otras palabras: el estudio no hace tipografías con el propósito de venderlas al público, aunque algunas sean comercializadas.Del consejo a la ironía, las publicidades cambiaron al ritmo del humor socialEl diseñador Alejandro Paul comenzó la fundidora Sudtipos junto a tres socios en 2002, con el propósito de exportar y dolarizar sus servicios ante la crisis económica, y un año después comenzó a comercializar tipografías. “Y fue un fracaso”, recordó. Todo cambió en 2005, cuando una plataforma canadiense le ofreció distribuir sus productos a nivel internacional, algo que potenció desde ese entonces el funcionamiento de la fundidora.Actualmente Sudtipos posee más de 40 personas entre Argentina -donde está el grueso del equipo- y países como Estados Unidos, España, Indonesia, México, Colombia y Francia. Y cuenta con creaciones como Burgues, una de las tipografías que más orgullo le genera a Paul: en 2008 fue ganadora en la competencia Type Directors Club y posteriormente licenciada por la revista de The New York Times; también fue utilizada por Levi’s para una de sus submarcas.Tener base en la Argentina es una limitación de escala para Sudtipos. “Si estuviera en Estados Unidos, sería enorme. No podemos hacer catálogos impresos y mandarlo al mundo porque los costos de envío son imposibles. Por suerte existe Internet y hay atajos digitales para hacerse visible en otros lados”, dijo Paul, quien enfrenta dificultades para operar ante el contexto cambiario: al estar en Argentina, el estudio se encuentra forzado a liquidar sus exportaciones al tipo de cambio oficial y a pagarles a sus colaboradores en el exterior con otras cotizaciones. “Es un momento complicado para tener gente en el exterior”, explicó, y definió a Sudtipos como una especie de comunidad o colectivo donde los diseñadores son colaboradores y no empleados, y a quienes el estudio les facilita el proceso de promoción de las tipografías que realizan.Las fundidoras basadas en Argentina tienen un problema adicional: de la parte que reciben de las distribuidoras de tipografías -ronda, en general, el 50%- Estados Unidos se queda con un 30% en concepto de regalías, debido a que el país no posee un acuerdo de doble imposición. Lo que lleva a un estudio recibe 35% del total de una venta, eso sin contar las comisiones bancarias por una operación de comercio exterior e impuestos como ganancias. Todo, pesificado a $90. “No obstante, sigue siendo un negocio rentable como cualquier exportación de recursos gráficos al exterior”, aclaró Paul, aunque dijo que tal esfuerzo toma sentido si se logra cierto volumen.Sin sufrir los vaivenes económicos locales como otros colegas, José Scaglione es otro de los nombres importantes dentro del diseño tipográfico argentino. Basado en Rosario, en 2016 y junto a Veronika Burian fundó TypeTogether, un estudio con perfil editorial que tiene su base en República Checa y cuenta con 12 colaboradores en distintas partes del mundo. Casi sin saberlo, fue un precursor del trabajo remoto, allá por 2006. “Unos alienígenas”, caracterizó.Una de sus primeras tipografías exitosas fue Ronnia, elegida por el Irish Times tres semanas después de que la pusieran en venta en su propio e-commerce. Y actualmente el estudio no solo diseña alfabetos latinos, sino que en el último tiempo ha virado hacia la confección de otros sistemas, como el árabe, indio y otros del Sudeste Asiático. Mientras que a las tipografías occidentales las distribuye en el retail clásico, para las otras es mucho más selectivo, agregó.Enfocado en el segmento editorial, TypeTogether ha tenido grandes clientes como Apple, empresa a la cual brindó Athelas, una tipografía de lectura para su plataforma de iBooks. También confeccionó para Google Literata Books, una tipografía de lectura en pantalla para Google Play Books.M de monopolioGoogle es un gran jugador dentro del mercado de tipografías después de lanzar en 2010 Google Fonts, un directorio de fuentes de uso libre para web. Lo gratuito es pagado por alguien, ya que la compañía licencia a distintos diseñadores tipografías para que los usuarios finales las descarguen sin costo. En una especie de relación de amor-odio, muchos diseñadores agradecen vivir de Google, mientras los estudios, carentes de big data, sospechan que les ha sacado clientela. Por lo menos, agregaron, ha mejorado el estándar del segmento de tipografías gratuitas.De todas maneras, la gran preocupación de las fundidoras no es Google, sino las distribuidoras a través de las cuales venden sus tipografías en el mercado conocido como retail. Es el más utilizado por los estudios, aunque eso signifique dejar mucho dinero en el camino: de acuerdo a Paul, compañías como Monotype (posee más del 70% del mercado tras comprar a casi todos los competidores, como MyFonts) en general cobran el 50% de las ventas, lo que lleva los pequeños creadores a buscar alternativas. “Cada vez están creciendo más fundidoras por fuera del sistema de monopolio intentando crear e-commerce propios”, dijo Paul, quien también comercializa sus tipografías en su propia plataforma.La competencia por sobresalir en los supermercados globales es grande. “Salen doscientas tipografías por día”, graficó Paul, quien agregó que es común que durante meses nadie sepa que una tipografía existe y que luego de que una gran compañía la empiece a usar las ventas se disparen. “Ahí la tipografía pasa a ser super rentable”, dijo. La pelea con monstruos como Monotype es muy desigual no sólo en lo económico: también tienen la total potestad de darles mayor visibilidad a las tipografías que son propias.A las fundidoras por lo menos Monotype les paga, a diferencia de las millones de descargas ilegales con las que lidia el mercado. Para Paul, en el rubro existía el mito de que cuando una creación era pirateada significaba que funcionaba, dándole fama y generando que tarde o temprano algún cliente grande pagara por ella. “Algo imposible de chequear”, agregó.Surgieron otras modalidades en el mercado. Como la de Fontstand, que ofrece el alquiler de tipografías, y la del gigante Adobe, que dentro de un paquete premium incluye tipografías. Ambas, a diferencia de Monotype, tienen una mejor curaduría de lo que se ofrece, lo que ayuda al usuario final. “Cuesta mucho para el ojo no entrenado separar las buenas de las mediocres”, dijo Scaglione. Algo que compartió Zalluf, coequiper de Fontana: “En la producción tipográfica actual hay trabajos de altísimo nivel y hay muchísimo relleno de baja calidad, y ciertos mercados difunden todo mezclado. Eso tiende a destruir todo un prestigio que tuvo la tipografía a través de la historia. Esos canales no son ni buenos ni malos, pero requieren un usuario con un ojo entrenado para poder evaluar lo que se compra”.Otra de las formas de ingresos que tienen las fundidoras son las tipografías customizadas, hechas especialmente para algún cliente que busca diferenciarse del resto, con licencias que pueden ser eternas o por un tiempo determinado para luego pasar al retail general. De todas maneras, en casi todos los casos la comercialización en masa representa el grueso de las ganancias de los estudios.Letras y númerosLa argentina Martina Flor es una de las referentes argentinas e internacionales en el segmento de lettering, una práctica distinta a la tipografía tradicional. “Es una pieza, un conjunto de letras o palabras creado únicamente para una sola aplicación; algo customizado. Mientras que las tipografías tienen en su corazón la función de repetirse”, agregó. Basada en Berlín, donde posee su estudio, ha realizado trabajos para distintas editoriales -desde HarperCollins a Penguin Random House-, medios como Vanity Fair y The Washington Post hasta la Federación Francesa de Fútbol.Con un perfil docente, también ha incursionado en la enseñanza con una academia en la que letristas aprenden a desarrollar sus carreras. “El lettering es algo muy técnico, y es necesario tener ciertos principios básicos y no tan básicos para poder florecer”, dijo, y agregó que no tiene vergüenza en decir que un trabajo suele llevarle ocho horas. “Hago lettering hace más de una década. El gran valor del expertise es que uno genera mecanismos y experiencias que permiten elegir caminos más efectivos”. A sus estudiantes, dijo, intenta inculcarles procesos repetibles y perfectibles para realizar sus trabajos más rápidamente, con mejor calidad y de manera más efectiva.Para el diseñador Alejandro Lo Celso, fundador de la fundidora argentina PampaType, no hay un tiempo establecido para la creación de sus tipografías. “No tenemos un ritmo de lanzamiento anual fijo. Los proyectos se publican cuando están bien maduros, no antes. Un nuevo proyecto para el catálogo retail puede tomar años en desarrollarse”, dijo. Con base en la Argentina, la firma cuenta con gente en Chile, México, Francia y Dubai. “Somos un equipo creativo pequeño, interdisciplinario e internacional”, caracterizó. PampaType posee cerca de 12 familias tipográficas (y un total de fuentes cercano a 130), con nombres bien identitarios, como Amster, Arlt, Borges y Rayuela.Todo el poder a los datos. Los vientos de cambio llegan a la publicidad“El éxito de una nueva fuente es muy impredecible. A veces llama la atención cuando sale, a veces tarda años”, dijo Lo Celso. De acuerdo a distintos diseñadores, una tipografía para ser mínimamente rentable en Argentina debe superar los US$5000 en ventas. En Europa, el diseñador suizo Bruno Maag, fundador del estudio Dalton Maag, habló de un piso 25.000 libras —unos US$34.000—, en un mercado caracterizado por grandes clientes y menor piratería que en otras regiones. Para Scaglione, el número es algo alto, pero no debería ser mucho menor para un estudio que sueldos europeos, como los de TypeTogether.Más allá de sus ventas, hay tipografías locales e internacionales que tienen añares y siguen siendo utilizadas. Entre las creaciones emblemáticas de Fontana se encuentran Andralis, Palestina o la homónima Fontana, que siguen vigentes hasta el día de hoy, al igual que los rediseños de marcas que ha confeccionado en sus décadas de carrera. “El buen diseño permanece en el tiempo. Hemos diseñado marcas hace 30 años que se sienten totalmente contemporáneas. Buscamos ser capaces de construir marcas que soporten el paso del tiempo, porque un cambio de identidad es un cambio de hábito muy grande dentro de la vida de una empresa. Y tiene un altísimo impacto económico. La moda envejece rápidamente”, explicó.Así como grandes tipografías con décadas de historia siguen al tope en los rankings de ventas -Helvetica hasta tiene su propio documental, dirigido por Gary Hustwit-, distintos diseñadores ya vislumbran cuáles se convertirán en clásicos. “Uno puede detectar que ciertas tipografías se van perfilando, pero para convertirse en un clásico necesitan cincuenta años de por medio”, dijo Fontana. No obstante, agregó la velocidad brutal de recambio de estos tiempos tal vez impida que eso ocurra. Un signo más de los tiempos que corren.

Fuente: La Nación

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