La campaña de vacunación mundial contra el Covid registra al 22 de Julio unas 3.718.940.488 dosis suministradas contra el coronavirus, de las cuales 235.876.205 se dieron en América del Sur. En la Argentina, el número alcanza a 28.264.151 aplicaciones.La aplicación de vacunas contra el coronavirus avanza a distinta velocidad en los países. En este sentido, China encabeza el ranking mundial de inoculación con 1.478.484.000 dosis aplicadas. Luego le siguen, India con 415.472.455 dosis y Estados Unidos con 338.491.374 dosis.Sin embargo, cuando se comparan las aplicaciones de acuerdo a la densidad poblacional de cada país, se observa que Malta lidera el listado con 1.711.644 dosis por millón de habitantes; en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.683.902; y en el tercer puesto se encuentra Emiratos Árabes Unidos con 1.668.511.En este ránking internacional, la Argentina se ubica en el puesto 17 en relación a la cantidad de dosis aplicadas, pero su posición desciende a la posición 57 si se analiza el número de inoculaciones cada millón de habitantes.
En la lucha contra el coronavirus se incluyen las siguientes vacunas: Pfizer/BioNTech, Moderna, Sinopharm, Oxford/AstraZeneca, Covishield, Sinopharm/Beijing, Sputnik V, Sinopharm/Wuhan, Sinovac, Sinopharm CNBG.Toda la información sobre vacunas en el mundoLa vacunación contra el Covid en la ArgentinaLa vacunación en el país registra al 20 de Julio, un total de 28.264.151 dosis administradas, de las cuales 22.573.282 personas recibieron una dosis y 5.690.869 recibieron ambas aplicaciones.Las provincias con mayor cantidad de vacunas aplicadas son Buenos Aires con 10.835.879, CABA con 2.387.104 y Córdoba con 2.380.277.

Fuente: La Nación

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CHICAGO (AP) — Max Kepler sacudió un jonrón por segundo juego consecutivo, Jorge Polanco consiguió otro cuadrangular y los Mellizos de Minnesota vencieron el miércoles 7-2 a los Medias Blancas de Chicago.Los Mellizos se impusieron a los líderes de la División Central de la Liga Americana apenas por cuarta vez en 16 juegos. Se reivindicaron un día después de que Chicago remontó para ganar.Minnesota se llevó la victoria luego de perder cinco de seis duelos.Kepler dio a los Mellizos la ventaja por 1-0, al inaugurar el tercer inning conectando una curva baja de Dylan Cease (7-6) para enviar la pelota al poste de foul del jardín derecho.Fue su segundo duelo consecutivo con un cuadrangular.El dominicano Polanco pegó un sencillo y anotó durante un ataque de dos anotaciones en la quinta entrada. Colocó la pizarra 6-1 en la sexta mediante un jonrón de tres carreras frente a Codi Heuer.El dominicano Michael Pineda (4-5) laboró cinco entradas, en las que permitió una carrera y cuatro hits. No ganaba desde el 26 de mayo y tenía una marca de 0-3 en sus últimas cuatro aperturas.Por los Mellizos, los dominicanos Polanco de 4-3 con tres anotadas y tres impulsadas, Nelson Cruz de 4-1 con una anotada y una producida, Miguel Sanó de 4-1.Por los Medias Blancas, los cubanos José Abreu de 4-1, Yoán Moncada de 4-1 con una anotada. El dominicano Leury García de 4-1.

Fuente: La Nación

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La pareja de Cristiano Ronaldo interrumpió sus vacaciones familiares en Mallorca –donde estuvo dedicada a hacer snorkel con sus hijos, pasear en moto agua y tomar el sol del Mediterráneo en la cubierta– para decir presente en el Festival de Cine con más charme del mundo. Y, en su paso, hizo gala de su costoso guardarropa y de toda su sensualidad: desde un vestidazo de Jean-Paul Gaultier que marcaba sus curvas y un soñado diseño drapeado de Alberta Ferreti hasta la falda midi con más onda de Missoni, pasando por accesorios de Tom Ford, joyas Chopard y Millner Co. y algunos de sus ejemplares de carteras de Hermès, Georgina Rodríguez (27) se vistió para brillar. Y acertó: fue una de las mujeres más fotografiadas tanto en el festival como en sus eventos satélites.Con esta deslumbrante creación de Jean-Paul Gaultier con adornos a modo de trenzas y flecos, lució un look de inspiración amazona, que complementó con sandalias Lesilla, alhajas de Chopard y mini Kelly, de Hermès. (Getty Images/)Para la Paradise Dinner optó por un vaporoso strapless con drapeado en la cintura y cadera firmado por Alberta Ferreti, que resaltó con un magnífico collar, también de Chopard, de oro blanco de 18 quilates, engastado con esmeraldas, turmalinas y diamantes.
(Getty Images/)Georgina llegó a Cannes con un look casual formado por una falda de punto en color azul Klein con cárdigan a juego, de Missoni, sandalias y Birkin gris, de Hermès, gafas de sol Tom Ford y un delicado collar de oro que forma parte de la colección que ella diseñó para Millner Co. (Getty Images/)La tapa de revista ¡Hola! Argentina de esta semana. (HENDRIK JAN VAN BEEK/)

Fuente: La Nación

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Son días de felicidad pura para Eugenia Suárez (29). Luego de finalizar las grabaciones de la serie Terapia Alternativa dirigida por Ana Katz, donde comparte elenco con su amor, Benjamín Vicuña (42), la China armó las valijas y emprendió vuelo a Villa La Angostura para disfrutar de cinco días de descanso y diversión en la nieve junto a su enamorado y sus tres hijos, Rufina Cabré (8), Magnolia (3) y Amancio Vicuña (11 meses). La pareja inauguró la temporada de vacaciones de invierno en Cerro Bayo con un grupo de amigos. Eugenia hizo esquí y Vicuña prefirió el snowboard; Rufina y Magnolia probaron la pista “Cartoon Network”, diseñada especialmente para chicos, con su propia escuela de esquí.El 18 de julio, Rufina cumplió 8 años y la China le organizó una pijamada cinco estrellas en un hotel porteño. “Feliz nacimiento, amor de esta y todas mis vidas”, le escribió en sus redes (Kullhaus/)Juntos desde 2016, durante sus vacaciones patagónicas compartieron imágenes en sus redes sociales. (Kullhaus/)Se hospedaron en el exclusivo country Cumelén, en la casa de los Lynch, unos amigos. Sus fotos y registros de las vacaciones a pura risa pusieron punto final a los rumores de crisis que habían comenzado a circular semanas atrás, luego de que la actriz eliminara el posteo que había subido por el Día del Padre saludando a Benjamín.Buen jinete, Benjamín anduvo a caballo junto a Amancio, el menor de la familia.Una foto del actor junto a su
hija MagnoliaLa tapa de la revista ¡Hola! Argentina de esta semana

Fuente: La Nación

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China busca impulsar su apuesta por los trenes de alta velocidad con la presentación de su nuevo modelo maglev, que puede alcanzar los 600 kilómetros por hora, lo que lo convertiría en el vehículo más rápido en su tipo. Basado en la tecnología de levitación magnética, la formación se desliza sin contacto con la vía gracias al efecto de la fuerza electromagnética, una modalidad que el país asiático testea desde hace dos décadas a escala limitada.Como referencia, la única línea operativa de trenes maglev está en Shanghai, que posee una línea que une su aeropuerto con el centro de la ciudad con una formación que alcanza una velocidad máxima de 435 kilómetros por hora. La presentación del nuevo tren de alta velocidad, a cargo de la compañía estatal China Railway Rolling Stock Corporation (CRRC) en la ciudad china de Qingdao, contó con varios detalles técnicos que buscan mejorar el rendimiento respecto a los actuales modelos.Comparado con el maglev de Shanghai, este nuevo prototipo cuenta con un sistema de frenos que es un 30 por ciento más eficientes. A su vez, dada la alta velocidad que alcanza el nuevo tren, las comunicaciones Wi-Fi estarán basadas en una conectividad 5G, y los pasajeros podrán contar con cargadores inalámbricos para sus dispositivos electrónicos.A 319 terabits: Japón rompió el récord mundial de velocidad de Internet sobre fibra ópticaEste proyecto de trenes maglev comenzó en China en 2016, tuvo su primer prototipo en 2019 y un año más tarde realizó sus primeros viajes de prueba. Después de una serie de ajustes, la CRRC planea comenzar otros seis meses de testeo adicional con formaciones de 2 a 10 coches, lo que permitiría ofrecer una capacidad de hasta 100 pasajeros, según un reporte del sitio chino Global Times.A la fecha, Japón cuenta con el récord de velocidad en trenes con tecnología maglev, con una marca de 603 kilómetros por hora registrado en la línea de pruebas ubicada en Yamanashi el 21 de abril de 2015.

Fuente: La Nación

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Sucedió luego de un viaje en el que todo había salido de maravillas. Corría abril de 2013 y Paula Torraco regresaba a su departamento de la ciudad de Buenos Aires luego de un mes de haber recorrido Europa con sus amigas de la infancia. Finalmente estaba en casa, lista para descansar y retomar la rutina laboral. Sin embargo, en cuanto subió al ascensor algo le indicó que no todo iba a estar como ella esperaba. Y su sospecha se confirmó en cuanto abrió la puerta: le habían robado absolutamente todo.“Me habían desvalijado. En ese momento, sin ser consciente de ello, algo en mi interior cambió. Por algún motivo, tenía muy claro que enojarme y llenarme de bronca solo iba a afectarme a mí”, recuerda. Criada en el barrio porteño de Boedo, había tenido una infancia feliz: junto a sus hermanos, pasaba mucho tiempo al aire libre y, además, como la familia era socia del Club Italiano, todos los fines de semana aprovechaba para hacer algún deporte. De hecho, siguiendo la tradición familiar, empezó a jugar al tenis desde muy chiquita. Siempre le habían gustado los deportes; en el colegio participaba en natación y hockey también. “En el club, cada uno tenía su grupito de amigos, así que los veranos transcurrían en la pileta y jugando al poliladron. Siempre que podíamos, nos íbamos un par de semanas a Miramar. Siento que fui muy afortunada de tener amigas que conozco desde los cuatro años, y que siguen siendo parte de mi vida hoy, con algunas nuevas incorporaciones a través del tiempo”.Cuando llegó el momento de elegir una carrera universitaria, se inclinó por el diseño industrial. “Al terminar el secundario no sabía qué estudiar, y me llevaron a hacer un proceso de orientación vocacional, que tampoco me aclaró demasiado el panorama, ni me mostró un rumbo a seguir. Recuerdo que me dijeron podés estudiar lo que quieras. Ojalá los tests hubiesen estado menos enfocados en las capacidades y más en las causas que nos convocan. Finalmente, decidí seguir los pasos de mi papá y estudiar Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. Pero en el CBC, me enamoré del diseño industrial y su capacidad de mejorar la vida de las personas y del mundo, así que rendí las equivalencias y me cambié a mitad de año”.Durante toda la carrera universitaria, trabajó en distintos estudios de diseño, para obtener experiencia laboral. La carrera le resultó tan intensa como apasionante. Los proyectos que más valoraba eran los que tenían una mirada sustentable. Su último trabajo como diseñadora fue en una empresa de equipamiento para supermercados. Luego de unos años, hizo un posgrado en la UBA también, para el que le otorgaron una beca por su buen desempeño académico durante la carrera.Sin mirar atrásPero el shock que le había producido aquel robo rompió algo en su interior y Paula ya no quiso mirar atrás. Siempre había tenido la curiosidad de vivir un tiempo afuera y, como tenía que empezar de nuevo, decidió hacerlo en otro lugar. “Mi vida, que hasta ahora había seguido el manual perfecto del mandato cultural y del deber ser, empezaba a transformarse, para siempre”.Es de Holanda, vive en Bs. As.: “El carácter argentino es difícil de comprender”.Un viaje lleno de preguntasFue a sus 30 que soltó todo lo conocido, se deshizo de los pocos bienes materiales que le habían quedado para llevar una vida más simple y dejó a su familia, sus amigas y sus años de carrera como diseñadora industrial para comenzar de cero en un lugar en el que no conocía a nadie y se hablaba un idioma, que ella aún no manejaba. El destino que había elegido para semejante aventura era Ámsterdam, la capital de los Países Bajos.Sin embargo, rehacer su vida sola en Ámsterdam no fue tan fácil como pensaba. Los primeros meses fueron de exploración y de supervivencia. La comida y la ropa estaban cubiertas, aunque la seguridad de empleo y el alojamiento seguían siendo un desafío. Pronto se dio cuenta de que encontrar un trabajo como diseñadora industrial no sería fácil debido a la barrera del idioma. Por otro lado, encontrar alojamiento resultó incluso más difícil que conseguir un trabajo. Se mudó doce veces en tres años.Al tiempo empezó a trabajar en servicio al cliente en una empresa farmacéutica. “Dejar mi carrera después de tantos años de esfuerzo, fue un ejercicio de entender mis prioridades. En ese momento, tenía que conseguir un trabajo que me permitiera vivir. Sin embargo, el cambio que más sentí fue pasar de estar siempre muy rodeada de familia y de amigos en Buenos Aires, a estar prácticamente sola cuando las visitas se iban. Yo no sabía estar sola, y ¡mucho menos pasar tanto tiempo dentro de casa!”Siempre había sido muy curiosa y activa, así que comenzó a practicar yoga, a leer e iniciar un viaje interior. “Dicen que aunque regrese, nunca vuelve el que se fue. Y es verdad. Hay algo en tomar distancia. Me empecé a hacer muchas preguntas. Si ya no soy una diseñadora industrial, ¿quién soy? Si ya no tengo una vida social tan ocupada, ¿qué me gusta hacer en mi tiempo libre? ¿Cuál es mi pasión, cuál es mi hobby ¿En qué soy buena? ¿Qué quiero? ¿Cuáles son mis dones y talentos? ¿Cuál es mi propósito? ¿Estoy viviendo mi vida? ¿O simplemente estoy haciendo lo que se espera de mí? Si estaba tan desconectada de mí misma, ¿desde qué lugar operaba con el mundo que me rodeaba? En este viaje hacia el interior, se me hizo muy evidente que no sabía la respuesta a estas preguntas y que durante la mayor parte de mi vida había estado viviendo desde el deber ser en lugar de lo que hubiese sentido más genuino. Terminar el secundario, ir a la universidad, conseguir un trabajo, obtener el título de posgrado, perseguir promociones. Porque esa es la receta para triunfar en la vida”.Era un trabajo interior intenso pero, hacerse esas preguntas le permitió mirar la vida con una nueva conciencia, que poco a poco se convirtió en acción. Gradualmente, comenzó a tomar diferentes decisiones en todas las áreas de su vida que transformaron para siempre la forma en que se conectaba con ella misma, con los demás y con el mundo que la rodeaba. Con mucho trabajo interior, aprendió a estar sola, y a disfrutarlo. Y comenzó a investigar y a integrar diferentes herramientas para una vida más consciente..El estrés como apertura hacia lo nuevoEsa búsqueda había estado motivada por diferentes momentos de estrés que había atravesado desde aquel robo en Buenos Aires. “En lo personal, me generaba mucha incomodidad sentir que no estaba en un trabajo o empresa que me llenara el alma, ni alineada con mi propósito, que para entonces ya estaba más claro en mí. Además creo que el expatriado/emigrante, siempre lleva la emoción del corazón partido, entre dos realidades, la de acá y el allá”. Es que en forma paralela a su descubrimiento interior, Paula Torraco había despegado en su puesto de trabajo y con ello habían aumentado las responsabilidades.En dos años y medio, había pasado de Agente de Servicio al cliente a Gerente. Y después de cinco años se convirtió en Gerente Regional con equipos en Ámsterdam, Madrid y Milán. “Yo era muy buena en mi trabajo, considerada un talento, viajaba por toda Europa para reuniones que, como argentina, tenían una emoción extra. Una vez me invitaron a una reunión rápida de un día en Francia con los principales líderes solo para obtener más visibilidad. ¡No lo podía creer!”.Sin embargo, aunque estaba ascendiendo, tachando todos los casilleros, sentía que faltaba algo. La introspección y la contemplación le ayudaron. Pero también la meditación, el yoga y el estilo de vida ayurvédico que la ayudó a estar alineada con los ritmos naturales de su cuerpo. “Y así fue que un día miré a mi equipo, compañeros y colegas. Mientras caminaba por la oficina, vi a algunos jóvenes tomando un Red Bull a las 9 a.m., otros cerca de la máquina de café, y otros que necesitaban una Coca-Cola a las 3 p.m. para pasar el resto del día. Había mucho estrés y casos de burnout. Me di cuenta de que a las personas que me rodeaban les faltaban las herramientas básicas de bienestar que había integrado en mi vida a lo largo de los años: meditación, mis hábitos conscientes de comer y dormir, alivio emocional, ejercicio, sentido de propósito”.Y de pronto sintió que había encontrado su misión: llevar bienestar a su equipo de trabajo y al resto de la organización también. Con esa idea en mente, desarrolló un programa de concientización integral para acercar a la gente opciones para ser parte del mundo de manera más responsable, cuidando el bienestar y la reconexión personal y con el planeta. Entre otras cosas, organizó talleres de estilo de vida, de alimentación consciente, sobre la importancia del buen dormir, de mover el cuerpo, de practicar mindfulness y meditación.Vendió todo. No era feliz, empezó a viajar a dedo pero no imaginó lo que le pasaría en la selva amazónicaA la izquierda, con Allan, su pareja y a quien conoció por Tinder. “Nos amamos y nos divertimos mucho juntos. Nos apoyamos mutuamente en nuestros caminos personales”. Una partida anticipadaCon la llegada de COVID, el puesto que Paula había creado con tanto entusiasmo, pero que era temporario, no pudo sostenerse como tal y se presentó la posibilidad de volver a su rol anterior. Pero su corazón estaba en otro lado, en ayudar a los demás como coach e instructora de bienestar. Así que decidió escuchar lo que su cuerpo le decía y arregló su salida. No había mucho lugar para negociar, pero logró que la empresa le pagara unos cursos de capacitación. Se certificó como Instructora de Estilo de Vida Ayurvédico (Chopra) y completó un máster en Liderazgo Consciente.“Ya no creo que los títulos hablen de mi capacidad como persona, pero sí creo en el aprendizaje continuo, no por la acumulación de información, sino para llegar a la sabiduría que da la experiencia. En paralelo, empecé a armar mi propio proyecto To Be Honest, con la ayuda de una muy buena pareja de amigos. El nombre hace referencia a la necesidad de sincerarse con uno mismo, como primer paso necesario para emprender cualquier proceso de transformación personal. No fue un camino sencillo, en el medio aparecieron muchos miedos y preocupaciones”.Renacer en ÁmsterdamPaula asegura que le encanta su vida en Ámsterdam. “Hay una sensación de libertad y seguridad, y muchas oportunidades si te animás a ir por ellas. La escala de la ciudad es ideal: tiene todo (cultura, deporte, etc.) a una distancia cercana. Esto pareciera ser algo menor, pero siento que mejoró mi calidad de vida porque tengo más tiempo y flexibilidad al poder ir en bici a todos lados. Hay mucha conciencia ambiental y otra cosa que valoro muchísimo es la oferta de comida basada en plantas. La mayoría de mis amigos son expats también, de Argentina. No los busqué necesariamente, pero es como tener un pedacito de casa acá”.La historia de Paula, como muchas otras, habla de la capacidad de reinventarse, una y otra vez. “Me gusta mucho recordar la frase de Viktor Frankl que dice que entre estímulo y respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta radica nuestro crecimiento y nuestra libertad. Siempre tenemos la posibilidad de elegir algo que nos haga ser nuestra mejor versión”.Compartí tu experienciaSi viviste alguna experiencia que mejoró tu bienestar y calidad de vida (puede ser médica, alimenticia, deportiva, un viaje, sentimental, profesional o de otra índole), y querés compartirla en esta columna, escribí a bienestarlanacion@gmail.com

Fuente: La Nación

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La relación de Arthur Rimbaud y Paul Verlaine, monstruos sagrados de la poesía francesa del siglo XIX, superó al romance para quedar marcada por la violencia, los excesos y el poder absoluto de la creación. Y aunque pasó un siglo y medio, años que abarcaron dos guerras mundiales y varios terremotos de avance social, los claroscuros de su tormentoso odio-amor siguen alimentando las noticias y los debates, sacándolos de la imagen fijada en los manuales de literatura para devolverles enteramente las contradicciones de su humanidad.En enero de este 2021, el presidente francés, Emmanuel Macron, decidió que -a pesar de una petición pública que contaba con el apoyo de la ministra de Cultura Roselyne Bachelot- Arthur Rimbaud no entraría al Panthéon, el gran sagrario de la historia civil francesa. Por respeto a la voluntad de la familia, el poeta -escribió Macron- “seguirá inhumado junto a los suyos, en la bóveda familiar del cementerio de Charleville-Mézières, su ciudad natal y última morada”. Paul Verlaine, la contraparte de esta historia, quedará a su vez donde está: el cementerio parisiense de Batignolles, donde su tumba es la más visitada.Argumentos siglo y medio despuésArgumentos había a favor y en contra: según Bachelot “el hecho de hacer entrar a estos dos poetas, que eran amantes, sí, juntos, al Panteón, tendría un alcance que no es solo histórico o literario, sino profundamente actual”. Para los detractores de la idea, en cambio, sería un despropósito unir definitivamente a la sombra de los laureles republicanos a dos poetas y amantes que terminaron separados por un episodio violento y terminaron sus vidas a miles de kilómetros de distancia. Macron zanjó la cuestión, pero más allá de este punto final, ¿cómo nació la discutida, tormentosa y extrema relación de Verlaine y Rimbaud?Leyenda o realidad: una imagen y documentos perdidosLa comuna Charleville-Mézières, en las Ardennes (norte de Francia), le debe a Rimbaud su ingreso a lo grande en el mapa de la literatura francesa. Además de su casa natal (12 Rue Pierre Bérégovoy, donde lo recuerda una placa), hay un Museo Rimbaud y un memorial llamado Maison des Ailleurs, establecido en un edificio donde la familia vivió varios años, y donde se evocan lugares en los que el poeta vivió o se inspiró, de Marsella a París, Londres, Aden o Harar. Según el relato de Paterne Berrichon, cuñado y biógrafo de Rimbaud (aunque no por eso demasiado confiable), su instinto errabundo había comenzado de recién nacido: apenas la enfermera lo dejó sobre un almohadón en el suelo, para ir a buscar sus primeras ropas, el pequeño Arthur rodó por el suelo y se fue rápidamente gateando hacia la puerta. Berrichon cuenta muchas anécdotas -incluyendo la vez que Rimbaud quiso cambiar a su hermana recién nacida por unas estampas de viaje en la librería de la ciudad- pero se obstina en rechazar lo que biógrafos posteriores, menos dados a la hagiografía, pusieron en tinta sobre papel: la relación amorosa con Paul Verlaine. “Malvadas leyendas florecieron monstruosamente sobre el tipo de afecto que unía a nuestros dos poetas, poetas cuya obra tuvo tan sana influencia sobre las nuevas letras. Hay que desmentir esas leyendas, porque el árbol de esta relación fue casto y sus ramas de amistad no produjeron nada más que un verde normal, aunque el propio Verlaine lo haya dado a entender gustosamente, de vez en cuando”. Para despejar las dudas con más énfasis, Berrichon admite los “rumores de sodomía”, pero asegura que “no hubo nada eso, nunca nada”. En Verlaine, agrega, “la amistad tomaba las proporciones de una pasión, sin dejar de ser amistad, y muchos de sus poemas están allí para dar testimonio”.Paul Verlaine (Shutterstock/)Berrichon había conocido a Verlaine, pero en realidad nunca conoció a Rimbaud: se casó con la hermana, Isabelle Rimbaud, seis años después de la muerte del poeta. Y junto con ella -la misma a quien Arthur niño había querido cambiar por figuritas- se dedicó a construirle una imagen lo más respetable posible. Sin dudar, para conseguirlo, en hacer desaparecer de su edición de las obras de Rimbaud alrededor de un tercio de sus poemas y dos tercios de su correspondencia. La “santificación delirante” de Rimbaud consagrada por Paterne Berrichon no fue menor en el caso de Isabelle, defensora a ultranza de la afirmación según la cual el antiguo poeta rebelde se había convertido en su lecho de muerte, en 1891 en Marsella. Desconfiados, quienes habían conocido bien a Rimbaud y su ateísmo consideran que la carta que probaría su conversión “in extremis” había sido retocada -¿tal vez con ayuda de Paul Claudel?- aunque no pueden explicar demasiado bien otros párrafos donde la autoría del poeta parece sin equívocos.El joven poeta RimbaudEl encuentro en París: Rimbaud y VerlaineA los dieciséis años, cuando viajó a París para reunirse con Paul Verlaine -poeta al que admiraba y con el que había intercambiado correspondencia- Rimbaud ya había pasado por varias transformaciones: del alumno modelo en la escuela de Charleville, que impresionaba a los profesores, quedaba poco y nada. “Transpiraba obediencia”, recordaría más tarde sobre sí mismo. Pero era agua pasada.¿Cómo había llegado Rimbaud a la cita? Un amigo lo había convencido de escribirle a Verlaine y enviarle algunos de sus poemas. A diferencia de otros, que no le habían respondido, el autor de los “Poemas saturnianos” captó de inmediato el genio del adolescente y le respondió con un llamado preciso: “Venez, chère grande âme, on vous appelle, on vous attend” (Venga, gran alma querida, lo llamamos, lo esperamos”). Por las dudas, agregaba junto con la respuesta un pasaje de tren a París.El joven Arthur no se hizo rogar. Desembarcó en la casa de Verlaine, que vivía en Montmartre con sus suegros y su esposa, Mathilde Mauté de Fleurville, de solo 17 años y entonces embarazada. Verlaine contaba con el apoyo de su suegra, Antoinette, que gustaba de entablar relaciones con los artistas y mostrarse como una suerte de pudiente protectora: había sido alumna de Frédéric Chopin y era por entonces -el otoño boreal de 1871- profesora de música de Claude Debussy. Además había hecho la vista gorda frente a las aventuras de su yerno, inclinándose ante el prestigio del poeta y la admiración que le despertaban sus versos. Pero nada de eso la había preparado para encontrarse con quien era su nuevo protegido.”Coin de table”, la pintura de Fantin-Latour (1872), donde se los ve a la izquierda a Verlaine y Rimbaud (Archivo/)Mathilde y Antoinette se toparon, en el medio de su elegante salón, con una escena que Enid Starkie, biógrafa de Rimbaud, describe así: “Un tosco campesino, de manos ásperas y rostro curtido por el sol y el viento. Rimbaud se hallaba por entonces en pleno crecimiento y la ropa del año anterior se le había quedado pequeña; las mangas no le tapaban las nudosas muñecas y los pantalones, los famosos pantalones de color azul pizarra, tampoco llegaban a cubrirle los bastos calcetines azules de algodón tejidos por su madre. Estaba, además, extraordinariamente sucio y desaliñado, con el pelo tan de punta como si nunca se lo hubiera peinado, y con algo que parecía una cuerda muy usada rodeándole la camisa a modo de corbata. Y, peor aún, llegaba sin equipaje de ningún tipo: ni cepillo de dientes, ni cepillo para el pelo ni ropa interior para mudarse”.El “meteoro que iluminó el cielo de la literatura francesa” -como lo definió el escritor Alexis Brocas- sorprendió también a Verlaine por su juventud y desaliño; en cuanto a ambas damas, pasaron con dificultad la prueba de la primera cena con un invitado falto de modales mundanos, encerrado en sí mismo y, peor todavía, aparentemente decidido a llevar a su mentor por el peor de los caminos. No es que Verlaine necesitara precisamente un guía para descarriarlo: diez años mayor que Rimbaud, ya había probado su propia versión del “desarreglo de todos los sentidos” al que aspiraba su protegido, pero le convenía descargar las culpas en el recién llegado adolescente.Vagar por las calles de París: al rescate de RimabudAunque indignado con la situación, al suegro de Verlaine no le hizo falta echar al recién llegado: después de algunos días, Rimbaud se fue solo de la casa y quedó vagando por las calles de París, sucio y hambriento hasta un extremo lamentable. Lo rescataron algunos amigos y benefactores del ambiente artístico de París, hasta que en enero de 1872 Verlaine le alquiló una habitación en el barrio de Montparnasse. Fue solo uno de sus varios domicilios en París, donde ese mismo año lo pintó Henri Fantin-Latour en el célebre cuadro “Un coin de table”: allí están representados Paul Verlaine, Arthur Rimbaud, Léon Valade, Ernest d’Hervilly, Camille Pelletan, Pierre Elzéar, Émile Blémont, Jean Aicard… y un florero, al parecer símbolo del ausente Albert Mérat, que después de una disputa con Rimbaud se negó a figurar en la obra. Mérat probablemente estaba ofendido porque Verlaine y Rimbaud habían escrito una parodia en clave obscena de su obra “L’Idole”, que aspiraba a celebrar la belleza del cuerpo femenino. Eran los tiempos del auge del ajenjo, el “hada verde” que causaba estragos en la sobriedad de media Europa, pero especialmente en la del joven Rimbaud, siempre decidido a convertir las experiencias en un desarreglo de los sentidos.El cabaret de Montparnasse donde iban los artistas de la época, entre ellos, Verlaine y Rimbaud (Shutterstock/)En todo caso, la oposición de la familia política de Verlaine era en vano: “No hay duda -escribe Enid Starkie sobre Rimbaud- de que durante algún tiempo vivió con Verlaine en un éxtasis total de cuerpo y alma y conoció la plena liberación de todas las inhibiciones. Durante la época de su pasión por Verlaine, Rimbaud produjo la mayor parte de su obra, y ese período coincide con el de su fe en sí mismo y en su doctrina estética”. Al parecer, la conexión entre ambos se veía hasta en sus respectivas letras, tan semejantes que incluso Isabelle Rimbaud confundió la grafía de Verlaine con la de su hermano.El amorío y la crueldad: un secreto a vocesLos amoríos de Verlaine y “Mademoiselle Rimbaud”, como escribió un amigo con ironía, era un secreto a voces en el mundillo literario de París. Pero lo que fuera al principio una profunda amistad, y casi con seguridad una relación amorosa apasionada, terminó degradándose en un abismo de maltrato insensible y crueldad: varios de los artistas que los frecuentaban fueron testigos de la violencia verbal de Rimbaud hacia Verlaine, y más aún, de la vez que llegó a tajearle las manos con una navaja en un café.Isabelle Rimbaud, la hermana del poeta, buscó crear una imagen a su preferencia (Archivo/)Inexorablemente, la degradación de ambos empujó cuesta abajo el matrimonio de Verlaine y Mathilde, que con apenas 18 años vivía entristecida y desesperada por las constantes borracheras de su marido, su descuido personal, los insultos y hasta los golpes. En una de las peleas, Verlaine sacó de la cuna a su hijo recién nacido y lo estrelló contra la pared; luego intentó estrangular a su mujer. Fue la gota que colmó el vaso: el suegro intervino y logró que por un tiempo Rimbaud se alejara de París, aunque Verlaine nunca dejó de estar en contacto con él, de pedirle paciencia y asegurarle que pronto podrían retomar su relación. Avergonzada por el tenor de las cartas, años más tarde -ya separada- Mathilde quemaría buena parte de la correspondencia entre ambos poetas.El hotel en Bruselas donde se alojaron los poetas (shutterstock/)Rimbaud no duró mucho tiempo alejado de París. Otra vez fue Verlaine quien le envió el dinero para el pasaje: y allí llegó de nuevo en mayo de 1872, otra vez a una habitación alquilada por su amigo y amante, donde retomó el alcohol, los excesos y la creación literaria, bajo la forma de las “Iluminaciones” (aunque la mayor parte de su obra suscita dudas en cuanto a las fechas exactas de composición). Su poesía se volvía más audaz, más independiente, pero al mismo tiempo Rimbaud necesitaba alejarse del sórdido ambiente de la capital: así, llegado julio de 1872 convenció a Verlaine de dejar a su mujer y ambos emprendieron viaje rumbo a Arras, desde donde volvieron a París para nuevamente partir hacia Charleville. Desde allí se fueron finalmente a Bruselas.Mientras tanto, en París Mathilde desesperaba: Verlaine se había ido sin avisar, sin llevarse equipaje, probablemente sin intención de volver. La joven desconocía por completo el paradero de su marido. Según cuenta en sus memorias, cuando pudo por fin ubicarlo en Bruselas decidió ir a buscarlo, acompañada de su madre. La pareja se encontró una mañana temprano en el Hotel Liégeois, donde Mathilde intentó convencer a Verlaine de dejar Francia para instalarse en Nueva Caledonia y emprender una nueva vida. Entusiasmado, Verlaine prometió que esa misma tarde volvería a París con su esposa: solo pedía unas horas para despedirse de Rimbaud. Y aunque cumplió en acudir a la estación y subir al tren de regreso, en un alto en la frontera se despertó de su borrachera y se bajó del vagón. Imposible convencerlo de volver a subir: cuando el tren arrancó de nuevo llevaba a Mathilde y a su madre, pero Verlaine se había quedado en el andén. Sería la última vez que vería a su mujer.Paul Verlaine, era mayor que Rimbaud y mantuvo una tormentosa relación con él, aquí a los 49 años, retrato de Otto Wegener (Archivo/)El Londres de Verlaine y Rimbaud: el tiro de graciaNuevamente juntos, Verlaine y Rimbaud pasaron un par de meses en Bélgica y luego viajaron a Londres, donde empezaron a relacionarse con el ambiente artístico de la ciudad. Al parecer, no disimulaban demasiado la verdadera naturaleza de su relación, al punto que los rumores llegaron a oídos del abogado que estaba por entonces preparando el divorcio de Mathilde en París. Entre idas y vueltas, más alcohol y más poesía -pero también nuevas experiencias con el opio en el East End- Rimbaud y Verlaine desplegaron en Londres “una vida absurda y vergonzosa”. Eran habitués de los cafés del Barrio Francés -hoy el Soho- y una placa en el frente de una propiedad en estilo Regencia, situada en Royal College Street 8 recuerda que ambos vivieron allí entre mayo y julio de 1873. Pero la relación empezaba a degradarse de modo inexorable. Rimbaud maltrataba a su amante con crueldad; Verlaine volcaba su sufrimiento en extensas cartas a su madre; la tensión aumentaba y se convertía en episodios de violencia cada vez más decadente.Hasta el día en que se produjo la pelea definitiva. Las versiones difieren. Rimbaud contó que le había reprochado a Verlaine su pereza frente a algunos amigos, causando el enojo del poeta; Verlaine diría más tarde que Rimbaud se burló de él al verlo regresar a la casa llevando aceite y arenques para cocinar. Lo seguro es que Verlaine se fue intempestivamente, abordó un barco rumbo a Amberes y le escribió a Mathilde para asegurarle que había abandonado definitivamente a Rimbaud. No calculaba que su mujer jamás recibiría la carta: harto del escándalo y la desdicha de su hija, el señor Mauté de Fleurville interceptaba la correspondencia y la joven Mathilde solo recibiría la misiva cinco años más tarde. Mientras tanto Rimbaud, que había fracasado en su intento de alcanzar a Verlaine en el puerto, volvió a su casa y le escribió una carta repleta de arrepentimiento: “Vuelve, vuelve querido amigo, único amigo, vuelve. Te juro que seré bueno. Si me enojé contigo es una broma en la que me he empecinado, me arrepiento más de lo que es posible decir. Vuelve, será olvidado. Qué desgracia que lo hayas creído. Hace dos días que no dejo de llorar”.A su vez Verlaine, ya en Amberes, tomó de nuevo la pluma para escribir a Rimbaud, pidiéndole perdón y asegurando que se suicidaría si no lograba reconciliarse con Mathilde. Pero el joven abandonado en Londres no lo tomaría demasiado bien: “¿Crees que tu vida será más agradable con otros que conmigo? -le respondió Rimbaud-. Piénsalo. Sin duda que no. Solo conmigo puedes ser libre”.A pesar de sus amenazas, proferidas a quien quisiera escucharlo, Verlaine no se suicidó al quedar sin respuesta sus cartas a Mathilde. En lugar de eso, le envió un telegrama a Rimbaud para que se reuniera con él en Bruselas. Una vez más ambos poetas se encontraron y retomaron en la capital belga los malsanos vaivenes de una relación definitivamente dañada. Pero el desenlace estaba cerca.Una de las estampillas francesas que homenajea al joven poeta francés (Shutterstock/)El principio del fin se produjo después de dos días de discusiones exasperantes, que Verlaine concluyó con un exceso de alcohol que lo dejó casi inconsciente. A la mañana siguiente salió, volvió a emborracharse y al volver le mostró a Rimbaud un revólver que acababa de comprar para matarse. Acto seguido, trabó la puerta con una silla y se sentó, amenazando: “Si tratas de irte, ya verás lo que pasa”. Lo que siguió fueron tres disparos: dos dieron contra la pared y uno contra la muñeca de Rimbaud.Luego, desesperado, salió de la habitación, avisó a su madre -que también se encontraba en Bruselas- que había disparado a Rimbaud, se tendió llorando en la cama y finalmente, algo más calmado, ayudó a Mme. Verlaine a vendar la mano del herido. Pero las cosas no quedaron ahí: cuando más tarde Rimbaud intentó de nuevo irse, Verlaine volvió a amenazarlo con el revólver que llevaba en el bolsillo. El adolescente, asustado, pidió ayuda a un policía: así aquel 10 de julio de 1873 Verlaine terminaba detenido y acusado de asesinato; Rimbaud por su parte empezaba el último y agitado tramo de su vida como poeta. Unos días después intentó retirar la denuncia, pero ya era tarde: el juicio continuó y terminó con la condena de Verlaine a un multa y dos años de trabajos forzados. Rimbaud, a su vez, fue expulsado de Bélgica.Caminos que nunca volvieron a unirseAl año siguiente Mathilde consiguió el divorcio. El revólver, protagonista material del episodio, se subastó en Christie’s en 2016, por casi medio millón de dólares. Aunque el capítulo final de la historia entre Rimbaud y Verlaine se había escrito mucho antes: fue en 1875, en Alemania, cuando ambos volvieron a encontrarse una última vez.Curiosamente religioso, Verlaine había propuesto a su antiguo amigo que siguiera sus pasos, pero las buenas intenciones duraron poco: “Tres horas después había negado a su dios”, escribió con ironía Rimbaud. La conversión se convirtió en una gira por los bares de Stuttgart y en una pelea final. Luego, nunca más volvieron a verse. Sus caminos se bifurcaron para siempre: Rimbaud emprendió sus aventuras en Europa, Indonesia, Yemen y Etiopía, alejado por completo de los versos de su juventud; Verlaine continuó su obra y murió algunos años más tarde, en la miseria pero consagrado como “príncipe de los poetas”. Sin embargo, para bien o para mal, la literatura los mantiene unidos para siempre

Fuente: La Nación

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Rosario López Seco vive en pleno campo bonaerense, a unos diez kilómetros de la ciudad de Brandsen. Desde hace diez años tiene allí su casa, unos perros que saludan felices a los visitantes, un nuevo gallinero, el tambo y una flamante fábrica de quesos. Esa fábrica se llama El Abascay y, con menos de un año de vida, ya les vende productos a algunos de los mejores restaurantes de Buenos Aires.Mario, el padre de Rosario, fue quien comenzó con los tambos a mediados de siglo XX. “Llegó a tener su propia fábrica de leche en polvo, crema y dulce de leche. Pero la Argentina es complicada y se fundió. En 1969 cerró la fábrica, remató las maquinarias y con lo que sacó empezó de nuevo, levantando varios tambos pequeños y vendiéndole la leche a Gándara y a La Serenísima”, cuenta Rosario.De a una las hermanas se sumaron al trabajo en tamboLa leche en Argentina y sus grandes crisisLa historia de El Abascay es la de una familia, pero también es la historia de la leche en Argentina y la de sus grandes crisis económicas. En el año 2000, a punto de volver a fundirse, entre los diez hijos de Mario se distribuyeron las tierras familiares. Rosario, que había estudiado veterinaria (pero que embarazada de mellizas tuvo que dejar la facultad) se quedó con una parte. A lo largo de las últimas dos décadas varias veces debió vender terrenos, alquilar otros, asociarse con sus hermanos o separarse para sobrevivir. Hoy posee 160 hectáreas de campo, le alquila otras 190 a un hermano, y con eso alimenta a 160 vacas de las razas Holando y Jersey. Fueron años de inversiones, de riesgos, éxitos y fracasos. “En un momento con mis hermanos pusimos una fábrica de leche pero nos fue muy mal. La gran industria siempre te pisa la cabeza: los vendedores iban a los comercios y si veían que tenían nuestra leche (la marca era Cañada Chica), entonces no les bajaban el resto de los productos. Nosotros eramos muy chicos, no podíamos defendernos”.Una familia de mujeresRosario tiene tres hijas: Consuelo, Lucía y Josefina. La primera en acercarse al tambo fue Consuelo. Ella vivía en Buenos Aires, había estudiado Recursos Humanos, trabajado en una editorial y también en gastronomía. “Precisaba un cambio y en 2018 me vine para acá”, cuenta.Rosario, la madre, comenzó con el proyecto“Al principio todo era difícil. Con mamá compartíamos un solo vehículo entre las dos, yo vivía en Brandsen, ella acá, el camino se inundaba”. Fue Consuelo la que, junto con Rosario, comenzaron a darle forma a la fábrica de quesos. La idea arrancó por una propuesta de Danone, que buscaba leche orgánica para un nuevo producto. Entusiasmadas comenzaron el proceso de reconvertir el campo en orgánico, investigando y capacitándose en el INTI, modificando rindes y evitando agroquímicos. Tras varios meses, cuando debían empezar a vender esa nueva leche agroecológica (la certificación demora dos años y todavía está en proceso), Danone canceló el proyecto. “Nos querían pagar la leche al mismo precio que la común. Ahí decidimos independizarnos. Es también algo filosófico: cuando tu único comprador es la industria, pasás a ser un simple proveedor de leche: ellos vienen, la levantan, se la llevan, te dicen cuánto y cómo te pagan. Vos no decidís nada”, cuentan. Luego se sumó Lucía, con un proyecto de huevos frescos: junto con su pareja reconvirtieron un galpón en un amplio gallinero, donde cada noche duermen más de 500 gallinas coloradas, las mismas que durante el día caminan libremente por el campo. Finalmente se sumó Josefina: ella es nutricionista y se encarga de certificar legalmente la fábrica de quesos, además de colaborar en el armado de los pedidos.Un cambio orgánicoUna vez más, como tantas veces lo hizo Rosario en su vida, era comenzar de cero. Con el tambo en plena crisis económica, vendió sus “ahorros”, un par de vacas negras que guardaba para emergencias, y con eso pagó deudas. Con un crédito bancario compraron una camioneta, con otro arrancaron la pequeña fábrica. “No sabíamos qué tipo de queso íbamos a hacer, no teníamos un plan armado, sino que lo fuimos descubriendo a medida que avanzábamos. Fue un proceso de prueba y error”. Ser orgánicos se convirtió en un desafío pero también una oportunidad de crecimiento más personal, más allá de lo económico. “No soy una fundamentalista, hace un par de años incluso usaba glisofato si lo precisaba, pero siempre intenté no abusar. Ahora estoy en un grupo de aprendices de agroecología y el desafío es fantástico, me divierte y me obliga a aggiornarme todo el tiempo”, dice Rosario.A medida que el negocio crece “las hijas” se van involucrando en distintas tareas y transforman los espacios de acuerdo a las necesidadesArmarse de acuerdo a las necesidadesDonde había una oficina, pusieron el laboratorio. En una habitación están armando una mini fábrica de dulce de leche. Hay una segunda cámara de maduración en construcción, donde los quesos se guardarán desde unos pocos días a varios meses según la variedad, siempre entre los 11° y los 13° grados y con 85% de humedad. La actual sala de maduración se convertirá en el espacio de envase. “Al principio éramos nosotras dos para todo, elaborábamos, envasábamos y de ahí me iba a hacer las entregas. Era un delirio”, recuerda Consuelo. No son recuerdos lejanos: era así hace unos pocos meses atrás. Ahora trabajan allí 15 personas, entre el tambo, la quesería, el campo, el gallinero. Cada día obtienen 3500 litros de leche, que enseguida pasan a la fábrica donde Ángel, el maestro quesero, arranca el proceso de convertir todo ese líquido en quesos.Sus quesos ya se encuentran en restaurantes que priorizan los productos orgánicos y de calidadGouda, sbrinz, sardo, tybo. También, una muy buena ricota, un halloumi perfecto para hacer a la plancha, un queso cremoso, los saborizados y el campeche (un queso semiduro que preparan en honor a un tío). Y la manteca, perfecta y cremosa, hecha tan sólo batiendo la nata de la leche recién pasteurizada. Esa es la oferta de El Abascay, a la que se suman los huevos de campo y una miel floral y dorada, también de la misma zona. Todo esto se puede comprar en la tienda online, con entrega a domicilio en Buenos Aires, pero también encontró un camino gastronómico en restaurantes muy reconocidos, como Anafe, Julia o Anchoíta. En La Plata, La Mantequería recibe huevos y leche cada semana, lo mismo Villa, una excelente panadería de Villa Pueyrredón.El Abascay nació cuando dejaron de venderle leche a la industriaSon mujeres al mando de un proyecto familiar. “Cuando empecé, siendo todavía joven, ser mujer lo hacía todo un poco más difícil. El campo es un mundo masculino, a muchos no les gustaba nada que una chica de veintipico de años les diga qué hacer. Hoy veo que a Consuelo le pasa parecido. Por suerte, como a mí, a ella tampoco le falta carácter. Además, no es que venimos de la oficina a ver qué están haciendo, sino que acá todos trabajamos a la par: yo soy siempre la primera en llegar a la fábrica”, dice Rosario, con esa seguridad de quien sabe que el campo no es fácil, pero que a la vez es lo que más ama en el mundo.

Fuente: La Nación

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TOKIO (AP) — La estrella local Naomi Osaka debutará contra la china Zheng Saisai, número 52 del ránking, y Novak Djokovic se topará con el bolivano Hugo Dellien, 139 del escalafón, en la ronda inicial del torneo de tenis de los Juegos Olímpicos de Tokio.Las llaves de las competencias de tenis fueron definidas el jueves, dos días antes del inicio de la actividades en las pistas duras del Parque Ariake.Osaka vuelve a las canchas tras retirarse del Abierto de Francia, después que la japonesa — campeona de cuatro torneos de Grand Slam — había sorteado su compromiso de primera ronda, para tomarse un descanso mental.Djokovic llega a Tokio con la intención de convertirse en el primer hombre que completa el ‘Slam Dorado’, llevándose los títulos de las cuatro grandes citas del tenis y el oro de sencillos en unos Juegos Olímpicos en el mismo año.Andy Murray, defensor del título olímpico, tendrá un complicado escollo en la primera ronda al tocarle medirse ante el canadiense Felix Auger-Aliassime, 15to del ránking.Murray es el único tenista con cetros consecutivos en sencillos al consagrarse en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. Pero los problemas del británico en la cadera, incluyendo una cirugía reconstructiva, comprometen sus posibilidades de un tricampeonato.El latinoamericano más destacado en Tokio 2020 es el argentino Diego Schwartzman.Octavo cabeza de serie aquí y 13ro en el escalafón de la ATP, Schwartzman tendrá su debut olímpico absoluto frente al peruano Juan Pablo Varillas (122 del ránking).Schwartzman no pudo disputar la cita de Río 2016 debido a que sus compatriotas Juan Martín Del Potro y Juan Mónaco recurrieron al ránking protegido. Del Potro acabó sucumbiendo ante Murray en la final olímpica para colgarse la medalla de plata.Varias figuras de renombre se han quedado en casa, como ha sido el caso de Roger Federer, Rafael Nadal y Serena Williams. Pero la cita de Tokio cuenta con el serbio Djokovic y la australiana Ashleigh Barty, flamantes campeones de Wimbledon y actuales número uno del mundo.El ruso Daniil Medvedev, el griego Stefanos Tsitsipas y el alemán Alexander Zverev completan el cuarteto de máximos preclasificados.Los hipotéticos cruces de cuartos de final en base a la preclasificación tendrían a Djokovic frente al ruso Andrey Rublev; Zverev contra el polaco Hubert Hurkacz; Schwartzman ante Tsitsipas; y Medvedev versus el español Pablo Carreño Busta.Barty debutará contra la española Sara Sorribes Tormo.Sujeto a la preclasificación, los cuartos de final del cuadro femenino tendrían los duelos entre Barty y la checa Barbora Krejcikova (3); la bielorrusa Aryna Sabalenka (3) contra la española Garbiñe Muguruza (7); Osaka (2) frente a la polaca Iga Swiatek (6); y la checa Karolina Pliskova ante la ucraniana Elina Svitolina (4).

Fuente: La Nación

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MIAMI (AP) — Arnór Ingvi Trausason y Adam Buksa anotaron dos goles cada uno y el Revolution de Nueva Inglaterra apaleó 5-0 al Inter de Miami el miércoles, en el primer enfrentamiento entre ambos equipos.Traustason aprovechó un tiro libre de Carles Gil para cabecear hacia las redes y abrir el marcador a los 15 minutos. A punto de caer de espaldas, alcanzó a realizar un disparo certero para hacer el tercer tanto a los 26.El español Gil envió el balón al segundo palo y Buksa anotó de volea en el tiempo de compensación del primer periodo. Buksa consiguió el 5-0 a los 83.Miami, que está disputando apenas su segunda temporada en la MLS, perdió por sexto encuentro consecutivo. Tiene sólo un gol en esta mala racha.Es colista de la Conferencia Este con apenas ocho puntos.El Revolution hilvanó triunfos, después de que no había ganado en los anteriores tres duelos, para liderar la liga con 30 puntos —uno más que los Sounders de Seattle. Nueva Inglaterra suma 14 triunfos de visita (incluyendo la postemporada) desde que Bruce Arena asumió como técnico en junio del 2019.Se trata de la mejor racha de su tipo en la MLS en ese periodo.Teal Bunbury anotó por primera vez desde el 12 de mayo para el 2-0 a los 27 minutos.Gil tiene 12 asistencias esta temporada, para liderar a la MLS, con seis más que cualquier otro jugador.También el miércoles, el venezolano Ronald Hernández consiguió su primer tanto en la MLS, y Atlanta United igualó 1-1 ante el FC Cincinnati. Fue el primer partido de Rob Valentino como entrenador provisional del United.En otros partidos, New York City FC superó 1-0 a Montreal; Toronto FC igualó 1-1 frente a los Red Bulls de Nueva York, y Nashville empató sin goles con el Crew de Columbus.Además, D.C. United igualó 2-2 con el Fire de Chicago; Sporting de Kansas City empató 1-1 con los Earthquakes de San José, y los Rapids de Colorado se impusieron 2-0 al FC Dallas.

Fuente: La Nación

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