Circulan en redes sociales diferentes posteos relacionados con la primera precandidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires Victoria Tolosa Paz (Frente de Todos). En esta nota de Reverso los analizamos y te contamos qué dicen los datos al respecto.Un mensaje viral afirma que la publicidad oficial recibida por las empresas de Enrique Albistur, esposo de Tolosa Paz, se incrementó tras la asunción de Alberto Fernández. Esto es verdadero: los ingresos aumentaron un 42% en términos reales.Mientras que otro posteo asegura que “Tolosa Paz cambió el auto con los fondos del Consejo del Hambre”, pero esta noticia es falsa, porque si bien la licitación existió se trata de un vehículo para la flota del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales y no una adquisición personal.VERDADEROCircula en Twitter un posteo viral que sostiene que las empresas de Enrique “Pepe” Albistur, esposo de Tolosa Paz, incrementaron sus ingresos de publicidad oficial a partir de 2020, en el primer año de la Presidencia de Alberto Fernández.La afirmación es verdadera: de acuerdo con los datos oficiales, las empresas Wall Street Vía Pública SA y Grupo al Sur SA -ambas presididas por Albistur- incrementaron un 101,4% los ingresos recibidos por pauta oficial en 2020, si se los compara con 2019. Se trata de una suba real (descontando el efecto de la inflación) del 42%, mientras que la inversión total en publicidad oficial en la vía pública cayó casi un 40% en el mismo período.El mensaje fue publicado en Twitter por el usuario “Winston_Dunhill”, y recibió 1.100 retuits y 1.400 “Me gusta”. “Wall Street Vía Pública SA, propiedad de Pepe Albistur, marido de Victoria Tolosa Paz, recibió en 2019 publicidad oficial por $ 9.565.423,89, en 2020 ya con el inquilino presidente, $ 35.695.787”, dice el posteo.De acuerdo con los datos oficiales analizados por Agustín Espada, doctor en Ciencias Sociales (UBA) y director de la Maestría en Industrias Culturales de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Wall Street SA recibió en 2019, en concepto de publicidad oficial en la vía pública, $ 14.342.555. En tanto, Grupo al Sur SA recibió ese año $ 3.380.679. Esto hace un total de $ 17.723.234.Durante 2020 las empresas de Albistur recibieron $ 35.695.787 por publicidad en la vía pública: $ 20,4 millones destinados a Wall Street; y $ 15,2 millones a Grupo al Sur, de los cuales $ 2,1 se concedieron a una unión transitoria (UTE) conformada junto a Metrópoli Publicidad Exterior SA, propiedad de un grupo de empresarios santafesinos.De este modo, las empresas de Albistur duplicaron sus ingresos por publicidad oficial entre 2019 y 2020 a precios corrientes, mientras que si se tiene en cuenta la inflación, el incremento fue de casi el 42%.En el mismo período, el total de publicidad oficial destinada a la vía pública cayó un 39,8% real: pasó de $ 554 millones a $ 474 millones. En tanto, otras empresas publicitarias que también recibieron pauta oficial callejera en 2019 y 2020 vieron caer sus ingresos: Nexo SA (-96,8%), Alter Medios SA (-84%), Viacart SA (-81,8%) y Publicar SA (-55%).Por lo tanto, si bien los montos no son exactos, es cierto que las empresas de Albistur vieron incrementados sus ingresos por publicidad oficial en términos reales entre 2019 y 2020, mientras que otros grandes actores del rubro tuvieron caídas.Reverso consultó a la Secretaría de Medios de la Nación y al equipo de Prensa de Tolosa Paz sobre el incremento de las publicidades recibidas, pero al cierre de esta nota no había recibido una respuesta.El Decreto 202/2017 sobre conflictos de intereses -dictado durante la gestión de Cambiemos- no prohíbe que personas que tengan “amistad pública que se manifieste por gran familiaridad y frecuencia en el trato” con el Presidente -como es el caso de Albistur con Alberto Fernández- o ministros participen de contrataciones con el Estado, aunque en estos casos indica que deben incorporarse herramientas adicionales de control.FALSOUna nota del sitio Agencia Nova, que cuenta con casi 10 mil interacciones en Facebook, según los datos de la propia red social, señala que “Tolosa Paz cambió el auto con los fondos del Consejo del Hambre”. Según esta publicación, la funcionaria “se compró un lujoso Citroen C4 Lounge cero kilómetro, con caja de cambios automática, por más de $ 3 millones. Los fondos públicos, en vez de distribuirse, fueron individualizados para la funcionaria K”. Esto también circuló en Twitter.Según esta publicación, la funcionaria “se compró un lujoso Citroen C4 Lounge cero kilómetro, con caja de cambios automática, por más de $ 3 millones.Esto es falso. Si bien la compra existió, se trata de un vehículo de gama media alta para la flota del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, organismo a cargo de Tolosa Paz, y no de una adquisición personal de la funcionaria. Esto ocurre con la mayoría de los organismos públicos, que cuentan con vehículos oficiales.Los registros oficiales muestran que en marzo último el organismo que conduce la actual precandidata a diputada nacional, el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, abrió una licitación privada para adquirir un “vehículo tipo Sedan 4 puertas”, de “gama media alta”. Según la información oficial del pliego de bases y condiciones, el auto a comprar se incorpora a la “flota de automóviles” del organismo.Según se desprende del sitio Argentina Compra, que publica el detalle de las compras que realizan las diversas dependencias del Estado nacional, en mayo último se realizó la apertura de las ofertas y se registró como oferente la empresa Esprit Pourtau SA, concesionaria oficial de Peugeot-Citröen en las localidades de Brandsen y La Plata. Ofreció un Citroën C4 Lounge por casi $ 3 millones.Esta misma compañía fue proveedora de vehículos para organismos estatales en otras licitaciones de este año. Por ejemplo, el INDEC, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, la Fuerza Aérea, la Agencia Nacional de Discapacidad y el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento.Esta nota es parte de Reverso, el proyecto periodístico colaborativo que une a más de 40 medios para intensificar la lucha contra la desinformación durante las elecciones de 2021.Las vías de contacto para sumarse son:Por mail a info@chequeado.comPor WhatsApp/ReversoAr en todas las redes

Fuente: La Nación

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Nicolás Taffarel es terapeuta manual. Desde 2018, cuando Diego Armando Maradona volvió a la Argentina después de haber dirigido en el ascenso mexicano, y hasta el fallecimiento del astro mundial del fútbol, el 25 de noviembre pasado, trabajó como su masajista. Hoy declaró como testigo en la causa donde se investigan las circunstancias que rodearon la muerte del por entonces DT de Gimnasia y Esgrima La Plata. Sin dudar, bajo juramento de decir la verdad, sostuvo que la internación domiciliaria en la casa de Tigre donde vivió dos semanas el excapitán del seleccionado nacional de fútbol, después de haber sido operado de un hematoma subdural en la cabeza, fue pésima.“Si la pregunta viene apuntada a la internación domiciliaria, fue pésima. Muy básica, con algodón, gasas y solución fisiológica para un paciente de elite. Muy mala la internación domiciliaria”, sostuvo Taffarel, ante la pregunta que le hizo uno de los abogados de parte durante la audiencia en la Fiscalía General de San Isidro.El terapeuta había sido citado por los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, y la fiscal de Benavídez, Laura Capra, que están a cargo del expediente judicial donde se investigan las circunstancias que rodearon la muerte de Maradona.Taffarel, cuya novia es la cuñada del abogado Víctor Stinfale, comenzó su declaración con un repaso de cómo comenzó a trabajar para Maradona. Recordó que la primera vez que lo masajeó fue en 2017, después de que el astro fuera a visitar al plantel de Deportivo Riestra y pateara unos tiros libres. Después volvió a tener un contacto asiduo con él cuando Diego volvió a la Argentina después de su experiencia como DT de Dorados de Sinaloa.El masajista sostuvo que fue a la Clínica Olivos todos los días que duró la internación de Maradona después de haber sido operado de un hematoma subdural en la cabeza. El por entonces DT de Gimnasia y Esgrima La Plata fue intervenido quirúrgicamente el 3 de noviembre pasado y se fue del centro de salud el 11 de ese mes.Cuando los fiscales le preguntaron cuántos veces vio a Maradona entre el 11 y el 25 de noviembre pasado, los días que estuvo en una casa alquilada en el barrio cerrado San Andrés, en Tigre, Taffarel respondió: “Lo vi todos los días del 12 al 24 de noviembre, salvo los domingos. Iba en mi auto”.A continuación, los representantes del Ministerio Público le pidieron que precisara, según su observación, cómo era el estado físico y anímico de Maradona. Entonces, Taffarel afirmó: “En cuanto a lo anímico, lo vi deteriorado y entregado. En lo físico lo vi hinchado, un día que me preocupé y lo dejé plasmado”.Leopoldo Luque y Maradona después de la operación en la Clínica OlivosEl expediente tiene siete imputados por el delito de homicidio con dolo eventual. Se trata del neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la médica de Swiss Medical Nancy Forlini, los enfermeros Dahiana Madrid y Ricardo Omar Almirón y el coordinador de enfermeros de la empresa Medidom, Mariano Perroni.Como se dijo, Maradona vivió dos semanas en una casa alquilada en el barrio San Andrés, en la zona conocida como Villanueva, en Benavídez, partido de Tigre. El 11 de noviembre pasado había dejado la clínica Olivos, donde fue intervenido quirúrgicamente por un hematoma subdural en su cabeza. La operación fue el martes 3 de ese mes. Diego murió el 25 de noviembre.En el documento donde se firmó la externación del Diez se dejó constancia de que no tenía el alta médica y de que Swiss Medical había propuesto continuar con un tratamiento psiquiátrico, clínico y de rehabilitación y toxicológico bajo la modalidad de internación en un centro de rehabilitación.Los fiscales le preguntaron a Taffarel sobre un mensaje de voz de WhatsApp que le envió a Luque el 18 de noviembre pasado, una semana antes del fallecimiento de Maradona. En ese chat, el masajista advirtió: “Estaba muy hinchado Leíto. Los ojos hinchados como una teta, te lo juro por Dios. Imaginate que lo vi hinchado con la luz apagada, no lo quería ver con la luz prendida”.Sobre este punto, Taffarel respondió: “Yo entré en su habitación y cuando me acerqué lo saludé, le di un beso y ahí lo vi. Tenía los ojos muy hinchados y los pómulos también, estaba como chino, era muy raro eso, nunca lo había visto, por eso lo informé. La cara estaba muy hinchada; el torso no se lo vi porque estaba tapado. Ahí llevaba ya como dos días sin levantarse. Después le avisé a Luque y me dijo que podía ser porque hacía mucho que no se levantaba. Esto me trajo mucha preocupación porque en un cuerpo en un estado horizontal durante mucho tiempo los líquidos no fluyen y los pulmones se colapsan por los gases, un edema agudo de pulmón”.

Fuente: La Nación

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El Banco Central (BCRA) lleva contabilizados unos $720.000 millones en lo que va del presente año en pagos por intereses a los bancos por la deuda que asume cuando le compran Letras de Liquidez (Leliqs) o les toma créditos (pases pasivos), operaciones que hace para retirar de circulación buena parte del dinero emitido para auxiliar financieramente al Gobierno o inyectado al comprar dólares para recomponer su tenencia de reservas.Nominalmente, consumió en siete meses y unos pocos días la misma cifra que debió oblar durante todo 2020 por igual concepto: $721.559 millones. Ese monto, además, incluso supera en 4% la montaña de plata que esa misma entidad abonó en 2019 ($692.700 millones), último de la gestión Macri y tras haberse comprometido con el FMI a mantener congelada la Base Monetaria (BM) y haber validado tasas de interés que llegaron a orillar el 86% nominal anual con dicho propósito.Son los pagos que el actual presidente Alberto Fernández, en tiempos de campaña, denominó “usureros” antes de comprometerse a usarlos para aumentarle a los jubilados. “Me preguntan de dónde vas a sacar la plata para hacer todo: la plata de la voy a sacar de la usura que se llevan los bancos con las Leliqs”, lanzó en un acto con sindicalistas antes de las elecciones generales.El aumento en el costo, con una tasa que se mantienen desde hace casi 17 meses en el 38% (en el caso de las Leliqs) y que promedia el 34,5% en el de los pases desde noviembre de 2020, se produce por el fuerte crecimiento que muestra esa deuda. Es la contracara del esfuerzo esterilizador que realiza el ente monetario (absorbió unos $217.000 millones en julio) y lo que hace que ese pasivo total virtualmente se haya cuadruplicado en los últimos dos años (cerró julio bordeando los $4 billones, exactamente en $3,925 billones).Pasivos monetarios remunerados del BCRA al 29/7/2021:* Leliqs: $2.015.279 millones* Pases pasivos: $1.897.039 millonesTotal = $ 3.912.318 millonesEquivalen a us$ 40.462 millones: Sí, una locura absoluta— Enrique Quintana (@QuikFCO) July 31, 2021El dato llamativo es que esa deuda total creció y su costo sigue en aumento pese a que los bancos, impulsados por la regulación que los incitó a cambiar Leliqs por Bonos del Tesoro, en poco más de dos meses cambiaron de destino unos $300.000 millones. De hecho, el costo total de la esterilización, que había arrancado el año promediando los $85.000 millones, fue de $104.500 en mayo, de $111.900 en junio y de $117.300 millones al cabo del último mes.En el medio, y pese a esa norma, el Tesoro no pudo siquiera mejorar su ratios de financiamiento, al punto de captar apenas $34.000 millones más de lo que le vencía en julio (el menor monto desde marzo) y no llegar a cubrir dos tercios de lo que necesitaba esta semana, en la primera licitación de agosto.El stock de pasivos remunerados del BCRA se mantiene en niveles récord desde hace unos meses y en torno al 11% en relación al PBI. “Es lo que inquieta, aunque las tasas son bajas en relación a la inflación que tenemos -y mientras eso pase parte de esa deuda se licúa- hay que comenzar a preguntarse qué pasaría si la inflación baja”, advierte el economista y consultor Jorge Neyro.“Hay un fuerte aumento de los pasivos remunerados como consecuencia de una emisión de pesos que el público no quiere aceptar. Eso trae consigo la necesidad de esterilizarlos, lo que deteriora el balance del Central. Es una dinámica que preocupa y, supongo, será una de las cuestiones a atender en un próximo acuerdo con el FMI”, sostiene el economista Guido Lorenzo, director de LCG. “El costo asociado a esta política asciende al 1,7% del PBI, lejos de la expectativa inicial del Gobierno, que pretendía reducirlo respecto de los montos pagados por la gestión anterior durante la bola de Lebacs”, recuerda.La deuda estatal neta (con privados y OI ajustada por reservas netas y pasivos monetarios del BCRA) crece en el gobierno actual a un ritmo mensual que es 41% mayor que en el segundo mandato de CFK y 118% mayor que en el gobierno de MM. pic.twitter.com/FWoPKGsQrh— GRA Consultora (@GRA_Consultora) July 20, 2021Pese a que la tasa se mantiene estable y el monto total de la deuda es menor en términos reales al que alcanzó en 2019, su peso aumentó en relación a una economía que no dejó de achicarse, pese a los rebotes estadísticos actuales. “Nuestra estimación es que el pago de intereses del BCRA alcanzará el 3,3% del PBI, es decir, cerrará incluso por encima del 3,2% de 2019?, explica Lorena Giorgio, economista jefe de Equilibra.“Esa proyección incluye un stock de Leliqs y pases que cerrará el año por encima de los 4 billones de pesos, en torno al 9,8% del PBI, unas décimas por debajo de 2020. En este sentido, es relevante la nominalidad de la economía para que el ratio a PBI no se dispare, más aún tomando en cuenta que las proyecciones de crecimiento para 2022 son mediocres”, destaca.El problema es que el abultado stock de pasivos remunerados implica un compromiso de emisión futura, ya sea por efecto del pago de intereses que arrastra o, directamente, por su eventual desarme, lo que se transforma en combustible para fogonear expectativas inflacionarias cada vez más altas de cara a 2022.Y porque, para que ese problema desaparezca, debiera recomponerse la demanda de pesos, algo que no sucede aún pese al rebote de la actividad y el diagnóstico de supuesta “robustez” de la economía que intenta transmitir el Gobierno de cara a las elecciones.

Fuente: La Nación

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“Esto no es ficción, la vaca se está muriendo. Solo es para que sepan lo que pasa cuando alguien sentado en un escritorio decide la suerte del resto de los argentinos”.Con esas duras palabras y a través de un video, el veterinario y productor Luis Alberto Cazanave quiso reflejar y hacer visible la problemática que atraviesan los ganaderos por el cepo a las exportaciones de carne vacuna que implementó el Gobierno hace más de dos meses. En la grabación, muestra a una vaca vieja echada en el suelo en medio de un monte de Victorica, La Pampa, donde describe que está en ese estado hace siete días sin poder levantarse. Es la vaca para exportación a China, cuya carne no posee consumo local, y que ahora tiene una venta cuotificada en un 50% por el Gobierno para el mercado externo.Kulfas relativizó el cepo a la exportación de carne: “Ha sido restablecida”Cazanave tiene 68 años y ejerció la profesión durante más de 40, pero hace un tiempo atrás decidió trabajar de lleno en su establecimiento “Viejo León” donde en 139 hectáreas hace cría.“Es la actividad preponderante en la zona, a lo sumo uno puede llegar a hacer unos verdeos para dar de comer a la hacienda pero no mucho más. Es zona de monte y no hay otra actividad posible”, contó a LA NACION.Según relató, la idea del video surgió cuando ayer por la tarde fue hasta donde estaba tirada la vaca y vio empeorada su situación. “Fue un momento de mucha bronca, era la impotencia de no haberla sacado a tiempo y vendido en la feria (el valor bajó de 30.000 a 15.000 pesos), esperando que se reabrieran las exportaciones. Es muy triste verla morir. Le he puesto pasto y se le dio agua, pero todo es una patología muy complicada el tema de la vaca caída”, se lamentó.En el campo alertan que “es imposible convivir” con una alta inflaciónEl productor es nieto de León, un inmigrante francés que llegó al país a principios de 1900 y se instaló en tierras fiscales en el sur de la provincia de San Luis, donde con el tiempo accedió a comprar unas 100 hectáreas. Su padre también se dedicó al campo.En este sentido, explicó que cuando el productor defiende “con ahínco a sus vacas lo hace porque está defendiendo su forma de vida y de trabajo”.“Me puse a pensar para qué sirve el esfuerzo que hacemos. No queremos que nos regalen ni nos subsidien nada, solo que nos dejen vender afuera. A esta edad a uno le sorprende cuando una medida no tiene lógica”, indicó.En este contexto, contó que en la zona la gran mayoría los productores son medianos a pequeños y que tienen rodeos de 300 vacas como máximo. “Cada año, tenemos un 10% de descarte de esas vacas y esa venta nos ayudaba a reinvertir en nuestras producciones, desde un pozo de agua, postes para alambrado, tranqueras hasta pantallas solares”, describió.“Cuando se lograron abrir esos mercados en el exterior fue un reaseguro más que comenzamos a tener. Pero de un momento a otro esa vaca pasó a valer la mitad y ya no convenía más suplementarla para que llegue bien a la feria”, añadió.El veterinario y productor ganadero Luis Alberto Cazanave en su establecimiento rural en Victorica, La PampaLa vaca manufactura es un animal casi de descarte, aunque tiene una fuerte demanda de China y en Rusia. Sin embargo, por el cepo del 50% a la exportación, fue la categoría más afectada por las restricciones del Gobierno y su valor se desplomó más de 70%.“Esta vaca hubiese terminado en algún lugar del mundo, paleando el hambre, con la posibilidad de ingresos de dólares para el país que buena falta nos hace. Pero en un país como el nuestro que de un día para otro decidieron que había que cerrar las exportaciones de carne, una vaca que es de quinta o sexta parición, ahora ya no tiene destino”, relató en el video.“No hay posibilidad de suplementarla porque los costos no dan y no es suplementarla para engordarla sino para que pueda llegar a feria”, completó.Cazanave remarca que ama su profesión y la actividad en el campo: “Al sector agropecuario le debo todo lo que soy, me permitió crecer y educar a mis hijos”.

Fuente: La Nación

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ROSARIO.– En medio de una campaña electoral agitada en Santa Fe, este jueves se produjo la reapertura de una causa por supuesta corrupción que tiene a un senador provincial del peronismo como protagonista, acusado del manejo irregular de subsidios millonarios. El legislador Armando Traferri está alineado hoy con Agustín Rossi, que enfrenta a la fórmula bendecida por la Casa Rosada y el gobernador Omar Perotti. La denuncia iba dirigida contra cinco senadores pero solo se reabrió contra Traferri.Esa causa se había iniciado en 2017, tras una denuncia que presentó el exconcejal radical Jorge Boasso, pero no prosperó por la incidencia directa del entonces fiscal regional Patricio Serjal, que actualmente está detenido en su domicilio, acusado de cobrar sobornos de una red de juego clandestino manejada por un empresario y cuyo “organizador” de esa asociación ilícita –según la acusación de los fiscales– es el senador del PJ Armando Traferri, quien será sometido a una audiencia imputativa –figura similar a una indagatoria– el próximo 23 de agosto.Randazzo utiliza una imitadora de Cristina en un insólito spot de campañaTraferri, como la mayoría de los senadores del PJ, está alineado en el duelo interno dentro del peronismo con el exministro de Defensa Rossi, y enfrentado al gobernador Perotti. La vicegobernadora Alejandra Rodenas, quien secunda a Rossi en la lista de precandidatos para el Senado nacional, preside la Cámara alta santafesina.Agustín Rossi y Alejandra Rodenas (Marcelo Manera/)Este jueves, el exministro de Defensa lanzó duras críticas contra Perotti al señalar en un acto en Santa Fe que el gobernador se inscribió como candidato suplente porque “cree que la lista es de él”. Y denunció que el gobierno provincial “aprieta” a los intendentes que no están alineados con la gestión perottista.“Los aprietan y les dicen que no me reciban, que si no tienen determinado resultado electoral no van a tener las obras que tienen comprometidas en los próximos años de gestión. Muchachos, están extorsionando a los pueblos de cada una de esas localidades”, afirmó Rossi.Cristina Kirchner se mostró junto a los rivales de Agustín Rossi en la interna santafesina (Twitter/)En medio de estos cruces fuertes en la campaña, la reapertura de esta causa incrementa la tensión interna dentro del peronismo. Marcelo Lewandowski, quien encabeza la lista de Perotti, también es senador provincial, pero no está vinculado a las denuncias porque asumió en diciembre de 2019. Lewandowski es uno de los pocos senadores alineados con Perotti y se enfrentó al núcleo duro de peronistas y radicales que defendieron a Traferri cuando los fiscales pidieron que le retiraran los fueros.Millones en subsidiosEste jueves, la fiscal regional de Rosario María Laura Iribarren, quien reemplazó a su antecesor que está detenido, ordenó reabrir la causa en la que se investigaba originalmente por supuesta corrupción a cinco senadores peronistas por el manejo oscuro de los subsidios millonarios que tiene bajo su poder cada legislador. Pero en esta etapa la causa solo se centrará en Traferri, porque es quien está siendo investigado en otra causa. Como la denuncia fue dividida en varias jurisdicciones, esas fiscalías seguirán la línea marcada en Rosario y se reavivarán las pesquisas contra los legisladores peronistas.Actualmente los 19 senadores manejan un presupuesto de 373 millones de pesos en concepto de subsidios. Es una de las bolsas más altas -sino la más alta- de todas las legislaturas provinciales. Durante la gestión del exgobernador Antonio Bonfatti se acordó el incremento de esos montos en subsidios a cambio de garantizar la gobernabilidad de la gestión socialista que tenía la Cámara alta en contra.El senador Armando Traferri (Marcelo Manera/)Iribarren dispuso además la creación de un “equipo especial” de fiscales para profundizar la denuncia que el 1º de junio de 2017 presentó el exconcejal Boasso. La denuncia originalmente estaba enfocada en los senadores Joaquín Gramajo, Rubén Pirola, José Baucedo, Hugo Rasetto y Armando Traferri.La reapertura del expediente tiene una relación directa con el avance de la causa de juego clandestino. A fin del año pasado, Boasso pidió al Ministerio Público de la Acusación que se reabriera la causa por el manejo de los subsidios de los senadores, luego de que en la investigación quedara al descubierto el rol protagónico de Traferri con las aceitadas relaciones que mantenía con el empresario de juego ilegal Leonardo Peiti, actualmente preso en una clínica en Rafaela.“Dormir la causa”Ahora, la fiscal regional consideró que es necesario profundizar e investigar la causa que se abrió en 2017 y no prosperó por la incidencia directa, según Boasso, del fiscal regional de ese entonces Patricio Serjal. Esa causa la habían comenzado a investigar los fiscales Adrián Mc Comark y Sebastián Narvaja, pero cuando comenzaron a avanzar en la pesquisa, Serjal pidió el legajo el 2 de noviembre de 2017 y lo tuvo en su despacho durante cuatro meses.“Serjal decidió dormir la causa mientras se operaba en el Senado por otro costado”, explicó el exconcejal radical a LA NACION. Luego, a principios de 2018, se desestimó investigar a los senadores sospechados del manejo turbio con los subsidios que debían ir a la comunidad y terminaban, según la denuncia de Boasso, en fundaciones y ONG vinculadas a los legisladores.El 30 de noviembre de ese año se aprobó sobre tablas en la Legislatura de Santa Fe la ley Nº13807, en la que se estableció que ese cuerpo era el que iba a aplicar las sanciones disciplinarias graves contra los fiscales. Se decidió sacarle ese rol a la auditoría general del MPA. En ese momento se interpretó que esa maniobra fue una respuesta a los fiscales que pretendían investigar a los senadores.El 29 de junio pasado la Corte Suprema de Santa Fe, con votación dividida, se declaró a favor de la constitucionalidad de la ley sancionada hace más de tres años.El senador Armando Traferri fue acusado por un fiscal -que aceptó cobrar coimas- de ser el intermediario entre un empresario del juego clandestino y la Justicia para el pago de sobornos (Marcelo Manera/)En su denuncia, Boasso reveló el supuesto manejo irregular de los subsidios millonarios que manejan desde la gestión del exgobernador Bonfatti. En el caso de Traferri, el exconcejal describió que en ese momento “otorgó en 28 meses 27 subsidios a la Fundación San Lorenzo Solidario, cuyo domicilio es el mismo que el de la oficina del senador, como así también que el tesorero y la secretaria de la Fundación serían sus asesores desde hace más de 12 años como personal contratado por el Senado”.La historia detrás de la causa judicial que enfrentó Facundo Manes por su trabajo como neurólogoA principios de 2018, la fiscal Natalia Benvenuto –que fue denunciada por el fiscal regional de Venado Tuerto y luego fue desestimada esa presentación– valoró que Traferri se presentó ante la Justicia y entregó documentación respaldatoria. En ese momento la Fiscalía de Rosario, a cargo de Serjal, preso por cobrar sobornos, consideró que ello no constituía un delito. “Más allá de la discrepancia ético-moral que pueda caber sobre la cercanía de los administradores para con los senadores otorgantes, dicha circunstancia no es declarada incompatible por la Constitución Provincial, como tampoco surge de la ley provincial 13.230 de ética pública”, esgrimió la funcionaria judicial.Ahora todo comenzará desde cero. Y al reabrirse esa causa, sin Serjal en el medio, los fiscales a cargo del “equipo especial” podrán evaluar si hay elementos para imputar a los senadores implicados.

Fuente: La Nación

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Era chico cuando viajaba a la capital en la línea 37, y miraba por la ventanilla hacia la cúpula del Congreso de la Nación. Hace más de dos décadas, Alexis Minkiewicz ya soñaba con crear esculturas monumentales como aquella realizada a principios del siglo XX por el inmigrante italiano Víctor de Pol, que representa a la triunfante República encarnada en una mujer que conduce un carro tirado por cuatro caballos.“Esta pieza me mostró que uno nunca puede planificar tanto lo que sucede”, dice ahora a los 33 años este artista santafesino, parado junto a una escultura de bronce de tres metros de ancho por tres de alto y 700 kilos de peso, que recrea uno de aquellos caballos. La hizo por encargo de Elena Bonatti Rocca, una coleccionista que se enamoró de otra muy similar realizada por Minkiewicz en arcilla para la inauguración del museo MArCo de La Boca, hace dos años. Y le propuso crear otra versión en bronce como regalo para su primer nieto recién nacido, que se llamara como él: Valentino.Alexis Minkiewicz y su obra en la Fundición Buchhass, donde se hicieron esculturas de grandes maestros (DIEGO SPIVACOW / AFV/)Antes de que la obra estuviera terminada, en febrero último, Elena murió de cáncer. Pero dejó todo organizado para que el proyecto continuara. “Libertad” se llama la calle del galpón de la Fundición Bucchhass, en Florida Oeste, donde Valentino espera ahora el traslado que lo llevará la semana próxima al campo de su dueño en Corrientes. Queda cerca de Curuzú Cuatiá, ciudad a la que Elena donó hace dos años un centro oncológico que le demandó una inversión de 15 millones de dólares.La escultura de Víctor de Pol en el Congreso (Charly Diaz Azcue/)“Esas cosas pasan en las películas, ¿no? Que una coleccionista decida regalarle un monumento a su nieto recién nacido. Elena era hija de italianos y creo que tenía en la sangre esa percepción del arte y del viejo concepto de mecenazgo”, dice Minkiewicz, emocionado con este “proceso cíclico de vida y muerte”. No sólo el que conecta a Elena con el pequeño Valentino sino también el que le dio una tercera existencia al caballo, que por fin podrá dejar la ciudad para vivir en la naturaleza. Se instalará en el jardín, sobre una plataforma junto a la casa, en medio de un rosedal blanco.La versión del caballo que Alexis Minkiewicz realizó en arcilla para la instalación Rep(úb)lica, en el museo MArCo de La Boca (Archivo/Santiago Cichero/)Gracias al bronce, allí volverá a ser inmortal como la pieza original del Congreso. La que fue creada para la muestra del MArCo había sido realizada en arcilla y acompañaba una versión de la mujer esculpida por Víctor de Pol, pero en cera y colgada cabeza abajo. Con esos materiales se hacen, respectivamente, los bocetos y los moldes para las esculturas de bronce, y en ese caso cumplían la función de “humanizar” un ideal. “Es una mudanza simbólica de la República a La Boca, en la cual lo político ya no es un ideal distante, sino que tiene que ver con cómo se negocian los deseos”, explicó el artista a LA NACION entonces, antes de que la obra fuera comprada por un coleccionista.Valentino y la maqueta en la que trabajaba Minkiewicz cuando Elena le propuso un desafío mayor (DIEGO SPIVACOW / AFV/)Otro aspecto clave de esa “reencarnación” fue su connotación erótica: con una expresión de éxtasis en el rostro, la Rep(úb)lica de Minkiewicz miraba al caballo, recostado con las patas abiertas sobre una cama que reproduce la trama de las rejas del Congreso. “Perdió los laureles, las riendas, el carro y tres de sus caballos”, explicó el curador de esa instalación, Leandro Martínez Depietri. Y agregó que, al igual que el caballo creado por Claudia Fontes para la Bienal de Venecia de 2017, este animal alude a “un juego de dominación”.“Libertad” se llama la calle del galpón de la Fundición Bucchhass, en Florida Oeste, donde Valentino espera ahora el traslado que lo llevará la semana próxima al campo de su dueño en Corrientes (DIEGO SPIVACOW / AFV/)Ese factor no detuvo a Elena, psicóloga ítalo-argentina y osada coleccionista, que ya poseía obras de grandes artistas como León Ferrari, Robert Mapplethorpe, Guillermo Kuitca, Candida Höfer y Roberto Aizenberg. “En plena pandemia, me preguntó en qué estaba trabajando –recuerda Minkiewicz. Yo le comenté que estaba con la intención de pasar a bronce una maqueta de la obra Rep(úb)lica. ‘¿Y si la hacemos en tamaño real?’, me preguntó. Para mí era imposible pensar en una pieza de semejante porte, pero ella insistió en la idea. Me preguntó también por el título, le dije que no lo había decidido aún, y quiso saber si podría llamarse Valentino como su nieto que acababa de nacer. Le dije que me parecía un gesto de amor infinito”.Elena Bonatti Rocca durante la inauguración del centro oncológico que donó en Corrientes, hace dos años (Archivo/)Así, mientras Elena supervisaba el proyecto por WhatsApp desde Uruguay, el caballo fue tomando forma en el galpón de los hermanos Rodolfo, Ricardo y Roberto Buchhass, tercera generación de fundidores. Allí nacieron también por ejemplo esculturas de artistas como Ernesto de la Cárcova, José Fioravanti, Alfredo Bigatti, Líbero Badíi, Antonio Pujia y Marta Minujín. “No sabés las veces que vine acá”, dice Jessica Trosman, que lanzó hace unos años una colección de accesorios con Luna Paiva “horneada” en el mismo lugar, durante una visita especial con artistas, curadores y coleccionistas convocada hoy por Minkiewicz para presentar -y despedir- a Valentino.”Me dejó tranquilo entender que en la escultura existía también una idea de continuidad: Elena se había ido, pero Valentino, su nieto, y Valentino, la obra, estaban naciendo”, dice Minkiewicz (DIEGO SPIVACOW / AFV/)Faltaba Elena, claro, que nunca llegó a ver la obra en persona. La noticia de su muerte dejó paralizado a Minkiewicz, justo cuando acababa de terminar la pieza en yeso. “Sentí que algo de ese sueño compartido se interrumpía -explica-. Sin embargo, seguimos el trabajo y de algún modo me dejó tranquilo entender que en la escultura existía también una idea de continuidad: Elena se había ido, pero Valentino, su nieto, y Valentino, la obra, estaban naciendo. Algo de toda esa energía se impregnó en este proceso. Valentino se va a emplazar en el campo con el gesto que lo define, y con toda esa vida que trasciende la materia”.

Fuente: La Nación

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Después de haber sido absuelto de forma definitiva y tras haber pasado siete años y medio preso por el homicidio de su esposa, María Marta García Belsunce, crimen ocurrido en octubre de 2002 en el country Carmel, de Pilar, el viudo Carlos Carrascosa le pidió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que condene al Estado argentino y que se le conceda una adecuada reparación económica.En la presentación, a la que tuvo acceso LA NACION, se sostuvo que “el Estado argentino, con su accionar ilícito merecedor de responsabilidad internacional, ha vulnerado el proyecto de vida que tenía Carrascosa”.La presentación, que se hizo en marzo pasado, pero se conoció en las últimas horas, está firmada por el abogado Fernando Díaz Cantón. El letrado recordó que en 2010 había hecho una petición ante la CIDH, cuando Carrascosa “se encontraba injustamente privado de su libertad”. En esa oportunidad había solicitado que se ordenara “el cese de las violaciones de los derechos humanos de las que ha sido víctima Carrascosa y que recomendara reparar los derechos que le fueron conculcados”.En diciembre pasado, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), cerró el caso contra Carrascosa al rechazar el último recurso presentado por el Ministerio Público Fiscal; así, dejó firme la absolución del viudo, que en 2009 había sido condenado como presunto coautor del homicidio de su esposa.“Por primera vez puedo sentir tranquilidad de verdad. Hasta ahora, cuando suponía que ya se había terminado la persecución, pasaba algo y era vuelta a empezar”, le dijo a LA NACION Carrascosa después del fallo de la CSJN.María Marta García Belsunce fue asesinada en octubre de 2002 (Archivo/)“Como hemos visto, la situación de vulneración de los derechos humanos de la que ha sido víctima Carrascosa ha cesado, porque la absolución dictada en el año 2016 ha adquirido firmeza. Sin embargo, los daños y perjuicios sufridos no han sido reparados por el Estado argentino. Ello, a pesar de que esta parte, en los diez años de trámite que lleva esta petición, siempre se ha mostrado dispuesto a acordar una solución amistosa con el Estado demandado”, sostuvo Díaz Cantón en la última presentación hecha ante la CIDH.Díaz Cantón explicó que el “solo hecho de haber estado injustamente privado de su libertad por más de siete años, y dieciséis años sometido a un proceso infamante por un crimen aberrante, ha ocasionado a Carrascosa, como dijimos, un daño físico, moral y económico inconmensurable e implica de por sí una violación severa de su derecho a la presunción de inocencia. Todo ello debe ser reparado por el Estado argentino y no se subsana con la absolución que quedó firme y que el Estado, como dijimos, ha hecho lo posible, hasta las últimas consecuencias, para que no suceda o que suceda con la mayor dilación de tiempo posible”.En el escrito presentado ante la CIDH, Díaz Cantón sostuvo que el esposo de García Belsunce también sufrió la violación del derecho a ser juzgado en un plazo razonable. “Carrascosa debió soportar un proceso injusto desde el año 2002 y por decisión del Estado, por lo menos, se ha extendido hasta fines del pasado”.Además, el abogado hizo una crítica acerca de cómo fue tratado su cliente por la prensa. “Carrascosa soportó este proceso estoicamente a pesar de que en los medios de comunicación se lo ha presentado durante más de una década, como el asesino de su esposa, por lo que también las consecuencias de dicha difamación deben ser reparadas”.Proyecto de vidaDíaz Cantón afirmó: “A Carrascosa, el Estado argentino, por medio de la acción e inacción de sus autoridades judiciales, le ha destrozado su proyecto de vida en los términos de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Así es que como consecuencia del proceso plagado de arbitrariedades que lo tuvo en la mira durante más de 18 años se ha visto privado de poder retomar su vida, dado que durante todo ese lapso fue presentado y acusado ante la sociedad argentina del más horrible de los crímenes que un ser humano puede cometer, como es el asesinato a sangre fría de su compañera de vida”.El abogado de Carrascosa le puso nombre y apellido a las autoridades judiciales que “por acción e inacción” le “destrozaron el proyecto de vida” al esposo de María Marta García Belsunce. “Sesgado por una teoría absurda comandada por el fiscal Diego Molina Pico [funcionario que estuvo a cargo de la investigación hasta la condena del viudo], se lo presentó a Carrascosa ante la totalidad de la opinión pública como un ser frío y despiadado capaz de asesinar a su esposa y luego montar una escena de encubrimiento con familiares y amigos de la víctima”.Díaz Cantón dijo que “como es obvio”, Carrascosa tiene serias dificultades para retomar la calma a la que aspiraba antes de octubre de 2002. “Durante todo este lapso no ha podido realizarse personalmente ni alcanzar los destinos que tenía previstos para esa época de su vida, que coincide con el descanso y la tranquilidad de la vejez. Al contrario, se vio obligado durante 18 años a luchar por su propia libertad y poder salir airoso del laberinto en que lo encerró la incompetencia y la negligencia de ciertos sectores del Estado argentino a través de sus funcionarios judiciales”.Nicolás Pachelo será juzgado por el homicidio de García BelsunceMás de 18 después del homicidio de García Belsunce, tres personas serán juzgadas por su presunta participación en el crimen. Se trata del exvecino de Carmel Nicolás Pachelo y los exvigiladores Norberto Glennon y José Ramón Alejandro Ortiz, quienes están acusados de coautores del asesinato.El juicio, que todavía no tiene fecha de realización por la pandemia de coronavirus, estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº4 de San Isidro, cuya integración estaría compuesta por los jueces Osvaldo Rossi, Federico Ecke y Esteban Andrejin. El Ministerio Público estará representado por el fiscal Andrés Quintana (su colega María Inés Domínguez, que lo acompañó en la pesquisa, falleció) y sus colegas Matías López Vidal y Federico González.“Soy muy optimista con respecto al juicio contra Pachelo. Si los jueces dejan de lado cualquier tipo de preconcepto no tengo dudas de que habrá una condena. Estamos convencidos de la participación de Pachelo en el homicidio de María Marta”, afirmó tiempo atrás a LA NACION el abogado Gustavo Hechem, que representa a María Laura García Belsunce, la hermana de la víctima, que en el juicio desempeñará el rol del particular damnificado.

Fuente: La Nación

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La delegación argentina sigue su marcha en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, que se destacan para este viernes a las 7 de la mañana: el salto con obstáculos por equipos, con cuatro participantes argentinos: Fabián Sejanes, José María Larocca, Martín Dopazo y Matías Albarracín; y a la misma hora (a las 7), las Leonas van por el oro frente a Países Bajos.Las competencias se pueden seguir a través de la televisión por TyC Sports y TV Pública, pero también en plataformas online (ver detalles al final de este artículo). También se puede seguir el minuto a minuto en la cobertura en vivo de LA NACION.Cómo ver onlineTV Pública (gratis)Flow (requiere ser cliente)DirecTV Go (requiere ser cliente)TyC Sports Play (requiere ser cliente de un cableoperador)Marca Claro (gratis)

Fuente: La Nación

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La obra en cuestión se llama Campo minado. Se estrenó el 28 de mayo de 2016, en Inglaterra. Esta perturbadora y demoledora propuesta de Lola Arias reúne en escena a veteranos argentinos e ingleses de la Guerra por las Malvinas, en tiempos de Margaret Thatcher y de la dictadura argentina comandada por Leopoldo Fortunato Galtieri. El teatro de operaciones creado e imaginado por esta talentosa creadora tiene lugar en una especie de set de filmación convertido en máquina del tiempo. Radicalmente, este propuesta de teatro documental habla de las marcas de esa guerra en los cuerpos, en la memoria de estos antiguos adversarios.En escena, según especifica el programa de mano que ya ha sido traducido a diversos idiomas porque la obra no ha parado de girar por tres continentes, están Lou Armour, quien fue tapa de todos los diarios cuando los argentinos lo tomaron prisionero el 2 de abril de 1982 y que hoy es profesor de niños con problemas de aprendizaje; Rubén Otero, sobreviviente al hundimiento del Buque General Belgrano y que tiene una banda de tributo a los Beatles; David Jackson, el que se pasó la guerra escuchando y transcribiendo códigos por radio y que hoy escucha a otros veteranos en su consultorio de psicólogo; Gabriel Sagastume, un soldado que nunca quiso disparar y que desde hace un tiempo es abogado penalista; Sukrim Rai, un gurkha que supo usar su cuchillo y que en la actualidad trabaja como guardia de seguridad; y Marcelo Vallejo, un apuntador de mortero convertido en atleta de triatlón.”Papá, si hubiese más obras como éstas no existirían las guerras, porque esos soldados no habrían aceptado enfrentarse”, le comentó un hijo a su padre luego de haber visto Campo minado en Inglaterra (Gentileza Tristram Kenton/)Pasaron los años del estreno pero este nuevo ejército de una operación escénica comandado por una mujer sigue en pie. De hecho, tal vez vuelvan a Buenos Aires a principio del año próximo. Tal vez, el próximo 2 de abril, a 40 años del inicio de aquel conflicto, estén haciendo funciones nuevamente en el Teatro San Martín, en medio del escenario minado por la pandemia. En 1982, de abril a junio, eran enemigos, debían matar al del otro bando para poder sobrevivir (la guerra no admite muchas metáforas). Pero en escena, ni la soberanía ni los reclamos se discuten. Se exponen. Cada uno porta sus verdades, sus convicciones, su lengua madre. Unos, hablan de las Malvinas. Otros, de las Falklands. Dos islas, una misma disputa: dos idiomas en medio de un material escénico único, revelador, irónico, violento, poético y político que cuenta con videos de Martin Borini y música de Ulises Conti.En medio de este teatro de lo imposible, a Lola Arias se les ocurrió reunir a estos viejos enemigos que nunca habían imaginado estar actuando en los grandes teatros del mundo. El resultado podría haber sido un hecho excepcional, conmemorativo, experimental; pero no. Estos seis exsoldados devenidos en talentosos performers que viven distanciados por miles de kilómetros siguen cumpliendo el rito de rocanrolear los recuerdos de aquellos días en dos islas del Sur que fueron el foco de atención mundial durante aquellos dos meses de 1982.La prehistoria de este rompecabezasEste andamiaje tan extraño empezó a desplegar sus formas en 2013, cuando Lola Arias hizo una instalación. A esta talentosa directora, poeta, cantante, dramaturga y actriz creadora de títulos como Mi vida después. El amor es un francotirador o Melancolía y manifestaciones la habían invitado a participar de un evento que se realizó en Londres. Se llamaba After the War. Participaron 25 artistas del mundo que debían hacer algo sobre las consecuencias de la guerra.Su primer referente para ese viaje de recuerdos minados fue el libro Partes de guerra, de Graciela Esperanza. En ese tránsito fue desplegando sus formas el germen de Campo minado. Para eso debía buscar a los protagonistas. La tarea no fue fácil, sobre todo del lado inglés, sobre todo tratándose de una mujer, una mujer argentina que estaba detrás de todo esto. Entraron en contacto con veteranos, con instituciones, mantuvieron conversaciones con generales, con autores de libros, con asociaciones. Siempre tuvo en claro que le interesaba gente que hubiesen ocupado distintas posiciones durante la guerra. Hubo otro criterio en este reclutamiento: que supieran tocar música.De los más de 60 entrevistados, quedaron los 6. Del bando inglés sumó a un gurkha, aquellos que durante la guerra se corrió el rumor de que eran los representantes más despiadados del mal. Sukrim es de Nepal. Lo eligió sin haberlo visto en vivo, a través de una entrevista por Skype. Se la jugó. Cuando ya en Buenos Aires, durante los primeros ensayos, Sukrim se dio cuenta de que todos los días tendría que repetir el mismo recuerdo, no le gustó nada. Renunció muchas veces, mandó mails diciendo “no puedo hacer esto”; pero ahí está.Sukrim Rai, el gurkha nepalés que trabaja como guardia de seguridad que varias veces estuvo a punto de bajarse del proyecto“Cuando empezás a recordar nunca se sabe lo que vas a encontrar –reconocía Lola en un reportaje a The Guardian, de Inglaterra–. A veces explota algo que ni siquiera sabías que estaba allí”. Como parte del proceso creativo que duró más que los 74 días de la Guerra, les pidió a cada uno que llevaran diarios que registraran sus pensamientos y sentimientos sobre la revisión del pasado. Parte eso aparece en la obra. Durante el proceso creativo Lola fue trabajando con los recuerdos de los veteranos, se lo devolvía y ellos eran los que tomaban la decisión final a sabiendas que siempre podían (y pueden) existir modificaciones, matices, derivas, puestas al día. “Tienen el poder. Al final la autoría de todas mis piezas es una responsabilidad compartida, porque todos estamos involucrados en el proceso“, reconocía la creadora que logra hacer convivir en ese mismo supuesto set de filmación al presente con el pasado, el puente entre esos seis soldados ya grandes con esos jóvenes de 20 años que terminaron el sur del Atlántico. En escena, lo hacen, uno de las tantas virtudes de la propuesta, muy por fuera de un frío registro testimonial en primera persona.La banda de los dos bandos enfrentando que se la pasan cosechando aplausos en los escenarios del mundo mundialDesembarco en LondresPara el momento del estreno en el Festival de Brigthon, Inglaterra, la crítica fue contundente. Time Out, dijo: “Una mirada emocionante e innovadora de la guerra”. O The Stage: “Un ejercicio extraordinario para mirar la memoria y poner en escena la historia”. O The Thelegraph: “Un poderoso acto de memoria”. De este lado del Atlántico, la crítica de LA NACION escrita por Natalia Laube, afirmaba: “Los seis intérpretes y su directora parten de un acuerdo: jamás estarán de acuerdo sobre lo que pasó durante esos 74 días de guerra ni tendrán una lectura unificada sobre la soberanía de las islas. Campo minado asume esa fisura”. La calificó con un “excelente”. Pero detrás de este nivel de relato hay otras historias, cientos, que corren en paralelo de este campo minado de la evocación.Marcelo, veterano argentino, es de usar siempre remeras con imágenes de las Malvinas. De golpe, se encontró caminando por las calles de Londres plagadas de banderas británicas. Decidió no usar las remeras de siempre, decidió no provocar. Debía dejar el orgullo de lado. En Inglaterra completó parte de un relato roto. Habló con veteranos ingleses que “también pasaron frío, que se cagaron de hambre, que no estaban preparados, que cometieron errores”, como contó antes del debut porteño. Como pasa con los actores y actrices con años de tablas, los días anteriores al estreno se quedó casi sordo. “Era un zumbido raro, intenso”, confesaba a este cronista, y ponía cara de un zumbido raro, intenso mientras lo evocaba antes del estreno de Campo minado, en Buenos Aires. Ese zumbido lo tuvo ahí, presente, casi los dos meses de gira por Inglaterra, Alemania y Grecia. Al tercer día de su regreso a su casa, el ruido se fue. En todo este tiempo, el zumbido raro, intenso no volvió.El británico Lou Armour y el argentino Marcelo Vallejo en Buenos Aires, antes del estreno local. (Victoria Gesualdi / AFV/)Por su parte, antes de las funciones en su país, el británico Lou Armour se imaginaba que la platea iba a estar llena de excombatientes. Eso lo incomodaba un poco porque se sentía con mucha responsabilidad y con miedo a ser juzgado. Él fue uno de los que aportó su testimonio en The Untold Story, documental estrenado a pocos años de finalizada la guerra. Allí contaba su encuentro con un soldado argentino herido que comenzó a hablarle en inglés que, a los pocos minutos, murió en sus brazos. En el documental, cuando llega a esa situación, pide que se apague la cámara. Lou, llora. El impacto social de ver a un soldado inglés llorando la muerte de un soldado argentino fue muy grande. No lo soportó. Dejó su carrera militar. Esa escena aparece otra escena, otra foto que lo marcó. “Cuando recuerdo esa foto veo a un chico que se pregunta si hizo todo lo que tenía que hacer, si estuvo a la altura de las circunstancias”, reconocía durante una charla con LA NACION, de noviembre de 2016, antes del estreno local de la obra en la desaparecida Usina del Arte de la Unsam. Lo mandaron a Uruguay, pidió volver a las islas. Volvió a su campo de batalla. En su celular tiene una foto en la que se siente reivindicado. Es del último día de la guerra. Es del bigote, cerca de la bandera, en la casa del gobernador.Lou Armour, con los brazos en alto, en la foto del 2 de abril; y en el último día de la guerra, en la casa del gobernador, con la bandera británica (Rafael WOLLMANN/)En las primeras funciones en su país, Lou se encontró con gente joven en la platea. El hecho le llamó la atención “porque en Inglaterra no se habla de la guerra, les importa un carajo”, dijo alguna vez. En el plano de lo personal, el tránsito por su propia memoria también tuvo sus costos. En Buenos Aires empezó a tener dificultades para dormir evocando situaciones de su niñez. Tuvo que recurrir a un psicólogo para ordenar su propio campo minado.Una guerra, varias guerras, ¿la misma guerra?Dentro de grupo de profesionales de este teatro de operaciones Luz Algranti y Sofia Medici han sido y son piezas fundamentales de este engranaje. Durante el proceso se encargaron de la investigación y de la producción de este rompecabezas del que también forman parte, en lo que hace a la producción, Melisa Santoro, Malena Schnitzer, Lucila Piffer y Ezequiel Paredes. En un bar de Palermo, Luz aporta un dato: “En nuestro país, la guerra remite exclusivamente a Malvinas. Pero en otros en los que nos presentamos, refiere a varias guerras que dejaron una legión de hombres, de mujeres de edad mayor así como de gente de 20 años. Con el correr de las funciones, ellos fueron uno de los tantos públicos de Campo minado. Fueron a verla veteranos ingleses de la Segunda Guerra Mundial que llegaron con sus trajes rojos y sus condecoraciones, como veteranos de más de una guerra. Ahí, en las charlas posteriores, se cruzaron experiencias diferentes pero, esencialmente, similares.”Luego de una función en Londres, veteranos de la Segunda Guerra Mundial junto a los veteranos, ingleses y argentinos de la Guerra por las MalvinasEn este campo minado escénico el montaje fue cosechado reacciones que ni imaginaban. Una vez, en Londres, fueron a ver la obra un padre con su hijo pequeño. Cuando terminó esa función se acercaron a los exsoldados devenidos en performers. A falta de palabras, el padre le pidió el mail de Lou. Al otro día, le mandó un mensaje en el que compartía un comentario de su hijo: “Papá, si hubiese más obras como éstas no existirían las guerras, porque esos soldados no habrían aceptado enfrentarse”.En Campo minado suenan temas de los Beatles. De hecho, Rubén Otero, el sobreviviente del Belgrano, tiene una banda tributo de los cuatro genios de Liverpool. Canta “I get high with a little help from my friends.” Uno de los británicos compuso una canción en las islas, la canta. También canta Sukrim Raiel, el nepalés, el gurkha. Es el único texto no traducido como si fuera un eco de la más pura ajenidad. Campo minado termina con rock and roll estallado. Lou es el frontman. “¿Alguna vez viste a un hombre prendido fuego? ¿Alguna vez viste ahogarse a un alguien en un mar helado? ¿Alguna vez visitaste una tumba de un amigo con su madre?”. Ellos, sí.La vida despuésLuego de dos años de investigación y de la primera gira, Campo minado empezó a transitar otra hoja de ruta cargada siempre, de incertidumbres. “No sabíamos muy bien cómo iba a resultar. De hecho fue un salto al vacío no sólo para ellos, sino también para nosotros. A lo largo del tiempo, la relación pasó por muchas situaciones y siguen pasando cosas. Porque es un grupo humano que comparte algo muy fuerte, lo que los hace muy unidos. La experiencia de la guerra es algo que los une porque es algo que tienen en común y los separa del resto de nosotros. Sienten que ellos se entienden entre sí de una manera que alguien que no lo vivió no puede. Por supuesto también hay disputas y conflictos como en cualquier grupo y sobre todo hay una diferencia radical: los argentinos creen que las islas son argentinas y los ingleses creen que los isleños son ingleses. Esa diferencia es muy fuerte entre ellos, pero no impide que compartan un montón de cosas, viajen juntos y pasen cada 2 de abril unidos en ese recuerdo de los que murieron. Porque, al final, también todos ellos cargan a sus muertos”, reconocía en un reportaje publicado en Infobae. Aquel 2 de abril, lo pasaron en la casa de David Jackson, en plena campiña inglesa. Los antiguos enemigos compartieron un desayuno y caminatas por ese otro campo.Con los años y los kilómetros recorridos, los seis intérpretes fueron logrando otro sentido de equipo. “De repente, se saben irreemplazables, fundamentales para el proyecto. En medio de una temporada, un actor puede ser cambiado por otro, pero un performer de un proyecto documental, no –contaba Lola Arias a este diario–. Eso genera un empoderamiento que me parece genial para ellos, porque claramente son muy buenos en lo que hacen, aunque, al mismo tiempo, esa situación genera tironeos con la producción porque saben que sin ellos no hay obra”.En otros trabajos biodramáticos de esta creadora cuando un actor no puede viajar la historia la cuenta el resto. Sucedió en Mi vida después, la obra en que los actores nacidos durante la dictadura cuentan sus historia. En una de las giras por Europa, Lou estaba mal de la espada, casi que no podía caminar. Se venían 15 funciones en Londres y no mejoraba. Consiguieron un reemplazo: un actor de la edad de ellos. Estaba todo listo: se sabía el texto, había a conocerlos, estaban los textos para las traducciones. Si hubiera tenido que salir a escena lo iba a hacer aclarando la situación. Pero parece ser que el espíritu de cuerpo de estos exenemigos empoderados funcionó a la perfección. Así fue como ese ser un tanto fantasmal nunca llegó a subirse al escenario de campo alambrado.En sentido contrario, ahora es Lou quien habla de la creadora de este artefacto escénico verdaderamente explosivo. En un blog escribió: “Trabajar con Lola es similar a estar en un estado de equilibrio (…). No sería exagerado decir que Lola Arias es la mujer más significativa que ha entrado en mi vida”.Plan táctico y estratégico de GuerraLas derivas de todo esto adquirió múltiples capas. Desde lo artístico, el trabajo escénico tiene su complemento con el documental que alterna entre realidad y ficción llamado Teatro de guerra, trabajo que mezcla lo ficcional con lo real que fue premiado en el Bafici. También hay un libro sobre la obra en inglés y castellano que fue traducido al alemán. Pero hay otros relatos, otras derivas.Desde 2016, ya nacieron dos hijos de integrantes del equipo y otro está en camino. Hubo giras a las que se sumaron esposas, novios, sobrinos compartiendo desayunos, trabajo, festejos en medio de largos periplos en medio de esta familia disfuncional que fueron armando. La tranquilidad, eso sí, no aplica. El campo parece minado.Una de las tantas valijas del equipaje de Campo minado. Por ahí se asoma la peluca que remite a Margaret Thatcher, la Dama de Hierro que estuvo al frente la legión británica que, en la obra, tiene un desopilante encuentro con GaltieriA lo largo de este TEG, la obra se presentó en 35 ciudades de 18 países, de tres continentes. Fue vista por casi 60.000 espectadores. Ciudades como Kyoto, México, Varsovia y Nueva York, entre otras, figuran en el listado de una página de Excel que Rubén Otero se toma el trabajo de actualizar.Desde el momento de su estreno en territorio inglés, Campo minado no paró de girar por los grandes escenarios. También se presentó dos veces en Buenos Aires: en la vieja y maravillosa usina de Almagro y en Teatro San Martín. Fue siempre un éxito. Entradas agotadas todas las funciones. Hay un video de los aplausos finales de cuando se despidieron de la sala Martín Coronado. La ovación supera los tres minutos. Cuando en medio de la pandemia más dura el San Martín la subió su página fue la que obtuvo mayor cantidad de visualizaciones en relación al tiempo que estuvo disponible refutando esa sensación de que no hay mas nada que decir artísticamente sobre aquel conflicto bélico. En Inglaterra, la obra fue apoyada por el Gobierno que la programó en distintas ciudades. En contrapartida, en nuestro país, solo se pudo ver en Buenos Aires. Ni en otras grandes ciudades ni en la Patagonia, donde la propuesta seguramente tendría otras resonancias, se pudo representar.Campo minado es un espectáculo costoso por sus requisitos técnicos. También por la inversión que implica juntar a los 11 integrantes de la compañía porque siempre alguno está lejos. De hecho, reunir a los seis performers requiere de un cuidadoso plan de vuelo. Gabriel vive en La Plata; Marcelo, en San Miguel; Rubén, en Versalles. Del otro lado del Atlántico, Sucre, vive en Londres. Pero Lou habita en un pueblo mínimo cerca de Leeds y David vive en el medio del campo, a media hora de auto de una estación de tren. La logística para coordinar ese rompecabezas es complejísima. De hecho, David tiene que llegar a la estación, de ahí un tren, luego otro hasta llegar a Londres. En su casa fue donde festejaron aquel 2 de abril.Durante este tiempo se lo pasó recorriendo ciudades. No paró. En verdad, sí. A principio del año pasado vino el “temita” de la pandemia. “Por el coronavirus se cancelaron las giras. Todo es complejo y también es compleja la desconexión del grupo después de tantos años de vernos, es como estar atravesando un momento de separación…”, confesaba, afligida, Lola Arias hace unos meses en charla con LA NACION desde Berlín, en donde vive.Campo pandémicoLuego de un año y medio sin giras, la familia disfuncional se volvió a juntar. En una compleja preproducción que involucró a 4 productoras de 3 países distintos, presentaron Campo minado en el teatro KVS, de Bruselas. Éxito. Teatro lleno y un renglón más en la planilla de Excel que arma el Rubén el sobreviviente al hundimiento del Buque General Belgrano. Se tenían que volver a los pocos días, el 1° de julio, pero les cancelaron el vuelo por las restricciones locales de los vuelos internacionales. El campo minado se enfrentaba a otro escenario de otro tipo de guerra aunque nadie tuviera síntomas de contagio de Covid-19.La primer fecha de la operación rescate se pasó para el 15. Después, vino otra prórroga. En esa espera tan poco dulce, subieron un posteo en la que pedían a las autoridades nacionales solidaridad con los trabajadores de la cultura varados. La sala belga decidió hacerse cargo de los gastos. La mitad del staff ya volvió. La prioridad fueron aquellos que tienen hijos chicos. Recién los tres veteranos argentinos y David Seldes, encargado del diseño de luces, retornarán a Buenos Aires mañana. En solidaridad, los directores de la sala colgaron un gran cartel en su fachada que dice “la cultura es segura” (en español).En la reciente funciones en Bruselas, el elenco quedó varado producto de las restricciones a los vuelos. Las autoridades de la sala belga colgaron el cartel que dice que la cultura es seguraSi el final de este reencuentro en Bélgica viene cargado de complejidades, también la llegada había tenido sus bemoles. Sukrim Rai, el nepalés; y David Jackson, el que pasó la guerra escuchando y transcribiendo códigos por radio, volaron a Bélgica desde Londres. Al llegar al aeropuerto de Bruselas fueron detenidos en el aeropuerto por seis horas. Tenían todos los papeles en regla luego de largos trámites que habían demandado tres meses para que pudieran estar en suelo belga por poco tiempo cumpliendo siempre con los protocolos establecidos. La ley no había cambiado, lo que se había modificado justo en esas horas era la interpretación de ley.Un campo de ecos que vuelvenMarcelo Vallejos el viernes a la noche todavía estaba en Bruselas. No se queja. Por lo menos ahora puede salir a conocer la ciudad y el campeón de triatlón puede andar en bicicleta. En ese obligado tiempo de pausa, atiende a LA NACION. En mirada retrospectiva, recuerda el hecho más complejo que le tocó vivir desde que se sumó este ejercicio vital de la memoria. “Haber estado un 2 de abril en Inglaterra fue muy fuerte. Lou, que también es un poco temperamental como yo, justo mostró un video… –cuenta sin dar muchos detalles–. El buen trato entre nosotros se cortó. Reconozco que yo estaba enojado, me sentí mal porque pensaba que había avanzando un montón, me había sacado broncas. Pero cuando vi ese video de nosotros perdiendo…”.Ese malestar coincidió con una de las funciones con posterior debate. Como es costumbre, alguien les preguntó como era la relación entre ellos. Ahí decidió tomar la palabra. “Yo les dije, aprovechando que había un traductor, que no me venía sintiendo bien. Y le conté a Lou, yo no lo puedo hacer directamente porque no hablo inglés, que sentía que la guerra me volvía a tenerlo enfrentando. No sabía cómo pedirle disculpas… Parece una tontería, pero no para mí. Poder aclarar esas cuestiones, aún adelante de la gente, fue importante, fue un pequeño gran logro para poder seguir, fue sanador. Y como él también agarró el micrófono, fue algo honesto por parte de los dos”.Como el resto de los veteranos, Marcelo Vallejos transitó emociones complejas en todo este tiempo de funciones. Acostumbrado a usar remeras que reivindican la soberanía argentina de las islas en Inglaterra dejó de usarlas para evitar provocaciones. Habla de todo este tránsito como un proceso sanador (©Tristram Kenton/)En un video del Britihs Council de cuando la obra se presentó en el Festival Edimburgo, Lola Arias reconocía sus temores aún de esas sensaciones complejas de desarmar más allá del tiempo. “Por un lado, no eran actores y no sabían que significa estar arriba de un escenario. Pero, por otro, la sensación de que si compartían el escenario con los ingleses es como si estuvieran entregando a las islas. Eso me parecía increíble como pensamiento pero entendí que luego de años de odio y rencor no son tan fáciles de borrar”. Claramente no lo eran.La productora Luz Algranti rescata el grado de profesionalismo de los veteranos alcanzado en este tiempo. En perspectiva, reconoce que desde hace un tiempo hay otra conexión con el material. “Lo cual, no quiere decir que sea menos emocional, pero es menos nitrógeno. Toda una primera puerta fue armar la dinámica grupal, conocernos, en medio de una situación que era muy delicada a nivel escena y en la diaria. Toda es primera parte fue muy fuerte. Después entramos en algo como más profesional”, reflexiona.Lo que se viene y el recuerdo, siempreTodo indica que Campo minado volverá a Buenos Aires, al Teatro San Martín, a la sala Martín Coronado (ya tiene experiencias de hacer funciones en salas de casi 2.000 espectadores). Si las cosas avanzan como lo previsto, abrirían la temporada para terminar en abril, cuando se cumplan 40 años de aquella foto que a Lou lo marcó.En estos años, cuando las giras coinciden con la cronologías de los 74 días de la guerra el detrás de escena, y este vez en términos literales, tiene algo de lugar de la memoria. En la cara oculta de la escenografía diseñada por Mariana Tirantte los seis veteranos cumplen el rito de pegar fotos, de escribir textos, mensajes entre ellos de tal batalla, del aniversario de un amigo muerto en combate, de la vez aquella que el dolor les dejó la marca en sus cuerpos. A veces, piden hablar después de la función. O deciden dedicársela a un caído en combate. En un sobre, la producción siempre lleva esas fotos que ellos saben cuándo pegarlas.El detrás de escena de la escenografía de Campo minado también oficia de recordatorio permanente en un rito que los veteranos, cuando las funciones coinciden con la cronología de aquellos 74 días de guerra, se encargan de evocarEl rito de la memoria, su detrás de escena. La reconstrucción del hecho. Arte y vida. Los recuerdos de un guerra y de todas las guerras. Campo. Minado.,

Fuente: La Nación

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SANTA FE.- A diez meses del femicidio de María Florencia Gómez Pouillastrou, de 35 años, exesposa del concejal de San Jorge Lisandro Schiozzi, ambos militantes del Partido Comunista (PC) en esa ciudad del departamento San Martín, 152 kilómetros al centro-oeste de esta capital, el gobierno provincial lanzó una recompensa de un millón de pesos para esclarecer el caso. La medida se implementó oficialmente este miércoles para reactivar la causa, en la que aún no hay personas imputadas.Se trata de un caso que logró notable repercusión, dada la implicancia política a partir del desenvolvimiento político de la víctima y su familia. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, nada parece terminar de orientar la investigación. Por eso, mes a mes se suceden las movilizaciones en San Jorge, cuya población insiste en la necesidad de una firme acción judicial que lleve a la resolución del caso.El homicidio de María Marta García Belsunce: el viudo pidió una reparación económica por sus años de prisión siendo inocentePor otra parte, la provincia también ofreció una recompensa de 500.000 pesos para quien aporte datos útiles que permitan dar con el paradero de Facundo Esteban Crocco, de 41 años, que el pasado 14 de febrero intentó matar de 27 puñaladas a su pareja en Rufino (al sur de la provincia), hecho que no derivó en un femicidio merced a que la víctima se hizo pasar por muerta para que terminara el ataque.Por el caso de María Florencia, el Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos de la provincia se comprometió a pagar por datos útiles con relación a la causa que se abrió el 12 de octubre de 2020. Aquel día, la mujer de 35 años fue atacada en un camino rural, donde abusaron sexualmente de ella y la mataron a golpes.María Florencia Gómez Pouillastrou, militante del PC de Santa Fe asesinada a golpes en un camino rural de la localidad de San Jorge (Facebook/)La investigación sobre el asesinato de la militante del Partido Comunista (PC) comenzó con la intervención del fiscal local Carlos Zoppegni y días después se sumó su colega de Santa Fe Omar de Pedro. Sin embargo, hasta el momento no hay personas acusadas formalmente ni trascendieron avances en torno a la pesquisa.Una de las medidas más relevantes que tomó la Justicia provincial fue la de examinar muestras genéticas de 31 personas. El análisis fue solicitado para comparar ese material con el que fue hallado en la escena del crimen, aunque no hay una hipótesis firme sobre el motivo del femicidio en el departamento San Martín.Homenaje a María Florencia Gómez Pouillastrou, militante del PC de Santa Fe asesinada a golpes en un camino rural de la localidad de San Jorge (Las Chuecas – Facebook/)Florencia tenía dos hijas y era una militante feminista que había alcanzado un lugar como referente de género de la Federación Juvenil Comunista en la provincia. El PC pidió ser querellante en la causa a raíz de ese antecedente y la posible vinculación con el hecho, pero la presentación fue rechazada.El fiscal Carlos Zoppegni, que lleva adelante la causa, señaló que “hay muchas líneas de investigación abiertas”, aunque aclaró que “algunas ya fueron descartadas”, sin precisar sus argumentos.El funcionario a cargo de la unidad del Ministerio Público de la Acusación (MPA) en el departamento San Martín explicó que la pesquisa es “complicada”, pero aseguró que la falta de detenidos no implica que la causa esté frenada.“A la semana de este hecho tuvimos un homicidio y en tres días esa persona estaba en prisión preventiva. No significa que seamos mejores en esa y peores en esta: son las características del hecho”, argumentó.Según informes a los tuvo acceso LA NACION, la hipótesis más concreta que analizan los investigadores es que el asesino de Gómez Pouillastrou, referente de Géneros de la Federación Juvenil Comunista en la provincia de Santa Fe, podría haber sido alguien que integró su círculo de amistades muy cercanas, una persona que, incluso, habría tenido un vínculo afectivo con la mujer.María Florencia Gómez Pouillastrou, militante del PC de Santa Fe asesinada a golpes en un camino rural de la localidad de San Jorge (Facebook/)Gómez Pouillastrou estaba separada de su marido desde 2019. De las declaraciones recibidas por los investigadores surge que la mujer tenía un amplio abanico de amistades que ya prestaron declaración testimonial, muchas de las cuales fueron descartadas para el curso de la investigación.Sin embargo, habría un reducido grupo de testimonios que los investigadores aún mantienen bajo observación. También se analizaron más de tres mil páginas con textos del chat de la víctima, tratando de encontrar un hilo conductor de la investigación.Otro caso que despertó el interés de los investigadores es el relato de dos amigas de Gómez Pouillastrou, quienes aseguran que encontraron pertenencias de ella en el lugar donde la asesinaron. El problema es que no hay una cámara de seguridad en esa zona, por lo que no se pudo cotejar la veracidad de ese dato. Como en gran parte de la ciudad hay sistemas de videovigilancia, se estima que quien asesinó a la mujer tenía conocimiento de esa situación y eligió ese lugar para terminar con su vida.El casoEl lunes 12 de octubre pasado, al caer la tarde, tras varias horas de una búsqueda por parte de su familia y personal policial, el cuerpo de Gómez Pouillastrou fue encontrado a unos mil metros al sudoeste de la planta de energía en San Jorge.La mujer había salido, como lo hacía con frecuencia, a caminar. Previamente, al comenzar la tarde, pasó por el domicilio de su exesposo y dejó a su cuidado a sus hijos: Frida, de 5 años, y Camila, de 2. Según confirmó el fiscal Zoppegni, la víctima recibió múltiples traumatismos en el rostro y en el cráneo y fue rematada por un golpe, con un objeto contundente en la cabeza.La causa está encuadrada como violación seguida de muerte mediando violencia de género.El fiscal confirmó que encontraron el celular de la víctima, a 50 metros del cuerpo (escondido entre ramas y tierra) y que también fue hallada la piedra que se habría utilizado para asesinarla.“Con el GPS del teléfono pudimos determinar que el hecho ocurrió entre las 13:45 y las 14 de ese lunes. Ella ingresó sola a caminar por ese lugar y entendemos que fue sorprendida, porque no pudo defenderse. Por ahora, no descartamos a nadie como sospechoso. Por el momento, tenemos varias pistas y líneas de investigación. Aún no tenemos elementos para detener a un presunto autor, pero si sospechas”, aclaró el fiscal Zoppegni.

Fuente: La Nación

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