SAN LUIS (AP) — Nolan Arenado conectó un jonrón, el emergente Matt Carpenter rompió el empate con un doble y los Cardenales de San Luis vencieron el sábado 5-2 a los Reales de Kansas City.El puertorriqueño Yadier Molina pegó un sencillo de dos carreras por San Luis (55-55), que llegó a la marca de .500 por 21ra ocasión en la temporada. Los Cardenales han ganado 16 de sus últimos 22 duelos ante Kansas City.Kwang Hyun Kim, abridor de San Luis, toleró dos carreras y tres imparables en 83 lanzamientos a lo largo de cuatro innings. Cumplió su primera apertura desde el 28 de julio, cuando recibió cinco anotaciones durante apenas dos innings y dos tercios en Cleveland.El dominicano Luis García (1-0) repartió tres ponches a lo largo de dos innings en blanco para conseguir su primer triunfo en las mayores desde el 29 de agosto de 2019, cuando lanzó por los Angelinos ante Boston.Ryan Helsley y el dominicano Génesis Cabrera cubrieron un inning en blanco por cabeza, antes de que el mexicano Giovanny Gallegos resolviera el noveno capítulo para lograr su segundo rescate.Brad Keller (7-11) aceptó cinco carreras y siete hits, además de regalar cinco boletos. Fue retirado después de permitir sencillos a Paul DeJong y Tommy Edman en el inicio de la parte baja de la sexta entrada.Por los Reales, los dominicanos Carlos Santana de 3-0, Hanser Alberto de 3-2 co una empujada. Los venezolanos Salvador Pérez de 4-0, Edward Olivares de 4-0. El puertorriqueño Emmanuel Rivera de 3-0 con una anotada.Por los Cardenales, el puertorriqueño Molina de 3-1 con dos impulsadas. El venezolano José Rondón de 1-1.

Fuente: La Nación

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En esta generosa tierra donde más del 50% de los chicos son pobres y más de la mitad de quienes ingresan en el secundario abandonan y los que permanecen no se gradúan en tiempo y forma, un considerable porcentaje de políticos oficialistas y opositores disputan la campaña electoral en laberintos discursivos. Que, a juzgar por la chatura del juego, tienen menos chances de salir airosos que si entraran en el entrañable laberinto de espejos del Italpark (centennials, ver Google).Acá andan en un embrollo de ligustrinas, más parecido al histórico paseo cordobés de Los Cocos, pero de 15 centímetros de alto. Se enredan en los tobillos, pero gritan como si les taparan los ojos. Por eso es que quienes están en el poder y quienes quieren volver tienen una pintoresca coincidencia: manuales para la contienda electoral.El instructivo del kirchnerismo tiene entre sus sugerencias basales la de frenar con el “ay, pero Macri”, como respuesta a todo; parece que no les beneficia como creían. Las consecuencias del manejo de la pandemia no se las pueden achacar al “gato” que ocupó cuatro años la quinta de Olivos y ahora transita un involuntario exilio sanitario en Suiza. El manual de Juntos, que debería incluir un prólogo sobre por qué no se bautizaron Todos contra Todos, quedará tirado en un estante porque se niegan a aplicarlo.En el mientras tanto, ese lapso en que la ciudadanía vive, limpia todo con alcohol, está harta del barbijo y de la falta de la segunda dosis de Sputnik, trata de salir de la crisis económica y busca esparcimiento para morigerar tanta tragedia, enciende la TV para descubrir que la batalla electoral tiene otra curiosidad, casi científica: el clon. No, tranquilo, no repusieron la telenovela brasileña de 2001, que fue menos innovadora que el corralito financiero protagonizado por Cavallo y De la Rúa.Es difícil lo que le voy a proponer, querido lector, pero cierre los ojos un instante y recuerde las vehementes argumentaciones de Victoria Tolosa Paz. Admita que es el clon de la vicepresidenta, explicando que vamos muy bien, aunque muchos argentinos no logremos palpar el éxito del kirchnerismo. Y qué decir de Florencia Peña, que en su furioso descargo negando lo que nadie le había imputado por violar la cuarentena al visitar Olivos, con su “no me lo merezco” casi silabeado, nos hizo acordar a aquella frase para los anales políticos “la historia ya me juzgó” de la “one and only”, mientras hacía un alegato sin manual de instrucciones en una causa judicial por corrupción.

Fuente: La Nación

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El país del encierro sanitario se está convirtiendo en el país de la apertura. No cambió el Gobierno. El Presidente es el mismo. Pero las elecciones le muerden los talones. Según la mayoría de las encuestas, el Gobierno está tan mal ante la opinión pública como lo estuvo Mauricio Macri en su último año, cuando debió ajustar los gastos del Estado hasta lograr el déficit cero. Sin embargo, Alberto Fernández está ya en modo electoral. A la clase media baja y la baja les ofrece las compras en cuotas con el Ahora 12 (o el Ahora 30 para algunos productos). A la clase media la beneficia también con esos planes de compras y, además, intenta seducirla con un acercamiento al gobierno de los Estados Unidos, lejos de sus aliados de los últimos tiempos: Nicaragua, Venezuela y Cuba.Cristina Kirchner se ocultó detrás de las cortinas. No está en el escenario. Ella misma sabe que su figura es irritativa para grandes sectores de la clase media. La apertura sanitaria se contradice con los pronósticos públicos del ministro de Salud de la Capital, el preciso Fernán Quirós, quien anticipó que la fulminante variante delta del coronavirus estará en el país dentro de una o dos semanas. Sus colegas de la autoridad sanitaria nacional no discrepan con él. Están de acuerdo. Pero la gente está cansada de las restricciones y el encierro. El cliente siempre tiene razón. Habrá, entonces, menos restricciones. Falta poco más de un mes para las primeras elecciones. Irán viendo (¿hay o hubo algún otro plan?) cuando lleguen los contagios de la variante delta.El objetivo fundamental del Gobierno es la seducción de una parte de la clase media. Néstor Kirchner solía decir que el peronismo necesita de una porción de ese sector social para ganar las elecciones. Él aspiraba a conquistarla definitivamente; su esposa prefiere ser la lideresa de una facción ideológica. Un alumno de Kirchner, Alberto Fernández, sigue las enseñanzas del maestro. El enfrentamiento con Estados Unidos y la alianza con las tiranías latinoamericanas espantan a los sectores medios. Ahora bien, una cosa es querer llevarse bien con Washington y otra cosa es llevarse bien. La prioridad de Biden es frenar el desembarco de China en América Latina. Esa es una obsesión de Estado en Washington. Trump promovía la misma política. Según una noticia publicada por medios brasileños, el influyente consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jake Sullivan, le ofreció a Jair Bolsonaro incorporar a Brasil como “socio global” de la OTAN a cambio de que vete el ingreso de la tecnología 5G de China. Sullivan habló del mismo tema con Alberto Fernández en un almuerzo en Olivos el viernes, aunque no se sabe qué ofreció aquí a cambio, si es que ofreció algo.Sullivan, dicen en Washington, no es un funcionario al que le gusta escuchar sermones y menos aún promesas vacías. “No le gusta escuchar sarasa”, lo tradujo un diplomático argentino. Hace poco, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, le pidió al canciller Felipe Solá el voto de la Argentina en la OEA para reclamar por los presos políticos de la tiránica diarquía que gobierna Nicaragua, Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo. La Argentina no lo escuchó: votó en contra de la resolución de la OEA. En un encuentro posterior con Blinken, Solá le explicó que su gobierno respeta el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países. Solá y su gobierno atrasan. Las cuestiones de derechos humanos no son desde hace mucho tiempo asuntos internos de los países. Sin la participación de la OEA (y del gobierno norteamericano de Jimmy Carter), la desaparición de personas en la Argentina hubiera sido una tragedia mucho más larga durante el último régimen militar.El gobierno de Biden tiene una política exterior dura cuando promueve la vigencia de los derechos humanos, de las libertades públicas y privadas y del sistema democrático. Sullivan se lo explicó sin eufemismos al presidente argentino. En un drástico cambio de la política de Trump, Biden denunció públicamente a Vladimir Putin por perseguir a sus opositores y por promover el cibercrimen (como llaman en Washington a los ciberataques rusos). Venezuela, Nicaragua y Cuba son tiranías que deben condenarse. “Venezuela y Cuba son dos Estados fallidos con crisis humanitarias y democráticas sin solución a la vista. Nicaragua es otra cosa: es un Estado que se convirtió en una tiranía”, explican en Washington. ¿Qué hará Alberto Fernández si quiere seducir a la clase media? ¿Qué hará para que no lo vea confrontando con el gobierno de Biden? ¿Cambiará su posición sobre los estragos políticos en esos tres países latinoamericanos?Por ahora, se limitó a enviarle una formal carta de agradecimiento a Biden por la mayor ayuda que la Argentina recibió para enfrentar la pandemia. Fue una donación de la Casa Blanca de 3,5 millones de dosis de la vacuna Moderna. No hubo una frase cordial y trillada, como la que el Presidente le regaló personalmente a Putin (“los amigos se ven en las malas”, lo halagó mientras el líder ruso cobraba cada vacuna que enviaba), y mucho menos una alusión pública de la poderosa vicepresidenta, como la que ella les dedicó tiernamente a China y Rusia por la provisión de vacunas. Los disimulos exponen más que lo que tapan.La corrupción impune es otro tema que escandaliza a la clase media. No hay cambios sobre eso, salvo el de ordenarle al impolítico ministro de Justicia, Martín Soria, que también se escabullera detrás del escenario. Arrogancia y bravuconadas son actitudes que los sectores medios aborrecen. Soria comete las dos cosas. Desde que murió el juez Claudio Bonadio, hace un año y medio, no hubo ningún otro juez con su decisión y dedicación para investigar hechos de corrupción. La causa de los cuadernos, la más explícita, probada y testimoniada sobre la corrupción en la anterior era kirchnerista, aguarda desde noviembre de 2019 que el tribunal oral fije la fecha del comienzo del juicio. Es una de las últimas cosas que hizo Bonadio: concluir la investigación y enviar la causa a juicio oral y público. Tampoco se sabe nada de los juicios orales para las causas de Hotesur y Los Sauces, que interpelan directamente a la familia Kirchner por lavado de dinero. La última información es que podría (el condicional es de los tribunales) comenzar a fines de este año, después de las elecciones de noviembre, poco antes de la feria judicial del verano. Los jueces dilatan. Hacer justicia es una tarea para después.¿Por qué los jueces retroceden o se paralizan? Las explicaciones son muchas. El miedo es una de ellas. ¿Miedo a qué, si ellos tienen la estabilidad asegurada por la Constitución si son honestos? Miedo a perder el puesto, dicen algunos magistrados; miedo a no influir para colocar un familiar en la plantilla de la Justicia; miedo a no ascender; miedo al escrache mediático y político en personas que no están acostumbradas a la pelea pública. El ejemplo del fiscal Carlos Stornelli los asusta. Stornelli fue el fiscal de la causa de los cuadernos. Una vasta operación judicial y mediática lo puso contra las cuerdas en una causa armada a todas luces. Los tribunales orales fueron llenados, además, de militantes de Justicia Legítima.En días recientes, el Presidente aseguró públicamente que los jueces deberían estar solo un tiempo en sus cargos. Metió más miedo. El jefe del Estado se olvidó del precepto constitucional que protege la estabilidad de los jueces. El viejo profesor de Derecho suele olvidarse con demasiada frecuencia de muchos párrafos de la Constitución. ¿Se olvida o hace que se olvida? Conoce el miedo que provoca. La Asociación de Magistrados no pudo emitir una dura declaración contra esa manifestación del Presidente. Las distintas líneas internas de la agrupación solo permitieron un documento liviano, insignificante. El miedo es el sentimiento que más detesta la enojada clase media.

Fuente: La Nación

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El reciente estreno de Jungle Cruise permite recordar a aquellos protagonistas de perfil aventurero que recorrían selvas inexpugnables, se adentraban en tribus desconocidas, conocían cómo ingresar a monumentos ancestrales, eran amenazados por alimañas de todo tamaño, desafiaban a mercenarios y saqueadores buscando algún tesoro con propiedades especiales al que debían proteger o conservar. Un género que tributa una herencia directa a personajes como Davy Crokett o Pecos Bill, que con sus estampas de vaqueros trascendían el ambiente exclusivo del western para convertirse en héroes del folclore popular con una pertenencia mitológica o de origen incierto. Pero aunque el lejano oeste fuera un territorio de peligros, nada era comparable a un viaje enmarcado en la distancia y será clave para el cine la inspiración que tome de las novelas de aventuras de Emilio Salgari, Julio Verne, Edgar Wallace, Jonathan Swift, Daniel Defoe, Rudyard Kipling o el fundamental Robert Louis Stevenson, junto a H. Rider Haggard, que con Las minas del rey Salomón (1885) publica el primer relato desarrollado enteramente en un extraño mundo perdido. Ellos colocarán el viaje, el riesgo y el exotismo como elementos principales en el camino que debe transitar el héroe. Su unión por parte del cine de Hollywood con los contornos heredados del vaquero del oeste definirá un nuevo prototipo cuyo último exponente se encuentra ahora en rodaje para el quinto regreso de Indiana Jones, previsto para el 28 de julio de 2022. Aunque varias películas que se filmaron gracias al éxito del personaje con el rostro de Harrison Ford -como Tras la esmeralda perdida, La joya del Nilo, Las minas del Rey Salomón o su secuela En busca de la ciudad perdida, que fueron hitos en cines y en tiempos del videoclub-no se encuentren disponibles en plataformas, otras opciones permiten reencontrar la huella dejada por el explorador en su aventura.King Kong (1933)Delos Lovelace publicó un año antes una novela basada en el guion de King Kong, el primer animal de un mundo exótico que arriba a la gran ciudad y que tuvo nacimiento directo en el mundo del cine en esta versión de 1933 de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, con la historia de un director de cine que viaja a la isla Calavera para hacer una película pero, en realidad, pretende filmar al gorila más grande del mundo. Pero los nativos de la isla tienen otra idea, entregar en sacrificio a Ann (Fay Wray), la estrella de la película por filmarse. Su éxito permitió innumerables versiones a través del tiempo, como la que realizó Peter Jackson en 2005 (disponible en Netflix y HBO Max) o Kong: la isla calavera y la más reciente Godzilla vs. Kong, que puede verse en HBO Max.La reina africana (1952)La Primera Guerra Mundial llegó al continente africano mientras Charlie Allnut se dedica a transportar mercaderías a través del río, y así se convierte en testigo de cómo varias aldeas son destruidas por los soldados alemanes. Junto a Rose deberá huir en La reina africana de la captura de los alemanes que siguen sus pasos. La película de John Huston es uno de los grandes clásicos del cine y le permitió a Humphrey Bogart ganar el Oscar al mejor actor y le valió una nominación a Katharine Hepburn. Basada en el libro de Cecil Scott Forester, fue una de las diez películas más exitosas del año en los Estados Unidos, y sirvió además para que muchos años después Clint Eastwood volviera al escenario del rodaje con su no menos genial Cazador blanco, corazón negro.La isla misteriosa (1961)Basada en la novela de Julio Verne contó con los efectos especiales del mago de la ciencia-ficción Ray Harryhausen y la música del gran Bernard Herrmann, habitual compositor de Hitchcock. Rodada en los estudios ingleses Shepperton, sus parajes misteriosos fueron paisajes de Cataluña y de la Comunidad Valenciana. La historia presenta a dos soldados de la Unión durante la Guerra Civil estadounidense que escapan en globo de una prisión confederada llevando dos rehenes. Una tormenta los desvía de su trayectoria y caen en una playa que parece singular por sus plantas, hasta que se dan cuenta que lo es cuando un cangrejo gigante aparezca en escena. Fue dirigida por Cy Endfield, realizador que vio su carrera hollywoodense truncada al ser acusado de comunista e incluido en las listas negras.Jumanji (1995)Basada en el relato infantil de Chris Van Allsburg, la historia comienza en 1869, cuando dos niños encuentran un cofre misterioso. Un siglo más tarde, otro chico se topa con el cofre que tiene un juego de mesa que no sabe que es mágico, llamado Jumanji. Veinte años después otros chicos encontrarán el juego nuevamente, y deciden jugar por lo cual animales aparecen salidos del juego. Protagonizada por Robin Williams, Bonnie Hunt, y Kirsten Dunst, su éxito deparó varias secuelas como Jumanji: en la selva, que contó con el protagónico de Dwayne Johnson y se inicia exactamente un año después de los sucesos de la primera película para saltar en el tiempo otros veinte años.Indiana Jones y el reino de la calavera de Cristal (2008)Hasta el momento, última entrega de la saga del Dr. Henry Jones, aquí en la búsqueda de un cráneo de cristal que es, por sus poderes, afanosamente buscado por agentes de la Unión Soviética hacia 1957. Pero para encontrarlo, Indy debe trasladarse hasta Nazca, Perú, donde además reencontrará a su antiguo amor. De esta manera, Karen Allen vuelve a la saga de Indiana Jones como Marion Ravenwood e incluye a John Hurt como el profesor Harold Oxley y a Shia LaBeouf como el joven Mutt Williams, quien tendrá una increíble revelación, además de la gran villana a cargo de Cate Blanchett como la agente soviética Irina Spalko. Si bien no superó a Indiana Jones y la última cruzada (disponible como las demás en MovistarPlay), considerada por muchos, la mejor de todas, tuvo buenas críticas aunque eso no evitó que ganara el premio Razzie (suerte de anti-Oscar), a la peor remake o secuela.

Fuente: La Nación

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En la reciente reunión del Grupo de Puebla, el presidente Alberto Fernández reivindicó la trascendencia del Estado como “el mayor garante de la solidaridad”, ya que “si no arbitra y pone igualdad donde la igualdad no existe, ningún mercado promueve la igualdad”.El repetido énfasis presidencial acerca del rol del Estado sería superfluo en condiciones normales, pues nadie niega las funciones que debe cumplir, en las sociedades modernas, para desarrollar infraestructura, fomentar la educación, proveer seguridad, cuidar la salud y facilitar la igualdad de oportunidades.Pero es muy distinto hacerlo cuando se representa a un Estado fallido, con déficit de las cuentas públicas, sin crédito interno ni internacional, con inflación del 50% anual y 42% de pobreza. Y es aun peor cuando en ese Estado, que es la República Argentina, la coalición gobernante propugna abandonar los principios de la democracia liberal para avanzar hacia un populismo autoritario.La única forma de crear riqueza es mediante el capitalismo. Y no hay capitalismo posible si no rigen las instituciones de la democracia liberal. Reiterar estos conceptos suena a obvio y cuestionar la fuerza creadora del capitalismo suena a rancio.En 1959, el Partido Social Demócrata alemán (SPD), en su programa de Bad Godesberg, abandonó sus raíces marxistas y adoptó la economía de mercado para poder financiar sus programas sociales. También en 1959 Fidel Castro bajaba de Sierra Maestra para comenzar la larguísima experiencia cubana, adoptando el camino inverso al SPD alemán, incluyendo violaciones a los derechos humanos en nombre del “mayor garante de la solidaridad”.En 1989 cayó el Muro de Berlin, en 1991 se disolvió la URSS y el capitalismo revivió las economías de las 15 repúblicas que la integraban. Actualmente, varias de ellas son potencias económicas de nivel mundial.El capitalismo también se impuso en Asia. En 1978, Deng Xiaoping comenzó 40 años de reformas, adoptando un capitalismo autoritario, sacando a 750 millones de chinos de la pobreza. El progreso material, gracias a la libre empresa se difundió en la India, Corea, Vietnam, Singapur, Malasia y Bangladesh.En 2010, el SPD alemán avanzó aún más cuando Gerhard Schröder presentó la llamada Agenda 2010 (“Reforma Hartz”) para enfrentar una crisis de recesión y desempleo. Se redujeron gastos del Estado y se flexibilizó el mercado laboral. Su sucesora, Angela Merkel, agradeció el coraje de ese socialista que introdujo reformas “políticamente incorrectas”, indispensables para superar la crisis. Actualmente, Alemania es el país más industrializado de Europa y la cuarta economía mundial. Cuba es uno de los más pobres de América Latina.No es necesario ir tan lejos, ni estudiar tratados en alemán para comprender que sin un capitalismo robusto no hay Estado viable. En 2015, en una entrevista concedida a la televisión española, que aún circula por internet, el expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica, con poca teoría y mucho sentido común, manifestó ser socialista “pero no bobo” y que era necesario “dejar que el capitalista trabaje y haga plata, para después cobrar impuestos y poder repartir”.Suele utilizarse la metáfora del consorcio de propiedad horizontal para explicar, en idioma sencillo, la razón por la cual las prestaciones del Estado, para “poner igualdad donde la igualdad no existe” (Alberto Fernández dixit) no pueden sostenerse sin recursos abundantes, contantes y sonantes.En un consorcio de Puerto Madero, los propietarios pueden abonar expensas comunes para sufragar tres turnos de portería, servicios de seguridad y de limpieza, “amenities” como piscina, spa y gimnasio, y ayudantes varios. En uno de la ciudad de San Justo, en La Matanza, la situación es muy distinta.Nada más claro, para transmitir un concepto, que un ejemplo sencillo y cotidiano, al estilo “Pepe” Mujica. Para ilustrar al presidente Fernández, sería muy útil que la vicegobernadora bonaerense y exintendenta de La Matanza, Verónica Magario, invitase a tres consorcistas de ese populoso municipio, a tomar un té de las cinco con tres conocedoras de aquel lujoso barrio porteño. Por ejemplo, con la candidata Victoria Tolosa Paz, la primera dama Fabiola Yáñez y la exministra de La Matanza Débora Giorgi. Quizás en el penthouse de esta última, familiarizada con ambos barrios.Alli aprenderíamos, de boca de las invitadas, que no son sostenibles gastos comunes que superen la capacidad de pago de los ocupantes. Si la elocuente Tolosa Paz sostuviese que los matanceros tienen iguales derechos que los habitantes de suntuosas torres en Puerto Madero, con seguridad recibiría de sus visitas una clase práctica de gasto público: si ellas tuvieran en San Justo iguales servicios comunes, el consorcio entraría en cesación de pagos y todos abandonarían el edificio para no ser ejecutados por expensas impagas. Como ocurre hoy en la Argentina.Al estrechar vínculos con el Grupo de Puebla, propugnar reformas contrarias al sistema republicano y afectar los derechos de propiedad, el gobierno socava su propia capacidad de sostener la dimensión del Estado que propugna y de dar efectividad a los derechos que otorga.Es incomprensible que, en 2021, la Argentina intente repetir experiencias colectivistas que fracasaron en todo el planeta. El PSD alemán lo advirtió en 1959; Deng Xiaoping, en 1978; el bloque soviético, en 1989, y los países del sudeste asiático, en distintos momentos, desde la posguerra hasta ahora.La dimensión de un Estado verdadero y sostenible, solo puede ser proporcional al nivel de recursos disponibles para sufragarlo. Si la Argentina pretende ignorar que el anticapitalismo conduce a la pobreza, como está probado, no logrará un “garante de la solidaridad” sino organigramas repletos de palabras, reparticiones pobladas de “ñoquis” y programas “marketineros”, pero vacíos de contenido. Mientras sus consorcistas se funden o se marchan del edificio nacional, como bien lo habrán de explicar, con lenguaje llano y coloquial, las vecinas de San Justo a sus amigas de Puerto Madero.

Fuente: La Nación

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Durante muchos años, Marvel en cines era sinónimo de fracaso. Mientras DC triunfaba en llevar a sus personajes emblema a la pantalla grande, la editorial rival presentaban apuestas mediocres como Howard el pato, o los telefilms de Capitán América, Spider-Man o Doctor Strange. Pero el estreno de Iron Man en 2008 revirtió esa tendencia, y el Universo Cinematográfico Marvel se convirtió en el gran mimado por la taquilla. Ante ese panorama, y luego de fracasos como Liga de la justicia (2017), el estreno de Escuadrón Suicida 2 busca establecer un tipo de aventura que le permita a DC definir qué tipo de tono es el que mejor le sienta a su mundo de grandes héroes.Dos títulos fundacionalesA finales de los años treinta, DC se convirtió en el hogar de Superman y Batman, dando comienzo a una edad de oro para el género. Si bien no fueron los primer superhéroes (John Carter, de Edgar Rice Burroughs, ya coqueteaba con esa temática en la primera década del siglo pasado), la llegada de ambos permitió establecer una suerte de manual de estilo para esa clase de relatos. Y la popularidad de ellos, como era de esperar, pronto los llevó a la pantalla grande. Batman tuvo un serial en 1943, y Superman una serie de dibujos animados en 1941 producida por los hermanos Fleischer (y que aún hoy, resulta enormemente atractiva). Esas adaptaciones iniciales fueron un éxito y dieron pie a otras series que, en el cine o la televisión, gozaron de notable popularidad.A mediados de los setenta, Warner Bros, dueña de DC Comics, creyó que había llegado el momento de darle a Superman una adaptación a gran escala, un film evento que estuviera a la altura del símbolo cultural que representaba el kryptoniano. De ese modo, con un elenco de grandes figuras y un presupuesto insólito para la adaptación de una historieta, en 1978 llegó Superman, el icónico film de Christopher Reeve. El largometraje arrasó con la taquilla, y Hollywood descubría que los súper héroes podían ser una mina de oro.Exactamente once años después, en 1989, la primera entrega del Batman de Tim Burton marcó otro punto de quiebre. Muy lejos de la versión camp de Adam West, el director imaginó un encapotado sombrío, muy a tono con las violentas aventuras que ese personaje atravesaba en los cómics de la época, en títulos como Año Uno, El caballero de la noche regresa o The Cult, en los que Bruce Wayne sufría el peso de una tarea auto impuesta, condenándose a ejercer la justicia en una ciudad absolutamente corrompida. Burton ofreció un film que como el de Superman, amasó millonarias ganancias, demostrando que un director sólido, podía convertir la masticada historia de un superhéroe en una pieza de autorCuriosamente, las dos franquicias tuvieron un camino similar. Ambas contaron con secuelas que en muchos sentidos, hasta eran mejores que sus predecesoras, pero también con terceras y cuartas partes que no sostuvieron el piso de calidad. Pero en DC pensaban que Superman y Batman eran íconos atractivos en sí mismos, que siempre iban a contar con el beneplácito del público en las salas. Pero el futuro les demostró lo contrario.El triunfo de Nolan, el fracaso de SnyderAunque Superman, Batman y otros personajes compartían aventuras constantemente en los cómics, reunirlos en el cine era una historia muy distinta. Por ese motivo, los proyectos cinematográficos de Warner no incluían cruzar a los héroes de la casa, a excepción del desechado film de la Liga de la justicia de 2007, impulsado por George Miller (responsable de la saga Mad Max). Con el objetivo de relanzar a Superman y Batman en cine, Warner presentó en el nuevo milenio dos nuevas propuestas. Con la dirección de Bryan Singer y estrenada en 2006, Superman regresa no conectó con el público, quizá por mostrar una sensibilidad demasiado anclada en las películas de Christopher Reeve. Pero otra suerte corrió la versión de Christopher Nolan del encapotado, lanzada en 2005. La impronta que ese director le dio a su trilogía gótica, deudora del cine de Michael Mann, con villanos punk y una mirada cargada de amargura, sedujo al público y a la crítica. Indudablemente, la visión de Nolan triunfó por eso, por ser la mirada de un autor capaz de absorber elementos ajenos, y combinarlos para desarrollar una lógica cinematográfica propia. Pero al mismo tiempo, ese grupo de películas instaló una idea muy peligrosa, y es que los superhéroes, mientras más atormentados y solemnes, mejor. En la vereda opuesta, Iron Man y su estallido de colores pop y canciones de AC DC hacían de los héroes una verdadera fiesta, dando nacimiento al germen del método Marvel.Batman vs Superman – TrailerFrente a la negativa de Nolan de realizar una cuarta entrega del encapotado, en DC comenzaron un torpe camino basado en intentar replicar la mística de aquel Batman. Luego de una pésima propuesta centrada en Linterna verde, en 2013 llegó El hombre de acero, el relanzamiento de Superman a cargo de Zack Snyder. En medio del boom del primer largometraje de Los Vengadores, Warner finalmente se decidía a trazar un ambicioso plan que comenzaba aquí, y cuyo punto cúlmine era Liga de la justicia. Pero las cosas no empezaron bien. El film de Snyder fue un éxito de taquilla, pero su mirada hacia Superman sembraba dudas. El realizador buscaba establecer un tono propio, alejándole de la cándida imagen que desprendía Reeves, para mostrar al kryptoniano como una criatura atravesada por inseguridades y tormentos de todo tipo. La identidad clásica del héroe no era susceptible de recibir tratamientos modernosos, y eso terminó por traicionar la propia esencia de Clark Kent. El clímax de ese film, con Superman asesinando a su rival, pronto se reveló como el síntoma más claro sobre lo forzada que resultaba esa mirada.Eecuadrón Suicida – TrailerEn 2016 Snyder entrega la segunda parte de su universo DC, con Batman vs Superman: el amanecer de la justicia. Los resultados de esa película fueron desalentadores, con ambos héroes sumergidos en una trama absurda, que presentaba vueltas de tuercas totalmente arbitrarias. El film funcionó bien en taquilla, pero las opiniones del público en internet era incendiarias, y con Liga de la justicia a medio filmar, desde Warner comprendieron que era hora de cambiar el registro de sus producciones.Trailer de La liga de la justiciaEl estreno del primer largometraje de Escuadrón Suicida, otra pieza muy despareja pero que reforzaba la idea de un universo compartido, tampoco funcionó entre los espectadores. Ningún personaje resultaba demasiado carismático (ni hablar del Joker de Jared Leto), y la aventura tenía, otra vez, un tono inexplicablemente solemne. Sin embargo, Margot Robbie en la piel de Harley Quinn, fue el único punto a favor de esa película hoy olvidada. Con el universo cinematográfico de DC bastante desinflado, en 2017 llegó finalmente la Liga de la justicia. Esa producción tuvo innumerables problemas, entre ellos la renuncia de Snyder por motivos personales, y su posterior reemplazo por Joss Whedon (director de Los Vengadores). Alcanza con ver unos pocos minutos de Liga de la justicia para comprender que desde Warner la intención fue darle a esa película un ritmo muy alejado del propuesto por Snyder. Pero ese film se convirtió en un pasticho incomprensible, en el que se notaba la mano de dos realizadores que no habían podido concretar una mirada uniforme. El film no era ni un drama ni una comedia, y los fans le dieron la espalda a la que debía ser la gran apuesta de DC en el cine.En busca del (re)lanzamientoTrailer de Mujer MaravillaAunque Mujer Maravilla se estrenó antes que Liga de la justicia, su producción se realizó en buena parte luego de ese film. Y esta vez sí, por primera vez desde el Batman de Nolan, una película basada en un personaje de DC podía sostenerse por sus propios medios. La pieza protagonizada por Gal Gadot y dirigida por Patty Jenkins encontraba una identidad propia, en parte porque se desentendía de otros títulos de DC, para poner el acento en una heroína que descubría (y se auto descubría) en un mundo que le era ajeno, pero al que había decidido defender. En comparación con su trabajo en Batman vs Superman, la Mujer Maravilla de este film era un personaje totalmente distinto, con el que no costaba nada empatizar.Dos años después, el estreno de Aquaman también significó un notable cambio de rumbo con respecto a las películas previas de DC. El largometraje de James Wan era una aventura que apostaba por fórmulas tradicionales, con el héroe del título recorriendo distintos parajes y enfrentando todo tipo de amenazas. Los colores vivos se alejaban de los apagados grises de la era Snyder, en una historia atravesada por el desparpajo de su protagonista.Shazam, en 2019, fue el último golpe certero en este grupo de películas de DC que representaban una nueva era para el estudio. Esta vez, el tono de aventura familiar se acomodaba a la perfección sobre la trama sobre un niño que recibe una herencia mitológica, que lo convierte en un héroe hercúleo. Era una mezcla del Superman de Reeves con Quisiera ser grande, una combinación atractiva que demostraba eso que durante tantos años en DC no querían ver, y es que los héroes son luz y no oscuridad, y que las aventuras trágicas necesitan de mucho más que colores apagados y justicieros de ceño fruncido. Si la empatía no se produce, el relato se diluye, y Shazam, como Mujer maravilla y Aquaman, demostraban que ante todo, lo primordial era construir puentes con el público. Los films de DC encontraban de pronto el camino correcto, en el que sus personajes vivían aventuras individuales, con directores y directoras que tenían una libertad de trabajo que no se supeditaba a un universo compartido.La marca del nuevo Escuadrón SuicidaLuego del experimento que significó Aves de presa (un film fallido, pero con intenciones de jugar con las reglas del género) y de Mujer Maravilla 1984 (una secuela pálida, que no logra sostener la calidad de su predecesora), DC apostó por uno de los grandes nombres de Marvel para darle una segunda oportunidad al Escuadrón Suicida. En 2016, James Gunn sorprendió con Los Guardianes de la galaxia, un grupo muy menor del plantel Marvel, que en el cine hizo un aterrizaje formidable a base de humor, himnos pop y una entrañable dinámica de grupo. Atento al manejo que tiene ese realizador con los súper equipos, la distinguida competencia lo tentó y de ese modo terminó al frente de este relanzamiento (disfrazado de secuela) de Escuadrón suicida.James Gunn, de Guardianes de la galaxia al Escuadrón Suicida. (Crédito: Instagram/)En la película vuelven muchos personajes que ya tuvieron una participación previa en otros títulos del universo DC, con Harley Quinn a la cabeza, y a la vez marca el debut de villanos que tendrán nuevas apariciones en otras producciones futuras (como la ya anunciada serie de Peacemaker, en HBO Max). El largometraje propone una fiesta de excesos, violencia y grandes villanos. De esta manera, el director se presenta como un faro que pueda permitirle a DC encontrar una voz propia en un género tan viciado como el de los super héroes. Influencias detectables para los lectores del ala más dura de DC, guiños populares, aparición de personajes emblemáticos y dosis de comedia y aventura es la fórmula de Gunn en la que DC confía plenamente.The Flash, dirigida por Andy Muschietti, es una de las grandes apuestas de DC para el 2022 (IMDB/)De cara al futuro inminente, DC tiene tres grandes apuestas. Ante todo, una nueva versión de Batman protagonizada por Robert Pattinson, situada en los inicios de Wayne como justiciero, y enmarcada en una historia marcadamente policial. Por otra parte, el 2022 será el año de Black Adam, el villano interpretado por The Rock, que se enfrentará a la Justice Society of America (un grupo emblema de la editorial). Luego llegará la esperadísima The Flash, en la que bajo la dirección de Andy Muschietti, el velocista escarlata tendrá una aventura de la que participarán muchos invitados, entre ellos, el Batman de Michael Keaton.Finalmente, DC parece haber encontrado un camino propio. No someterse constantemente a la lógica de un universo compartido, no forzar un tono trágico para todos sus personajes, y apostar por films individuales parecen ser las claves del éxito. De esa forma, entre Marvel y DC se perfilan dos universos muy distintos, capaces de complementar sus propuestas, y que dan cuenta de la enorme riqueza de los súper héroes como género.

Fuente: La Nación

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TORONTO (AP) — Jonathan Araúz quebró el empate mediante un sencillo en el octavo episodio, y los Medias Rojas de Boston superaron el sábado 2-1 a los Azulejos de Toronto, para dividir victorias en un doble juego.Matt Barnes (6-3) laboró un inning para llevarse el triunfo, mientras que Adam Ottavino puso fin al segundo duelo, con lo cual se apuntó su octavo rescate en 12 intentos.Boston ganó apenas por segunda ocasión en sus últimos 10 compromisos.Frente al derecho Adam Cimber (2-3), el panameño Araúz pegó un rodado de sencillo que inauguró la octava entrada. El campocorto Bo Bichette no pudo alcanzar la pelota y el dominicano Franchy Cordero anotó, tras comenzar ese inning extra como corredor automático en la intermedia.En el primer juego, Marcus Semien definió mediante un jonrón en el inicio del séptimo episodio, y los Azulejos se impusieron por 1-0.Cada equipo conectó apenas dos hits. Semien bateó el más importante de todos.Encontró la primera oferta que le hizo Barnes (5-3) y llegó a 26 vuelacercas en la temporada. Nunca antes había conseguido un cuadrangular que marcara el final de un encuentro.Antes de este duelo, los Medias Rojas habían colocado al toletero J.D. Martínez en la lista de COVID-19.Los abridores Nick Pivetta de Boston y Robbie Ray de los Azulejos lucieron dominantes.Pero el triunfo fue para Jordan Romano (5-1), quien resolvió a la perfección el séptimo capítulo.En el primer encuentro, por los Medias Rojas, los puertorriqueños Kiké Hernández de 2-0, Christian Vázquez de 2-0. El mexicano Alex Verdugo de 3-0. El dominicano Rafael Devers de 3-0. El panameño Jonathan Araúz de 2-1.Por los Azulejos, los dominicanos Vladimir Guerrero de 3-0, Teoscar Hernández de 2-0, Santiago Espinal de 2-0. El mexicano Alejandro Kirk de 2-0. El cubano Lourdes Gurriel Jr. de 2-0.En el segundo juego, por los Medias Rojas, los boricuas Hernández de 4-0, Cordero de 3-0 con una anotada. El mexicano Verdugo de 4-3 con una anotada y una empujada. El dominicano Devers de 4-1. El venezolano Marwin González de 2-0. El panameño Araúz de 3-1 con una remolcada.Por los Azulejos, los dominicanos Guerrero de 4-1, Hernández de 4-0. El venezolano Valera de 3-1 con una remolcada.

Fuente: La Nación

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El primer semestre del año transcurrió con relativa calma en el frente cambiario, al menos en comparación con lo observado en 2020. A mi juicio, esto se explica por dos razones principales: la suerte y la moderación fiscal, que fue clave para reducir la emisión monetaria.El precio de la soja FOB Argentina promedió alrededor de US$340/tonelada en la primera mitad del año pasado. Aumentó a US$430/tonelada en el segundo semestre y a US$540/tonelada en los primeros seis meses de 2021. Esta mejora hizo posible que las exportaciones aumentaran alrededor de US$1000 millones por mes entre un año y otro.A la abundancia relativa de divisas se sumó la menor emisión de pesos para financiar al Tesoro. Esto fue posible por la reducción del desequilibrio fiscal de un promedio mensual de $190.000 millones en 2020 a menos de $90.000 millones en los primeros seis meses de este año. También contribuyó que se pudiera colocar algo de deuda neta en el mercado local de capitales. El hecho es que los aportes del Banco Central (BCRA) al fisco cayeron 68% en términos nominales entre 2020 y la primera mitad de 2021. Menor cantidad de pesos cazando más dólares fue un factor esencial para bajar la brecha cambiaria.Esa calma relativa parece camino a terminar, ya que el Gobierno decidió aumentar el desequilibrio fiscal y emitir más para tratar de influir en el resultado de las elecciones de medio término justo cuando se redujo algo el precio internacional de la soja.El plan “elecciones” basado en postergar los aumentos en las tarifas de algunos servicios públicos, depreciar el tipo de cambio oficial a 1% por mes y aumentar el déficit fiscal puede reducir algo la inflación en el corto plazo, pero generando la necesidad de una corrección posterior. Pero, más allá de la macro de cortísimo plazo, aparece en el radar la negociación con el FMI.Con vencimientos con el Fondo de US$18.000 millones en 2022 y 2023, y con el gobierno argentino que carece de financiamiento a tasas razonables más allá de lo que permite el mercado cautivo local, se requiere postergar esos pagos. Si suponemos que se firma un Acuerdo de Facilidades Extendidas con los plazos de gracia habituales, los vencimientos de deuda de capital con el sector privado y los organismos multilaterales del gobierno nacional serían menores a US$ 10.000 millones por año hasta 2025 (el monto definitivo depende de cómo se refinancie la deuda de corto plazo en el mercado local) y de alrededor de US$15.000 millones al año entre 2026 y 2031. Medidas como porcentaje del tamaño de la economía son muy bajos, pero parecen inaccesibles si no se logra un mínimo de confianza para que, como hacen todos los países del mundo, se coloque deuda nueva para pagar los vencimientos de capital de la deuda contraída en el pasado. La Argentina sólo tiene un problema con la deuda si no logra superar la desconfianza que reina entre los inversores.Pero aún si no hubiera deuda, el Gobierno tiene que lidiar con un déficit fiscal elevado antes del pago de intereses y, además, el BCRA necesita mejorar su posición de reservas internacionales que también se compran con emisión. Si se quiere erradicar la inflación, será necesario converger a un superávit primario. Si eso se lograra, seguramente mejoraría la confianza y sería posible renovar la deuda que va venciendo. Lo que es inviable no es la deuda en sí, sino la falta de voluntad que a veces muestra la dirigencia política para resolver el problema fiscal.Con un mercado de capitales acotado por la alta inflación, los manotazos a los depósitos, y las mentiras del Indec entre 2007 y 2015, el déficit o bien se financia con endeudamiento externo o bien se financia con inflación. Colocar deuda en el exterior para hacer frente a gastos intensivos en no transables como la mayoría de las erogaciones públicas atrasa el tipo de cambio real, perjudica a los exportadores y genera una falsa sensación de que los salarios en dólares pueden ser muy altos. Un día se corta el financiamiento y aparece la corrección traumática: recesión para reducir importaciones y devaluación.La opción inflacionaria no sólo aumenta la pobreza, sino que genera también un daño a la economía real; no hay tal cosa como todas las variables nominales aumentando al mismo ritmo anual.¿Llegará alguna vez el día en que la dirigencia política se ponga de acuerdo en eliminar el desequilibrio fiscal? La idea de que no es posible por los altos costos políticos omite que los costos de los cortes abruptos de financiamiento externo han sido devastadores para el gobierno que los sufrió y que la alta inflación tampoco parece ser una máquina de generar votos para el oficialismo de turno.Un programa económico consistente para los próximos años requiere un sendero fiscal creíble. El punto de partida en la negociación con el FMI será un déficit bastante peor del que se logró en la primera mitad del año, por la imprudente decisión de rifar parte del esfuerzo para influir en la elección y porque parte de la mejora obedeció a factores transitorios. En verdad, un manejo de la macro prudente requeriría cerrar 2021 con un desequilibrio primario mucho más bajo del presupuestado porque los precios de las commodities resultaron mucho mayores a los previstos al momento de hacerse el presupuesto.Si se presta atención a las declaraciones de varios funcionarios del Ejecutivo se puede concluir que la mejora fiscal que buscaría el Gobierno el año próximo sería mediante nuevas subas de impuestos. Por ejemplo, se ha dicho que el nivel de gasto público no es un problema, la presión tributaria no es alta en la Argentina y los impuestos no afectan a la inversión.En esta nota me voy a detener en la presión tributaria. La información muestra que la Argentina comparte con Brasil y Uruguay la mayor carga impositiva de la región medida como porcentaje del tamaño de la economía. Con datos de la base del BID-CIAT y de la OCDE previos a la pandemia, estos tres países tenían una presión tributaria muy parecida al promedio de los países de la OCDE. Pero lo más importante en el caso argentino es que, mientras los países desarrollados sólo recaudan 0,1% del PBI en impuestos en cascada o a la producción, la Argentina obtenía de esas fuentes alrededor de 8% del PBI (impuesto a los ingresos brutos y sus equivalentes municipales, impuesto a las transacciones financieras y derechos de exportación).Esto muestra los costos que paga la Argentina para obtener ingresos superiores a los 30 puntos del PBI. Los impuestos en cascada son, en parte, impuestos a la producción, porque no pueden devolverse en forma precisa en la Aduana; y, en parte, impuestos al consumo que distorsionan en forma caprichosa los precios relativos finales. Por su parte, las retenciones son impuestos a la producción que subsidian el consumo local de los productos gravados con ellas. Los países avanzados procuran no castigar la producción. Claro está que al Gobierno no parecen preocuparle estos temas, ya que aumentó retenciones previo a la pandemia y durante ésta le dio carta blanca a las provincias para que aumenten el impuesto a los ingresos brutos.Otra omisión importante en el diagnóstico oficial es que la evasión en la Argentina es mucho más alta que en los países avanzados. Hace varios años estimamos en FIEL que la presión tributaria sobre el sector formal de la economía era alrededor de 30% superior al promedio. Si se mantiene esa proporción, los sectores formales de la economía argentina enfrentan hoy una presión tributaria muy superior al promedio de los países desarrollados.También es curioso que se sostenga que la presión tributaria no es alta y, al mismo tiempo, se aumente el mínimo no imponible en el impuesto a las ganancias. Los países avanzados obtienen una parte importante de sus recursos del impuesto a las ganancias de las personas, en parte porque el trabajo informal pesa menos en el empleo y la evasión es también acotada, pero también porque el impuesto se diseña para ser masivo (más de la mitad de la población paga algo). El populismo fiscal no es la mejor vía para mejorar el diseño de los impuestos argentinos.En cualquier caso, cualquier intento por aumentar otros impuestos debería ser destinado a reducir los impuestos a la producción; eso deja a la reducción del gasto público como el instrumento más adecuado para eliminar el déficit fiscal.En el camino hacia las elecciones de 2023 deberíamos analizar cómo reducir el peso del Estado en la economía, mejorar la eficiencia del gasto y reemplazar impuestos a la producción por otros menos distorsivos. Un Estado que resuelve los problemas de la gente no es aquel que gasta más, sino el que gasta mejor.

Fuente: La Nación

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La revolución industrial no creó los bienes industriales, sino que modificó la forma de producirlos. La maquinaria reemplazó a la producción artesanal. Como explicó Eric Hobsbawm, los perjudicados fueron los artesanos (como sastres, zapateros, etcétera), no los obreros no calificados. Si el problema lo causan las máquinas, la solución consiste en romperlas. La propuesta es conocida como luddista (¿habrá existido Ned Ludd, o se tratará de un seudónimo?) y, como se sabe, fracasó. Pero el luddismo, como actitud, reaparece cada tanto. ¿Triunfará esta vez?Sobre el particular conversé con el norteamericano Jacob Schmookler (1918 – 1967), quien mostró la importancia que tiene el cambio tecnológico en el proceso de crecimiento económico. Sus trabajos precedieron a los de Moses Abramovitz y Robert Merton Solow.-Usted analizó el cambio tecnológico a través del patentamiento.-Así es. Luego de un cuidadoso y original uso de los datos referidos a patentes, demostré el rol decisivo que juegan los cambios en la demanda, en la conformación de la estructura de la actividad de patentamiento.-No debería sorprendernos, porque estamos delante de un nuevo ejemplo de “desafío y respuesta”, la hipótesis con la que Arnold Toynbee explica del desarrollo de la humanidad.-No debería sorprendernos, excepto que durante mucho tiempo los modelos de crecimiento a largo plazo consideraron que el cambio tecnológico ocurría de manera exógena. Por el contrario, de mis estudios surge claramente que el cambio y la dirección de la actividad de patentamiento puede ser explicado por variables económicas perfectamente identificables. La invención no solamente afecta el crecimiento económico, sino que también es una actividad económica en sí misma, no solamente encarada por investigadores a tiempo completo, sino también por empleados a tiempo parcial.-En 1942, en Capitalismo socialismo y democracia, Joseph Alois Schumpeter introdujo la idea de destrucción creativa…-Valiosísima, porque enfatiza el hecho de que, para que alguien los demande, cualquier producto nuevo, como cualquier nuevo proceso de producción, tiene que reemplazar algo que existe. ¿Quién compraría trapos de piso que se rompieran más que los que existen? ¿Quién compraría una máquina que fuera más lenta, utilizara más energía u ocupara más personal? Por eso el cambio tecnológico genera mejoras netas, pero existen ganadores y perdedores.-¡Flor de problema!-Vamos por partes. Primero, hay que entender que el cambio tecnológico tiene muy poco de inesperado. Las computadoras personales terminaron reemplazando a las máquinas de escribir, pero no de la noche a la mañana; de la misma manera que el cobro manual de los peajes, en las rutas, no desapareció desde que se inauguró el cobro electrónico por la utilización del servicio.-¿Por qué es importante si un cambio es esperado o inesperado?-Porque, cuando es inesperado, es cuando provoca los mayores daños. Piense, por ejemplo, en el accidente ferroviario que ocurrió en la estación Once. Nadie viaja en un tren asiendo varias manijas por si fallan los frenos; y encima muchos pasajeros se amontonan en el primer vagón para salir antes del tren. Ergo, importante número de víctimas fatales. Por el contrario, tanto el caso de la fabricación de las máquinas de escribir, como el del cambio en la forma de cobro de los peajes, la tendencia era clara, pero no ocurrió de la noche a la mañana.-¿Qué podrían hacer los afectados en estas circunstancias?-Pensemos en un fabricante y en un dirigente sindical. Frente al desafío, pueden reconvertir las instalaciones, lograr que el gobierno de turno frene la venta de los nuevos productos y los nuevos procesos, o ejercer algún tipo de violencia contra la nueva competencia. Lo segundo sería “luddismo de buenos modales”; lo último, luddismo tradicional. La historia, tal como era de esperar, muestra ejemplos de cada una de las respuestas.-El desafío del dirigente sindical parece ser mayor que el del fabricante…-En efecto. Ninguna fábrica es tan flexible como para, de la noche a la mañana, dejar de fabricar zapatillas para comenzar a fabricar bombas atómicas; pero sólo una ínfima proporción de las empresas fabrica un solo producto. Esto, en el caso de los cambios esperados, a los productores les otorga cierto margen de maniobra.–Pero, ¿por qué el dirigente sindical enfrenta un desafío mayor?–Porque suponga que quien fabricaba máquinas de escribir, se pone a fabricar libros. Cambiará la cámara empresarial que lo representa y listo. En cambio, cuando quienes cobraban manualmente los peajes, como consecuencia del cobro electrónico consiguen trabajo en otras ocupaciones, aumentará el número de afiliados de otros gremios, pero el representante sindical se quedará sin trabajo.–La estatización de importantes autopistas y que 7% (¿de la propiedad o de los ingresos?) vaya al gremio, ¿usted lo calificaría como un movimiento luddista?–Luddismo sui generis, porque los luddistas hubieran roto las cámaras que identifican a los autos. Pero también luddismo en el sentido de ir contra el avance que generó el problema. A propósito: la propuesta es un proyecto de ley, que ingresó a la Cámara de Diputados. Espero, en el sentido de la esperanza, un nuevo fracaso luddista, es decir, que la iniciativa no vaya a prosperar; pero veremos.–¿Existen casos en los que los viejos productos le presentaron una pelea competitiva a los nuevos?–Sí. El teatro no desapareció cuando apareció el cine; la radio no desapareció cuando apareció la televisión; y las máquinas de afeitar manuales no desaparecieron cuando aparecieron las máquinas eléctricas.–Pero debieron transformarse.–Ese es el punto. Cuando a Antonio Carrizo le preguntaron por el impacto que la aparición de la televisión tuvo sobre la radio, explicó que la que sobrevivió fue otra radio. Que se escucha más a la mañana que a la noche y más en el auto que en el hogar. El correo dejó de repartir cartas, para repartir bultos (¿no es curioso que quienes están en contra de la globalización se comunican por mail?). Otro caso interesante fue el del tren cuando apareció el avión.–En las escuelas de negocios se enseña que las empresas que prestaban el servicio de tren equivocaron el diagnóstico: en vez de pensar que su objetivo era transportar personas por tren, debería haber pensado que su objetivo era transportar personas, y deberían haber sido las primeras accionistas de las empresas de aviación.–Por lo cual, durante décadas invirtieron en aumentar la velocidad de las locomotoras convencionales, estrategia que fracasó. Nuevas tecnologías, que produjeron los trenes de alta velocidad, les permiten a los trenes volver a dar la pelea, particularmente en los tramos cortos y medios.–Don Jacob, muchas gracias.

Fuente: La Nación

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La pregunta es un clásico de las revistas de pasatiempos y también una entrada habitual a los desafíos que plantea el concepto de la exponencialidad: ¿cuántas veces se puede doblar un papel por la mitad? La respuesta suele ser menos de las que pensamos a priori: ocho veces cómo máximo en una hoja común, 12 mitades para el récord mundial de la estadounidense Britney Gallivan (con un pequeño detalle: lo hizo para un papel de 1200 metros). Doblarlo 103 veces llevaría a un mayor grosor que el del universo observable (93.000 millones de años luz).La probabilidad combinada que encierra el desdoblamiento de las proteínas, maquinarias microscópicas y sofisticadas presentes en todos los organismos vivos, presenta un desafío igualmente complejo. Las proteínas están determinadas por cadenas de aminoácidos, pero esta secuencia no dice mucho: para empezar a entender su funcionamiento hay que definir su estructura tridimensional, cómo se “desdobla”, y esto abarca posibilidades infinitas. Comprobar en un laboratorio estas estructuras es un proceso largo, caro y muy trabajoso: en años de estudio se pudo determinar apenas el 17% del “protonoma” de los seres humanos. De los 180 millones de secuencias proteicas descubiertas hasta ahora, los científicos pudieron predecir con alta certeza la forma tridimensional de 180.000.Ese valor se actualizó días atrás en forma radical con una noticia que revolucionó al campo de la biotecnología: DeepMind, la empresa inglesa de inteligencia artificial (IA) fundada por el ajedrecista Demis Hassabis y que pertenece al conglomerado de Alphabet (Google), difundió 350.000 predicciones de alta calidad de estructuras de proteínas del cuerpo humano y de otros 20 organismos, y afirmó que planea dar a conocer, en los próximos meses, predicciones de otras 100 millones de estructuras. El avance, que podría resultar en un futuro cercano en mejores tratamientos para el cáncer o el Alzheimer, y hasta en un reciclaje más eficiente del plástico, entre otras posibilidades, fue calificado por Hassabis como “la contribución más significativa hecha por la inteligencia artificial al conocimiento científico hasta la fecha”.El investigador en inteligencia artificial y maestro de ajedrez británico Demis Hassabis cofundó DeepMind en 2010. La empresa fue adquirida por Google en 2014El 2 de diciembre último, la empresa inglesa ganó una competición bianual que se conoce como CASP, en la cual logró descifrar en forma algorítmica –imponiéndose a equipos de biólogos humanos– el problema del desdoblamiento de las proteínas con su iniciativa AlphaFold, un enigma de 50 años en la comunidad de las ciencias de la vida. “En ese momento hubo bastante escepticismo entre los investigadores, ya que no mostraron demasiado; y también había suspicacias de que el código no iba a estar disponible”, cuenta a la nacion Virginia González, biotecnóloga especializada en genética molecular y bioinformática.Pero el código se publicó días atrás, en paralelo con el de otro competidor, RosettaFold, “casi tan bueno como AlphaFold2”, plantea González. La cofundadora de la startup Toyoko agrega que el hito es equiparable al de la competencia Imagenet de 2012, que marcó un antes y un después en las tecnologías de reconocimiento de imágenes con aprendizaje profundo y generó un aluvión de nuevos negocios en los años siguientes.“Definitivamente, esto abre un nuevo capítulo para la ciencia”, dice Valeria Bosio, bioquímica de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Bosio cita a Venki Ramakrishnan –Premio Nobel de Química en 2009–, a quien la científica platense entrevistó tiempo atrás, quien afirmó la se mana pasada con respecto al anuncio de DeepMind que “ha ocurrido mucho antes de lo que los expertos habrían predicho”. Y agregó: “Va a ser emocionante ver las muchas maneras en las que va a cambiar radicalmente la investigación biológica”.Por sus características, el anuncio de las predicciones de las formas de proteínas sirve para describir algunas avenidas claves del proceso de transformación acelerado que estamos viviendo a nivel global:Doble motor. La inteligencia artificial y las “ciencias de la vida” son, por lejos, en esta nueva década, los dos motores del cambio más profundo que se está desplegando, con un impacto que va más allá del negocio de la salud y abarca al de la energía y al de la alimentación, entre otros. Los casos de AlphaFold2 y RosettaFold están en el epicentro de esta tendencia.Déficit de explicaciones. Predecir la forma de las proteínas no se traduce automáticamente en saber cómo funcionan, aunque es un paso en esa dirección. Para el tecnólogo Marcelo Rinesi, esto es un avance de complejidad computacional, pero no agrega nueva teoría a la biología. En este sentido, se aumenta la brecha que se está generando en IA entre correlaciones y causalidades, entre cosas que sabemos que van a pasar, pero no entendemos el porqué. Un fenómeno que ocurrió siempre en la historia de la ciencia (comprender cómo opera la aspirina, por ejemplo, recién se logró 100 años después de que se descubriera su utilidad), pero con IA se profundiza mucho más.Ciencia básica. Para Alejandro Vila, investigador del Conicet y profesor de la UNR, la difusión de las predicciones de estructuras de proteínas plantea una novedad interesante en la relación entre el sector privado y las ciencias básicas, que siempre se asociaron más a la iniciativa estatal y que ahora resultan atractivas para fondear desde gigantes de la tecnología como Google. “Lo que sí sabemos es que se podrán diseñar mejores y nuevos fármacos, y que la biotecnología moderna hoy cuenta con una herramienta poderosa que recién estamos empezando a conocer[SC1] “, agrega Vila.El investigador, que actualmente trabaja en IBR, se pregunta si la computación va a reemplazar a la experimentación en biología estructural. Y cree que no, “porque el programa va a permitir hacer predicciones antes de realizar experimentos, y los experimentos podrán enfocarse en algunas preguntas que AlphaFold todavía no puede responder”. Virginia González coincide: “En lo que respecta a la investigación básica, creo que lleva a los seres humanos rápidamente a tener que dedicarse a los problemas realmente más complejos, como la dinámica de los cambios conformacionales de las proteínas en el contexto celular o los complejos formados por varias proteínas, entre otros”. Como en la famosa analogía del “ajedrez centauro” o híbrido, en la cual los equipos formados por un programa y un humano superaron al resto de las combinaciones posibles.Hassabis es un ajedrecista consumado y también un jugador de póker profesional, disciplinas a las que se dedicó con pasión antes de recibirse de neurocientífico y de avanzar en su carrera empresarial. DeepMind dio sus batacazos anteriores derrotando a los mejores jugadores del mundo en Go, póker y videojuegos, que le valió miles de titulares pero también críticas por invertir fortunas en algo vistoso pero no tan útil. Con AlphaFold juega, por fin, su apertura de mayor relevancia.

Fuente: La Nación

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