Un rescate de huevitos (México, 2021). Dirección: Gabriel Riva Palacio Alatriste, Rodolfo Riva Palacio Alatriste. Guion: Rodolfo Riva Palacio Alatriste. Duración: 88 minutos. Calificación: apta para todo público. Estreno en: www.cining.cl. Nuestra opinión: buena.Cuarta parte de una exitosa saga producida por Huevocartoon -una productora de animación mexicana en CGI creada en 2001 por los hermanos Gabriel Riva Palacio Alatriste y Rodolfo Riva Palacio Alatriste-, Un rescate de huevitos continúa con las aventuras de unos simpáticos personajes que cruzan el humor zumbón (aunque algún chiste breve suene un poco desajustado en esta época de justas reivindicaciones feministas) con el comentario social, siempre con el público infantil como primer objetivo.Los protagonistas son otra vez Toto y Di, un gallo y una gallina que acaban de convertirse en padres de dos pollitos que nacen de unos huevos dorados muy singulares y deben enfrentar a los villanos de turno, un grupo de mercenarios rusos liderados por una malévola duquesa que pretende quedarse con ellos para hacer oscuros negocios en África.Con Un gallo con muchos huevos (2015), una taquillera incursión en el mundo de la tecnología 3D, la saga se empezó a consolidar definitivamente, y es de esperar que haya unos cuantos capítulos más (de hecho, el estudio ya anunció que habrá más largometrajes con estos mismos personajes).Por lo pronto, en esta nueva entrega ya se nota una depuración en la técnica de animación y también una elogiable capacidad para generar una historia dinámica, sin baches que dispersen la atención y con algunos pasajes que remiten a clásicos del género muy reconocibles como Toy Story y Madagascar. Continuará…

Fuente: La Nación

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Un rescate de huevitos (México, 2021). Dirección: Gabriel Riva Palacio Alatriste, Rodolfo Riva Palacio Alatriste. Guion: Rodolfo Riva Palacio Alatriste. Duración: 88 minutos. Calificación: apta para todo público. Estreno en: www.cining.cl. Nuestra opinión: buena.Cuarta parte de una exitosa saga producida por Huevocartoon -una productora de animación mexicana en CGI creada en 2001 por los hermanos Gabriel Riva Palacio Alatriste y Rodolfo Riva Palacio Alatriste-, Un rescate de huevitos continúa con las aventuras de unos simpáticos personajes que cruzan el humor zumbón (aunque algún chiste breve suene un poco desajustado en esta época de justas reivindicaciones feministas) con el comentario social, siempre con el público infantil como primer objetivo.Los protagonistas son otra vez Toto y Di, un gallo y una gallina que acaban de convertirse en padres de dos pollitos que nacen de unos huevos dorados muy singulares y deben enfrentar a los villanos de turno, un grupo de mercenarios rusos liderados por una malévola duquesa que pretende quedarse con ellos para hacer oscuros negocios en África.Con Un gallo con muchos huevos (2015), una taquillera incursión en el mundo de la tecnología 3D, la saga se empezó a consolidar definitivamente, y es de esperar que haya unos cuantos capítulos más (de hecho, el estudio ya anunció que habrá más largometrajes con estos mismos personajes).Por lo pronto, en esta nueva entrega ya se nota una depuración en la técnica de animación y también una elogiable capacidad para generar una historia dinámica, sin baches que dispersen la atención y con algunos pasajes que remiten a clásicos del género muy reconocibles como Toy Story y Madagascar. Continuará…

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Las elecciones legislativas provinciales realizadas el domingo último en Salta arrojaron varios datos importantes. En primer lugar, el triunfo de las listas que aportaron al oficialismo local, encarnado en el gobernador Gustavo Sáenz, que revalidó las bancas que ponía en juego en ambas cámaras. Si bien el mandatario provincial se muestra cercano al gobierno nacional, es de destacar que el candidato que ganó la senaduría por el departamento Capital, Emiliano Durand, representa a Unidos por Salta, un frente que agrupó a partidos de centroderecha.Por otro lado, resulta interesante destacar el segundo puesto que consiguió Juntos por el Cambio y la lejana cuarta posición lograda por el Frente de Todos. No menos significativa fue la baja participación de la ciudadanía en estos comicios en que la provincia volvió a utilizar el sistema de boleta única electrónica, con apenas un 64% del electorado que concurrió a las urnas y con una altísima proporción de votos en blanco: alrededor del 12%.Se trata de comicios desdoblados de los nacionales, en el contexto de la pandemia. Sin dudas, un año electoral de características inéditas. Podrá decirse que el miedo a los contagios ha operado fuerte en la baja participación ciudadana, pero es probable que también haya influido en tan preocupante panorama el desinterés de muchas personas por embarcarse en una disputa política cuando la apremian cuestiones tan delicadas como la mala gestión sanitaria ante el Covid-19, una economía en bancarrota, desempleo y crecimiento exponencial de la pobreza y la inseguridad.Esa clara apatía ha derivado en que tampoco haya sido convocante para buena parte de la ciudadanía salteña el llamado a elegir convencionales reformadores de la Constitución provincial con vistas a limitar la cantidad de reelecciones del gobernador y del vicegobernador –actualmente están permitidos hasta tres períodos consecutivos– y de los legisladores provinciales, entre otros temas.Salta fue el tercer distrito en realizar este año elecciones desdobladas de la nacional. Antes lo habían hecho Misiones y Jujuy, donde también se impusieron los respectivos oficialismos. Sáenz ha dicho que busca consagrar la hegemonía de su armado provincialista, luego del largo ciclo político de Juan Urtubey como gobernador. El triunfo de las listas que lo apoyaron le insufló parte de ese aire, aunque no deben despreciarse el segundo puesto que obtuvo Juntos por el Cambio ni el significativo desplazamiento del kirchnerismo, reflejo de su inoperante –cuando no dañina– gestión política.La presentación de varias denuncias de irregularidades, sumada al escándalo protagonizado por ciudadanos bolivianos que intentaron cruzar la frontera para votar en la provincia, prácticas que se repiten en distintos territorios, y que fueron echados por los propios salteños da testimonio de prácticas nefastas que desgastan a muchos electores y que los hacen descreer de la política.El caso salteño constituye un nuevo llamado de atención para quienes alimentan la grieta, minimizando los verdaderos problemas que apremian a los argentinos.

Fuente: La Nación

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Piedras en la plaza El 16 de agosto, el señor Presidente dijo textualmente, tras admitir el error por la fiesta en Olivos: “Aumenta mi compromiso con ustedes”. Pero al día siguiente me entero y veo que ordenó retirar las piedras puestas en la Plaza de Mayo. Duelo a cielo abierto. Allí estaba la que dejé de mi marido, el doctor Alejandro María Canese, fallecido el 2/10/2020, quien fue internado el 17/9/2020 y debió hacerse un doble bypass y falleció de Covid. Nunca más lo vi. No pude sostener su mano, abrazarlo, ni despedirlo. Mi único homenaje fue el acto del lunes 16 y la mención de su nombre en una misa. En primer lugar, le recuerdo que la Plaza de Mayo es del pueblo de la ciudad de Buenos Aires; como mínimo debió darle intervención al jefe de gobierno porteño. No veo por qué entonces no ordenó el levantamiento de la carpa de los indígenas, que está allí desde hace más tiempo. ¿Son ellos más argentinos que nuestros muertos? ¿Que nosotros? ¿Sus derechos humanos son superiores a los nuestros? Las piedras, no. Exijo que cada piedra esté en su lugar. Exijo el mismo derecho (art. 16 de la Constitución) Liliana Beatriz Millo DNI 10.200.165 Mirada sesgada Pese a haber sido una marcha respetuosa, silenciosa y sin banderas ni consignas políticas, el asesor presidencial Ricardo Forster criticó la “marcha de las piedras” diciendo que “no había duelo, sino odio” y que fue “una estrategia de destrucción hacia la figura del Presidente”. ¡Así como lo leen! Es sorprendente que tenga una mirada tan sesgada que haya detectado solo falta de duelo y odio cuando todo el tiempo se vivieron escenas muy tristes de llanto e inmenso dolor, y solo hubo unos pocos reclamos. Por otra parte, leí que se va a buscar un lugar para disponer las piedras de los homenajes. Se me ocurre que el mejor lugar para los 110.000 muertos, la inmensa mayoría de ellos no velados, podría ser el Parque de la Memoria de la Costanera, donde los familiares puedan velar a sus deudos. Edgardo Hilaire Chaneton DNI 5.530.623 Arrepentimiento La herida producida en la sociedad por la imagen del Presidente celebrando festivamente, y pese a sus órdenes, mientras la muerte reinaba alrededor, es muy penosa. Es un hecho de abuso emocional social serio. Por eso no alcanzan las palabras “perdón” o “disculpe”, que son más para situaciones cotidianas de menor importancia, por ejemplo, un “caramba, lo empujé sin querer”. Aquí cabe una sola palabra y es la de la mayor profundidad: me arrepiento de lo que hice. Y arrepentirse proviene etimológicamente de penitencia y de un profundo rechazo en uno mismo de lo que se ha obrado. Un cambio de posición interior, o “metanoia” como lo llamaban los griegos. Una actitud incompatible con crear un compuesto con reproches a actos de otros. El arrepentimiento no se pide como las disculpas: se siente en el interior de la propia alma y se exclama como tal y de rodillas, humildemente. Si no, es porque es otra cosa. Eduardo J. Padilla Quirno CI 5.937.621Vara Escuché al señor Presidente gritar que es un hombre común que se equivocó por la cena que se hizo en Olivos, quebrando su mismísima autoridad según el DNU presidencial. Dos reflexiones: ¿se pide perdón así, a los gritos y enojado con los ofendidos de quien se espera el perdón? ¿O más bien con la mirada avergonzada y voz baja y suplicante? Además, se proclama un hombre común que se equivocó, después de tratar de estúpidos e imbéciles a los ciudadanos argentinos que, tan pícaros como él y su compañera, decidieron incumplir la cuarentena y festejar su cumpleaños. No me queda clara la vara de justicia del Presidente, hombre común él, tarados e imbéciles los otros. Ana Astigueta DNI 12.431.271 InvitaciónUna reflexión después de leer a Joaquín Morales Solá. Él dice: “Los invitados no tienen la culpa. Nadie rechaza la invitación de un presidente”. Disiento, con todo respeto, con esta afirmación. Los invitados tienen la responsabilidad personal de decir que no a cometer un ilícito, aunque el pedido sea del Presidente. Podrían haber dicho no a ir a una cena, a llevar a su hijo a una cena, a circular en pandemia. No lo hicieron, no ejercieron su derecho a no infringir la ley. Es contrafáctico, pero… ¿qué hubiera pasado si alguna de las tantas personas involucradas: invitados, invitadas, anfitriones, personal de servicio, guardias, asesores, le hubiera dicho que no al Presidente? Voy más allá: ¿y si otros funcionarios en otras ocasiones también se hubieran negado a quebrantar la ley? Otra sería nuestra historia. Adriana Gorlero DNI 18.025.433 Orden“Alberto, poné orden donde tengas que poner orden”, ordenó, valga la redundancia, la vicepresidenta. Es de imaginarse que se refiere a su hogar, su gobierno, su familia y, sobre todo, su cabeza. María Silvia Marzinelli msmarzinelli@gmail.com Estudiantes No entiendo por qué miles de estudiantes universitarios no pueden volver a las aulas, como los alumnos de jardín, colegios primarios y secundarios. Se ven obligados a estudiar por Zoom, sin conocer ni poder consultar a sus profesores ni entrar en contacto con sus compañeros. Me gustaría que alguna autoridad me explique semejante error. Conozco bien el tema por tener un nieto cursando Ingeniería en una universidad privada. Por tener en este cuatrimestre Química solo están autorizados a concurrir al laboratorio. Esto me parece un sinsentido y un perjuicio para nuestros estudiantes, futuros profesionales. Mara Lía Campos DNI 6.640.848 En la Red FacebookEnojo de familiares de víctimas del Covid por el retiro de las piedras de Plaza de Mayo “¡Se robaron y se apropiaron del dolor y el duelo de las familias de los más de 100.000 muertos por Covid! Indignante y vergonzoso”- Patricia Di Baja“Las ocultaron para que la gente no esté sacándose fotos ya que es un papelón para este gobierno de científicos”- Nelvi Schmitd Bitschi“¡Les da vergüenza mostrar los muertos!”- Marta JurewiczLos textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, la naciOn podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA)

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Las implicancias de los razonamientos a veces asustan; pero si son correctas, lo peor que se puede hacer es ignorarlas.¿Es posible, para un gobierno, recuperar la credibilidad perdida? Es posible. ¿Cuál es la probabilidad? Bajísima. Esto es crucial para la toma de decisiones, las cuales no se adoptan en base a lo posible, sino a lo probable.De manera que, tanto la política económica como la realidad –hasta fines de 2023– se van a desarrollar en un contexto de fuerte falta de credibilidad en cuanto a las señales que emitan las autoridades políticas tanto para los funcionarios que se ocupan del área económica, como para cada uno de nosotros.Todo índica que el juicio político al Presidente de la Nación no logrará destituirlo, lo que no quiere decir que la oposición deje pasar esta oportunidad para “hacer política”; de la misma manera que todo indica que la vicepresidenta de la Nación no tiene ningún deseo de hacerse cargo de la gestión de aquí a diciembre de 2023.Descartadas estas situaciones extremas, queda el desafío de hacer política económica en condiciones de escasa o nula credibilidad. Y como si esto fuera poco, dados tanto el organigrama formal como la falta de liderazgo, es difícil hablar de equipo económico, entendiendo por tal un conjunto de funcionarios donde alguien dirime los inevitables conflictos y se hace cargo.¿Qué van a hacer los funcionarios encargados de la porción de las políticas públicas que tienen que ver con la economía? Ni ellos lo saben, porque es imposible saber. ¿Qué es lo que intentarán hacer? Antes de las elecciones, nada; y después de las elecciones, tampoco.Esto no quiere decir que el resultado de las elecciones sea irrelevante. Es importante en sí mismo, para frenar algunas de las peores iniciativas del oficialismo; y también como señal para 2023, aunque como bien señalan algunos historiadores políticos, no hay nada automático entre un resultado electoral y el siguiente.La política económica presente y futura, entonces, surgirá de la respuesta del Gobierno a los diferentes desafíos que presente la realidad, la cual será encarada en condiciones de debilidad política. Esperemos que los ministros actúen en base a diagnósticos realistas, para no ser parte del problema.¿Y qué haremos cada uno de nosotros en este contexto? Todos, quejarnos; una minoría, migrar; y la mayoría restante pelearla, como venimos haciendo hasta ahora.

Fuente: La Nación

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“Esto no requiere de uno, sino de muchos períodos de gobierno”, dijo Cristina Kirchner ayer, en un acto en La Plata, en el que se mostró, por segunda vez consecutiva, junto a su golpeada criatura política, Alberto Fernández, ensayando un acting de unidad, en plena campaña electoral. Mientras reclamaba más años en el poder para la verdadera fuerza hegemónica de la Argentina –la que más años gobernó, desde el regreso de la democracia–, los movimientos sociales copaban el Ministerio de Desarrollo Social en reclamo de “trabajo genuino” y más plata para planes sociales, devorados impiadosamente por la inflación. Pero ella y Alberto, desde el conurbano, seguían prometiendo un difuso paraíso después de la muerte, “la vida que queremos” después de una pandemia que “no nos dejó jugar el partido”, ese eslogan de campaña que parece ser la nueva tierra prometida de un populismo, cada vez más constreñido, que no parece tener mucho futuro para ofrecer. Solo los “días felices” del pasado. Pasado y “ladrones de guantes blancos”; lo que, en las redes, llamarían “ah, pero Macri”: los dos pilares discursivos del FdT en estas elecciones. Es raro todo. El cierre de campaña del oficialismo será en La Matanza, esa gran fábrica de pobres que la coalición peronista kirchnerista fue construyendo, mientras la gobernó ininterrumpidamente durante casi 40 años. ¿Cuántos períodos más de gobierno se necesitarán para llegar a “la vida que queremos”? El martes, en la Isla Maciel, Cristina había retado en público al presidente exhortándolo a poner en orden lo que, su criterio, se había desordenado. Lo interpeló en otro acto de unidad con fórceps en Avellaneda, después del affaire por la filtración de la foto que mostró una fiesta clandestina en Olivos, durante la cuarentena estricta, y cuando el liderazgo de Alberto Fernández aparece debilitado en su propia base. A ese “desorden” se sumó ayer la difusión del video del cumpleaños de Fabiola y otro potencial escándalo: la imagen de otro festejo con diputados en Olivos que estaría violando las medidas sanitarias.Una nueva encuesta de la consultora Synopsis revela la fragilidad del liderazgo de Alberto ante los propios: apenas el 20 por ciento de los votantes del FdT lo ven como líder de su propio espacio, contra un 62,5 que acredita Cristina en el mismo rubro. El sondeo también preguntó a quién querrían como líder. Entonces, el porcentaje fue aún menor: apenas un 14 por ciento optó por él, contra un 60,8 de ella. Axel Kicillof subió su precio en el universo K, según esa encuesta, y se ubica cerca del presidente: el 10 por ciento del núcleo duro desearía que liderara el espacio. Dicho de otro modo: dos de cada tres votantes del oficialismo no solo ven, sino que quieren a Cristina como lideresa. La foto del escándalo pegó fuerte entre los desencantados, aquellos que en la última elección optaron por el FdT, pero que hoy ya no volverían a votarlo: 1 de cada 5 dejaría de votar al Gobierno, según otro sondeo reciente de Management & Fit. ¿Permanecerá o se diluirá, a la hora de votar, ese sentimiento dominante de bronca? Nadie podría afirmarlo con certeza. Sin embargo, los propios encuestadores tienen un mantra: salir a medir en medio de una conmoción política tan intensa es como hacer un test de alcoholemia la noche de Navidad. Conclusión: hay que esperar que baje la espuma para poder ver algo de la verdad. Entonces, ¿cuál es el juego tóxico de Cristina? ¿Respalda al Presidente o solo lo sigue debilitando cuando lo mandonea en público o habilita una carta, como la que escribió Sergio Berni esta semana, en la que directamente lo acusa de haber perdido la credibilidad? Y si lo debilita, ¿cuál es su objetivo final? Lilita Carrió, astuta para las sutilezas, pareció captar el truco. “No hay que entrar en el juego de Cristina porque primero lo abraza y después lo golpea”. Dentro del Frente de Todos hay una certeza y una sospecha. La certeza: Alberto planea cambios en el gabinete, después de las elecciones. La sospecha: en el marco de esos cambios, el cristinismo duro aprovecharía la volada para incrustar a un jefe de Gabinete propio en la arquitectura del poder. Así se coronaría una jugada que Santiago Cafiero viene resistiendo, hasta ahora, con éxito. Es raro todo. En uno de los períodos más oscuros de la Argentina, el Presidente reveló que se hizo tiempo para escribir una canción. Spoileó el estribillo: “Si me pierdo, yo me encuentro; si me caigo, me levanto. El secreto en esta vida es seguir cantando”, aseguró, como si difundiera una receta de autoayuda. En cualquier caso, la pregunta de fondo es: ¿seguirán los propios confiando en él como director –formal, al menos– de esa orquesta? De esa respuesta depende la segunda mitad de su gobierno y, sobre todo, la vida que tendremos.

Fuente: La Nación

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Reminiscencia (Reminiscence, Estados Unidos, 2021). Guion y dirección: Lisa Joy. Fotografía: Paul Cameron. Montaje: Mark Yoshikawa. Elenco: Hugh Jackman, Rebecca Ferguson, Thandiwe Newton, Natalie Martinez, Brett Cullen, Angela Sarafyan, Cliff Curtis. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 116 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años con reservas. Nuestra opinión: buena.“Cherchez la femme” se convirtió en la expresión en clave para intentar desentrañar un enigma. Hallar a la mujer para revelar el misterio. Si bien su origen se rastrea hasta la literatura de Alejandro Dumas, fue la serie negra y su versión cinematográfica las que la pusieron de moda. Y Lisa Joy se apropia de esa contraseña en el diseño de su neonoir futurista, teñido del aroma embriagante de los amores perdidos.Nick Bannister (Hugh Jackman) no es un detective pero podría serlo, con esa aura melancólica que lo acompaña en el tiempo después del apocalipsis. Nos cuenta su historia en primera persona, mascullando el desencanto de una Miami inundada, corroída por la codicia de los terratenientes que se alojaron en las zonas altas dejando a los pobres y desahuciados en las aguas turbias. Apenas sobrevive con su sabiduría de la guerra, con una compañera incondicional de batallas pasadas (Thandiwe Newton) y con un dispositivo que le permite rastrear los recuerdos felices en las memorias de los sobrevivientes. Sobrevive hasta que Mae (Rebecca Ferguson) aparece en su vida, como Mary Astor había aparecido en la de Bogart en El halcón maltés, con un encargo bajo la manga y un sensual vestido al tono.Reminiscencia podría haber sido un melodrama rabioso, amalgamando los tópicos de la ciencia ficción (que recuerdan tanto a Fringe de J. J. Abrams como a la Westworld de la propia Joy) con la negrura moral del noir, pero se queda a mitad de camino, sostenida en la solvencia de sus actores, en el goce del laberinto de la trama. Si bien resuena a un estilo de cine perdido, ese intento de capturar un romanticismo larvado se enreda en la espectacularidad de sus escenas de revelación, menos importantes a fin de cuentas que ese inevitable deseo de que todo permanezca oculto.

Fuente: La Nación

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Reminiscencia (Reminiscence, Estados Unidos, 2021). Guion y dirección: Lisa Joy. Fotografía: Paul Cameron. Montaje: Mark Yoshikawa. Elenco: Hugh Jackman, Rebecca Ferguson, Thandiwe Newton, Natalie Martinez, Brett Cullen, Angela Sarafyan, Cliff Curtis. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 116 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años con reservas. Nuestra opinión: buena.“Cherchez la femme” se convirtió en la expresión en clave para intentar desentrañar un enigma. Hallar a la mujer para revelar el misterio. Si bien su origen se rastrea hasta la literatura de Alejandro Dumas, fue la serie negra y su versión cinematográfica las que la pusieron de moda. Y Lisa Joy se apropia de esa contraseña en el diseño de su neonoir futurista, teñido del aroma embriagante de los amores perdidos.Nick Bannister (Hugh Jackman) no es un detective pero podría serlo, con esa aura melancólica que lo acompaña en el tiempo después del apocalipsis. Nos cuenta su historia en primera persona, mascullando el desencanto de una Miami inundada, corroída por la codicia de los terratenientes que se alojaron en las zonas altas dejando a los pobres y desahuciados en las aguas turbias. Apenas sobrevive con su sabiduría de la guerra, con una compañera incondicional de batallas pasadas (Thandiwe Newton) y con un dispositivo que le permite rastrear los recuerdos felices en las memorias de los sobrevivientes. Sobrevive hasta que Mae (Rebecca Ferguson) aparece en su vida, como Mary Astor había aparecido en la de Bogart en El halcón maltés, con un encargo bajo la manga y un sensual vestido al tono.Reminiscencia podría haber sido un melodrama rabioso, amalgamando los tópicos de la ciencia ficción (que recuerdan tanto a Fringe de J. J. Abrams como a la Westworld de la propia Joy) con la negrura moral del noir, pero se queda a mitad de camino, sostenida en la solvencia de sus actores, en el goce del laberinto de la trama. Si bien resuena a un estilo de cine perdido, ese intento de capturar un romanticismo larvado se enreda en la espectacularidad de sus escenas de revelación, menos importantes a fin de cuentas que ese inevitable deseo de que todo permanezca oculto.

Fuente: La Nación

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¿Qué sucedería si los trabajadores ganasen tres o cinco veces lo que ganan actualmente? Seguramente nuestro país sería distinto porque los trabajadores y sus familias estarían mejor y el resto de la sociedad, también.Los empleadores y sus emprendimientos en los países desarrollados, en los que se pagan entre tres y cinco veces los de la Argentina, crecen más que en donde se pagan sueldos escasos, como el nuestro. Paradójicamente, donde los salarios son pobres, las empresas crecen menos. Entonces, ¿qué deberíamos hacer para mejorar los salarios? Hace no muchos años nadie tenía la respuesta. Recordemos que el desarrollo económico tal como lo conocemos hoy solo tiene algo más de 100 años, siendo el mundo muy distinto al anterior, en el que la mayor parte de la población mundial era pobre y pasaba hambre.Gracias al desarrollo dejaron de ser pobres millones de personas y también se logró el conocimiento sobre la economía de las naciones. Hoy se sabe que la prosperidad de los pobres crea una economía diferente, amplía los mercados y genera más dinamismo y creatividad; la sociedad prospera de abajo hacia arriba. Todavía en 1979 y 1995, dos premios Nobel de Economía, Lewis y Lucas, se preguntaban, sin tener respuesta, qué debían hacer los gobiernos para que sus países crezcan como los prósperos. Recientemente se conocieron las respuestas, entre ellas, la mencionada por Mario Vargas Llosa: “Los legisladores y gobernantes por primera vez en la historia de la humanidad pueden elegir que sus países sean pobres o desarrollados”. Ahora se sabe qué tienen que hacer para que sus países crezcan como los desarrollados.Para que los trabajadores tengan ingresos dignos y oportunidades de empleo se debe establecer un clima favorable a los emprendimientos que son los que crean empleo y la riqueza de las naciones. El marco legal que acompaña al empleo en casi todos los países pobres, en los que los salarios son insuficientes, demuestra que debe ser sustituido por el de los países desarrollados, donde el pleno empleo mejoró los salarios, al mismo tiempo que la creación de riqueza producida por el elevado número de trabajadores generó desarrollo.En estos países, la protección de los trabajadores es mediante los seguros sociales, que, al no atacar a los empleadores, permiten que su cantidad aumente. Así, con más emprendimientos, hay más empleo y disminuye la pobreza. En la Argentina la generación de empleo está fuertemente contrariada por las cláusulas indemnizatorias de la ley de contrato de trabajo y las anexas, que penalizan a los empleadores y dan lugar al gran negocio de la mafia de los juicios laborales. De este modo, se desalientan los emprendimientos y consecuentemente la creación de empleo. Existe, sin embargo, una excepción: la industria de la construcción, en la que se protege al trabajador mediante el denominado Fondo de Cese Laboral. Con este instrumento, el costo del despido es depositado mensualmente por el empleador.La capacidad de nuestra economía para generar riqueza, empleo, crecimiento, equidad social y salir de la recesión es una realidad, aunque no es tarea fácil. Pero ahora sabemos qué hay que hacer. La Argentina tiene todas las condiciones para ser uno de los países de mayor crecimiento del mundo, como lo fue hace 100 años, cuando se empezó a conocer lo que hoy se denomina “desarrollo económico”; en aquel entonces nuestro país era uno de los más desarrollados junto a EE.UU. e Inglaterra. De lograr este cambio, el PBI per cápita crecería de los 10.683 dólares en 2018 a 62.000 dólares en 2030 -es decir, el 80% del de los EE.UU. proyectado para ese año-, tal como ocurrió antes de 1930 -si es que no lo superamos- y con menos de 5% de pobres.Miembro del Departamento de Política Social de la UIA. Autor del libro Pleno empleo

Fuente: La Nación

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¿Qué sucedería si los trabajadores ganasen tres o cinco veces lo que ganan actualmente? Seguramente nuestro país sería distinto porque los trabajadores y sus familias estarían mejor y el resto de la sociedad, también.Los empleadores y sus emprendimientos en los países desarrollados, en los que se pagan entre tres y cinco veces los de la Argentina, crecen más que en donde se pagan sueldos escasos, como el nuestro. Paradójicamente, donde los salarios son pobres, las empresas crecen menos. Entonces, ¿qué deberíamos hacer para mejorar los salarios? Hace no muchos años nadie tenía la respuesta. Recordemos que el desarrollo económico tal como lo conocemos hoy solo tiene algo más de 100 años, siendo el mundo muy distinto al anterior, en el que la mayor parte de la población mundial era pobre y pasaba hambre.Gracias al desarrollo dejaron de ser pobres millones de personas y también se logró el conocimiento sobre la economía de las naciones. Hoy se sabe que la prosperidad de los pobres crea una economía diferente, amplía los mercados y genera más dinamismo y creatividad; la sociedad prospera de abajo hacia arriba. Todavía en 1979 y 1995, dos premios Nobel de Economía, Lewis y Lucas, se preguntaban, sin tener respuesta, qué debían hacer los gobiernos para que sus países crezcan como los prósperos. Recientemente se conocieron las respuestas, entre ellas, la mencionada por Mario Vargas Llosa: “Los legisladores y gobernantes por primera vez en la historia de la humanidad pueden elegir que sus países sean pobres o desarrollados”. Ahora se sabe qué tienen que hacer para que sus países crezcan como los desarrollados.Para que los trabajadores tengan ingresos dignos y oportunidades de empleo se debe establecer un clima favorable a los emprendimientos que son los que crean empleo y la riqueza de las naciones. El marco legal que acompaña al empleo en casi todos los países pobres, en los que los salarios son insuficientes, demuestra que debe ser sustituido por el de los países desarrollados, donde el pleno empleo mejoró los salarios, al mismo tiempo que la creación de riqueza producida por el elevado número de trabajadores generó desarrollo.En estos países, la protección de los trabajadores es mediante los seguros sociales, que, al no atacar a los empleadores, permiten que su cantidad aumente. Así, con más emprendimientos, hay más empleo y disminuye la pobreza. En la Argentina la generación de empleo está fuertemente contrariada por las cláusulas indemnizatorias de la ley de contrato de trabajo y las anexas, que penalizan a los empleadores y dan lugar al gran negocio de la mafia de los juicios laborales. De este modo, se desalientan los emprendimientos y consecuentemente la creación de empleo. Existe, sin embargo, una excepción: la industria de la construcción, en la que se protege al trabajador mediante el denominado Fondo de Cese Laboral. Con este instrumento, el costo del despido es depositado mensualmente por el empleador.La capacidad de nuestra economía para generar riqueza, empleo, crecimiento, equidad social y salir de la recesión es una realidad, aunque no es tarea fácil. Pero ahora sabemos qué hay que hacer. La Argentina tiene todas las condiciones para ser uno de los países de mayor crecimiento del mundo, como lo fue hace 100 años, cuando se empezó a conocer lo que hoy se denomina “desarrollo económico”; en aquel entonces nuestro país era uno de los más desarrollados junto a EE.UU. e Inglaterra. De lograr este cambio, el PBI per cápita crecería de los 10.683 dólares en 2018 a 62.000 dólares en 2030 -es decir, el 80% del de los EE.UU. proyectado para ese año-, tal como ocurrió antes de 1930 -si es que no lo superamos- y con menos de 5% de pobres.Miembro del Departamento de Política Social de la UIA. Autor del libro Pleno empleo

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