La pandemia de coronavirus lleva más de un año, y la Argentina atraviesa la segunda ola de contagios, que afecta en mayor o menor medida a todos los distritos del país. Al 20 de agosto en Tres Arroyos, Buenos Aires, se registran 6087 casos de infectados desde el inicio de la pandemia.En las últimas 24 horas no se han informado sobre casos nuevos de coronavirus en Tres Arroyos, según lo detallado por las autoridades sanitarias. Y si se toma en cuenta los últimos siete días, se han detectado 23 casos de personas afectadas por Covid-19.A la fecha, en la provincia de Buenos Aires, se registra un total de 2.020.583 infectados por coronavirus y 53.639 muertos, mientras que en todo el país se contabilizan 5.116.803 casos positivos, 4.785.379 pacientes recuperados y 109.841 muertos.Estas cifras surgen a partir de la base de datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación. Como la contabilización de casos por partido o departamento se realiza bajo el criterio de lugar de residencia que figura en el DNI del paciente, puede suceder que la persona no se encuentre en ese partido o departamento transcurriendo la enfermedad.El avance de la vacunación contra el Covid 19 en la ArgentinaA su vez, en el “Monitor Público de Vacunación” se indica que se distribuyeron 42.792.314 dosis. De ese total, 37.781.963 ya se aplicaron: 26.929.739 personas recibieron una sola dosis y 10.852.224 completaron el proceso de vacunación.* Esta nota fue confeccionada a partir de la base de datos abiertos del Ministerio de Salud nacional. Por favor, en caso de encontrar algún error o sugerencia, enviar un correo a: lndata@lanacion.com.ar.

Fuente: La Nación

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Desde 2010 hasta la actualidad, solo en tres ocasiones un equipo argentino se consagró en la Copa Libertadores: San Lorenzo, en 2014, y River, en 2015 y 2018. Se repetirá este año, seguramente, una final entre conjuntos brasileños, como el 23 de enero pasado: el triunfo de Palmeiras sobre Santos por 1 a 0. Justamente, desde 2010 no ocurría: no habrá clubes de nuestro medio en las semifinales de la tradicional competencia. El 20 de mayo de ese año, Inter, de Porto Alegre, convirtió un gol en el final del partido y, pese a perder por 2 a 1, eliminó a Estudiantes de La Plata en los cuartos de final.Los Pumas ven con buenos ojos la posible mudanza del Rugby Championship 2021 a EuropaUn año más tarde y hasta la versión 2020, siempre hubo al menos un equipo argentino en las semifinales. La última víctima fue River, que perdió anteanoche contra el ahora poderoso Atlético Mineiro por 3 a 0, en Belo Horizonte.La eliminación de Estudiantes en 2010La temporada arrancó con Boca, River, Racing, Argentinos, Vélez, Defensa y San Lorenzo. No quedó ninguno.En la Copa Sudamericana ocurre algo parecido: la caída de Rosario Central en Brasil por 1 a 0 frente al pujante Bragantino determinó la clausura de nuestros conjuntos en el otro torneo sudamericano. Igual que River: perdió allá y acá (4-3). La última vez había sido en 2018, cuando Defensa y Justicia quedó afuera por la preponderancia del gol de visitante, el 1° de noviembre, pese a haberle ganado a Junior por 3 a 1.Kily González no lo puede creer: Central jugó bien, pero se quedó sin nada en Brasil y quedó eliminado, el último de la Sudamericana (SEBASTIAO MOREIRA/)Anteriormente, ocurrió en 2006 y 2009, pero es toda una rareza: desde 2010 a la actualidad, hubo cinco ganadores argentinos: Independiente (2010 y 2017), Lanús (2013), River (2014) y Defensa y Justicia (2020), que venció a Lanús.La temporada arrancó con Newell’s, Talleres, Lanús, Rosario Central, Arsenal, Independiente y el ingreso de San Lorenzo, también, rápidamente eliminado. No quedó ninguno.San Lorenzo jugó la Libertadores y la Sudamericana y, rápidamente, quedó al margen en ambas competencias (AFP/)Esta es la fotografía que faltaba: la imagen de la decadencia del fútbol argentino. Hay múltiples factores. Relacionarlo exclusivamente a la crisis económica (el dólar blue, por ejemplo, cerró a 181 pesos) o a los efectos de la pandemia sería un doble error.La desorganización y falta de planificación de nuestro torneo es un indicador. Ahora, se juega el Torneo 2021, con 26 equipos, sin descensos, sin tecnología y sin público (Brasil y Paraguay, por ejemplo, hace rato que albergan simpatizantes con protocolos). Para el año próximo, habría dos campeonatos, 28 conjuntos y la promesa del regreso de los descensos. En el medio, se mantienen las sospechas entre Chiqui Tapia, el presidente de la AFA y Marcelo Tinelli, de la Liga Profesional.La derrota más elocuente del ciclo Gallardo en River (y con un plantel menos sustancioso) (Yuri Edmundo/)Jóvenes promesas saltan a la cancha sin aclimatarse, mientras resisten jugadores al borde del retiro. Tiempo atrás, lo advertía Marcelo Gallardo, que extravió el colmillo competitivo en el plano internacional (y a este plantel no le sobra la jerarquía de otras temporadas) pero mantiene la autoridad para ver qué pasa puertas adentro: “En el fútbol argentino hay mucha rosca política, todos juegan a ver dónde sacan ventajas. Si queremos un campeonato serio, tenemos que evaluar otras condiciones, ser serios y no parecer. Dejamos dudas. Me da pena por el fútbol argentino, que va a entrar en decadencia. Estamos en un proceso donde se ve lo que se ve, un fútbol chato, no se juega por nada, no se ven partidos entretenidos. Es un contexto feo sin público. Lo que queremos ser no lo somos desde el mensaje ni del pensamiento”.La derrota de River en BrasilAportaba Mariano Andújar, de 38 años y con una vida en el exterior y en el seleccionado: “Creo que la única manera de que un jugador de renombre quiera volver a Argentina es que tenga a su familia acá. El torneo no es competitivo ni atractivo, no es fácil de vender un torneo de 30 equipos y sin descensos… Desde que volví a la Argentina en 2016 no jugué dos torneos iguales”. En un lapso breve, Daniele De Rossi hizo una radiografía brutal: “La experiencia fue maravillosa, aprendí mucho. Allá me di cuenta aún más de que el talento sin organización táctica se desperdicia, se convierte en un poco de confusión, hermosa a la vista, pero siempre estamos hablando de confusión”.La figura del último torneo fue Pulga Rodríguez, un crack subterráneo, de 36 años.El debut de Messi en PSG se hace esperar: el DT Pochettino no lo utilizará mañana ante BrestEn tres de las primeras seis fechas, el promedio de gol no alcanzó los dos tantos por partido. En la segunda fecha, 1,69; en la cuarta y en la quinta, 1,85. La Copa Argentina suele tener repetidos asteriscos en su programa. ¿En qué capítulo estamos?Según Transfermarkt, un sitio especializado en datos duros de economía y fútbol, el Brasileirao gobierna el mapa en este lado del mundo, con un presupuesto de algo más de mil millones de euros en 20 equipos. Atlético Mineiro figura tercero, con casi 91 millones; acaba de incorporar a Diego Costa (Chelsea, Atlético de Madrid, selección de España), a quien le pagará unos 3 millones de dólares por año. Nuestro campeonato, en cambio, tiene un valor de mercado de unos 788 millones de euros.Mineiro derrotó a Boca en los penales por 3-1 después que el partido terminó empatado 0-0 en el tiempo reglamentario, con la influencia del VAR, acá y allá. (Foto AP/Bruna Prado, Pool)River, su reciente rival: debió vender a Gonzalo Montiel a Sevilla por 8 millones, en el medio de la serie. Semanas antes, quedó libre Rafael Santos Borré, el goleador histórico del ciclo Gallardo. La victoria del seleccionado argentino de la Copa América, luego de 28 años, en el Maracaná y frente a Brasil, es todo un símbolo: Montiel, Armani y Julián Álvarez, todos de River, fueron los citados. Montiel fue el único que tuvo cierta relevancia en el histórico triunfo.Gonzalo Montiel fue el único jugador del medio local con cierta relevancia en la exitosa Copa América (y ya no está más) (Alexandre Schneider/)Boca no pudo incorporar un número 9 y ahora intenta jugar con juveniles todavía en etapa de construcción. No es el único caso que adelanta etapas: la falta de proyectos, ingenio y dinero se refleja en la mayoría de los planteles, inexpertos y con campeones de otro tiempo. Un ejemplo es el encuentro que cerró la última fecha, el triunfo de Lanús sobre Godoy Cruz por 3 a 1. En el conjunto granate hubo 12 jugadores, entre titulares y suplentes Sub 23. En Godoy Cruz, 10. El goleador del torneo es Pepe Sand (41 años), con 7. Y no resulta, precisamente, una crítica al enorme artillero…Pepe Sand es el goleador de nuestro campeonato, toda una respuesta a la situación actual (y no es una crítica al enorme delantero) (Fotobaires/)El fútbol argentino se sobreponía a todo. Incluso, a algunos fallos recientes del VAR, que provocaron un revuelo enorme, no solo en la serie Boca-Mineiro. Hoy, la crisis doméstica se refleja, también, en las copas. Nuestro fútbol suma 25 Libertadores. De 2000 hasta hoy, apenas consiguió 8.

Fuente: La Nación

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BEIJING (AP) — El primer ministro chino prometió medidas severas por los errores cometidos durante las recientes inundaciones en una importante capital provincial, en que cientos de personas murieron.El primer ministro, Li Keqiang, se refirió a las inundaciones en la provincia de Henan, donde más de 300 personas murieron entre ellas 14 atrapadas en el tren subterráneo. Hubo por lo menos 292 muertos en la capital provincial, Zhengzhou.Li visitó el jueves el tren subterráneo, donde los pasajeros tomaron videos espeluznantes de las aguas llenando el vagón y ahogando a la gente el 20 de julio.Residentes locales, que colocaron flores a la entrada de la estación pese a los intentos de la policía de acordonar la zona, se han quejado de que las autoridades no cerraron el tren subterráneo a pesar de los torrenciales aguaceros.China normalmente sufre inundaciones en la temporada de lluvias, pero este año el fenómeno ha sido particularmente grave con fuertes lluvias incluso en la capital Beijing.Las lluvias ocurrieron en momentos en que el país lucha contra un brote de la variante delta del coronavirus, particularmente en Henan y en la provincia oriental de Jiangsu.Las peores inundaciones en la historia reciente de China fueron en 1998, cuando más de 2.000 personas murieron y casi 3 millones de viviendas quedaron destruidas, en su mayoría en las cercanías del río Yangtzé.Las pérdidas por las inundaciones de este año se calculan en unos 14.000 millones de dólares.Li fue funcionario en Henan por seis años en que la provincia fue afectada por una epidemia de sida, enormes incendios y otros desastres. Fue promovido a un cargo más alto en Beijing y en una época fue considerado posible presidente o secretario general del Partido Comunista, hasta que fue eclipsado por Xi Jinping.

Fuente: La Nación

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En los últimos días se conocieron varios factores que infligieron la economía de Barcelona desde la partida de su ahora ex capitán Lionel Messi. Muchos están relacionados entre sí, porque el problema nace de la misma fuente: la ausencia de su jugador franquicia. Las pérdidas que se calcularon para el mercado de las camisetas de fútbol resultó impactante: al no poder vender casacas con el apellido del rosarino, el club español dejará de percibir entre 20 y 30 millones de euros por año. Es que, de diez camisetas que vendían del club, ocho llevaban su apellido.Y surgió esta semana otra noticia que pone contra las cuerdas a la tesorería de la entidad catalana: 26 mil socios blaugranas pidieron no renovar el abono anual para ver los partidos desde las gradas del Camp Nou. Claro que eso golpea fuerte a la dirigencia, pero la razón es atemporal a la partida del rosarino: el plazo para solicitar la baja expiró el 1° de agosto, cinco días antes de que Barcelona anunciara la salida de Leo Messi. Es atemorizante imaginar el número de peticiones que la institución habría recibido en caso de haber extendido la fecha de expiración hasta el 6 de agosto.La noticia fue anticipada por el programa Todo Cuesta, de Cataluña Radio. Unas 26.238 personas manifestaron esa intención al club. El número representa algo menos del 33% del total de hinchas asociados. En la temporada pasada, la cantidad de abonados que pidieron la excedencia fue de 17 mil, aproximadamente. La diferencia es notable. Si bien al hincha blaugrana no le resulta atractivo ver un Barcelona sin Messi, esta situación podría ser más grave si no fuera por ese detalle de calendario.Barcelona no para de recibir golpes; la tesorería es el área más afectada
(Alex Caparros/)Esto significa que los socios que prescindieron de su abono, tendrán que comprar entradas en caso de querer ver un partido en directo y, en caso de que se pueda llenar el 100% del aforo, sólo 57.000 socios podrían hacerlo con el abono normal -son los que mantuvieron su asiento anual-. La matemática de este cambio arroja una pérdida estimada de 40 millones de euros para el club azulgrana; un número enorme para una dirigencia que recibe golpes desde que se instaló en las oficinas del club.Una de las estrategias del área de marketing de la institución para contrarrestar las pérdidas -y evitar que lleguen al 30% en el corto plazo- es apostar por las figuras de las estrellas que permanecieron en el plantel tras el último mercado de pases. Antoine Griezmann, Depay, Gerard Piqué y Sergio Agüero, son algunas de ellas. La venta de camisetas, la cuota social y los ingresos por entradas serán las áreas a corregir para la cúpula de Joan Laporta, el presidente del club que acostumbrará a sus jugadores, de momento, a jugar con menos aforo.

Fuente: La Nación

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El Gobierno se apresta a oficializar en las próximas horas el embarazo de la primera dama, Fabiola Yañez. El comunicado con la confirmación de la noticia podría conocerse entre este viernes y sábado, según detallaron a LA NACION desde el entorno de la pareja presidencial. La confirmación llegaría desde el área de Medios de Presidencia y desde el equipo comunicacional de la propia Yañez, en donde ya estuvieron trabajando en el tema durante la semana.Los primeros rumores sobre un posible embarazo de Yañez surgieron el sábado por la noche, luego de que se subiera a su cuenta oficial de Instagram una foto en la que se la veía sentada tomándose la panza de forma sugestiva. “Fue una suerte de anticipo”, la definió una de las personas consultadas por este diario. Ese mismo día se habría decidido esperar una semana para confirmar oficialmente la noticia, aunque en ese entorno lo dan como un hecho.“No podemos confirmar, ni desmentir”, coincidieron ante las consultas de LA NACION tanto cerca del Presidente como de la primera dama, respecto del embarazo, para tratar de no adelantarse en la estrategia oficial. De confirmarse la noticia se trataría del segundo hijo del presidente, Alberto Fernández, que ya es padre de Tani, de 26 años, y el primero de Yañez.El Gobierno busca cerrar la polémica de Olivos, pero admite que hay más imágenes del festejo fuera de su controlLa pareja presidencial quedó en el foco de la polémica la última semana, luego de que se conociera una foto del cumpleaños 39 de Yañez, en julio de 2020, cuando en plena pandemia regía una cuarentena estricta dispuesta por un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado por el propio Fernández. Entre los puntos prohibidos estaban precisamente las reuniones sociales. Las imágenes, difundidas por LN+, mostraban a Yañez, al propio Presidente, y otras nueve personas reunidas en un ambiente de Olivos, cerrado y sin barbijos.La imagen que dio origen a las versiones sobre el posible embarazo fue tomada en Iguazú, adónde acompañó a Fernández, al anuncio del lanzamiento del Plan Previaje. Esa aparición siguió al ensayo de explicaciones que dio Fernández por el festejo y que terminaron en una mayor polémica luego de que el presidente apuntara sobre la responsabilidad de su pareja, lo que despertó fuertes críticas.Alberto Fernández y Fabiola Yañez en el lanzamiento del programa Previaje, el 14 de agosto“El 14 de julio mi querida Fabiola convocó a una reunión, a un brindis, que no debió haberse hecho. Me doy cuenta que no debió haberse hecho y lamento que haya ocurrido”, sostuvo entonces el mandatario, en un acto en Olavarría.El lunes, tras las críticas, volvió sobre el tema y aseguró: “Algunos fueron tan miserables que dijeron que le eché la culpa a mi compañera, el único responsable soy yo, me hago cargo, doy la cara y me pongo al frente de todo esto”.Por el caso ya hay una denuncia judicial, en la que tanto Yañez como los asistentes a la fiesta se presentaron ante la justicia federal a través de sus abogados. Los que representan a la primera dama también defienden a otros de siete de los invitados, en tanto que los restantes eligieron otras defensas.Yañez tiene 40 años, es actriz y periodista. Nació en Villa Regina y vivió en varias provincias, entre ellas Misiones, a lo que hizo alusión el mandatario en su acto del sábado.

Fuente: La Nación

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Con la pandemia todavía golpeando a la Argentina y ante la esperanza de que la campaña de vacunación (cada vez más avanzada) sea un trampolín que nos devuelva a los abrazos y pogos compartidos, la industria de la música se levanta de la angustia para dar batalla. El temor por la vuelta de las restricciones o por un cambio repentino de las reglas del juego asusta a los trabajadores de este sector, quienes solían reunir multitudes en aquellos rincones creados para vibrar en una armonía hecha de canciones. Algunos lograron reinventarse al compás de las habilitaciones y otros no pudieron con el virus. En este contexto, hay dos verdades que resuenan: está claro que no resisten otro golpe, pero más evidente aún es la certeza de que se niegan a colgar los guantes y darse por vencidos.Termina el show. El público se va y lentamente todos los que lo hicieron posible se unen formando un círculo. No se tocan. No se puede. Pero la conexión esta vez va por otro lado. Tienen los ojos empañados. De golpe, como si se vistieran de orquesta y estuvieran todos coordinados, van dejando caer las lágrimas. Uno de ellos es el dueño de S Music, Alejandro Varela, quien aquella noche de noviembre de 2020 experimentó su primer concierto en vivo tras meses de aislamiento. “Trabajamos en oficina, pero el corazón nos late cuando estamos en un concierto. La música no contagia coronavirus, contagia emociones, dice.En lo más profundo de su alma soñaba con nunca más volver a vivir lo que había tenido que transitar desde que el Covid-19 aterrizó en la Argentina. Sin embargo, las restricciones fueron y vinieron siguiendo el pulso que marcaron los contagios, y esa sensación de “nuevo comienzo” se repitió una y otra vez.El escenario de aquel reencuentro fue la Ciudad Cultural Konex. Al conversar con LA NACION, la gerenta de Programación y Contenidos del lugar, Noel Yolis, frena un momento a contemplar todo lo que sucedió desde aquel momento hasta hoy. Según destaca, tuvieron varios “primeros shows” porque la secuencia se repitió en otras etapas: con las restricciones que se fueron anunciando, volvieron a cerrar y volvieron a abrir; por eso, resalta que la emoción de esa primera vuelta que vivieron a fines del año pasado se fue “diluyendo” con el tiempo.“Venimos muy golpeados. Si bien es verdad que pareciera que ahora nos acercamos más a una normalización, o por lo menos a una etapa donde se va a poder volver a trabajar mejor, la realidad es que la sensación es que no se puede proyectar nada, que hay que ir adaptándose día a día a lo que sucede y que hay que repensar todo el tiempo los planes de agenda y programación porque las variables van a ir cambiando permanentemente. Muchas salas todavía no abrieron porque tienen que rearmar sus planes. El panorama es dinámico y nadie tiene certezas de cómo van a ser las cosas en el mediano plazo”, plantea.Ante esta incertidumbre, Varela lanza la premisa más triste: “La industria está destruida”. Y sus palabras calan hondo porque nadie quiere pronunciarlas. Como manager de Los Nocheros, expresidente de EMI en Sudamérica, exvicepresidente de Sony Music y vocal de la comisión directiva de la Asociación de Managers Argentinos (ACMMA), parte de ese conocimiento para enfatizar cuán importante es dimensionar todo lo que hay alrededor del sector: “No todos los que hacen música cantan canciones”. Exacto. Algunos montan y dirigen escenarios.Para él, la clave es que se sienten todos los actores con el Estado para ver cómo ayudar a que la emergencia cultural no termine de explotar. “No puedo ni saber cómo vamos a estar dentro de un mes porque la realidad nos pegó un cachetazo, pero cuando pensamos que estábamos en lo peor aparecieron cosas como las pequeñas habilitaciones. Nunca llegó a ser trágico, pero tampoco salió el sol”.El regreso de los showsLa actividad musical se pone lentamente en marcha. El teatro Gran Rex tiene shows programados hasta noviembre. Por ahora, la mayor oferta se concentra entre finales de este mes y principios de octubre. Allí estarán La Beriso (por estar agotadas las funciones del 20 al 22 del actual, se agregó una para el 26) y Trueno, que sumó una nueva función para el 29. A partir de septiembre, Las Pastillas del Abuelo (1, 2 y 3), Las Pelotas (4 y 5) y Mau y Ricky (7, 8 y 9), entre otros. En octubre, Miguel Mateos (el 9), para festejar 40 años de la edición de su primer disco con Zas y, en noviembre, Juanse (el 11).En tanto, el Estadio Obras ya tiene fechas programadas hasta noviembre. Entre los espectáculos que se harán en El templo del rock se encuentra un show de Damas Gratis (el 5 de septiembre), el festejo de los 35 años de Los Auténticos Decadentes (el 18 de septiembre) y la vuelta -después de estar casi dos años ausente en los escenarios porteños- de Ricardo Iorio (el 10 de octubre). Además, el 20 de noviembre tienen previsto hacer allí el Encuentro Rocanrol del País.El Teatro Opera ofrece dos nuevos shows de Ciro y los Persas (8 y 9 de septiembre) tras haberse agotado las entradas para las primeras cuatro funciones. También estarán ahí Sergio Galleguillo (2 de octubre), Valeria Lynch con Mariano Martínez (el 9), Ahyre (el 15), JAF (el 17) y Jairo, que festeja 50 años de carrera (el 22).El Luna Park recién tiene fechas a partir de finales de octubre (Luciano Pereyra agendó una docena de funciones). Y el Movistar Arena cuenta con shows de Axel (el 28 de este mes), L-Gante (el 25 de septiembre), Soledad (9 de octubre), Abel Pintos (del 14 al 17 de ese mes) y Los Tekis (el 22). El Teatro Coliseo presenta en su cartelera a Massacre (el 18 de septiembre), a Raly Barrionuevo (el 25), que presenta su disco 1972; a Santiago Motorizado (el 29) y al pianista Horacio Lavandera (el 30) con músicas de Gershwin y Piazzolla. La agenda de octubre comienza con Emmanuel Horvilleur (el 2).Sentados: la nueva norma en los lugares donde todo era baileEn este contexto, algunos salones vivieron meses asfixiantes. Se trata de los locales clase C (que funcionan como sala de conciertos y boliche), como Niceto Club y Groove, que por mucho tiempo no estuvieron habilitados para hacer espectáculos, pero hoy transitan un resurgimiento. Uno de los socios fundadores de Groove, Juan Gerónimo Antognozzi, detalla cuál es la realidad de estos salones. En la ciudad de Buenos Aires este tipo de club nocturno ya puede hacer shows, aunque siguiendo un “protocolo estricto”: solo pueden hacerlo con personas sentadas, y siempre y cuando tengan el permiso del Ministerio de Cultura y la autorización de la Agencia Gubernamental de Control (AGC). Por el contrario, “tanto en la provincia de Buenos Aires como en el interior del país, estos locales siguen sin poder hacer shows, no así los centros culturales y teatros que sí tienen habilitada la actividad”.La esencia de estos dos locales de Palermo era el baile; hoy su público debe permanecer sentado. Pese a ello, y esperanzados por el nuevo panorama, desde Niceto están planificando la agenda para volver a hacer espectáculos en su salón principal, pero aún sin fechas confirmadas. “Se está armando la vuelta para empezar a abrir de a poco”, celebra Sofía Conti, encargada de prensa del lugar. “La buena noticia es que, con las nuevas normativas, un poquito estamos viendo ‘la luz al final del túnel’ porque tenemos la oportunidad de volvernos a encontrar con el público. Hay limitaciones, pero lo vamos a intentar”, añade.En un intento por graficar lo vivido, describen lo que transitaron como una gran “pelea”. En esa batalla, uno de sus grandes pilares fue Niceto Bar, que -ubicado en frente a la sala principal- les permitió hacer conciertos íntimos y mantener así, aunque en menor escala, al menos una parte de su oferta musical en pie. En ese sentido, la productora general, Sabina Conti, agrega: “Tememos cerrar, pero no nos vamos a rendir. Niceto Club se merece un mejor final o transformación”. Y, entonces, esboza una reflexión sobre el futuro de la industria: “Sentimos que la normalidad o ‘el viejo mundo’ no será igual cuando pase la pandemia. Qué queda y qué se va es la gran incógnita”.A pesar de que no es un local “clase C”, La Trastienda Club vivió algo similar: esta sala estuvo activa solo cuatro de los últimos 16 meses. “El escenario de incertidumbre que atravesamos este último año y medio fue la mayor dificultad que nos tocó enfrentar. Sin tener claro el panorama ni el horizonte, solo pudimos poner el esfuerzo en resistir y sostenernos”, explica el director del lugar, Mariano Uccello, quien ve en los avances de la vacunación un puente hacia una mayor apertura. “Ahora nos toca poner el foco en la reconstrucción de la dinámica del espectáculo en vivo, y en restablecer el vínculo entre las tres partes que participamos de esa relación: artistas, público y sala. Queremos volver a generar esa mística porque de eso se trata: de momentos únicos que tanto extrañamos y que queremos volver a disfrutar”, se ilusiona.La Trastienda tiene programados varios shows para los próximos días, como los de Los Espíritus, el 28 y 29 de este mes, y Turf, el 3 de septiembre.Vacunar para revivir la músicaOtro rincón que comienza a divisar un horizonte de música y shows es el Luna Park, porque el Covid-19 no dejó a ninguna esquina exenta de crisis, ni siquiera a esta histórica sala. Su administrador general, Hernán Barrionuevo, indica a LA NACION que el último año fue “durísimo”, en especial por la imprevisibilidad para programar las fechas dado que “nadie firma un contrato por las dudas”. El 9 de marzo y por iniciativa de sus propietarios (el Arzobispado de Buenos Aires y los Salesianos de San Juan Bosco)-, el Palacio de los Deportes empezó a escribir una nueva página en su rica historia: cedieron gratuitamente el predio para que se monte allí un vacunatorio, que funcionó hasta comienzos de este mes. Lo mismo sucedió con el Movistar Arena, el espacio más nuevo que posee la música en vivo en la Ciudad.A lo largo de sus casi 90 años de historia, el Luna ha sido siempre el reflejo de la realidad argentina, por lo que era de esperar que en medio de la pandemia también tomara un rol protagónico. De hecho, según Barrionuevo, fue el segundo lugar (solo superado por La Rural) donde se vacunaron más personas.Barrionuevo subraya que el clima entre los empleados es de gran optimismo y que -en todo este tiempo- no despidieron a nadie, pero confiesa que, entre los mitos que engloban al Luna, “hay algunas cosas inventadas como, por ejemplo, la fortuna del lugar”. En ese sentido, destaca que, con este escenario financiero, ahora deben “empezar a caminar nuevo, partiendo de -10?. Y profundiza: “Después de 18 meses sin funciones, la situación económica del estadio como empresa no es buena. No estamos endeudados, pero estamos apretados”.Sumado a esto, lamenta que, si bien podrían funcionar con un aforo del 50%, tienen una limitación de 2500 personas, cuando su capacidad es de 11 mil espectadores. Y revela: “No tengo temor de cerrar, pero es un peligro latente, aunque creo que lo voy a poder salvar”.Lentamente, la cartelera del Luna vuelve a ser lo que era, con una oferta de shows que aumenta. Allí están los de J Mena, el 24 de septiembre; Asspera, el 9 de octubre y la serie de conciertos que Luciano Pereyra iniciará el 21 de octubre y que ya suma 12 funciones.El miedo a que suban las deudas y baje el telónLa sustentabilidad es el gran desafío de quienes dirigen los venues. Por eso, hay rincones como el Salón Pueyrredón que, al no poder convocar público por las restricciones, vieron sus deudas elevarse cada vez más y debieron tomar una cruda decisión: permanecieron más de un año cerrados. “Fue por el temor a acrecentar los gastos y no poder cubrirlos”, cuenta su encargado, Gustavo Pueyrredón.Si bien cerrar definitivamente hubiera sido algo natural, dieron pelea y, en julio de 2021, reabrieron el lugar como sala de conciertos y teatro, ante la necesidad de volver al ruedo. Esa primera noche estuvo marcada por la cautela, dado que prefirieron “no hacer nada excepcional por lo acotado del aforo y para no generar expectativa”: querían evitar tener que dejar gente afuera. Pero la prudencia no solo dominó la organización de aquel regreso, sino también sus sentimientos: “Fue lindo ver cómo se reutilizó, pero emocionalmente, lo vivimos con pinzas. Estamos viendo qué dificultades nos vamos encontrando para ver si tenemos la voluntad y las ganas de seguir, y si se puede sostener económicamente en esta ‘nueva normalidad’”.Para Varela, en el último tiempo, el universo de las canciones “solo se endeudó” porque es el sector más bastardeado de la cultura y, en ese contexto, sostiene que hoy los más perjudicados son quienes necesitan de los shows en vivo para trabajar (técnicos, personal de seguridad, cortadores de tickets y un largo etcétera). “Yo soy empresario: cuando me tocó ganar, gane y ahora me toca perder”, resume. Y subraya: “Muchos cerraron y otros aún no sabemos si cerraron o no, porque todos creemos que van a abrir, aunque es muy difícil que puedan hacerlo. Lo que pasa es que vendemos un poco de fantasía y nos cuesta muchísimo asumir el estatus en el que estamos, pero llegó el momento. Tenemos que dejar de ser la industria que se pone los brillitos para salir”.Esta crisis se refleja en el precio de las entradas y en que cada vez hay menos opciones de lugares donde realizar conciertos. ¿Se corre el riesgo de convertir la música en una industria de élite? “Siento que hoy ya lo somos. En función de los costos y las capacidades, los tickets no son caros, pero para el bolsillo de la gente son carísimos. Y en esa suba de precios no está reflejado todo lo que subió en costos la producción”, dice Varela.Sobre este punto, Walter “El Tano” Cóccaro, programador del Caff (Club Atlético Fernández Fierro), añade: “Ya no se pueden poner precios populares, pero colaborar con la entrada en este momento es esencial. El poco aporte del Gobierno y la falta de políticas culturales están haciendo que desaparezcan los espacios. Nosotros, por ejemplo, estamos con una pandemia paralela, que es la del alquiler, y lo que nos resulta más difícil, además de manejar la ansiedad y la angustia, es juntar la plata para pagar estos gastos, los impuestos y los sueldos”.En este contexto, y pese a los riegos que tiene esta decisión, emitieron un comunicado en el que anunciaron la suspensión temporal de su programación y esperan que, con el avance de la vacunación, “la primavera venga con aires buenos”. Esta medida los pone en riesgo. De hecho, desde marzo de 2020, ven como una posibilidad que cierre este club “creado por músicos para músicos”, aunque subraya: “Podrá cerrar el espacio físico, pero el nombre y el espíritu seguirán en la noche de Buenos Aires. No nos van a callar muy fácil. La resistencia garpa”.La industria de la música, en númerosSi bien en un momento existieron ayudas estatales como el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) o el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), no lograron revertir la crisis del sector porque hay una gran cantidad de empleados eventuales que solo aparecen si se hacen conciertos, por lo que la propia maquinaria musical debió asistirlos. Pero ya no tiene espalda para seguir haciéndolo por una sencilla razón que ya anticipó Andrés Calamaro: “No se puede vivir del amor”.En una realidad donde la incertidumbre se volvió amo y señor, los rincones de la música ya no saben cómo pagar las cuentas para seguir sonando. Sin embargo, según afirma Varela -quien se define como un “militante de la música”-, no se trata de un problema que atañe a un gobierno en particular o que se puede atribuir cien por ciento a la pandemia, sino que lo que se vive trasciende a la coyuntura. Por eso, para él, la clave está en generar políticas culturales serias y sustentables a mediano y largo plazo. “Los presupuestos de cultura han sido destinados a hacer marketing de gestión, pero tu acervo cultural te define como país. Y en esto, la música es la industria boba porque es la única sin ningún tipo de fomento o incentivo estatal”, opina.“La cadena de valor de la industria involucra a nivel nacional casi a 500.000 personas”, sostiene este especialista. Y puntualiza que un estimado del 60% sigue sin reincorporarse porque la reactivación que hubo en los últimos meses no los involucra. De hecho, a nivel nacional, están trabajando a un 10% de su capacidad porque la labor del artista es en la ruta y eso hoy es inviable. “No dan los números. Hoy hacemos shows para ocupar la cabeza más que para llenar los bolsillos”.Entre todos los números, hay una cifra que marca a fuego a la industria: el aforo, que hoy es nuevamente del 50%. Nicolás Daniluk, coordinador general de la Cámara de Clubes de Música en Vivo, suma que en la ciudad “solo se contempla la ventilación forzada con un caudal requerido de renovación de 40 metros cúbicos por persona por hora”. ¿Qué quiere decir esto? Que solo el 37% de los espacios (es decir, aquellos lugares que pueden garantizar este requisito) pueden aspirar a ese límite del 50%. El resto deberá conformarse con menos.Hacer viajar a la música: una estrategia jazzera para sobrevivirAl reflexionar sobre esto, Daniluk plantea cuán importante sería “lograr que, con el crecimiento del plan vacunatorio, el público vuelva a sentirse cómodo en espacios cerrados”. Y añade: “En los espacios abiertos la gente ya se siente más suelta, pero no todos tienen patios internos, terrazas o la posibilidad de instalar mesas y sillas en las veredas”. Ante esta realidad, surgió otra forma de adaptarse al coronavirus: mudar las canciones.Si esa estrategia se tradujera en un estilo, sin dudas sería el jazz. Hace un tiempo, después de 7 u 8 meses de estar cerrados, uno de los locales más emblemáticos de este género, Thelonius, salió a la vereda para sacar la música a pasear, “más como una resistencia cultural que como una motivación económica”, explica Lucas Cutaia, quien abrió este club junto a su hermano Ezequiel en la primavera de 2000. “Estamos luchándola, siempre positivos y buscándole la vuelta”, afirma.En una etapa posterior fue utilizando un patio trasero que hay en el lugar; allí, respetando la distancia social, entraban como máximo unas 28 personas. Pero el frío complicó las cosas y los llevó a hacer los espectáculos adentro, donde -en aquel momento- las restricciones permitían un aforo del 30%. Entonces, en su afán por alcanzar la bendita sustentabilidad del negocio, comenzaron a hacer dos funciones, incluso a pesar de que la restricción horaria los llevaba a adelantar los horarios.Cutaia celebra que, si bien cada noche hacen un listado de todos los presentes por si hubiera que avisar de algún contagio, en ningún momento tuvieron que activar ese protocolo: “No tuvimos ningún caso de Covid positivo. Venimos ilesos. Tengo esperanza de que estemos saliendo, pero fue muy duro. Es muy fácil hablar de lo que se debería haber hecho, pero por el nivel de endeudamiento, llegamos a pensar en cerrar. Ahora ya vemos luz en el camino”.Las puertas de Bebop, el mítico club de jazz, cerrado desde marzo de 2020 (Alejandro Guyot/)Mutar. Salir. Reinventarse. Ese parecería ser el remedio. El club de jazz Bebop también buscó sobrevivir con esta receta y optó por salir a la calle. Su director propietario, Aldo Graziani, dice a LA NACION que, antes de la pandemia, eran “el club que hacía más shows por año: 500”. Sin embargo, en 2020 se complicó todo. En marzo cerraron y, desde entonces, las luces allí permanecen apagadas. Pese a esto, encontraron una forma de mantener el espíritu encendido al mover la marca y hacer “Bebop Sessions” en la terraza del restaurante Aldos, en Palermo. Su esperanza para recuperar “la vida de club” está centrada en la vacuna, pero el futuro aún es una gran incógnita: “Estamos viendo si Bebop seguirá en el mismo lugar, si mudarlo o si podremos volver a abrirlo”, cuenta Graziani.En el fondo, el riesgo es perder la cultura y su legadoLa música refleja a la sociedad y es un elemento clave de su idiosincrasia. Por eso, al hablar de cultura nacional es imposible no detenerse unos minutos en el tango. En esta materia, uno de los emblemas es el mítico Centro Cultural Torquato Tasso, porque este espacio no solo se ofrece como escenario sino también como refugio para el tango de ayer y hoy. “Es un lugar muy sincero en cuanto a la programación. Ahí hay productos que tal vez no son mainstream, pero que tienen mucho que ver con el ADN porteño y nacional”, explica el responsable de prensa, Rodrigo Sujodoles.Según advierte, “el problema de que cierren este tipo de lugares es que son más que solo una sala de música y se tarda muchos años en construir uno igual”. Conscientes de lo que significaría que eso suceda, durante todos estos meses de pandemia, esta sala de San Telmo intentó buscar alternativas para sobrellevar la situación. Hoy ya están activos, con un aforo del 30%, e intentando enaltecer su propuesta, desde una programación “bien tanguera”, aunque abierta también a otros géneros.A 10 minutos de este club está el Coliseo: “un nuevo teatro, más de un siglo de historia”. Al recordar lo que vivieron desde que se decretó la cuarentena, Elisabetta Riva, la directora General y Artística del lugar, suelta la palabra más fuerte: “luto”. Como si algo hubiera muerto en medio de tantas incógnitas. De todos modos, recuerda cómo esa sensación fue migrando hacia la resiliencia.Para ella, el camino hacia la vuelta será largo, “pero hay que arrancar”, y sostiene que -para ello- es necesario que haya “mucho diálogo entre las partes para encontrar nuevos modelos de negocios porque, con los bajos aforos, no es fácil encontrar la sustentabilidad de la actividad”.Riva celebra que, entre tanta angustia, este salón haya podido contribuir -con el ciclo “Coliseo online”, que hicieron por streaming- a dejar un testimonio de la época (al fin y al cabo, ese es la esencia de la cultura); pero resalta que una de las cosas más tristes en estos tiempos es “ocuparse de que nadie sea abandonado por la pandemia porque el teatro, más que una empresa o un trabajo, es una elección de vida”. Esta es una convicción con la que todo el sector parece estar contagiada, aunque acá no haya un PCR para confirmarlo.Streaming sí, streaming no, esa es la cuestiónSi bien los conciertos virtuales pueden resultar insulsos porque -entre otras cosas- se pierde la mística de recorrer estos rincones, está claro que peor es no tenerlos y apagar la música. Por eso, aunque para algunos es una solución artificial que no le sirve a nadie, otros le ponen un “10? en su rol de suplente. Varela ve aquí una alternativa para los tiempos donde el frío marca el pulso. Según cree, vinieron para quedarse porque le permite al artista “llegar a lugares a los que no hubiera podido llegar”.Para Verónica Fiorito, directora General del Centro Cultural Kirchner, es esencial “entender el lugar que ocupan los bienes culturales en una situación de crisis mundial como la actual”. En sus palabras se ve un punto de unión con Varela, dado que ambos destacan que la virtualidad nació como un modo de adaptarse a lo que la realidad exigía, y permitió “romper límites geográficos” y ayudar a que las “expresiones artísticas puedan llegar a pantallas y medios electrónicos de cada ciudadano”.“La relación entre el artista y su público es un lazo indestructible. Nuestro mayor objetivo es generar espacios donde confluyan, y alentar y fortalecer esas redes de unión para seguir cultivando una cultura más diversa e inclusiva”, dice. Por eso, cree posible la permanencia de un sistema bimodal. “Lo virtual no reemplaza a lo presencial, sino que se complementan con un mismo fin: difundir nuestra diversidad cultural y su riqueza artística”.Con el estallido del coronavirus, por largos meses se apagaron los micrófonos y la música dejó de ser un lugar de encuentro. Los barbijos conquistaron todo y los espacios que albergaban canciones apagaron la luz y se atrincheraron para aguantar. Todavía están golpeados, pero dan pelea en cada round y salen a la cancha. Como pueden. Como este virus permite.Son rincones que sonríen para la foto pero lloran a escondidas. Rincones que cierran. Rincones que dejaron de ser canción para ser recuerdo. Son rincones que resisten. Saben que no se puede vivir sin música.Edición: Sebastián Espósito

Fuente: La Nación

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BRASILIA.- El presidente Jair Bolsonaro dijo el jueves que Brasil está negociando con la Argentina para permitir la construcción de un gasoducto para traer gas de las reservas de Vaca Muerta. Lo hizo mientras citaba alternativas buscadas por el gobierno de ese país para reducir el valor del insumo.“Estamos en negociaciones con Argentina gas de Vaca Muerta. Saldrá algún día, porque no es fácil empezar a importar gas, crear, construir ductos”, dijo Bolsonaro en su transmisión semanal en vivo en las redes sociales.La crisis adelanta tiempos y definiciones en el oficialismoExisten conversaciones entre los dos países para la construcción del gasoducto, pero aún se busca financiamiento para el proyecto de miles de millones de dólares.El embajador en Brasil Daniel Scioli había adelantado el año pasado que este proyecto de construir un gasoducto estaba en la mira: “Estamos en la etapa exploratoria ahora. Existe la voluntad de ambos gobiernos de avanzar con el proyecto”. Y había dicho a la revista brasileña Valor Económico: “Este es nuestro gran proyecto binacional. Brasil necesita el gas y nosotros necesitamos los mercados y las inversiones”.Financiar el proyecto, según ese medio brasileño, costaría unos US$ 3700 millones para la Argentina y otros US$ 1.200 millones para Brasil.Según el diario El Economista, el año pasado la compañía energética argentina Saesa adquirió la central térmica Uruguaiana, en el sur de Brasil, para generar allí una salida a una parte del gas de Vaca Muerta, que en los meses templados no tiene un comprador asegurado. El aprovisionamiento para esa usina se realizará mediante el gasoducto de Transportadora de Gas del Norte (TGN) que conecta Vaca Muerta con la Central Térmica Uruguaiana (CTU), cruzando la frontera.Con información de Reuters

Fuente: La Nación

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La muerte no es registrada, tampoco el duelo de los sobrevivientes. Importa poco la desesperación de la caída en la pobreza. Tampoco interesa el dolor resignado por un futuro incierto. Para el mundo del poder y de quienes aspiran a regresar a él, dominan el cálculo y la ventaja en un juego de suma cero en el que unos creen ganar y otros no aceptarán perder.Como pocas veces, la clase política del país deambula en un universo despegado de una tragedia con pocos antecedentes por extensión e intensidad. Es una conclusión dictada por el contraste que provoca un momento excepcional habitado por una campaña electoral común y corriente.Una competencia por enrostrar a los gritos quién es más miserable fue lanzada contra una sociedad diezmada, plena de ausencias, aterrada por un virus y acongojada por una crisis económica que al cierre de miles de empresas suma una inflación que arroja a la pobreza a casi la mitad de los argentinos. No hay compasión; la política en general no la tiene consigo misma y mucho menos con los ciudadanos comunes, convocados a votar en dos turnos, el 12 de septiembre y el 14 de noviembre.Desestiman una denuncia contra Alberto Fernández por una reunión en cuarentena con los MoyanoLas elecciones no son un problema. Nunca lo serán en la Argentina como no lo fueron en el pasado en otros países que no suspendieron el derecho a votar ni aun bajo el bombardeo de guerras mundiales. El drama está en las formas abusivas con las que oficialismo y oposición salieron a buscar votos frente al estado de desesperación que muestran amplias franjas sociales. Más abajo, por la falta de comida; en los sectores medios, por la perspectiva de empobrecimiento, y en quienes tienen más recursos, por la incertidumbre que provoca vivir en un país sin proyectos serios y en decadencia.Por si fuera poco, un rayo transversal cruza a toda la sociedad y la lastima: es el daño concreto de la muerte, del temor a una enfermedad y de las secuelas psicológicas que dejarán por décadas los paliativos (el aislamiento y el encierro, por ejemplo) usados para tratar de controlar la peor pandemia global en más de un siglo.En las últimas horas, hubo un desborde en la realidad paralela en la que viven los miembros del Gobierno que hirió con crudeza a todos, propios y ajenos. Resultó todavía más intragable la secuencia de reacciones del presidente Alberto Fernández que el propio descubrimiento de que la residencia de Olivos fue escenario de celebraciones sociales al mismo tiempo que desde ese lugar se ordenaba la cuarentena y se apostrofaba a quienes osaban desobedecer.Cierran el sumario contra la fiscal Gabriela Boquín, que instruye la causa del Correo ArgentinoPrimero fue la negación y el ocultamiento de una revelación periodística. A propósito, el valor del periodismo una vez más contrastó con los insultos que recibe desde el poder. Luego se escuchó al Presidente en una admisión parcial que enlodó a su pareja. Y, por fin, una admisión de culpa a los gritos en el calculado descontrol de equiparar el delito cometido con los pecados atribuidos a su antecesor.Ya es costumbre, y no fue inaugurada por Fernández, que un mandatario responsabilice por sus falencias a quien lo precedió. En la Argentina es una maniobra facilitada por la degradación crónica. Un presente difícil siempre puede ser explicado por el pasado inmediato, que por supuesto es responsabilidad de otro.Pero la trampa no está en ese recurso. El intento de Fernández de poner sus pecados junto a los de Macri es en realidad un intento de demostrar que el promedio moral del país está tan bajo que todo puede ser absuelto por una comparación igualmente engañosa. El subsuelo ya fue perforado en ese recurrente intento de nivelar hacia abajo.Los aplausos, a pedido de un ministro, pretendieron validar en la misma ceremonia la venenosa idea de que todos son iguales y tienen derecho a violentar los códigos con impunidad.Fernández quedó tan expuesto que su mentora, la vicepresidenta, se sintió obligada a decirle que debía disciplinar a los suyos y no ponerse tan nervioso. Es la forma maternal de tomar distancia que encontró Cristina para acentuar la debilidad de su pupilo.A la foto de julio le siguieron otras que retratan el festejo de fin de año de más de setenta diputados y funcionarios con el Presidente. Siempre en Olivos, seis meses después del cumpleaños de Fabiola Yáñez, esos dirigentes también participaron de la decisión de impedir reuniones como las que celebraron. ¿Qué festejaban al final de uno de los años más negros de la historia?Tragedia: murió un reconocido surfista marplatense mientras corría olas en una playa de MéxicoAl mismo tiempo que se conocen esas imágenes, los candidatos oficialistas se pasean entre los votantes haciendo campaña usando la vacunación como recurso electoral. El reparto de zapatillas era menos burdo.El kirchnerismo no está solo. Juntos por el Cambio, su contraparte, lleva a la acción la idea de pelearse por la ubicación en las listas de candidatos y anticipar la selección de sus nuevos líderes. No es otra cosa que un acto frívolo que bien pudo haberse postergado.El problema no son las elecciones primarias, sino la decisión de lanzar una competencia que no definirá mucho, pero que presenta a los opositores más preocupados por sus propios lugares en las listas que por la suerte de sus potenciales representados.En un intento de unir la irrealidad de la política con el país real, una manifestación para recordar a los muertos por coronavirus mostró una señal clara del sentimiento que conmueve a un país al que le faltan casi 110.000 personas. Las piedras por cada uno de los ausentes se convirtieron en un signo contundente de dolor.Cada piedra representa a un muerto y es una forma de hacer el ineludible e íntimo duelo de cada uno. Simboliza también una pacífica manera de reclamar respeto y piedad.

Fuente: La Nación

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Este jueves, en La Voz Argentina, llegó el turno de que el equipo de Ricardo Montaner se midiera en la etapa de “playoffs”, en la que de los ocho participantes de cada equipo, dos quedan en camino.Como ocurrió el miércoles con Lali Espósito, el programa comenzó con el líder del equipo cantando junto a los concursantes, pero en este caso, la actuación de los participantes quedó relegada a hacerle los coros al oriundo de Valentín Alsina, que brindó una versión de uno de sus hits, “Volver”.En esta instancia, Abel Pintos se sumó al programa en carácter de mentor y su labor es guiar, junto a cada coach, a los participantes en los ensayos para sus actuaciones. Los primeros en enfrentarse al bahiense fue el dúo Denis y Axel, quienes se declararon fanáticos de Pintos.Los hermanos cordobeses brindaron una versión de “Mientes”, de Camila. Tras escucharlos, los coaches les dieron su devolución. “Estuvieron súper atinados. Disfruté mucho. Se nota que son hermanos y se conocen”, expresaron Mau y Ricky. “Siento una enorme satisfacción de saber que el camino de ustedes comienza acá. Más allá de mi decisión de esta noche, quiero que entiendan que les auguro un gran futuro”, cerró el coach de los muchachos.La segunda en salir a escena fue Jacinta Sandoval, que con su particular estilo, supo conmover a Pintos durante los ensayos. La joven bonaerense se atrevió a versionar un clásico: “Contigo a la distancia”.“Hermosa. Parece Jessica Rabbit y esa belleza se trasladó a su voz. Se ha lucido. Hoy vimos otra cara de la artista que es. La ha descosido esta noche”, comenzó la rueda de devoluciones Lali. “Lo que sucede con Jacinta es lo que produce cuando uno la escucha. Su camino va a ser tan inmenso como ella misma quiera”, auguró Montaner.“Tuviste muy poco acompañamiento musical y lo pudiste sobrellevar. Eso habla maravillas de vos como artista”, acotó Soledad.El tercero de los participantes, Ezequiel Pedraza, se sorprendió al encontrar en los ensayos al autor de la canción que había elegido. Y mucho más se sorprendió cuando el mismo Pintos lo invitó a cantar junto a él “La llave”, el tema en cuestión.Tras escuchar al joven cordobés, Soledad recordó entre risas que Pedraza se negó en dos oportunidades a formar parte de su team y expresó: “Cantó muy “bien. Es un tema que nos llega a todos y es muy difícil de cantar. Te sentí por momentos un cuartetero cantando otra cosa. Lo digo con respeto y admiración”.Luego llegó el turno de Bianca Cheruti, que eligió un tema de una de sus cantantes favoritas, Christina Aguilera. “Cantás muy bien y tenés todo controlado, incluso en el escenario”, elogió Pintos en los ensayos y le recomendó trabajar más el final de las frases de “Falsas esperanzas”.“Nació para cantar. Estamos orgullosos de que hayas formado parte de nuestro equipo”, indicaron Mau y Ricky. “Ella es una verdadera artista. Lo que genera con su garganta y su expresión corporal, no se puede comprar. Si no lo tienes, no lo puedes comprar”, agregó el padre del dúo venezolano.“¡A dónde me metí!”, expresó Sergio Verón al encontrarse con Pintos y amagó con irse. Pero no se amedrentó y mostró frente al bahiense su versión de otro bolero clásico: “Sombras, nada más”.“Me pareció que estuvo todo el tiempo en el mismo color, sin matices. Es una cuestión del arreglo. Él tiene algo en el sentir que no puede comprar”, observó Lali, tras escucharlo en el escenario. “El arreglo no le resultó cómodo, pero yo apuesto a Sergio. Tiene un carisma y una fuerza interior muy grande. Cuando uno tiene el don, uno tiene salir a gastarlo y él lo hace”, coincidió Montaner.Ana Paula Rodríguez eligió un tema de Mau y Ricky para esta instancia: “Olvídame”. “Sé que me van a matar por esto que voy a decir, pero ustedes son unos grandes compositores”, elogió Montaner a sus hijos luego de escuchar la versión de la participante. “El hecho de que hayas cantado una canción nuestra significa más de lo que puedas imaginar”, sumó Mau.El antepenúltimo concursante en salir al escenario fue Sebastián Pérez, el primero del equipo en elegir un tema en inglés: “Since I Don’t Have You”, de The Skyliners, popularizado por Guns N’ Roses.“Espectacular. Me asusté al comienzo, pero después estuvo genial, fue creciendo y creciendo”, indicó Soledad. “Cada vez que te has parado ahí, mostraste solvencia. Crees en lo que haces. Defiendes el género que te gusta y que te viene como anillo al dedo. Gracias por estar en mi equipo”, sumó el coach del team.La encargada de cerrar esta segunda ronda de “playoffs” fue Steffania Uttaro, quien cantó “Make You Feel My Love”, de Bob Dylan, en la versión de Adele. La performance de la venezolana fue una de las más elogiadas de la noche. “Nos hiciste pasar un momento hermoso, fue una caricia al alma y por un momento me hiciste olvidar de que estaba acá”, confesó Soledad. “Estoy muy orgulloso de ti. Quiero que sepas que me has dado grandes satisfacciones”, cerró el autor de “Déjame llorar”.Entonces, llegó el momento de saber quiénes de los 8 participantes del team pasarían a la instancia de los “Shows en vivo”. El primero de los cantantes elegidos por Montaner fue Ezequiel, seguido por Denis y Axel, Jacinta, Steffania, Bianca y Sergio. De esta manera, Ana Paula y Sebastián quedaron fuera de concurso. El viernes, en tanto, se medirán los integrantes del team de Soledad.

Fuente: La Nación

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En el marco de diversos procedimientos que se realizaron para desbaratar una cadena ilegal de comercialización del cobre que tiene en vilo a productores de la zona de Pergamino que denuncian que en menos de 12 días robaron unos 15 transformadores de luz de los campos, la Policía del Comando de Patrulla Rural (CPR) bonaerense allanó una chatarrería en Ramallo donde se fundiría el cobre robado de los trasformadores y los cables, para hacer lingotes y luego comercializarlos.Todo comenzó anteayer en el marco de un operativo policial en la ruta 188, entre las localidades de Guerrico y Acevedo del partido de Pergamino, cuando los policías interceptaron a dos vehículos que se dirigían en dirección San Nicolás-Pergamino. Lo que llamó la atención de los uniformados fue que estas personas llevaban material de cable de cobre y remitos expedidos por una chatarrería de la localidad de Ramallo. Lo consideraron una señal de alerta.Al ser notificado, el fiscal Francisco Furnari, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y de Juicio N° 2 del Departamento Judicial de Pergamino, dispuso una orden de allanamiento en el predio donde está ubicada la chatarrería que había emitido los remitos.En este sentido, los efectivos secuestraron 1800 kilos de cable de cobre y aproximadamente 1000 kilos de cable de aluminio que pertenecen al tendido de red pública de distintas empresas damnificadas. Además, se imputó al propietario del predio de la chatarrería por el delito de “Encubrimiento Agravado por el ánimo de lucro”.El lugar, según fuentes judiciales, se trata de un desarmadero administrado por la empresa “Nesal SA”, donde se reduciría el cobre. El material secuestrado pertenece al tendido de red pública de distintas empresas, entre ellas Transba, Eden, CELP, Cooperativa Eléctrica Ayersa, Telefónica Argentina y Telecom. Además, en un escrito judicial se precisó que estas firmas afectadas son “sin perjuicio de los posibles reconocimientos de otros damnificados”.El operativo en la ruta luego permitió llegar hasta la chatarrería en Ramallo (Poder Judicial/)“Nosotros desactivamos hace un año y medio muchísimos robos de cables haciendo esta misma operatoria”, dijo el fiscal. Señaló que se descubrió dónde se reducía y así “se cortó muchísimo” el delito.Furnari aseguró que los autores de estas maniobras delictivas no son grandes bandas organizadas. “Suele ser una labor mucho menos compleja y con menos logística. Tenemos casos de gente que apareció en el medio del campo completamente quemada por tratar de robar esto”, contó el fiscal.Delitos rurales: reunión de Basterra y Frederic “en busca de políticas concretas”La modalidad delictiva, explicó Furnari, consiste en que quienes cortan los cables o desarman los transformadores los venden a pequeños acopiadores que, en su mayoría, no cuentan con ningún tipo de habilitación comercial. Sabiendo el origen de ese cable o cobre, lo adquieren a bajo costo, aproximadamente a $400 pesos el kilo, para inmediatamente venderlo a mucho más valor a otros establecimientos mayoristas ubicados en San Nicolás y Rosario que pagan aproximadamente 1000 pesos el kilo.Estos establecimientos cuentan con galpones de gran envergadura, donde se funde el cobre en lingotes para posteriormente comercializar o exportar bajo distintas denominaciones arancelarias al exterior.En la zona rural de Pergamino los productores denuncian robos de transformadores (Ricardo Pristupluk/)El fiscal remarcó que donde radica la mayor organización es en los reducidores porque, como en Pergamino no hay horno para fundir el cobre en lingotes y después comercializarlo, son los que organizan la logística para el traslado de los 70 kilómetros hasta San Nicolás. “Van los camiones con el cobre escondido por debajo de kilos y kilos de chatarra. Cuando la policía los frena les resulta imposible determinar si debajo de eso existe cobre, que es lo que realmente vale y se está vendiendo en estos reducidores”, precisó Furnari.Según un informe realizado por la fiscalía a su cargo, al que tuvo acceso este medio, desde 2019, por el robo de cables, se han realizado más de 140 allanamientos por distintas investigaciones en el partido de Pergamino y San Nicolás, además de en Rosario. Se detuvo y procesó a más de cincuenta personas por el delito de encubrimiento agravado, que prevé una pena de uno a seis años de prisión.Desde entonces, según consta en el informe, se redujo en un 80% este tipo de prácticas en el ejido urbano. Sin embargo, detalla, “este tipo de ilícito se ha trasladado a la zona rural mediante el robo y destrucción de transformadores eléctricos monofásicos, trifásicos y de media tensión, para sustraer el cobre de los mismos”.El aumento de este tipo de delito es denunciado por los productores de la zona rural de Pergamino que, además, aseguran que atraviesan una ola de inseguridad sin precedentes, con aproximadamente un robo por día en los campos. A principio de mes, alrededor de 80 productores se juntaron en una asamblea en la explanada del ferrocarril de Juan A. de la Peña, cerca de esa ciudad, para pedir mayor presencia policial y accionar judicial tras una serie de hechos de inseguridadLa seguridad de la zona está a cargo del CPR, pero el municipio y los productores denuncian la falta de recursos: tienen tres móviles policiales, no todos en funcionamiento, para patrullar más de 3500 kilómetros de caminos rurales y más de 305.000 hectáreas de campo de dicho partido.

Fuente: La Nación

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