Ante la escalada de violencia entre Israel y Hamas, más de cien personalidades y dirigentes del arco político y social firmaron una carta con el título: “Otra vez Gaza, otra vez la política de la masacre sistemática”. En el texto, que fue firmado por figuras como el periodista Horacio Verbitsky, el músico Carlos “Indio” Solari y la legisladora oficialista Ofelia Fernández, se exigió “la inmediata detención de los bombardeos” y se responsabilizó de “crímenes indescriptibles” al gobierno de Israel.“Exigimos la inmediata detención de los bombardeos a Gaza y el respeto al derecho internacional público, para restablecer el imprescindible acuerdo de paz entre palestinos e israelíes; al tiempo que responsabilizamos al gobierno de Netanyahu por crímenes imprescriptibles contra el pueblo palestino”, se afirmó en la carta.A Verbitsky y Solari, también se sumaron la escritora Rita Segato, la actriz Luisa Kuliok, el escritor Mempo Giardinelli y el actor Osvaldo Santoro entre los firmantes. En el más de un centenar de nombres que acompañaron la iniciativa, se destacaron figuras académicas, artistas, periodistas, científicos, blogueros, abogados, políticos y artistas.“La derecha que gobierna Israel nos hace saber, una vez más, qué se propone en Gaza”, comenzó la carta, y siguió: “La CNN registra fotográficamente las postales de la masacre en curso. Hamas había exigido horas antes que la policía israelí se retirara de la mezquita Al Aqsa, en Jerusalén, ‘donde cientos de palestinos resultaron heridos’”.La misiva continuó por destacar informes del canal de noticias estadounidense que, durante semanas, informó cómo “ultranacionalistas israelíes venían provocando a los creyentes musulmanes con la activa complicidad de la policía local”. “Esta es una escalada que recién empieza”, aseguraron los firmantes, quienes destacaron: “Con el correr de los días los muertos, de ambos pueblos, no cesan. Tienden a incrementarse respetando la misma asimetría militar. Cohetes contra ataques aéreos”.“¿Hasta cuándo? ¿Para qué?”, se preguntaron en la carta. “Las personas que firmamos abajo, judías y no judías, exigimos la inmediata detención de los bombardeos a Gaza y el respeto al derecho internacional público, para restablecer el imprescindible acuerdo de paz entre palestinos e israelíes; al tiempo que responsabilizamos al gobierno de Netanyahu por crímenes imprescriptibles contra el pueblo palestino”, concluyeron.Todos los firmantesIndio Solari (músico); Eduardo Grüner (UBA); Elsa Drucaroff (UBA); Alejandro Horowicz (UBA); Diego Sztulwark (Blog Lobo Suelto); Horacio Verbitsky (periodista); Marcelo Langieri (UBA); Silvia Duschatzky; Roberto Pittaluga; Rita Segato (UnB y UNSAM); Jorge Pinedo (UBA); Abel Gilbert; Javier Trímboli (FaHCE-UNLP); Pablo Sztulwark (UBA); Ana Amorosino (artista plástica); Moro Anghileri (actriz); Ofelia Fernandez (Legisladora FdT CABA); Mariana Gainza (UBA); Eduardo Weisz (UBA); Diego Tatián (Conicet); Martín Cortés (UBA); Natalia Romé (UBA); Federico Geller (artista); Elina Malamud (escritora); Gisela Catanzaro (UBA); Diego Giller (UBA); Emir Sader (Clacso); Enzo Maqueira; Gerardo Breier (periodista); Gustavo Nielsen (escritor); Roberto Guareschi (periodista); Rodolfo Yanzon (abogado de derechos humanos); Luis Borda (músico); Cristina Civale; Rodolfo Rapetti; Hugo Presman (periodista); Alicia Naput; Cristian Sucksdorf (UBA); Aldo Amura; Telma Luzzani (periodista); Pablo Tavilla (UBA – UNDM); Francisco Bessone (periodista); Nilda Redondo (UNdLP); Beto Salinas (periodista), Ernesto Calvo (University of Maryland); Juan Pablo Csipka (periodista); Idelber Avelar (crítico literario); Yuyo Ceballos (dirigente sindical); Mariana Abuin; Alejandro Lamadrid; Daniel Sorin (escritor); Susana Schnell; Marta Amorosino; Luis Sagasti (escritor); Rubén Efrom (psicoanalista); Andrés Neuman (escritor); Marcelo Figueras (escritor); Alicia Plante (escritora); Raquel Àngel (UBA); Alberto Guilis (UBA); León Lewkowicz (Blog Lobo Suelto); Facundo Abramovich (Blog Lobo Suelto); Guillermo Saccomanno (escritor); Ariel Pennisi (UNDAV – UNPAZ – Red Editorial); Rubén Rojas Breu (UBA); Fernando Alfón (UNLP); Enrique Carpintero (psicoanalista); Guillermo Saavedra (poeta); Horacio González (UBA); Dardo Scavino (UPP – Francia); Guillermo David (ensayista); Osvaldo Coggiola (USP-Brasil); Florencia Martínez Parera (psicoanalista); Ricardo Nacht (psicoanalista); Eduardo Lucita (economista); Marcela Croce (UBA); Miguel Vedda (UBA); Gerardo Oviedo (UBA); Horacio Zabala (artista plástico); Sean Purdy (Professor de História, Universidade de São Paulo); Waldo Ansaldi (UBA); Andrés Tzeiman (UBA); María Pía López (UBA); Miguel Mazzeo (UBA); Carlos Kuri (UNR); Guillermo Korn (escritor), Diego Rojas (periodista), Leo Sarsale (arquitecto), Mariano Mestman (UBA); Carlos Gamerro (escritor); Samanta Schweblin (escritora); José Gandarilla (CEIICH-UNAM, México); Haydeé García Bravo (CEIICH-UNAM, México); Mabel Pagano (escritora); Elina Aguiar (psicoanalista), Julián Lòpez Rousso (escritor); Pedro Biscay (CEPAS); Román Mazzilli; Diego Lazzaletta (docente); Ernesto Larrese; Silvia Boggi; Miguel Rep (dibujante), Luisa Kuliok; Marta Pechman (terapias alternativas); Cora Gamarnik (FSOC-UBA); Max Zolkwer (arquitecto); Martín Krymkiewicz (psicoanalista); Mariana Pacheco (Psicoanalista); Susana Stivelman (psicoanalista); Marita Manzotti (Psicoanalista); Carina Battaglia; Lila Lisenberg (artista audiovisual); Cecilia Rossetto; Susana Torres Molina (dramaturga); Mirta Busnelli; Daniela Blanco (Abogada UBA); Maria Onetto (Actriz); Ana Bianco, Alejandro Brainm Dennis Weisbrot, Michelle Aslanides; Alejandro Vannelli; Virginia Notenson (psicoanalista); Conrado Yasenza (Periodista – Director de La Tecl@ Eñe); Liliana Navarro; Aida Quintar (sociologa UNGS); Alejo Fardjoume (Delegado ATE- Parques Nacionales); Gloria Seddon (Psicoanalista y artista visual); Cristina Banegas; Maria Ibarreta (Actriz); Mempo Giardinelli; Osvaldo Santoro; Luis Ziembrowski; Mariel Herszman Geler (Docente y psicóloga); David Paoli (Fotógrafo); Ana Seoane (periodista); Carlos Lopez (arquitecto y urbanista, Universidad de Ginebra); Raúl Vidal (psicoanalista); Alejandro Sicorsky (psicoanalista); Mabel Bellucci (Moléculas Malucas); Hugo Del Pin (Abogado); Adriana Bruno (Periodista); Nora Elichiry (UBA); Pepa Vivanco; Flora Hillert (FFyL UBA); Gabriela Moreno; Norberto Alayón; Gladys Merola; Adela Coria (Pedagoga UNC); Luis Abad; María Cristina González; Alejandra Flechner (actriz); Martín Otero (Arquitecto UNDAV); Mariana Canavee (historiadora); Isabel Casas (Profesional de la voz); Marcela Menassé; Manuel Alterleib (Asesor de seguros); Eduardo Gurucharri; María Emilia López (docente); Mónica Fernández Pais (UNLP); Pedro Cazes Camarero; Lucía Delor (UBA); Cristina Pósleman (UNSJ); Bruno Boostels (Columbia University); Martha Rosenberg (psicoanalista); Clara Obligado (escritora); Daniel Silber (vicepresidente del ICUF -Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina); Javier Salgado (Docente e historiador); Juan Matias Zielinski (FFyL UBA); Diana Szeinblum (coreógrafa); Fernán Medrano (Colombia. Bloguero de teleSUR); Cristina Tejedor (actriz); Sebastián Russo (UBA/UNPAZ); Julio Rudman (periodista); Miguel Nicodemos (Periodista, Perú); Maia Gattas Vargas (IIDyPCA, CONICET); Teresa Azcarate (arquitecta); Martín Piqué (periodista)La escalada de violenciaDesde el último lunes, Gaza es blanco de los bombardeos israelíes, y desde la Franja se han disparado más de 3000 cohetes en dirección a Israel, la mayoría de ellos ellos interceptados por el sistema de defensa israelí, la Cúpula de Hierro. El último balance de las autoridades palestinas calcula que se han superado los 200 muertos, entre ellos 58 niño. En el lado israelí, hay hasta ahora hay 10 muertos y más de 560 heridos.Los disturbios, que llevan semanas pero recrudecieron en los últimos días, comenzaron con el inicio de Ramadán cuando la policía israeli colocó vallas alrededor de la Puerta de Damasco, lo que generó múltiples protestas, y encontraron su punto máximo de tensión ayer por la tarde, cuando Hamas lanzó un ultimátum, que luego cumplió: “Liberen la zona oriental de fuerzas policiales a las 18”.

Fuente: La Nación

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NUEVA YORK.- Una amplia mayoría del 40% de los chilenos que se molestó en salir a votar escogió a muchos independientes y pocos derechistas en el grupo de 155 personas que redactará la nueva Constitución a partir de comienzos de julio de 2021. Con solo 37 escaños en la convención, la coalición derechista Chile Vamos del presidente Sebastián Piñera tendrá poco que decir en una asamblea donde los representantes de los distintos partidos de izquierda y la mayoría de independientes, también de izquierda, harán fuerzas para reformar el modelo neoliberal que está plasmado en la Constitución de 1980, adoptada bajo la dictadura militar. Si bien Chile se ha desarrollado más rápido que cualquier otro país de América Latina desde el retorno de la democracia en 1990, muchos chilenos culpan a la Constitución por los altos niveles de desigualdad y los abusos a los derechos de los consumidores que existen en el país. Aunque Chile nunca tuvo niveles tan bajos de pobreza y la desigualdad era menor en 2019 antes que en cualquier otro momento de la historia, el origen autoritario de la Constitución la hacía inaceptable para muchos y la convirtió en el chivo expiatorio favorito para los que quieren cambiar el país. Diplomacia de vacunas: EE.UU. donará otras 20 millones de dosisCon la composición abiertamente izquierdista de la convención, la próxima Constitución—que deberá ser ratificada en un plebiscito a realizarse en la segunda mitad de 2022—otorgará un papel más importante al Estado en la economía y ampliará con fuerza el capítulo de derechos de las personas. Después de todo, la nueva Constitución es la respuesta de la elite política a las manifestaciones sociales de octubre de 2019. Como entonces los chilenos demandaban mayores derechos sociales, la nueva Constitución tendrá una larga lista de derechos sociales garantizados. Uno de los derechos más importantes será el de una pensión digna, que probablemente implicará la creación de un sistema público que remplace al sistema privado de cuentas individuales para las pensiones (AFP) implementado también en dictadura. Como la convención tendrá la facultad de poner derechos garantizados poniéndolos en la nueva Constitución, pero no deberá buscar los recursos para financiarlos, lo más probable es que aumente sustancialmente el gasto público y se generen déficits fiscales permanentes en el país. Aunque ahora están por las nubes los precios del cobre—el principal producto de exportación de Chile—la presión fiscal eventualmente generará problemas de deuda externa. Ya que la Constitución es vista por una buena parte de la ciudadanía como la píldora mágica que solucionará todos los problemas del país, el nuevo texto será largo y estará repleto de contradicciones y ambigüedades. Después de todo, necesitará ser aprobado por una mayoría de dos tercios en la convención constitucional, por lo que el texto probablemente incluya múltiples prioridades de los constituyentes que buscarán dejar su huella en este nuevo Chile que parece nacer con la nueva Constitución. Como causará un fuerte aumento del gasto público y tendrá contradicciones que llevarán a un proceso de judicialización posterior a su promulgación, la nueva constitución de Chile presenta importantes riesgos y amenazas al modelo económico que ha permitido el crecimiento sostenido de ese país. Por lo pronto, los chilenos parecen más interesados en mirar los aspectos positivos del proceso constituyente y en soñar con esa tierra prometida que traerá el nuevo Chile. Lamentablemente, parece haber menos interés en el país por los riesgos que implica el proceso. Después de todo, como bien ha mostrado la historia de América Latina, por cada intento de llegar al cielo del desarrollo permanente e inclusivo en la región, hay traumáticas experiencias de traumáticos viajes al infierno de la inestabilidad, el subdesarrollo y la pobreza en los países de la región que emprendieron procesos constituyentes en el pasado. El autor es un politólogo chileno y profesor en NYU

Fuente: La Nación

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Las comunidades autónomas de España han notificado este lunes al Ministerio de Sanidad 11.061 nuevos casos de COVID-19 durante el fin de semana, 1.170 de ellos diagnosticados en las últimas 24 horas. Estas cifras son inferiores a las del mismo día de la semana pasada, cuando se notificaron 13.984 positivos.La cifra total de contagios en España se eleva ya a 3.615.860 desde el inicio de la pandemia, según las estadísticas oficiales. La incidencia acumulada en los últimos 14 días por 100.000 habitantes se sitúa en 151,82, frente a 162,03 el viernes. En las pasadas dos semanas se ha registrado un total de 72.041 positivos.De los 1.170 casos de ayer, 77 se han producido en Andalucía, 62 en Aragón, 40 en Asturias, 10 en Baleares, 130 en Canarias, 26 en Cantabria, 120 en Castilla y León, 40 en Cataluña, ninguno en Ceuta, 57 en Comunidad Valenciana, 24 en Extremadura, 45 en Galicia, 186 en Madrid, tres en Melilla, 11 en Murcia, 58 en Navarra, 264 en País Vasco y 17 en La Rioja. Castilla-La Mancha no ha actualizado hoy sus datos debido a “tareas de mantenimiento por un proceso de migración de datos en su Sistema de Información”.En el informe de este lunes se han añadido 93 nuevos fallecimientos, en comparación con 103 el lunes pasado. Hasta 79.432 personas con prueba diagnóstica positiva han fallecido desde que el virus llegó a España, de acuerdo con los datos recogidos por el Ministerio.En la última semana han fallecido 171 personas con diagnóstico de COVID-19 positivo confirmado en España: 35 en Andalucía, 20 en Aragón, seis en Asturias, una en Baleares, ocho en Canarias, una en Cantabria, ocho en Castilla-La Mancha, 13 en Castilla y León, diez en Cataluña, dos en Ceuta, cuatro en Comunidad Valenciana, dos en Extremadura, ocho en Galicia, 29 en Madrid, dos en Melilla, una en Murcia, cinco en Navarra, 10 en País Vasco y seis en La Rioja.Actualmente, hay 6.923 pacientes ingresados por COVID-19 en toda España (7.088 el viernes) y 1.836 en UCI (1.899 el viernes). En las últimas 24 horas, se han producido 494 ingresos (702 el viernes) y 293 altas (916 el viernes). La tasa de ocupación de camas ocupadas por coronavirus se sitúa en el 5,54 por ciento (5,65% el viernes) y en las UCI en el 18,66 por ciento (19,17% el viernes).Entre el 7 y el 13 de mayo, las comunidades autónomas han realizado 779.792 pruebas diagnósticas, de las cuales 518.783 han sido PCR y 261.009 test de antígenos, con una tasa global por 100.000 habitantes de 1.658,21. La tasa total de positividad se sitúa en el 5,38 por ciento, frente al 5,78 por ciento del viernes.

Fuente: La Nación

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La llegada masiva de migrantes a Ceuta se produce tras avisar Marruecos de consecuencias por acoger a Brahim GhaliCEUTA, 17 May. 2021 (Europa Press) -La Delegación del Gobierno en Ceuta ha cifrado a última hora de la tarde en más de 2.700 el número de ciudadanos marroquíes que han accedido irregularmente a la ciudad autónoma durante este lunes bordeando los espigones marítimos fronterizos del Tarajal y Benzú ante la pasividad de las fuerzas de seguridad del país vecino, que según fuentes policiales no están haciendo “nada” para contener la salida de compatriotas hacia la localidad española.Algo más de un tercio del total, unas 700 personas según la Delegación, han asegurado ser menores de edad a su llegada a territorio nacional, lo que impedirá la devolución inmediata del contingente que esperan poder realizar las autoridades españolas a partir de los contactos establecidos entre los ministerios de Interior y Asuntos Exteriores con el Reino alauita.La Comandancia General de Ceuta ha ofrecido 300 literas militares para acoger en las naves de los polígonos comerciales del Tarajal, en su inmensa mayoría vacías desde el cierre de la frontera el 13 de marzo de 2020 por la pandemia, a los recién llegados, que están siendo sometidos a pruebas de covid-19.La oleada migratoria comenzó al filo de las 2.00 horas de la madrugada de este lunes por el espigón norte del perímetro fronterizo y durante la noche y todo el día se ha extendido también al Tarajal, en el extremo sur, por donde los marroquíes, en su mayoría jóvenes varones pero también mujeres e incluso niños, superan la barrera fronteriza sin ningún control.Aviso de marruecosLa llegada de migrantes a Ceuta se produce apenas una semana después de que el Gobierno marroquí avisara de que la acogida en España por motivos humanitarios del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, podría tener “consecuencias”.Por el momento las autoridades marroquíes no han comentado las cifras inéditas de migrantes que han cruzado sin ningún problema hacia la ciudad autónoma, mientras que la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, esta mañana se limitó a comentar que no le constaba que el Gobierno marroquí hubiera optado por levantar la mano con los migrantes como medida de presión.Sin embargo, sus palabras se han producido cuando eran apenas un centenar los llegados mientras que el último balance ofrecido por la Delegación del Gobierno en Ceuta habla ya de más de 2.700 marroquíes que han cruzado de manera irregular, de los que nos 700 dicen ser menores.Marruecos avisó a España de que extraería “consecuencias” de la acogida de Brahim Ghali, ingresado en un hospital de Logrono desde el pasado 20 de abril para recibir tratamiento contra la COVID-19.Acto premeditado de españaEn un duro comunicado publicado el pasado 8 de mayo, el Ministerio de Exteriores afeó particularmente la decisión del Gobierno de no informar de antemano a Rabat, lo cual “no es una simple omisión”, sino “un acto premeditado, una elección voluntaria y una decisión soberana de España, de la que Marruecos toma nota” y de la que “extraerá todas sus consecuencias”.Igualmente, puso en tela de juicio los motivos humanitarios que sustentarían la presencia de Ghali en suelo español, subrayando en particular que el también presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) tiene causas pendientes con la justicia española y no ha sido detenido por ahora y que su ingreso se hiciera presuntamente con identidad falsa.Marruecos dejó claro que “la preservación de la asociación bilateral es una responsabilidad compartida, que se nutre del compromiso permanente de salvaguardar la confianza mutua, una cooperación fructífera y la salvaguarda de los intereses estratégicos de dos países”.Evitar una escalada verbalEntretanto, desde el departamento que dirige González Laya se ha intentado desde el principio evitar una escalada verbal ya después de que el Ministerio de Exteriores marroquí convocara al embajador español en Rabat, Ricardo Díez-Horchleitner, el pasado 22 de abril para pedir explicaciones.Días más tarde, González Laya sostuvo que se habían dado “las explicaciones oportunas” a Rabat después de que su homólogo marroquí, Naser Bourita, planteara en una entrevista al Gobierno español si estaba dispuesto a sacrificar su relación con Rabat por este asunto.En todo caso, y para tratar de tranquilizar a Marruecos, la ministra aseguró entonces que si la justicia española, que es “independiente”, entiende que Ghali debe comparecer por las causas en su contra, entonces “comparecerá” puesto que el Gobierno es “exquisitamente respetuoso con la actuación de la justicia”.También después de que Rabat amenazara con “consecuencias” la ministra prefirió contemporizar. “No voy a añadir nada a lo dicho en días anteriores”, señaló el 11 de mayo.”España está siempre en contacto con las autoridades marroquíes, desde la discreción, y no lo hará de manera pública a través de los medios de comunicación”, acotó, sin entrar a valorar si temía que Rabat opte por llamar a consultas a su embajadora, como ha hecho hace unos días con Alemania.En el caso alemán, la decisión de Marruecos de retirar a su embajadora en Berlín es en protesta por la postura de este país respecto al Sáhara Occidental, lo cual generó estupor en el Gobierno alemán, que insiste en que no ha cambiado de posición respecto a esta cuestión. “Estamos muy sorprendidos”, reconocieron desde el Ministerio de Exteriores germano.La cumbre bilateral, aún pendienteEl nuevo pulso diplomático entre los dos países se produce cuando aún está pendiente cerrar con Marruecos la fecha para la Reunión de Alto Nivel. La cita estaba prevista para el pasado diciembre pero fue aplazada por la pandemia. Inicialmente se apuntó a su posible celebración en febrero o marzo, pero a día de hoy sigue sin haber fecha prevista.Desde el Ejecutivo se ha insistido repetidamente en que la relación y los contactos son fluidos, con conversaciones en las últimas semanas de ministros con sus pares marroquíes, y que la cumbre se celebrará cuando las circunstancias sanitarias lo permitan.Por otra parte, un reciente informe advierte de que la decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental ha sido la guinda en un proceso en el que el reino estaba inmerso para afianzar su posición como potencia regional y en el continente y que pasa por un rearme frente a su rival, Argelia.La consecuencia de todo ello es una mayor amenaza para España al otro lado del Estrecho de Gibraltar, según sostienen Guillem Colom, Guillermo Pulido y Mario Guillamó en su informe ‘Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y la amenaza militar sobre España’ publicado por el Instituto de Seguridad y Cultura (ISC), advirtiendo de que en juego podría estar la integridad territorial de nuestro país.

Fuente: La Nación

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BRASILIA, 17 mayo (Reuters) – Brasil recibirá el sábado y a
principios de la próxima semana ingredientes de China para
producir hasta 25 millones de dosis de las vacunas AstraZeneca y
Sinovac para el COVID-19, dijeron el lunes funcionarios del
Ministerio de Salud y del estado de Sao Paulo.Rodrigo Cruz, secretario ejecutivo del Ministerio de Salud,
dijo que el centro biomédico de Fiocruz recibirá dos lotes de
ingredientes para 18 millones de vacunas de AstraZeneca
el sábado, mientras que el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria,
dijo que el instituto biomédico Butantan del estado recibirá
ingredientes para 7 millones de vacunas el 26 de mayo.”La buena noticia es que hoy he recibido la confirmación de
que estos dos lotes se enviarán el 21 de mayo. Es suficiente
para producir aproximadamente 18 millones de dosis”, dijo Cruz
en una audiencia de la comisión del Congreso sobre la crisis del
COVID-19.Cruz afirmó que los dos lotes iban a ser enviados por
separado el 21 y el 28 de mayo, y que llegarían al día
siguiente.”¡Buenas noticias! La llegada del nuevo lote con 4 mil
litros de insumos, capaz de producir 7 millones de vacunas, está
prevista para el 26 de mayo”, tuiteó Doria.Tanto Fiocruz como Butantan dependen de los ingredientes de
China para producir las dos vacunas más comunes para el COVID-19
que se usan en Brasil.La semana pasada, Butantan paralizó la producción debido a
la falta de suministros de la empresa china Sinovac Biotech
, mientras que Fiocruz dijo que la producción de dosis de
AstraZeneca se detendría esta semana hasta que llegaran nuevos
suministros.Sólo el 17% de los habitantes de Brasil ha recibido al menos
una dosis de la vacuna y sólo el 8% está completamente
inmunizado. El país ocupa el puesto 30 del mundo en cuanto a las
primeras dosis administradas, según un análisis de Reuters.(Editado en español por Javier López de Lérida)

Fuente: La Nación

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LA HABANA (AP) — La principal avenida de La Habana amaneció el lunes con una bandera cubana gigante ondeando junto con otra multicolor que representa la diversidad sexual para marcar el Día Internacional contra la Homofobia y en paralelo se prepara un nuevo Código de Familias que podría aprobar el matrimonio gay.Los transeúntes se sorprendieron y tomaron fotos o selfis de la Calle 23 con su espectacular vista al mar. Este lugar fue el elegido para instalar las insignias en la parte frontal del Ministerio de Salud y como parte de las jornadas que se llevan a cabo a favor del respeto a la comunidad.“Estoy muy emocionado de pasar por 23, La Rampa y encontrarme la bandera multicolor que representa a las personas LGBTI y justo al lado de nuestra bandera cubana y que estén ondeando las dos juntas”, dijo a The Associated Press, Julio Vicente Serrano, de 33 años y dueño de una casa de arrendamiento para turistas.Las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia que se celebran desde hace 14 años, solían contar con una “conga” que recorría las calles, ciclos de conferencias y paneles, así como eventos culturales. No obstante, en este año, debido a la pandemia del nuevo coronavirus, se debió suspender la manifestación y el resto de las actividades se programaron –del 4 al 21 de mayo– de manera virtual.Actualmente la isla enfrenta una abierta polémica sobre la legalización o no del matrimonio igualitario, que se hizo patente a partir de 2019 cuando comenzaron los debates públicos de la Constitución en vigor desde ese año.En el proyecto original de Carta Magna se incluía la posibilidad de este tipo de uniones gays pero tras las discusiones ciudadanas en los barrios y centros laborales, los legisladores modificaron el artículo correspondiente indicando que la autorización para matrimonios de personas del mismo sexo y el alcance de los mismos serían materia para el Código de Familias que se aprobará .La principal resistencia está encabezada por algunas iglesias evangélicas cubanas.Mariela Castro, diputada, directora del Centro de Educación Sexual (Cenesex) e hija del expresidente Raúl Castro y quien lidera la jornadas contra la homofobia, se mostró satisfecha con la colocación de ambas banderas al frente del Ministerio de Salud. “Todos los derechos para todas las personas están simbolizado en esas dos banderas”, dijo a la AP mientras tomaba fotografías de las insignias.“Siempre en cualquier cosa que se hace, hay gente que no está de acuerdo y gente que no le gusta y gente que se alegra y gente que está molesta, pero es un mensaje muy claro, de la voluntad política consensuada, explícito de que el Partido Comunista de Cuba, el Estado y el gobierno están desarrollando una política en favor de los derechos de las personas LGTBI en nuestro país”, señaló Castro.Se espera que el Código de Familias se presente a la Asamblea Nacional del Poder Popular en el mes de julio, cuando se definirá el cronograma de un referéndum para ponerlo a consideración de la población. Castro forma parte de la comisión revisora del proyecto.La colocación de las banderas juntas y la posibilidad de la legalización de las uniones de personas del mismo sexo fue rechazada por algunas personas. “Dios creó al hombre varón y sacó de la costilla del hombre una mujer. E hizo al hombre para la mujer y a la mujer para el hombre”, dijo con tono molesto el pastor Fernando de 53 años. “Ese matrimonio no es aprobado por Dios, por eso la humanidad, el mundo, está como está”.El reverendo Moisés de Prada, líder de la Asamblea de Dios, unas de las instituciones pentecostales más numerosas, llamó a sus feligreses a enviar cartas al despacho del presidente Miguel Díaz-Canel protestando por el nuevo Código de Familias y en defensa de lo que llamó “el plan original de Dios” o sea las uniones heterosexuales.En una comparecencia reciente, Castro mostró una encuesta realizada en 1988 en la cual solo el 23% de los cubanos entrevistados apoyaban el reconocimiento de los derechos LGBTI, contra el último sondeo realizado en 2016 y según el cual el 77% de las personas entre 15 y 74 años se mostraron a favor.————Andrea Rodríguez está en Twitter: www.twitter.com/ARodriguezAP

Fuente: La Nación

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Ciudad de méxico (ap) — después de viajar a marruecos en su primera temporada, la familia derbez vuelve a las andadas ¡por carretera!Eugenio Derbez, su esposa y sus hijos se montan en un camper para recorrer zonas rurales de Estados Unidos. El drama, los momentos graciosos e incluso espirituales están a flor de piel en “De viaje con los Derbez”, que estrena su segunda temporada el jueves en Pantaya en Estados Unidos y Puerto Rico, y en Amazon Prime en Latinoamérica.“Conoces mejor el mundo por carretera que en avión”, dijo Derbez en una entrevista reciente por videollamada. “El hecho de estar encerrados durante un mes con toda la familia nos hizo conocernos más, platicar más, tocar temas más profundos. Fue una gran decisión viajar por carretera”.Después de la primera temporada, en la que viajaron por primera vez juntos, no todos en la familia estaban listos para hacer una nueva travesía y encima llegó la pandemia, por lo que parecía algo imposible de lograr.“Fui muy valiente y fui de las que sí quería (hacerlo)”, dijo la actriz y cantante Alessandra Rosaldo, esposa de Derbez, quien en la primera temporada pasó más de un susto por las ocurrentes aventuras en las que se enfrascaba el actor, como tratar de encantar serpientes. “Y no es fácil, para nada es fácil. Hay momentos en los que digo: ‘¡Soy una idiota! ¿Para qué dije que sí? Quiero salir corriendo’. Pero al final del día, viajar en familia para mí sigue siendo lo más bello del mundo”.Rosaldo destacó las memorias que están creando para su hija de 6 años, Aitana, con sus medio hermanos Vadhir, José Eduardo y Aislinn, hijos de Derbez de relaciones anteriores: “La primera vez que se subió a un camello, la primera vez que vio un alce, todas estas cosas no tienen precio. Entonces me aguanto lo que me tenga que aguantar”, señaló.Como un claro reflejo de la época, Vadhir Derbez se contagió de COVID-19 justo antes de que comenzara el rodaje y no los pudo acompañar físicamente, pero sí participó en la serie de manera remota. Para el también actor fue una pena no poder estar en este viaje con deportes extremos y parajes naturales impresionantes.“Como niño chiquito antojado y triste que lo dejaron sin ir a Disneylandia, me quedé con muchas ganas y más porque creo que este viaje que fue muy al estilo natural en medio de la nada, en el bosque, acampando, haciendo actividades extremas en la naturaleza, es mi mero mole”, dijo. “El saber que no pude ir y que ellos que no son tan así están disfrutando algo que a mí me encantaría hacer, como que sí me pudo (emocionó) mucho, pero lo viví a través de ellos y lo van a poder vivir ustedes”.En cambio, José Eduardo Derbez, quien es todo lo contrario a Vadhir, se sintió como pez fuera del agua en este viaje en el que nuevamente tuvo que abrirse a experiencias distintas.“A mí me tienen en la calle de la amargura, no se vale”, dijo. “Para mí es ‘a ver, búsquenle cómo sufre José Eduardo’… Yo a superar miedos de nuevo. Ya estoy harto de tanto miedo. Parece la casa del terror”.Además de estar en familia, Eugenio Derbez estaba feliz porque pudo llevar a su adorada perrita bulldog Fiona, aunque acotó que fue complicado porque había el riesgo de encontrar animales salvajes.“Dicen que tengo una obsesión con Fiona, pero la verdad no sabes cómo somos uña y mugre ella y yo… Cuando vi la oportunidad de llevármela, me cambió la vida”, contó. “(Aunque) había muchísimos lugares donde nos decían ‘cuidado con los osos’. Cuando sacaba a pasear a Fiona a que hiciera pipí, no sabes el drama porque tenía miedo que fuera un oso a brincarle encima y se la fuera a comer”.Aislinn Derbez, quien en la primera temporada era una mujer casada y con una bebé, llega a esta segunda divorciada y sin su pequeña Kailani, de 3 años. La actriz aprovechó el viaje para darse un respiro, abrirse y mostrar que hay una vida después y que se pueden hacer cosas con mucha positividad desde otra posición dentro de la familia. De una forma muy honesta se aborda el tema de su separación del actor Mauricio Ochmann en el primer capítulo.“Fue un viaje que disfruté muchísimo”, dijo. “Mau y yo decidimos que también era lo mejor para la bebé el no estar con jornadas de trabajo tan pesadas. Creo que no es algo apto para esa edad, y fue para mí darme este espacio. Fue la primera vez que viajaba sola sin ella y por un lado sí me entró esa culpa que nos da a todas las mamás, pero por otro lado descubrí esta nueva faceta de decir: ‘Claro que nos podemos dar estos momentos solas, estas vacaciones para nosotras’”.En su segunda temporada, “De viaje con los Derbez” incluye siete episodios de media que muestran a la familia en lugares como el puente Perrine Bridge en Twin Falls, Idaho (uno de los más altos en Estados Unidos), el Parque Nacional Yellowstone, el Parque Nacional Glacier en Montana y otros lugares para acampar con vistas espectaculares.Los primeros cuatro episodios estarán disponibles el 20 de mayo. Los tres restantes el 27.

Fuente: La Nación

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La fachada de la sede de la Asociación Israelita de Bahía Blanca, donde funciona una escuela, fue escenario de un ataque antisemita, con amenazas contra la comunidad judía, este domingo a las 23.20. El responsable de este acto vandálico y criminal fue filmado por las cámaras de seguridad del lugar.Las pintadas realizadas sobre las paredes de la institución contenían amenazas de muerte y discursos de odio. La imagen del agresor se dio a conocer en las redes sociales, y la filmación está siendo analizada en la Justicia para poder dar con él. A simple vista, parecería ser una persona joven, pero es difícil saberlo ya que tenía su rostro cubierto con un cuello polar, llevaba un gorro de lana, campera y guantes.Jorge Rial fue agredido e increpado mientras viajaba hacia Miami a vacunarseLa imagen del responsable del ataque a a Asociación Israelita de Bahía Blanca, captada por las cámaras de seguridad. (Twitter: @hector_/)Héctor Gay, intendente de Bahía Blanca, repudió lo ocurrido en el edificio ubicado en la calle Lavalle 54. “Mi más enérgico repudio a los ataques antisemitas que sufrió una sinagoga de nuestra ciudad. No vamos a tolerar este tipo de actos que atentan contra la comunidad israelita y el resto de la sociedad. Promover la violencia, el odio y la discriminación nunca será el camino”, escribió en Twitter.El mensaje de repudio del intendente de Bahía Blanca a las pintadas sobre la fachada de la Asociación Israelita de Bahía Blanca. (Twitter: hector_gay/)En los comentarios, varios bahienses le aclararon que no se trata de una sinagoga sino de la sede de la Asociación Israelita. Allí, funciona una escuela inicial, primaria y secundaria.Video: graban a una profesora que insultó a un alumno por negarse a usar barbijoEl doctor en Ciencias Políticas e investigador adjunto del CONICET, Sebastián Linares, fue el primero en sacar a la luz lo ocurrido. “Antisemitismo en Bahía Blanca, hoy día lunes 17 de Mayo, en la escuela hebrea de Bahía. Allí a donde van nuestros hijos a educarse, la cuna de la tolerancia liberal, según imaginó Sarmiento. Es de una gravedad máxima”, apuntó en Twitter.”Gravedad máxima”, así calificó Sebastián Linares el ataque a la sede de la Asociación Israelita, en Bahía Blanca. (Twitter: @seb/)Su mensaje fue compartido por el director de Comunicación en Embajada Británica en Buenos Aires, Oliver Galak, quien contó que concurrió a esa escuela entre los cuatro y los 17 años.Asimismo, publicó un zoom de la foto del atacante en la que queda en evidencia que no actuó solo. “Si prestan atención, a la derecha de la foto se ve que un cómplice lo estaba grabando mientras escribía su amenaza contra chicos por el solo hecho de ser judíos. Quizás ese video esté circulando ahora por el submundo de redes sociales nazis”, indicó.Oliver Galak mostró en Twitter que hubo un cómplice en el ataque a la Asociación Israelita de Bahía Blanca. (Twitter: @olivera/)Luego, una usuaria (@tamibronfman) compartió una segunda foto en la cual se ve mejor al segundo implicado. La imagen deja en claro que la otra persona estaba filmando a quien hacía las pintadas.Una usuaria mostró que el cómplice de la persona que realizó las pintadas sobre la Asociación Israelita de Bahía Blanca grabó un video del ataque. (Twitter: @tamibronfman/)La situación fue repudiada en las redes sociales y causó dolor en la comunidad judía. Una joven llamada Dina contó sobre esa sede de la Asociación Israelita: “Acá funciona toda nuestra vida comunitaria judía: escuela hebrea, tnua (movimiento juvenil), deportes, asistencia social, etcétera”. La usuaria indicó en Twitter que esta situación le generaba “impotencia, tristeza, indignación”. Y reclamó: “¡Esto tiene que parar!”.

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Las leguminosas tienen una extraordinaria virtud: son capaces de crecer, desarrollarse y dejar descendencia sin la necesidad de obtener el nitrógeno (N) del suelo, siempre y cuando estén asociadas en simbiosis con ciertos grupos específicos de microorganismos saprófitos, denominados “rizobios”.Muchas especies de esta familia de vegetales cada vez se tornan más imprescindibles en los esquemas de producción agropecuaria no solamente por sus estructuras son ricas en N, sino porque algunas manifiestan su potencial simbiótico durante un período muy conveniente (principalmente primavera).“Dejen de agredirnos”: fuerte respuesta desde el campo por el precio del panEn las últimas campañas, especies de vicia tanto V. villosa como V. sativa encontraron un espacio en los esquemas de rotación agrícola principalmente como cultivos de cobertura o de servicios ecosistémicos o como abonos verdes. Las bondades de la incorporación de estos cultivos son varias, pero en esta nota estará centrada en la incorporación de N “biológico” o “del aire” al sistema.Desde el punto de vista de la agricultura comercial (aunque ahora está cambiando), las principales ventajas estuvieron enfocadas en la reducción de costos por el control de malezas y por la menor aplicación de fertilizantes nitrogenados.Las 3500 vacas robadas: quedó detenido otro empresario y ya son cinco en el casoSin embargo, desde la investigación también se vienen analizando otros aspectos relacionados con la sustentabilidad del sistema ajustando los números sobre el aporte real de N desde la simbiosis y de las ventajas de disponer en el suelo una “maquinaria biológica” funcionando.Según Arturo Burkart (1966), el género Vicia L. está distribuído en gran parte del territorio argentino (vicias indígenas). Precisamente por esta razón es que encontramos nodulación espontánea y específica en lotes sin antecedentes del cultivo. Aunque es muy valiosa esta diversidad, en términos de productividad, el potencial alcanzable se reduce, ya que estos rizobios se encuentran de forma aleatoria en el lote y con diferentes capacidades simbióticas.Para homogeneizar los aportes de N vía simbiosis en un lote de producción y para ajustar los cálculos, es fundamental “inocular” las vicias (más aún en lotes sin historia de este cultivo) con rizobios específicos seleccionados justamente por la eficiencia simbiótica.La inoculación de las semillas de vicia es ni más ni menos para que los rizobios encuentren rápidamente los sitios de infección y las condiciones propicias para generar una estructura nodular donde sucederá la fijación de N. El vehículo para que esto suceda es el inoculante, formulado líquido o pulverulento en el que los rizobios se encuentran vivos, activos y en las cantidades adecuadas.Actualmente, la cepa elite de rizobio utilizada de los inoculantes para vicia del mercado argentino es la D70 de Rhizobium leguminosarum variedad simbiótica viciae. Además, D70 es la recomendada por el INTA para la formulación de inoculantes de arveja y lenteja y es hasta el momento la que es capaz de generar un sistema nodular temprano y fijar N de forma eficiente en todos los cultivares comerciales y en todos los ambientes donde fue evaluada.En las evaluaciones de Enrico y col (2020) fueron publicados los resultados de diez ensayos, sobre tres ambientes pampeanos (Oliveros, Uranga y General Villegas, n= 73) durante cinco campañas (2012-2017) las respuestas a la inoculación de V. sativa y V. villosa. Estos autores determinaron un porcentaje promedio de FBN del 60%, con un promedio de 99 kg N ha-1. derivado de la FBN, con un rango intercuartil de 59 y 120 kg N ha-1. y una mejora en los aportes de N por la inoculación del 43%.Por otro lado, el N residual proveniente de las estructuras vegetales de la vicia tuvo un efecto muy positivo para el maíz que le siguió en la secuencia y sin diferencias con la fertilización de 180 kg N ha-1. en los trabajos realizados por Gudelj y col (2010) en la localidad de Marcos Juárez (Córdoba), similares respuestas fueron encontradas por Enrico y col (2020), pero con una fertilización de 60 kg N ha-1.Desde el Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (Imyza) del INTA, se viene trabajando en tres líneas de investigación, en el marco de su cartera programática 2019-2024, sobre el desarrollo de nuevas cepas nativas de R. leguminosarum con alta eficiencia simbiótica que puedan mejorar o acompañar las ventajas actuales de la D70 con el fin de desarrollar nuevas formulaciones de inoculantes.En otro orden de trabajo, desde la Mesa de Nutrición Biológica expertos en diferentes especialidades sobre la nutrición vegetal generaron un espacio de debate y discusión en el marco de una interacción público-privada sobre las ventajas del uso correcto y responsable de los productos de origen biológico y su impacto en el contexto productivo actual.El autor es investigador del INTA e integrante de la Mesa de Nutrición Biológica

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Los mechones de pelo que recogen del desagüe de la bañera cuando han terminado de ducharse, si es que pueden, son mayores que antes. Necesitan dormir 10, 12 horas, y se levantan como si no lo hubiesen hecho. Caminar 100 pasos les supone un esfuerzo, 300 a veces es imposible: ya no corren, ni montan en bici, ni entrenan. Tampoco huelen, ni saborean un plato nuevo, o el cocido de su casa de toda la vida. Ni un helado, ni un vino, ni una cerveza, ni un simple chicle. Han olvidado teclear en una computadora, hay palabras que no encuentran al hablar y no van de compras si no es con una lista escrita. No consiguen concentrarse en una serie de televisión más de 10 minutos. Dolores de cabeza, de piernas, en el pecho. Conjuntivitis, infecciones de orina, mareos.Ninguno de quienes sufren algunos de esta larga lista de problemas ha cumplido aún los 35 años, pero sus días son los de quien tiene 40 más y mil achaques. Se contagiaron hace meses de coronavirus, no llegaron a ingresar en el hospital y algunos incluso pasaron la infección con síntomas leves. Pero lo que vino después, dicen, no lo quiere nadie. Su vida, la de antes, se quedó paralizada en el momento en el que el virus llegó. Y no saben cuándo podrán recuperarla.Son pacientes con covid persistente o long covid, un término que la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Sanidad ya recogen. Este último la define como “un síndrome que se caracteriza por la persistencia de síntomas de covid-19 semanas o meses después de la infección inicial, o por la aparición de los síntomas tras un tiempo sin ellos”. Y sin que esté relacionado con cómo pasaron la enfermedad en un principio, “por lo que puede afectar tanto a pacientes leves como a graves hospitalizados”.Hay aún pocos estudios y muchos profesionales no conocen a fondo las dolencias que afectan a estos enfermos, que aseguran sentir muchas veces desamparo. Con lo que se conoce hasta ahora, la estimación es que lo sufren un 20% de los que contrajeron el virus unas cinco semanas después de la infección y uno de cada diez, más allá de los tres meses. La encuesta entre estos pacientes que el año pasado hizo la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) junto a los colectivos de afectados Long Covid Acts —la unión de los grupos de las distintas autonomías que reúne a unas 3.000 personas—, concretó un perfil: mujer, de 43 años, que lleva más de 185 días con síntomas que no desaparecen.Con más de 3,6 millones de contagios registrados en España, la cifra de personas con estas dolencias podría sobrepasar las 360.000. Paula Salcedo tiene 21 años; Miguel Méndez, 34; Bárbara Llorente, 31; Laila Martínez, 34, y Laura Fernández, 28. Son solo cinco de los alrededor de 70.000 que, según esas estimaciones, hay en Madrid. Si se les recuerda las imágenes de las celebraciones del pasado fin de semana tras la caída del estado de alarma, la respuesta es similar: un brevísimo silencio y palabras como “cabreo”, “indignación”, “rabia”, “miedo”, “repulsión” o “pena”. Saben que los que coreaban el sábado de madrugada “hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual” no son la mayoría, pero no entienden que, tras un año y tres meses de pandemia, 713.185 contagiados y 24.011 muertos solo en Madrid, 79.339 en todo el territorio, haya quien todavía no perciba el riesgo para sí mismo y para los demás en apelotonarse en grupos, abrazarse, besarse y estar sin mascarilla aún siendo en la calle o en meterse en un piso con otra docena de personas.Paula Salcedo“Me levanto, doy 20 pasos, salgo a la terraza a que me dé un poco el sol, como, me tumbo. Esa es prácticamente mi vida”Paula Salcedo junto a su madre, María Jesús Cañas, el 13 de mayo de este año en su casa, en Madrid (Álvaro García/)Paula no sabe cómo se contagió, pero el sábado de enero del temporal Filomena se levantó con dolor de garganta y creyó que había cogido frío. Cuatro días y unos cuantos paracetamoles después, la vio su médico de cabecera y un test de antígenos le dio positivo en 15 minutos: “Ese mismo día empecé con todos los síntomas: falta de aire, dolores de cabeza muy fuertes, musculares. Estaba hecha un trapo pero tranquila, porque pensé que eran dos semanas”. Al día siguiente llegó la fatiga y desaparecieron el gusto y el olfato. Su madre, María Jesús Cañas, con quien vive, también se contagió. “Ella se recuperó al poco y a mí los síntomas se me fueron durante unos días, excepto la disnea, respiraba raro, y ni gusto, ni olfato. En el centro de salud me dijeron que era normal y me dieron el alta”. Días después, comprando en un supermercado, volvió el dolor de cabeza, el malestar y el dolor de garganta, “como si estuviese empezando otra vez”.Cuando a su madre también recibió el alta, salieron a pasear: “Me ahogaba, no podía, muchos mareos, dolor de cabeza”. Su médica le repitió que pasaría. “Tú, tira normal’, me dijo. Yo intentaba hacer como si nada, pero no era nada. Volví a llamar y me dijo que era muy aprensiva, que tenía ansiedad y que tenía que hacer mi vida. ¿Qué vida? Luego llegaron las taquicardias e infinidad de cosas que a día de hoy no han parado”. Estudiaba Protocolo y Organización de Eventos y tuvo que dejarlo, no podía fijar la vista ni concentrarse. Se acababa de comprar unos patines, están guardados en el armario. Cuidaba a un niño en su urbanización, en Boadilla del Monte, tampoco puede ya. Tiene insomnio. “Me levanto, doy 20 pasos, salgo a la terraza a que me dé un poco el sol, como, me tumbo. Esa, esa es prácticamente mi vida”, dice Paula. Intenta aguantar el llanto. Todas sus analíticas y pruebas salen limpias, pero hay días en los que ella piensa que ojalá no fuese así: “Que algo salga mal, que sepan qué me pasa, me pongan tratamiento y me cure”.Se han detectado hasta 200 síntomas distintos. Jesús Díez Manglano, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), explica que la media, concomitantes, son 30: “No hay ninguna enfermedad que se manifieste con tanta sintomatología a la vez. Estamos ante una patología desconocida que puede provocar muchísimas molestias y muchas personas que viven con mucha preocupación o mucha incertidumbre, que no saben lo que va a pasar o lo que ha ocurrido”. Lo que sí han percibido, añade Díez, es que quienes a pesar de las dolencias siguen o intentan seguir con sus rutinas, “alcanzan una mejor funcionalidad con una disminución, si no desaparición, de aquellos síntomas que limitan la actividad”.La falta de certezas produce angustia en los enfermos. También en los profesionales de la salud. Hay una parte emocional y psicológica difícil de gestionar para todos. “Es un círculo vicioso. Cuando hay un componente de preocupación añadido, si yo limito mi vida, focalizo más en las sensaciones extrañas que tengo. La predisposición mental y la actitud mental es importante, pero la incertidumbre es complicadísima de manejar, más cuando estamos hablando de salud, y más con tanta opinión diversa”, ahonda el internista. En cualquier caso, afirma Díez, los médicos son científicos y como tal han de “proceder”: “Cuando tengo pruebas, digo ‘esto es así’, y cuando no las tengo digo ‘no lo sé’, pero no puedo decir ‘esto no es o no existe”.Ese “no te pasa nada” es algo que escuchan algunos enfermos de sus médicos de cabecera. La novedad de la infección y de los síntomas de covid persistente, sumada a la saturación que sufre el sistema sanitario, no ayudan a los choques que se producen de tanto en cuanto entre pacientes y profesionales por esta patología recién llegada. A veces, la privada es una vía de escape ante semanas o meses de espera para consultas o pruebas. Como ocurre en el caso de Paula.Su madre, autónoma, 52 años, ha tenido que dejar el trabajo, porque la atención que necesita es casi continua y el dinero no estira como para pagar a alguien el tiempo que ella pasaba fuera, más las consultas, más la vida diaria. No hay ayudas. “Entendemos que el foco está puesto en salvar vidas y vacunar, pero no se pueden olvidar de estas personas”, afirma María Jesús Cañas. “Hemos esperado tres meses para una consulta, dos meses para una prueba. Nos dicen que paciencia, pero es que se corta la vida de estas personas”.Pilar Rodríguez Ledo, responsable de Investigación de la SEMG y una de las principales impulsoras del proyecto de covid persistente —que ahora, junto a otras 47 sociedades científicas han elaborado una guía clínica de atención a estos enfermos, enviada al Ministerio de Sanidad— explica que esas dolencias que se solapan afectan a la calidad de vida y a la funcionalidad: “Estamos ante un problema de salud, pero no solo de salud, hasta un 70% de estos pacientes tienen problemas para mantener su actividad laboral o educativa”.Hay estimaciones, dice Rodríguez, pero no dato real: “No existe un registro de pacientes adecuado. Una vez que pasaba la enfermedad aguda, se daba el alta. Cuando volvían de nuevo se les daba de baja por el síntoma que tenían, no por la enfermedad. Es como si alguien tiene una neumonía y la baja es por fiebre, no por neumonía”. Por eso no hay registros claros, una inmensa mayoría de estos enfermos no están identificados o reconocidos; el cálculo es que “si entre el 10% y el 15% de los contagiados desarrollan síntomas de persistencia, con los contagios que hay, no solo los notificados, sino todos, estamos hablando de 500.000 personas”, dice Rodríguez.“Y si de ellos el 70% tienen limitaciones importantes para la actividad laboral, son unas 350.000 personas con problemas para trabajar. Y de ese 70%, si el 30% tiene limitaciones que se la impiden, estamos hablando de un número muy grande, más de 100.000 personas, que están seguramente con bajas laborales con otros motivos y otros diagnósticos, como síncopes, taquicardias, migrañas, diarrea… Pero el motivo es la covid”, explica. Esto se convierte “en un problema de salud, laboral, familiar y económico”, suma. “Los efectivos más jóvenes no pueden producir o los que encuentran empleo no lo podrán mantener, los que estudian no progresan de curso”.El pasado 1º de mayo, el colectivo Long Covid Acts publicó un manifiesto en el que pedían que se les reconociera derechos “como ciudadanas y ciudadanos”. “Personas en edad laboral productiva máxima y que hemos tenido que abandonar nuestro trabajo. Necesitamos que se reconozca la nueva enfermedad y se nos atienda debidamente para recuperar nuestra salud”, decía el documento, que añadía “una baja ajustada a la covid persistente y no a uno de los múltiples síntomas de ella” y la incorporación “paulatina” al trabajo. “Los que, en marzo del 2020, al inicio de la pandemia éramos un problema sanitario, nos hemos convertido, también, en un problema social y laboral que las autoridades responsables deben, porque nuestros derechos nos amparan, resolver y abordar”, cerraba el manifiesto.Miguel Méndez y Bárbara Llorente“De aquí a lo que suponga media hora, un kilómetro, no podemos hacer muchos planes”Bárbara Llorente y Miguel Méndez, en su piso de Madrid el pasado 13 de mayo (Álvaro García/)Del pequeño piso donde viven Miguel Méndez y Bárbara Llorente entra y sale a diario él. Su recuperación fue mejor, aunque un nuevo dolor de cabeza se ha quedado a convivir con sus antiguas migrañas. Llorente, diseñadora gráfica en una editorial, lleva de baja más de un año; Méndez, tras la suya, dejó su trabajo en la cocina del hospital Ramón y Cajal, donde se infectó, y consiguió entrar en la bolsa de profesores para dar clase en un instituto, para lo que se preparaba y donde ahora está a media jornada.¿El deporte al aire libre, el gimnasio, los viajes? Se acabaron. Pero él sabe que al menos ha recuperado una parcela de su vida. Ella no: “He mejorado y en cierto modo me he acostumbrado a vivir así, con limitaciones. Me da miedo salir lejos de casa por si me canso”. Dolor en pecho, garganta y cabeza, “mucho”, y un “agotamiento constante”. Bárbara Llorente corta a ratos el relato por la tos. Mientras, Méndez cuenta que hasta el supermercado supone una planificación: “Según el día, vemos hasta qué punto va a poder aguantar de pie. De aquí a lo que suponga media hora, un kilómetro, no podemos hacer muchos planes”.Ya no la ayuda en el baño, pero tiene presente ese y otros momentos, como la decena en las que tuvieron que ir a urgencias porque a ella le faltaba el aire. Las pruebas, sin embargo, “salían bien”, dice ella. A los cinco meses de haberse contagiado, le detectaron un tromboembolismo pulmonar. Acabó ingresada una semana. También se dieron cuenta de que caminaba “raro”. Hiperreflexia, fue el diagnóstico en una de las consultas poscovid en su hospital, una reacción anormal y exagerada del sistema nervioso involuntario.Pruebas y más pruebas. “Siempre con retraso”, dice ella. “Y lo entendemos, pero la desesperación es absoluta, mi próxima cita con el neumólogo es el 18 de noviembre”. Ambos están tomando antidepresivos. “Ves que tu vida no es normal”, dice él. “Miramos a veces las fotos de cuando salíamos de viaje, y esta limitación ahora…”, dice ella. Respira hondo y llora: “Es que van a abrir la piscina, que está a 500 metros, y ahora mismo no podría ir. Algo tan tonto como acercarme a la piscina”. Méndez resume: “La gente piensa que solo hay secuelas si pasas por una UCI, pero no es así. Esto es una lotería, yo trabajaba en el hospital y me contagié y no tuve opción, pero viendo lo del fin de semana pasado… Ellos sí la tienen”.A veces, muy pocas veces, alguien joven acaba en una unidad de cuidados intensivos, donde se trata a los enfermos más graves, los que no pueden respirar por sí mismos. No hay datos consolidados e Isidro Prieto, intensivista y tesorero de la Sociedad de Medicina Intensiva de Madrid, hace una estimación según sus ingresos durante la pandemia: entre un 5% y un 10% de los pacientes que llegaron a su unidad están por debajo de los 40 años. “¿Es probable que una persona joven acabe en una UCI? No, pero transmiten la enfermedad y tienen padres, abuelos, amigos y padres de amigos. Si el que yo esté bien, pero puedo transmitir la enfermedad y alguien tiene la posibilidad de morir no se ha entendido a estas alturas es que en algo hemos fallado”, dice. Y añade: “Que sea más improbable no significa estar exento, cuando somos jóvenes pensamos que somos inmortales, pero el riesgo existe”.Desde el pasado verano, la mayor tasa de contagios se produce entre los adolescentes y los adultos jóvenes. Cada semana, el boletín epidemiológico de la Comunidad de Madrid incluye la misma anotación: “En los últimos 14 días la mayor incidencia acumulada corresponde al grupo de entre 15-24 años”. Según el último, del martes, desde el 11 de mayo de 2020, la mayor incidencia se ha dado en ese grupo de edad, con 12.336 casos por cada 100.000 habitantes; y, en números absolutos, el de 25 a 44, con 208.467 contagios. En las dos últimas semanas, la población de esa edad ha registrado 6.973 contagios y los de 15 a 24 años, 2.795.“Quien acaba intubado en una UCI, tenga 20 o 70 años, acaba por el fallo de un órgano, que sobrecarga al resto, se ponen al límite y empiezan también a fallar, es lo que llamamos fallo multiorgánico, lo tienen la mayoría de pacientes”, explica Prieto. Y nada de lo que hacen allí para conseguir que salgan adelante está libre de complicaciones: “La ventilación mecánica genera problemas, el sedante y el relajante que ponemos genera daños, la patología por la que ingresan genera daño”.Cuando se despiertan, rodeados de tubos, desorientados, sin tolerar la comida y prácticamente inmovilizados, empieza la siguiente fase, recuperarse de ese paso por críticos. Es el síndrome post-UCI. “Pueden ser semanas, meses o años, depende de la gravedad y del paciente, pero las cicatrices, el deterioro cognitivo y físico, es grande, también el emocional. Se necesita apoyo psicológico y médico durante mucho tiempo”, dice el intensivista. “Esto no es salgo de aquí y sigo con mi vida como si nada hubiese pasado, y puede pasar”, advierte.Laura Fernández“Cuando estaba a punto de conseguir lo que había soñado desde que tenía siete años, todo se me fue a la mierda”Laura Fernández, cerca de su casa, en Madrid, el 14 de mayo de 2021 (Álvaro García/)Sin haber pasado por una UCI, Laura Fernández tiene más cerca que muchos otros jóvenes lo que ocurre en los hospitales. Su madre, profesional de la salud, fue la cadena de contagio, en marzo de 2020. Pasó con febrícula 55 días. Ni una PCR: “En aquel momento no había pruebas para nadie, pero el médico de cabecera de mi madre, que era quien le hacía el seguimiento, me dio por positivo”. Le duelen menos los síntomas del virus que haber tenido que aparcar la tesis doctoral. “Arqueóloga. Y cuando estaba a punto de conseguir lo que había soñado desde que tenía siete años, todo se me fue a la mierda”.En su casa pasaron miedo. Tiene además una hermana pequeña, discapacitada psíquica; se preguntaban qué ocurriría si les pasaba algo. “Si alguna empeoraba, se marcharía al hospital y la otra se quedaría con mi hermana”, recuerda. Todo le pesa, pero lo aguanta: “Los síntomas se fueron pero volvieron. No me vine abajo, he redirigido la carrera y ahora estudio oposiciones, para museos”. Pero no va deprisa. Le duele el pecho, tiene dos inhaladores de mantenimiento y uno de rescate, niebla mental y pastillas para que la ayuden a concentrarse, “no es una solución, es solo un parche”. Olvida caminos que ha hecho “40 veces”, palabras, y su vida social ha pasado “del 80 al 1”: “Veo a mi chico y porque vive a 15 minutos”. Llega a tener 160 pulsaciones en reposo y la saturación de oxígeno se desploma con cualquier esfuerzo.¿Ahora qué? “Ahora, a veces, odio un poco a la gente que se comporta como si no hubiese pasado nada, como si el resto no hubiese perdido a gente a la que quería. Veo los bares hasta arriba y me cabreo, la verdad”. Su ahora, solo el suyo, es seguir, algo que comparte con las alrededor de 700 personas que en Madrid forman parte del colectivo Long Covid Acts: “Mejorar, poder sacarme las oposiciones, recuperar mi vida tanto como pueda”.Laila Martínez“Empecé con problemas al hablar, al escribir, no conjugaba bien los verbos. Llevo tres meses en rehabilitación, leyendo textos de educación primaria”Laila Martínez, de 34 años, en su casa, en Madrid, el 13 de mayo de 2021El “cabreo” de Laila Martínez es algo mayor que el de Laura. Pidió las preguntas con antelación para esta entrevista: “Necesito escribirme las respuestas, se me olvidan cosas, me pierdo a mitad de las frases”. A lo largo de 46 minutos al teléfono, Laura tiene a su pareja cerca, por si se queda en blanco, y varias veces se hace el silencio: “Espera, que me he perdido”. Esta terapeuta ocupacional trabajaba para la Comunidad de Madrid, era parte del personal sociosanitario que hace valoraciones de dependencia. Andaba de acá para allá de centro en centro, de la sierra al sur, se quedaba cuando terminaba su jornada a ver el sitio donde estaba si aún no había estado nunca y si había algo “interesante”. Ahora, “las pruebas que hacía a quienes visitaba, no las paso yo”.Se contagió en la segunda ola, a mediados de septiembre. Correr, crosstraining, aerobic, lectura, todo fuera. Primero fueron los dolores de cabeza, la diarrea, dolor de estómago, muscular, mareos, calambres y sensación de estar febril sin estarlo. Al mes le repitieron la PCR, y con el negativo, el alta. “Entonces empezó la presión en el pecho, fui a Urgencias, no sabían por qué era. Ahora [los síntomas] van y vienen, algunos se mantienen, aparecen nuevos”. Intentó salir a caminar, cada día más. “Pero nada. Empecé a notar cosas extrañas, problemas al hablar, al escribir, no me salían las palabras, no conjugaba bien los verbos, mi marido me acompaña a la compra, porque a veces no entiendo a quien me habla”.Lleva tres meses en rehabilitación y con medicación. Lee y responde preguntas de textos de primaria con su logopeda. El lenguaje lo ha recuperado casi por completo, aunque sigue perdiendo el hilo de la conversación de vez en cuando. Le encontraron una calcificación en una válvula del corazón: “Me dicen que es muy raro en una persona joven, sin antecedentes familiares, pero no hay forma de saber si es por el virus”. Volvió a pillarlo sin saber cómo y después de vacunarse: “Ni siquiera salgo”. De una variante, la británica —la predominante en la Comunidad, con un 92%, según datos de la Consejería de Sanidad de este viernes—, según los resultados del análisis que mandaron a hacer con su muestra.Se le han sumado más síntomas: reacciones alérgicas, uveitis (una lesión ocular), se le cae el pelo, problemas de piel. “He mejorado mucho, pero estar durante ocho meses mala es difícil. Antes dormía seis horas e iba como un rayo, ahora con 10 la pila la tengo al 20%. Pero estoy bien, lo intento, si no, me hubiese tirado ya por un puente”.Un día después de la entrevista, el viernes, Laila Martínez tenía una consulta en un hospital público: “El médico especialista que me ha atendido me ha dicho: “Que tienes covid persistente… ¿pero eso qué es? ¿Sigues siendo contagiosa?”. Asegura que no es la primera vez que le pasa y le entristece, y le enfada, la falta de empatía con la que se encuentra a veces.Ella, a través del seguro médico de su pareja, también acabó yendo a la medicina privada y está asistiendo a rehabilitación respiratoria en un estudio de la Universidad Complutense. Sabe cuál es la situación de los profesionales, del sistema sanitario, “hasta arriba”, pero no deja de pensar que “las consecuencias las paga la gente, con su salud”. Ella, asegura, es una privilegiada porque puede pagarse la rehabilitación, “pero, ¿y quien no puede?”. Dice que llora y que es “como si tuviera principio de alzhéimer, todo lleno de post-it”. Dice que luchan, que siguen, pero que necesitan atención, investigación y “que la gente deje de hacer como si esto ya hubiese pasado, porque hay y puede haber mucha gente como yo. Éramos jóvenes y sanos y ahora tenemos vidas de personas mayores”.

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