Leer los diarios argentinos es leer los diarios de un país sin tiempo. Tanto que si reeditáramos diarios de hace 30, 50 o 70 años nos costaría darnos cuenta de que los títulos no son actuales. Consecuencias de un país que, con honrosas excepciones, hace demasiado tiempo que es puro presente. Lo único importante es este instante. Y si el presente requiere avasallar la justicia para acomodar los fallos a los deseos de turno, cerrar la exportación de carne para mentir que se intenta bajar la inflación, generar responsables falsos de los problemas de siempre para inventar conflictos que desvían la atención, pues allá vamos. Actitudes repetidas en los distintos presentes a lo largo de nuestra historia que, en lugar de darnos la pauta de que el camino es por otro lado, nos siguen tentando como si esta vez fuera a ser diferente hasta convertirnos en un país sin esperanza. ¿Qué habría de esperarse del futuro si todo es hoy? Nada, solo permanecer.Todo lo que hace el gobierno se enmarca en esa visión sin trascendencia, sin consecuencia, sin futuro. Como si nada de lo que pasa estuviera determinado por lo que pasó antes, como si el futuro no se construyera con las acciones del presente. El vacunatorio vip, ahora justificado por la necesidad de salvar a gente “importante” de la sociedad, como si eso existiera. El testeo trucho de Ezeiza. Los festejados vuelos de Aerolíneas para traer vacunas que le cuestan al país una enorme cantidad de recursos que deberían destinarse a comprar más vacunas, que no hay. Las declaraciones altisonantes que hoy defienden una cosa y mañana la opuesta con la misma vehemencia.Es cierto que en medio de una pandemia (cada vez menos global, porque quienes vacunan, salen), uno pueda verse atropellado por el presente. ¿Pero cómo explican entonces la respuesta del gobernador de mi provincia, Axel Kicillof, al exjugador de fútbol Matías Almeyda, que quiso proveer de vacunas a su ciudad natal de Azul? No solamente lo mandó a leer “las leyes argentinas”, con toda soberbia, sino que le espetó que “esta no es una cuestión de ‘sálvese quien pueda’, ni de ‘primero yo’. Me parece que es una visión mezquina”. ¿No entiende Kicillof que a este sálvese quien pueda nos empujan ellos que no consiguen vacunas y que cuando las consiguen vacunan a sus militantes? Como dice un viejo amigo: “nada importa, todo vale”.No solo se repiten errores del pasado como si no tuvieran consecuencias, sino que se lo hace con persistencia y compromiso. Cuando Alberto Fernández, al asumir, nos invitó a sumarnos a una visión de país en la que la unión y el trabajar juntos eran parte central, le di el beneficio de la duda. Creí que esa era su intención y que era posible que impusiera su visión a la de aquellos que solo querían volver a dominar todo para quedar impunes. Me equivoqué. No creo que nos haya mentido, creo que Alberto fue víctima de su inoperancia e incapacidad, extremadas por la pandemia. Creo que él soñaba con aunar fuerzas detrás de su visión y no con generar este país dividido y encaminado una vez más a una confrontación social importante. No pudo, no supo, quiero pensar que sí quiso.Ahora, frente a una derrota en la Corte por el decreto inconstitucional de cierre de escuelas, el presidente intenta una “cristinada” y busca cambiar la Constitución con una ley de mayoría simple. Indigno de un profesor de derecho, aun de un adjunto. Esta ley logra dos cosas: mostrar la desesperación del Presidente y que cuando Cristina aparece con una iniciativa, Alberto se alinea y se inclina por el país sin visión y sin futuro. La ley puede salir, pero va a sufrir las mismas consecuencias judiciales que el decreto. Es obvio y lo saben. Pero eso es mañana, hoy habrán ganado una batalla, aunque pírrica, mañana será otro día. No se puede vivir así.Debemos trabajar en organizar la resistencia. Los sectores productivos, los sindicatos que son menospreciados por Cristina, las organizaciones sociales que quieren generar empleo genuino, los padres que pelean por llevar a sus hijos a la escuela, los comerciantes que quieren trabajar, los profesionales que quieren ejercer tranquilos, los distintos partidos de oposición y también los sectores de la coalición de gobierno que están tan desencantados como nosotros con el fracaso de Alberto y su cristinización. Resistencia civil, ciudadana, pacífica. Cada sector tendrá su manera, abriendo escuelas, abriendo locales, marchando pacíficamente como lo hicimos el año pasado. Debemos mostrarnos unidos en la vocación de cambio. No queremos el país de hoy sin mañana. Queremos el país que, aprendiendo de su historia, construye hoy un mañana mejor para las generaciones futuras. Nada más y nada menos.

Fuente: La Nación

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Alejandro Sanz es un artista que lleva décadas de carrera. El músico de 52 años, comenzó a trabajar a finales de los ochenta, y su nombre pronto comenzó a ganar popularidad primero en España y luego en el resto del mundo. Y en las últimas horas, sorprendió a su público con una foto retro de sus primeros años de carrera, en la que se encuentra con Penélope Cruz, que también estaba dando sus pasos iniciales en pantalla. View this post on Instagram A post shared by Alejandro Sanz (@alejandrosanz)En su cuenta de Instagram oficial, Sanz compartió una foto en la que escribió: “Penélope Cruz y yo cuando éramos bebés, y el look no era importante”. La imagen es de lo primeros año noventa, y corresponde al programa La quinta marcha, un ciclo de música español de esa época, en el que la actriz oficiaba de conductora.La unión de Andrés Calamaro y Alejandro Sanz para una nueva versión de “Flaca”El posteo rápidamente llamó la atención no solo entre el público fan de Sanz, sino también entre muchos famosos y famosas. Paulina Rubio, Maribel Verdú y Lali Espósito dejaron sus saludos o sus Me gusta. Y como era de esperar, la propia Penélope también comentó la foto con un “¡Olé!”.

Fuente: La Nación

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KIAWAH ISLAND, Carolina del Sur, EE.UU. (AP) — Un jab corto para celebrar los birdies e incluso algunos pares. El pulgar arriba para la galería. Phil Mickelson parecía ser el único que la estaba pasando bien el viernes en el PGA Championship, que se ha convertido en un reto mayor, sin llegar a ser algo extremo.Pero entonces, ¿Por qué no disfrutar?Mickelson, de 50 años, lució como el Mickelson de antaño en un recorrido azotado por el viento del Ocean Course de la Isla Kiawand, en el que cerró con cinco birdies en ocho hoyos finales, el último le representó terminar 3 golpes bajo par y compartir el liderato.“Saber que estoy jugando bien de cara al fin de semana, y estar en la pelea, con una buena oportunidad, significa que la estoy pasando fantástico”, dijo MickelsonMickelson comparte la cima con Louis Oosthuizen, el sudafricano que posee un swing suave pero cuya mala fortuna le ha impedido conseguir su segundo major. Oosthuizen solo tiró un bogey en el último hoyo y sus 68 golpes le alcanzaron para acompañar a Mickelson en el liderato con 5 bajo par y un total de 139 golpes.Es la puntuación más alta después de 36 hoyos para liderar el PGA Championship, desde la última vez que se jugó en la Isla Kiawah, en 2012.La oportunidad para Mickelson incluye la posibilidad de ser el golfista más veterano en ganar un major – el récord le pertenece a Julius Boros, quien a los 48 años ganó en 1968 el PGA Championship – y de demostrar que aún puede derrotar a los mejores del mundo.Mickelson no gana en el PGA Tour desde hace dos años. Su más reciente campeonato en un major fue en el Abierto Británico en 2013, en Muirfield. No está entre los 100 mejores del mundo.Pero se trata de Phil Mickelson, quien a lo largo de su carrera no deja de sorprender a sus aficionados que se preguntan qué hará ahora.“Creo que tiene el bocado entre los dientes”, dijo Padraig Harrington, tres veces campeón en un major, quien jugó al lado de Mickelson dos días. “Pienso que cree que lo puede conseguir en estas condiciones. No vino a pasar el corte”.Mickelson es el jugador más veterano en compartir el liderato en un major después de 36 hoyos desde que Fred Couples (52) lo hizo en el Masters de 2012.Brooks Koepka tiró un par de eagles, que fueron opacados por cuatro bogeys y arañó un par en el hoyo 18 para terminar un golpe bajo par, con 71, que lo dejó un golpe detrás en condiciones que realmente le gustan.“Es un major. Va a ser difícil, especialmente con el viento soplando”, dijo Koepka. “Eso no importa, simplemente hay que salir y jugar”.El campeón del Masters Hideki Matsuyama dropeó un golpe en el hoyo 18 y aun así terminó con 68, que lo dejó en un grupo de jugadores que está dos golpes detrás de los líderes.

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No se puede explicar en palabras una melodía, pero basta con leer “misión imposible” para escuchar mentalmente el tema musical de Lalo Schifrin. Esa música y dos frases (“su misión, si decide aceptarla” y “este mensaje se autodestruirá en cinco segundos”) son las marcas más fuertes que Misión imposible dejó en la cultura popular.Cuando llegó la hora de adaptar la serie de los 60 al cine, y cuando una serie es exitosa ese momento casi siempre llega, estaba claro que había que mantener esos elementos clave, además de la idea general de una trama sobre un equipo especial de espías, dedicados a cumplir con misiones que, por supuesto, parecían imposibles. El resto de los componentes de la adaptación eran interrogantes que se fueron resolviendo y cambiando a lo largo de seis películas, que conformaron una de las franquicias más exitosas de los últimos 25 años.Silvana Di Lorenzo y los motivos por los que se fue de la Argentina: “Estaba un poco cansada de todo”El primer film de Misión imposible cumple este sábado un cuarto de siglo de su estreno. La idea de adaptarla a la pantalla grande surgió de Paramount, el estudio que tenía los derechos por haber producido la serie de televisión, y Tom Cruise, una de las más grandes estrellas del planeta. El actor de Top Gun, fanático de la serie creada por Bruce Geller, tenía una nueva productora junto con Paula Wagner, creada bajo contrato con Paramount para producir sus proyectos propios. Llevar el éxito televisivo al cine parecía un vehículo ideal para su incursión como productor y para continuar con su posicionamiento como figura de acción (su última película del género había sido Días de trueno, a la par de su incursión en films con aspiraciones a premios como Cuestión de honor).La reformulación de un éxitoTom Cruise sabía muy bien que la idea de Misión imposible debía reformularse para llegar a la pantalla grandeSidney Pollack, quien dirigió a Cruise en el thriller de abogados Fachada, renunció a Misión imposible después de trabajar un tiempo en el proyecto con dos guionistas. El agente de Pollack no quiso perder la comisión y propuso que Brian De Palma, otro de sus clientes, tomara las riendas de la película. Según el propio De Palma explicó en una entrevista con Alec Baldwin, el ofrecimiento llegó justo cuando el director estaba cansado de no tener un éxito de taquilla. La fórmula Misión imposible-Tom Cruise le pareció ideal para ganar dinero. Al fin y al cabo, su última película taquillera había sido Los intocables, otra adaptación de una serie al cine.Pero el camino hacia el éxito no sería fácil. Cruise no estaba satisfecho con el trabajo de los guionistas. Entonces entró Steven Zaillian, quien en seis semanas armó junto con De Palma la trama de la película y luego se retiró del proyecto. De Palma convocó luego a David Koepp, guionista de Jurassic Park, quien completó el guion, siguiendo la trama ya establecida. Cuando finalmente Cruise dio el ok, según cuenta el director, Paramount le dio luz verde al proyecto pero lo obligó despedir a Koepp, porque el actor quería que otro guionista hiciera algunas modificaciones. El legendario Robert Towne, autor de Barrio Chino, estuvo involucrado en la reescritura, pero Koepp volvió para una última revisión (ambos comparten el crédito como guionistas del film).“La serie de televisión es sobre cinco personajes sin personalidad que van a hacer cosas. Tom quiere hacer una película sobre él. ¿Qué hago con los otros personajes? Mi primera idea fue matarlos a todos en la primera misión. Funcionó bastante bien”, dijo De Palma en esa misma entrevista, sobre uno de las cuestiones que generó mayor polémica alrededor del film.Tanto los fanáticos como los actores de la serie original rechazaron algunas de las novedades incluidas en la película. Para empezar, siguiendo la explicación de De Palma, Misión imposible no estaba construida a partir de los personajes sino del trabajo que debían hacer. El corazón de cada episodio era el desarrollo de cómo el equipo resolvía las misiones imposibles que se les presentaban. Pero en una película de Tom Cruise, el protagonista debe ser Tom Cruise. Entonces surgió la idea de eliminar al equipo de espías y elevar a Ethan Hunt, el personaje que interpreta el actor, a un primer plano en la historia.Como si ese cambio fuera poco, la película de De Palma agregaba un giro que resultó imperdonable para los miembros del elenco original, que no quisieron tener nada que ver con el film, y los aficionados a la serie. Alerta de un spoiler de 25 años: Jim Phelps, el histórico líder del equipo, personaje interpretado en la serie por Peter Graves y en el film por Jon Voight, resultaba ser un traidor y era asesinado por Hunt.“Es básicamente una película de acción y aventuras y no Misión imposible -dijo Martin Landau, estrella de la serie de TV sobre la adaptación cinematográfica, en una entrevista con MTV-. La misión ideal era entrar y salir sin que nadie supiera que habíamos estado ahí. Así que toda la textura cambió, ¿por qué íbamos a ofrecernos como voluntarios para que esencialmente nuestros personajes cometieran suicidio?”El público general no pareció preocuparse por estas cuestiones y Misión imposible fue un gran éxito de taquilla. Tal como lo había anticipado De Palma, se convirtió en el film que más recaudó de su carrera, con más de 450 millones de dólares en la taquilla mundial. El presupuesto de 80 millones que había sido una preocupación para el estudio resultó una inversión muy rentable.Cruise y una de las escenas que más dolores de cabeza le provocó en el rodaje de Misión Imposible I (NETFLIX/)El manejo del suspenso y la sorpresa que De Palma aprendió de Alfred Hitchcock está puesto a buen uso en la película, que tiene varias secuencias de acción impactantes. La escena en la que Cruise baja del techo colgado de un cable, en una habitación blanca llena de sensores que debe evitar, se convirtió en un clásico instantáneo, gracias a una perfecta comunión de estética y narración.Escenas de acción y todo lo demásLa consecuencia del éxito en Hollywood suelen ser las secuelas. El cambio de director en Misión imposible II pareció confirmar los rumores de que De Palma y Cruise no se llevaron bien durante el rodaje, ya acrecentados por la decisión del director de no participar de la gira de promoción de la película.El realizador elegido para esta segunda entrega fue John Woo, quien ya tenía una amplia carrera en el cine de acción de Hong Kong, además de dirigir a Jean-Claude Van Damme en Hard Target: Operación cacería y a John Travolta y Nicolas Cage en Contracara, además de otros títulos hollywoodenses.Misión Imposible IITowne volvió al universo de Misión imposible para escribir el guion de la secuela, a partir de una historia de Brannon Braga y Ronald D. Moore. Lo que sorprendió al guionista y consideró un verdadero desafío fue que las secuencias de acción estaban planificadas de antemano, o sea, que tuvo que escribir la historia para que estas encajaran. Una situación curiosa pero que tiene su lógica, ya que las películas de la serie se caracterizan por estar ancladas en grandes secuencias de acción, ligadas por una trama con un MacGuffin (una excusa narrativa) que no importa demasiado.Además de Cruise, que en este film tiene un papel aún más protagónico, sólo quedó de la primera película Ving Rhames, en el papel de Luther Stickell. El actor es el único del elenco que sobrevivió toda la franquicia junto con la estrella principal.El cambio de director sentó un precedente que resultó positivo para la franquicia. Hasta la quinta película, cada una tuvo un realizador distinto que añadió su estilo propio y enfoque al concepto de Misión imposible. Aunque la visión personal de los directores siempre quedó supeditada a la de Cruise, figura central de este universo narrativo.El uso de la cámara lenta, las pinceladas de melodrama y la omnipresencia de palomas fueron algunos de los toques que Woo le dio a Misión imposible II, que resultó la película más taquillera del 2000. Otro cambio fue una nueva versión del tema musical de Schfrin a cargo de la entonces muy de moda y ahora olvidada banda Limp Bizkit.La tercera película trajo nuevos obstáculos que pusieron en peligro la continuidad de la serie de films. El primer elegido para dirigirla fue David Fincher, cuyo film más reciente había sido el exitoso La habitación del pánico, pero renunció por “diferencias creativas”, después de un año de trabajar en el proyecto. Cruise eligió como sustituto a Joe Carnahan (Narc: calles peligrosas), quien comenzó a trabajar en 2003 con Dan Gilroy como guionista, en una versión que describió como “punk rock” y cercana a las películas de los 70. Los ejecutivos de Paramount tenían otra cosa en mente y volvieron a llamar a Towne para que reescribiera el guion. Después de 15 meses de trabajo, Carnahan se bajó del proyecto, para el cual había reunido un elenco que incluía a Kenneth Branagh, Carrie Ann Moss y Scarlett Johansson.La fecha planeada de estreno para el verano boreal de 2004 quedó suspendida para poder acomodar el rodaje a la agenda del nuevo director seleccionado por Cruise, JJ Abrams, quien estaba ocupado con su serie Lost. Los actores que habían sido convocados se retiraron porque tenían otros proyectos pendientes.Misión Imposible IIIRoberto Orci y Alex Kurtzman, colaboradores de Abrams en Alias, se encargaron de reescribir el guion, en el que reforzaron la dinámica del equipo, propia de la serie de televisión original. Además, le dieron una esposa a Hunt, interpretada por Michelle Monaghan, y un archienemigo poderoso, encarnado por Philip Seymour Hoffman. El elenco se completó con Rhames, Maggie Q, Jonathan Rhys Meyers y Simon Pegg, quien se convirtió en otro pilar del equipo, aportando un toque de humor que no estaba presente en los films anteriores.Tiempo de renovaciónPara cuando Misión imposible III llegó a los cines, en abril de 2006, el estrellato de Cruise estaba de capa caída. En 2005 su romance con Katie Holmes estaba en su apogeo y el actor protagonizó una bizarra entrevista con Oprah Winfrey, en la que saltó sobre el sofá del estudio. A su extraña conducta, su relación con la Cienciología y sus declaraciones contra los antidepresivos, se sumó luego una polémica en torno a un episodio de la serie animada South Park, en la que se hablaba de Cruise como “atrapado en el ropero”, sugiriendo que el actor escondía su supuesta homosexualidad. Los rumores indicaban que Cruise había amenazado con no hacer prensa de Misión imposible III, al menos que Viacom, dueña de Paramount y del canal donde se emite South Park, se ocupara de que el episodio no saliera nuevamente al aire. Los representantes del actor negaron la veracidad de estos rumores.Cuando la película tuvo una performance decepcionante en la taquilla, sigue siendo hasta hoy la que menos recaudó de toda la franquicia, el estudio evaluó continuar la serie sin Cruise, quien siguió con un período de películas con recaudaciones menores. Jeremy Renner fue fichado como un posible sucesor e incluido en el equipo protagonista de la cuarta entrega.Imitando la persistencia y capacidad para esquivar el peligro de Ethan Hunt, Cruise aceptó rebajar su cachet para actuar en el nuevo film. Abrams no fue de la partida, ya que estaba trabajando en Super 8 y Star Trek: en la oscuridad. La película quedó en manos de Brad Bird, quien venía de hacer Ratatouille y Los increíbles, una de las mejores películas de superhéroes de la historia. Su talento para la animación se trasladó bien a la acción en vivo. Misión imposible: Protocolo fantasma, que no lleva el número en su título como parte de una movida de marketing para renovar la franquicia, tiene escenas visualmente imponentes y logró ser un enorme éxito de taquilla, con una recaudación de 694 millones de dólares a nivel mundial.La película también tiene humor y una buena dinámica entre los personajes. El guion de Josh Applebaum y André Nemec fue reescrito en gran parte por Christopher McQuarrie, el nuevo socio creativo de Cruise. El actor, que pasaba por un mal momento de taquilla con sus películas y había disuelto su sociedad con Wagner y el contrato con Paramount, conoció al guionista en Operación Valquiria, película de Bryan Singer escrita por McQuarrie. El autor de Los sospechosos de siempre también estaba en un punto bajo profesional, pensando en abandonar el cine por completo. Pero uniendo fuerzas con Cruise lograron remontar las carreras de ambos.En Misión Imposible: Protocolo Fantasma, Cruise logró una escena inolvidable escalando la torre Burj KhalifaEl actor dinamitó las dudas en su contra, llevando a un nuevo nivel su audacia al protagonizar sus propias escenas de riesgo, algo que venía haciendo desde la primera Misión imposible. Otra vez, Cruise logró una escena inolvidable escalando la torre Burj Khalifa (sostenido por cables, aunque ese dato no lo haga menos impresionante).Los stunts cada vez más impresionantes de Cruise, apoyados en la pluma y la puesta en escena de McQuarrie, ahora a cargo del guion y la dirección de la quinta película, llevaron a Misión imposible a una nueva etapa. Nación secreta mantuvo a Rhames y Pegg, el humor y la importancia de la dinámica del equipo; mientras que sumó a Rebecca Ferguson como una nueva agente/interés amoroso de Hunt, el primer personaje femenino de toda la franquicia que tiene un desarrollo más profundo. Misión Imposible V: Nación SecretaMcQuarrie recuperó lo hitchcockiano que De Palma supo aprovechar en la primera película. La secuencia en la Ópera de Viena tiene un suspenso y elegancia que recuerdan a El hombre que sabía demasiado, aunque con sus méritos propios que la alejan del mero homenaje.Pareciera que todos los elementos combinaron en la mejor expresión para la franquicia, que continuó en manos de McQuarrie en Misión imposible: Repercusión. Con nuevas escenas de acción impactantes, como en la que Cruise se trepa a un avión o la de una batalla entre dos helicópteros, entre otras (por las que incluso llegó a sufrir lesiones bastante graves), la sexta entrega dobló la apuesta, sin salirse del exitoso carril de la anterior. Henry Cavill, Vanessa Kirby y Sean Harris resultaron incorporaciones a la altura de las circunstancias, mientras que Michelle Monaghan regresó para cerrar parte de la historia pendiente.La pandemia del COVID-19 retrasó la llegada de la séptima entrega, pospuesta para el año que viene. A fines del año pasado se retomó el rodaje en Londres y se dio a conocer en los medios un audio del actor en el que amenazaba con despedir a dos miembros de la producción por no respetar las medidas de prevención.La franquicia cerraría con la octava película, cuyo estreno se espera para 2023. Cruise continúa como protagonista, acompañado de sus fieles compañeros de equipo y con McQuarrie como guionista y director.Misión imposible cambió mucho a lo largo de seis películas y seguro tendrá novedades en las dos últimas. Lo que se mantiene es la música de Schifrin, el mensaje que se autodestruirá en cinco segundos y el interés del público por ver a un grupo de espías capaces de hazañas imposibles.Misión imposible. Disponible en Netflix, Amazon Prime Video, Paramount+Misión imposible II. Disponible en Netflix, Amazon Prime Video, Paramount+Misión imposible III. Disponible en Netflix, Amazon Prime Video, Paramount+Misión imposible: Protocolo fantasma. Disponible en Netflix, Amazon Prime Video, Paramount+Misión imposible: Nación secreta. Disponible en Netflix, Amazon Prime VideoMisión imposible: Repercusión. Disponible en Netflix

Fuente: La Nación

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Damas oscuras (Impedimenta), una surtida reunión de relatos de fantasmas, recordó tiempo atrás en clave revisionista sobre la gran cantidad de escritoras victorianas que se dedicaron a las vueltas de tuercas literarias. Mujeres letales. Obras maestras de las reinas del terror, esta extensa antología, se centra en veintiséis autoras de aquella misma época (suma algunas estadounidenses) para recordar que el gótico no era solo cosa de hombres. La ventana temporal es la de una era: los relatos van de 1830 a 1908.Si en aquella la época, “la idea de que las mujeres leyeran novelas ponía incómodos a los hombres, entonces el pensamiento de que las mujeres escribieran novelas resultaba más insoportable todavía”, anota el compilador Graeme Davis. Mujeres letales tiene como núcleo irradiador a Mary Wollstonecraft Shelley, la creadora de Frankenstein. Su cuento, “La transformación” es menos original (un joven disoluto intercambia su cuerpo con una criatura mefistotélica), pero entronca con muchas de las populares novelas de hoy. Otros nombres de peso incluidos son Elizabeth Gaskell (“La casa solariega Morton”, relato de profecía romántica) y la gran Edith Wharton (“La duquesa orante”). A los muchos nombres poco conocidos (Ada Trevanion, Margaret Oliphant), se agrega un puñado de escritoras de otros registros: ¿qué hace Louisa May Alcott, la creadora de Mujercitas, escribiendo sobre pirámides y momias? ¿Y qué Harriet Beecher Stowe, la de La cabaña del tío Tom, con un cuento sobre espectros? Vale la pena salir a averiguarlo.Mujeres letalesAutoras variasEdhasa. Trad.: Pablo Ingberg682 págs./$ 1695

Fuente: La Nación

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Las constantes y justificadas apelaciones de las autoridades a acatar los protocolos para evitar una mayor propagación del virus del Covid caen en un agujero negro cuando se observa la existencia de grupos de personas decididas a no cumplirlos. No solo no los acatan. Tampoco reciben una amonestación por su “rebeldía” ni se intenta evitar que vuelvan a infringir las normas.A lo largo de toda la pandemia se han realizado decenas de movilizaciones por diferentes reclamos. En muchas de ellas se han respetado y se respetan la distancia social, los manifestantes usan barbijos y su duración es acotada. No es lo que sucede con la mayoría de los piquetes que se llevan a cabo en muchas ciudades, pero especialmente en la de Buenos Aires y en sus accesos, merced a la visibilidad mediática que otorga a los manifestantes trasladar sus reclamos ante la sede misma del gobierno nacional.Sin embargo, ese tipo de movilizaciones con cortes de calles, bloqueos de accesos interjurisdiccionales y amontonamientos de gente escasa de protecciones se suceden sin intervención de las autoridades, como si los integrantes de esos grupos fueran inmunes a contraer coronavirus o a contagiar a los demás.Sorteo polémico: la mayoría de los créditos a tasa cero fueron a intendencias KPor una concepción totalmente errada –o ideologizada– del lugar y del derecho que le asiste a la autoridad para asegurar el mantenimiento del orden y hacer cumplir las normas de convivencia en situaciones sanitarias críticas como la que estamos transitando, se deja hacer a determinados grupos lo que a otros se prohíbe.Es comprensible que se ponga especial interés en evitar reuniones de muchas personas en lugares cerrados, que se debata sobre la seguridad en las escuelas, que se impidan o desarmen fiestas clandestinas y se haga pagar a sus organizadores por las faltas cometidas. Pero resulta tan inaceptable como irritante que no se exija lo mismo a quienes, en defensa de un derecho, no solo violan los ajenos, sino que ponen en peligro a la sociedad en su conjunto.Ya hemos comentado en estas columnas la barbaridad que significó permitir la realización del superclásico entre River Plate y Boca Juniors cuando la mayoría de los futbolistas que iban a participar de ese partido habían tenido contacto estrecho con unos 15 compañeros contagiados de Covid. Concluido ese encuentro se supo que también se infectaron varios de los jugadores que lo disputaron.Por estas horas, se debate sobre la conveniencia de llevar adelante la Copa América 21, que disputarán diez seleccionados de fútbol en ciudades de la Argentina y de Colombia, entre el 13 del mes próximo y el 10 de julio. Al hablar sobre el asunto, el presidente Alberto Fernández dijo haberle exigido a la Conmebol que garantice el extremo cumplimiento de los controles sanitarios por parte de los equipos que arriben al país y que baraja la posibilidad de que la Argentina sea la única organizadora. “No tiene sentido cargarle las culpas a River, porque le puede pasar a cualquiera”, sostuvo Fernández. Si hay algo en lo que no se equivoca es en que efectivamente “le puede pasar a cualquiera” contraer el virus. Con más razón si se expone al país por no afectar al intocable negocio del fútbol.Coronavirus. En detalle: los 67 controles de fuerzas federales en 31 partidos del AMBAFuera de ese deporte, estamos siendo testigos de cómo se permiten reuniones de muchísimas personas en lugares cerrados como estudios de televisión, medio en donde ya –como en tantos otros– ha quedado harto demostrada la velocidad con la que se ha viralizado la enfermedad, incluso con la aplicación de protocolos.Las imágenes de centros de trasbordo de pasajeros en los que no cabía un alfiler, como consecuencia de las demoras que produjeron varios piquetes de los que ninguna autoridad se hizo cargo, confirman que en este tema de los controles hay hijos y entenados. Lo insalvable es que, como nadie está exento de enfermarse, los perjudicados de esta anomia terminamos siendo todos.Ni qué hablar del velatorio multitudinario para despedir a Maradona en la propia sede del Gobierno ni de los actos políticos que se siguen haciendo: un presidente sin barbijo abrazado a gobernadores sin protección, pero con enorme descaro; almuerzos en Olivos sonriendo a cámara; fotos de dirigentes apretujados al solo efecto de mostrar unidad política donde la desunión es evidente y donde reina la falta de soluciones para paliar la grave situación de millones de argentinos.Todos los días nos enteramos de cifras alarmantes de contagios, de ocupación de camas de terapia intensiva, de colapso sanitario, de vacunas con cuentagotas y de la trágica suba del número de decesos. Sin embargo, mientras se endurecen las normas para algunos, con las terribles consecuencias económicas por todos conocidas, otros se sienten eximidos, amparados en un poder notoriamente temeroso de lo que pueda depararle un calendario electoral aún incierto.La mayoría de la sociedad ya ha tomado debida nota de la gravedad de la situación epidemiológica. Falta que a quienes les corresponde dimensionar y controlar el riesgo de la transmisibilidad de este virus no se les permita mirar para otro lado. Es de esperar que el bienestar común se anteponga al interés particular; que las normas nos alcancen a todos por igual, y que quienes piden más sacrificios empiecen por dar el ejemplo.

Fuente: La Nación

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El actor Danny Masterson, popularmente conocido por su trabajo en la serie That ’70s Show, enfrenta tres acusaciones de violación. Luego de cuatro días de audiencias preliminares, en el que las tres presuntas víctimas brindaron testimonio, la jueza Charlaine F. Olmedo concluyó que hay pruebas determinantes para que la causa sea elevada a juicio.Jorge Lanata recibió el alta y se prepara para volver a la televisiónSegún se anunció, el próximo 7 de junio es la fecha elegida para que Masterson reciba la lectura de los cargos. En caso de ser encontrado culpable por los tres delitos, el intérprete -que actualmente se encuentra en libertad bajo fianza- puede llegar a recibir una sentencia a 45 años en prisión.En este contexto, su abogado insiste con la inocencia de su cliente. En enero de este año, a través de un comunicado, el representante legal expresó: “Estamos seguros de que será exonerado cuando todas las pruebas finalmente salgan a la luz y los testigos tengan la oportunidad de testificar”.Los presuntos hechos por los que el actor es imputado transcurrieron entre 2001 y 2003: una denuncia data del invierno de 2001; otra de abril de 2003; y una tercera del otoño e invierno de ese mismo año. En todos los casos, la defensa asegura que se trató de relaciones consensuadas.

Fuente: La Nación

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Hablar con ella un poco desespera. Porque dispara títulos como dardos y, consciente de ello, sonríe pícara, ya sin los dientes separados que la hicieron única pero siempre hipnotizando con los ojos. Impresionantes esas piedras azules en las que se cuela el violeta. E impresionante su vida. La del pasado y la del presente.Claudia Sánchez, tal vez la primera influencer, la chica de las propagandas que con los cigarrillos que “marcaban tu nivel” recorría el mundo y vendía glamour, recibe en su departamento blanco. Abunda el buen gusto, las obras de arte, la luz. Hay un gato negro, Jacinto, que roba castañas de cajú, y champagne bien frío, recién abierto con un rompenueces. “Es mi herramienta infalible. Incluso en los viajes, para destapar esas botellas de agua que vienen con la tapa durísima. Soy una mujer sola, así que tengo mis secretos y rituales”, cuenta, a punto de cumplir 80 años, mientras señala el filo de la puerta, levemente cascada, producto de algunos descorches rebeldes.Resumir su vida es complicado, porque los cuentos aparecen como mamushkas, uno dentro del otro y todos coloridos. Pero se podría empezar con aquello de que fue la primera supermodelo publicitaria del país, que vendió modos de vida, que con los puchos y un amor (Alberto Francisco Pugliese, más conocido como Nono, socio y marido sin papeles durante veintiocho años) inspiró a una generación.Hizo cine, ganó un rally, manejó un Rolls Royce en pleno Buenos Aires, rechazó la propuesta matrimonial de un marajá, fue prohibida, venerada, ofendida. Y un día, harta de la frivolidad y ciertos manejos, decidió retirarse.Claudia Sánchez fue el rostro de cientos de publicidades en todo el mundo (Gabriel Machado/)-¿Qué fue lo que pasó?-En realidad, existieron un par de situaciones oscuras que me hicieron replantear la carrera. Hace muchísimos años me prohibió el gobierno de facto de Onganía. ¡Por inmoral! Supuestamente se me veían mucho los pechos con un traje de baño entero, color azul. Y en la época de Malvinas fue la gota que colmó el vaso. Ocurrió un episodio muy feo que fue bisagra. Yo, antes de instalarme en España, había hecho una producción fotográfica, con curaduría de Renata Schussheim, para una revista. Desde ya, una delicadeza. No salió en su momento, pasó el tiempo y apareció publicada en la edición que relataba la guerra. Un horror, porque en la tapa estaban todos esos pobres chiquitos, semejante drama, y después aparecía yo, en un contexto que no tenía nada que ver.-Y fuiste señalada…-De golpe, me transformé en una vendepatria, porque no salí a gritar o a no sé qué. Esas cosas extremas que tiene el país desde siempre. Fue un momento tristísimo para mí, porque yo sufrí mucho por esas madres. Mi patria en guerra, de pronto por falta de criterio ?nunca pensé que fue mala intención? me hacen eso. Y me harté. Al tiempo me instalé en el campo y no volví. En este medio es así: cuando te vas, te vas. Dejás el espacio y los tipos, cuando ven el vacío, lo copan. Muy simple. Sucede lo mismo que con una casa vacía.-Sin embargo, no habrá sido fácil reemplazarte. Durante dos décadas fuiste la imagen de decenas de marcas y ni qué hablar lo que significó el dúo con el Nono Pugliese, recorriendo el mundo.-Pero ya había hecho todo; podía permitirme parar. Cuando yo empecé solo estaba Pinky. Ni siquiera había empezado Chunchuna Villafañe. Ella, mi querida amiga, además tan bella e inteligente, apareció un poco después. Yo vendía los productos en vivo después de los programas. Y luego, lo que armamos con el Nono fue algo impresionante. Fuimos los creadores del videoclip y nuestra sociedad ?porque éramos pareja y también socios? hizo historia en el mundo de la publicidad.-Además hiciste cine, tu gran pasión.-Es que soy actriz, y me considero buena. Fui alumna del gran actor y dramaturgo Juan Carlos Gené, que siempre me ponderó. Hice algunos films, entre ellos Circe [de Manuel Antín, protagonizada por Graciela Borges, basada en un cuento de Julio Cortázar], pero después el tema de la publicidad me desvió el camino. Bueno, en realidad me desvié yo solita porque era lo que dejaba plata. Pero me encantaría volver a actuar. Si me llamaran ahora, lo haría feliz.-¿Seguís reciclando y vendiendo casas?-Sí, claro. Es mi otra pasión junto con el arte. Normalmente, los domingos voy a La Boca a comer a la casa de mi amigo Juan Stoppani, gran artista plástico, escultor y escenógrafo. En el grupo somos todos artistas. Ese es el mundo que me interesa. Soy una mujer disfrutadora y estética. Me encanta cocinar, comer rico, transformar espacios.-¿Cómo fue que tu nieto mayor, Francisco Pugliese, decidió volver de Los Ángeles e instalarse con vos?-¡No! Me hace gracia que crean eso. Vive a cuatro cuadras. Lo que pasa es que nos ven juntos por el barrio. Es tan espléndido que no pasamos inadvertidos. A veces me llama y me dice: ” Claudia, ¿estás para un desayuno?” Y por supuesto siempre estoy. El vivía en Estados Unidos con los Pugliese, pero decidió venir a estudiar a la Argentina. Ganó una beca, le gusta la economía.En una publicidad de fragancias y productos de tocador (Gabriel Machado/)-¿Es cierto que después de la trágica muerte del Nono Pugliese volviste con tu primer marido?-¡Pero no! Para mí fue muy difícil estar con otro hombre después de él. Armando Sánchez, mi primer marido y padre de mi hija Candela, fue un gran sostén. Nunca dejamos de ser amigos y querernos. Es más, pocos saben que mi verdadero apellido es Peternolli. ¡Muy italiana! Me puse el Sánchez por él y quedó para siempre. Nunca volvimos amorosamente, sucede que estábamos solos y nos acompañamos. Porque fue un tipo extraordinario. Murió hace unos diez años. Un golpe muy fuerte, terrible.-Cuando sucedió lo del Nono tuviste un país entero buscando tus declaraciones, queriendo saber más. ¿Estaban separados o separándose?-Ni una cosa ni la otra, porque lo nuestro fueron veintiocho años de amor sin papeles. Eramos indestructibles. No es que él me engañaba y yo no sabía. ¡Pero por favor! Siempre cuento esto. Cuando era chica, me encantaba el dulce de leche que llegaba a casa en unos tarros enormes, descomunales. Lo comía a cucharadas y una vecina le decía a mi madre: le va a hacer mal, se va a empachar. Y ella le contestaba que bueno, que tenía que hacer la experiencia. Efectivamente, una vez me empaché y después me torné mesurada. Por lo tanto, con el Nono hice lo mismo. Llegó un punto en el que me acordé de mamá y le dije: “¿Por qué no te sacás un ticket, te empachás y después volvés?¡ Mirá si vamos a romper lo nuestro con todo lo que nos amamos!”.-¿Vos también fuiste infiel?-Siempre hice mis cosas, porque soy un alma libre. Pero considero que la infidelidad es cuando engañás. Y yo nunca engañé. ¡Pero cómo lo iba a engañar al Nono! Todos tuvimos otros amores, pero engañar es diferente.-¿Cómo te cae la palabra poliamor?-Una estupidez. Pero, por favor… A mí me dan risa. Nadie inventó nada. Es como decir “descubrí el dulce de leche”. En el pasado todos se morían prolijos con alguna amante. Pero ahora es imposible, porque la gente vive hasta los cien años.Su relación con el publicista Nono Pugliese marcó una época (Gabriel Machado/)-Tenés sangre italiana, pero no se te ve muy dramática…-Sufrí la muerte de mis dos compañeros de vida, un huracán me voló la casa en Saint Thomas (donde vive mi hija Candela y familia), me estafaron, tuve un cáncer y en plena cuarentena me sacaron un pedacito de pulmón. ¿Pero sabés qué? Los amigos del Nono que me estafaron están todos muertos y yo estoy acá tomando champán. El me decía que no lo iba a ver viejo. Tuvo razón. Y también tuvo suerte, porque no vivió nada de esto. Te dejo el quilombo, habrá dicho. Y partió.-¿Con qué herramientas lograste superar todo esto?-En su momento, los quilombos económicos me distrajeron mucho. Era como estar en un ring. Un golpe de acá, un golpe de allá. Iba atajando penales. No tengo odio y me sobra el humor. ¿Amores? Tuve a rolete, pero ahora colecciono amigos. Yo nunca descarto nada. Estoy convencida de que la mujer, después de los cincuenta años, se pone fantástica. Mucho mejor que el hombre, aunque el marketing diga lo contrario.-Interesante…-La mujer se libera cuando se le va la regla. Ya no hay reglas y florece sexualmente. En cambio, el hombre sufre mucho más. Generalmente, cuando el hijo mayor se va de la casa aparece la confusión. Algunos se van con otra mina, otros se quedan con el amigo y están los que empiezan a jugar al papá. Ay….pero no me quiero meter con eso.-¿Por qué? El tema está más vigente que nunca.-Es que me parece un acto de egoísmo. Traer un hijo al mundo es algo muy serio. Y lo digo para ambos sexos. Yo sé que una mujer, embarazándose a los cuarenta y seis o cincuenta años, inexorablemente se siente rejuvenecida. Más allá del deseo y el amor, por supuesto. El encontrarse con las madres del colegio seguramente mucho menores, toda esa etapa tan fresca. Y está todo bien…, aunque siempre la verdad está. Con respecto a los padres abuelos, qué decir. Tener un hijo a los ochenta me obliga a pensar en cuestiones meramente económicas. Aparte, yo tengo un problema estético muy grande. No me gusta verlos en ese rol.-¿Te considerás feminista?-Soy tremendamente femenina. Amo a los hombres por empezar. Así que siempre digo que soy hombreriera. Toda mi vida fui infinitamente libre, porque creo que uno nunca sabe dónde va a saltar la piel. A las chicas del pañuelo verde las respeto, pero también me gustaría verlas defendiendo otras causas injustas, o tremendas, como fue lo de Formosa. Yo no necesito encajar en nada. El Día de la mujer, por ejemplo, me parece humillante. Como el Día del animal. O del árbol. Aunque el del árbol lo entiendo. Papá decía que los chicos, además de saber cuándo nació San Martín, deberían saber qué árbol hay en su escuela.-Igual, se puede ser feminista y amar a los hombres…-A mí me molestan los rótulos y puedo hablar con autoridad, porque tengo muchos años. Entiendo que no todas somos iguales y desde ya apoyo la lucha por los derechos. Pero también me dan ganas de contar que yo siempre tuve mucha suerte con los hombres. Y que generalmente siempre la mala fui yo. O los planté o les mentí. Y ellos siempre me perdonaron.La marca de cigarrillos L&M encontró en Claudia Sánchez a un ícono (Gabriel Machado/)-¿Cómo fue la historia del marajá que intentó conquistarte?-Conquista es otra palabra clave en mi vida. Yo soy conquistadora nata, a mí nadie jamás me conquistó. Pero lo del Maharajá de Baroda, más que conquista, fue una locura. Me conoció en el ascensor del hotel The Dorchester, en Londres, y me pidió matrimonio por escrito. Yo había subido a las corridas por un chal porque estaba fresco. Me vio, averiguó quién era con la complicidad de los recepcionistas, e hizo la propuesta. Lo que nos hemos reído con el Nono.-¿Manejar un Rolls Royce por Buenos Aires fue sofisticación, capricho, fetiche o qué?-Nada de eso. Amo los autos y se dio. Todo en ese entonces se daba con naturalidad. Y hasta parecía normal. El auto había pertenecido a la embajada de Gran Bretaña y yo lo compré en un remate. Lo hice simplemente para disfrutarlo. Recuerdo que estaba blindado; era pesadísimo. Y lo usaba para ir al súper, a comprar huevos.-Entre tus originalidades está aquello de no haber pasado por el quirófano. Belleza natural, que hoy no abunda.-No me gusta y creo que es de mujer inteligente aprender a aceptarse. Ya no tengo los dientes separados de mi juventud, porque con los años todo se mueve. Pero asumo una buena genética. Las arrugas están y los kilos también. Es porque disfruto. Solo una vez, después de haber visto a Moria Casán en televisión hablando de su médico, me atreví a una consulta.-¡El polémico método ortomolecular!-Bueno, no sé. Fuimos con mi hija y de golpe nos estaban poniendo un suero. Cuando se lo conté a un doctor amigo me sacó corriendo. Al tiempo volví y creo que me encontró gorda, porque me dijo que debía alimentarme a lechuga. Nunca más pisé. Yo soy muy feliz comiendo.”En este medio es así: cuando te vas… te vas”, dice sobre su retiro (Gabriel Machado/)-¿Sos buena en la cocina?-Sí, herencia de mi madre, Aurora, que estudió en Le Cordon Bleu.-¿Cuál es tu hit?-Estoy haciendo muchas mousses saladas. De ricota, de zapallo. Cada vez cocino menos carnes, porque me da asco entrar a las carnicerías. Ahora, que estoy sola y encuarentenada, soy feliz con una tostada que froto con ajo, un poco de palta, huevo poché y alguna burrata. Hago remolachas con yogurt y menta, ensaladas de lentejas a la leonesa con un poco de mostaza y cebolla. Sushi no como en Argentina, porque generalmente hacen unos bodoques repletos de queso crema. Aprendí a comerlo en Los Ángeles, con pescados fresquísimos y variados, sin aderezos o rellenos inapropiados. Por lo tanto, doy fe de que lo que se come acá no es sushi. Amo el mundo de la gastronomía.-¿Irías a Masterchef Celebrity?-Creo que me animaría, ¿por qué no? Si lo miro y me divierto muchísimo.-¿Cómo estás llevando la cuarentena, el aislamiento, esta nueva vida?-Con mucha responsabilidad y sin fastidio, ya que no tengo derecho a quejarme. Tuve una cirugía delicada; por lo tanto, debo cuidarme. Además del epoc, que arrastro hace varios años. Nos preguntábamos si íbamos a salir mejores de la cuarentena y ahora tenemos la respuesta: peores. Estamos más desunidos que nunca, peleando por todos los temas. Y a mí me duele, porque soy muy patriota. Yo elegí vivir en mi país pudiendo estar en cualquier otra parte. Me instalé en varios lugares, principalmente en Uruguay, donde tengo la residencia, todo en orden. Pero acá estoy. A pesar del odio, de la desilusión, me quedo.-Justo cuando muchos se van, decidís quedarte.-Adoro Colonia y José Ignacio. Todos los veranos estamos ahí juntos, porque con mis hijos tenemos unas casas. He vivido del otro lado del charco y les tengo un gran cariño a los uruguayos. Pero es muy fácil decir que todo es una belleza, o perfecto, cuando no vivís lo cotidiano del lugar. Yo allá tenía casa, auto, carnets, todo. Hasta que en un momento necesité estar acá. Le podría hablar bastante más a la gente que recién se instala, pero bueno, cada uno deberá hacer su experiencia.-¿Cómo es un día en tu vida?-Te digo lo que hago y luego lo que debería. En principio, disfruto. Hablo todos los días con mis hijos, nietos y amigos queridos. Salgo a hacer compras con todos los cuidados del mundo y charlo con la gente porque me encanta. Me sé el nombre de todos los perros de mis vecinos y de cada portero. Siento que cada vez estoy más urbana y suscribo a la frase de mi adorado Clorindo Testa: cruzo Pueyrredón y ya me da nostalgia. Ahora vayamos a lo que debería hacer, que es natación, por mis pulmones. Y no lo hago. Lo estoy postergando y eso está mal.-¿A qué le tenés miedo?-Me di cuenta de que a pocas cosas. Coincido con el filósofo budista Daisaku Ikeda, que escribió: el miedo es el infierno; el coraje la alegría. Cuando hace cinco años me dijeron lo del cáncer de mama, por supuesto acepté operarme, pero me negué a los tratamientos. Si tuviera cuarenta o cincuenta años, no me hubiera quedado en esa postura, pero ya soy una señora con una gran vida vivida. Preferí entregarme al tiempo y los controles. Confiar. Pero tuve otro susto el año pasado, cuando recién empezaba la pandemia. Salió algo en el pulmón, muy pequeño, y era importante operarlo. Así que, de nuevo al quirófano. Recuerdo que estaba en terapia y escuché a una enfermera comentar que había cuatro internados con Covid-19 en el quinto piso. Me volví loca. Por suerte, enseguida me dieron el alta, pero me dio miedo.-Vos te cansaste de vender lujo y un modo de vida, siempre ligado al disfrute, la belleza, el glam. ¿Qué ves cuando te sentás frente al televisor y aparecen los PNT, los chivos, las mopas?-Que a mí me tocó una época y ahora es otra historia. Nosotros viajábamos con toda la pompa, empleados, teníamos una cámara en la nuca. Y ahora mi hijo, que es un publicista muy exitoso, hace maravillas vía Zoom, con una computadora. Con respecto a la televisión, noto mucha cosa berreta. Las historias, los chismes, los personajes. Todo nivela para abajo. Por eso pongo el canal Europa Europa. Nunca en la vida consumí Tinelli, por ejemplo. Ni siquiera para verla a Moria, que me encanta.-¿Son amigas?-No, ni siquiera nos conocemos. Pero me parece una tipa auténticamente libre. Un día dice una cosa y al otro día, otra. Bueno, creo que en eso está la libertad. Porque si no, te transformás en una fanática.-¿Y Susana?-Es amorosa. Susana es Susana. Siempre se jugó por tipos que no la merecían.-¿Quién sería la Claudia Sánchez de estos tiempos?-Sin dudas, Juana Viale. Es uno de los personajes más libres del país. Yo la veo en José Ignacio, con un remerón deshilachado y los chicos colgando. Tiene un salvajismo y una autenticidad únicos. Creo que no hay otra más linda y original. Además lo bien que lleva el programa de la abuela. No me la pierdo. Adoro la belleza que pasa desapercibida.-¿Qué te indigna?-Ya no me indigno, si no que me entristezco cuando veo esos familiones tirados en la calle, con un perro, los chicos. Mi vida es muy linda y me choca ver en qué nos estamos convirtiendo. Y no hablo de nadie en especial. Porque estuvimos con un Macri que se la pasó hablando de Cristina y ahora estamos con un Alberto que no para de mencionar a Macri. Me da mucha pena que todo se politice, incluso las vacunas. Me duele mucho la pobreza en un mundo donde hay tanta cosa. Y en este país. No quiero caer en eso de que ponés un dedo y sale un girasol, ¿pero por qué no les enseñan a tener una huerta? No creo en los impuestazos, que no vemos adónde van. Hay que hacer saneamientos, transformar el veneno partidocrático en medicina social. Igual, sí, hay algo que me indigna, y es el fanatismo.-¿Cómo reaccionás ante eso?-Pido que se callen. No permito que digan barbaridades. Yo no tengo absolutamente nada que ver con una Cristina Kirchner, pero la verdad me molestaba cuando algunas señoras le decían la yegua. Es una falta de respeto. Es feo. No se hace. Y tampoco me gusta todo eso que se arma en torno a una primera dama, sea quien sea. Si tiene buen look o no. Qué se yo. ¡Dejen vivir libre! Todo me parece una antigüedad.-¿Te ofrecieron hacer política?-No, y jamás lo hubiera aceptado. Pero cuando veo lo que veo me pongo loca, impotente. Soy muy de caminar y pararme, prestar atención. El tema de la droga es desesperante. Pero nunca los señalo ni mucho menos condeno. Creo que a esa gente drogarse es lo único que les queda. Para dormir rápido y evadir.-¿Sufriste acoso alguna vez?-Sí, claro. ¡Qué mujer no sufrió que le tocaran el traste en un colectivo! Yo iba a un colegio que quedaba lejos y cada tanto me pasaba. Recuerdo que me quedaba calladita, y no contaba nada. Todas esas situaciones siempre quedaron en mi mundo. Hoy todo cambió, pero en mi época no querías mortificar a tus padres. Puede parecer horrible, pero era así.-¿Creés en el poder del deseo?-Por supuesto, el deseo es el motor. Después es cuestión de apuntar y trabajar para lograrlo.-Fuiste ícono coqueteando con los humos del cigarrillo de moda. Épocas en las que no estaba mal fumar. ¿Te costó dejarlo?-La gente cree que me agarró el tema del epoc por el cigarrillo, pero no fue así. Nunca fui una gran fumadora. Tengo neumonías desde chica. Por eso estoy cuidadosa y tan guardada para mi gusto. Por suerte, ya me dieron la primera dosis. Estoy vacunada y eso alivia bastante.-¿Qué querés que suceda hoy?-Excepto la salud y el bienestar familiar, ya no tengo grandes deseos personales. Agradezco lo que hay, que es mucho. Y pido para los demás. ¿Qué voy a querer, un novio? Pero no… Tengo amigos fabulosos con los que, excepto cama, compartimos todo. Hace tiempo que no se me cruza alguien que me haga vibrar.

Fuente: La Nación

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La primera noticia llegó con lo de los delfines; y enseguida hubo otra, que las aguas de Venecia estaban más claras. Eran los días iniciales del aislamiento y parecía una cuestión de karma: un planeta a disposición y no había rincón que no estuviera atravesado por la Pandemia. Con los humanos en sus nidos, los animales avanzaron y las redes se llenaron de fotos insólitas. Circuló la esperanza, al menos, de una benevolencia ambiental. Pero duró poco: las aguas verdes de Venecia se debían a que las embarcaciones –detenidas– no removían los sedimentos de la superficie y los delfines habían estado cerca, sin ser vistos por el bullicio del turismo. En espejo, uno de los karmas argentinos, el Riachuelo, quedó en primer plano. Y aparecieron las preguntas, pero, ¿y si sí? ¿Tal vez su morfología podría modificarse con el cese de actividades? Los científicos salieron a ver en qué andaban esas aguas que siempre bajaron turbias.La entidad que tiene competencia sobre ese cauce es Acumar, Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo. Surgió en 2006. Dos años más tarde, la Corte intimó a la institución a realizar un plan de saneamiento accionado por la “Causa Mendoza”, un reclamo judicial llevado adelante por un grupo de vecinos que había iniciado la demanda en 2004. Acumar se define como un “ente autónomo, autárquico e interjurisdiccional que conjuga el trabajo con los tres gobiernos que tienen competencia en el territorio: Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Lo primero que surgió con la Pandemia fue ver qué pasaba con la pausa de la actividad humana. Daniel Larrache, director ejecutivo de gestión de Acumar, dice: “Nos permitió echarle una mirada al Riachuelo. En el imaginario es un lugar sucio, horrible, contaminado, que no tiene nada lindo. La verdad es que en el trabajo sostenido que se viene haciendo desde hace muchos años, se dieron avances. Muy paulatinos, pero sí”. De los relevamientos y muestreos científicos durante la Pandemia, surgió la lectura de ese estudio que generó expectativa. Pero, tal como se detalla en Medición del estado del agua superficial y subterránea, análisis e interpretación de los resultados. Informe trimestral, abril junio 2020, publicado en el sitio de Acumar, el detenimiento de la actividad humana no ofreció cambios significativos. “El análisis en aguas del curso principal Riachuelo presenta valores dentro de los rangos históricos para la mayoría de las estaciones”, dice en resumen el análisis de los resultados obtenidos. Con un descanso, no alcanza, pareciera decir el río a través de sus índices, cuando sus métricas responden a 200 años de malos usos.Dos técnicos de Acumar toman muestras de agua desde el puente Olímpico (Diego Spivacow/)Para traer al presente un punteo de la historia clínica del Riachuelo surge que: fue desagote de los saladeros de principios del siglo XIX, hasta que una legislación de 1860 prohibió tirar los desperdicios ahí. Luego, las industrias y empresas tomaron la posta del arrojo. “En la Cuenca viven aproximadamente 5.800.000 millones de personas. Esto representa el 15 % de la población del país”, sostiene Acumar. A la par del desarrollo demográfico, a la vera del río, en toda su extensión, se fueron constituyendo basurales. El río atraviesa 14 municipios de la provincia de Buenos Aires y una parte de diferentes comunas de la ciudad de Buenos Aires. Se lo llama Cuenca Matanza Riachuelo; Matanza, donde nace, en una zona más rural, y Riachuelo sobre el final, en lo urbano. En las riberas empezaron los asentamientos, que luego fueron barrios que tuvieron que convivir con el hedor y la contaminación. Y desde que hubo civilización: los desechos cloacales. Como río transitado, se llenó de barcos encallados con sus óxidos y combustibles. Si se piensa que la Primera Fundación de Buenos Aires fue en 1536, son casi cinco siglos de aguas descuidadas. Ahora bien, y a pesar de todo eso, ¿y si sí? Cambiar el rumbo de lo enquistado: la posibilidad de que el Riachuelo deje de ser el patio de atrás.La importancia de sostenerSuena difícil de creer que haya un plan para poner en orden y en funcionamiento ambiental a esas riberas tan percudidas. Cuesta, cuando el Riachuelo fue el talón de Aquiles –un luchador, qué paradoja– de todas las gestiones públicas. “Recorrer la historia del Matanza Riachuelo es recorrer la historia de nuestro país. Cada modelo político y económico adoptado imprimió marcas sobre el río que aún hoy se mantienen presentes”, se lee en la página web de Acumar. No será inmediata la posibilidad de imaginar riberas en las que fuera posible estar, y que sea grato permanecer. Pero si se lo proyecta para dentro de unos 10, 20 años, como dice el bolero: Quizás, quizás, quizás. “Si mantenemos una acción permanente –afirma Larrache–, más que nada, y a partir de todas esas acciones, se puede pensar que podrá utilizarse como un río de ciudad”. Resalta que no va a ser de aguas transparentes y que no se podrá tomar agua. Más bien, un plan de acción ambiental para que las riberas funcionen como lugar de esparcimiento turístico, de ocio. Una deuda de reconciliación del río con las tierras que toca. “Si sostenemos esto que se viene haciendo, Acumar trabaja desde hace 12 años, y culminamos estas grandes obras de las que hablamos, la naturaleza va a tener otra fuerza para recuperarse”.“Si mantenemos una acción permanente –asegura Larrache–, se puede pensar que podrá utilizarse como un río de ciudad”
(Diego Spivacow/)Siempre es hablar de un río. Barroso. Algunos días, un poco más verde. Con los bordes al tocar la orilla; a veces como mordidos, desprolijos, desde donde con suerte se levantan yuyos duros, pastos de un verde también oscuro. Un río de aguas que no permite espejar el cielo. Entonces la foto siempre será agreste, una pincelada de lo áspero. La flora y la fauna de la zona son como ese río. De ese río. Pastizales y árboles como el ceibo, el sauce criollo o el chañar; en los bañados, juncos, totoras, camalotes. Vida en el agua, y en el aire calandrias, horneros, picaflores, lechuzas de campanario. Una vez más, no solo el hombre. Tal vez resulte una vara muy alta imaginar una posible ribera para el Riachuelo; un lugar que lejos de expulsar, invite. Juan Rodrigo Walsh, abogado ambientalista, perteneciente a la Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (Aidis), detalla: “Es un río con poco caudal, corto y de llanura. Tiene picos de crecida cuando llueve mucho. Al no tener pendiente, no corre tan rápido. Hay que tener expectativas ajustadas a esas condiciones hidráulicas”. Esa es la contextura, lo que no resiste interpretación. Y pareciera que todo podría terminar ahí. Pero, el adversativo –que suele complicarlo todo–, en este contexto, trae una posibilidad. “Al no contar con cloacas –afirma Walsh–, aquellos barrios que han crecido de forma espontánea y carecen de infraestructura, vierten los efluentes al suelo y terminan fluyendo hacia los cursos de agua. Si se dejan de verter contaminantes orgánicos, se puede imaginar un río, en el que no se podrá nadar en un primer momento, pero sí contemplar usos recreativos y una integración paulatina del río y la naturaleza a la vida urbana. Es lo que hicieron otras ciudades del mundo. Debería ser una meta”.Vida silvestre en la reserva provincial (Diego Spivacow/)Pasó en Europa. Esos ríos urbanos sostuvieron la evolución de la sociedad; de feudal a agraria, de campesina a la expansión de la revolución industrial. Con esas formas de producción masiva, aparecieron los grandes problemas ambientales. Entre esos casos europeos, hay referentes en temas de recuperación. Para Daniel Larrache, los pasos a seguir respecto de políticas para el Riachuelo encuentran sus modelos en los ríos Támesis y Nervión. “Lo más parecido sería Bilbao –dice Larrache–, pero no se trata de copiarlo, sino de tenerlo como referencia. Era un río que estaba muy degradado”. El Nervión tardó décadas en dejar de ser ese foco contaminado. El Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia comenzó en 1979 un plan de saneamiento que tenía por objeto la recuperación del río y el ecosistema. Desde el portal iAgua, medio de comunicación en el sector del agua en España, se pueden leer bajo el título Recuperación ambiental del estuario del Nervión genera valor recreativo estimado en 3,5 millones, datos que llevan a comprender por qué las inversiones sostenidas pueden adicionar –a la acción por lo ambiental–, la activación económica. “Se ha estimado un valor recreativo agregado de las playas del estuario en verano de al menos 3,5 millones de euros anuales. Este beneficio económico es suficiente para cubrir el 100% de los costes anuales de mantenimiento de las playas más un porcentaje importante de los costes del sistema de saneamiento”, sostiene el artículo. Según una publicación del sitio Culturacientífica.com, el punto más importante del plan de saneamiento fue la recuperación de los niveles normales de oxígeno. “De valores cercanos o inferiores al 40% de saturación a comienzos de los años 90 a valores del 90% de saturación actualmente. Hoy en día no hay ninguna zona del estuario con problemas de oxigenación”. Entonces, Bilbao es referente.La Laguna de Rocha, uno de los pulmones verdes más importantes de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Diego Spivacow/)También está ese otro río de ciudad que generó la urbanización a sus pies: el Támesis. Navegado por reyes. Bombardeado durante la Segunda Guerra. De aguas marrones contaminadas, y aún así, protagonista de escenas de películas y series. Londres, al fin. La revolución industrial –y la explosión del desarrollo urbanístico– fue su peor enemiga. En su recuperación, el Parlamento jugó un rol crucial. A fines de los años 60, empezaron a tomar conciencia de la necesidad de planificar una política ambiental que, una década más tarde, reconocía que algunas especies –peces y flora– regresaban al Támesis; así activaron la reparación del ecosistema. Igual que la mayoría de los casos de ríos urbanos recuperados, contó con una política que se sostuvo en presupuesto y acción continua. Sostenidas, pudieron reflejar una preocupación más específica: en 2015, una campaña pedía por un río más limpio, un llamado a combatir la basura plástica. Desde el portal de la BBC, bajo el título “Londres: cómo el río Támesis fue rescatado de la muerte”, se pueden leer los puntos que en la actualidad atraviesa la sanitización ambiental de esas aguas icónicas de la cultura británica. Tener un plan, por décadas, para que los futuros resultados revelen no solo la concientización urgente de que el planeta es la casa, sino de cómo y cuánto una conducta sostenida dará lugar a que lo vital sea prioritario.Frente a esos casos del Primer Mundo, el fantasma de lo que jamás se hizo en la Argentina asoma, de manera que la única posibilidad de fe será la comprobación de las obras. Algunas acciones que llevan más de diez años se fueron haciendo visibles. Por ejemplo, la parte donde el río entra a la ciudad de Buenos Aires. “La vuelta de Rocha hace 15 años era un cementerio de barcos hundidos –dice Larrache–, hoy solo hay tres embarcaciones de las casi 60 que había para retirar. Eran cascos que se habían ido degradando con el tiempo. Quedaron a la deriva, sin propietarios, sin que nadie los reclamara”.”Sin contaminantes orgánicos, se puede imaginar un río” (Diego Spivacow/)Entonces, ¿cómo?Recapitular posibles acciones: años de apostar para que suceda y contar con más inversión. Parece una fórmula conocida. Según Larrache:” La recuperación integral no la puede hacer solo el Estado, tiene que haber un plan estratégico público privado de recuperación de ese entorno. Estamos en condiciones de poner este debate en la agenda pública, porque los primeros pasos son visibles. Se ve un Riachuelo diferentes al de hace 10 años. A partir de ahí, poner estrategias que tienen que ser concertadas con la comunidad, con quienes muy directamente están vinculados con el río”. El espacio de lo posible sería el paseo ribereño, porque las costas del Riachuelo no tienen playa. Como el paseo de La Boca, La Vuelta de Rocha. “Eso –sostiene Larrache–, extendido en todas las márgenes del Riachuelo hasta Puente La Noria. Que esa recuperación esté acompañada: cuando uno va a La Boca, ve el río y pasea por Caminito, va a la Bombonera o a tomar un café; hay una propuesta urbana que acompaña. Tratar de generar y potenciar esas opciones. En vez de que el borde del Riachuelo esté lleno de fábricas o galpones abandonados, recuperar los usos de la ciudad”.Calle Don Pedro de Mendoza e Iguazú, un área recuperada a los asentamientos del Meandro de Brian (Diego Spivacow/)El tiempo dirá, decían las abuelas para aliviar corazones partidos o relaciones incipientes. La conducta se ve en las acciones y el tiempo es lo que se hace con él. Para Juan Rodrigo Walsh: “El desafío es la voluntad política de tener continuidad en estas cuestiones. Cada vez que hay un cambio de gestión es como que hay una refundación. Mucho de estas cuestiones son continuidad, seguimiento y una política que vaya más allá del cambio de una gestión. Siempre rescato lo que tuvo continuidad, como por ejemplo la política de reivindicar la plataforma continental argentina. Empezó con una iniciativa en la época de Menem, si mal no recuerdo, se conformó una comisión con gente de Cancillería, Conicet, oceanógrafos… Se mantuvo en los distintos gobiernos y desembocó en 2018 con el reconocimiento de la comunidad internacional. La política ambiental hoy tiene que ser una política estratégica para la Argentina”.

Fuente: La Nación

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En una calle cualquiera de uno de los tantos pueblos decaídos de Inglaterra, alguien escribió dos pares de palabras con aerosol negro en la pared de una casita: VETE A y TU PAÍS. Es lo que observa Elisabeth (así, con s) cada vez que vuelve al pueblo donde creció para visitar a su madre y a un vecino de 101 años que está en una fase de sueño prolongado, ya cerca del descanso eterno. Y es el doloroso escenario que la escritora escocesa Ali Smith eligió para Otoño, la primera de las novelas de su Cuarteto estacional, una maravilla que acaba de publicarse en español. Acaso uno de los proyectos literarios más ambiciosos y gratificantes de estos tiempos amargos, es el libro que hay que leer en esta estación: más que una novela, una postal de época.“Es como si la democracia fuese una botella que alguien puede amenazar con romper para hacer daño con ella”, escribe Smith: “Es una época en que las personas hablan sin que lo que dicen llegue a convertirse en diálogo”. La novela es una reflexión lúcida sobre las relaciones rotas por la falta de entendimiento (¿le suena?). Desencantada con el país dividido y en crisis de fe contra la humanidad después del Brexit, Smith, a menudo presentada como “la esperada premio Nobel de Escocia”, escribió el primer tomo de esta tetralogía al que seguirán, lógicamente, Invierno, Primavera y Verano. Su reflexión sobre el paso del tiempo es cruel pero también esperanzada, porque aun cuando la renovación de un pasaporte se convierta en un episodio tardío de El proceso kafkiano o el avance de lo privado sobre lo público sea ya inexorable, ella se empeña en su porfía: demostrar que la amistad imperecedera, aun dificultada por la edad o la lejanía, es lo auténtico en un mundo que perdió los cabales. Cada tarde de ese otoño, Elisabeth se sienta junto a la cama de su vecino y le lee un fragmento de Historia de dos ciudades, y en el acto Smith emparenta su obra con la de Charles Dickens pero con un contraste actual y compone su historia de dos países, aunque los dos sean el mismo: uno xenófobo, aislacionista e insensible y otro hospitalario, integrado y solidario.Lo que sigue, en palabras de Shakespeare: el invierno de nuestro descontento. Pero después llegarán la primavera y más tarde, cuando parezca que ya no viene, el verano. Un árbol y unas bonitas flores rojas son las cosas que observa Elisabeth cuando vuelve a pasar frente a la casita. Alguien las pintó sobre la pared y debajo de las cuatro palabras con aerosol negro (VETE A TU PAÍS) escribió con letras de colores: YA ESTAMOS EN NUESTRO PAÍS, GRACIAS.Listamanía: cinco obras de Ali Smith, “la esperada premio Nobel de Escocia”Amor libre, 1995. Una colección de relatos enfocados en la vida y el amor, donde sus mujeres protagonistas se debaten entre el deseo y el deber.Like, 1997. Su primera novela, un texto autobiográfico: desde su infancia en Inverness, las Tierras Altas escocesas, hasta los claustros de Cambridge.Hotel World, 2001. Una noche de hotel en la existencia de cinco mujeres: cuatro están vivas, tres son forasteras, dos son hermanas y una está muerta.La historia universal, 2003. Doce historias originalísimas que empiezan con la aventura de un joven que viaja comprando ediciones de El gran Gatsby.Otoño, 2016. La primera entrega del Cuarteto estacional presenta a Elisabeth, profesora universitaria, y su vecino, el misterioso Daniel Gluck.

Fuente: La Nación

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