Tiempo atrás, Cristina Kirchner denunció, mediante una carta, que había “funcionarios que no funcionan” y este jueves, tras la derrota oficialista en las PASO, la vicepresidenta arremetió con una nueva carta: esta vez apuntó en la misma dirección. Poco más de 24 horas después de que se conociera el texto de la vicepresidenta, Alberto Fernández anunció el nuevo gabinete. Tras conocerse los nombres de los designados y de quienes dejan el Gobierno, el mundo de la política se expresó al respecto.Una de las decisiones que más movilizó fue el nombramiento de Aníbal Fernández como nuevo ministro de Seguridad, en reemplazo de Sabina Frederic. Después del anuncio, el nombre del exjefe de Gabinete rápidamente trepó a lo más alto del ranking de tendencias en Twitter.Uno de los que salió a criticar esta decisión fue el diputado Fernando Iglesias, quien dijo que “la locura es total” y recordó un spot que hicieron, en 2015, en plena disputa por la gobernación bonaerense, Felipe Solá y Daniel Arroyo (en tiempos en que Alberto Fernández era jefe de campaña del Frente Renovador) contra Aníbal Fernández. Se titulaba: “Drogas sí o drogas no”.Cuando este spot fue grabado, Alberto era jefe de campaña del Frente Renovador. Hoy acaba de nombrar a Aníbal Fernández Ministro de Seguridad #LaLocuraEsTotal Drogas sí o drogas no: el spot de los ministros Solá y Arroyo contra Aníbal Fernández en 2015 https://t.co/GTMqxPZ9X3— Fernando A. Iglesias (@FerIglesias) September 18, 2021Allí decían: “La mamá y el papá en la provincia de Buenos Aires que están preocupados por la inseguridad, que están preocupados por los robos, que están preocupados porque se vende droga en el barrio, deberían pensar en serio, si Aníbal Fernández es la persona para manejar la Policía Bonaerense, que es manejar el cuidado de nuestros hijos”.Les mando un cariñoso saludo a todos los compañeros que durante años usaron mi título de profesor de educación física como descalificación.Quién es Jaime Perczyk, el profesor de educación física que reemplazará a Nicolás Trotta en Educación https://t.co/BCzc7xE9tN vía @LANACION— Fernando A. Iglesias (@FerIglesias) September 18, 2021De igual modo, Iglesias apuntó contra Jaime Perczyk, el reemplazante de Nicolás Trotta como conductor de la cartera de Educación. “Les mando un cariñoso saludo a todos los compañeros que durante años usaron mi título de profesor de educación física como descalificación”, dijo irónico al recordar que el flamante ministro también es profesor de educación física.En esta misma dirección, al conversar con LN+, la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, cuestionó “el retroceso brutal” que se produjo con estos cambios y dijo que quienes pierden son los argentinos. En ese sentido, la exministra dedicó unas palabras contra Juan Manzur, designado como nuevo jefe de Gabinete: “Solo alcanza con mirar Tucumán, una de las provincias más pobres, más clientelares, con más inseguridad y con más narcotráfico. Que el gobernador de la provincia sea el recambio me parece una aberración para el conjunto del pueblo argentino”.También criticó el nombramiento de Aníbal Fernández, de quien dijo que “representa el status quo del peor modelo de seguridad”. “Se va a un modelo de seguridad que no solamente fracasó sino que fue cuestionado nacional e internacionalmente, es un enorme retroceso”, profundizó.El diputado Mario Negri se sumó a esta dura crítica, y también en diálogo con LN+, reflexionó: “La confianza en la sociedad no es solamente con el cambio de nombre, es que le lleven al Congreso un programa que dé respuesta a la Argentina real, no a la lucha de poder”.El hartazgo de Fernando Iglesias en la sesión de Diputados (Captura HCDN/)Por su parte, el dirigente del MST Alejandro Bodart habló con C5N, y lanzó: “¿Tanto despelote por esto? Yo esperaba que los cambios tuvieran relación con el equipo económico, pero va a haber una continuidad con la economía”. Al respecto, agregó: “Acá hay un problema de fondo, la gente se está muriendo de hambre”.Además, criticó duramente a Manzur por haber sido “el que negoció con los gobernadores el Pacto fiscal y juntó los votos para que Macri pueda sacar la fórmula jubilatoria” y por ser “un tipo del opus dei que bancó violaciones a niñas”.Otras reaccionesDesignar a Aníbal Fernández en Seguridad a pocas horas de cumplirse un nuevo aniversario de la desaparición de Jorge Julio López es como demasiado, ¿no? pic.twitter.com/yw4SodZYXR— Christian Castillo (@chipicastillo) September 18, 2021Manzur jefe de gabinete y Aníbal Fernández seguridad. El gabinete es el tren fantasma.— Gabriel Solano (@Solanopo) September 18, 2021Vuelve la sensación de inseguridad. Vuelve Anibal Fernández.— Ramiro Tagliaferro (@rctagliaferro) September 18, 2021Aníbal Fernandez, ministro de seguridad. pic.twitter.com/GjskLskyQE— Juan José Campanella (@juancampanella) September 18, 2021ahora que esta FILMUS, TODO CAMBIA, A MI ME CRECEN MAS LOS AGAPANTOS.pierde hasta las llaves.— Alfredo Casero (@agencialavieja) September 18, 2021

Fuente: La Nación

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Cristina Kirchner logró nuevamente su objetivo, que era provocar un cambio de Gabinete urgente tras la dura derrota electoral del Frente de Todos en las PASO. La permanencia de Eduardo “Wado” de Pedro en el ministerio del Interior y el desplazamiento de Santiago Cafiero de la Jefatura de Gabinete a la Cancillería indican que la vicepresidenta impuso su peso político sobre el debilitado primer mandatario a la hora de las definiciones.Fernández, que también debió resignar a su vocero Juan Pablo Biondi tras la arremetida epistolar de Cristina, consiguió sin embargo incluir en la renovación del Gabinete a dirigentes de mayor volumen político y de su confianza como Aníbal Fernández y Julián Domínguez, quienes desembarcarán el lunes en los ministerios de Seguridad y Agricultura, respectivamente.El sorpresivo anuncio se concretó a última hora porque Fernández definió acelerar los cambios como una forma de cauterizar la sangría política a la que estaba siendo sometido por los distintos sectores internos del oficialismo, en especial por la propia vicepresidenta. La celeridad le permitió también al jefe de Estado preservar a ministros cuestionados por el kirchnerismo como Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Martín Guzmán (Economía).Según pudo saber LA NACION, el tercer integrante de la mesa chica de la coalición de gobierno, Sergio Massa, quedó conforme con el nuevo Gabinete, aunque no se descarta que el elenco pueda volver a sufrir modificaciones después de las elecciones legislativas del 14 de noviembre.Uno de los perdedores del forzado recambio fue el canciller Felipe Solá, quien recibió la noticia de su desplazamiento mientras estaba en El Salvador, en una escala rumbo a México, donde tenía que viajar junto a Fernández con el objetivo de asumir la presidencia de la CELAC. Solá también había sido cuestionado internamente por el kirchnerismo.La última imagen del canciller Felipe Solá saliendo de la Casa Rosada. Aún no sabía que sería desplazado de su cargo. (Fabián Marelli/)En una situación similar se ubicó Nicolás Trotta, cuya gestión al frente del ministerio de Educación quedó sometida a los vaivenes de la pandemia y en más de una oportunidad quedó en “off side” con declaraciones que fueron en sentido contrario a lo que se definía políticamente desde los sectores más cercanos a la vicepresidenta.Otra gestión deslucida fue la de Sabina Frederic en el ministerio de Seguridad. Su fallida declaración sobre el “aburrimiento suizo” pareció sellar su suerte, ya que decenas de intendentes y gobernadores del PJ se quejaron de que la funcionaria alimentó el malestar de los ciudadanos sometidos a la inseguridad, justo en la antesala de las elecciones primarias.El trasfondoSi bien la coalición de gobierno encontró una fórmula para completar el Gabinete diezmado por la renuncia masiva de funcionarios de origen kirchnerista, en el fondo seguirá sometida a una lógica que se pronunció en la dramática crisis poselectoral: ante un Poder Ejecutivo debilitado, el poder político del oficialismo se concentra en el Congreso.Ya no se trata solamente de la centralidad que adquiere Cristina cada vez que abandona el recoleto hermertismo del Senado y hace un pronunciamiento público, sino también de la dependencia que tiene Fernández de contar con el favor del aceitado tándem que consolidaron Massa y Máximo Kirchner en la Cámara de Diputados.Nuevo gabinete: Juan Manzur reemplazará a Cafiero, Aníbal Fernández irá a Seguridad y sigue De PedroEl propio Presidente y sus colaboradores de mayor confianza definieron en la noche del jueves en la Quinta de Olivos -en una reunión en la que descartaron una ruptura con el kirchnerismo- apelar al titular de la Cámara baja y al jefe del bloque del Frente de Todos como un puente de plata para llegar a Cristina y negociar un acuerdo para el rearmado del Gabinete.Los contactos comenzaron ayer, con señales previas de buena voluntad: el Ejecutivo dejó trascender que entregaría las cabezas de Cafiero y Biondi (su renuncia indeclinable se concretó por la tarde), tal como lo había pedido Cristina en su andanada epistolar. Hubo entonces un discreto contacto entre Massa y Gabriel Katopodis.A su vez Cristina se parapetó en el Senado junto a “Wado” de Pedro. En el Congreso arreciaron los cuestionamientos al Presupuesto 2022. Paradójicamente, las críticas se escuchaban más entre los legisladores oficialistas que entre los opositores, estupefactos a la descarnada interna del Frente de Todos.Martín Guzmán y el presidente Alberto Fernández (Ignacio Sánchez/)Después de que Cristina dio la señal de largada cuando denunció el “ajuste fiscal” implementado por el ministro Martín Guzmán, ya nadie ocultó su pensamiento en los contactos intrapartidarios. Más allá de la exhortación pública a que corrijan las cuentas proyectadas para el año próximo, la vicepresidenta también cuestiona a Guzmán para atrás: acaba de advertir que al Gobierno aún le falta ejecutar el 2,4 por ciento del PBI cuando quedan menos de cuatro meses para el cierre del ejercicio, pese a “la pandemia y a la delicadísima situación social”.Dentro del peronismo, la acusación de sub-ejecutar un presupuesto es considerada, lisa y llanamente, equiparable a decir que se está ante una mala administración. Salvo que, en esta oportunidad, Cristina se está refiriendo al gobierno que ella contribuyó a conformar.En el albertismo pensaron en otra concesión para calmar a la vice: que Guzmán siga como “ministro de la deuda”, a cargo de la macroeconomía, y que se arme paralelamente otra cartera dedicada a la microeconomía, con políticas activas como las que reclama el kirchnerismo. Pero al parecer, los cambios de fondo quedarán para después de las elecciones.

Fuente: La Nación

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“Militante Peronista, Abogado, Hincha de Boca”. En ese orden, así se define en su cuenta de Twitter Julián Domínguez, de 57 años. Se trata del hombre que, tras haber sido ministro de Agricultura de la Nación entre 2009 y 2011, vuelve a ese puesto en reemplazo del saliente Luis Basterra. Fue el lugar desde donde, con una exposición pública importante, luego saltó a diputado nacional y presidente de la Cámara baja entre 2011 y 2015. Ese último año, perdió la interna con Aníbal Fernández para la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires.Oriundo de la ciudad bonaerense de Chacabuco, mientras era diputado bonaerense por el entonces Frente para la Victoria fue designado por la expresidenta Cristina Kirchner como ministro de Agricultura. Hasta ese momento, la cartera era una Secretaría y la actual vicepresidenta de la Nación, necesitada en esa oportunidad de tratar de encauzar la pelea con el campo que se seguía abierta tras el conflicto con el sector por las retenciones móviles en 2008, lo eligió a Domínguez.Fue un nombramiento netamente político para que Domínguez tratara de contener a la Mesa de Enlace del campo. A fuerza de charlas con mate de por medio y un trato ameno con los entonces dirigentes, aunque no logró revertir las intervenciones que por ese entonces ya estaban en los mercados del agro, al menos cumplió el objetivo de frenar al gremialismo rural.Alivio para el Gobierno: una entidad del agro proyecta otro ingreso récord de dólares en 2022Domínguez, que no era un hombre conocedor al dedillo del sector, no obstante buscó rodearse de técnicos en la materia. Así, por ejemplo, lo llevó a Lorenzo Basso, en ese momento decano de la Facultad de Agronomía de la UBA como secretario de Agricultura.En medio de las tensiones con las entidades del agro, buscó aproximarse a Federación Agraria Argentina (FAA), en ese momento liderada por Eduardo Buzzi. Fue una forma de intentar también quebrar el frente interno en las entidades. Con FAA firmó un acta de compromiso en 2011 para la construcción de un monumento por los 100 años del “Grito de Alcorta” de 2012 que dio origen luego a la entidad.Cuando fue ministro, también buscó fomentar un movimiento del agro cercano al Gobierno. Así, por ejemplo, nació la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), que se lanzó en un acto en el Luna Park con Cristina Kirchner y el chaqueño Palavecino cantando sobre el escenario.De Domínguez siempre se supo de su buen vínculo con Jorge Bergoglio, el Papa Francisco. Si bien hace un tiempo venía circulando su nombre como posible reemplazo del saliente Basterra, comenzó a mostrarse en público en el último tiempo. Hace unas semanas, participó del seminario Experiencia IDEA Agroindustria.Allí hizo una suerte de autocrítica sobre la política. “El problema que tenemos es que nuestra dirigencia no entiende el campo argentino”, dijo este político que hasta el momento se estaba desempeñando como asesor del gremio SMATA.Entre otras cosas, Domínguez en su gestión impulsó un plan de incremento de la producción. Fue el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindusrial (PEA). Se elaboró con consultas a decenas de organizaciones y se lanzó en 2010 con un escenario hasta 2020.Entre otras metas, buscaba “el aumento en la superficie sembrada para granos de 33 millones de hectáreas en 2010 a 42 millones de hectáreas en 2020, representando un incremento del 27% con respecto al año base 2010”. Para destacar, este año está prevista una superficie de 34 millones de hectáreas, por debajo de esa producción.En tanto, en materia de cosecha apuntaba a pasar de 100 millones de toneladas a 157,5 millones de toneladas de granos.Ahora, igual que aquella oportunidad por una necesidad política de Cristina Kirchner, y en medio del malestar actual del campo por el cepo para exportar carne, Domínguez vuelve a tratar de ponerse el traje de contener al sector. Y, quizá, para potenciarlo según dejó entrever en Experiencia IDEA Agroindustria como desafío.

Fuente: La Nación

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“Sin ti… que me puede ya importar”, “cuánto tiempo disfrutamos este amor, nuestras almas se acercaron, tanto así”, “tú, que sabes que somos dos amantes que vivimos dos vidas diferentes”, “ya no estás más a mi lado, corazón”, “reloj, no marques las horas porque voy a enloquecer”, “espérame en el cielo, corazón”, “mujer, si puedes tu con dios hablar’’.El bolero es un fragmento de un discurso amoroso. Un género que tiene, no ya una literatura propia (como el rock, los standards americanos de jazz o la canción italiana) demarcada, original y reconocible, sino todo un único tema, infinito, que lo atraviesa: el amor. Así, canciones como “Lágrimas negras”, “La gloria eres tú”, “Encadenados”, “Noche de ronda”, “Solamente una vez”, “Perfidia”, “Dos gardenias”, “Lo dudo”, “Perfidia”, “Abrázame así” componen, entre muchas, una lista interminable que ideó el cancionero, que acaso por el halo histórico de su época (antes de que el mundo se transforme para siempre con el fin de la Segunda Guerra Mundial), hoy permanece y retorna. O acaso nunca se haya ido por la cualidad y calidad de su clasicismo.Mel Muñiz, la chica que le da nueva vida al boleroCuando a fines de este año se cumpla el primer aniversario de la desaparición física del Rey del romanticismo Armando Manzanero (autor entre otras canciones de “Somos novios”, “Esta tarde vi llover” o “Contigo aprendí”), este género podrá hacerse muchas preguntas. Por qué, junto a la universalización de la bossa nova brasilera o el rock, fue tan popular en todo el mundo, con compositores e intérpretes tan disimiles. El arco que va de Chavela Vargas al chileno Lucho Gatica, o de Chico Novarro y a The Beatles, es global y amplio. De los Fab Four no solo suena convincente aún hoy la interpretación de “Bésame mucho” de Consuelo Velázquez, sino que canciones de la dupla Lennon–McCartney, como “And I Love Her’ o ‘If I fell’ tienen una impronta bolerística hasta en sus letras: “Si te amara yo también, oh por favor, no hieras mi orgullo como ella, no podría soportar tanto dolor, y me entristecería si nuestro nuevo amor fuese en vano”.“Elegí el bolero por su espesor dramático, fatalista”, cuenta Mel Muñiz, quien con el bolero como base, sorprende con su primer álbum en solitario, “Aguerrida” (Archivo/)Nació tanto en las costas del Caribe como en el golfo de Yucatán y de allí la matriz de sus dos grandes vertientes y aguas: el bolero mexicano y bolero cubano. Se cree que su origen es, como el de muchas músicas latinas, español. Existe un bolero español del siglo 18, pero que está más cerca de la música clásica y romántica y que originó boleros como el de Chopin o el famoso “Bolero” de Maurice Ravel. Cuba y México, meca de los amantes del bolero, desarrollaron desde los años 30 ese lenguaje específico y singular. Un tipo de acompañamiento, más de guitarras o de piano (con el irrepetible y artista único Bola de Nieve) en el primero y más orquestal en el segundo. De todas maneras, el bolero fue tiñendo con su discurso amoroso los sentimientos de todo un continente que encontró en el romanticismo de sus letras, una música para sus clases medias y populares.Es la historia de un amorGracias a los bailes, también llamados “malones” y “asaltos”, la radio y la nueva invención del tocadiscos hogareño, el bolero floreció. Primo del tango y con la prematura muerte de su ídolo máximo, Carlos Gardel en 1935, el bolero llegó hasta lugares impensados.Quiero emborrachar mi corazónPara apagar un loco amorQue más que amor es un sufrir“Del bolero nos atrajo lo delicado; de ahí nuestro nombre” cuentan Los de Seda, un trío formado en Buenos Aires (archivo/)“En los 30 se pensó que el bolero era el gran rival del tango –cuenta Sergio Pujol, historiador de la cultura argentina, autor, entre muchos títulos, de Historia del baile–. Pero el bolero llega como una canción de delectación romántica. Su rasgo es que, tanto quien lo escucha (y hasta quien lo compone) entra en un círculo vicioso y romántico, un tono confesional y de diálogo íntimo. En todos los boleros estás oyendo a un tipo que le está hablando a la mujer (o viceversa), aunque no use la segunda persona del singular. Por otra parte, se bailaba muchísimo y era la gran oportunidad que tenían los adolescentes de los 40 y 50 de apretar en las pistas de baile. Para los que investigamos, el bolero es fascinante porque tiene lo que Ramón Gomez de la Serna llamaba una ‘sentimentalogía’, o sea, una sensibilidad erótica y una información de los códigos de una época: se trata en muchas de sus letras de amores prófugos, que no debieron haber sucedido o asignaturas pendientes. Y en este punto es más transgresor que el tango: no tiene esa carga admonitoria y moralizante respecto a la mujer”.Canciones de amores clandestinos, imposibles e ilusorios. Una prueba de la relación de ese imperio y cancionero clásico de las pasiones con nuestra posmodernidad es el cine de Wong Kar-wai. Para su obra maestra, Con ánimo de amar (justamente sobre un amor trunco), y su secuela, 2046, utilizó casi exclusivamente boleros. Qué decir del universo autoral del cine de Pedro Almodóvar que dio vida nueva a las figuras de Chavela Vargas o La Lupe. Para Juan Pablo González, musicólogo chileno, el bolero se aproxima “políticamente” a nuestra época. Y por la arista menos pensada, la de la mujer. “Puede haber machismo en el bolero –contextualiza–, pero la mujer en el bolero no es aquello de ‘ya no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot’. La mujer no está condenada como en el tango, puede desarrollarse, tener éxito en la vida”.Manzanero junto a Omara Portuondo, en una presentación en La Habana en 2018 (JORGE BELTRAN/)Pero, ¿qué hay de la cualidad musical melódica del bolero, esa que lo inmuniza también del paso del tiempo? El bolero canción –explica Pujol– se expandió por el continente de una manera increíblemente rápida. En comparación con el tango, nadie le impugnaría a un cantante de boleros no ser mexicano o cubano, algo que sí sucede con nuestra música rioplatense que tiene una identidad muy fuerte con Buenos Aires. Otro rasgo de modernidad es que tiene similitudes con el jazz. Utiliza ciclos armónicos similares a los standards, por eso funciona tan bien un disco como Nocturne, del contrabajista Charlie Haden, o la versión de “Esta tarde vi llover”, de Bill Evans.El bolero, continúa González, tiene un refinamiento desde sus orígenes, que jamás perdería. “Proviene en parte de esa canción romántica de piano y voz. Y sus letras son refinadas, como el modernismo de la poesía de Rubén Darío, pero con ‘calle’, popular. Pero incluso la historia de su éxito depende también de la tecnología y la música europea: con los discos de 78 rpm, de 3 minutos por cada lado, no se podía ni siquiera grabar el aria de una ópera. Y los grandes tenores s comienzan a registrar canzonettas y canciones populares italianas hasta llegar el repertorio del bolero. Y los arreglos musicales, dado el tipo de cantante lírico que eran, tenían que estar a la altura.Sergio Pángaro es otra figura ineludible, tanto del bolero como de la estética de los 50 (GUSTAVO SEIGUER/)La conexión localCada país produjo a sus boleristas (Lucho Gatica, por ejemplo, que triunfó en México, era chileno). Argentina alcanzó figuras prominentes como Mario Clavell y Estela Raval. Y el bolero, a medida que se seguía modernizando (y de la mano de las muchas encarnaciones del fundamental trío Los Panchos), tuvo en nuestro país intérpretes de talla internacional como María Marta Serra Lima o de ejemplar sutileza, como Chico Novarro. Les Luthiers llega al final de la era del bolero con sus exquisiteces lingüísticas e instrumentales, para hacer ironía y reconocimiento al mismo tiempo: allí las extraordinarias “Perdónala (bolérolo)” y el “Bolero de Mastropiero”, haciéndoles cosquillas a todas las consignas del género (“Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo… En realidad, te aprecio, te estimo… bastante…”). Unos pocos artistas continuarían esta música: Horacio Molina, con su toque único para el tango o el bolero (escuchar si no sus versiones aboleradas de clásicos de Joan Manuel Serrat de fines de los 60) y mucho después el virtuoso del bajo eléctrico en el jazz, Daniel Maza, quien también le imprimió un estilo nuevo e inimitable. Y seguramente Sergio Pángaro, el referente del género en la actualidad, que desde Baccarat lleva más de dos décadas cantando boleros.A fines de los 80, entre lugares como el Parakultural y la cultura under, el bolero asumió un nuevo resurgir. En parte gracias a Los Amados, que recogían todo aquel viejo kitsch del bolero para darle justo reconocimiento, entre devoción y desparpajo; entre puesta en escena lujosa e imaginativa y canciones románticas. Hoy, hace tres décadas que Alejandro Viola, o su álter ego en escena, Alejo “Chino” Amado, lidera este grupo que fue fundamental para que nuevas generaciones conozcan esta música.-¿Qué te atrajo del bolero?-En realidad llegué al bolero como un juego. Después de una primera presentación en 1989 cantando en una fiesta, sentí que me disparaban imágenes: imágenes de películas, imágenes de amor, de todo que tiene que ver con los sentimientos y de cómo lo vivimos y los idealizamos. Y noté cómo todos estos temas están arraigados en una parte importante de la sociedad y de la vida amorosa. Yo estaba estudiando Comunicación Social y sentí que aquello se relacionaba con comunicar mis propias ideas sobre las relaciones de pareja. Desacralizar el amor.-¿Y qué opina del bolero en el siglo XXI?-Que es muy importante el humor en una pareja, un ingrediente que debe mantenerla fresca, renovada. A veces la rutina diaria hace que se pierda vivir con humor. Creo que, si es importante en la actualidad escribir un bolero teniendo en cuenta los avances que ha tenido la sociedad, sin perder el objetivo principal que es hablar del amor, el sentimiento universal que siempre buscaremos.Por suerte, Los Amados no están solos. Actualmente, hay una plétora de grupos, de generaciones aún más chicas, que dieron cuenta de su legado. El grupo Los de Seda, por ejemplo, toma la concepción minimalista y breve de Los Panchos, pero utiliza un instrumento bien de la época como el ukelele y la sofisticación del clarinete. Y todo a tres voces. Tienen composiciones propias, pero también interpretan una versión abolerada del clásico de Los Auténticos Decadentes “Loco (tu forma de ser)”. “Del bolero –cuenta el cantante principal, Nicolás Arevalo– nos atrajo lo delicado; de ahí nuestro nombre, Los de Seda: una tela agradable al tacto, al roce. Como una seda y la sensación de cariño que da el bolero, tanto en la música como en la letra. Al principio hacíamos standards de jazz, de Chet Baker, pero nos atrajo más el bolero y todos los integrantes nos dimos cuenta que de chicos en nuestras casas se oían boleros”.Otros tantos artistas locales que se abocaron al bolero son Las Perlas (cuatro integrantes, tres argentinas y una chilena) con un notable y hasta ahora único EP disponible en plataformas digitales, donde se siente todo el brío de los conjuntos de la época dorada. O la agrupación Agua de Florero, que interpreta clásicos y canciones de Chico Novarro. Mel Muñiz, que viene de grupos disruptivos como Las Taradas, La Familia de Ukeleles y Bourbon Sweethearts, también se basó en el bolero para su asombroso disco debut, Aguerrida. “Elegí el bolero por su espesor dramático, fatalista. En el disco mezclo los géneros latinos, porque de hecho vos escuchás a músicos como Agustín Lara o Toña La Negra y toda la música se mezclaba. Los músicos eran músicos. En mi disco hay canciones de mujeres que se empoderan. Componer un bolero en el siglo XXI significa tomar prestados todos los recursos musicales de este género”.De México a Chile, con Natalia Lafourcade o Lila Downs, con La santa Cecilia, Chico Trujillo o la cada vez más ascendente Mon Laferte, el género, bañado no en aguas de la pureza, sino de la libertad y el presente, respira.O, como dice Alejandro Viola, líder de Los Amados, ‘’el bolero, más allá de algunas excepciones, seguirá siendo el género que le canta al amor”.

Fuente: La Nación

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CINCINNATI (AP) — Luis Castillo ponchó a 10 y superó en el duelo de pitcheo a Walker Buehler; Kyle Farmer disparó un par de dobles, y los Rojos de Cincinnati le pusieron un freno a la racha de seis victorias de los Dodgers de Los Ángeles, con un triunfo 3-1 el viernes.Los Rojos, que habían perdido sus más recientes siete series, cayeron al cuarto lugar en la carrera por el comodín de la Liga Nacional, medio juego detrás de San Diego y un juego detrás del segundo lugar, San Luis.Los Dodgers, que ya aseguraron al menos un lugar como comodín, iniciaron el día un juego detrás de San Francisco en el Oeste de la Nacional.Castillo (8-15), el pitcher ganador, no permitió que los corredores pasaran de segunda base en una blanqueada de seis innings y un tercio. Realizó 111 lanzamientos, su registro más alto del año, aceptó cinco imparables y caminó a dos.El relevista mexicano Luis Cessa colgó tres ceros. Michael Lorenzen permitió un sencillo productor a Matt Beaty con dos outs en la novena antes de forzar un elevado del emergente dominicano Albert Pujols para lograr su cuarto salvamento.Buehler (14-4) esperaba alcanzar su 15ta victoria de la temporada y fijar un nuevo máximo en su carrera, pero los Rojos lo tocaron con tres carreras en seis hits y dos bases por bola, en seis entradas de labor.Por los Dodgers el dominicano Albert Pujols se fue de 1-0.Por los Rojos el venezolano Asdrúbal Cabrera de 1-0 y el dominicano Eugenio Suárez de 1-0.

Fuente: La Nación

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Al menos, la confirmación de todo el equipo económico es contradictorio. Solo es necesario escuchar las voces que se oyeron, sean filtradas, fuera de micrófono o frente a él, o leer las “letras de molde” estampadas en una carta vicepresindencial, los motivos que en forma unánime usó el Gobierno para explicar la derrota tuvieron que ver con los magros resultados económicos, la inflación, la caída del salario real o el nivel de ajuste de este año. Sin embargo, todos los integrantes del gabinete que maneja los números y el comercio de la Argentina fueron confirmados en sus cargos.¿Cómo se entiende semejante contradicción? Imposible contestar ese interrogante. Pero más allá de las razones que llevaron a la dupla gobernante a mantener esos alfiles en el tablero, lo cierto es que lo hicieron. El lunes, cuando los nuevos funcionarios lleguen con sus pertrechos a los despachos, los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Producción, Matías Kulfas y de Trabajo, Claudio Moroni, bien los podrían recibir como sobrevivientes de la tormenta. A su lado, también podrían ser anfitriones Fernanda Raverta (Anses); Luana Volnovich (PAMI) y Mercedes Marcó del Pont (AFIP). Todos confirmados..Solo es necesario releer la carta de ayer para entender el nivel de la contradicción. “Señalé -escribió Cristina Kirchner unos párrafos antes de 18 “etc.” seguidos- que creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad, y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales. No lo dije una vez… me cansé de decirlo… y no solo al Presidente de la Nación. La respuesta siempre fue que no era así, que estaba equivocada y que, de acuerdo a las encuestas, íbamos a ganar “muy bien” las elecciones. Mi respuesta, invariablemente, era “no leo encuestas… leo economía y política y trato de ver la realidad”.Esos fueron, según sus palabras, los motivos de la derrota. Economía por donde se lo mire. Sin embargo, los funcionarios, también según su razonamiento, se mantuvieron atornillados en sus sillones.Bien podría darse el caso de que, más allá de lo que se dice, en el fondo se escondan otras razones para explicar la derrota en las urnas. No sería extraño encontrarse con la dualidad de lo que se dice y lo que se piensa. En ese caso, los funcionarios del gabinete económico habrán hecho las cosas bien y los que no funcionaron fueron los que no pudieron con la política, la seguridad o la ciencia, por citar algunos.El ministro Matías Kulfas sale de la Casa Rosada (Fabián Marelli/)Pero si este laberinto borgiano fuese así, que el lector sepa que es un intento de explicar lo inexplicable, pues en ese camino le esmeriló demasiado a un grupo de funcionario que, como ninguno en el Gabinete, necesita inspirar confianza.Para el final, un dato más. La Argentina necesita como pocos países salir al mundo y vender sus productos, además de encarar fuerte la discusión sobre el futuro del Mercosur. Esas negociaciones estarán ahora en manos de Santiago Cafiero, sindicado por todo el kirchnerismo como uno de los “funcionarios que no funcionan”. Se sabe desde hace tiempo que la política nunca deja en la calle a los compañeros de ruta. “Ya le van a pagar con alguna embajada”, se suele escuchar cuando un funcionario es desplazado. Parece demasiado caro entregar el Ministerio de Relaciones Exteriores.Pero Cafiero cotizó su salida y el Gobierno canceló con creces. Una nueva hora comienza -como decía una vieja FM-, para los negocios internacionales. De algo hay que estar seguros. Si Cafiero nieto se mantiene en su mismo herramental de excusas para explicar los problemas de la Casa Rosada, “los medios hegemónicos” cargarán ahora con una nueva mochila sobre la espalda: serán los responsables de que el mundo no compre productos argentinos.

Fuente: La Nación

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MIAMI (AP) — Wil Crowe ganó por primera vez desde el 30 de julio, y los Piratas de Pittsburgh superaron el viernes 2-1 a los Marlins de Miami.Crowe (4-7) permitió una carrera en cinco entradas, durante las que toleró tres imparables. Recetó cinco ponches y entregó un boleto.La actuación del derecho puso fin a una racha de cinco encuentros consecutivos en que se había ido sin decisión.Bryan Reynolds gestionó un par de bases por bolas y conectó un doblete, mientras que Anthony Alford sumó un par de imparables por Pittsburgh.Cole Tucker pegó un elevado de sacrificio que rompió la igualdad en el sexto episodio. El abridor venezolano Elieser Hernández entregó boletos a Colin Moran y Jacob Stallings, antes de un pásbol del cátcher Payton Henry, que permitió a los corredores avanzar.Anthony Banda relevó a Crowe y cubrió un inning y un tercio en blanco. Nick Mears sacó los últimos dos outs del séptimo capítulo, y Chad Kuhl siguió con una octava entrada perfecta.El taponero de los Piratas, Chris Stratton, permitió un triple del dominicano Bryan de la Cruz en el comienzo de la novena entrada. Sin embargo, ponchó al también quisqueyano Jesús Sánchez y a Lewis Brinson.El dominicano Lewin Díaz recibió el pasaporte intencional, lo que permitió a Stratton enfrentar a Payton Henry en su primer juego dentro de las mayores. Stratton recetó un ponche para conseguir su sexto salvamento.Por los Piratas, el dominicano Wilmer Difo de 1-0.Por los Marlins, el venezolano Miguel Rojas de 4-0. Los dominicanos De la Cruz de 4-1, Sánchez de 3-1 con una anotada, Díaz de 3-1. El venezolano Hernández de 2-0.

Fuente: La Nación

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Cuando Satya Nadella se hizo cargo de Microsoft en 2014 comenzó por abrir Windows. A diferencia de sus predecesores, que habían mantenido la joya de la corona del gigante del software sellada herméticamente frente al mundo exterior, expuso el sistema operativo (SO) a la brisa de la competencia. Los otros programas de la firma que antes solo podían correr en Windows ahora podían operar en otros SO, incluyendo Linux, un rival de “código abierto” que Microsoft previamente había llamado un “cáncer”.La maniobra amplió el mercado para el software de Microsoft y mejoró Windows, forzándolo a competir con los SO rivales en términos más equitativos. Ese camino sacudió la cultura de Microsoft, la ayudó a deshacerse de la reputación de monopolio malvado y abrió camino a una recuperación impactante que vio su valor de mercado trepar por encima de los US$2 billones.La otra mitad del entonces todopoderoso arreglo “Wintel”, por el que las PC funcionarían con software de Windows y chips de Intel, quiere abrir la ventana. El gigante estadounidense por mucho tiempo guardó celosamente su negocio de chips. Luego de años de demoras de sus productos, malas apuestas tecnológicas y cambios en la conducción, está lista para un poco de aire fresco. “Nuestros procesos, nuestra manufactura, nuestra propiedad intelectual a través de nuestros servicios de fabricación de procesadores para otros fabricantes de chips: todo estará disponible ahora para el mundo”, dice Pat Gelsinger, nuevo líder de Intel.Si tiene éxito la estrategia de Gelsinger, podría remodelar una industria de US$600.000 millones. A corto plazo, el fracaso podría agravar la escasez de chips que le está haciendo difícil la vida a los fabricantes de variadas industrias, desde autos hasta centros de datos. A largo plazo, podría llevar a una mayor concentración del mercado de chips, ya de por sí concentrado, con Intel cada vez más eclipsado por sus rivales. Y podría consolidar el dominio de Asia de la industria, creando todo tipo de complicaciones geopolíticas.Si bien Microsoft e Intel habitan en partes diferentes del universo tecnológico, solían ser mellizos estructurales. Así como Windows y Office estaban diseñadas para trabajar mejor en conjunto, Intel ha estado diseñando sus propios microprocesadores y fabricándolos en fabs (apócope que deriva de las palabras “fábricas” y “laboratorios”) optimizadas para este propósito. Al crecer la industria tecnológica y volverse más diversa y más interconectada, ha caído la popularidad de este modelo dominante de “fabricante de dispositivos integrados” (FDI), así como la integración vertical se convirtió en un lastre para Microsoft al aparecer otros ecosistemas tecnológicos. Tal como sucedía con la antigua Microsoft, la arrogancia e insularidad de Intel desalentó a otros fabricantes de chips de trabajar con ella. En cambio, abonaron sus propios campos, concentrándose cada vez más en diseñar chips (AMD, Arm, Nvidia y Qualcomm) o en fabricarlos (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, TSMC).Intel logró mantenerse cerrada más tiempo que Microsoft gracias al boom de la computación en la nube, que apuntaló la demanda de procesadores de alta gama, que son la base de servidores en los centros de datos, donde ahora es dominante su arquitectura llamada x86. Éstos aportaron un tercio de los ingresos totales de Intel (US$78.000 millones en 2020) y gran parte de su ganancia neta, de US$21.000 millones. Ahora, sin embargo, la compañía se está viendo superada por sistemas abiertos como el de Arm, cuyos planos se usan en la mayoría de los celulares del mundo (mercado que Intel se perdió) y empiezan a aparecer en centros de datos, y que el año pasado fue adquirida por Nvidia por US$40.000 millones. Al mismo tiempo, TSMC aprovechó los malos pasos tecnológicos y de administración de Intel para ponerse en la delantera tanto en la tecnología de punta como en el volumen de producción. TSMC y Nvidia ahora valen el doble que Intel pese a menores ingresos y ganancias.ntel tiene que persuadir a los clientes de que puede superar un conflicto de intereses al tratar de ser al mismo tiempo una IDM (diseñadora) y una fábrica (Shutterstock/)Allí es que aparece Gelsinger, que en febrero se convirtió en el tercer CEO de Intel en tres años. Fue el jefe de tecnología de la firma hasta 2009, cuando lo echaron. Este antecedente le permitió sacudir las cosas en cuestión de semanas. En vez de dividir a Intel en una fábrica y en un diseñador de chips, como querían algunos inversores activistas, su estrategia “FDI 2.0” se concentra en la integración. Gelsinger ve esto como la principal ventaja competitiva de Intel. Y una rama de fabricación independiente tendría dificultades para competir con TSMC, sostiene Pierre Ferragu, de New Street Research, que estima que los costos de manufactura de Intel son un 70% más elevados que los de la firma taiwanesa.En cambio, Intel está optando por una especie de desacople virtual. Hará más uso de fabricantes externos, incluyendo TSMC, para bajar costos y para beneficiarse de sus procesos de manufactura. En julio, Gelsinger dijo que su compañía tiene la intención de alcanzar la capacidad de TSMC y Samsung de fabricar chips de alta gama. Su plan es lanzar al menos un procesador de alta gama al año, cada uno con transistores más pequeños y circuitos más rápidos. Para 2025 Intel apunta nuevamente a estar a la cabeza con diseños que ya no se midan en nanómetros, sino en angstroms, la siguiente unidad métrica más pequeña, equivalente a un 10.000 millonésimo de un metro.Al mismo tiempo, la compañía ofrecerá esta magia manufacturera a otras, relanzando su negocio de fabricación. En contraste con su iteración anterior, que fue creada en 2012 pero nunca despegó realmente, Intel Foundry Services (IFS) tendrá su propia declaración de ganancias y pérdidas y, pronto, al menos dos nuevas fabs que Intel construirá en Arizona, a un costo total de US$20.000 millones.Gelsinger ahora está en una gira global para explicar y promover su nueva estrategia. Necesitará de todas sus envidiables capacidades de comunicación para convencer a los inversores. Luego de un salto este año, el precio de las acciones de Intel ha vuelto a su nivel antes de que se anunciara su nombramiento. Gelsinger no parece afectado por ello. Dice que los inversores están haciendo dos preguntas, ambas justas: ¿Puede Intel ejecutar esta estrategia exitosamente? ¿Cuándo se verá esto en las ganancias?Las respuestas dependerán en parte de si Intel puede cambiar su actitud. Eso significa volver a encender lo que Gelsinger llama su “cultura groviana”, en referencia a Andy Grove, el legendario cofundador de la firma, que es conocido por su mantra de que “solo sobreviven los paranoicos”. Pero, por sobre todo, el éxito dependerá de una ejecución sin fallas. Gelsinger ahora está en una gira global para explicar y promover su nueva estrategia. (Getty Images/)IFS también enfrenta desafíos. La mayoría de los analistas coinciden con Ferragu en que su negocio de fabricación no puede competir realmente con TSMC. No es solo una cuestión de costos, tamaño y retraso tecnológico. Intel tiene que persuadir a los clientes de que puede superar un conflicto de intereses al tratar de ser al mismo tiempo una IDM (diseñadora) y una fábrica, señala Willy Shih, de Harvard Business School. En una futura escasez de semiconductores la compañía podría tener que decidir si asignar capacidad a sus propios procesadores u honrar los contratos que tenga con los clientes.A pesar de ello, Intel espera poder crear un gran negocio para su fabricación. Se dice que está interesada en apuntalarla comprando GlobalFoundries, separada de AMD en 2009 y ahora propiedad de un fondo de riqueza soberana de los Emiratos, por alrededor de US$26.000 millones.Con todo, Intel se compromete a tener un nuevo espíritu de apertura. Ya no forzará a sus clientes a usar sus herramientas cuando diseñan sus chips y, lo que es más importante, les otorgará acceso a sus diseños de chips y a la tecnología que ha desarrollado para “empaquetar” semiconductores en los chips que terminan en dispositivos electrónicos. Grandes proveedores de la nube podrán tomar el diseño de un procesador de servidor de Intel, utilizarlo para sus centros de datos y combinarlo con otros diseños en un solo chip.Parece haber creciente interés en mezclar y unir. También hay interés en hacer esto localmente. Los políticos estadounidenses apuntan a la presente escasez de chips inducida por la pandemia y las potenciales amenazas de China como motivos para preocuparse por el hecho de que la mayoría de los chips se fabrican en Asia. Se espera que el Congreso apruebe un paquete de subsidios por US$52.000 millones. Gelsinger concede que construir nuevas fabs en Asia costaría entre un 30% y un 40% menos, “pero los dólares del incentivo me permiten invertir más e ir más rápido” en casa. Los gobiernos occidentales no son los únicos que deberían prestar atención a la jugada de Gelsinger. Lo mismo deberían hacer los titanes tecnológicos. Al igual que Microsoft, Intel se metió en problemas en gran medida porque sobreprotegió las joyas de la corona. Otros podrían decidir que la mejor manera de evitar problemas es abrirse preventivamente. Apple podría ser menos dura con su AppStore; Facebook podría hacer que su red social funcione mejor con las de los rivales; y Google podría dar a los fabricantes de teléfonos más libertad para modificar su so móvil Android. Esto podría tranquilizar a las agencias antimonopólicas y dejar más contentos también a los accionistas.Traducción de Gabriel Zadunaisky

Fuente: La Nación

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De sanitarista en La Matanza de la mano de Alberto Balestrini y auxiliar de los Rodríguez Saá en San Luis a ministro de Salud del kirchnerismo y caudillo en Tucumán, bastión del PJ. El raid de Juan Manzur por los engranajes de poder del peronismo sumará ahora un nuevo capítulo: reemplazará a Santiago Cafiero como jefe de Gabinete del gobierno de Alberto Fernández tras la crisis desatada por la derrota electoral del domingo.La propia vicepresidenta Cristina Kirchner reveló en una durísima carta abierta contra Fernández que le había propuesto al jefe del Estado en una reunión a solas en la quinta de Olivos que designara al gobernador de Tucumán como nuevo ministro coordinador para “relanzar” su administración. Su ascenso en el poder se produjo de la mano de José Alperovich, su antecesor y mentor político, con quien mantiene una feroz disputa.Nuevo gabinete: Juan Manzur reemplazará a Cafiero, Aníbal Fernández irá a Seguridad y sigue De PedroManzur, quien intentó sin éxito liderar el armado del albertismo en el arranque de la gestión del Frente de Todos, dejará su provincia para ocupar una silla caliente en la mayor crisis que enfrenta Fernández desde que llegó a la Casa Rosada. Recientemente, fue blanco de los ataques de Cristina Kirchner por el plan Qunita, un programa por el que fueron procesados varios funcionarios del gobierno kirchnerista. “Sé que sorprenderá mi propuesta. Es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi ministro de salud desde el año 2009”, escribió la vicepresidenta en un tramo de su explosiva misiva.Osvaldo Jaldo y Juan Manzur, ayer en TucumánLa llegada de Manzur a la Casa Rosada fue sorpresiva, ya que hasta hace algunas horas sus laderos advertían que era muy difícil que dejara la gobernación de su provincia ya que mantiene una fuerte interna con su vicegobernador Osvaldo Jaldo, quien lo desafía en la pelea por el liderazgo del PJ y presentó su propia nómina en las primarias. Con ese conflicto, Manzur vive un revival de su enfrentamiento con Alperovich, quien gobernó con mano de hierro a Tucumán durante doce años.De 52 años, Manzur es un médico especializado en cirugía general y en salud pública. Fue secretario de Salud en el municipio bonaerense de La Matanza, cuando Balestrini era intendente, y se desempeñó en el área de epidemiología en San Luis, bajo el mando de los Rodríguez Saá. Tiene lazos con las distintas terminales del peronismo, todo un activo en medio de la batalla entre facciones que generó la debacle electoral en el Frente de Todos.El regreso de Aníbal Fernández: de interventor en Río Turbio a ministro de SeguridadEn octubre de 2003, en pleno amanecer de la gestión de Néstor Kirchner, Manzur desembarcó en la gobernación de Tucumán por recomendación de Ginés González García, quien salió eyectado de la administración de Fernández por el escándalo del vacunatorio vip. En poco tiempo, el sucesor de Cafiero, quien se mudará a la Cancillería para reemplazar a Felipe Solá, pasó del ministerio de Salud provincial a ser vicegobernador de Alperovich en dos oportunidades.En ese período fue designado por Cristina Kirchner como ministro de Salud de la Nación. En aquel momento su arribo al Gabinete kirchnerista fue atribuida a una recomendación del empresario Hugo Sigman, con quien Manzur tiene un vínculo estrecho.En su carta, la vicepresidenta recordó que nombró a Manzur para reemplazar a Ocaña, actual candidata de Juntos por el Cambio, por “el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A”. Un dardo cristinista a la “hormiguita” en medio del vendaval que fractura al Frente de Todos.Manzur también fue candidato testimonial y convencional constituyente en Tucumán, una maniobra que le permitió a Alperovich, su exjefe, acceder al tercer mandato.La pelea con AlperovichDurante años, el nuevo jefe de Gabinete fue un dirigente leal a Alperovich, quien tenía recibía fondos y obras públicas, por su fidelidad al kirchnerismo. Pero con el tiempo se enfrentaron por el poder en Tucumán. En política las lealtas son endebles.Manzur junto a Macri durante el gobierno de CambiemosManzur asumió como gobernador en diciembre de 2015, tras el escándalo en los comicios provinciales, que terminaron en la Justicia con denuncias por irregularidades. En 2016, el dirigente peronista ensayó un acercamiento al gobierno de Mauricio Macri y comenzó a despegarse del kirchnerismo. Llegó a decir que el peronismo quería que a Macri le fuera bien.Con el correr de la gestión de Cambiemos, Manzur volvió a estrechar lazos con el kirchnerismo. En 2019, obtuvo la reelección y superó por amplio margen a Alperovich, quien quedó cuarto, en la contienda.El dardo de Cristina KirchnerEn julio pasado, Cristina Kirchner apuntó contra Manzur durante un acto en el conurbano, junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof por la causa judicial por el Plan Qunita.“Lanzamos el plan y estaba Nico Kreplak y estaba Manzur todavía. A Manzur nunca lo procesaron por eso, a los demás sí, pero no importa. Se hizo una denuncia de esos dirigentes que todos conocemos, no vale la pena el nombre, es una matriz y un modelo que se replica con distinto color de pelo, altura, pero siempre es lo mismo. La denuncia por la denuncia misma, sin sentido, y a los efectos de encontrar un lugar en alguna lista que les permita seguir siendo diputado, senador, secretario, ministro”, lanzó la vicepresidenta. Manzur, en rigor, había sido procesado. Pero Bonadio lo sobreseyó.Un Cámpora que no hacía casoTras el ataque público, la vicepresidenta y su exministro saldaron sus diferencias, según reveló la propia Cristina en su carta pública.CarreraManzur se recibió como médico en la Universidad Nacional de Tucumán en 1992. Luego, se especializó en cirugía general, en auditoría médica y en medicina laboral y legista. Además, realizó una maestría en Salud Pública en la UBA.Como fue titular de la cartera de Salud de Tucumán, Manzur era el responsable de las obras de infraestructura hospitalaria y de Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS).Alberto Fernández y Juan Manzur (Prensa Gobernación/)

Fuente: La Nación

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Cristina Kirchner escribió un documento para la historia. Su Carta a los albertistas corre definitivamente el velo de la monumental ficción sobre la cual se edificó el Frente de Todos en 2019: la idea de que el peronismo se unificaba en un proyecto diverso, con un candidato a presidente moderado que se ofrecía como puente para superar las divisiones profundas entre los argentinos.Enfurecida con los resultados de su experimento, Cristina le exigió ahora a Alberto Fernández que obedezca el pacto privado que lo depositó en la Casa Rosada. Le recordó que fue ella y solo ella quien lo puso al frente de la fórmula. “Le pido que honre aquella decisión”, escribió, dos años después, al final de un texto de 1782 palabras cargado de críticas feroces y reproches personales. Claro y sin doble lectura: yo te elegí, yo mando.El kirchnerismo se encamina hacia un fin de cicloUbica a Fernández en el lugar que ella le asignó y que él aceptó a sabiendas. Un presidente instrumental con la capacidad de juntar los votos que ella no podía proveer y que les permitiera disimular el regreso a la casa kirchnerista a aquellos dirigentes del peronismo que habían huido en la fase declinante del anterior ciclo cristinista.La campaña del 19 estuvo marcada por el eslogan “vamos a volver mejores”, que se repetía como una enmienda subliminal al segundo gobierno de Cristina, dominado por la ortodoxia ideológica de La Cámpora y la visión económica de Axel Kicillof. El Frente de Todos se vendía como una alianza peronista contra las políticas recesivas que condenaron a Mauricio Macri, pero de ninguna manera como una reivindicación del pasado.Había que apretar fuerte los párpados para no ver algo extraño en una propuesta que nació con la candidata a vicepresidenta designando por su magna voluntad al candidato a presidente. Fernández tuvo que dedicar gran parte de su energía a negar su vocación de títere. Nunca encontró una respuesta pública del todo convincente para explicar por qué ella -dueña del mayor caudal de votos en el peronismo- no figuraba a la cabeza de la lista. Lo presentaba como un “acto de generosidad” y de apertura hacia nuevos liderazgos.Después de dos años de conflictos internos, de que la mano de la vice se viera detrás de infinitos movimientos del Gobierno, que la gestión económica ahondara la crisis heredara, que el escándalo de Olivos minara la confianza en la palabra del Presidente, que el 70% de los argentinos castigara al Gobierno en las urnas… Cristina reescribe el relato. Idealiza el 2015 como un paraíso de prosperidad “con el mayor salario en dólares de Latinoamérica y una inflación que era la mitad que la actual”. Le advierte a Fernández que no se arrogue méritos en el triunfo del 2019. El pueblo la votó a ella, empujado por la memoria de un tiempo feliz. Lo que penalizó el domingo, en cambio, es la actitud irreverente del don nadie que se creyó con derecho de tomar decisiones económicas a espaldas de su creadora (Vallejos dixit).Curioso juego retrospectivo. Cristina habla como si la operación Alberto no hubiera sido producto del frío análisis de las encuestas de opinión: si ella iba sola perdía.Víctima o cómpliceCuando critica al entorno presidencial por supuestas “operaciones de prensa” lo hace para expresar su fastidio con el papel de víctima que ciertas informaciones atribuyen a Fernández. Lo desenmascara como cómplice de un montaje que está saliendo mal. Él era un armador político sin votos ni territorio. Venía de ejercer como objetor principal de Cristina y ese rasgo lo convertía en el señuelo perfecto para atraer a quienes querían terminar con Macri sin reincidir en el kirchnerismo explícito. Se aliaban (o votaban) a un crítico de las desviaciones institucionales, de los cepos económicos, la corrupción y el autoritarismo que caracterizaron al gobierno de Cristina.En público él ofrecía concordia y progreso. En privado auguraba la fundación de un peronismo racional dentro del cual se diluirían voluntariamente los pibes ya crecidos de La Cámpora.Los audios de Fernanda Vallejo contra el PresidenteApenas juró el cargo, Fernández archivó la ilusión del albertismo. Convirtió en prioritario no enojar a Cristina y a su gente. Dejó pasar la oportunidad de ganar autonomía que le ofreció el inicio de la pandemia, cuando su imagen positiva escaló hasta las nubes. Ahora se vislumbra un porqué. Quiso evitar que, en medio de una crisis sanitaria descomunal, la jefa se le apareciera para vaciarlo de poder. Le cedió cajas y despachos. Intentó complacerla hasta el punto de mimetizarse con su discurso y sus formas. Se enredó con la gestión. Rifó porciones de autoridad. Sin quererlo, se fue devaluando como instrumento político al despojarse del activo de la moderación que le permitía seducir al votante al que Cristina no llega. Ella se lo enrostra en la carta: “El domingo pasado nos abandonaron 440.172 votos de aquellos que obtuvo Unidad Ciudadana en el año 2017 con nuestra candidatura al Senado de la Nación”.El presidente Alberto Fernández, tras la derrota electoral (Fabián Marelli/)El coronavirus desnudó las fallas de un sistema de poder patas para arriba, en el que las decisiones tienen que pasar por tantas manos que no terminan nunca de ejecutarse. Emergió también una diferencia de fondo entre Alberto y Cristina sobre cómo enfrentar el desafío mayúsculo para el que fueron elegidos, que consiste en salir de la recesión y arreglar de manera sostenible la deuda impagable con el FMI.El fiasco electoral del domingo agotó la paciencia de la vicepresidenta, que vio la hora de señalar un culpable y despegarse de la derrota con un fogonazo de indignación. Su Cámpora particular no le hacía caso. Y entonces decidió emplazarlo en público, por escrito, a que cumpla la letra chica del contrato. En 24 horas ya consiguió un cambio de nombres. Se van Nicolás Trotta y Sabina Frederic. Santiago Cafiero deja la Jefatura de Gabinete con el premio consuelo de la Cancillería. Wado de Pedro sobrevive pese a haber jaqueado al Presidente con las renuncias coordinadas del miércoles. Martín Guzmán tiene una vida más.Cristina puede alardear que se impuso. Aunque de semejante rabieta solo pueda emerger un gobierno débil, emparchado, limitado para resolver los problemas que lo llevaron hasta acá.

Fuente: La Nación

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