Pobreza estructural. Familias hacinadas en viviendas precarias e insuficientes. Jóvenes excluidos del sistema educativo. Barrios enteros sumidos en la marginalidad, carentes de servicios e infraestructura básica. Violencia, narcomenudeo y la desesperanza de no poder proyectar un futuro mejor en medio de la emergencia sanitaria. Profundizadas aún más y expuestas con mayor claridad por la pandemia, las múltiples crisis y situaciones de emergencia se superponen en el conurbano bonaerense. En un escenario que lleva décadas de postergación, las crisis sanitaria multiplicó el deterioro.¿Puede el conurbano sufrir un estallido social por el descontento latente acumulado? ¿Son suficientes las redes comunitarias y de asistencia estatal para contenerlo y sostenerlo? ¿O acaso el estallido ya comenzó, pero de manera silenciosa y resignada, en forma de pequeños conflictos y microestallidos? ¿Es el conurbano un territorio detonado, como dice el historiador Jorge Ossona, conocedor y estudioso de sus infinitas barriadas?Los programas de ayuda social y las redes comunitarias de los propios barrios vulnerables son lo que aún sostiene a un conurbano muy golpeado y en una situación crítica, delicada y compleja. El aumento del desempleo, incluso en ocupaciones informales, es uno de los efectos más crudos de la pandemia, que provoca un incremento en la pobreza y la desigualdad. Aunque no están las condiciones dadas para una conflictividad masiva y de gran escala, los pequeños episodios cotidianos de violencia y exclusión pueden ser considerados, como lo indican algunos analistas, un estallido silencioso y subterráneo.Los últimos datos oficiales del Indec muestran el avance del empobrecimiento y el desempleo en el conurbano, profundizados por la crisis sanitaria. Mientras que a nivel país la pobreza en el segundo semestre de 2020 fue del 42%, en el conurbano alcanzó al 51% de las más de 11 millones de personas que lo habitan. El único distrito urbano que supera esta marca es Gran Resistencia, en la provincia de Chaco. En los 24 partidos del conurbano, el desempleo supera el 14%, a diferencia del promedio a nivel país, que se ubica en torno al 11%. Estas cifras muestran que incluso quienes tienen trabajo, formal o informal, pueden también ser pobres.“Todo lo que se venía viviendo se agravó. En el verano hubo una merma en la cantidad de asistentes a los comedores. Hoy ese número de gente se volvió a acrecentar. Hay más gente en los comedores y hay que seguir sosteniéndolos. Pero hay recursos estatales y privados que ya no están. Muchos particulares que ayudaban hoy ya no pueden hacerlo. La situación es muy compleja y difícil. Se morigera a través de los planes que van surgiendo y las ayudas, pero no son soluciones definitivas. Mucha gente está sin trabajo. Hay comerciantes que cerraron y otros tantos que siguen cerrando. Mucha gente que estaba cambiando su estilo de vida retrocede, va para atrás. Y crece la violencia”, observó el obispo de San Justo, monseñor Eduardo García. De su diócesis dependen cuatro comedores y más de una decena de Hogares de Cristo, que asisten a personas en situación de calle, adictos en recuperación y quienes atraviesan problemas psiquiátricos. Todos se ubican en La Matanza, uno de los municipios más postergados del conurbano.La pobreza creciente se explica en parte por la falta de empleo y la reducción de las “changas” o trabajos informales en medio del aislamiento social impuesto para frenar la propagación del coronavirus. La inflación y la suba de precios de los alimentos completan el cuadro. Sin embargo, como se sabe, la mayoría de estos problemas estructurales ya estaban presentes antes de que surgiera la pandemia de coronavirus.“La desigualdad estaba ahí antes de la llegada del Covid. La pobreza aumenta de manera sostenida desde los años 90 sin que los períodos de crecimiento logren revertirla estructuralmente. La pandemia las agravó, pero sobretodo las puso frente a los ojos de toda la sociedad de manera brutal. Para unos, la cuarentena fue cuestión de pedir delivery, mirar Netflix y stockearse de vino. Para otros, pasó por hacinarse en una casilla, compartir el crédito de un celular entre siete hermanos para hacer los deberes de la escuela y empujar durante horas un carro para encontrar qué revender”, describió Rodrigo Zarazaga, sacerdote jesuita y doctor en Ciencia Política.Testeos y relevamiento de vecinos con síntomas en Villa Itatí, partido de Quilmese (Hernan Zenteno/)La pobreza y la desigualdad no solo afecta a los adultos. Casi un 73% de los niños del Gran Buenos Aires son pobres, según las últimas cifras oficiales. A esto se agrega la falta de conectividad, que impide acceder a las clases virtuales para continuar con la escolaridad.“Los hogares han financiado y sostenido la conectividad con sus propios datos móviles. No obtuvieron un servicio más robusto o permanente. Hay una fuerte desigualdad educativa. Se acentuó la diferencia entre escuelas públicas y privadas. El vínculo vía digital no tiene la misma calidad ni misma regularidad. Los chicos de barrios populares han suspendido toda actividad escolar. A lo sumo intercambian mensajes por WhatsApp con la escuela. Pero se genera un deterioro, que produce una expulsión del sistema educativo”, afirmó Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).En una línea similar, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, consideró que “la pandemia aleja a los niños de la escuela. La virtualidad en muchos casos es la fachada de una no educación, porque muchas familias no tienen acceso a la conectividad y la tecnología”.Por su parte, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, sostuvo que la conectividad debe incluirse entre las necesidades básicas de los barrios. “La pandemia expuso la desigualdad educativa. La conectividad forma parte de las necesidades básicas de un barrio y de la urbanización, que no es solo construir calles o cloacas. La inclusión de un barrio hoy pasa también por ese lado. Vamos a urbanizar 400 barrios populares por año. Están dadas todas las condiciones para que sea una política de mediano y largo plazo que continúen otros gobiernos”.Sin escuelas a las que asistir o trabajo del cuál ocuparse, y ante la falta de oportunidades y horizontes, miles de jóvenes se inclinan hacia la droga como vendedores o consumidores, en barrios donde los narcos han ganado un espacio creciente.“En los Hogares de Cristo se triplicó la cantidad de personas que se acercan para empezar su recuperación. Muchos chicos que estaban en tratamiento han vuelto a la calle y han vuelto a la droga. Muchas familias han perdido a los chicos nuevamente. También se triplicó la cantidad de abuelos en situación de calle. Han mermado los recursos y también los voluntarios, por miedo a los contagios o por muerte. Tenemos un cuello de botella: más gente que atender, sumado al problema de la falta de recursos. Hay mucho agobio y mucho cansancio”, sostuvo el obispo García.En ese sentido, Zarazaga sostuvo que “el narcomenudeo termina siendo una de las pocas alternativas de movilidad social. Si el joven no tiene esperanza, la droga se convierte en una salida; ya sea como consumidor o como dealer. La cuarentena complicó el cuadro, porque al limitar los lugares de contención como la escuela, la capilla, el templo o el club, volcó a los jóvenes a la calle. Los deja más vulnerables”.Además, en muchos casos, los propios vendedores de droga asisten con recursos económicos al resto del barrio. “Hoy los narcos tienen una buena reputación, cosa que antes no sucedía. Eran vistos como los que envenenaban a los pibes. Ahora cumplen una ‘función social’, se podría decir. Les interesa traer estabilidad para preservar su negocio”, sostuvo el historiador Jorge Ossona.Se trata de un problema de difícil solución. “La situación con la venta de droga es muy crítica en los grandes centros urbanos del país. El que vende droga gana más que el que trabaja y termina construyendo un sistema de crédito paralelo en el barrio. El eje central de las políticas para solucionar esta problemática pasa por el trabajo y la escuela. Por eso, lanzamos el programa Potenciar Jóvenes, que brinda una beca para financiar un emprendimiento de jóvenes de hasta 29 años. También hicimos una ampliación de las Becas Progresar”, expresó el ministro Arroyo.A la venta de droga, la deserción escolar, la creciente pobreza y desigualdad, se le suma una importante crisis habitacional. Todos los días, las tomas de tierras se multiplican. “El déficit habitacional y de servicios es estructural. Las obras son muy lentas y siempre van por detrás del crecimiento demográfico. Con la pandemia se agravó aún más. En las villas y asentamientos ha habido un deterioro importante de la vivienda”, observó Salvia.Estas emergencias múltiples se conjugan para dar lugar a la amenaza de un estallido latente, expresado en pequeños conflictos diarios. “Se suele determinar que acá no hay estallido social. Nadie duda que existe una red de contención. Pero es insuficiente y la gente se la tiene que rebuscar. Es una cultura de la insuficiencia, del déficit, del nunca llegar. Acá hay dos situaciones esterilizantes: la pandemia y las elecciones. Vamos a ver qué pasa el año próximo, muy complicado en lo económico. Hoy hay conflictos capilares todos los días en el conurbano. Son microestallidos y protestas, que se reflejan en múltiples problemas: peleas de vecinos, enfrentamientos violentos entre grupos, tomas de terrenos, casos de violencia familiar y de género”, observó Ossona. “Diría que es un territorio detonado”.¿Qué sostiene y contiene al conurbano? ¿Qué impide que estos microconflictos y pequeños estallidos se magnifiquen? Las redes comunitarias y los programas de asistencia social son la respuesta. “La organización comunitaria es lo que está sosteniendo a las barriadas en estos momentos tan difíciles”, afirmó García.Para Arroyo, “no hay condiciones para un estallido porque hay un montón de gente trabajando y poniéndole el cuerpo. En los barrios hay una inmensa red social llevando adelante un trabajo enorme. Sumado a mucha política pública, es lo que ha sostenido la situación social en nuestro país”, afirmó.¿Son suficientes la acción del Estado y las redes de contención de la propia comunidad? No hay una respuesta clara. “Hay un Estado que realiza un esfuerzo grande de transferencia de recursos a los más pobres. Lo que ocurre es que es un Estado gaseoso, llega con poco orden y consistencia. Le falta información y eficiencia”, opinó Zarazaga.La insuficiencia en las ayudas no necesariamente se traduce en un estallido tal como los de 1989 y 2001. El miedo al contagio y la falta de perspectivas de mejora hacen que muchos se enfoquen en subsistir. “Un estallido tiene sentido cuando provoca algún cambio. Acá, la sensación es que después del estallido viene más de lo mismo y nada va a cambiar. La gente va tirando. Está agotada, deprimida, cansada. Hay mucho desgano. No hay fuerzas para el estallido”, dijo García.En una línea similar, Salvia observó que “los segmentos populares están recluidos y atemorizados frente a la pandemia. Se ven afectados por la situación socioeconómica. Y asistidos por planes de ayuda social que mínimamente les garantizan un piso de protección social de transferencia de ingresos”.¿Cómo empezar a solucionar un panorama tan adverso, desafiante y complejo? El trabajo es una posibilidad. “Hay que dejar de hablar de contener o sostener –dice Valenzuela–. El conurbano se tiene que poner en marcha, alentando el trabajo, las pequeñas empresas y emprendimientos, la economía del conocimiento. La primera y única respuesta tiene que ser el trabajo. Necesitamos claridad respecto a cómo pasamos del plan social al trabajo, de la crisis a la inversión y a la producción”.

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Las llamadas sorprendieron. No solo por el lugar desde donde partían, áreas técnicas del Ministerio de Desarrollo Productivo, que conduce Matías Kulfas, sino por el tema específico en cuestión: consultaban entre proveedores fabriles por la disponibilidad de vidrio, goma y aluminio. El argumento fue que esos tres productos resultarían vitales para la fabricación de envases que Marcelo Figueiras, dueño de laboratorios Richmond, llenará en las próximas semanas con vacunas Sputnik V en sus instalaciones del conurbano bonaerense. El sueño de las dosis made in Argentina. “Fue un pedido de colaboración”, definió uno de los industriales, no del todo convencido de poder cumplir con la venta. Se trata, dice, de frascos que no se hacen todavía en el país y que incluyen una especie de chip que permite seguir la trazabilidad para cada etapa del proceso manufacturero.El Gobierno quiere evitar lo que vivió con los 22,4 millones de dosis de AstraZeneca: elaboradas en la Argentina por el laboratorio mAbxience, de Hugo Sigman, quedaron demoradas en México por las exigencias regulatorias que la Comisión Federal para la Protección con Riesgos Sanitarios (Cofepris) le impuso a Liomont, empresa encargada de envasar en ese país el principio activo.Figueiras se ha convertido en una gran apuesta para el kirchnerismo. Se metió en esta aventura con pleno respaldo no solo de Kicillof, que ya les anticipó en privado a empresarios que la provincia de Buenos Aires podría incluso comprar obligaciones negociables emitidas para la financiación de la nueva planta de envasado, sino de la propia Jefa, la vicepresidenta. “En julio estoy entregando”, le transmitió a un gobernador apurado en comprar. Las vacunas serán encargadas por el Instituto Gamaleya, de Rusia; elaboradas en la fábrica que el laboratorio Hetero Pharma tiene en la India, y enviadas desde allí a la Argentina para que Richmond termine el proceso. El objetivo es venderla también a otros países de la región. A Bolivia, por ejemplo.La rápida aparición de esos insumos es entonces vital. Porque la Argentina entrará en un invierno complicado por la circulación del Covid y porque cualquier demora afectaría la credibilidad del Gobierno y la imagen del fabricante. Nadie sabe tanto lo que esto significa en una pandemia como Sigman, todavía molesto por las críticas e incluso reticente a volver a la Argentina desde España, donde tiene residencia. Superar el enojo le llevará un buen tiempo, probablemente no antes de concretar una charla que se debe a solas con Alberto Fernández. No hubo tiempo para eso, ni acaso ánimo, durante la última visita del Presidente a Madrid. El empresario ha decidido hacer silencio, más allá de explicaciones que publicó semanas atrás en Twitter y las razones que les da en confianza a sus amigos: dice que no incumplió nada, entre otras cosas porque el contrato de AstraZeneca preveía entre 12 y 14 millones de dosis con plazo hasta junio. El Gobierno hacía en cambio otra cuenta: llegó a incluir esos 22,4 millones de dosis en un hipotético lote general de 62 millones vacunas que, una vez aplicadas, inmunizarían a más de 30 millones de personas durante el primer semestre. “Podríamos decir que vamos a estar cerca de la inmunidad de rebaño”, se entusiasmó Ginés González García en febrero. La realidad también es más modesta: la Argentina avanza en el plan, pero les aplicó hasta ahora las dos dosis a unos 3 millones de personas, el 10% de esa previsión inicial.Aquel error de cálculo pone ahora más en evidencia la irrazonabilidad de haber rechazado, en su momento, las dosis que ofreció Pfizer a la Argentina el año pasado por haber hecho aquí su ensayo más numeroso en el mundo. Cualquier comparación con los volúmenes que el laboratorio norteamericano entregó en otras partes es engañosa si no contempla la prerrogativa de la Argentina como anfitrión. El Gobierno no solo dejó pasar así una oportunidad sanitaria que habría atenuado los contagios, sino la posibilidad de un liderazgo geopolítico: el de un país pionero en América Latina con la vacuna más demandada del planeta.Es entendible que la discusión vuelva entonces sobre la ley que frustró el contrato, aprobada en octubre, con incógnitas que todavía no fueron develadas. ¿Por qué la votó mayoritariamente la oposición, que ahora propone modificar el artículo 4, un párrafo que pone límites a la indemnidad que reclaman los fabricantes ante posibles reclamos? ¿Y por qué los otros laboratorios no rechazaron esa cláusula? Ningún referente de la industria farmacéutica nacional se ha referido hasta ahora públicamente a esa diferencia en las actitudes de unas y otras empresas. Uno de ellos ensayó ante este diario una respuesta: “En general, esas cláusulas se reglamentan o limitan una vez que las partes se sientan a negociar el contrato. ¿Me va a decir usted que Pfizer, que tiene los mejores lobistas del mundo, no podía hacerlo?” Si es que lo ejerció, ese indudable poder de lobbying fracasó. Al menos durante el debate en la Cámara de Diputados: Pfizer siguió aquella discusión a través de la información que le suministraba una agencia parlamentaria, pero se distrajo durante al menos 48 horas, un lapso decisivo: el tiempo que pasó desde que la diputada oficialista Cecilia Moreau introducía el cambio en el texto hasta la aprobación en el recinto.Más allá de si Pfizer intentó o no frenar el proyecto o conversar antes con diputados, no todo el sector farmacéutico se mueve de la misma manera. En general, las multinacionales norteamericanas prefieren rechazar leyes antes de que se promulguen, en lugar de enmendarlas después. Una vez aprobadas optan por recurrir a los abogados, no a gestores capaces de sentarse con un funcionario. Es una cuestión de cumplimiento normativo interno. Y la misma razón por la que, por ejemplo, no suelen financiar campañas políticas en países donde residen sus filiales. Modalidades globales que distan bastante de las domésticas. Hace unas semanas, un ejecutivo argentino se acercó en Estados Unidos a un integrante de la familia Johnson, a su vez miembro del directorio de Johnson & Johnson, para hacerle una consulta sobre la vacuna de ese laboratorio. El accionista se excusó: dijo que no solo no podía opinar, sino que ni siquiera estaba facultado a recibir la vacuna de su propia empresa por razones de compliance.Será interesante ver este choque de culturas el martes si Pfizer acepta la convocatoria de Massa a la Cámara de Diputados. Más si se tiene en cuenta que, como dicen los funcionarios, el laboratorio sigue negociando con el Gobierno. Aunque las primeras señales indiquen que, como en octubre, no hay voluntad de cambiar el artículo 4. Lo anticipó esta semana el oficialista Pablo Yedlin, presidente de la Comisión de Salud. “Si es para vacunar a los menores de 18, tiene alguna lógica porque la de Pfizer está aprobada para esa edad. Pero si es simplemente para aumentar en uno, dos, tres millones las vacunas, me parece que es más fácil para la Argentina aumentar uno, dos, tres millones de lo que ya tiene contratado”, dijo a Radio con Vos.Es la lógica Ginés. El camino opuesto al que recomiendan los epidemiólogos: negociar con todos los proveedores posibles y comprar incluso demás porque, en general, toda urgencia sanitaria de esta índole depara más fracasos que éxitos. No sorprende que Estados Unidos, que puso en práctica el consejo, esté cerca de inmunizar a toda su población y haya entrado en la etapa de donar vacunas. Sí, en cambio, llama la atención que la Argentina, que las necesita y anda mendigando insumos para fabricar envases a las apuradas, haya hecho de cuenta que le sobraban desde el principio. El costo de una demora en pandemia es infinito.

Fuente: La Nación

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Ocurren dos desgracias argentinas en medio de la gran tragedia global del Covid-19. Además de la pandemia, el país padece al mismo tiempo los errores por impericia del gabinete de Alberto Fernández y los planes calculados del kirchnerismo para retomar y profundizar la deriva hacia el mundo de las autocracias.No es un fenómeno nuevo, pero la intensidad de la crisis del coronavirus lo expone con mayor crudeza y multiplica los efectos de esa convergencia.Cuando Cristina Kirchner eligió a Alberto Fernández como compañero de fórmula previó que el presidente que buscaba se subordinaría sin traicionarla. No se equivocó en ese punto, hasta ahora. Otras alternativas como Sergio Massa, Felipe Solá o José Manuel de la Sota no daban semejante garantía.El gambito de la dama no pudo ser completo y ahora está a la vista. La líder mayoritaria de la reunificación peronista no previó que Fernández llegaría acompañado por un equipo de escasa eficiencia.Cristina tampoco quiso ver el efecto paralizante que provoca en muchas áreas que los ministros que en un principio nombró Alberto operen bajo el control de segundos y terceros designados por ella. De última, la vicepresidenta los va cambiando por tropa propia sin que se registren hasta el momento mejores síntomas.Rige por lo tanto el viejo mandato de los sistemas burocráticos: “Nunca cumplas la orden sin esperar la contraorden”, que en este caso invariablemente llega por canales informales conectados al Instituto Patria.La combustión de la escasa eficacia con los ideologismos del kirchnerismo estalla en desatinos con un enorme costo humanitario, social y económico.La pandemia es un tobogán por el que se despeña la imagen presidencial, pero también un muestrario cronológico lleno de ejemplos de esa mezcla envenenada. Importa poco el termómetro sobre la situación política cuando las consecuencias de los malos cálculos y de los desquicios geopolíticos pueden contabilizarse en más muertes, en más contagios y en la desaparición de decenas de miles de empresas y puestos de trabajo.A la relativización original de la llegada del coronavirus le siguió sin transición una cuarentena prolongada que diezmó la actividad económica privada y agigantó la brecha entre quienes subsisten por sus propios medios y los que viven de un empleo público.Capeado el primer temporal por el refuerzo del sistema de salud –quizá el único punto positivo del manejo de la pandemia–, llegó un error de cálculo fatal, añadido al desvío del objetivo principal de conseguir vacunas.Fernández no previó la llegada de la segunda ola que azota en estos días porque dio por descontado que toda la población estaría vacunada al final del verano que pasó. La intervención de Cristina en favor de un acuerdo con Rusia y el consecuente desaliento a contratos con Pfizer y otros laboratorios norteamericanos no fue el único ingrediente.Al Presidente le fracasó el compromiso de AstraZeneca de tener vacunas disponibles en enero y la inmunización que debía ocurrir en los meses de calor está empezando a concretarse en las semanas de frío. Todo fue condimentado por el acomodo de los amigos del poder para vacunarse sin turno previo.El debate por la primacía entre la salud y la economía viene rodando desde los primeros días de contagio. En realidad, hubo otra prioridad que nunca fue anunciada, pero que explica mucho de la escasez y la demora de las dosis: Cristina privilegió los acuerdos con sus amigos en el mundo, los que la asumen como la jefa del populismo de (supuesta) izquierda.No se trata de meros gustos políticos. Es la jefa del oficialismo la que retoma de su propia mano un encuadramiento del país en el lugar en el que ella había pretendido dejarlo, en diciembre de 2015.El camino de Cristina se resume en pocas palabras: vacunas rusas y chinas, y una misión encabezada por la máxima autoridad sanitaria a posar con el nuevo jefe del régimen cubano para comprarle vacunas.Esos pasos son contemporáneos de la rehabilitación de Venezuela con el argumento de que “ya no se violan los derechos humanos”, según expresó Fernández en calidad de vocero de Cristina. Y, por si fuera poco, de la condena a Israel por el pecado de defenderse de una organización terrorista como Hamas.Es sencillo saber de qué lado está Cristina y dónde quiere que la Argentina formalice su encuadramiento global. Endeble por su incapacidad para pagar su deuda externa, frágil por el fracaso de su política de inmunización, el país elige dar un brusco giro de su política exterior mientras al mismo tiempo el Presidente se conecta por Zoom con líderes occidentales como Angela Merkel.No termina de saberse qué es peor. Si el viraje hacia las autocracias y los países marginados o la incongruencia de pedirles ayuda a los líderes mundiales con los que la Argentina elige tomar distancia y hasta enfrentarse.Un país atribulado por el colapso sanitario y la crisis social parece no dimensionar la seriedad de que el país se ubique en un lugar en el mundo apenas para conformar los deseos de liderazgo del populismo regional de la vicepresidenta.Las viejas relaciones de la Argentina con sus viejos socios y aliados se hunden en un aceitoso mar de silencio. Poco hay más grave cuando lo importante resulta ajeno para sus víctimas.

Fuente: La Nación

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La campaña de vacunación mundial contra el Covid registra al 5 de Junio unas 2.050.163.712 dosis suministradas contra el coronavirus, de las cuales 125.994.486 se dieron en América del Sur. En la Argentina, el número alcanza a 13.374.067 aplicaciones.La aplicación de vacunas contra el coronavirus avanza a distinta velocidad en los países. En este sentido, China encabeza el ranking mundial de inoculación con 723.486.000 dosis aplicadas. Luego le siguen, Estados Unidos con 297.720.928 dosis e India con 218.344.384 dosis.Sin embargo, cuando se comparan las aplicaciones de acuerdo a la densidad poblacional de cada país, se observa que Seychelles lidera el listado con 1.471.280 dosis por millón de habitantes; en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.397.985; y en el tercer puesto se encuentra Emiratos Árabes Unidos con 1.342.060.En este ránking internacional, la Argentina se ubica en el puesto 20 en relación a la cantidad de dosis aplicadas, pero su posición desciende a la posición 66 si se analiza el número de inoculaciones cada millón de habitantes.
En la lucha contra el coronavirus se incluyen las siguientes vacunas: Pfizer/BioNTech, Moderna, Sinopharm, Oxford/AstraZeneca, Covishield, Sinopharm/Beijing, Sputnik V, Sinopharm/Wuhan, Sinovac, Sinopharm CNBG.Toda la información sobre vacunas en el mundoLa vacunación contra el Covid en la ArgentinaLa vacunación en el país registra al 3 de Junio, un total de 13.374.067 dosis administradas, de las cuales 10.417.359 personas recibieron una dosis y 2.956.708 recibieron ambas aplicaciones.Las provincias con mayor cantidad de vacunas aplicadas son Buenos Aires con 5.037.523, CABA con 1.239.039 y Córdoba con 1.122.499.

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ARLINGTON, Texas, EE.UU. (AP) — Kyle Gibson volvió de la lista de lesionados para lanzar 5 1/3 innings en blanco, y los Rangers de Texas rompieron una racha de nueve derrotas, al superar 5-4 a los Rays de Tampa Bay, campeones defensores de la Liga Americana, que volvieron al escenario de la Serie Mundial de la campaña anterior.Joey Gallo pegó su décimo jonrón y Charlie Culberson remolcó una carrera con toque suicida por los Rangers, que volvieron a casa tras perder nueve en fila, lo que constituye la gira más prolongada sin victorias en la historia de la franquicia.Texas no había ganado desde el 23 de mayo, cuando completó una barrida de tres juegos sobre Houston, en su última serie en casa.Brandon Lowe pegó un jonrón con el juego avanzado por los Rays (36-23), que tienen la mayor cifra de victorias en las mayores esta temporada, y que perdieron apenas por cuarta ocasión en los últimos 21 juegos.Su única visita previa al Global Life Field fue el pasado octubre, en la Serie Mundial disputada en campo neutral, donde perdieron en seis duelos ante los Dodgers de Los Ángeles.Gibson (4-0) ponchó a cinco y no dio base por bolas, en su primera apertura desde el 21 de mayo, antes de ser enviado a la lista de lesionados por una distensión en la ingle derecha.El derecho realizó 73 lanzamientos y mejoró su efectividad a 2.06, la tercera más meritoria en la Liga Americana. Salió en el sexto inning tras permitir sencillos consecutivos con un out.El zurdo de Tampa Bay Josh Fleming (5-4), quien había ganado sus últimas cuatro decisiones, permitió 10 hits y cinco carreras en una labor de siete innings. En 72 de 100 lanzamientos consiguió strike, recetó dos ponches y cero pasaportes.Por los Rays, los cubanos Randy Arozarena de 4-1, Yandy Díaz de 3-2. Los dominicanos Francisco Mejía de 3-1 con una anotada, Manuel Margot de 1-0.Por los Rangers, el cubano Adolis García de 4-0 con una remolcada.

Fuente: La Nación

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A partir de este momento nos vamos en transformar en cruzados. Pero no al servicio de ninguna guerra. Al servicio de la información. Vamos a denunciar un sistema de vacunación paralelo K. Con la K de Axel Kicillof. Con la de kirchnerismo.Seremos inflexibles con cada gesto de uso electoral de la vacuna contra el Covid. En especial, en la provincia de Buenos Aires.Porque usar la vacuna como propaganda es tan inmoral como robársela o repartírsela entre gente como Horacio Verbistky y Carlos Zannini.Es más: ya les adelanto que el próximo domingo, en La Cornisa, te vamos a mostrar documentos inéditos acompañados con una cuidada sistematización de datos.Cómo siguen las restricciones en CABA y provincia de Buenos Aires para este fin de semana del 5 y 6 de junioPara que te vayas haciendo una idea:-En la provincia hay cerca de 1700 centros de salud donde se podría haber vacunado contra el Covid, pero no se usan. Son los mismos centros donde se vacunan, contra la gripe, todos los años, por lo menos 12 millones de personas.-Pero ahora con el Covid, la mayoría de ellos fueron reemplazados por lo que Kicillof y su ministro de Salud Daniel Gollan denominan “postas”.-Habría, por lo menos 300 “postas”. Son clubes de barrio, de fomento, de fútbol, sedes de sindicatos, atendidos por funcionarios/ militantes del palo, y no por verdaderos profesionales.-¿Un ejemplo? El de Pacheco, denunciado hace un tiempo por una señora harta de tanta mentira.Para que se entienda todavía mas. El sistema de salud de la provincia tiene subsistemas compuestos por:-Hospitales nacionales-Hospitales provinciales-Mixtos (nacionales y provinciales)-Centros de salud (de cercanía)Y cada municipalidad posee uno o varios centros de salud de cercanía.Pero el sistema paralelo de vacunación K no usa a la mayoría de estos centros. ¿Por qué? Porque quieren adueñarse de la vacuna con fines electorales.Es más: las pocas veces que usan a los mencionados centros, como en el caso de Vicente López o San Isidro, los vacían de personal municipal y mandan a los chicos con pechera de la provincia.Como si esto fuera poco, tienen de rehenes a los bonaerenses a través de app “vacunate”. Y por medio de la app, manejan la “turnera”. La turnera sería el equivalente a la lapicera que te da el plan social o la bolsa de comida. Un turno, un voto.Y, con esa turnera, te mandan a alguna de las 300 postas que conforman el sistema paralelo de vacunación k.Hasta acá la primera explicación sobre una denuncia que ampliaremos. Ahora dejame que te diga dónde estamos parados.Tu vacuna es tu derecho. Y es su obligación. No tenés nada que agradecerles. Ni a Axel, ni a Cristina, ni a Alberto, ni a Horacio, ni a nadie.No tenés obligación de votarlos, por más que te hayas aplicado la vacuna. No te están salvado la vida.Ginés González García, sobre las vacunas vip: “Me hubiera gustado explicar un poco, hubiera amortiguado mucho el lío”Es más: en la provincia, en La Matanza, te quieren usar, para que sientas que ellos son una mezcla de Papá Noel y Superman. Pero no son tan poderosos.Si lo fueran, vos tendrías trabajo, comerías asado todos los días y no deberías salir a la calle a vender cualquier cosa para sobrevivir ¿no?Por eso te recomiendo: vacunate. Pero no te dejes engañar. Están en plena campaña electoral disfrazada de campaña de vacunación. Y esta foto es una prueba más de lo que estamos denunciado hoy acá.

Fuente: La Nación

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En la que puede llegar a ser su última noche en MasterChef Celebrity, Alex Caniggia no las tuvo todas consigo y protagonizó otra gala para el olvido, tanto gastronómica como emocional.A pesar de que llegó al estudio con su habitual mezcla de confianza y petulancia en partes iguales, al participante que se olvidó cómo cocinar lo recibieron con un sobrenombre que no le gustó nada. Quien se autodenomina “emperador” quedó merced a Sol Pérez reducido al apodo de “Chuchi”.“Ay, quedé adelante tuyo Chuchi”, le dijo la conductora lo suficientemente fuerte como para que se escuchara en todo el estudio. Lógicamente, Santiago del Moro quiso saber más y ella explicó: “Lo jodo, porque él cada vez que cocino me dice: ‘Hoy perdés’, entonces ahora ya lo cargo”.Todos se reían, todos menos Alex, al que el tema no le causaba ninguna gracia: “Chuchi no va, Chuchi es nombre de perro”. Pero de nada le sirvió el pataleo, desde ese momento desde sus compañeros hasta el jurado comenzaron a llamarlo de esa manera, especialmente Germán Martitegui, que en las últimas semanas se enfrentó con él prácticamente todas las noches.La noche para Alex fue tan negra como las últimas, donde a sus problemas para las cocciones se sumó el mal humor por la broma de Sol. Y eso que no entendió qué le quiso decir Damián Betular cuando, al ver su camisa multicolor, le dijo a sus compañeros: “De atrás da medio Laport”. Una referencia muy argentina para su realidad europea.

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El cierre de la semana presentó una diferencia con respecto a los últimos viernes, porque Telefe decidió poner al aire una emisión de MasterChef Celebrity. De esa manera, la gala de humor de ShowMatch midió fuerzas contra el reality de cocina, y así fue el rating de la noche.Poco antes de las 21, Telefe Noticias y Telenoche competían palmo a palmo, con mediciones muy similares que se encontraban en el orden de los nueve puntos. Pero a medida que se acercaba el horario de Doctor Milagro, el ciclo conducido por Rodolfo Barilli lograba sacar una ligera ventaja, posicionándose en 9.8, contra los 7.4 que marcaba la competencia. En tercer lugar, Bendita se encontraba en 4.4, y en cuarta ubicación Los Mammones, con 3.8.El inicio de la novela turca, una de las más populares de la actualidad, llevó el rating de Telefe a quince, mientras ShowMatch se ubicaba en un promedio cercano a los once puntos. El comienzo de MasterChef Celebrity elevó el promedio del canal a veinte puntos, mientras ShowMatch se ubicaba en una medición de diez. Cuando el ciclo de Tinelli llegó a su fin, los números del Trece se descendieron a seis puntos, mientras el reality trepó hasta 22.

Fuente: La Nación

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PITTSBURGH (AP) — El novato Ke’Bryan Hayes conectó jonrón por segundo juego consecutivo desde que salió de la lista de lesionados y produjo tres carreras para que los Piratas de Pittsburgh apabullaran el viernes 9-2 a los Marlins de Miami.Hayes consiguió su vuelacercas de dos carreras en la primera entrada y remolcó otra con un sencillo en la séptima, en la que los Piratas consiguieron cinco anotaciones para sentenciar el encuentro.El jueves, Hayes también disparó un bambinazo en su primer partido tras una inactividad de dos meses debido a un esguince en la muñeca izquierda. Su padre, el exantesalista de Grandes Ligas, Charlie Hayes, presenció ese juego en las gradas.El líder en imparables de la Liga Nacional, Adam Frazier, conectó un par de indiscutibles, impulsó dos carreras y anotó tres para Pittsburgh. Hayes, Bryan Reynolds y el dominicano Erik González también consiguieron dos hits cada uno.El novato de Miami, Cody Poteet (2-2), fue retirado del montículo cuando había dos outs en el tercer episodio debido a una distensión del ligamento colateral medial en la rodilla derecha. En lo que fue la quinta apertura de su carrera, Poteet concedió tres carreras y cuatro bases por bolas.Duane Underwood Jr. (2-2) trabajó dos entradas sin recibir anotación y se llevó la victoria tras relevar al abridor Mitch Keller.Por los Marlins, el dominicano Starling Marte 4-0. Los venezolanos Sandy León de 3-2, una anotada, y Jesús Aguilar de 1-0. El colombiano Jorge Alfaro de 1-0.Por los Piratas, los dominicanos Gregory Polanco de 4-1, una impulsada, Erik González de 4-2, una anotada.

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A cuatro años de su desaparición, encontraron el cuerpo de Santiago Cancinos, un adolescente trans que era buscado en Salta desde el 16 de mayo de 2017. En ese entonces, el joven tenía 14 años y se lo rastreaba con su nombre de nacimiento, Constanza Gala Cancinos.Sus restos óseos fueron hallados en la localidad salteña de Vaqueros, que se pudo confirmar este viernes luego de una pericia odontológica que resultó clave.El fiscal penal, Santiago López Soto, brindó una conferencia de prensa en el salón auditorio del Ministerio Público de Salta y explicó lo sucedido. “A partir del hallazgo de piezas dentarias del cuerpo que encontramos, ordenamos una pericia odontológica que fue realizada hoy [por ayer] que nos dio la certeza y la confirmación de que se trata de Cancinos”, precisó el funcionario, junto a su par de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma, y el director del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), Pablo Rivero.Cómo siguen las restricciones en CABA y provincia de Buenos Aires para este fin de semana del 5 y 6 de junioEl hallazgo se produjo el jueves, cuando un hombre que se encontraba a la altura del kilómetro 12,5 de la ruta nacional 9, a la vera del camino, encontró los restos y dio aviso a la Policía.La investigación quedó a cargo de los fiscales penales Poma y López Soto, quienes realizaron una inspección ocular y relevaron la información obtenida por los investigadores.Cancinos fue visto por última vez el 16 de mayo de 2017, cuando iba a una clase de gimnasiaLos restos óseos fueron trasladados al Servicio de Tanatología Forense del CIF, donde fueron sometidos a distintas pericias para tratar de determinar el sexo, la edad, la data de muerte, la identidad y otros detalles que permitan esclarecer la situación.López Soto detalló que se trató de “un hallazgo casual” por parte de una persona que se encontraba realizando tareas de desmalezamiento pasando el puente de Vaqueros. A partir de su llamado, comenzaron tareas investigativas “en una zona muy compleja, de muy difícil acceso”.“Personal del Cuerpo de Investigaciones estuvo trabajando y se logró el hallazgo de diversos elementos pertenecientes a una persona que teníamos la sospecha que podía ser Cancinos”, sostuvo el fiscal.Luego, indicó que a partir de esos elementos fueron convocados los padres del joven, quienes reconocieron algunas de las prendas halladas.Coronavirus: el Gobierno anunció cuál será el próximo grupo que se vacunará en el paísPor su parte, Rivero explicó que la zona del hallazgo es una ladera de aproximadamente de 80 grados de desnivel, “donde una persona no puede trabajar de manera segura si no está atada con un arnés”.“Se trabajó rápidamente en poder recolectar los indicios y los restos cadavéricos y, en una segunda fase, en poder confirmar la identidad”, detalló el director del CIF, quien manifestó que se solicitó la colaboración del odontólogo Pablo Medina, que intervino en la pericia que permitió confirmar la identidad de la persona encontrada.Además, comentó que la pericia se realizó con el aporte de todos los moldes tomados dos meses antes de la desaparición de Cancinos, del tratamiento de ortodoncia, junto con las fichas odontológicas de los profesionales que la trataban y a través de la base de datos de la obra social IPS.Esto permitió “verificar todos los arreglos, las extracciones dentarias y las características de los dientes de Cancinos, dándonos una confirmación de la identidad del 100%”, explicó Rivero, y adelantó que igualmente se continúa trabajando en la extracción de ADN para la confirmación formal de la identidad.El adolescente, que concurría al Colegio Belgrano, de la capital salteña, fue reportado por sus padres como desaparecido el 16 de mayo de 2017. Se realizaron diversos rastrillajes, análisis de cámaras de seguridad, de sus contactos de redes sociales y entrevistas a su entorno.Ese día, cerca de las 15, Cancinos salió de su casa para ir a gimnasia y al instituto de inglés al que concurría y fue visto por última vez esa misma tarde por una tía, cuando salía sola del Parque del Bicentenario, en la zona norte de la ciudad de Salta.Durante la conferencia, López Soto expresó que aun “no saben la causa y la data de la muerte”, y precisó que en el lugar se encontró una soga que está sujeta “a análisis y pericias, junto a diversos elementos”.Rivero, en tanto, confirmó que uno de los elementos hallados fue una mochila con pertenencias del menor. Finalmente, Poma destacó que, a partir de este momento, comienza una nueva etapa en la investigación para establecer cómo murió el adolescente.Con información de Télam

Fuente: La Nación

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